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con el texto de este artículo que la Nathional Geografic publicó en enero, relacionado
con un tema que nos ocupa a todos.
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/la-proxima-pandemia-podria-venir-
del-artico-_18952
CIENCIA VIRUS
FOTO: ISTOCK
Francisco Jódar
ANÁLISIS GENÉTICO
Para saber más del posible peligro, los investigadores recogieron muestras de
los sedimentos del lago canadiense y del lecho de un río que lo alimenta. Al
secuenciar el ARN y el ADN de las muestras identificaron qué tipo de virus y
qué posibles huéspedes susceptibles de infección (ya fueran hongos,
animales y plantas) había en lugares determinados.
A continuación, compararon los árboles filogenéticos de los virus con los de sus
posibles huéspedes. Cuando esas genealogías eran muy parecidas, lo más
probable es que el virus hubiera evolucionado a la par de su ‘víctima’, sin
cambiar de huésped. Cuando había notables diferencias, es que el virus había
dado un salto a otra especie. Y si ya lo había hecho, lo podría repetir, lo que
lo haría más peligroso.
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VIRUS Y HUÉSPED
Los científicos de la Universidad de Ottawa descubrieron también que las
diferencias en las genealogías de virus y huéspedes eran mayores en los
sedimentos del lago que en el lecho del río, y tienen una teoría para
explicarlo: el vertiginoso deshielo de los glaciares incrementa el volumen
de sedimentos que circulan por las aguas, y con ello las opciones de que
entren en contacto virus y huéspedes que normalmente permanecerían
alejados.
Según escriben los investigadores en el resumen de su investigación,
“mostramos que el riesgo de derrame de patógenos aumenta con la escorrentía
del derretimiento de los glaciares, un indicador del cambio climático. Si el
cambio climático también desplaza hacia el norte la gama de especies
que sean posibles vectores virales y reservorios, el Alto Ártico podría
convertirse en terreno fértil para pandemias emergentes”.
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los científicos han hallado en ella microbios con más de 400.000 años de
antigüedad.
Un grupo de científicos volvió a hacer infeccioso un virus gigante que llevaba 30.000
años preservado en el permafrost siberiano
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En este contexto, la ‘vuelta a la vida’ de los microorganismos preservados en el
hielo es una amenaza más. Y no va a ser fácil de evitar: el Acuerdo de París de
2015 pretende que a finales de siglo la temperatura global del planeta no
supere en más de 2 °C la de los niveles preindustriales, o, en el mejor de los
casos, los 1,5 °C. Pero según el Informe sobre la brecha de emisiones 2021,
elaborado por la ONU, las políticas nacionales en marcha nos llevan a “un
aumento de la temperatura global de 2,7 °C para fines de siglo”. Para no pasar
de 1,5 °C, “necesitamos reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de
efecto invernadero en los próximos ocho años”.
Calentamiento global: los glaciares han perdido 9,6 billones de toneladas de hielo en 50
años