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CURSO: 2° AÑO
CORTE: 2023
LAS ARTES DEL ROCOCO
Arte Rococó
1) Características generales del estilo Rococó.
2) Características generales de la Arquitectura Rococó: François de Cuvilliés;
Joan Baltazar Neuman; Joseph Emanuel Fischer von Erlach, Georg Wenzeslaus
von Knobelsdorff.
3) Características de la pintura Rococó: Watheau, Jean Antoine; Fragonar, Jean
Honore; Gian Battista Tiepolo; Giovani Antoni Canal; Franz Anton Maulbertsch;
Paúl Troger; Tomas Ghinsborough; William Hogarth; Louis Melendez; Luis Paret
y Alcázar.
4) Características de la Escultura Rococó: Giovanni Batista Bernero; Jacques
Roettiers; Jean Antoine Houdon; Inozenso Espinazzi; Jean-Baptiste Lemoyne;
Robert le Lorrain; Michel Clodion.
5) Otras Artes: Diseño de muebles; Tapizados; Porcelana.
ARTE DEL ROCOCO
Humor y picardía
El arte rococó es expresión de una élite que se divierte. Por ello, tiene una
gran dosis de humor y picardía que suprime cualquier intento de solemnidad. Por
ello, el rococó expresa también el relajamiento de la etiqueta.
François de Cuvilliés
El Gabinete Azul es una habitación cuyas paredes están cubiertas por armarios
para guardar escopetas de caza y bajo los cuales se encuentran las perreras de
los perros de caza. La cocina está decorada con preciosos azulejos de Delft en
blanco y azul con motivos florales y de aves. Junto a ella, se encuentra la Sala
de los Faisanes.
Su concepción espacial sigue los preceptos de la corte de Versalles en una
sola planta, la alternancia de ventanas, espejos y puertas junto a la interacción
de la luz real y reflejada, parecen eliminar los mismos límites de la habitación.
El dormitorio es una muestra palpable de la magnificencia y el abigarramiento
al que se llegó en algunos interiores palaciegos, las paredes amarillas, muestran
relieves combinados con un fino trabajo de estuco que se extiende hacia el techo
como si se tratara de una ola. Los paneles de madera realizados por el escultor
cortesano Johann Joachim Dietrich representan uno de los mejores ejemplos del
periodo, el nicho de la cama está flanqueado por dos retratos, a la izquierda el
Elector Carlos Alberto y a la derecha su mujer María Amalia, ambos vestidos con
un atuendo propio para la práctica de la caza.
El cuarto de caza, que hace pareja con el dormitorio, está decorado como un
pequeño salón de pinturas en el que los cuadros se incorporan a los propios
muros.
La sala de faisán o gabinete de la India posee un ambiente exótico. Sus muros
están adornados con lino pintado y encerado a la manera de papel pintado chino.
El motivo del faisán es una referencia al jardín del faisán, que fue presentado en
1734 cerca del Amalienburg.
Palais Holnstein
El Palacio Holnstein de Múnich ha sido la residencia de los arzobispos de la
Archidiócesis de Múnich y Frisinga desde 1818. Se le conoce por ello como
Palacio Arzobispal, y está situado al norte de la ciudad vieja de Múnich (Altstadt),
en la calle Cardenal Faulhaber número 7, Kardinal-Faulhaber-Straße.
El arquitecto Francisco de Cuvilliés construyó la mansión entre 1733 y 1737
para residencia de Sofía Carolina de Ingenheim, condesa de Holnstein, una
amante del príncipe-elector Carlos Alberto de Baviera, más tarde emperador del
Sacro Imperio, y para el hijo de ambos, Francisco Luis, primer conde de
Holnstein.
Para construir el Palacio se tuvieron que demoler las tres casas existentes en
el solar. Se diseñó un palacio urbano de cuatro alas con patio interior: el ala
frontal, con la fachada principal, se destinaron a fines de representación,
mientras que las laterales y la posterior, ordenadas en torno al patio interior,
servía para el uso privado.
La fachada se basa en el diseño del arquitecto y paisajista José Effner, según
un patrón habitual, con tres plantas y nueve ejes verticales para los huecos de la
fachada. Los nueve ejes de ventanas están organizados en tres cuerpos
prácticamente iguales en tamaño, el central sobresaliente con gablete en la parte
superior.
Cada uno de los tres cuerpos se corresponde con la división interna entre el
ala principal y las alas laterales. En la planta baja se colocan óculos sobre las
ventanas y en los pisos superiores las ventanas están separadas por pilastras
integradas del primer al segundo piso.
El estuco de la fachada y la decoración interior son probablemente obra de
Juan Bautista Zimmermann.
En el altar mayor, de estilo rococó, están las estatuas de los catorce santos.
Situado en el mismo lugar en el que el pastor Hermann tuvo las apariciones, está
rodeado por un banco de comunión con forma de corazón cubierto con un
baldaquino. Doce de los santos están dispuestos en tres pisos, Bárbara y
Catalina están en las capillas laterales.
El exterior constructivo con fachada, flanqueada por dos altas torres que se
cubren con cúpula gallonada y un altísimo tambor, no deja adivinar la riqueza
decorativa desarrollada en el interior del templo. El interior es un espacio diáfano
y bien iluminado en el que merece especial atención los estucos de Feuchtmayer
y Übelher que junto con los frescos de Giuseppe Appiani hacen de este templo
una de las mejores joyas constructivas del arte alemán.
Joseph Emanuel Fischer von Erlach
Conocido como Fischer von Erlach el Joven, fue un arquitecto austríaco. Hijo
del también arquitecto Johann Bernhard Fischer von Erlach, su obra pertenece
a los estilos barroco, rococó y barroco clasicista. Georg Wenzeslaus von
Knobelsdorff
Inició su actividad de arquitecto en su país natal, Austria, en 1686, después de
quince años de estadía italiana. Trabajó como escultor y decorador en Roma y
Nápoles, en el taller de Philipp Schorr. Pero su formación se completó con sus
contactos con el teórico Giovanni Bellori y los arquitectos Gian Lorenzo Bernini
y Carlo Fontana.
El palacio rococó original fue construido por Ignaz Anton Gunetzrhainer entre
1747 y 1754 según los planos de 1734 para el diplomático, ministro y mariscal
de campo Ignaz Felix Graf von Törring-Jettenbach. Los planos provinieron
principalmente de los arquitectos de la corte vienesa Johann Lucas von
Hildebrandt y Joseph Emanuel Fischer von Erlach.
Fue el palacio aristocrático más exigente de Múnich en el siglo XVIII, y el
proyecto de construcción formaba parte de la mejora representativa de la ciudad
residencial de Múnich en el contexto de los planes imperiales del elector Karl
Albrecht de Baviera.
El lado de entrada y vista original era la fachada oeste de tres pisos en
Residenzstraße con su proyección central, que no se ha conservado. El interior
ahora destruido del palacio de cuatro alas con varios patios interiores fue
diseñado por el hermano de Gunetzrhainer, Johann Baptist, y el trabajo de
estuco fue realizado por Johann Baptist Zimmermann. La escalera original solo
se completó después de 1763.
Palacio de Sanssouci (a partir de 1745), bajo las órdenes del rey Federico II. Su
obra principal, es asimismo una de las obras clave del estilo Rococó.
Fue un pintor francés. Es uno de los grandes genios del último barroco francés
y del primer rococó. Se le atribuye la creación del género de las fêtes galantes:
escenas de cortejo amoroso y diversiones, con un encanto idílico y bucólico,
bañadas en un aire de teatralidad. Algunos de sus temas más conocidos se
inspiraron en el mundo de la comedia italiana o el ballet.
En la capital, se unió a los pintores flamencos del barrio de Saint-Germain-des-
Prés. Ingresó en el taller de Claude Gillot, gracias a cuya colaboración frecuentó
los ambientes de la farándula y el teatro que le servirán como motivo de
inspiración, así como la sociedad elegante. Fue también alumno de Claude
Audran III. Fracasó en el concurso para el Prix de Rome, que le hubiese
proporcionado una beca para estudiar en Roma.
Watteau es el representante más antiguo y más exquisito del estilo rococó.
Realizó escenas galantes y costumbristas. Con él comienza un género nuevo:
las fêtes galantes («fiestas galantes»), reflejo de la vida cortesana que busca
artificialmente un contacto con la naturaleza.
La variedad en su pintura, llena de resonancia, muestra plena conciencia de
las inquietudes de su tiempo y acudió como a un subterfugio, a la excusa de la
representación teatral, porque halló en los personajes de la Comedia Italiana
(entonces tan boga en París) una forma de anular la realidad mediante una
ficción llena de gracias; así tales personajes son como seres de fantasmagoría
que el artista viste no solo de sedas, sino de cambiantes caracteres humanos.
Las pinturas de Watheau es, en este sentido, una manifestación de nostalgia
aguzada por la decepción.
Peregrinación a la isla de Citera es el más célebre de los cuadros del pintor
francés Jean-Antoine Watteau, considerado su obra maestra. Está realizado en
óleo sobre tela. Mide 129 cm de alto y 194 cm de ancho.
Es un cuadro del género de ilustración de las fiestas galantes, esta obra se ha
relacionado con un grabado de Tardieu, representa una idea propia de la poesía
francesa: un viaje a una isla de bienaventurados en la que reside el amor. Desde
la Antigüedad, la isla de Citera tenía un templo dedicado a Afrodita, diosa del
amor.
La isla representaba así el símbolo de los placeres amorosos, no se sabe si son
parejas que emprenden el viaje hacia la isla o regresan de ella, los historiadores
del arte han llegado a una amplia variedad de interpretaciones de la alegoría del
viaje a la isla del amor.
La composición se lee de derecha a izquierda, desde la escultura de la derecha
hacia la popa del barco, a través de la diagonal formada por varias parejas en
distintas actitudes amorosas que ocupan el primer plano y se dirigen hacia una
barca sobre la que dos pilotos se preparan para marchar.
Watteau estableció un cierto equilibrio dentro del cuadro, distribuyendo
adecuadamente sus distintos elementos, por un lado, pudo compensar el
desequilibrio creado por las líneas verticales de los árboles y el eje de la estatua.
Es admirable la estructura rítmica de la pintura, con un sutil sentido de
continuidad entre los grupos de figuras. El pintó con pinceladas rápidas y
vibrantes, sin precisión en las líneas.
Los colores son bellos, predominando los cálidos dorados y rosas, que están
acompañados del verde o el azul. Mediante contrastes y gradaciones de luz
representa los rayos del sol que señalan el final del día. Esa claridad
descendente le añade misterio al cuadro, pues confunde en cuanto a que no se
sabe si han emprendido ya la peregrinación o no.
El paisaje es ideal, con grandes árboles que dominan todo el segundo plano.
El lado izquierdo está dominado por el azul del mar y del cielo y el rosado de las
montañas lejanas. Este misterioso paisaje neblinoso en la distancia recuerda los
paisajes de Rubens y Leonardo da Vinci.
Símbolos mitológicos, como la estatua de piedra que representa a Venus,
diosa del amor, o la popa de la barca, en forma de concha. Hay otras citas
mitológicas, como los amorcillos suspendidos en el aire y está el sileno,
compañero de Baco. Se alude de manera simbólica al erotismo o amor carnal.
Así, la barquilla tiene forma de cama, las parejas enlazadas evocan el amor que
se interpreta como un viaje de los personajes a la isla de Citera, un peregrinaje
hacia la isla de los placeres y del amor.
Las tres parejas del primer plano representarían las etapas de la seducción
enamorada. De derecha a izquierda: el cumplido galante. Un joven, como un
Cupido, tira del vestido de la joven, como para alentarla1sobre la seducción que
comienza entre ella y el galán con el que mantiene una conversación, la
invitación a la danza. El galán, de pie, toma a la joven mujer por las manos, y la
invita a levantarse, el enlace. Es una tercera pareja que se dirige hacia el barco.
La joven mira hacia atrás con nostalgia, como lamentando dejar la isla donde ha
pasado horas felices; aunque puede que lamente en realidad la indiferencia de
su anterior enamorado. La pareja está acompañada por un perrito, que ha sido
interpretado como símbolo de erotismo o de fidelidad.
Los felices azares del columpio (en francés, Les hasards heureux de
l’escarpolette) o, simplemente, El columpio es el cuadro más conocido del artista
francés Jean Honoré Fragonard y una de las obras más representativas del
rococó, realizado en 1767. Es una pintura al óleo sobre lienzo con unas
dimensiones de 81 centímetros de alto por 65 cm. de ancho.
Representa una escena galante en un ambiente idílico. Una joven en un
frondoso jardín se balancea en el columpio que empuja con dos cuerdas un
hombre mayor sonriente (seguramente su marido) sentado detrás en un banco
de mármol junto a una estatua con dos cupidos y un delfín, alusión a la diosa
Venus y su nacimiento en el mar, enfatizando la temática amorosa de la escena,
mientras que abajo, a la izquierda, aparece un joven cuyo punto de vista le
permite mirarla por debajo de la ondeante falda. El marido queda relegado a la
sombra, mientras que el joven (amante de la mujer) luce en primer plano, entre
los arbustos y flores. El primero desconoce la presencia del intruso, aunque
delante del hombre mayor, en la esquina inferior derecha, el perrito de la dama
ladra.
El joven se encuentra recostado a los pies de una escultura de Cupido. Dicha
figura esconde una pista: pide silencio con un dedo en sus labios, lo que alude
al secreto. El amante muestra una expresión de arrebato, como si hubiese
recibido una revelación, de carácter en este caso puramente terrenal. La
muchacha le corresponde mirándole fijamente. El impulso del movimiento
ascendente la lleva a levantar la pierna izquierda, y su zapatito sale volando.
Se ha captado el momento del máximo balanceo del columpio, pues un
instante después este volverá hacia atrás, hacia el hombre de mayor edad,
representando así «un segundo de arrebatamiento erótico, tan voluptuoso y frágil
como el Rococó mismo.
Este estilo de pintura "frívola" pronto se convertirá en objetivo de los filósofos
ilustrados, que exigían un arte más serio que mostrará la nobleza del hombre, lo
que conducirá al Neoclasicismo.
Niña leyendo, o El lector, es una pintura al óleo del siglo XVIII de Jean-Honoré
Fragonard. Representa a una niña no identificada sentada de perfil, con un
vestido amarillo limón con cuello y puños con volantes blancos y cintas moradas,
y leyendo un pequeño libro que sostiene en su mano derecha.
La pintura muestra a una niña no identificada que lleva un vestido amarillo
limón con cuello y puños con volantes blancos y cintas moradas.
El sujeto está representado de perfil, leyendo un pequeño libro que sostiene
con la mano derecha, sentada con el brazo izquierdo sobre una barandilla de
madera y la espalda apoyada en un gran cojín lila que descansa contra una
pared. Su cabello está atado en un moño con una cinta morada, y su rostro y
vestido están iluminados desde el frente, proyectando una sombra en la pared
detrás de ella. Fragonard presta mucha atención a la cara, pero usa una
pincelada más suelta en el vestido y el cojín, y la gorguera se rascó en la pintura
con la punta de un pincel.
La línea horizontal del reposabrazos y una línea vertical entre dos paredes sin
adornos brindan una sensación de espacio y estructura. El texto del libro no es
legible y no se da ninguna pista sobre el contenido.
Gian Battista Tiepolo
Canaletto, cuyo verdadero nombre fue Giovanni Antonio Canal, fue un pintor
italiano, famoso por sus paisajes urbanos de Venecia dentro del nuevo género
de la veduta. Hijo del pintor Bernardo Canal, tomó el nombre de Canaletto para
distinguirse de él; su sobrino Bernardo Bellotto usó ocasionalmente el mismo
seudónimo de Canaletto en su propia carrera.
Sus primeras obras datan de la década de 1720 a 1730. En 1723 aparece su
primer trabajo fechado y firmado que hoy en día se conoce Capriccio
Arquitectónico, recibiendo así sus primeros encargos de Stefano Conti y del
príncipe de Liechtenstein. En esa época comienza a entablar amistad con el que
será su mayor cliente, mecenas y embajador de su obra, Joseph Smith, cónsul
inglés en la república de Venecia. Los trabajos de esta época están
considerados por muchos como los mejores como The Stonemason's Yard.
En 1746 Canaletto se traslada a Inglaterra para trabajar en ese país hasta su
regreso a Venecia en 1755. Su traslado a Inglaterra se había visto forzado en
parte por la guerra de sucesión austriaca que hizo que los visitantes ingleses,
principales clientes de Canaletto que adquirían sus cuadros como recuerdos
dentro del denominado Grand Tour, no visitasen Venecia.
El Gran Canal y la Iglesia de Santa María de la Salud, también conocido como
La Entrada al Gran Canal de Venecia, Entrada al Gran Canal, Entrada al Gran
Canal y la Iglesia de Santa María de la Salud, es un óleo sobre lienzo del pintor
veneciano Canaletto, pintado alrededor del año 1730. Se trata de un paisaje
rococó que representa la entrada al Gran Canal de Venecia y la Basílica de Santa
Maria della Salute. Mide 49,6 cm x 73,6 cm.
Canaletto pintó la Venecia moderna, esa que no oculta su glorioso pasado y
en la que empieza a explotarse la industria del turismo (sobre todo ingleses),
aunque su prosperidad no era tanta como aparentaba. Después de todo estamos
ante una de las ciudades de las máscaras.
La pintoresca ciudad tenía de todo: belleza de día y emociones fuertes de
noche. Durante unos años le robó el trono a Paris de la capital del romanticismo.
La luz radiante, un gran dominio de la perspectiva y sus típicas y tópicas figuras
venecianas volvieron locos a sus clientes ingleses, que lo encumbraron a status
de estrella de rock and roll. Poco después, en el Reino Unido nacería el
romanticismo, y quizás la idea de lo pintoresco, lo digno de ser pintado, le debe
algo a esa fiebre de Canaletto.
Esta vista de la Plaza de San Marcos (en italiano, Piazza San Marco) es una
pintura al óleo del pintor rococó italiano Canaletto. Lo realizó tras su estancia en
Roma en 1723. Fue un encargo de un noble veneciano con la finalidad de
decorar su palacio. El encargo se compone de un total de cuatro lienzos, el Rio
dei Mendicanti, Gran Canal, vista al noreste desde el Palazzo Balbi hacia el
puente de Rialto (ambos en el museo veneciano de Ca'Rezzonico) y el Gran
Canal, vista Este desde el Campo San Vio y Piazza San Marco (ambos en el
Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid).
En la realización destaca la figura del campanario el cual recorre verticalmente
casi todo el ancho del cuadro. A pesar de ser uno de sus primeros trabajos la
maestría topográfica que queda plasmada en la obra nos indica la gran pericia
del artista el cual debió de realizar trabajos anteriores a la serie de cuatro vedutas
que componen el conjunto del encargo. El artista juega con las líneas en el
cuadro, pinta las líneas del suelo paralelas entre sí mientras que los dos edificios
situados en los laterales del cuadro no aparecen paralelos. La imagen general
de la vista nos da una perspectiva elevada sobre el nivel de contemplación
natural de la escena.
Paul Troger Tirol fue un pintor austriaco de la época rococó. Realizó un largo
viaje a Italia antes de 1722, conociendo entre otros a Sebastiano Ricci en
Venecia y Francesco Solimena en Nápoles, con quienes posiblemente estudió.
Solimena se convirtió en su principal modelo.
De 1727-28 es su primera obra maestra, el retablo y fresco de la cúpula de la
iglesia de San Gaetano en Salzburgo. Posteriormente marchó a Viena, donde
los pintores predominantes eran Rottmayr y Gran, por lo que se fue a la Baja
Austria. Realizó muchas pinturas al fresco para los monasterios de esta región,
a menudo en colaboración con su compatriota tirolés, el arquitecto Joseph
Munggenast.
Su última gran obra fue el altar mayor de la catedral de Brixner, pintado en un
estilo muy expresivo que estableció una tendencia. A partir de entonces, sólo
creó cuadros de caballete. Desde 1754 hasta 1757 Paul Troger fue rector de la
Academia de Bellas Artes de Viena.
Troger usó la luz y el color con un propósito alegórico, de manera que casi
siempre, en sus cuadros, hay una parte de luz y otra de sombra. También usa
figuras alegóricas, que funcionan como «fuente de luz», lo que suscita también
problemas de perspectiva. Se opone a la obra de Gran, más clásico frente a la
expresividad de Troger. Esta característica se transmite a su principal alumno,
Franz Anton Maulbertsch. Otro importante seguidor fue Martin Knoller.
Kokoschka conscientemente se situó a sí mismo en la línea de tradición Troger-
Maulbertsch.
La agonía en el jardín es un cuadro de Paul Troger, mide 33 cm x 23.5 cm,
fue realizado al óleo sobre lienzo de 1735.
Louis Melendez
Fue un pintor español nacido en Italia. Hizo casi toda su carrera en Madrid y
se le considera uno de los mejores pintores de naturalezas muertas del siglo
XVIII. En contraste con su actual reputación, durante su vida padeció una gran
miseria.
Su estilo en las naturalezas muertas estaba dotado de austeridad y perfección
en la representación de los objetos; las texturas de los materiales mostraban una
gran seguridad en el dibujo y minuciosidad en los detalles. La composición
sencilla y la luz caracterizada por un contrastado claroscuro, se encuentra en la
mejor tradición de los bodegones barrocos de Francisco de Zurbarán y de Juan
Sánchez Cotán, cuyo fondo suele ser vacío o geométrico; aunque también cultivó
bodegones con paisajes de fondos en la línea de la escuela napolitana. Luis
Egidio recibió formación artística por parte de su padre, asistió al taller de Louis
Michel van Loo, un francés que llegó a ser pintor de cámara de Felipe V. Entre
1737 y 1748, Meléndez trabajó como ayudante de Van Loo, dedicándose a
copiar los prototipos de este pintor de los retratos reales para el mercado interno
y extranjero.
A diferencia de su padre, la situación profesional de Luis era precaria, joven,
arrogante, sin el apoyo de la Academia y con su reputación en entredicho,
decidió irse a Italia para conseguir nuevas oportunidades, donde permaneció
desde 1748 hasta 1752, realizó algunas obras de pintura, actualmente perdidas,
para Carlos III de España, que entonces era rey de Nápoles. En 1760, Meléndez
presentó una petición para conseguir el nombramiento de pintor de cámara del
rey Carlos III, petición que, a pesar de la calidad de sus obras, fue rechazada.
Unos doce años más tarde volvió a intentar conseguir la plaza, en esta solicitud,
exponía en tercera persona, refiriéndose a las pinturas realizadas de naturalezas
muertas para el Gabinete de Historia Natural.
A pesar de su talento, Luis Meléndez vivió en la pobreza durante la mayor parte
de su vida, en una carta de 1772, dirigida al rey, declaró que sólo poseía sus
pinceles y que no podía continuar con la serie de los cuatro elementos, por no
tener medios para continuarla ni siquiera los precisos para alimentarse.
Ignorado, cuando murió en 1780, su situación económica era de indigencia.
Carlos III comiendo ante su corte es un cuadro de estilo Rococó pintado al óleo
sobre tabla entre los años 1771 – 1772 por el artista español Luis Paret Alcázar
50 x 64 cm.
El rey Español Carlos III está sentado a la mesa en presencia de sus ministros,
embajadores, sirvientes y perros de caza favoritos. Paret lo representa en el
momento en el que se dispone a beber de la copa que le ofrece un criado que
dobla la rodilla. En las paredes del salón suntuosamente decorado hay vistosos
tapices de asunto mitológico, con los temas, de izquierda a derecha, de El
sacrifico de Ifigenia, Mercurio y Herse, Diana con un perro de caza y Venus en
la fragua de Vulcano.
Estas escenas pueden haber sido escogidas en función de la ceremonia que
se desarrollaba abajo o como alusión a los pensamientos íntimos del rey.
Tocan temas como el patriotismo, visto en el sacrificio de Ifigenia, que legitima
a su padre Agamenón para atacar a Troya; el amor, sugerido por la pasión de
Mercurio y Herse; la caza, indicada por Diana, su diosa tutelar; y el honor militar,
insinuado por la armadura que hizo Vulcano para Eneas, el hijo de Venus y el
futuro conquistador de Roma. En el techo, pintado al fresco en estilo barroco,
se distinguen dos dioses fluviales entre nubes que parecen derramarse sobre la
estancia.
El salón que aparece en este cuadro se asemeja en su trazado al que
conocemos hoy. Cuando pintó este cuadro las fuentes indican que la antecámara
estaba decorada con tapices de la historia de José, no con escenas mitológicas.
ESCULTURA
Jacques Roettiers
Fue un escultor italiano rococó del siglo XVIII que estuvo activo en Roma y
Florencia, el hijo de un orfebre y aprendiz de Giovanni Battista Maini, desde
Roma, se trasladó a Florencia en 1769 como escultor oficial del Gran-
duque Pedro Leopoldo para completar algunos fragmentos antiguos de mármol.
Entre 1771 y 1774 talló el busto de Leopoldo, hoy en la Galería Palatina. Para
la iglesia de Santa Croce esculpió las tumbas de Giovanni Lami (1770), Angelo
Tavanti (1782) y Nicolás Maquiavelo (1787). En 1784, impartió clases en la
Accademia di Belle Arti. Más tarde, en 1792, esculpió el ángel del grupo
escultórico del Bautismo de Cristo realizado por Andrea Sansovino y Vincenzo
Danti.
Otras pruebas de su virtuosismo son visibles en las figuras de la capilla
principal de Santa Maria Maddalena dei Pazzi (Fede -1781) y (Religione -1794)
inspiradas en obras del napolitano Antonio Corradini.
La penitencia Santa Maria Maddalena dei Pazz es una majestuosa escultura
hecha en 1781 por el artista italiano rococó Inozenso Espinazzi, el impresionante
tratamiento del mármol que deja al cuerpo femenino con la apariencia de estar
con un suave velo pegado al cuerpo con una sensualidad marcada.
Robert le Lorrain
Su trabajo más conocido es el relieve de piedra, " los Caballos del Sol", sobre
las puertas del establo en el Hôtel de Rohan, París; las esculturas ejecutadas en
1718-21 para el Cardenal de Rohan en el Château de Saverne se perdieron en
el fuego del castillo en 1779, pero otras esculturas para el palais Rohan de
Estrasburgo, sobreviven. Aunque los trabajos de Le Lorrain para Marly han sido
dispersados o perdidos, otras obras para la iglesia en París y Orleans, así como
una escultura en la capilla en Versalles sobreviven.
Michel Clodion
Hercule au repos es una escultura del mítico personaje griego Hércules hecha
en 1773, en el periodo rococó, por el artista francés Michel Claude.
La obra presenta al gran Hércules reposando encorvando la espalda
mostrando la tensión en sus músculos, su fortaleza, su poder en estado calmo,
el mármol blanco en el que fue hecho tiene un tratamiento detallado que muestra
los volúmenes de su cuerpo en una pose que recuerda al Lucifer de Cabanel,
con una mirada que parece transmitir enojo o ira, un gesto que imprime
imponencia.
DISEÑO DE MUEBLES
TAPIZADOS
El estilo Luis XV, llamado así por el rey francés que reinaba en la época (1715-
1774) es un estilo romántico en el que se observa la aparición de ornamentación
de estilo Rococó (sustituyendo al anterior movimiento Barroco) y de origen chino,
con maderas pintadas y enchapadas en colores suaves y fina marquetería.
Aparece un uso más moderado de las líneas curvas y menos adornos de
fantasía.
La aparición de esta nueva tendencia significó una revolución decorativa en la
Europa de mediados del siglo XVIII.
El estilo Luis XV o Rococó, fue popular entre los años 1730 a 1765. Con
asientos tapizados y de formas amplias, las piezas Luis XV se caracterizan por
elaborados adornos de voluta, decoración ornamental, formas curvilíneas y
colores claros, incluyendo el verde mar, azul claro y blanco, embellecidos con
apliques de oro.
Los ornamentos rememoran imágenes de la naturaleza, tales como flores
talladas, y conchas de mar. Poseen también enfatizadas formas curvas, tanto en
sus apoyabrazos como en sus patas, las que presentan típicos finales de líneas
enrolladas, en su parte inferior.
Las sillas Luis XV junto con la cómoda son de lo más representativo de este
estilo, donde, como decimos, abundan las líneas curvas, los arabescos, y los
detalles de suma riqueza. La tapicería y las sillas fueron un capítulo importante
para conseguir la total comodidad (los asientos muy cómodos eran impensables
pocos años antes ya que el protocolo hacía obligatorio el permanecer de pie).