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Diagnóstico grupal

Seño: Almando Belén 1er y 2do Grado - Turno Tarde

FUNDAMENTACIÓN

¿Cómo se relaciona el cerebro de un niño con la música?


Ya lo decía Aristóteles 2,000 años atrás. “Los hábitos que adquirimos en la niñez no son banales, de
hecho, son fundamentales”. Los primeros recuerdos y vivencias de la infancia son esenciales para la
forja del carácter y repercuten en todo lo que vendrá después. En este sentido, la música afecta
nuestro comportamiento cerebral, el cual tiene más implicaciones en la plasticidad neuronal de
los niños. De acuerdo con Barry Goldstein, compositor e investigador, en su artículo menciona que
los efectos de la música repercuten nuestro cerebro en cuatro puntos:

1. Emociones: la música estimula emociones específicas a través de circuitos cerebrales.


2. Memoria: la música evoca experiencias pasadas y ayuda a mejorar la salud mental.
3. Aprendizaje: la habilidad del cerebro para establecer nuevas conexiones neuronales puede ser
impulsada por la música.
4. Atención: la música activa, desarrolla e impulsa la atención en nuestro cerebro.

Por esto la importancia del diagnóstico musical en los niños en su formación. Hay que reconocer a la
música como parte natural y espontánea de cada individuo, y un aspecto primordial de
la educación en cada escuela. El objetivo es hacer de ella un lenguaje que permita expresar y
transmitir un mensaje dentro del proceso comunicativo. Si existe la fortuna de que este proceso
musical se aliente dentro de la infancia, traerá consigo múltiples beneficios cognitivos para los
niños y un desarrollo integral muy importante en su educación.

Por eso, el diagnóstico en música es una herramienta en los procesos de enseñanza para que la
formación sea integral. Permite recoger información necesaria para reconocer y reafirmar en los
alumnos los conocimientos y capacidades musicales que han alcanzado y a partir de allí elaborar
propuestas pedagógicas nuevas para el presente año lectivo. Y a la vez atraer la atención y ayudar
al educador a evitar distracciones en otros estímulos negativos, además de que provoca respuestas
emocionales que permiten también darle aplicaciones terapéuticas. Para ello, es importante que en
las clases haya un ambiente de libertad que fomente la participación de los alumnos, incitándolos a
investigar y crear por sí mismos.

La música tiene un valor educativo y pedagógico innegable. Es un elemento atractivo que permite la
expresión corporal generando una sensación gozosa y disfrutable, además de ser muy divertida.
¡Pueden bailar, jugar e innovar tanto como su imaginación lo permita!

El inicio de la etapa escolar en los niños de 6 a 8 años

Los 6 años es la edad de comienzo de la enseñanza obligatoria y aunque la gran mayoría de los
niños están escolarizados desde los 3 años, éste es el momento de inicio de la Educación Primaria.
El paso a la Educación Primaria implica un gran cambio. Los padres y educadores empezamos a
exigir mucho más a los niños de 6, 7 y 8 años. Ahora todas las tardes tendrán que realizar tareas

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escolares, los temidos “deberes”, y además, los docentes estamos más pendientes de que cumplan
sus obligaciones.

Tanto padres como profesores empezamos a demandar de ellos más responsabilidad, control,
capacidad para planificarse, etc. La madurez cerebral que se produce entre los 6 y los 8 años va a
permitir que los niños respondan a estas nuevas demandas académicas y personales.

Sin embargo, los docentes no debemos olvidar que siguen siendo niños, el juego todavía es una
necesidad para completar su desarrollo. Los niños de 6, 7 y 8 años muchas veces no entienden esa
necesidad de centrarse en los deberes, de estar sentados todas las tardes realizando tareas para la
escuela. Para ellos, el juego es una manera de aprender.

Por ello, teniendo en cuenta estas características propias de su edad y la metodología utilizada
“Orff”, que consiste en el aprendizaje y enseñanza de la música mediante el uso de la voz, el cuerpo
y el baile, realizando una serie de actividades motivadoras que fomenten la participación y
experimentación del alumnado para trabajar diferentes aspectos de la música. Realizamos el periodo
de diagnóstico de una manera lúdica, saliendo del aula y experimentando otros espacios de la
escuela, como la galería, el patio y la sala de música. Teniendo en cuenta los objetivos propuestos
inicialmente:

 Propiciar un espacio que les posibilite la autopercepción en función a contenidos


desarrollados
 Propiciar la percepción espacial con acompañamiento corporal e instrumental.
 Proponer actividades que tiendan a un acercamiento atento y curioso al lenguaje musical que
promueva en los alumnos una actitud abierta y permeable a descubrir y explorar el mundo
sonoro que los rodea.

Esto provocó en ellos un interés por las actividades propuestas, las cuales fueron:

 Percepción libre y orientada a través de la audición

1ero: Para trabajar este tema nos trasladamos al patio donde a través de diferentes
canciones sobre el cuerpo, pudimos evaluar la autopercepción más básica que es su propio
cuerpo, el reconocimiento de sus partes y la percepción del otro y lo que le rodea, todo esto a
través de la conexión con la audición.
La actividad se desarrolló fluidamente ya que todos lograron reconocerse y reconocer al otro
de manera correcta. Hubo pequeñas confusiones entre el codo y el hombro o la derecha y la
izquierda, en general. Logramos concluir exitosamente la actividad aunque el hecho de salir
al patio presentó algunas distracciones.

2do: Con segundo grado trabajamos la misma actividad con una pequeña dificultad que fue
ocupar el espacio que nos rodea con la dirección de la profesora, nos sacamos las zapatillas,
nos dividimos en dos grupos para armar en el piso las letras del abecedario. Esto presentó un
desafío para ellos, pero lograron ponerse de acuerdo y construir las letras con las zapatillas,
todos colaboraron. La dificultad que se presentó fue al principio, para qué lado hacer la letra.

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 Percepción senso-motriz de las emociones y el mundo exterior:

1ro: En esta clase pudimos ver la conexión entre las sensaciones, las emociones y el mundo
exterior. Lo trabajamos a través del juego “El Gallito Ciego”, consistía en taparle los ojos a uno
de los niños, quien iba a experimentar el oír, buscar y seguir un objeto en particular a través
de la audición, dicho objeto fueron pequeños palos de lluvia o “sonajeros” del que se
encargaba otro de los pequeños en hacerlo sonar. El resto del grupo tenía la tarea de hacer el
ruido “distracción” para forzar al Gallito a concentrarse en encontrar entre todos los demás
ruidos, el sonido de los sonajeros. Al finalizar la actividad pudieron entender la importancia de
los 5 sentidos, ya que a través de ellos experimentamos emociones. Algunos experimentaron
miedo al no poder ver, otros, adrenalina, o alegría y o confusión. También lograron entender
su capacidad de poder concentrarse en lo que ellos buscaban en medio de miles de
distracciones auditivas que cada día nos rodea en el mundo exterior. Una pequeña dificultad
en primer grado fue el trabajo del grupo, ya que no debían tocar el gallito pero les parecía
divertido a ambos, por lo que presentó distracciones en la actividad.

2do: En los grupos de 2do grado trabajamos la misma actividad, pero con el énfasis en mi
trato con los demás. Cómo puede afectarle al otro mi manera de hablar, por ejemplo. También
el cuidado de mis emociones, cuidando lo que veo, lo que escucho, lo que digo, etc. Este
grupo comprendió mejor la tarea grupal de actuar de ruido distracción para el gallito.

 Percusión y movimiento corporal:

1ro: En esta ocasión trabajamos con varias canciones que nos permitían conocer y
experimentar los sonidos y movimientos que podemos realizar con nuestro cuerpo. Y lo que
podemos percibir en nuestro cuerpo a través de la música.
Por una parte, la música funciona como un tranquilizador actuando sobre el hipotálamo, que
activa los centros de recompensa y placer de nuestro cerebro. También la liberación de
serotonina ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona responsable del estrés y la
ansiedad.
Y por otra parte, la música es un potencializador cognitivo de nuestro cerebro. Cualquier
actividad musical puede ser estimulante en cualquier etapa de nuestra vida. Si la música
empieza desde la infancia, el trabajo cerebral del niño tendrá más plasticidad neuronal para la
asimilación de conocimientos nuevos.
Para que los pequeños logren vivenciarlo bailamos y cantamos varias canciones, como
“PAN”, donde a través de ciertos golpes hacíamos sonidos divertidos lo que provocaba
euforia, alegría y risas. Además de tener que memorizarla para que se logre el ritmo. Por otro
lado trabajamos una canción relajante como “El caracolito”, que nos ayudaba a relajarnos y
trabajar el silencio.
Los grupos de primer grado necesitaron practicar un poco más la memorización de los
sonidos y su orden. Pero lograron exitosamente captar el objetivo de cada canción.

2do: Con los grupos de segundo trabajamos las mismas canciones agregando la dificultad de
la coordinación en grupo. Pudieron darse cuenta que necesariamente debían coordinar y
ponerse de acuerdo para que se escuche el ritmo de la canción. Para ello, se iban turnando
en ser “el líder” que guiaba al resto del grupo. Al principio les daba vergüenza, pero luego la
mayoría se animó y logró guiar al grupo, presentando esto un desafío y esfuerzo en recordar
correctamente la canción, los golpes y su orden.
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 Cualidades del sonido (Altura, Duración, Intensidad, Timbre):

1ro: La música es de vital importancia para estimular las áreas del cerebro relacionadas con
el lenguaje, ya que impulsa el desarrollo neurológico activando diversas regiones cerebrales
para el “desarrollo cognitivo y psicomotor del lenguaje”.
Para esta actividad utilizamos la voz, practicando y reconociendo las vocales y los diferentes
sonidos. Trabajando cada vocal con diferentes duraciones (largo, corto), alturas (grave o
agudo), intensidades (fuerte, débil) y timbres (con las voces masculinas y femeninas).
Lograron reconocer correctamente las vocales y las diferencias entre las cualidades del
sonido.

2do: Con los grupos de segundo realizamos la misma actividad pero con las consonantes.
Los grupos culminaron la actividad exitosamente.

 Géneros y estilos:

1ro: De las primeras actividades musicales que se realizan dentro de una escuela es practicar
el movimiento corporal. Uno de los objetivos es el dominio y coordinación de nuestro
cuerpo con música, teniendo implicaciones a nivel cerebral y verbal.
Para ésta clase trabajamos un género en particular propio de nuestro país y nuestras
costumbres, el folklore. Para ello comenzamos preguntando si alguno había ido a folklore
fuera de la escuela, nos encontramos con algunos que sí, así que aprovechamos a que nos
muestren lo que sabían. Luego de la muestra los niños querían también aprenderlo, así que
se designaba al pequeño que sabía bailar, para enseñarles al grupo en este caso zapatear los
varones y zarandear las nenas. Luego en ronda comenzamos a practicar otros movimientos
propios de la chacarera, para finalizar bailando la coreografía completa en parejas. En estos
grupos hubo un poco de vergüenza al realizar el baile en pareja y descoordinación, pero de
todos modos todos lograron aprenderlo.

2do: Con los grupos de segundo grado fueron las mismas actividades añadiendo también “el
gato” ya que captaron el concepto mucho más rápido.

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