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MÓDULO 1 - APUNTE 1

Conociendo al TDAH
Bases neurobiológicas

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del


neurodesarrollo, que afecta entre el 3 y 7% de la población escolar en el mundo, es
decir aproximadamente 1 de cada 20 niños puede tener TDAH.

Desde un enfoque clínico se lo denomina trastorno (manual DSM-5) porque


comienza en la infancia y persiste a lo largo de la vida, es así que encontramos
adolescentes, jóvenes y adultos con TDAH.

Sin embargo, la comunidad neurodivergente está comenzando a solicitar que se


considere una condición más que un trastorno. Es por ello que podemos encontrar
diferentes siglas para referirnos a dicha población.
Actualmente, aunque se considera que el TDAH es un trastorno cerebral, se
desconocen los mecanismos neurobiológicos exactos que subyacen a esta afección,
y tampoco se ha descubierto un marcador genético eficaz que sirva para realizar un
diagnóstico fiable, al margen de las pruebas psicológicas y las evaluaciones
cognitivas y conductuales.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un cuadro clínico
diagnosticado sobre la base de niveles persistentes de hiperactividad, falta de
atención e impulsividad. En la actualidad, no existen pruebas biomédicas capaces
de detectar el TDAH y el diagnóstico se basa en la observación de ciertos síntomas
conductuales.
La falta de una causa física o de varias causas que demuestren la existencia de este
trastorno ha generado cierta controversia en la comunidad científica y en la sociedad
en general, y se han cuestionado los tratamientos basados en medicación
psicoestimulante para niños y adolescentes. Sin embargo, la efectividad que el
tratamiento farmacológico tiene en muchos casos ha llevado a los investigadores a
sospechar que existe una etiología neurobiológica subyacente.
La investigación actual sobre TDAH desde
un punto de visto neurobiológico se centra,
sobre todo, en el marco teórico que
implica estudiar la alteración de la
actividad dopaminérgica (sus receptores
y transportadores), así como sus
implicaciones en la generación de la
sintomatología de este trastorno.
Hoy en día, entre la comunidad
neurocientífica se sigue manejando el
concepto de déficit en el control Ilustración caricaturesca de una molécula
de dopamina. es una molécula que se
inhibitorio de respuestas, que es la produce en nuestro cuerpo de manera
incapacidad que tienen las personas con natural y que está presente en diferentes
TDAH para controlar e inhibir los impulsos áreas del cerebro. Actúa como mensajero
químico o neurotransmisor, es decir,
y las respuestas cognitivas, lo que termina transmite señales entre las neuronas
interfiriendo con las funciones ejecutivas conectadas entre sí controlando las
que planifican, coordinan y ejecutan los respuestas mentales, emocionales y
comportamientos finales. motoras.
La teoría dopaminérgica se basa en la existencia de déficits en dos regiones en las
que la dopamina tiene un papel crucial: el cíngulo anterior, cuya hipoactivación
produce un déficit cognitivo; y el núcleo caudado, cuya sobreactivación genera un
exceso de conductas motoras, típicas en sujetos con TDAH.
En un metaanálisis
realizado en 2007 se
concluyó que el núcleo
caudado y el globo pálido,
que contienen una alta
densidad de receptores de
dopamina, tenían un
menor tamaño en sujetos
con TDAH respecto a los
grupos de control.
Además, también se ha
observado una
disminución del riego
sanguíneo en regiones del
cuerpo estriado, así como
cambios en la unión del
transportador de
dopamina.
Es por este análisis que se habla de la condición de alteración de movimiento,
memoria y/o atención con el término déficit y clínicamente con la palabra trastorno.
Es conveniente hacer una pausa reflexiva sobre la terminología utilizada para
referirnos a esta condición ya que tiene un alto impacto emocional tanto para las
familias de las infancias diagnosticadas como para la persona que conoce su
diagnóstico en la adolescencia o adultez.

Es pertinente escuchar en primera persona las inquietudes en cuanto a la etiqueta


recibida, si bien es útil para la guía clínica y para que los educadores puedan
conocer cómo realizar los ajustes necesarios, muchas veces no es necesario decir
o catalogar a la persona como “tiene TDAH”. En su lugar podemos referirnos a que
debido a su condición es necesario revisar las estrategias de
enseñanza-aprendizaje para optimizar esta diada. Esta alteración neurobiológica es
parte de los seres, no es una enfermedad, y muchas veces se puede escuchar la
palabra discapacidad, aunque en el ámbito escolar podemos referirnos al medio que
incapacita y no en la persona que debe adecuarse al mismo.
Tipos de TDAH y sus características

Existen dos tipos de TDAH:


● Con predominio de déficit de atención
● Con predominio de hiperactividad-impulsividad

Ambos tienen una sintomatología que puede ser observable en la infancia por un
período mayor a seis meses. Su diagnóstico es meramente observable, ya que se
puede diagnosticar mediante diferentes evaluaciones neurocognitivas no invasivas y
corroborar el diagnóstico con imágenes de resonancia magnética. Este último estudio
no es obligatorio ni dictamina el diagnóstico, ya que algunas personas encuentran
este estudio algo invasivo por la solicitud de estar quietos en posición horizontal por
un período de tiempo mayor a veinte minutos. Sin embargo, es útil para cuando se
indica un tratamiento farmacológico, ya que es complementario al ver en la adultez
volúmenes de cortezas disminuidos (a modo preventivo de síndromes como el
Alzheimer o Parkinson).
TDAH Desatención
Este tipo de TDAH se caracteriza por los intensos síntomas vinculados a los
problemas en el manejo de la atención, los cuales afectan tanto al desempeño
académico como a las interacciones sociales.

Características principales:
1. Frecuentemente no presta atención suficiente a los detalles o incurre en
errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras
actividades.
2. A menudo muestra dificultades para mantener la atención en tareas o en
actividades lúdicas.
3. A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
4. A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u
obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a comportamiento
negativista o a incapacidad para comprender instrucciones).
5. A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
6. A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que
requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos).
7. A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades, como juguetes u
objetos escolares.
8. A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
9. A menudo es descuidado en las actividades diarias.
TDAH Hiperactividad
Este tipo de Trastorno por déficit de Atención con Hiperactividad tiene su foco en la
desregulación de la conducta, la cual es socialmente considerada errática y en la
que las pausas son escasas.

Características principales:
1. A menudo mueve en exceso manos y pies, o se remueve en su asiento,
inquieto.
2. A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se
espera que permanezca sentado.
3. A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado
hacerlo (en adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos
de inquietud).
4. A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a
actividades de ocio.
5. A menudo "está en marcha" o suele actuar como
si tuviera un motor.
6. A menudo habla en exceso (impulsividad).
7. A menudo precipita respuestas antes de haber
sido completadas las preguntas.
8. A menudo tiene dificultades para guardar sus
pertenencias.
9. A menudo interrumpe o se inmiscuye en las
actividades de otros (por ejemplo, se entromete en
conversaciones o juegos).
10. A menudo tiene dificultades para poder frenar sus
movimientos (ya sea el habla o sus extremidades).
También existe
un diagnóstico
para aquellas
personas que
presenten
características
combinadas. Es
el tipo más
prevalente de
TDAH.

Todos los tipos


de TDAH tienen
en común la
desregulación de
funciones
ejecutivas.
Es importante
destacar que dichas
sintomatologías son
observables, pero la
mayoría ocurre en
donde no lo podemos
ver, por ejemplo: los
pensamientos. En el
aula quizás podemos
ver a un estudiante en
silencio y quieto, pero
su atención puede
variar en sus
pensamientos sin que
estemos al tanto de lo
que sucede.
Mecanismos del TDAH
Para los educadores es importante conocer estos síntomas para poder informar a la
familia o cuidadores del infante o adolescente y que puedan asistir a las terapias
necesarias para reforzar las funciones ejecutivas que se necesitan para la vida
escolar.

Es necesario destacar que conjunto al TDAH se informan fracasos escolares y un


pequeño porcentaje en el éxito universitario, ya que la mayoría de las instituciones
educativas mantienen un proyecto educativo tradicional, en el cual se intenta
“corregir” las manifestaciones del TDAH.

El poder contar con un diagnóstico nos permite realizar los ajustes necesarios en
las estrategias educativas y también poder abordar proyectos en los que se pueda
“enseñar a aprender”: mostrar cómo procesa información el cerebro y cómo se
manipula.

Un diagnóstico no implica destacar lo que el estudiante no puede hacer en el aula,


sino que nos permite enfocarnos en sus fortalezas.
Referencias bibliográficas:

Curatolo, P., D'Agati, E., & Moavero, R. (2010). The neurobiological basis of ADHD. Italian journal of pediatrics.

Sroubek A, Kelly M, Li X (February 2013). Inattentiveness in attention-deficit/hyperactivity disorder.


Neuroscience Bulletin.

Kollins, S. (2009). Genética, neurobiología y neurofarmacología del trastorno por déficit de atención e
hiperactividad (TDAH). Revista Española de Toxicomanías.

Yunta, J. A. M., Palau, M., Salvadó, B., & Valls, A. (2006). Neurobiología del TDAH. Acta Neurol Colomb, 22(2),

https://www.federaciocatalanatdah.org/wp-content/uploads/2018/12/dsm5-manualdiagnsticoyestadisticodelostra
stornosmentales-161006005112.pdf

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