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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

“Año de la universalización de la salud”

ALUMNA:
LÁZARO LACHIRA ANA MARÍA

DOCENTE:
DR. GRIMALDO SATURNIDO CHONG VASQUEZ

CURSO:
DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL

TEMA:
LA JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL EN EL PERÚ
CICLO:
V

PIURA 2020

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LA JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL EN EL PERÚ CON LA
NUEVA CARTA DE 1993

Ana María Lázaro Lachira

RESUMEN

La jurisdicción constitucional alude al órgano de un País encargado de administrar justicia


vinculante, en materia constitucional. Es aquella que tiene como presupuestos la
supremacía jerárquica de la Constitución sobre cualquier otra norma del sistema jurídico y
la necesidad de someter el ejercicio de la fuerza estatal a la racionalidad del derecho, se
ocupa de garantizar el pleno respeto de los principios, valores y normas establecidas en el
texto fundamental que en nuestro caso es la constitución de 1993.

Dentro de la jurisdicción constitucional es donde se ejerce la actividad del control


constitucional. Por lo cual permite la utilización del conjunto de procesos que permiten
asegurar la plena vigencia y respeto del orden constitucional, al cual se encuentra sometido
toda la normatividad que emane de los poderes constituidos y la conducta funcional de sus
apoderados políticos.

ABSTRAC

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The constitutional jurisdiction refers to the body of a Country in charge of administering
binding justice, in constitutional matters. It is one that has as presuppositions the
hierarchical supremacy of the Constitution over any other rule of the legal system and the
need to submit the exercise of state force to the rationality of the law, it deals with
guaranteeing full respect for the principles, values and norms established in the
fundamental text which in our case is the 1993 constitution.

Within the constitutional jurisdiction is where the activity of constitutional control is


exercised. Therefore, it allows the use of the set of processes that ensure the full validity
and respect of the constitutional order, to which all the regulations emanating from the
constituted powers and the functional conduct of their political proxies are subject.

PALABRAS CLAVES

Constitución - Tribunal Constitucional - Carta de 1993 - Procesos constitucionales – Carta


de 1979

INTRODUCCIÓN

El presente artículo tiene como finalidad dar a conocer cómo funciona la jurisdicción
constitucional de nuestro país, para ello tendremos en cuenta sus antecedentes referidos a la
evolución de nuestra constitución hasta llegar a la que actualmente se encuentra en
vigencia, además es preciso mencionar los procesos constitucionales los cuales permiten
defender nuestros derechos fundamentales.

1.- Nuestro modelo de jurisdicción constitucional

1.1 Antecedentes

Hacia 1823 cuando se aprobó la primera carta constitucional peruana todavía no se


encontraba concluida la guerra de independencia y su carácter transitorio queda
expresado en el texto mismo de la carta ya que el artículo 191 establecía que “Esta

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Constitución queda sujeta a la ratificación o reforma de un Congreso General
compuesto de los Diputados de todas las provincias actualmente libres, y de todas las
que fueren desocupadas por el enemigo, concluida que sea la guerra.

La Constitución vitalicia de 1826, que paradójicamente fue la de más corta vigencia de


nuestra historia republicana, inspirada en la Constitución napoleónica del Año VIII,
contaba con un Senado entre cuyas funciones se encontraba la de protección de la
Constitución y garantía de su observancia frente a las infracciones en que pudieran
incurrir los “magistrados, jueces o eclesiásticos”. Las constituciones posteriores de
1828, 1834 y 1839 establecieron que el Congreso velaba por la observancia de la
Constitución y hacía efectiva la responsabilidad de los infractores, lo cual supone la
introducción de una suerte de control político de la Constitución17 sin que hayan
existido pronunciamientos al respecto hasta donde conocemos

Con la Constitución de 1856, liberal por excelencia, se incorpora a nuestro


ordenamiento el principio de que “Es nula y sin efecto cualquier ley en cuanto se
oponga a la Constitución” (Artículo 10). Sin embargo esta cláusula no tuvo desarrollo
legislativo y su aplicación jurisprudencial fue muy escasa.

Posteriormente la Constitución de 1933 mantiene el control político previsto en Cartas


anteriores al disponer en el Artículo 26 que: “(…) pueden interponerse reclamaciones
ante el Congreso por infracciones a la Constitución”. Ese sistema de control político-
legislativo de la constitucionalidad se vio complementado con la incorporación de la
“acción popular” como el recurso judicial a interponer contra decretos y resoluciones
del Poder Ejecutivo que infringían la Constitución o la ley (artículo 133).

El control judicial se introduce de un modo explícito a nivel normativo en el Título


Preliminar del Código Civil de 1936 cuyo artículo 22 establecía que “(…) cuando hay
incompatibilidad entre una disposición constitucional y una legal, se prefiere la
primera”. Queda entonces positivamente establecida la facultad judicial para ejecutar
un control constitucional en el nivel de la inaplicabilidad pero sin embargo los
magistrados carecieron de la audacia para desafiar la “soberanía” del legislador y las
presiones de los gobiernos de facto.

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La Constitución de 1979 introduce en nuestro ordenamiento el primer mecanismo de
control concentrado y abstracto de constitucionalidad de las normas además de conocer
sobre las resoluciones denegatorias en procesos de Hábeas Corpus y Amparo.

El artículo 298 de dicha Carta establece que:

“El Tribunal de Garantía tiene jurisdicción en todo el territorio de la República. Es


competente para: 1.- Declarar, a petición de parte, la inconstitucionalidad parcial
o total de las leyes, decretos legislativos, normas regionales de carácter general y
ordenanzas municipales que contravienen la Constitución por la forma o por el
fondo21 y 2.- Conocer en casación las resoluciones denegatorias de la acción de
habeas corpus y la acción de amparo agotada la vía judicial”.

Adicionalmente el Artículo 236 prevé expresamente la facultad de los jueces de efectuar


por sí mismos y de un modo concreto y difuso el control de constitucionalidad de las
normas que deban aplicar ineludiblemente para resolver un proceso sometido a su
jurisdicción. Dicha norma estaba planteada en los siguientes términos:

“En caso de incompatibilidad entre una norma constitucional y una legal ordinaria, el
Juez prefiere la primera. Igualmente, prefiere la norma legal sobre toda otra norma
subalterna”.

A pesar de que el control de constitucionalidad quedó claramente establecido su actuación


fue muy limitada.

2.- La Constitución de 1993 (El modelo vigente)

Los objetivos que se perseguían con la nueva constitución estaban bien claros y consistían
en resumidas cuentas en garantizar la economía de mercado, reducir el tamaño del congreso
previamente disuelto e introducir la reelección presidencial inmediata (vedada por el
artículo 205 de la carta anterior).

La Constitución de 1993 carece de legitimidad de origen pero ello no determina de forma


directa e inmediata su invalidez o falta de vigencia. El Tribunal Constitucional, en el
expediente 00014-2002-AI se sostiene que pese a que la Constitución de 1993 no tuvo hasta
el año 2000 una vocación de vigencia real, luego de la destitución del Ingeniero Alberto

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Fujimori Fujimori como Presidente de la República, dicho texto empezó a regir
plenamente, tanto en el ámbito del respeto de los derechos y libertades fundamentales,
como en las relaciones entre los órganos de gobierno.

El texto del Título V sometido a debate, en su artículo 220 que es el equivalente al actual
artículo 201 establecía que: “La Sala Constitucional de la Corte Suprema es el órgano de
control de la Constitución. Ejerce el control constitucional o legal de cualquier resolución
de la administración pública que causa estado. Para iniciar el proceso respectivo se debe
agotar la vía administrativa. La ley determina las reglas de competencia”. Como podrá
apreciarse el control concentrado de las normas con rango de ley se mantenía pero
encomendado a un órgano del Poder Judicial.

El giro se produjo durante el debate en la Comisión de Constitución sobre cuyas


conclusiones el Congresista Carlos Ferrero, sostuvo que: “(…) la permanencia en la Corte
Suprema de una Sala que dentro del Poder Judicial estuviera dedicada a declarar la
inconstitucionalidad o no de las leyes, no es el camino más adecuado para que este Tribunal
tenga absoluta independencia… es preferible tener un tribunal independiente que no esté
dentro del organismo jurisdiccional del Poder Judicial; pero, además, la Comisión cree
necesario reconocer que la mayoría, en nuestras consultas a especialistas en derecho
constitucional, han opinado a favor de mantener el Tribunal de Garantías Constitucionales”.

Por iniciativa del oficialismo, recién a mediados de Agosto de 1993 se introdujo el control
concentrado en un organismo constitucional autónomo al que se definiría en definitiva
como Tribunal Constitucional eliminando la función casatoria y pasando a la de revisión
definitiva.

A pesar de que el texto constitucional fue aprobado mediante el referéndum del 31 de


Octubre de 1993 el Tribunal Constitucional, tuvo su ley orgánica en Enero de 1995 y no
comenzaría a funcionar sino hasta junio de 1996 fecha en la que se designó a los
magistrados.

A partir del año 2000 con la restitución de los Magistrados que habían sido inhabilitados
arbitrariamente y más tarde con la designación de cuatro nuevos Magistrados se retornará a
la normalidad institucional.

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Además de resolver casos el Tribunal Constitucional en su carácter de órgano de control
fija pautas interpretativas por medio de la técnica del precedente. Al respecto se ha dicho
que “(…) por un lado resuelve conflictos, es decir, es un Tribunal de casos concretos; y, por
otro, es un Tribunal de precedentes, es decir, establece, a través de su jurisprudencia, la
política jurisdiccional para la aplicación del derecho por parte de los jueces del Poder
Judicial y del propio Tribunal Constitucional en casos futuros.

2.2 El Tribunal Constitucional

La Constitución Política de 1993, consagra al Tribunal Constitucional como “el órgano


de control de la Constitución”, ello quiere decir que es el Tribunal Constitucional al
que se le encomendó la especial función de resguardar la supremacía de la
Constitución frente a otras normas estatales, interpretando las normas
infraconstitucionales bajo el parámetro de la Constitución. Tiene, también, la función
de velar por la protección de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos
frente a cualquier acción u omisión ya sea por parte de los órganos del Estado o de
cualquier persona que pretenda afectar sus derechos.

2.3 Los Derechos Fundamentales

Desde una perspectiva histórica, los derechos fundamentales surgieron como derechos
de defensa oponibles al Estado. Es decir, como atributos subjetivos que protegían un
ámbito de autonomía individual contra acciones u omisiones derivadas de cualquiera
de los poderes públicos.

De esta forma, los derechos y libertades fundamentales tenían al individuo por sujeto
activo, y únicamente al Estado como sujeto pasivo, en la medida en que ellos tenían
por objeto reconocer y proteger ámbitos de libertad o exigir prestaciones que los
órganos públicos debían otorgar o facilitar.

Hoy, los derechos fundamentales no son sólo derechos públicos subjetivos, sino que,
también hay que reconocer en ellos, el establecimiento de verdaderos valores
supremos, es decir, el componente estructural básico del orden constitucional y base de
nuestra sociedad. Por ello, se puede decir que los derechos fundamentales tienen un
doble carácter: uno subjetivo y otro objetivo.

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3.- Los procesos constitucionales 

Son mecanismos de defensa que tiene toda persona ante la vulneración de sus derechos
fundamentales o también pueden ser plantados para ejercer un control normativo de normas
infraconstitucionales.

Como Protección de los Derechos Fundamentales:


 Habeas Corpus (artículo 200º, inciso 1 Const.)
 Acción de Amparo (artículo 200º, inciso 2 Const.)
 Habeas Data (artículo 200º, inciso 3 Const.)
 Acción de Cumplimiento (artículo 200º, inciso 6 Const.)
Como Control Normativo:
 Acción de Inconstitucionalidad (artículo 200º, inciso 4 Const.)
 Acción Popular (artículo 200º, inciso 5 Const.)
Proceso Especial:
 Proceso Competencial (artículo 202º, inciso 3 Const.)
Los procesos de Habeas Corpus, amparo, Habeas Data y Cumplimiento son tramitados, en
primera y segunda instancia ante el Poder Judicial. Si el agraviado en su derecho no logra la
tutela de su derecho puede acudir mediante el recurso de agravio constitucional ante el
Tribunal constitucional, agotando con ello las instancias nacionales.

En el caso de los procesos de Inconstitucionalidad y competencial, ellos son conocidos, en


única instancia, por el Tribunal Constitucional de acuerdo al artículo 202º de la
Constitución.

Por último, el proceso de Acción Popular se tramita exclusivamente en el Poder Judicial


pronunciándose en última instancia la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de
la república.

4.- De los Fueros Internacionales

Cuando el sujeto que siente que ha sido vulnerado en su derecho ha agotado la vía interna,
puede acudir a los organismos internacionales para garantizar la tutela de sus derechos. Así
tenemos que una persona puede acudir ante la Comisión Interamericana de Derechos

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Humanos de la Organización de Estados Americanos y, posteriormente, ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José de Costa Rica. Así también
pueden acudir al Comité de Derechos Humanos de las Naciones unidas y aquellos otros que
se constituyan en el futuro y que sean aprobados y ratificados mediante tratados por el Perú.

Conclusiones:

 El Tribunal Constitucional es diseñado como el órgano de control de la carta y en


consecuencia es quien tiene la última palabra en relación con su interpretación.
 Si se vulnera algún derecho contenido en los tratados podrá denunciarse al Estado
Peruano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o el Comité de
Derechos Humanos de Naciones Unidas.
 La Constitución de 1993 mantiene el modelo de Jurisdicción Constitucional previsto
por la Carta de 1979 efectuando algunos ajustes y modificaciones.

BIBLIOGRAFIA:

Treinta años de jurisdicción constitucional en el Perú (TOMO II). (2014). tribunal


constitucional del Perú

La jurisdicción constitucional: el tribunal constitucional del Perú. Víctor García toma

La jurisdicción constitucional en el Perú (las reformas constitucionales pendientes).


Samuel B. Abad Yupanqui

“Estado legal y Estado constitucional de derecho”. En: Lecturas de temas


constitucionales. Lima: Comisión Andina de Juristas, 1988. García Pelayo, Manuel.

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