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Bloque 9: La crisis del sistema de la Restauración y la caída de la monarquía

9.1. Alfonso XIII y la crisis del sistema de la Restauración


En mayo de 1902, Alfonso XIII fue proclamado rey. Al inicio del reinado, seguía vigente el sistema
de la Restauración, basado en la Constitución de 1876 y el turnismo, aunque sus dos líderes, Cánovas
y Sagasta, habían muerto.

La primera etapa de su reinado estuvo marcada por el regeneracionismo, corriente ideológica surgido
a raíz de la crisis del 98 que denunció el sistema político de la Restauración y realizó propuestas para
la modernización política, social y económica. Tuvo destacados representantes como Joaquín Costa,
censura del sistema político y falseamiento de la democracia, Ganivet y Unamuno. Hubo un
regeneracionismo desde dentro del sistema de la Restauración o revisionismo (Maura, Canalejas), y
otro opuesto al sistema (socialistas, anarquistas, republicanos, carlistas y nacionalistas).

En el caso de Antonio Maura, líder del Partido Conservador, propuso la revolución desde arriba,
reformando lo estrictamente necesario y así mantener las bases fundamentales del sistema. Se basó en
conservadurismo católico de masas, incorporar otras fuerzas políticas al sistema, y una política
exterior nacionalista y de expansión en Marruecos para olvidar el 98. Proyectó la Ley de Bases de la
Administración Local, para formar mancomunidades; fundó el Instituto Nacional de Previsión, aprobó
la Ley de Huelga y Reforma Electoral (oficialmente para eliminar el fraude, pero quería frenar el voto
socialista y republicano).

Además, tras el asalto de un grupo de militares a los talleres de la revista Cu-cut por la publicación de
una viñeta satírica (1905), el gobierno aprobó la Ley de Jurisdicciones debido a la presión militar,
por la que los delitos contra el Ejército serían juzgados por Tribunales militares.

Al descontento con esta ley se sumó el crecimiento de la oposición representada por el partido de
Lerroux, el Partido Republicano Radical, el movimiento obrero y el catalanismo político. Todo ello
formó el caldo de cultivo para que en julio de 1909 estallara en Barcelona la Semana Trágica, a causa
del reclutamiento de reservistas, que no podían pagar para evitarlo, con destino a la guerra de
Marruecos. Cuando llegaron las noticias de la matanza allí ocurrida, las organizaciones obreras
convocaron una huelga general de protesta en Barcelona, que degeneró en un motín en el que se
construyeron barricadas, hubo quema de edificios religiosos y numerosas detenciones. La dura
represión con ejecuciones, como la de Ferrer i Guardia (creado de la Escuela Moderna anarquista)
acarreó críticas internacionales y una campaña de desprestigio (republicanos, socialistas y liberales)
provocando la dimisión de Maura.

Entonces, Alfonso XIII llamó a formar gobierno al Partido Liberal, con Canalejas al frente. En su
programa admitía el intervencionismo estatal (supresión del Impuesto de consumos), separación
Iglesia-Estado y Ley del Candado 1910 (limitación del establecimiento de nuevas órdenes religiosas
en España), incrementó la protección legal a los trabajadores, aprobó la Ley de Reclutamiento (1912)
que establecía el servicio militar obligatorio en época de guerras, sin exenciones; y democratización
del régimen. En 1912 fue asesinado por un anarquista y después se aprueba la mancomunidad de
Cataluña.
Al margen de los partidos dinásticos, las fuerzas políticas de oposición se fueron reforzando, estas
eran:

El republicanismo, principal fuerza de oposición que defendía la democratización, el laicismo y


anticlericalismo. En 1903 nace la Unión Republicana, con dos tendencias que formarían partidos
distintos: Partido Radical fundado (1908) por Lerroux, anticatalanista, revolucionario y llamaba a la
insurrección; y el Partido Reformista (1912) fundado por Melquiades Álvarez, más moderado que
llegaba a admitir la monarquía democrática y social.

Los nacionalismos. El más implantado era el catalán, y el partido que más gobernó fue la Lliga
Regionalista, conservadora liderada por Cambó y Prat de la Riba. En 1906 nace Solidaritat Catalana,
agrupación interclasista para defender los derechos de Cataluña, pero fracasó tras el apoyo de Cambó
a Maura en la Semana Trágica. El nacionalismo vasco seguía teniendo su principal expresión en el
PNV, dividido en un sector radical, independentista y racista, que seguía el primer pensamiento de
Sabino Arana, y otro más moderado, liberal y autonomista, que triunfó y se extendió por todas las
provincias vascas y capas sociales. Creó su propio sindicato Solidaridad de Obreros Vascos. También
creció el nacionalismo gallego (Solidaridad Gallega), junto al regionalismo valenciano y andaluz.

Los socialistas, en su rama política (PSOE) y sindical (UGT), continuaban su lento crecimiento, que
incrementó tras la Semana Trágica al pactar con los Republicanos, fundando la Conjunción
Republicano Socialista: tesis marxistas y de revolución social, con los postulados democratizadores y
anticlericales republicanos. De esta forma, Pablo Iglesias logra su primer escaño en 1910.

El anarcosindicalismo fue una ideología obrera de marcado carácter revolucionario que propugnaba
la acción sindical y la huelga general como estrategia política. En 1910 nace la Confederación
Nacional de Trabajadores (CNT) que llegó a ser el sindicato mayor de España, con gran crecimiento
tras la Primera Guerra Mundial (de 15 000 a 700 000 afiliados). Se definía como revolucionaria y
defendía la huelga y el boicot hasta proceder a la huelga general revolucionaria.

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