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Métodos de la arqueología

Métodos de exploración

Tradicionales:

Se usaron en el siglo XIX. No aplicaban tecnología y podían dañar la excavación.

Un ejemplo es la estratigáfía.

Fue el primer método arqueológico.

Consisten en situar los hallazgos en los niveles geológicos en que se encuentran.

Se deduce así una sucesión cronológica, en donde lo que está más cerca de la superficie es más
moderno que lo que está a mayor profundidad, siempre que no haya sido alterada por cursos de
agua o la acción animal-antropomórfica.

Modernos:

Intentan acercarse al lugar sin provocar daños para proteger lo que halla allí. Aplican tecnología
cada vez más específica para analizar y cuidar los restos materiales antes, durante y luego de la
excavación.

Se basan generalmente en la prospección, la búsqueda de yacimientos arqueológicos en la


superficie terrestre que contiene dos fases de trabajo:

1) Análisis de laboratorio, destinado a la recuperación de información del área. Pretende


recuperar datos en dos apartados, uno en la geografía de la zona y otro en la recogida de
toda información oral o escrita.
2) Análisis de campo, destinado a buscar y encontrar los yacimientos de una zona concreta.
Existen tres tipos de prospección de campo: viajes exploratorios, prospecciones
extensivas y prospecciones intensivas.

La prospección de subsuelo consiste en la excavación del suelo terrestre, aunque desde finales
del siglo XX existen medios para reconocer restos sin necesidad de excavar. Existen
métodos químicos, geofísicos y el recurso de la fotografía aérea que nos permite saber en qué
zona es más conveniente prospectar sin remover la tierra.

• Fotografía aérea.
Se comenzó a utilizar luego de la Segunda Guerra Mundial.
Donde hay restos arqueológicos cambia el color de la vegetación.
Permite ver el área geográfica y puede revelar la existencia de estructuras invisibles desde
el suelo y lo que la convierte en una herramienta imprescindible para la prospección. En
ocasiones las alteraciones del suelo pueden estar relacionadas con yacimientos en el
subsuelo, estas alteraciones del terreno pasan inadvertidas desde tierra firme. Poniendo
una luz rasante que acentúe las alteraciones se pude estar observando estructuras
enterradas. Se utiliza en zonas donde hay vegetación o el suelo es húmedo. En las zonas
con vegetación se puede observar que las plantas crecen más alto donde hay más tierra y
menos donde hay menos cantidad de tierra, son las llamadas marcas de cosecha
(descritas en inglés como crop marks). En los lugares húmedos la coloración del suelo
varía según el grado de humedad, el color es más oscuro donde hay más suelo y por tanto
mayor humedad; un color claro en el suelo podría ser evidencia de una estructura
enterrada. En lugares sin vegetación y secos la fotografía aérea no ofrece buenos
resultados.

• Sondeo Eléctrico.
Ante la sospecha de un hallazgo arqueológico se pasa corriente alterna sobre la tierra, si
esta se altera hay posibilidad de un hallazgo.

• Periscopio de Lerici.
Consiste en un brazo electrónico que concluye en una cámara. Éste es enterrado en las
excavaciones, garantizando imágenes sin necesidad de remoción del terreno.

• Prospección magnética.
Fue descubierta en 1959 por Aitken, se basa en el registro de la variación local del campo
magnético terrestre, esta variación se debe a la presencia en el subsuelo de materiales
magnéticos, como objetos de hierro, pozos, etc. Esta técnica tiene un elevado costo del
equipo, además tiene problemas de uso en subsuelos en los que se encuentren elementos
metálicos que afecta al quedar registrada (chatarra, conductos de agua,...) y no se puede
realizar cerca de cables de fuerza eléctrica o cerca de emisoras transmisoras de radio ni
sobre rocas ígneas, como el basalto.

• Prospección geofísica.
Es la técnica más tradicional y consiste en sondear el suelo con barras o taladros y anotar
los lugares en que tropiezan con cuerpos sólidos o con cavidades. Algunos arqueólogos
aún la utilizan para estimar la profundidad de los depósitos o para explorar fosos.
Las barrenas se utilizan también por los geomorfólogos para el estudio de los sedimentos
del yacimiento. Existe el riesgo de dañar los artefactos o las estructuras frágiles.

• Ondas de radio e impulsos eléctricos.


El radar de suelos es un método parecido, en vez de usar las ondas sonoras usa ondas de
radio. El emisor emite impulsos breves a través del suelo, y los ecos resultantes reflejan las
variaciones del mismo. Un aparato típico hace las lecturas de diez centímetros de largo por
un metro de ancho y una profundidad que puede alcanzar los tres metros. Las lecturas del
mismo se envían a un ordenador que produce una serie de porciones radiográficas, que
combinadas, generan una imagen tridimensional de lo que hay bajo el suelo. Funciona bien
en suelos arenosos secos y muy drenados. Es un método lento y todavía está en fase de
experimentación.
El georadar es otra modalidad de este mecanismo, desarrollado por técnicos
estadounidenses y suecos. Está compuesto de una antena más grande instalada en un
brazo de grúa acoplado a un carro de radar de gran tamaño. Transmite energía
electromagnética al suelo que en parte se refleja cuando localiza una interconexión de dos
materiales o dos propiedades eléctricas distintas. La medición del tiempo transcurrido entre
la emisión y el reflejo de las señales ayuda a localizar las posiciones de los diferentes
niveles o los objetos enterrados. Es capaz de alcanzar profundidades de cuatro metros en
terrenos de turba.

• Teledetección bajo la superficie.


Las técnicas de sondeo son útiles pero el yacimiento queda alterado, sin embargo hay una
serie de técnicas que no son destructivas. Son los dispositivos geofísicos de teledetección,
que implican el paso de diferentes tipos de energía a través del suelo, basándose en las
anomalías encontradas por esta energía, o bien, la medición de la intensidad del campo
magnético terrestre.

• Métodos sísmicos y acústicos


La forma más simple de hacer pasar energía a través del suelo es golpeándolo.
El bosing (o bowsing) es la percusión de la tierra con un pesado mazo de madera o un
recipiente relleno de plomo en el extremo de un mango largo. El registro del sonido
resultante ayuda a localizar las estructuras sepultadas, ya que un ruido sordo indica que el
suelo no está alterado, y las zanjas u hoyos ocultos producen un sonido más resonante.
Esta técnica ha quedado obsoleta debido a los avances tecnológicos.
La técnica de ondas verticales consiste en un aparato que genera y amplifica las
llamadas ondas Rayleigh golpeando el suelo suave y repetidamente. La velocidad de las
ondas se puede calcular mediante dos puntos de captación separados por una distancia
fija. Las ondas se propagan con mayor rapidez en los materiales duros y más lentamente
en la arcilla o materias blandas, se pueden detectar estructuras tales como superficies de
suelo sepultadas. Las secciones generadas por el aparato pueden ser posteriormente
transformadas en un mapa de curvas de nivel de las estructuras enterradas.

• Resistividad eléctrica.
Es un método muy común. La técnica está basada en el principio de "cuanta más humedad
tenga el suelo ofrecerá menor resistencia a la corriente eléctrica". Es muy efectiva
en zanjas, canteras de grava y en las construcciones de barro. Es muy lenta ya que hay
que colocar los cuatro electrodos para cada lectura, es asimismo un complemento efectivo
de otros métodos de sondeo a distancia y puede reemplazar a métodos magnéticos ya que
puede ser utilizado en áreas urbanas, cerca de líneas eléctricas y de metales.

• Detector de metales
Los detectores de metales son aparatos electromagnéticos útiles para localizar restos bajo
el suelo. Se hace pasar una corriente eléctrica a través de una bobina transmisora que
genera un campo magnético alterno. Los objetos enterrados distorsionan el campo y son
detectados mediante una señal eléctrica captada por una bobina receptora. Con ellos se
obtienen resultados generales rápidamente y son de gran ayuda en la localización de
objetos de metal modernos. Son utilizados también por aficionados que pueden descubrir
yacimientos (son los llamados "cazadores de tesoros").

• Prospección térmica.
Se basa en el cambio de temperatura que se produce sobre las estructuras sepultadas
cuyas cualidades térmicas sean distintas de las de su ambiente.

• Análisis geoquímico
El análisis geoquímico consiste en la toma de muestras del yacimiento y de sus
alrededores a intervalos regulares de un metro y la medición del contenido de fosfato ya
que estos son los más fáciles de identificar y los que dan mejores resultados. Son estudios
lentos, pero dan a conocer estructuras que otras técnicas no hacen.
Métodos de datación: Recursos cronológicos

Una vez que extraemos el resto necesitamos saber a qué época pertenece.

Absoluta

Proveen fechas en años. Dan una fecha exacta.

• Radio Carbono 14.


Es el más importante. Fue descubierto por Willard Frank Libby en 1953.
Se pueden obtener fechas de una variedad de muestras orgánicas (madera, carbón, hueso
humano y animal, restos de plantas y granos). Las pruebas consisten en medir la cantidad
de isótopo 14 del carbono, que permanece en los restos de carácter orgánico. Todos los
seres vivos absorben carbono del aire hasta que mueren. Cuando mueren, el carbono de
los huesos va desprendiéndose a un ritmo constante (así, a mayor cantidad de carbono en
un hueso, más nuevo será).

• Dendrocronología

Proporciona fechas exactas a las distintas culturas desde 400 hasta 1800 años. Se basa
en contar los anillos que aparecen cada año en el tronco de los árboles como
consecuencia del crecimiento natural. Se puede observar el clima y sus variaciones de un
año al otro: los años secos y fríos producen anillos estrechos, mientras que los años
cálidos y húmedos producen anillos anchos.

Relativa

Permiten ordenar en una secuencia temporal (del más antiguo al más joven) distintos contextos,
restos orgánicos o materiales. Dan una fecha aproximada.

• Potasio-Argón

Esta técnica se aplica a las rocas volcánicas que cubren o están por debajo de los restos
materiales. El isótopo Potasio 40 se desintegra radioactivamente a velocidad constante en
gas Argón 40. Dependiendo de la cantidad de este isótopo atrapado en la roca se puede
estimar el tiempo que transcurrió desde la erupción. Data fechas de hasta 2 millones de
años.

La "Garganta de Olduvai" en Tanzania, África, es uno de los yacimientos arqueológicos


más importantes para el estudio de la evolución de los homínidos. Esta zona ha
proporcionado restos fósiles de Australopithecus, Homo Habilis y Homo Erectus, junto a
una gran cantidad de artefactos líticos y otros restos óseos.

• Termoluminiscencia

Se aplica sobre piedras utilizadas en antiguos fogones. En el laboratorio se le aplica calor a


la piedra y lanza destellos lumínicos que se pueden medir mediante una escala. Puede
medir espacios de tiempo que abarcan entre 15 mil a 200 mil años.

Sobre materiales que han sufrido calentamiento, como la cerámica, se puede aplicar la
datación por termoluminiscencia.
• Palinología

Se aplica sobre el polen de ciertas plantas, que mantienen inalterables sus características
a pesar del paso del tiempo (por ej. abeto, roble, sauce). La primera operación consiste en
tratar el polen con hidróxido de sodio que elimina la mayoría de materia orgánica, y deja el
polen. Luego se analiza en el laboratorio y los datos obtenidos se representan en un
diagrama. Permiten determinar épocas y situaciones climáticas de esas épocas.

• Varves o calendario glacial

Gerard de Geer observó el efecto del hilo sobre la tierra, y creó un recurso cronológico
sobre las glaciaciones, que se produjeron en la etapa del Pleistoceno: es el avance del
hielo sobre la tierra. Existen diferentes teorías para explicar la glaciación: Milankovich
sostuvo que se produjo un movimiento en los polos de la tierra y produjo un cambio
climático; otros dicen que el sol perdió fuerza. Ibarra Grasso afirma que hubo un período
de mucha humedad y lluvias, y al descender la temperatura el exceso de agua se convirtió
en hielo y avanzó sobre los continentes. El glaciar erosiona y la arcilla cae en un lago, si se
cuenta cada capa de arcilla se determinarán cada una de las etapas glaciares.
• Obsidiana

La obsidiana es una piedra cristalina de origen volcánico, porosa, que puede recubrirse de
una capa de vapor de agua. El grosor de esta capa indicará cuantos años transcurrieron
desde su fabricación. Una limitación de este método es que depende de factores
inestables como la temperatura medioambiental, la exposición a la luz solar y la humedad.

• Flúor

Se aplica en huesos y dientes que absorben el flúor que se encuentra en la tierra. Sirve
para determinar si un grupo de huesos es de igual época o hay una mezcla de épocas
diferentes.

• Ucranio-plomo
Se aplica sobre rocas. Consiste en una fórmula matemática que determina fechas muy
extensas, incluso anteriores al origen del hombre.

• Isótopos de hidrógeno
Se analizan aguas viejas o estancadas. Libby encontró tritium en ellas, un isótopo de
hidrógeno que es poco común en la tierra y sirve para determinar fechas bastante exactas
y muy amplias.

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