Está en la página 1de 11

1

“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la


conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”

UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

Análisis de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y su


reglamento

ASIGNATURA:

Derecho Procesal Constitucional I

DOCENTE:

Dr. Justino Lucana Orue

ESTUDIANTE:

Mauricio Leandro Medina Soto


2

Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LEY Nº 28301)

Antecedentes

Como es de sobra conocido, los tribunales constitucionales son una creación europea,
debido al espíritu innovador de Hans Kelsen, que se concretó en el período de entreguerras
en Austria (1919) Checoslovaquia (1920) y España (1931).

Con posterioridad a 1945, la idea se extendió por el resto de Europa, con la reinstalación
del Tribunal Constitucional austriaco (1945) y la formación de tribunales en Italia (1948)
Alemania (1949), a los que siguieron otros más. Se sabe que esta influencia ha trascendido el
medio europeo, y que existen tribunales constitucionales en países fuera de su órbita, y
últimamente, en países que volvieron a la democracia tras la caída de los regímenes
comunistas del Este (Hungría en 1989, Bulgaria en 1991, República Checa en 1992, Estonia
en 1992, etc.) Pero poco se conoce sobre los tribunales constitucionales en América Latina,
que son recientes y todavía no muy numerosos. Han tenido dificultad en ser aceptados por la
opinión pública de dichos países, lo que se ha logrado paulatinamente y tendrá cada vez
mayor predicamento. Veamos algunos aspectos que nos servirán para entender mejor esta
realidad.

El modelo europeo de control constitucional, conocido como “control concentrado” o


“control abstracto”, reposa en la armazón teórica de Hans Kelsen, arquitecto del Tribunal
Constitucional de Austria, concebido en 1919 y consagrado constitucionalmente en 1920, y
que tuvo influencia en el período de entreguerras, lo que se reflejó en los tribunales que
posteriormente se crearon en Checoslovaquia (1920) y España (1931), como ya se dijo. Por
tanto, la influencia europea se hace sentir recién a partir de la década del treinta del siglo
pasado, pero ello no impidió que algunos países latinoamericanos tuviesen desarrollos
originales que se acercaban al modelo europeo, aun cuando lo hicieron en forma
independiente y con anterioridad.
El Perú es quizá el primer modelo que se introduce en América Latina, siguiendo de cerca la
pauta europea.
3

La Ley Orgánica del Tribunal Constitucional del Perú es un documento legal que establece
la organización, competencias, funcionamiento y procedimientos del Tribunal Constitucional
(TC) del país.

En primer lugar, el Art 1 de dicho reglamento nos habla acerca de la definición del
Tribunal Constitucional, menciona lo siguiente: “El Tribunal Constitucional es el órgano
supremo de interpretación y control de la constitucionalidad. Es autónomo e independiente de
los demás órganos constitucionales. Se encuentra sometido sólo a la Constitución y a su Ley
Orgánica. El Tribunal Constitucional tiene como sede la ciudad de Arequipa. Puede, por
acuerdo mayoritario de sus miembros, tener sesiones descentralizadas en cualquier otro lugar
de la República”

Al respecto, el concepto de Tribunal Constitucional puede variar ligeramente dependiendo


del autor y del contexto legal específico de cada país. Sin embargo, en términos generales,
varios autores han proporcionado definiciones que ayudan a comprender la función y el
propósito de un Tribunal Constitucional. Aquí algunas definiciones de destacados autores en
el campo del derecho constitucional:

- Karl Loewenstein: Este autor alemán, considerado uno de los padres del derecho
constitucional moderno, define al Tribunal Constitucional como "una institución
especializada encargada de la revisión de la constitucionalidad de las leyes y actos
estatales, con el propósito de asegurar la supremacía de la Constitución".
- Hans Kelsen: Uno de los teóricos más influyentes en el campo del derecho
constitucional, Kelsen describe al Tribunal Constitucional como "un órgano
independiente encargado de interpretar y garantizar la aplicación de la Constitución,
así como de resolver conflictos de competencia entre los diferentes poderes del
Estado".
- Mauro Cappelletti: Este jurista italiano define al Tribunal Constitucional como "un
órgano encargado de controlar la constitucionalidad de las leyes y actos estatales, así
como de proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos frente a posibles
abusos de poder por parte de los poderes públicos".
- Robert Alexy: Este autor contemporáneo, conocido por sus contribuciones a la teoría
de los derechos fundamentales, define al Tribunal Constitucional como "un órgano
judicial encargado de garantizar la supremacía de la Constitución y de proteger los
4

derechos fundamentales frente a cualquier forma de violación o amenaza por parte del
Estado".

Como segundo punto habla acerca de la competencia, como competencia se entiende el


significado que le da Chiovenda: Este autor italiano define la competencia jurisdiccional
como "la potestad o facultad atribuida por la ley a un juez o tribunal para conocer y resolver
sobre un asunto determinado".
La competencia Constitucional, a través de la cual se ejerce el control de constitucionalidad
en defensa de la constitución, se fundamenta en la necesidad de salvaguardar el sistema
constitucional que se configura sobre la base del sistema de valores supremos y los derechos
fundamentales.

El artículo 2 menciona “El Tribunal Constitucional es competente para conocer de los


procesos que contempla el artículo 202 de la Constitución. EI Tribunal puede dictar
reglamentos para su propio funcionamiento, así como sobre el régimen de trabajo de su
personal y servidores dentro del ámbito de la presente Ley. Dichos reglamentos, una vez
aprobados por el pleno del Tribunal y autorizados por su Presidente, se publican en el Diario
Oficial El Peruano.”

Es menester por lo tanto señala el artículo 202 de la Constitución Política del Perú, la cual
menciona “Atribuciones del Tribunal Constitucional Corresponde al Tribunal Constitucional:
1. Conocer, en instancia única, la acción de inconstitucionalidad. 2. Conocer, en última y
definitiva instancia, las resoluciones denegatorias de hábeas corpus, amparo, hábeas data, y
acción de cumplimiento.”

- Acción de inconstitucionalidad: Que procede contra las normas que tienen rango de
ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos del
Congreso, normas regionales de carácter general y ordenanzas municipales que
contravengan la Constitución en la forma o en el fondo.
- Habeas Corpus: Es un proceso constitucional autónomo que tiene por finalidad la
protección de la libertad individual y de los derechos constitucionales conexos, de
modo tal que frente a la amenaza o privación de la libertad de una persona, este
proceso faculta al juez constitucional a tutelar de forma urgente la libertad y los
derechos conexos del afectado (C.Landa Arroyo. 2018)
5

- Acción de amparo: procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier


autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás derechos
reconocidos por la Constitución.
- Habeas data: El proceso de hábeas data es aquel proceso constitucional que tiene por
finalidad tutelar dos derechos específicos: a) el derecho de acceso a la información
pública y b) el derecho a la autodeterminación informativa.
- Accion de cumpliento: El proceso de cumplimiento es un proceso constitucional que
tiene por objeto inmediato que los jueces ordenen a las autoridades y funcionarios
públicos que cumplan con los mandatos que se derivan de una norma de rango legal o
reglamentario y de los actos administrativos de carácter general o particular, y se
pronuncien expresamente cuando las normas legales les ordenan emitir una resolución
administrativa o dictar un reglamento. Como objeto mediato, el proceso de
cumplimiento tiene por finalidad proteger el derecho fundamental a asegurar y exigir
la eficacia de las normas legales y actos administrativos, frente a los actos omisivos
de los funcionarios y autoridades públicas.

Como siguiente punto tenemos el artículo 3: “En ningún caso se puede promover
contienda de competencia o de atribuciones al Tribunal respecto de los asuntos que le son
propios de acuerdo con la Constitución y la presente Ley. El Tribunal resuelve de oficio su
falta de competencia o de atribuciones”.
Por contienda, el Congreso de la República del Perú entiende: La contienda de
competencia se interpone ante el Juez que el demandado considere competente, dentro de los
cinco días de emplazado y ofreciendo los medios probatorios pertinentes. El Juez rechazará
de plano la contienda propuesta extemporáneamente o cuando es manifiestamente
improcedente o temeraria.

El artículo 4 menciona: Iniciativa legislativa. El Tribunal Constitucional tiene iniciativa en


la formación de las leyes, en las materias que le son propias, conforme al artículo 107 de la
Constitución.

Artículo 107 de la Constitución Política del Perú: El Presidente de la República y los


congresistas tienen derecho de iniciativa en la formación de leyes. También tienen el
mismo derecho en las materias que les son propias los otros poderes del Estado, las
instituciones públicas autónomas, los municipios y los colegios profesionales.
6

Artículo 5.- Quórum. El quórum del Tribunal Constitucional es de cinco de sus miembros.
El Tribunal, en Sala Plena, resuelve y adopta acuerdos por mayoría simple de votos emitidos,
salvo para resolver la inadmisibilidad de la demanda de inconstitucionalidad o para dictar
sentencia que declare la inconstitucionalidad de una norma con rango de ley, casos en los que
se exigen cinco votos conformes.
De no alcanzarse la mayoría calificada de cinco votos en favor de la inconstitucionalidad
de la norma impugnada, el Tribunal dictará sentencia declarando infundada la demanda de
inconstitucionalidad.
En ningún caso el Tribunal Constitucional deja de resolver. Los magistrados son
irrecusables pero pueden abstenerse de conocer algún asunto cuando tengan interés directo o
indirecto o por causal de decoro. Los magistrados tampoco pueden dejar de votar, debiendo
hacerlo en favor o en contra en cada oportunidad. Los fundamentos de voto y los votos
singulares se emiten juntamente con la sentencia, de conformidad a la ley especial.
Para conocer, en última y definitiva instancia, las resoluciones denegatorias de los procesos
de amparo, hábeas corpus, hábeas data y de cumplimiento, iniciadas ante los jueces
respectivos, el Tribunal está constituido por dos Salas, con tres miembros cada una. Las
resoluciones requieren tres votos conformes.
En caso de no reunirse el número de votos requeridos cuando ocurra alguna de las causas de
vacancia que enumera el artículo 16 de esta Ley, cuando alguno de sus miembros esté
impedido o para dirimir la discordia se llama a los miembros de la otra Sala, en orden de
antigüedad, empezando del menos antiguo al más antiguo y, en último caso, al Presidente del
Tribunal.

Posteriormente nos hablan del artículo 6, el cual hace referencia a la elección de presidente
y vicepresidente, y en breves palabras menciona que mediante la votación secreta y en pleno
se eligen al presidente del TC. El cargo de Presidente del Tribunal dura dos años. Puede
reelegirse sólo por un año más. Por el mismo procedimiento señalado en este artículo se elige
al Vicepresidente, a quien corresponde sustituir al Presidente en caso de ausencia temporal u
otro impedimento. En caso de vacancia, el Vicepresidente concluye el período del Presidente;
para este último caso, en defecto del Vicepresidente, el Magistrado más antiguo en el cargo y,
en caso de igual antigüedad, el de mayor edad lo sustituye en caso de ausencia temporal u
otro impedimento.
7

Artículo 7.- Atribuciones. El Presidente representa al Tribunal. Lo convoca y preside;


adopta las medidas para su funcionamiento; comunica al Congreso las vacantes y ejerce las
demás atribuciones que le señalan esta Ley y su reglamento.

Artículo 8.- Conformación. El Tribunal está integrado por siete miembros, con el título de
Magistrados del Tribunal Constitucional. Son designados por el Congreso mediante
resolución legislativa, con el voto de los dos tercios del número legal de sus miembros. Para
tal efecto, el Pleno del Congreso designa una Comisión Especial integrada por siete o nueve
congresistas, respetando en lo posible la proporcionalidad y pluralidad de cada grupo
parlamentario en el Congreso, para encargarse de conocer del procedimiento de designación
en cualquiera de las dos modalidades siguientes:
1. La Comisión Especial selecciona a los candidatos que, a su juicio, merecen ser declarados
aptos para ser elegidos. Pública en el diario oficial El Peruano la convocatoria para la
presentación de propuestas. Asimismo, publica la relación de las personas propuestas a fin de
que se puedan formular tachas, las que deben estar acompañadas de prueba documental.
Presentada la propuesta de uno o más candidatos se convoca en término no inferior a siete
días al Pleno del Congreso para que se proceda a la elección.
2. La Comisión Especial selecciona a los candidatos que, a su juicio, merecen ser declarados
aptos para ser elegidos, efectuando la convocatoria por invitación. La adopción de cualquiera
de las dos modalidades se realiza por acuerdo de la Junta de Portavoces. Cualquiera que sea
la modalidad de selección adoptada, la Comisión Especial presenta la propuesta de uno o más
candidatos. Presentada la propuesta, el Pleno del Congreso es convocado en término no
inferior a siete días para que se proceda a la elección del magistrado o los magistrados, según
el caso, que obtengan la mayoría prevista por el último párrafo del artículo 201 de la
Constitución Política del Perú. Si no se obtiene la mayoría requerida, se procede a una
segunda votación. Si concluidos los cómputos, no se logra cubrir las plazas vacantes, la
Comisión procede, en un plazo máximo de diez días naturales, a formular sucesivas
propuestas, hasta que se realice la elección. Se aplican, además, las disposiciones pertinentes
del Reglamento del Congreso .

Cabe resaltar que el cargo de Magistrado del Tribunal Constitucional dura 5 años sin
reelección inmediata, según el artículo 9.
De igual modo, se requieren ciertos requisitos específicos para ser Magistrado del Tribunal,
los cuales son:
8

1. Ser peruano de nacimiento.


2. Ser ciudadano en ejercicio.
3. Ser mayor de cuarenta y cinco años.
4. Haber sido Magistrado de la Corte Suprema o Fiscal Supremo, o Magistrado Superior
o Fiscal Superior durante diez años, o haber ejercido la abogacía o la cátedra
universitaria en materia jurídica durante quince años.

Realizar hasta esta parte del trabajo una crítica, y parte de los cuestionamientos que
reciben los magistrados del Tribunal Constitucional por parte de la sociedad, ya que
consideran que éstos no actúan con independencia, autonomía, imparcialidad y objetividad en
el desempeño de sus funciones; debido a que sus miembros son elegidos directamente por el
Congreso, lo cual evidencia una clara injerencia política. El objetivo general que persigue la
investigación es establecer cuáles son los aspectos que se deben de mejorar en el sistema de
elección de magistrados del Tribunal Constitucional, para garantizar así su independencia,
autonomía, imparcialidad y objetividad. Es así que la hipótesis del trabajo de investigación es
que: Si se modifica la Constitución y la Ley N° 28301 – Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional, en el modo de elegir a los magistrados del Tribunal Constitucional, diferente
al realizado por el Poder Legislativo; entonces se garantizaría la independencia, autonomía,
imparcialidad y objetividad en el actuar del Tribunal Constitucional. Dicha hipótesis fue
confirmada a través de los resultados obtenidos del análisis de la normativa de la legislación
comparada de los países de Ecuador, Chile, Colombia, Guatemala e Italia, con lo cual se
demostró la viabilidad de modificar la Constitución y la Ley Nº 28301.

Por otro lado, hacer énfasis en el artículo 14.- Privilegios inherentes a la función. Los
Magistrados del Tribunal no están sujetos a mandato imperativo, ni reciben instrucciones de
ninguna autoridad. Gozan de inviolabilidad. No responden por los votos u opiniones emitidas
en el ejercicio de su cargo. También gozan de inmunidad. No pueden ser detenidos ni
procesados sin autorización del pleno del Tribunal, salvo flagrante delito.

Con respecto a este artículo considero que debería haber un organismo encargado de
supervisar la correcta conducta de los magistrados durante el desempeño de sus funciones.

Ante todo, me parece que si se tiene en cuenta la tarea que ha llevado a cabo en sus veinte
años de vida, hay que reconocer que su papel ha sido crucial en la consolidación de nuestro
9

Estado constitucional. Su aportación ha resultado decisiva en todos los ámbitos del


ordenamiento, por la sencilla razón de que no hay parcelas del mismo ajenas al texto
constitucional. Así, no ha habido materia, ya sea civil, mercantil, laboral, administrativa,
penal, electoral, parlamentaria, o cualquier otra, que no haya sido afectada, muy
positivamente, por la labor de constitucionalización del ordenamiento que el Tribunal ha
venido desempeñando. La tarea de remodelación de ese ordenamiento que, tras la entrada en
vigor de la Constitución, tenía que llevarse a cabo, no ha sido sólo obra del legislador, sino
también y muy principalmente del Tribunal Constitucional. Tarea no sólo de índole
normativa, sino también formativa, esto es, no sólo depuradora, sino activa, de dotación de
sentido constitucional a las normas infraconstitucionales y a la actividad de jueces y
tribunales. Una tarea, pues, en cierto sentido educadora, que sobrepasa el ámbito
ordinamental para proyectarse en el más amplio de la cultura jurídica española. Pero donde
más ha destacado la labor del Tribunal ha sido precisamente en el sector normativo y cultural
más estrechamente ligado a la Constitución, es decir, en el ordenamiento constitucional y, por
ello, en la estructura básica de nuestro Estado. Sin olvidar que también el Tribunal ha
contribuido a perfilar la división funcional del poder, su contribución ha sido especialmente
intensa en los dos ámbitos nucleares de nuestra forma de Estado: la autonomía territorial y los
derechos fundamentales. La Constitución había previsto el Estado autonómico, los Estatutos
de Autonomía lo establecieron, pero el Tribunal lo construyó. Ha sido éste el que con su
doctrina ha hecho posible la puesta en marcha y el posterior desenvolvimiento de la
distribución territorial del poder. El Tribunal no ha sido únicamente el arbitro de esa
distribución, sino también el realizador, en buena parte, de la misma, no enteramente
organizada por la Constitución y los Estatutos. Sin la intervención del Tribunal no hubiera
sido posible, sencillamente, el actual Estado autonómico.

Y por lo que se refiere a los derechos fundamentales, su labor no ha sido de menor


importancia. La concreción de los derechos y su tutela efectiva se han logrado en España,
principalmente, por obra del Tribunal Constitucional. Y eso lo ha hecho mediante el ejercicio
del control de las leyes, desde luego, pero sobre todo a través del recurso de amparo,
institución que se ha mostrado, en España, imprescindible. Es cierto que la acumulación de
estos recursos ocasiona una sobrecarga de trabajo para el Tribunal, que, además de provocar
dilaciones excesivas en la tutela de los derechos, ha redundado en perjuicio de la prontitud
con que debieran resolverse los demás asuntos de la jurisdicción constitucional. Y es
conveniente que esta situación no deba sostenerse durante mucho más tiempo. En ese sentido,
10

además de la potenciación del amparo judicial, se hace necesaria una modificación decisiva
del procedimiento interno de trabajo y del mismo régimen jurídico del amparo constitucional,
facilitando la adopción de decisiones sobre el mismo a través de una amplia utilización de los
precedentes constitucionales y atribuyendo, incluso, a las Secciones la facultad de dictar
sentencias de amparo en casos de unanimidad. También parece inevitable conferir al Tribunal
un mayor margen de discrecionalidad en la admisión de los amparos (de manera próxima al
«certiorari» norteamericano). Todo ello no para debilitar, sino para fortalecer la función,
crucial, como antes dije, que el Tribunal desempeña en los amparos, que hoy, salvo casos
excepcionales, no es ya tanto la de tutela (bien asumida, en líneas generales, por la
jurisdicción ordinaria), sino la de suprema interpretación de esa parte sustancial de la
Constitución que son los derechos fundamentales. Creo que, en el Estado democrático y
social de Derecho, el amparo constitucional resulta imprescindible, y por ello hay que
protegerlo. Pero también creo imprescindible un adecuado, y rápido, control de la ley. Una
cosa no puede ir en perjuicio de la otra.
11

Referencias Bibliográficas

-(2017, November 9). YouTube: Home. Retrieved March 9, 2024, from

https://www2.congreso.gob.pe/sicr/RelatAgenda/proapro.nsf/ProyectosAprobadosPort

al/7893C08631AD1FDF0525700E007380E7

-El Hábeas Data, protección al derecho a la información y a la autodeterminación

informativa. (n.d.). SciELO Perú. Retrieved March 9, 2024, from

http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2071-50722016000200002

-Musayón, C. (n.d.). Análisis crítico sobre la elección de los magistrados del Tribunal

Constitucional en el Perú regulada en la Ley N°28301 y en la Constitución Política.

Repositorio Institucional UNPRG. Retrieved March 9, 2024, from

https://repositorio.unprg.edu.pe/handle/20.500.12893/7528

-Vilca, R. (2021, April 9). Hábeas corpus: características, derechos protegidos, tipos y

procedimiento. LP. Retrieved March 9, 2024, from

https://lpderecho.pe/habeas-corpus-caracteristicas-derechos-protegidos-tipos-procedi

miento/

-Garcia Belaunde, D. (2003, Mayo). Los tribunales constitucionales en América Latina.

https://www.corteidh.or.cr/tablas/12843a.pdf

También podría gustarte