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DIPLOMATURA EN

EDUCACIÓN EN
CONTEXTOS DE ENCIERRO

Organización y Coordinación General


C.E.A.De.
Calidad Profesional

Directora Académica: Prof. Diana Rupani.


Coordina: Lic. Paula Takaya
2 Centro de Estudios Avanzados en Derecho
DIPLOMATURA EN CIENCIAS FORENSES
E INVESTIGACIÓN CRIMINAL

¿POR QUÉ EDUCACIÓN EN CONTEXTOS DE ENCIERRO?

Esta modalidad del sistema educativo centra su tarea en garantizar el derecho a la


educación para todas las personas privadas de la libertad, promoviendo su formación integral y
desarrollo pleno. La misma, contempla a quienes están involucrados en procesos judiciales, en
carácter de procesados o condenados, y se encuentran alojados en instituciones de encierro.
Por esta razón, el ejercicio del derecho a la educación no admite ningún tipo de limitación ni
discriminación relacionada con la situación de privación de la libertad. Así, la promoción del
acceso al sistema educativo y a la vida cultural en condiciones dignas, contribuyen a la inclusión
social.

El presente estudio se realizó para explorar y analizar la temática general vinculada a la


educación en contexto de encierro y el vínculo que se establece entre el educando y educador.
Dicho interés se origina en la particular relación, que el investigador sostiene con los alumnos
de la Escuela Primaria de Jóvenes y Adultos Roberto J. Payró, establecida por su rol docente.
Este acercamiento posibilitó el despertar de diversos interrogantes y por qué no,
preocupaciones arraigadas a la noción de justicia social. De esta manera, la urgencia por
comprender los avatares construidos por los sujetos en un ámbito cerrado fue lentamente
dando forma al presente estudio. Así, esta línea de investigación busca dar cuenta del espacio y
la importancia que ocupa la presencia el docente de escuela en las representaciones que
construyen los internos dentro del Penal. Una vez realizado ese recorrido, propondré
categorías analíticas que permitan comprender los procesos de construcción de significado que
producen los internos en relación a la escuela y poder así, dar cuenta de las preguntas que guían
esta investigación.
Para ello es trascendental seleccionar el grupo de internos que constituyen el objeto de
este análisis. A partir de allí, la acción estará apuntalada en la indagación tanto de los sentidos
que los internos, escogidos para el análisis, construyeron históricamente sobre la escuela como
en los significados que, en el presente, cobra la escuela para los mismos sujetos frente a la
situación de encierro. En este trabajo también señalamos la necesidad de profundizar la
realización de la recopilación bibliográfica sobre el tema y los conceptos teóricos propuestos
para su resolución.
Por lo expuesto, el lector puede observar que el trabajo propuesto es de carácter
empírico, ya que tanto la construcción de su objeto de estudio como la formulación del
interrogante a investigar, conducen y abrevan de los datos que surgen del análisis de la
prácticas sociales que se producen en el aula de la escuela que funciona en la Unidad
Penitenciaria descripta. Desde esa concepción se sistematizan los trabajos realizados sobre el
tema agrupándolos en categorías que creemos enmarcan las perspectivas analizadas;
describimos el espacio que ocupa la escuela, el vinculo docente, el sujeto de derecho, su
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autoestima, autoconcepto, empatía y subjetividad. Analizar las representaciones que los


internos tienen de la escuela en tanto alumnos frente al docente que desarrolla la clase.
Nosotros como docentes no solos nos encontramos interpelados a partir de los saberes
específicamente escolares, sino también desde el posicionamiento frente a los dilemas del
contexto, a las condiciones en las que inscriben nuestros sujetos y la escuela, a la función que
tenemos en este lugar. La recuperación de un sentimiento y una disposición frente al otro no
como víctima sino como un ciudadano, para considerar su futura integración social. La tarea
no es sencilla trabajar en este contexto donde hay internos – estudiantes de 18 a 21 años y
desde 2010 se incorporan a la Institución Penal por ende a la escuela, mayores de edad. Esto
nos afectó en nuestras prácticas docentes ya que fue necesario adaptarnos y aprender a
manejarnos con sujetos que vienen con experiencias de vida distintas a la de los menores. Por
tal motivo afectó la práctica docente en los momentos donde nos planteamos si podemos o no
dar todos los contenidos como corresponde y nos damos cuenta que tenemos que priorizar los
mismos, ya que la particularidad que presenta esta escuela es que hay una sola aula y se asiste al
espacio educativo en 4 turnos por Pabellón, durante 45 minutos cada uno, ya que no se pueden
juntar en el mismo espacio por problemas de convivencia, o sea, por seguridad. Es ahí donde
los docentes debemos ser flexibles y adaptarnos a las diferentes situaciones que se nos
presentan.
El espacio educativo es un lugar diferente dentro de los muros y los estudiantes lo
expresan, como docentes no nos colocamos en el lugar de juzgarlos, estos estudiantes se
presentan desbastados afectivamente, entre otras cosas, por ello el interés de practicar la
pedagogía de la presencia, en esta escuela se los trata con amor, con afecto, con el poder de la
palabra donde infunda respeto hacia este sujeto con mucho dolor en su corazón, trato de ser
un docente presente que acompañe, que escuche , la cuestión es no pecar ni de invasor de
sentimientos ni por sensibilidad. “Un docente suficientemente bueno, es decir, atento a la
interacción, a lo que apuntala y contribuye a sostener, a lo que hay que dar y también a lo que
hay que negar” (Eckhart Tolle, “El poder del ahora”).
Surge también la necesidad de trabajar periódicamente la mirada profesional e
institucional ya que entendemos no sólo su postura, sino también, cómo condicionan nuestras
intervenciones y que muchas veces pueden llegar a configurar un proyecto en nuestros
estudiantes. Nuestra intención es pesar, entre otras cuestiones, de qué manera la escuela ayuda
al sujeto en un momento tan difícil y complejo en sus vidas, se procura tener una mirada
positiva hacia el estudiante haciendo una apuesta; es decir, pensando qué puede trascender su
vida de manera positiva y para ellos es fundamental poder restituirles la confianza en sus
propias capacidades, posibilidades y así animarlos y sostenerlos en los cambios, que se animen
a intentar. Que el joven adulto se sienta mirado escuchado, querido, en definitiva, sostenido
tiene que ver con un modo de transmisión: incluir al otro, con un buen trato, con un docente
que incorpore la pedagogía de la presencia (Carlos Da Costa) un docente presente es
fundamental por eso es tan importante el vínculo que se establece entre docentes y
estudiantes.
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El contexto de encierro suele aniquilar la individualidad, identificando a los sujetos


como una masa de personas, generalmente reconocidas con un número de legajo o un número
de expediente, esto produce en ellos un sentimiento de exclusión de la sociedad. La educación,
les brinda la posibilidad de formarse de prepararse, dándoles las herramientas y los cimientos
necesarios para vivir en libertad.
En el trabajo de la pedagogía de la presencia, el primer y decisivo paso para vencer las
dificultades personales, es la reconciliación consigo mismo es brindarles la posibilidad de
ofrecerles un camino más humano (cita bíblica “No sólo de pan vive el hombre”). Finalmente
ninguna ley, ningún método o técnica puede reemplazar la inmediatez de la presencia solidaria,
abierta y constructiva del educando que llega desbastado con su personalidad aniquilada. Por
eso la capacidad de hacerse presente en forma constructiva en la realidad del educando, no es
como muchos prefieren pensar, un don, una característica personal intransferible de ciertos
docentes sino por el contrario esta es una aptitud posible de ser aprendida, disposición interior,
apertura, sensibilidad, compromiso. Rescatar las fortalezas del joven en dificultades, sin
rotularlos ni clasificarlos. La pedagogía de la presencia es parte de un esfuerzo colectivo
dirigido hacia una conceptualización y una práctica más humana acerca de la educación de
jóvenes y adultos en una situación difícil.

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