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Relaciones Internacionales

Las Bases del Sistema Internacional Contemporáneo


Por Francisco Lavolpe

A las características clásicas del sistema internacional, la anarquía y el Estado como


actor relevante, existe coincidencia en sumarle otros elementos que se constituyen
en la base del actual sistema internacional; la globalización, la coexistencia de
diferentes formas de poder y la Institucionalización. Todos estos elementos
conforman los “bases” del sistema internacional contemporáneo.

La mayoría de los trabajos de teoría política internacional sostienen la vigencia de


estos elementos como base sobre la que se erige el sistema internacional, aunque
según la visión desde donde se aborda, varía su definición conceptual.

Además, hay nuevos aportes que, aun reconociendo que Estado y anarquía
continúan siendo características constitutivas del sistema internacional, redefinen
su valor conceptual en un escenario donde globalización, instituciones y poder
polimorfo incorporan complejidad a la configuración del orden internacional
vigente.

El realismo existencial admite el rol de otros actores políticos no estatales, aunque


entiende que deben ser debidamente sopesados. (Lieber, 1993) La apertura
económica hacia otros actores, la interdependencia (como fuente de nuevos
conflictos, pero también de cooperación) y el creciente rol de las instituciones
internacionales, enriquecen el abordaje del sistema internacional. Asimismo,
Robert Lieber le otorga a la democratización la responsabilidad de mitigar la
“naturaleza anárquica del sistema internacional”.

Para Mervyn Frost la comunidad internacional incluye a los estados (y sus


gobiernos), las organizaciones internacionales, las organizaciones no
gubernamentales, las corporaciones multinacionales, y a los hombres y mujeres
que participan activamente en los asuntos internacionales como ciudadanos, aún
dentro de los estados soberanos. De una forma u otra todos son participantes en el
proceso internacional. Esta descripción reconoce y destaca los “cimientos”
fundamentales del actual sistema internacional.

El Estado Nacional sigue siendo el actor predominante en la política del sistema


internacional. En un contexto en que las trayectorias de cada país están
estrechamente entrelazadas, la parcialidad de las "Razón de Estado" debe ser
reconocida (Held, 2009).1

La teoría de la acción política tiene en su centro la idea de que los actores se


constituyen como un cierto tipo dentro de las prácticas sociales. Así, por ejemplo, el

1
actor que conocemos como ''un'' estado se constituye como tal dentro de la
sociedad de estados. Estos se constituyen en colectivos de los ciudadanos y se les da
un cierto tipo de reconocimiento por parte de otros Estados ya existentes. El
reconocimiento depende de que cumplan determinados criterios sociales. Un
enfoque que a esta “sociedad de estados soberanos” le suma la convivencia con una
“sociedad civil global” (Frost, 2009).

En segundo lugar, el orden mundial es predominantemente anárquico. “Los


teóricos realistas de las relaciones internacionales estaban convencidos de que la
política del poder y los dilemas de seguridad no desaparecen: según ellos, sigue
siendo un mundo anárquico. Un neorrealista sostiene incluso la visión de un
escenario de 'Regreso al Futuro' en Europa, con renovada rivalidad y competencia
entre las grandes potencias europeas” (Sorensen, 2006).2

La ausencia de jerarquías entre las unidades políticas está en el centro de las


descripciones del funcionamiento del sistema internacional, aún para los no
realistas. El mismo principio que privilegia la cooperación internacional como
mecanismo para el mantenimiento de la paz reconoce implícitamente la anarquía
del contexto; “....valoran y reconocen la soberanía y el estado de no intervención, se
oponen a la agresión y la guerra (que no sea en defensa propia), están
comprometidos con mecanismos de equilibrio de poder en el mantenimiento de la
paz y la seguridad...” (Frost, 2009).3

Sin embargo, la definición del sistema internacional moderno como anárquico


presenta un enorme desafío conceptual. Si por anárquico entendemos la ausencia
de jerarquías entre estados nacionales, debemos recurrir a un ejercicio de
abstracción enorme, ya que esa definición es meramente formal y remite a
principios que deben reconocer a los “otros” como iguales. En la realidad, esto
pocas veces se verifica. Aunque el estatus de las unidades políticas otorga a todos
por igual su condición de soberanas, las asimetrías entre los Estados en el ejercicio
del poder son más que evidentes.

El enfoque “existencial” interpreta que en esencia, los estados “existen” sumergidos


en un sistema internacional sin una autoridad central. Se reconoce el sistema como
anárquico. “Esto no sugiere que es caótico, aunque sí que subsiste en ausencia de
un gobierno central”(Lieber, 1993)4

Un primer conjunto de problemas surge como un resultado del desarrollo de la


globalización en sí, lo que genera problemas de orden público que extienden lo
doméstico y lo exterior, frente al orden interestatal con sus claras fronteras
políticas y líneas de responsabilidad (Held, 2009)

El Liberalismo Institucional destaca el papel de las instituciones internacionales en


promover la cooperación entre los Estados. Proporcionan los flujos de información
y un foro de negociación, además contribuyen a asegurar que los compromisos
sean respetados. Para aliviar la posible falta de confianza entre los Estados, las

2
instituciones ayudan a "crear un clima en el que se desarrollen las expectativas de
una paz estable"(Nye en Sorensen, 2006) 5.

Finalmente, la coexistencia de diferentes formas de poder es una caracterización


que explicaría mejor el entramado político del sistema internacional
contemporáneo. En parte, la simultaneidad de instrumentos y el rango de
influencia de los mismos (nacional, multilateral, global), así como su utilización
estratégica, otorgaría mayor estabilidad al sistema internacional.

1David Held; Restructuring Global Governance: Cosmopolitanism, Democracy and the Global
Order; Millennium - Journal of International Studies 2009; 37; 535

2 John Mearsheimer en Georg Sørensen; Liberalism of Restraint and Liberalism of Imposition:


Liberal Values and World Order in the New Millennium; International Relations 2006; 20; 251

3 Mervyn Frost, Ethical Competence in International Relations, New York: Routledge, 2009

4 Robert J. Lieber; Existencial Realism after the Cold War; Washington Quarterly, 1993.

5Joseph Nye en Georg Sørensen; Liberalism of Restraint and Liberalism of Imposition: Liberal
Values and World Order in the New Millennium; International Relations 2006; 20; 251

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