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TALLER DE PSIQU

14-3-2024

VALERIA LUCIA BAYONA GONZALEZ, LAURA CUJIA

Universidad de santanter
DESARROLLO
1. ¿Qué aspectos caracterizan al TDAH?
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno
neurobiológico del desarrollo que generalmente se diagnostica en la infancia, aunque
puede persistir hasta la edad adulta. Aquí hay algunos aspectos característicos del
TDAH:

 Inatención: Los individuos con TDAH a menudo tienen dificultades para prestar
atención a los detalles, mantener la atención en tareas o actividades, parecen no
escuchar cuando se les habla directamente y pueden tener problemas para
seguir instrucciones o terminar tareas
 Hiperactividad: La hiperactividad se manifiesta como inquietud, impulsividad,
dificultad para permanecer quieto en situaciones donde se espera que se
mantenga la calma, así como hablar en exceso
 Impulsividad: Las personas con TDAH pueden tener dificultades para controlar
sus impulsos, lo que puede manifestarse en comportamientos impulsivos, como
interrumpir a los demás, tomar decisiones apresuradas o tener dificultades para
esperar su turno.
 Problemas de organización: Las personas con TDAH a menudo tienen
dificultades para organizarse, lo que puede afectar su capacidad para completar
tareas, mantener un horario o recordar compromisos.
 Dificultades académicas y laborales: El TDAH puede afectar el rendimiento
académico y laboral de una persona debido a las dificultades para prestar
atención, seguir instrucciones y completar tareas.
 Problemas sociales: Los individuos con TDAH pueden tener dificultades para
relacionarse con los demás debido a su comportamiento impulsivo, inquieto o
desorganizado.
 Comorbilidad: El TDAH a menudo coexiste con otros trastornos, como trastornos
del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastorno del espectro autista
(TEA) y trastornos del aprendizaje.
 Factores genéticos y ambientales: Se cree que tanto factores genéticos como
ambientales juegan un papel en el desarrollo del TDAH.
2. Principales aspectos de los factores genéticos y psicosociales en el TDAH
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno
neurobiológico complejo que puede estar influenciado por factores genéticos y
psicosociales. Aquí tienes los principales aspectos de cada uno:

Factores Genéticos:
1. Herencia: Existe evidencia de que el TDAH tiende a ser heredado. Los estudios
sugieren que hay una predisposición genética, aunque no hay un único gen
responsable.
2. Poligenicidad: Se cree que múltiples genes contribuyen al desarrollo del TDAH, cada
uno con un pequeño efecto.
3. Neurotransmisores: Los genes relacionados con la dopamina, la noradrenalina y el
sistema serotoninérgico están implicados en la regulación del TDAH.
4. Variaciones genéticas: Algunas variaciones genéticas están asociadas con un mayor
riesgo de TDAH, como las relacionadas con receptores de dopamina y noradrenalina.
Factores Psicosociales:
1. Ambiente familiar: El estrés familiar, la disfunción familiar y la falta de estructura
pueden influir en el desarrollo y la expresión del TDAH en los niños.
2. Experiencias tempranas: Eventos traumáticos, como el abuso o la negligencia,
pueden aumentar el riesgo de desarrollar TDAH.
3. Factores socioeconómicos: La pobreza, el acceso limitado a recursos educativos y la
falta de apoyo pueden afectar negativamente el desarrollo y el manejo del TDAH.
4. Estilo de crianza: La falta de límites claros, la inconsistencia en la disciplina y la falta
de apoyo emocional pueden exacerbar los síntomas del TDAH.
Es importante tener en cuenta que el TDAH es multifactorial y que la interacción entre
factores genéticos y psicosociales puede influir en su manifestación y severidad. Un
enfoque integral que aborde tanto los aspectos genéticos como los psicosociales es
fundamental para el manejo efectivo del trastorno.
3. Mencione los criterios diagnósticos del TDAH según el CIE 10 en la práctica
profesional
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del
neurodesarrollo que se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, la
hiperactividad y la impulsividad. En la práctica profesional, los criterios diagnósticos del
TDAH según el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades, 10 revisión) son
los siguientes:
1. Trastorno de la atención:

 Dificultad para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.


 Falta de persistencia en tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
 Tendencia a moverse rápidamente de una actividad a otra sin completar
ninguna.
 Dificultad para seguir instrucciones.

2. Hiperactividad:

 Inquietud motora.
 Incapacidad para permanecer sentado ante períodos prolongados.
 Actividad excesiva, a menudo acompañada de comportamientos inapropiados.

3. Impulsividad:

 Dificultad para anticipar las consecuencias de las acciones.


 Respuestas rápidas sin pensar en las consecuencias.
 Dificultad para esperar el turno en juegos o situaciones sociales.

Además, para el diagnóstico del TDAH según el CIE-10, estos síntomas deben haber
estado presentes antes de los 7 años de edad, ser más frecuentes y graves que en
otros niños de la misma edad y nivel de desarrollo, y deben interferir significativamente
en el funcionamiento social, académico o laboral.
4. Diagnóstico diferencial a tener en cuenta en el TDAH
La aplicación de los pasos clásicos del proceso de diagnóstico diferencial al TDAH se
podría sintetizar de la manera siguiente:
• Es preciso descartar como etiología el uso de una sustancia que puede provocar
sintomatología compatible con el diagnóstico de TDAH, tanto de tipo medicamentoso
como puedan ser broncodilatadores o hidracidas, como de tóxicos de abuso.
• Determinar si los síntomas pueden deberse a una enfermedad médica, ya que
muchos sujetos que las padecen ofrecen de forma más o menos parcial una expresión
sintomática similar a la del TDAH.
• Se trata de determinar cuál de los trastornos mentales codificados describe mejor la
sintomatología.
• Es preciso diferenciar entre trastornos adaptativos, es decir, caracterizados por una
respuesta desadaptativa ante un agente estresante y aquellos en los que la misma no
se explica por la presencia de dicho agente.
Con todo lo expuesto hasta ahora, podemos considerar una serie de cuadros que
pueden presentar una sintomatología propia del TDAH, como puedan ser:

 Alteraciones genéticas cromosómicas, como serían los síndromes de Turner,


Klinefelter, hipermasculinidad o X frágil.
 Procesos metabólicos, como podrían ser los relacionados con la función tiroidea,
tanto en el sentido hipo como hiper.
 Procesos infecciosos como las encefalitis o las meningitis.
 Algunos tipos de neoplasias.
 Enfermedades de carácter neurodegenerativo, como la enfermedad de Wilson o
las del tipo coreico.
En lo que se refiere a la distinción diagnóstica en el contexto de las alteraciones tímicas
o comportamentales, se pueden considerar cuatro grupos en los que se observa una
frecuente similaridad sintomática con el TDAH o gran comorbilidad:

 Trastornos de ansiedad, con respecto a los cuales la comorbilidad se sitúa en


torno al 25 %.
 Trastornos del estado de ánimo, con una comorbilidad estimada del 30 %.

Resulta útil la utilización de ciertos criterios para establecer un diagnóstico


diferencial entre ambos trastornos:
1. Edad de inicio: para el trastorno afectivo se toma a partir de los seis años
y para el TDAH antes de esa edad.
2. Pródromos: en el caso de los trastornos afectivos se presentan en forma
de alteración de las emociones y para el TDAH como dificultades
atencionales.
3. Evolución: en el trastorno afectivo suele ser cíclica y crónica y en el TDAH
es de tipo crónico.
4. Humor: oscilante, decaído, frecuente irritabilidad en el trastorno afectivo,
mientras que en el TDAH se caracteriza por la baja autoestima.
5. Síntomas psicóticos: a veces aparecen en el trastorno afectivo, mientras
que en el TDAH está ausentes.
 Trastornos de conducta: la comorbilidad se sitúa en torno al 40 % de los casos.

5. ¿Por qué es importante el trabajo interdisciplinario en el tratamiento del


TDAH?
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición
neurobiológica compleja que afecta a personas de todas las edades. Su tratamiento y
manejo requieren un enfoque multidisciplinario debido a la variedad de síntomas que
pueden manifestarse y la diversidad de áreas de la vida de una persona que pueden
ser impactadas por el trastorno, existen razones cruciales por las que este tratamiento
debe ser interdisciplinario como son el Abordaje Integral, ya que el TDAH no solo
afecta la atención y el comportamiento, sino que también puede influir en el rendimiento
académico, las relaciones interpersonales, la autoestima y la salud mental en general.
La diversidad de Síntomas, pues se manifiesta de diferentes maneras en cada
individuo. El enfoque Médico y Psicosocial, teniendo en cuenta que el tratamiento a
menudo implica una combinación de intervenciones médicas y psicosociales. La
evaluación Completa, debido a que el diagnóstico y la observación requieren la
participación de diversos profesionales, incluyendo médicos, psicólogos, educadores y
terapeutas ocupacionales, entre otros. Requiere también apoyo Continuo, al ser una
condición crónica que puede requerir apoyo a largo plazo. Adicionalmente, se tiene en
cuenta el enfoque Educacional, dado que puede afectar el rendimiento académico y
el comportamiento en el entorno escolar.
Con lo anterior se puede decir que el trabajo interdisciplinario en el tratamiento del
TDAH es esencial para abordar la complejidad de esta condición, adaptar el
tratamiento a las necesidades individuales de cada persona y proporcionar un apoyo
integral a lo largo del tiempo.

BIBLIOGRAFÍA
https://www.redalyc.org/pdf/6137/613765490001.pdf

KAPLAN & SADOCK SINOPSIS DE PSIQUIATRIA (12ª ED)


ROBERT BOLAND, MARCIA L. VERDUIN

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