Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
HOY
Con una mirada al futuro frente a los nuevos acontecimientos esta Encíclica
buscaba ser esperanza frente a los retos de la DSI, entre estos tenemos: el reto de
la paz que es fruto de la justicia, el reto de la pobreza en un mundo que vive la
paradoja entre Epulones y Lázaros recordando el Destino Universal de los Bienes,
el reto de la pobreza espiritual con síntomas de corazones sin fuerza de Espíritu, el
reto de la defensa de la dignidad de la persona humana y el trabajo, y el reto de la
libertad del hombre.
La caída del muro de Berlín tuvo como factores la violación de los derechos
fundamentales, la lucha pacífica contra el bloque con las armas de la Verdad, el
vacío espiritual causado por el ateísmo del momento. Pero podríamos decir que el
problema de fondo era la falsa idea del hombre que conduce a un falso proyecto de
sociedad.
Por tanto, el camino de la DSI tiene como fin el hombre y sus realidades, de forma
especial los derechos humanos. La Iglesia conoce el sentido pleno del hombre
gracias a la Revelación, a lo que llamamos antropología cristiana. Ello nos recuerda
que el Evangelio no es teoría, se hace creíble en el testimonio de las obras, la DSI
es un camino para ello. La opción y el amor por los pobres se concreta en la
promoción de la justicia, no desde un camino superfluo, sino entrando en la
promoción de un desarrollo integral, como ya lo hemos venido explicando en varios
artículos desde el pontificado de san Pablo VI.