Evaluación
COMUNICACIÓN 1
Nombre:
El espejo de Matsuyama
Hace mucho tiempo vivían dos jóvenes esposos en
un lugar muy apartado y rústico. Tenían una hija y
ambos la amaban de todo corazón. No diré el nom-
bre del marido ni de la mujer, que ya cayeron en
el olvido, pero diré que el sitio en el que vivían se
llamaba Matsuyama, en la provincia de Echigo.
Aconteció que, cuando la niña era aún muy peque-
ñita, el padre hubo de ir a la gran ciudad, capital del
imperio. La madre no había ido nunca más allá de
la cercana aldea, y no podía desechar cierto temor al
considerar que su marido emprendía tan largo viaje;
pero al mismo tiempo sentía orgullosa satisfacción
de que fuese él el primer hombre de aquella zona
que iba a la rica ciudad, donde había tantos primores
y maravillas que ver.
Cuando supo la mujer que volvía su marido, vistió a
la niña lo mejor que pudo, y ella se puso un precioso
traje azul que sabía que a él le gustaba en extremo.
No atinó a encarecer el contento de esta buena mujer
cuando vio al marido volver sano y salvo. La chi-
quitina daba palmadas y sonreía con deleite al ver
los juguetes que su padre le había traído. Y él no
se hartaba de contar las cosas extraordinarias que
había visto.
–A ti –dijo a su mujer– te he traído un objeto de
extraño mérito. Míralo y dime qué ves en él.
Le dio entonces una cajita chata, de madera blanca.
Dentro había un disco de metal, blanco por un lado,
como plata mate, y por el otro, brillante y pulido
como cristal. Allí miró la joven esposa con placer
y asombro porque desde su profundidad vio que la
miraba, con labios entreabiertos y ojos animados, un
rostro que alegre sonreía.
–¿Qué ves? –preguntó el marido, encantado del
pasmo de ella y muy ufano de mostrar que había
aprendido algo durante su ausencia.
–Veo a una linda moza, que me mira y mueve los
labios como si hablase, y que lleva, ¡caso extraño!,
un vestido azul, exactamente como el mío.
–Tonta, es tu propia cara la que ves. Ese redondel
de metal se llama espejo. En la ciudad, cada persona
tiene uno.
Encantada la mujer con el presente, pasó algunos días
mirándose a cada momento, porque, como ya dije,
UNIDAD 2
Año y sección:
era la primera vez que había visto un espejo, y, por
consiguiente, la imagen de su linda cara. Consideró
con todo, que tan prodigiosa alhaja era muy costosa
para ser usada diariamente, y la guardó en su cajita
como uno de sus más estimados tesoros.
Pasaron los años, y el matrimonio vivía dichoso. Su
mayor fuente de alegría era la niña, que a medida que
crecía se convertía en el vivo retrato de su madre. La
madre conservó escondido el espejo, recelando que
su uso pudiera engreír a la niña.
Pero un día la madre cayó enferma, y aunque la hija
la cuidó con tierno afecto y solícito desvelo, se fue
empeorando cada vez más, hasta que no quedó espe-
ranza. Cuando supo que pronto iba a morir, llamó a
su hija y le dijo:
–Querida hija mía, ya ves que estoy muy enferma y
que pronto moriré. Cuando yo desaparezca, promé-
teme que mirarás en el espejo todos los días. En él
me verás y sabrás que siempre velo por ti.
Después, le mostró el sitio donde estaba oculto el
espejo. La niña prometió con lágrimas lo que su
madre pedía y esta, tranquila y resignada, expiró.
La obediente y virtuosa niña jamás olvidó el precep-
to materno, y cada mañana y cada tarde tomaba el
espejo y miraba en él intensamente. Allí veía la cara
de su madre, sonriendo. No estaba pálida y enferma
como en sus últimos días, sino hermosa y joven.
Al cabo del tiempo, el padre advirtió que la niña se
miraba en el espejo cada mañana y cada noche, y
parecía que conversaba con él. Entonces le preguntó
la causa de tan extraña conducta. La niña contestó:
–Padre, miro cada día el espejo para ver a mi madre
y hablar con ella.
Enternecido con tanta sencillez, el hombre lloró y no
tuvo corazón para descubrir a su hija que la imagen
que veía en el espejo era la de ella misma, que el
poderoso y tierno lazo de amor filial hacía cada vez
más semejante a la de su difunta madre.
Cuento tradicional japonés
Versión de Juan Valera (Adaptación)
Lengua y Literatura 2, Santillana, Madrid, 2007
 UNIDAD 2

Comprensión de textos

Obtener información
1. Explica el significado que tienen en el texto las siguientes expresiones:
• le gustaba en extremo • muy ufano • solícito desvelo • el precepto materno

2. Responde:
• ¿Dónde se sitúan los hechos que se narran?
• ¿Hay algún dato que nos permita precisar el momento en el que transcurre la acción? ¿Qué fórmula
temporal se emplea al comienzo del relato?

Inferir e interpretar
3. Marca la opción que resuma mejor el tema central del texto.
Los poderes mágicos de un espejo. La desgracia de una familia.
La fuerza del amor y la inocencia. Las consecuencias de la ignorancia.

4. Delimita en el texto las siguientes partes y resume el contenido de cada una de ellas.

Marco Acontecimiento inicial Nudo Desenlace

1er episodio 2do episodio

5. Explica la oposición que se plantea en el texto entre la ciudad y la aldea.

➜ Selecciona las expresiones en las que se apoya esa oposición.

6. Identifica los rasgos físicos y psicológicos más relevantes de los personajes femeninos. Luego, explica
cómo influyen esos rasgos en el desenlace del relato.

7. Enumera los rasgos del texto que lo identifican como cuento tradicional.

8. Observa la figura del narrador.

• ¿Ha participado en los hechos que cuenta?
• ¿Qué persona gramatical (primera o tercera) emplea el narrador para contar la historia? Menciona
algunos ejemplos.

9. En los diálogos, los personajes emiten mensajes con distintas finalidades.

➜ Selecciona los mensajes del texto que respondan a estas intenciones:
• El marido pretende que su mujer se mire en el espejo.
• La mujer expresa la emoción al ver su reflejo.
• El marido informa a su mujer el nombre del objeto y su utilidad.

Reflexionar y valorar
10 Explica qué papel cumple el espejo en el relato.

11. Responde. ¿Te parece creíble la historia? ¿Por qué?

Expresión y Comprensión oral Producción de textos

12. Relata un cuento leído o inventado que gire 13. En veinte líneas, escribe un cuento con las
en torno a un objeto. características del cuento tradicional o popular.
➜ Ten en cuenta el uso del punto y los puntos
suspensivos.

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