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Frente al pesimismo realista nos encontramos así con un enfoque que, sin ser
exitista, es potencialmente optimista. Keohane lo explica de la siguiente manera:
El otro postulado básico del liberalismo deriva del primero y es lo que se conoce
como Pluralismo, rótulo que engloba cuatro características: en primer lugar, se
acepta la existencia en el sistema internacional de una pluralidad de actores amén
del Estado, aunque por lo general continúa jerarquizando a este último en primer
lugar; segundo, se descarta que el Estado sea un actor unitario; en tercer término,
se niega también que el Estado sea un actor racional; finalmente y derivado de las
tres cualidades anteriores, se admite la existencia de una agenda internacional
extensa y heterogénea34. Esto no implica que liberalismo y pluralismo sean
sinónimos pues, aunque todo enfoque liberal es accesoriamente pluralista, los
33
KEOHANE, Robert: "Soberania estatal e instituções multilaterais...", op.cit.
34
BRITO GONÇALVES Joanisval et.al.; Introduçäo ás Relações Internacionais. Teoría e Historia. Instituto
Legislativo Brasileiro, Brasilia 2009, pp. 44-45
18
Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
Desde nuestro punto de vista, los enfoques pluralistas tienen su punto de partida
en 1971, cuando Robert Keohane y Joseph Nye caratularon como transnacional a
todo "movimiento de elementos tangibles o intangibles a través de las fronteras
estatales, en el cual al menos uno de los actores involucrados no pertenece a
gobierno u organismo internacional alguno" 35.
Apenas un año después, Oran Young postuló que lo que define a un actor
internacional como tal no es el ejercicio de soberanía ni el control de territorio,
atributos propios del Estado, sino la autonomía (en tanto no subordinación total a
otro actor) y la influencia (en tanto participación en relaciones de poder). A estas
dos características se agregaría una tercera, la representatividad, para conformar
el conjunto de cualidades que definen a un actor de la política internacional, desde
el punto de vista pluralista36 (CUADRO Nº 4).
CUADRO Nº 4
35
KEOHANE, Robert y Joseph Nye (eds): Transnational Relations and World Politics, Harvard University
Press, Cambridge (MA) 1971, p. 332
36
Las obras mencionadas son YOUNG, Oran: 'The Actors in World Politics', en James Rosenau & M. East
(eds): The Analysis of International Politics, 1972; y HOCKING, Brian y Michael Smith: World Politics,
Harvester Wheatsheaf. Hollis, New York 1990. Citadas en GEERAERTS, Gustaaf: "Analyzing Non-State
Actors in World Politics", Centrum voor Polemologie - Centre for Peace & Security Studies, Vrije
Universiteit Brussel, POLE Paper 1:4, October 1995
37
ROSENAU, James: Turbulence in World Politics, Harvester Wheatsheaf Russett, New York 1990, pp. 5-6
19
Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
38
Ibidem, pp. 247-249
39
GEERAERTS, op.cit.
20
Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
En este trabajo hemos seguido, tal vez aleatoriamente, los criterios clasificatorios
de Dunne42 según los cuales denominaremos a los primeros tres enfoques
40
Aunque existen autores para los cuales las empresas tranancacionales no son una forma de TNO, al no
constituir la institucionalización de una relación transnacional en la cual al menos uno de los actores es de
naturaleza no estatal.
41
WILLETTS, Peter: "Transnational actors and International Organizations in global politics", en BAYLIS,
John & Steve Smith, Steve (eds.): The Globalization of World Politics. Oxford University Press, Oxford
1997, pp. 287-310
42
DUNNE, Timothy: "Liberalism", en Baylis & Smith, op.cit., pp. 147-163
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Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
Internacionalismo Liberal
En 1795, a través del escrito Paz Perpetua, Kant puso en tela de juicio el
concepto emanado de la Paz de Westfalia según el cual la guerra era una forma
aceptable de resolución de disputas entre actores soberanos, proponiendo a
cambio la búsqueda de la paz universal mediante una federación de Estados
comprometidos con tal objetivo; un objetivo artificial, dado que el estado natural
del ser humano era la beligerancia. En esencia, la propuesta kantiana incluía la
restricción de los derechos estatales a hacer la guerra o interferir en asuntos
internos de otros países; la reducción de su poder militar, restándoles capacidad
ofensiva; la constitución de una Liga de Paz integrada por Estados con formas de
gobierno no despóticas, comprometidos con el abandono de la fuerza para la
resolución de disputas; por último, la institucionalización de una serie de derechos
universales que transformarían a cada persona en una suerte de ciudadano del
mundo.
43
HEATHER, Derek: “Cosmopolis, the Way to Peace?”, Peace Review 9:3, September 1997, pp.315-320
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Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
Michael Doyle44, quien ratificó que el ideario liberal era plenamente aplicable al
campo internacional, siendo condición sine qua non que los Estados que lo
practicaran fueran de naturaleza democrática; dicho de otro modo, que también
aplicaran esos valores hacia adentro de sus fronteras.
La razón subyacente a esta condición era, según este autor, que los Estados
liberales no sólo carecían de predisposición a la guerra, sino que en muchos
casos percibían a esa alternativa como ilegítima. Los datos disponibles le
indicaban que en más de dos siglos no se habían registrado conflictos armados
que enfrentaran a Estados liberales y que, cuando éstos se veían obligados a
tomar parte en una contienda, siempre se alineaban en el mismo bando, más allá
de las características particulares (geográficas, históricas, económicas) del caso.
44
DOYLE, Michael: "Kant, Liberal Legacies and Foreign Affairs", en Art & Jervis, op.cit, pp. 95-107
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Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
Russett observó que desde el final de la Primera Guerra Mundial los Estados
democráticos no dirimían entre sí sus conflictos mediante el uso de la fuerza,
aunque desde el realismo este hecho fue considerado una mera coincidencia,
explicable en función de otros factores: en el período de entreguerra, amén de ser
escasas (lo que inhibía tomarlas como parámetro de una regla general), las
democracias estaban alejadas entre sí, siendo que las cuestiones territoriales
eran el principal motivo de los conflictos interestatales; luego de la Segunda
Guerra Mundial el hecho de que las principales democracias fueran miembros de
la OTAN o aliadas a EE.UU. hizo que la democracia se viera como un factor
ideológico más de la Guerra Fría. Sin embargo, la tesis de la Paz Democrática
rechaza estas posiciones, alegando que la autorrestricción de los gobiernos
democráticos al empleo de la fuerza responde tanto a factores culturales,
generados en la misma práctica republicana, como estructurales, propios de las
características de los sistemas políticos.
Entre los factores culturales resaltaba que, en las relaciones con sus homólogos,
los gobernantes democráticos tienden a seguir las mismas normas de resolución
pacífica y negociada de los conflictos que practican hacia adentro de sus
fronteras, esperando idéntica conducta de la contraparte. Los factores
estructurales que inhibían el empleo de la fuerza contra otro Estado por parte de
mandatarios democráticos, en tanto, enfatizaban en la dificultad de adoptar
decisiones de ese tipo en contextos signados por la existencia de controles,
balances y división de poderes, y por la incidencia de la opinión pública.
Accesoriamente, estos contextos tornaban virtualmente imposible agresiones
militares sorpresivas y, al dilatar considerablemente los procesos decisorios
orientados al empleo de la fuerza, brindaban adecuados márgenes de tiempo
para lograr una solución negociada al conflicto45.
45
Los planteos que se describen someramente en este trabajo, se obtuvieron de RUSSETT, Bruce: “The Fact
of Democratic Peace”, en Michael Brown et.al. (eds.): Debating the Democratic Peace, The MIT Press,
Cambridge (MA) & London 1996, pp. 58-81; y RUSSETT, Bruce: “Why Democratic Peace?”, en Brown,
op.cit. pp. 82-115
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Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
causas por las que luchar. Satisfarían sus necesidades mediante la actividad
económica, pero ya no tendrían que arriesgar la vida en combates. En otras
palabras, volverían a ser animales, como lo eran antes del combate
sangriento con que comenzó la historia. Un perro se siente satisfecho con
dormir todo el día al sol con tal que lo alimenten, porque no está insatisfecho
con lo que es. No le preocupa que los otros perros lo pasen mejor que él, o
que su carrera como perro se haya estancado, o que en distantes lugares se
oprima a los perros. Si el hombre alcanza una sociedad en la cual se haya
conseguido abolir la injusticia, la vida llegara a parecerse a la del perro”46.
Fukuyama no sólo fue el más conocido exponente del optimismo que transmitía el
neointernacionalismo liberal. Fue al mismo tiempo un claro caso de “historicismo”
(o “determinismo histórico”), como lo fueron antes que él Arnold Toynbee y
Oswald Spengler, aunque éstos miraban el futuro de manera pesimista. El
historicismo consiste básicamente en creer que la Historia tiene un rumbo
inexorable, que puede ser interpretado. Según Grondona, funciona a partir de
profecías que inspiran un rumbo a los hombres y orientan sus acciones,
sirviéndoles de referencia. Su riesgo intrínseco es que puede ser utilizado como
justificación para fanáticos que cometen excesos en el convencimiento de que
“sirven al futuro” y que “la Historia les dará la razón” (vg. Hitler)47.
En los últimos años, la Paz Democrática ha servido como base para postulados
teóricos más ambiciosos. Uno de ellos sugiere que no es sólo la guerra el
elemento influenciado por la vigencia de instituciones políticas democráticas, sino
prácticamente todo el espectro de interacciones que se establecen entre un
Estado con esas características regimentales y el sistema político internacional.
En cualquier campo, más allá del ámbito de la seguridad, los vínculos entre dos
entidades democráticas reflejarán mayores niveles de cooperación (y a la inversa,
menores tasas de conflictividad) que los registrables en una díada donde al menos
una de las partes sea de naturaleza no democrática.
Más aún, quienes hacen extensiva a todos los ámbitos del sistema internacional la
citada vocación cooperativa de las democracias, sustentan además que ese
modelo de conducta se mantiene inclusive en aquellas interacciones que tienen
como contraparte a un Estado no democrático. Esto, porque las primeras tienen
patrones de conducta constantes, con independencia del carácter regimental del
ocasional interlocutor, por diferentes razones; una de ellas es que las instituciones
políticas de un Estado democrático generan gobernantes que, como resultado del
proceso de socialización al que han sido sometidos, aplican en todos los campos
de la política exterior (no solamente en el área de seguridad) los mecanismos de
negociación y búsqueda de consenso que ejercitan en el plano doméstico;
además, ese gobernante hará extensivo a los asuntos externos el supuesto según
46
FUKUYAMA, Francis: El fin de la Historia y el último hombre, Planeta, Buenos Aires 1992, p. 415
47
GRONDONA, Mariano: El mundo en clave, Planeta, Buenos Aires 1996, pp. 20-21, 179, 296
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Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
Idealismo
Más de cien años después del escrito Paz Perpetua, la culminación de la Primera
Guerra Mundial se transformó en la primera gran oportunidad para el liberalismo
kantiano, a través de Woodrow Wilson; de ahí el concepto de Wilsonianismo. Para
este presidente estadounidense, el carácter democrático de los regímenes
políticos constituía un punto nodal. El respeto a las libertades individuales, el
adecuado funcionamiento de instituciones políticas participativas, el incremento
de la cooperación entre las personas y la limitación de los poderes del Estado
serían factores que, extrapolados a una escala planetaria, contribuirían a
crecientes niveles de armonía y paz en el escenario internacional.
48
LEEDS, Brett & David Davis: "Beneath the Surface: Regime Type and International Interaction, 1953-
1978", Journal of Peace Research 36:1 (1999), pp. 5-21
49
THOMPSON, William: "Democracy and Peace: Putting the Cart before the Horses?", International
Organization 50:1 (1996), pp. 141-174.
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Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
Las últimas manifestaciones del idealismo pueden ser englobadas bajo el rótulo
de Neoidealismo (Buzan y Waever también las denominan Liberalismo Social o
Liberalismo Compensatorio); las mismas continúan enarbolando como banderas
la opción por las formas de gobierno democráticas y la constitución de
organizaciones multilaterales, como forma de moderar los niveles de conflictividad
internacional. Sin embargo, lo novedoso de su enfoque radicaría en otros dos
puntos: en el énfasis sobre los "costados negativos" del proceso de globalización
económica, con su pernicioso correlato en términos de conflictividad, y en su
demanda por una mayor democratización de las organizaciones multilaterales. No
basta con que Estados democráticos conformen organismos, sino que éstos
deben ser democráticos por sí mismos.
50
BUZAN, Barry & Ole Wæver: Liberalism and Security: The contradictions of liberal Leviathan, mimeo.,
Copenhagen Peace Research Institute (COPRI), April 1998
51
FRASCH, Carlos: La Paz en Crisis, Instituto de Publicaciones Navales, Buenos Aires 1994, p.115
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Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
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Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
54
ARIAS, Oscar: “The Moral Challenge of Globalization”, Ploughshares Monitor, June 1999 (Project
Ploughshares, Institute of Peace and Conflict Studies, Conrad Grebel College, Waterloo, Ontario, Canada)
55
GRUPO DE LISBOA: Los límites a la competitividad. Cómo se debe gestionar la Aldea Global,
UNQui/Sudamericana, Buenos Aires 1996, pp. 40-43
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Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
Los seis valores básicos de la ética civil global serían el respeto a la vida,
consistente en el abandono de la violencia como metodología; la libertad, en
relación al derecho a la elección de identidad, culto, medio de subsistencia, a la
libertad de expresión y al acceso a la información; la justicia y la equidad,
conceptos incompatibles con la existencia de disparidades económicas y sociales
extremas, desde el plano local al global, a la vez que condiciones básicas de una
sólida estabilidad internacional; el respeto mutuo, basado en la tolerancia hacia la
pluralidad de etnias, religiones y otros factores culturales; la solidaridad, que debe
plasmarse en políticas y mecanismos orientados al fomento de la cooperación con
quienes lo requieran; y la integridad, que debe traducirse en el ejercicio de una
conducta transparente y confiable, insospechada de corrupción, por parte de los
decisores de todos los actores del sistema internacional57.
Institucionalismo Liberal
56
COMISIÓN DE GESTIÓN DE LOS ASUNTOS PÚBLICOS MUNDIALES, Nuestra Comunidad Global,
Alianza Editorial, Madrid 1995, pp. 24-25
57
Ibidem, pp. 53-68
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Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
CUADRO Nº5
FUNCIONALISMO
PROCESOS DE
COMUNIDAD
INTEGRACIÓN
POLITICA
NEOINSTITUCIONALISM
REGIMENES
OOO
58
DOUGHERTY, James & Robert Pfaltzgraff, Robert: Contending Theories of International Relations. A
Comprehensive Survey, Harper Collins, New York 1990, p. 433
31
Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
Las ideas sobre integración de Mitrany han sido puestas en entredicho por Karl
Deutsch, a través de su concepto de Comunidad Política, que define como "un
conjunto de actores políticos cuya interdependencia es suficiente para que uno
pueda producir una diferencia en las conductas y decisiones relevantes de los
otros". En este sentido, un proceso de integración es un subtipo de comunidad
política, caracterizado por la voluntad de sus partes de perseguir objetivos
cooperativos59.
59
Nos basamos en DEUTSCH, Karl: The Analysis of International Relations, Foundations of Modern
Political Science Series, Prentice-Hall, Englewood Cliffs 1968, pp. 158-168 y 191-202
32
Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
Queda claro que la forma más evolucionada de comunidad política que concibe
Deutsch es la "comunidad amalgamada de seguridad", cuya fisonomía es similar
a lo que usualmente se denomina "zona de paz"; es decir, un área geográfica en
la cual sus miembros comparten valores (incluida la democracia, en el sentido
occidental del término) y no compiten entre sí en términos de realpolitik.
El principal teórico sobre regímenes, Stephen Krasner, los definió como un “grupo
de principios implícitos o explícitos, normas, reglas y procedimientos de toma de
60
Estamos efectuando aquí una modificación del criterio clasificatorio de Thomas Gehring, quien postula que
las principales derivaciones del Neofuncionalismo son tanto los regímenes como la Interdependencia
Compleja. Sin embargo, los regímenes no prestan atención a la idea neofuncionalista clave de la participación
de actores subestatales en los procesos de integración. Esto sí lo hace, en cambio, la Interdependencia
Compleja, quien tambien incorpora la noción de régimen.
Vid GEHRING, Thomas: "Integrating Integration Theory: Neo-functionalism and International Regimes",
Global Society 10:3, september 1996, pp. 225-254
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Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
Los regímenes son clasificables desde dos puntos de vista diferentes, ambos
relacionados con el grado de efectividad pretendido: el primero enfatiza en las
intenciones, declamadas y reales, que tienen los miembros del régimen; el
restante hace hincapié tanto en el tipo de relaciones que establecen entre sí los
Estados miembros, como en las que sostienen éstos con otros actores ajenos al
sistema. Enfocando la cuestión desde el prisma de las intenciones de sus
miembros, la efectividad del régimen giraría en torno a dos variables, la formalidad
e importancia de los acuerdos que le dieron origen, y el grado de convergencia de
expectativas que tienen sus miembros respecto a los resultados que se pueden
obtener (CUADRO Nº6). Vistos desde esta perspectiva, los regímenes oscilan
entre una virtual “letra muerta” y el logro de un nivel total de efectividad61.
61
Para los criterios de clasificación, ver LITTLE, Richard: “International Regimes”, en Baylis & Smith,
op.cit., pp. 231-247; HANDLER CHAYES, Antonia & Abram Chayes: “Regime Architecture: Elements and
Principles”, en Janne Nolan (ed.): Global Engangement. Cooperation and Security in the 21 st Century, The
Brookings Institution, Washington DC 1994, pp. 65-130
62
Entre los autores relevantes que en los años 70 teorizaban sobre Interdepencia con anterioridad a Keohane y
Nye merecen citarse James Rosenau y Klaus Knorr. Ver en este sentido ROSENAU, James: “Capabilities and
Control in an Interdependent World”, International Security 1:2, Fall 1976, pp. 32-49. También KNORR
Klaus: The Power of Nations, The Political Economy of International Relations. Basic Books, New York
1975
34
Un abordaje general a la Teoría de las Relaciones Internacionales
protagonistas, sino que seguramente impone costos para -al menos- alguno de
ellos, toda vez que restringe la autonomía de los Estados.
CUADRO Nº6
CONVERGENCIA DE EXPECTATIVAS
ALTA BAJA
REGIMEN “LETRA
ALTA REGIMEN PLENO
FORMALIDAD
MUERTA”
RÉGIMEN TÁCITO
BAJA NO HAY REGIMEN
63
KEOHANE, Robert & Joseph Nye: Power and Interdependence. World Politics in Transition. Little,
Brown & Co., Boston 1977, pp. 3 y ss.
64
Una simple acotación semántica: la traducción correcta es "menor rol" y no "rol menor". Mientras el
sentido de la primera frase (la correcta) es "menos importancia que antes", la segunda sugiere "poca
importancia". La Interdependencia Compleja otorga importancia al poder militar, pero a la vez jerarquiza
otras manifestaciones del poder.
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