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Este pigmento fluourescente ayuda a los tardígrados a resistir

dosis letales de radiación


Los curiosos tardígrados pueden sobrevivir a temperaturas extremas, a la
deshidratación, la radiación e incluso al vacío del espacio. Ahora un nuevo
descubrimiento revela que gracias a un pigmento fluorescente, una cepa recién
descubierta de tardígrado también puede resistir a dosis letales de radiación UV.
Actualizado a 06 de marzo de 2024, 15:00

El descubrimiento se produjo por pura casualidad cuando investigadores del Instituto de


Ciencias de la India estaba realizando una serie de experimentos en los que estos
tardígrados, también conocidos como osos de agua, eran expuestos, una vez más, a
diversas condiciones extremas para ser estudiados.

Una de las pruebas realizadas por el equipo de Sandeep M. Eswarappa, autor principal
del estudio publicado recientemente en la revista Biology Letters de la Royal Society
bajo el título Naturally occurring fluorescence protects the eutardigrade
Paramacrobiotus sp. from ultraviolet radiation, fue someter a estas criaturas calificadas
en numerosas ocasiones de indestructibles, a la acción de una lámpara germicida de
rayos ultravioleta como las que se usan para esterilizar o eliminar patógenos de ciertas
superficies e incluso purificar el aire de ciertos espacios públicos.

Como era de esperar, una dosis aplicada de 1 kilojulio por metro cuadrado de luz
ultravioleta, acabó con las bacterias y lombrices intestinales de la muestra estudiada tras
tan solo 5 minutos de exposición. La misma dosis de radiación UV, esta vez aplicada
durante un periodo de 5 minutos, también fue letal para los tardígrados de la especie
Hypsibius exelaris, la mayoría de los cuales murió 24 después del experimento.
OTO: HARIKUMAR R. SUMA & SANDEEP M. ESWARAPPA / BIOLOGY LETTERS

Los investigadores sometieron a estos tardígrados a luz ultravioleta y descubrieron que se


tornaron de un intenso azul fluorescente.

Sin embargo, la sorpresa se produjo cuando Eswarappa y su equipo se toparon con una
especie de tardígrado de la cual, todos los ejemplares analizados habían conseguido
sobrevivir. Es más, cuando los investigadores aumentaron la dosis hasta cuatro veces,
comprobaron que aproximadamente el 60% de la muestra de esta nueva especie pardo
rojiza de osos de agua consiguieron mantenerse vivos durante más de 30 días. Fue así
que los investigadores descubrieron que se encontraban ante una nueva cepa del género
Paramacrobiotus, la cual había sido recolectada del musgo de las paredes de la
universidad de Bangalore.

Los pigmentos fluorescentes, probablemente ubicados debajo de la piel de los


tardígrados, transformaron la luz ultravioleta en una luz azul inofensiva:

Para averiguar cómo esta nueva cepa , denominada Paramacrobiotus BLR, había
conseguido sobrevivir a la radiación UV, los científicos la examinaron a la luz de un
microscopio de fluorescencia invertida. Para su sorpresa, bajo la luz ultravioleta estos
tardígrados pardo-rojizos se tornaron de un intenso azul fluorescente. Los pigmentos
fluorescentes, probablemente ubicados debajo de la piel de los tardígrados,
transformaron la luz ultravioleta en una luz azul inofensiva, informa el equipo.

UN ESCUDO DE LUZ

Para explorar más a fondo la función de los pigmentos hallados en Paramacrobiotus


BLR, los científicos extrajeron una muestra y los aplicaron en la otra especie estudiada,
Hypsibius exelaris. Y si bien los ejemplares estudiados murieron algunos días después,
los científicos demostraron que los pigmentos extraídos de Paramacrobiotus BLR
proporcionaron también al menos cierto grado de protección a H. Exelaris.

"No hubo diferencia en la supervivencia de estas dos especies tardígradas cuando no


fueron tratadas con radiación UV" declara Eswarappa. "Pero, sorprendentemente, el
extracto fluorescente de Paramacrobiotus sp., podría proteger al tardígrado Hypsibius
exelaris, más sensible a los rayos UV" continúa el autor, "que en un nuevo giro de los
acontecimientos también observó junto a su equipo que el pigmento no solo
salvaguardó a los tardígrados, quienes se han ganado el título de los organismos más
resistentes de nuestro planeta, sino que también hizo lo propio con un nematodo de la
especie Caenorhabditis elegans, a la cual protegió en cierto grado de la radiación UV
germicida.

“Hay otras especies que muestran tolerancia a los rayos UV, pero esta nueva especie es
la única que emplea fluorescencia como mecanismo para resistir a dosis letales de
radiación UV” declara el autor, quien también en un experimento adicional, mostró
como la cepa Paramicrobiotus BLR sobrevivió en un estado anhidrobiótico -vivo en
ausencia de agua- al eliminar el esta su medio. La posterior rehidratación lenta "revivió"
a tardígrados a un estado activo con una eficiencia del 90%, lo que demuestra que estos
tardígrados poseen también tolerancia a la desecación además de a los rayos UV.

Autor:

Héctor Rodríguez

EDITOR Y PERIODISTA ESPECIALIZADO EN CIENCIA Y NATURALEZA

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