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FACILITADOR
El rompope es una bebida alcohólica que también se conoce como ponche de huevo. Su aspecto es
amarillo y la consistencia de la bebida es bastante espesa.
La palabra rompope deriva de la palabra rompón. Rompón era como se describía a la versión
española del ponche de huevo y no hay un sinónimo o una traducción directa. Lo más parecido sería
ponche de huevo.
El rompope es una de las muchas versiones de las variadas combinaciones de yema de huevo, leche,
azúcar y bebidas alcohólicas que se utilizan tradicionalmente para muchas celebraciones en América,
principalmente en México. Otras versiones conocidas de estas variadas combinaciones incluyen
el advocaat holandés, el ponche de huevo inglés (un descendiente de la mezcla de leche
y jerez llamada «posset») y el ponche de huevo estadounidense (elaborado con ron o bourbon), los
cuales también son similares al rompope. Hay diferentes parientes cercanos del rompope en varios
países (donde las bebidas alcohólicas locales se incorporan a la mezcla), pero en México, el rompope
se convirtió en una bebida muy conocida y popular. El rompope mexicano sigue siendo la corriente
principal entre los lugareños, y hay varias marcas comerciales populares de esta bebida ampliamente
disponibles en los mercados internacionales.
El rompope mexicano es típico de las recetas que salieron de los conventos durante la época
colonial. Los conventos eran los lugares que regularmente recibían a autoridades eclesiásticas y
personalidades del gobierno. Las monjas clarisas capuchinas alojaban a figuras importantes de la
sociedad y solían prepararles platillos y bebidas, entre ellas el rompope. Utilizaban canela, huevos y
azúcar para preparar la bebida, pero ellas nunca la probaban.
Según una leyenda, una mestiza de nombre Eduviges, que ya había hecho sus votos, aprendió muy
bien la receta y después, en el convento de los franciscanos en la ciudad de Puebla de los Ángeles,
ella se volvió la encargada del rompope, y como lo probaba de vez en cuando para darle la sazón
especial, les platicaba a las otras monjas del sabor suave y rico del rompope. Más adelante se las
arregló para que el rompope se hiciera también para consumo de las hermanas.
El rompope solamente se fabricaba en los conventos. Como ya se había dado el primer paso y su
sabor fue aceptado por las familias de las monjas, decidieron comercializarlo. De ahí, las
monjas clarisas encontraron un buen sustento para la congregación.
Objetivos
Debido a que el rompope es una bebida alcohólica, el envase debe presentar la leyenda:
"El abuso en el consumo de este producto es nocivo para la salud", escrito con letra legible,
en colores contrastantes y sin hacer referencia a alguna disposición legal. De acuerdo con
lo establecido en la Ley General de Salud, se consideran bebidas alcohólicas aquellas que
contengan alcohol etílico en una proporción de 2% y hasta 55% en volumen. Cualquiera
que contenga una proporción mayor, no puede comercializarse como bebida.