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Á ngel Alejandro Ramírez

Ló pez

“El desarrollo: su importancia en la psicoterapia y en el


psicoaná lisis de niñ os y adolescentes.”
Marcelo Salles Manuel.
Conocimiento del desarrollo normal: nacemos con un alto grado de inmadurez
estructural- funcional el cuá l irá cambiando conforme avanza el proceso del
desarrollo, hasta alcanzar un nivel de relativa madurez cuando llegamos a la edad
adulta. Pautas generales del desarrollo: está n dadas genéticamente con:
*Los tiempos de aparició n de estructuras mentales con respectivas funciones.
* Los tipos de estructuras mentales y sus funciones.
*La secuencia de aparició n de las mismas.
Desarrollo: El desarrollo se encarga del estudio de los factores ambientales que
inciden en la carga genética, así como de las estructuras y funciones que se van
generando. Se espera que: si <madre-ambiente> incide en un modo conveniente
(maternidad adecuada) = desarrollo normal.
El psicoaná lisis es una ciencia mucho má s amplia y menos específica que la de la
investigació n infantil y su énfasis radica en la vida intrapsíquica del hombre. Cubre
ademá s todo el camino de la vida, no só lo la infancia y la adolescencia. Los datos
psicoanalíticos provienen de la situació n clínico-analítica, no de la “investigació n
pura”. Es decir, utiliza la técnica de investigació n clínica.
Teorías:
Cuando el niñ o nace viene equipado genéticamente para poder desarrollarse, si
cuenta con alguien que cubra sus necesidades de alimentació n y cuidados generales,
éste iniciará su desarrollo.
Winnicott. Estado de integració n: El niñ o al nacer se encuentra en un estado de
inmadurez y no diferenciació n. Después, con la estimulació n el niñ o alcanzará un
estado de integració n de sus procesos mentales.
Bergman. Al nacer el niñ o posee una barrera protectora contra los estímulos (filtro),
lo que le permite sobrevivir en un medio nuevo y ajeno al que tendrá que adaptarse.
**La conjunció n gradual de las fuerzas genéticas con la madre- ambiente, dará pauta
a la sedimentació n estructural. É sta con el paso del tiempo formará plataformas
estructurales cada vez má s grandes y só lidas. Por vía de la percepció n es posible
tener las primeras vivencias mismas que podrá n ser llevadas al aparato mental,
mediante lo que se conoce con el término freudiano de “incorporació n
“internalizació n” para sedimentarlas así, en forma de memoria y construir ya una
incipiente estructura. Las primeras sedimentaciones estructurales no son má s que
experiencias sensoriales, personales y específicas: ruido, texturas, etc. Por tal razó n,
Freud decía que al principio el Yo es un Yo corporal y esto es el resultado de la
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influencia directa de la madre ambiente sobre el Ello del bebé (necesidad de


satisfacció n).
En todo niñ o que está por desarrollarse, existen cinco á reas que van a conformar su
desarrollo psicoló gico:
• Elementos instintivos: los impulsos.
• Elementos genéticos.
• Elementos ambientales.
• Estructuras mentales.
• Funciones que surgen de dichas estructuras.
En la prá ctica de la psicoterapia analítica y del psicoaná lisis, el interés puede
centrarse en el desarrollo de las siguientes estructuras:
• El Ello.
• El Yo.
• El Superyó .
Características generales:
El desarrollo visto longitudinalmente posee una secuencia, la cual se hará siempre
presente.
Existe un tiempo, un momento predeterminado por la genética y en íntima conexió n
con la madre- ambiente, para que hagan su aparició n las diferentes estructuras
mentales y por lo tanto, las diversas funciones. Se entiende que la falla en la
aparició n de las estructuras y sus funciones es producida por la patología y ésta
puede presentarse en cualquier momento de todo el desarrollo, y estará producida
por carencia (deficiencias en la madre-ambiente, alteració n de la índole genética,
ambas) o fijació n (la madre-ambiente no satisface las demandas del niñ o
adecuadamente y/o sobresatisface las demandas del niñ o).
Cada á rea del desarrollo tiene una intensidad, direcció n, velocidad y ritmo de
presentació n.
En el transcurso de todo desarrollo existen momentos cruciales, generalmente de
alta intensidad, que ponen a trabajar al Yo a su má xima capacidad y que, de ser
resueltos favorablemente, conlleva la formació n de una nueva estructura o el
reforzamiento de las existentes: ya sea una estructura caracteroló gica o parte de
una estructura como el Yo, el Superyó o el Sí mismo.
Conflictos de desarrollo: conflictos que emergen como resultado de la expresió n de
dichos momentos cruciales.
Utilidad para el terapeuta del conocimiento del desarrollo
Homogeneidad contra heterogeneidad: en la valoració n clínica, el predominio o
subdominio de un á rea o varias de ellos con respecto a las otras se traduce en la
presencia de desequilibrios funcionales que dan como resultado que la conducta
pueda ser apreciada como dispareja. La valoració n clínica nos debe servir para
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detectar las á reas alteradas, ya sea por falta de desarrollo, sobre desarrollo o
desarrollo alterado atípico.
Conocimiento aproximado del grado ó ptimo de desarrollo: A lo largo del desarrollo
normal desde el nacimiento hasta la vejez, cada nivel donde hagamos un corte para
su estudio es posible determinar el grado ó ptimo de desarrollo, tanto en lo
estructural como en lo funcional, cuá l dependerá de ciertos factores (en Salles, M. El
desarrollo: su importancia en la psicoterapia…).
Fuerza y debilidad del Yo. Analizabilidad: Esta á rea pone al terapeuta en contacto
con la posible capacidad de respuesta y de cambio del sujeto al cual va dirigida la
psicoterapia o el psicoaná lisis. Tiene que ver con la fortaleza de la estructura mental.
Se espera un que un Yo fuerte sea aquel que pueda defenderse de los embates, tanto
pulsionales como ambientales.
Greenson señ ala la importancia de que el Yo del paciente tenga la elasticidad
suficiente para ser capaz de regresar y progresar, ser simultá neamente pasivo y
activo, así como renunciar al control y a la prueba de la realidad para mantenerlos al
mismo tiempo.

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