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GOBIERNO CONSERVADOR
Francisco Silvela lideró el Partido Conservador e inició algunos movimientos reformistas, pero el personaje clave fue
Antonio Maura con su gobierno largo (1907-09).
1. Quiso hacer una “revolución desde arriba”: Ley de la Protección de la Industria Nacional, plan de
reconstrucción naval y un intento de mejora de la agricultura.
2. Para atender las demandas sociales, estableció el Instituto Nacional de Previsión (antecedente de la Seguridad
Social).
3. También se reguló el descanso dominical y la jornada laboral de mujeres y niños.
4. Modificó la Ley Electoral, estableciendo el voto obligatorio, pero su reforma más ambiciosa era el proyecto de Ley
de Administración Local por la que se creaban las Mancomunidades (antecedente de las Comunidades Autónomas),
que contó con el respaldo de la Lliga pero la resistencia de la oligarquía impidió su aprobación.
La represión de los sucesos de la Semana Trágica provocó su caída del poder.
Desde la Conferencia de Algeciras de 1906, en Marruecos había dos protectorados: uno francés y otro español. Ante la
rebelión de los rifeños contra la construcción de una línea de ferrocarril en Barranco del Lobo, se enviaron reservistas, lo
que hizo que la crisis estallara. El embarco de las tropas en Barcelona desembocó en una protesta (desencadenada por las
mujeres de los reservistas) que acabó en huelga general. Se dio una revuelta antimilitar y anticlerical (asaltos,
enfrentamientos con la policía y el ejército, quema de conventos, luchas callejeras…). El balance fue de más de un
centenar de muertos, numerosos heridos y edificios destruidos. Se condenó y ejecutó sin pruebas al pedagogo y
anarquista Ferrer i Guardia (Escuela Moderna), lo que provocó una oleada de protestas internacionales que llevaron a la
caída de Maura. Además, en 1910 la conjunción republicano-socialista otorgó el primer escaño en las Cortes a Pablo
Iglesias (PSOE). Todo ello extendió la crítica al sistema político de la Restauración.
Esto se tradujo en un aumento de la conflictividad social, ya que la oposición criticaba la inoperancia del Gobierno y
denunciaba la corrupción de la oligarquía política. Las cada vez más violentas manifestaciones obreras fueron
respondidas con violencia patronal, lo que desembocó en una guerra abierta en la ciudad de Barcelona sobre todo.
A partir de esta crisis de 1917 y hasta 1923, el régimen agonizaba: Alfonso XIII empezó a convocar gobiernos de
concentración cada vez más inestables (formados por liberales, conservadores y miembros de la Lliga). Se
pretendía sustituir al turnismo con gobiernos formados por la oligarquía liberal-conservadora y la burguesía catalana
para intentar mantener el poder ante una posible revolución social. En este contexto, España experimentó
una fuerte crisis económica al acabar la I Guerra Mundial y por tanto finalizar la demanda de productos por
parte de los contendientes: cierre de empresas, aumento del paro…
Desde 1919 el enfrentamiento entre trabajadores y patronos entró en una fase de extrema violencia, sobre todo en
Barcelona. En febrero estalló la huelga contra la empresa “La Canadiense”, que se convirtió pronto en huelga
general. La ciudad quedó paralizada durante 44 días, y acabó por provocar la dimisión del gobierno. El nuevo
gobierno de Maura permitió que se ejerciera una fuerte represión: la patronal puso en práctica el lock-out (cierre
empresarial), dejando en la calle a 100.000 trabajadores. Incluso apareció una organización de pistoleros (financiada
por los sectores más duros de la patronal) que asesinaba a los líderes del movimiento obrero barcelonés.
Los sectores anarquistas más radicales respondieron con la “acción directa” (terrorismo), entrando en una espiral de
violencia: entre 1919 y 1921 hubo continuos atentados y muchos muertos. Las autoridades aplicaron la “ley de fugas”
para ejecutar a los detenidos de huelgas. La respuesta anarquista fue el asesinato de Eduardo Dato (1921). Dos años
después, mataron al líder anarquista Salvador Seguí.
3) INTERVENCIÓN EN MARRUECOS
Desde 1906 en la Conferencia de Algeciras, en Marruecos había dos protectorados: uno francés y otro español. Tras
la I Guerra Mundial, en 1921, se inició una acción de control en el Rif bajo las órdenes del general Berenguer. Frente a
unas tribus que luchaban en un terreno abrupto y difícil, se encontraba un ejército mal pertrechado. El líder guerrillero
del Rif, Abd-El-Krim, atacó las posiciones españolas, que tuvieron que huir. Se produjo una derrota sangrienta en el
Monte Arruit, y todo ello se denominó desastre de Annual, en el que se perdieron 12.000 vidas.
A la impopularidad de la guerra marroquí (que se veía como una sangría inútil y cara), se unieron las
reclamaciones de la responsabilidad por la derrota. El expediente fue instruido por el general Picasso, que cerró
el caso sin responsables, debido a intereses políticos y militares del gobierno y las compañías mineras, entre otros. Se
intentó formar un nuevo gobierno de concentración presidido por el liberal García Prieto, pero el ejército, convencido
de que el poder civil no podía hacer frente a los problemas del país, terminó con el sistema de la Restauración
con el golpe militar de Primo de Rivera.
El problema marroquí se resolvió favorablemente con una ofensiva conjunta hispano-francesa. El éxito del desembarco
en la bahía de Alhucemas en 1925 (con la destacada actuación del coronel Franco) significó la rendición de Abd-el-
Krim y la ocupación del territorio del Rif (1927). Esta victoria hizo que el sector africanista aumentase su influencia
dentro del ejército (que recuperó el crédito perdido), y agradó a la ciudadanía, a los inversores en Marruecos y a la
Hacienda.
Una vez solucionados los problemas que podrían haber justificado el golpe de Estado, Primo de Rivera pudo haber
devuelto el orden constitucional, pero no lo hizo. El DIRECTORIO CIVIL (diciembre de 1925-1930) se constituyó
como un consejo dirigido por Primo de Rivera e integrado exclusivamente por civiles.
1. Convocó una Asamblea Nacional Consultiva que sustituía a las Cortes, con la tarea de redactar una nueva
Constitución.
2. Se dieron los primeros síntomas de agotamiento por parte de diversos sectores, incluso dentro del ejército hubo un
intento fallido de golpe (Sanjuanada en 1926).
3. Inició una política social y económica intervencionista, que se mantuvo hasta 1930.
A. Orientó su política económica a crear grandes monopolios (Telefónica y Campsa) y obras públicas,
estableció un proteccionismo arancelario que favoreció a las empresas españolas, e hizo una reforma fiscal
introduciendo la declaración sobre la renta. A corto plazo fue exitosa, pero a largo plazo supuso un
enorme gasto público
B. Su política social se caracterizó por la represión de los sindicatos más radicales (la CNT fue ilegalizada,
pero la UGT no, ya que había adoptado una actitud pasiva ante el golpe). Se creó la Organización
Corporativa Nacional, que integraba a obreros y patronos en Comités Paritarios.
A principios de 1931 Berenguer fue sustituido por el almirante Aznar que convocó elecciones municipales para el 12
de abril. El resultado no dejaba lugar a dudas: el 14 de abril se proclamó la República en medio de una fiesta
popular, el rey abandonó el país y se constituyó un gobierno provisional.