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CONTÁ UN PROPÓSITO – Candela Bonti

Emparentados

Me levanté ese día sabiendo que iba a ser el primero de muchos, vaya a saber cuántos, de una
larga carrera para encontrar la felicidad. O por lo menos eso era lo que nos habían enseñado
toda la secundaria. Si una sociedad entera se basa en un sistema de emparejamiento, debía de
ser confiable, ¿no? Nunca me gustó la idea, pero esta es nuestra vida, así que no tenía sentido
luchar contra la corriente.

Me llamo Candela y vivo en Providencia, la comuna más rica de todo Chile.

Originalmente Agnis sería un sistema que regiría en todo el territorio chileno. Como las
condiciones en nuestra ciudad son las ideales, decidieron tomarnos como el punto de prueba,
pero el proyecto nunca prosperó. Aun así, los resultados fueron tan buenos, que el gobierno
decidió darle el control de la comuna a Agnis.

En nuestra ciudad, cuando cumplís la mayoría de edad entras automáticamente en la base de


datos del sistema, y comienza todo… Una cita tras otra, y otra, y otra hasta que el algoritmo
encuentre a tu alma gemela y hoy era mi primera cita.

Me preparé, de mala gana, pero bastante arreglada porque siempre hay que dar una buena
primera impresión y fui hasta el bar donde comienzan todas las citas.

Por algún motivo, mientras me iba acercando al bar, mis nervios fueron aumentando.

Cuando llegué, él ya estaba esperándome. En 10 segundos, hice un análisis de él: Alto, elegante
y estilizado. Se presentó como Dante y fuimos a sentarnos a la mesa que Agnis nos había
asignado. Mis nervios fueron disminuyendo paulatinamente, y cuando supe que también era su
primera cita, pude relajarme completamente.

Desde el bar, nos fuimos a la cabaña que te asignan para la cita. A cada minuto de charla, parecía
que nos conocíamos desde hace mucho tiempo, y aún así, decidimos que la cita llegaría hasta
ahí, nada más.

Por la mañana, Agnis mandó la notificación que ponía fin a la cita y cada uno se fue a su casa, sin
saber más que nuestros nombres y las anécdotas de nuestra vida. Me dejó pensando el resto del
día, hasta que volvió a sonar mi celular: Ya tenía una nueva cita ¿tan rápido?

Me preparé con un poco más de entusiasmo que la noche anterior, con un estilo elegante pero
actual.

Esta cita no estuvo tan bien como la anterior: él no era alto no elegante sino más bien flaco,
extremadamente flaco y pálido. Además, escupía al hablar, hacía comentarios un poco
despectivos del resto de las parejas y no saludó al retirarse del bar. Nos fuimos a la cabaña y yo
intenté dormir lo más lejos posible. Con el primer rayo de luz de la mañana, me puse mis zapatos
y me fui a mi casa con ganas de no volver a tener ese tipo de citas.

- ¿Por qué debo tener este tipo de citas, Agnis?

- Cada interacción nos da información de mucho valor para conectarte con tu pareja ideal.

Pasó un año de citas interminables y éstas empezaron a ser, por suerte, cada vez más espaciadas
en el tiempo y en mí comenzaron a aparecer sentimientos contradictorios: En cuanto escuchaba
la notificación de Agnis que anunciaba una nueva cita ya comenzaba el hastío, pero con una
ligera sensación de esperanza en el fondo porque quizás podrías volver a encontrarme con Dante
CONTÁ UN PROPÓSITO – Candela Bonti

o con alguien que me despertase la misma sensación, pero ningún encuentro llegaba a
compararse con el primero. ¿Habrá sido mi emoción por ser la primera vez o fue que realmente
encontré una conexión fuerte? ¿Por qué tengo que seguir exponiéndome a esto?

En el transcurso de ese año, yo continué con el resto de mis proyectos: Abrí una cafetería y me
mudé a mi propio departamento, 2 objetivos muy importantes para mí.

A la cafetería la que postulé para que funcione como un punto de encuentro alternativo para las
parejas de Agnis. Siempre me gustó ver esos primeros encuentros y sentir la energía de la gente
en ese momento tan particular. Por otro lado, los departamentos eran hermosos, pero uno tenía
vibras de departamento de soltera y otro de casa…de hogar. Con ese precepto en mente, no
quedaba nada más que pensar. La elección era sencilla.

Una noche en la cafetería, Agnis me mandó una notificación diferente: Habían encontrado a mi
par ideal y tenía la opción de seleccionar a una sola de mis parejas ideales par poder despedirme.
La elección volvía a ser sencilla: Dante.

Me preparé tan rápido como nunca y corrí a verlo porque solo teníamos 5 minutos. Ahí estaba,
vestido igual de elegante como siempre, pero con la mirada triste pue a él también le designarían
su pareja ideal mañana.

Un beso de despedida y ahí terminó todo.

Finalmente, mi pareja ideal no lo era tanto, porque no me quería como él.

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