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INSTITUTO ROSARIO CASTELLANOS

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

GUÍA DE ESTUDIO PARA EXAMEN FINAL BLOQUE 1

PSICOBIOLOGÍA Y NEUROFISIOLOGÍA

CLAVE DE LA ASIGNATURA LPSI2109B1_O_22

SEGUNDO SEMESTRE

DOCENTES COLABORADORES:

Diana Karen Alvarez Escalera


Jorge Omar Cano Aguilar
Tania Karina Casillas Anaya
Valeria Yazmin Serrano De La Cruz
Gloria del Carmen Torres Salmerón
Laura Marcial Tlamintzi
Emmanuel Guzmán Almanza
Diego Ramírez González
ÍNDICE

Presentación
Recomendaciones y estrategias para el estudio de la guía
Objetivos específicos de la asignatura por unidad

Unidad 1. Introducción a la Psicobiología y la Neurofisiología


1.1 La Psicobiología
1.1.1 Niveles de análisis en la investigación psicobiológica
1.1.2 Perspectivas para el estudio del comportamiento
1.1.3 ¿Cómo se relaciona el cerebro y la conducta?
1.2 Ramas de la Psicobiología
1.3 Neurofisiología
1.4 Estudios experimentales y no experimentales

Unidad 2: Psicofisiología de la conducta


2.1 Psicofisiología de la conducta
2.1.1 Visión
2.1.2 Audición
2.1.2.1 Anatomía del oído
2.1.3 Sistemas corporales y químicos (Gusto y olfato)
2.1.3.1 Gusto
2.1.3.2 Olfato
2.1.4 Sistema somatosensorial
2.1.5 Control del movimiento
2.1.6 Interocepción
2.2 Aprendizaje y memoria
2.3 El aprendizaje desde una perspectiva neurobiológica
2.4 La memoria desde una perspectiva neurobiológica
2.4.1 Memoria procedimental, episódica y semántica
2.5 Plasticidad neuronal
2.6 Trastornos relacionados con el aprendizaje y la memoria

Unidad 3: Neurobiología de la conducta

3.1 Neurobiología de la conducta motivada

3.1.1 Comunicación neurobiológica


3.1.2 Señales químicas
3.1.3 Sistemas hormonales
3.1.4 Comunicación a través de neurotransmisores

3.2 Neurobiología del ciclo sueño vigilia

3.2.1 Ciclo Sueño-vigilia


3.2.2 Sistemas de regulación
3.2.3 Caracterización del sueño. Fases, ondas y aspectos neurobiológicos
3.2.4 Caracterización de la vigilia. Características y aspectos neurobiológicos
3.2.5 Trastornos relacionados al ciclo sueño-vigilia

Unidad 4: Neurobiología de la Conducta Sexual

4.1 Neurobiología de la conducta Sexual

4.1.1 Señales neurobiológicas y neuroquímicas de la sexualidad humana


4.1.2 Respuesta sexual humana
4.1.3 Ciclo reproductivo humano
4.1.4 Neurobiología de la conducta materna y Filial
4.1.5 Diferenciación entre sexualidad y género
4.1.6 Trastornos relacionados a la sexualidad humana

4.2 Neurobiología de la violencia

4.2.1 Psicopatía de la violencia


4.2.2 Bases psicobiológicas y neurofisiológicas de la violencia
4.2.2.1 Sistemas dentro del cerebro que son afectados en una
persona violenta
4.2.2.2 Sistemas afectados en una persona víctima de violencia

Referencias y recursos de apoyo


PRESENTACIÓN

“No te conviertas en una simple grabadora de hechos;

trata de penetrar en el misterio de sus orígenes.”

Ivan Pavlov

Desde hace siglos la humanidad ha intentado dar explicación a todos los fenómenos
observables de la naturaleza, así como también a los comportamientos del ser humano. En
este sentido la Psicología como ciencia permite analizar la conducta de los seres humanos
desde diversos enfoques.

La Psicobiología y Neurofisiología es una asignatura que tiene la intención de brindar el


entendimiento y la comprensión del ser humano como una entidad biológica compuesta de
sistemas biológicos funcionales que sustentan la conducta humana y necesitan de atención
e intervención profesional del psicólogo en su desarrollo anormal (Instituto Rosario
Castellanos [IRC], 2022).

En la presente Guía de Estudio, correspondiente a esta asignatura, podremos analizar


brevemente los temas abordados en la materia, tales como Introducción a la Psicobiología y
la Neurofisiología, Psicofisiología de la conducta, Neurobiología de la conducta y
Neurobiología de la conducta sexual.

Mediante este pequeño análisis podremos dar un recorrido por las áreas enfocadas al estudio
de la biología cerebral involucrada en la conducta, los métodos para diagnosticar daños o
alteraciones; analizar las diferentes estructuras fisiológicas funcionales del ser humano, los
procesos psicológicos básicos y superiores, así como los trastornos que pueden derivar de
dichos procesos. Por otro lado, entender la importancia de una vida saludable desde el ritmo
circadiano, incluyendo el sueño y la vigilia, trastornos que en ellos existen y finalmente
analizar la neurobiología de la conducta sexual y violenta del ser humano, así como los
trastornos en ambas; de la misma manera entender las alteraciones biológicas estructurales
existentes en las víctimas de violencia.

Esta Guía tiene como propósito no perder de vista los conceptos principales de lo
anteriormente indicado, lo cual a su vez permitirá llevar a buen término el Examen Final
correspondiente a la asignatura, el cual es importante no sólo por su valor cuantificable dentro
de la evaluación, sino también por la aprehensión de la información que implica el estudio
para el mismo.

Finalmente, los docentes que hemos colaborado en la realización de la presente Guía, en


representación del Instituto Rosario Castellanos, les hacemos la más cordial invitación a
nuestros estudiantes para leer con atención e interés las siguientes líneas, que les serán de
utilidad para consolidar sus aprendizajes de esta asignatura.
Recomendaciones y estrategias para el estudio de la guía

Para complementar tus estrategias de estudio y coadyuvar en la revisión de los contenidos


previos a tu examen, te hacemos las siguientes recomendaciones:

Ambiente de estudio:

● Asegúrate de que el lugar en el que estudias sea siempre el mismo sitio para asociarlo
con tu necesidad de estudio y generar un hábito.
● Sentirte cómodo mientras estudias es un aspecto clave.
● Busca que sea un sitio ventilado e iluminado.
● Entre menos distractores haya, mejor; apaga la televisión, pon tu celular en silencio,
evita ver videos mientras estudias.
● Prefiere iluminación natural, de no ser posible, busca que la luz artificial sea suficiente
para no lastimar tus ojos.

Postura:

● Mantén una buena postura corporal para ayudar a oxigenar el cerebro y las distintas
partes del cuerpo, nos prepara para estudiar.
● Siéntate en una silla frente a una mesa amplia para colocar todos los materiales que
vas a utilizar.
● Conserva la espalda recta, la cabeza y parte superior del tronco levemente inclinados
hacia adelante, pies apoyados en el suelo, piernas formando un ángulo de 90 grados,
antebrazos sobre la superficie de la mesa, texto perpendicular a 30 centímetros de los
ojos.
● Es recomendable también levantarse de la silla y caminar un poco, al menos dos
veces en una hora.

Organización del tiempo:

● Elabora tus horarios de tal forma que contemples todas tus actividades, usa colores
para diferenciar las actividades y determinar cuántas horas efectivas dedicadas al
estudio.
● Ten a la vista tu horario para que recuerdes fácilmente el tiempo destinado al estudio.

Organización de estudio:

● Antes de empezar a estudiar, realiza una lista de estudio y enumera los temas para ir
organizando el orden en el que los revisarás los temas y determinar los tiempos que
dedicas a cada uno.
● Emplea una agenda en la que coloques citas, fechas, plazos, datos sobre tus
materias, es de utilidad tenerla a la mano para hacer consultas rápidas.

Tiempo de descanso:

● Toma tiempos de descanso para prevenir la fatiga que puede interferir en la memoria
a largo plazo.
● Evita periodos muy largos para mantener constante la atención.
● Durante estos períodos puedes revisar las notificaciones de tus dispositivos
electrónicos, hacer ejercicios de relajación, caminar, estirar los músculos, tomar una
siesta, escuchar música, tomar algo, etc.

Revisión y autoevaluación:

● Dale importancia al repaso codificando y recuperando la información clave para


disminuir el olvido.
● Define tus objetivos de estudio y revisa, en tu lista de contenidos, si los estás
cumpliendo a medida que avanzas.
● Reduce poco a poco la frecuencia de revisión de un material concreto hasta que
recuerdes por completo el tema sin necesidad de leer o revisarlo.

Recuerda:

● Aquello que se escribe o se hace a mano se recuerda mejor que lo que únicamente
se lee.
● El orden aplica para el estudio, el tiempo, el lugar de trabajo, así como, nuestras ideas
y pensamientos.
● Tener hábitos de lectura nos ayuda a recordar y aprender más fácilmente.
● Crear un hábito de estudio requiere esfuerzo, concentración, constancia y disciplina,
pero es un proceso que se da poco a poco.

Evita:

● Procrastinar (dejar las cosas para después), trata de seguir tu horario.


● Apresurarte a revisar todos los contenidos en un solo momento.
● Consultar la hora constantemente.
● Consultar las redes sociales en el periodo en el que estudias.

Sugerencias para responder un examen con reactivos de opción múltiple:

● Lee cuidadosamente cada pregunta para asegurarte de comprender lo que el reactivo.


● Responde primero aquellos reactivos que sepas la respuesta con seguridad.
● Sáltate las preguntas que desconoces y vuelve a ellas al final.
● Analiza detenidamente las palabras que te pueden dar una pista como: mucho, poco,
a veces, siempre, todas las anteriores, etc.
● Toma en cuenta los contenidos que hemos revisado durante las unidades para
ayudarte a estudiar y no pierdas los temas centrales.

Por último, recuerda que en este examen tienes 2 intentos y la duración es 1 hora 30
minutos.

“Somos lo que hacemos repetidamente. La


excelencia, entonces, no es un acto, es un hábito”.

Aristóteles.

¡Mucho éxito!
Objetivos específicos de la asignatura por unidad

Unidad 1.
Identificar los fundamentos teóricos conceptuales de la psicobiología y neurofisiología, así
como conocer las diferentes perspectivas de la Psicobiología, los métodos y las técnicas
utilizadas en el estudio psicobiológico y neurofisiológico con la finalidad de comprender el
panorama actual de trabajo en psicobiología y neurobiología.
Unidad 2.
Comprender las diferentes estructuras fisiológicas funcionales del ser humano, los procesos
psicológicos básicos y superiores, así como los trastornos que pueden derivar de dichos
procesos, con el objetivo de reconocer la conducta humana como una unidad de sistemas
complejos.
Unidad 3.
Identificar el proceso neurobiológico de la conducta humana retomando el tema de motivación
desde una perspectiva biológica, también, se contempla a la neurobiología del sueño y los
trastornos relacionados al sueño-vigilia, a fin de llegar a un entendimiento del componente
biológico de la motivación y el funcionamiento de los ritmos y relojes biológicos humanos.
Unidad 4.
Analizar la neurobiología de la sexualidad y la violencia humana para comprender las señales
neurobiológicas y neuroquímicas que se manifiestan dentro de ellas.
Unidad 1. Introducción a la Psicobiología y la Neurofisiología

Objetivo: Identificar los fundamentos teóricos conceptuales de la psicobiología y


neurofisiología, así como conocer las diferentes perspectivas de la Psicobiología, los métodos
y las técnicas utilizadas en el estudio psicobiológico y neurofisiológico con la finalidad de
comprender el panorama actual de trabajo en psicobiología y neurobiología.

1.1 La Psicobiología

La Psicobiología o biopsicología es una disciplina científica que se encarga de estudiar los


fenómenos psicológicos y la conducta humana a partir de un enfoque biológico. Por ello su
alcance abarca desde la evolución del cerebro, el funcionamiento y desarrollo del sistema
nervioso hasta el entendimiento de los procesos sensoriales y perceptivos, sin dejar de lado
conductas básicas como el sexo o la reproducción, por mencionar algunos.

1.1.1 Niveles de análisis en la investigación psicobiológica

Para realizar un análisis de la conducta humana con este enfoque, se debe recurrir a la
observación y la interpretación, tomando en cuenta lo general y lo particular, es decir, se debe
analizar el comportamiento considerando tanto la interacción con los demás como su
funcionamiento básico molecular.

1.1.2 Perspectivas para el estudio del comportamiento

Existen diversas perspectivas para entender las bases biológicas de la conducta, cinco son
las principales, se muestran en la siguiente figura junto con algunas preguntas de
investigación que pueden realizarse a partir de ellas.
Figura 1. Perspectivas de investigación de la conducta desde la Psicobiología.

Nota: Reproducido de Unidad 1 Introducción a la Psicobiología y a la Neurofisiología


(2022).

1.1.3 ¿Cómo se relaciona el cerebro y la conducta?

En la Psicobiología se emplean tres enfoques de contrastación para estudiar la relación


entre cerebro y conducta, se muestran a continuación:

Figura 2. Metodologías de investigación en Psicobiología

Nota: Elaborado a partir de los contenidos de Unidad 1 Introducción a la Psicobiología y a la


Neurofisiología (2022).
Algunos ejemplos de aplicación de estos enfoques son los plasmados por Rosenzweig et al.,
2005 (como se citó en IRC, 2022), teniendo en la intervención somática el uso de una
hormona para estimular la conducta sexual o cuando se estimula eléctricamente la parte del
cerebro encargada de controlar el brazo izquierdo ocasionando que éste se mueva. En la
Intervención conductual menciona la presentación de una variable en el ambiente con la
intención de provocar cambios en la actividad eléctrica del cerebro para originar una
alteración en la conducta, por ejemplo, cuando se presenta una hembra ante un macho, para
ella sería un estímulo óptico que alterará su conducta, y en cuanto a la correlación nombra si
el tamaño del cerebro influye en la capacidad del aprendizaje o si los ventrículos cerebrales
agrandados son un síntoma esquizofrénico.

Estos procesos llevan a concluir que el cerebro cambia físicamente a causa del entorno, lo
cual se conoce como plasticidad neuronal (debido a que los cambios se dan a nivel
estructural), esto se puede ejemplificar en el caso de las personas víctimas de violencia de
género, pues al realizarles resonancias magnéticas se observan afectaciones en el volumen
y grosor en el surco lateral y en las áreas temporales, frontales, occipitales, parietales y
límbicas. Aunado a esto, en diversas investigaciones se ha visto una asociación de estas
alteraciones con experiencias como el estrés postraumático (Daugherty et al., 2020, como se
citó en IRC, 2022).

1.2 Ramas de la Psicobiología

La biopsicología (también llamada psicobiología) es el estudio de las bases biológicas del


comportamiento. Dentro de este campo de estudio existen distintas subáreas que se
caracterizan por los fenómenos específicos que estudian o por los métodos que utilizan. De
acuerdo con Pinel (2012), la Psicobiología puede estudiarse a partir de seis ramas principales:

Tabla 1: Ramas de la psicobiología

RAMA DE LA PSICOBIOLOGÍA DESCRIPCIÓN

Psicología fisiológica Estudia los mecanismos neurológicos del


comportamiento por manipulación directa
del cerebro (por ejemplo, desde el ámbito
quirúrgico o eléctrico).

Psicofarmacología Estudia los mecanismos neurológicos del


comportamiento por manipulación de la
actividad nerviosa y del comportamiento
mediante fármacos.

Neuropsicología Estudia los efectos psicológicos de las


lesiones cerebrales en pacientes humanos.
Psicofisiología Estudia la relación entre la actividad
fisiológica y los procesos psicológicos.
Ejemplo: Electroencefalograma (EEG).

Neurociencia cognitiva Estudios neuronales de la cognición, es


decir los procesos intelectuales superiores
(pensamiento, memoria, atención,
percepción). Utiliza la resonancia
magnética funcional (fMRI) en el
procesamiento emocional.

Psicología comparada Se compara el comportamiento de distintas


especies y se centra en la genética, la
evolución y la adaptabilidad del
comportamiento.

Nota: La psicofisiología, neurociencia cognitiva y neuropsicología estudian la relación


cerebro-conducta, pero difieren en el método que utilizan para ello. A veces estos tres
términos son usados de manera intercambiable.

1.3 Neurofisiología

La Neurofisiología es una disciplina médica cuyo objetivo básico es el estudio fisiopatológico


de los grandes síndromes y enfermedades del sistema nervioso central y periférico, incluido
el componente nervioso de los órganos sensoriales y el sistema muscular. Utiliza técnicas
instrumentales basadas fundamentalmente en el registro de la actividad eléctrica o magnética
de distintas estructuras o sistemas, en situación basal o tras su estimulación (Boletín Oficial
del Estado, 2008).

Esta disciplina se fundamenta en los conocimientos de neurociencias básicas y tiene como


objetivo la exploración funcional del sistema nervioso.

Las técnicas que utiliza para diagnóstico, prevención, terapia, cuantificación y seguimiento de
distintas enfermedades neurológicas, son electroencefalografía, de electromiografía, de
polisomnografía, de potenciales evocados, de magnetoencefalografía, así como de
neuromodulación (Morales y Artieda, 2009).

En suma, la neurofisiología nos puede ayudar a comprender cómo un comportamiento puede


estar influenciado por moléculas que estén funcionando de manera anormal, por factores
genéticos, por la alteración de los sistemas de neurotransmisión, anormalidades en el
potencial de membrana y el potencial de acción en las neuronas, malformaciones a nivel
estructural en estructuras que integran al Sistema Nervioso, alteración en la síntesis de
hormonas, muerte neuronal o alteración en los sistemas del SNP.
1.4 Estudios experimentales y no experimentales

1.4.1 Estudios experimentales

El experimento es el método que utilizan los científicos para indagar cuál es la causa de algo.
Para llevar a cabo un experimento con seres vivos, en primer lugar el investigador diseña dos
o más condiciones experimentales en las cuales se evaluará a los sujetos. Esta diferencia
entre las condiciones se denomina variable independiente. La variable que mide el
investigador para evaluar el efecto de la variable independiente se llama variable
dependiente. En suma, se recomienda que solamente haya una variable independiente que
el investigador pueda manipular y modificar para que haya una relación directa con su variable
dependiente.

1.4.2 Estudios cuasi experimentales

Los biopsicólogos no pueden aplicar el método experimental a todos los problemas que les
interesan. Frecuentemente se dan impedimentos físicos o éticos. Los biopsicólogos a veces
realizan estudios cuasi experimentales, los cuales consisten en grupos de sujetos que en la
vida real han estado expuestos a las condiciones que interesa estudiar. Estos estudios
parecen experimentos, pero no son verdaderos experimentos porque existen “variables
extrañas” que no pueden controlarse y actúan como variables independientes que también
afectan y alteran a las variables dependientes.
Unidad 2: Psicofisiología de la conducta

Objetivo:
Comprender las diferentes estructuras fisiológicas funcionales del ser humano, los
procesos psicológicos básicos y superiores, así como los trastornos que pueden derivar de
dichos procesos, con el objetivo de reconocer la conducta humana como una unidad de
sistemas complejos.
_______________________________________________________________________

La Psicofisiología en México surge a la mitad del siglo XX y forma parte de un grupo de


disciplinas que se reúnen bajo el nombre de neurociencias y tiene como propósito entender
cómo se interrelacionan los diferentes elementos del Sistema Nervioso (SN) desde el punto
de vista estructural, químico, fisiológico y patológico con los mecanismos cerebrales que
soportan la conducta humana, la experiencia y la conciencia (Paladines, 2011).
2.1.1 Visión

La principal estructura que participa en la visión, es el ojo con fotorreceptores que se


encargan de recibir estímulos luminiscentes y los transforman en señales nerviosas. El
nervio óptico de cada ojo se divide en el quiasma óptico la mitad de las fibras nerviosas de
cada lado cruzan al otro lado y continúan hasta la parte posterior del cerebro. Cada ojo ve
un objeto desde ángulos ligeramente diferentes, por lo que la información que el cerebro
recibe de cada ojo es diferente, aunque se superponga. El cerebro integra la información
para producir una imagen completa. Este proceso es la base de la visión estereoscópica.

Figura 3: Campo de visión

Nota: Recuperado de Manual MSD.


2.1.2 Audición

La principal estructura en la audición es el oído, el oído se divide en tres partes, las cuales
son fundamentales para un adecuado funcionamiento de la función auditiva, ya que son las
encargadas de detectar el sonido. Los sonidos tienen tres dimensiones perceptivas
diferentes: tono, volumen y timbre.

Anatomía del oído:

Oído externo: Constituido por el pabellón auricular, la concha y el conducto auditivo. La


función principal de esta parte del oído es recoger la energía sonora y dirigirla hacia el
tímpano o membrana timpánica a través del canal auditivo.
Oído medio: Se encuentra justo detrás de la membrana timpánica y está conformado por
el martillo, yunque y estribo, también conocidos como huesecillos del oído medio. Esta se
encarga de que las vibraciones se transmitan a la cóclea, que es la estructura que se
encuentra ubicada en el oído interno y que contiene los receptores auditivos.
Oído interno: Se ubica la cóclea, estructura cuya forma es parecida a la de un caracol y se
encuentra llena de fluido. La cóclea está dividida en tres partes: la rampa vestibular, la
rampa media y la rampa timpánica y, además, contiene al órgano de Corti, que es el órgano
receptor.

Figura 4: Oído

Nota: Recuperado de Estructuras principales de la audición: Sánchez (2013).


2.1.3 Sistemas corporales y químicos (Gusto y olfato)

El gusto es el resultado que obtenemos de nuestro sistema gustativo cuando una o varias
substancias se encuentran disolviéndose en nuestra boca. No obstante, cabe destacar que,
al ingerir alimentos, el sistema olfativo también es estimulado y, junto con el gusto, produce
la sensación del sabor. Cualquier sabor puede ser detectado a lo largo de toda la lengua,
pero regiones concretas de este órgano tienen umbrales diferentes de estimulación y esto
provoca que estas regiones sean más sensibles a un sabor u otro.

Figura 5: Gusto

Nota: Regiones perceptivas de sabores según la zona de la lengua y los tipos de papilas
que se encuentran en este órgano, recuperado de Ayón (s/f)

Les células receptoras olfativas están conformadas por neuronas bipolares, con una
proyección dendrítica hacia la superficie de la mucosa olfatoria donde proyectan sus cilios
(el moco es el lugar donde las partículas olorosas se descomponen para unirse a los
receptores de los cilios de estas neuronas). Los axones de las células mitrales se proyectan
hacia la amígdala; ésta envía la información al hipotálamo y éste a la corteza orbitofrontal,
a través del núcleo dorsomedial del tálamo.
Figura 6: Olfato

Nota: Estructuras del órgano olfatorio que participan en la recepción de los estímulos que
se traducen en señales nerviosas, recuperado de García (2013)

2.1.4 Sistema somatosensorial

Engloba cuatro sentidos corporales: el tacto, la propiocepción, la percepción de la


temperatura y el dolor. El sistema somatosensorial se extiende a través de todas las
regiones importantes del cuerpo del mamífero (y otros vertebrados). Se compone de
receptores sensoriales y neuronas sensoriales (aferentes) en la periferia (piel, músculo y
órganos), hasta neuronas más profundas dentro del sistema nervioso central.
Las zonas con mayor representación cortical son aquellas partes del cuerpo que
desempeñan un papel fundamental en la discriminación táctil y de las que se debe tener
información sensorial precisa.
La cantidad de corteza cerebral destinada a una determinada parte del cuerpo, se relaciona
con la cantidad de aferencias sensoriales que llegan de aquella zona, a esta representación
se le conoce como homúnculo motor.
Responsabilidad de la sensibilidad táctil, sensación de la presión, dolor y
propiocepción, esta representación se le conoce como Homúnculo sensorial.
Figura 7: Sistema somatosensorial

Nota: Homúnculo sensorial recuperado de Blay (2018).

2.1.5 Control del movimiento

Se plasma en su división en diferentes niveles de control. Las motoneuronas de la médula


espinal forman el nivel inferior de control motor, que regula la actividad de los músculos y
que, en función de la información sensorial, realiza rápidos ajustes a través de circuitos
reflejos.
Los distintos niveles de control están conectados por medio de vías nerviosas, como las
vías descendentes que transcurren por la médula. A su vez, todos los centros motores
reciben axones de diferentes áreas sensoriales, lo que permite la adecuación de la
actividad al medio y posibilita la rápida corrección del movimiento en caso de que sea
necesario.

Reflejos monosinapticos: Están unidos en la sustancia gris mediante una única sinapsis, la
neurona aferente realiza sinapsis en las dendritas de una motoneurona α-eferente.
Reflejos polisinapticos: La conexión entre los haces aferentes y eferentes implica múltiples
sinapsis, tanto en el nivel medular, en las interneuronas de la sustancia gris, como a través
de centros corticales o del tronco encefálico.
Figura 8: Reflejos monosinápticos y polisinápticos

Nota: Vías de los reflejos monosinápticos y polisinápticos, recuperado de universidad


nacional de Córdoba (2018).
2.1.6 Interocepción

Existen receptores en sus músculos y articulaciones, también los hay dentro de sus
órganos, incluyendo la piel, forman parte de la interocepción, éstos envían información a
su cerebro acerca del interior de su

cuerpo. Esto ayuda a regular funciones vitales como la temperatura del cuerpo, el hambre,
la sed, la digestión y el ritmo cardiaco, se encuentran esparcidos por todo el organismo,
generalmente en todos los órganos principales y en los vasos sanguíneos.
Existen estudios con niños que han sido víctimas de violencia, que demuestran la alteración
en estas funciones sensoriales y motoras, se encuentra conservada la percepción táctil; la
percepción visual es adecuada excepto cuando se involucra el componente emocional; y
en lo auditivo existe déficit en percepción de sonidos ambientales y verbales (Cobos et al.,
2016).
2.2 Aprendizaje y Memoria
El aprendizaje y la memoria son dos procesos cognitivos que van en conjunto y que algunos
autores definen como parte del mismo proceso, debido a que ambos conceptos hacen
referencia a la capacidad de un organismo de cambiar su conducta o funcionamiento como
parte de la experiencia (Pinel, 2007).
Figura 9: Conducta adaptativa

De manera particular se podría decir que el aprendizaje tiene qué ver con cómo diferentes
exposiciones a experiencias modifican la respuesta de un individuo ante uno o varios
eventos. Mientras que la memoria alude a cómo éstos cambios se almacenan o guardan
para utilizarlos en otros momentos, a manera de una bodega de conocimientos que se
pueden usar cuando se requiera (Pinel, 2007).

Si no tuviéramos aprendizaje y memoria, sería difícil tener respuestas automatizadas para


algunas cosas cotidianas como: llamar a alguien familiar por su nombre, siempre sería un
extraño; aprender a comer, caminar, peinarnos, probablemente cada día sería una lucha
por saber cómo hacerlo; no tendríamos la oportunidad de saber sobre otros idiomas incluso
sobre el nuestro; la capacidad de perfeccionar el uso de un instrumento musical se vería
mermada; etc. Como se ha visto en algunos modelos animales o personas que han sufrido
alguna lesión cerebral por patología o accidentes, el daño en el cerebro puede repercutir
en alteraciones de tipo amnésicas (pérdida de memoria). Por lo que el cerebro es un órgano
esencial para dichas actividades (Pinel, 2007).

2.3 El aprendizaje desde una perspectiva neurobiológica

Como se mencionó en el apartado anterior el estudio de la memoria ha tenido inicios a


partir de la comprensión de las bases neurobiológicas de algunas patologías. Por ejemplo,
el caso del paciente H.M. quien padecía una epilepsia refractaria (no muestra mejoría con
tratamiento farmacológico) a quien se decidió extirpar parte del lóbulo temporal donde se
encontraba el foco epiléptico y después del procedimiento quirúrgico mostró dificultades en
la memoria a largo plazo (Pinel, 2007).
Figura 10: Lobulectomía

Nota: Lobulectomía temporal medial. Las partes de los lóbulos temporales mediales que se
extirparon en el encéfalo de H. M se ilustran en una vista de la cara inferior del encéfalo.
Recuperado de Pinel, 2007.

Actualmente los estudios neurocientíficos muestran que el aprendizaje no solamente requiere


un cambio en el comportamiento del individuo, sino también conlleva cambios en la esfera
cognitiva y en la anatomía-fisiología del sistema nervioso (Aguilar et al., 2010).

Aprender requiere memorizar, proceso por el cual el conocimiento adquirido se codifica, se


almacena y queda disponible para su reutilización en el momento indicado. Estos procesos
tienen su correlato neural, es decir, hay cambios en el cerebro asociados con la adquisición
de aprendizaje y almacenaje de los mismos (Aguilar et al., 2010).

Dicho de otra forma, los cambios en el funcionamiento y estructura del cerebro se llama
neuroplasticidad que es el proceso intrínseco del cerebro debido a la estimulación diaria y a
las experiencias que se acumulan a lo largo de la vida (Aguilar et al., 2010).

La neuroplasticidad es un proceso de adaptación constante, mediante el cual las neuronas


consiguen aumentar o eliminar sus conexiones con las otras neuronas de forma estable a
consecuencia de la experiencia, aprendizaje, estimulación sensorial y cognitiva. De ahí la
importancia de mantenerse siempre activo para generar cambios plásticos en nuestros
cerebros y la explicación de que ante una lesión cerebral logremos readaptarnos (Aguilar et
al., 2010).

El aprendizaje y la memoria no se llevan a cabo en una estructura específica del cerebro sino
se llevan a cabo en diferentes estructuras del cerebro orquestadas para un fin como la
adaptación de un organismo (Aguilar et al., 2010).

Santiago Ramón y Cajal propuso la plasticidad en el número y fuerza de las conexiones


neuronales como la base física/orgánica del aprendizaje y soporte de la memoria.
Posteriormente, Donald Hebb mencionó la plasticidad como el mecanismo por el que la
coincidencia de la actividad pre y post-sináptica podría modificar las conexiones neurales en
determinadas estructuras del cerebro, es decir, la repetición de activación de circuitos por

exposición a una experiencia generaría una asociación entre los circuitos activados y eso
definiría o sería el correlato fisiológico del aprendizaje y la memoria (Aguilar et al., 2010).
Figura 11: Principio de Hebb y Potenciación a largo plazo.

Nota: Potenciación a largo plazo: cambios en la estructura cerebral y en su respuesta


electrofisiológica ante el aprendizaje. Recuperado de. Cerebro y Adicción (Redolar 2015).

2.4 La memoria desde una perspectiva neurobiológica

El estudio neurocientífico ha permitido tener una aproximación al estudio de la memoria en


donde se ha documentado que existen diferentes tipos de memorias y que cada una
corresponde a la actividad de zonas cerebrales diferenciadas, es decir, el correlato
neuroanatómico es diferencial.

Figura 12: Memoria

Nota: Estructuras del encéfalo que se ha demostrado que intervienen en la memoria (Pinel,
2007).

A groso modo, si hablamos de la temporalidad en la que permanece la información


novedosa en nuestro cerebro se ha distinguido la memoria a corto y largo plazo.
Figura 13: Características de la memoria a corto y largo plazo

Nota: En términos de aquella memoria que se vale del uso del lenguaje para evidenciarse
se le conoce como declarativa y la que no requiere de medios verbales para ponerla en
marcha es procedimental.

Figura 14: Características de los tipos de memoria

Nota: Adaptado de Pinel, 2007; Ardila y Roselli, 2007.

2.5 Plasticidad neuronal

Hasta hace pocos años se pensaba que el cerebro una vez desarrollado no tenía
oportunidad de modificarse, actualmente se conoce que el cerebro no es un órgano
invariable aún hablando del cerebro de un adulto o adulto mayor, por el contrario es plástico
lo que indica que es susceptible de sufrir modificaciones (desarrollo, mantenimiento y
reorganización) a lo largo de la vida por influencia de la genética y del medio ambiente
(Pinel, 2007).

Figura 15: Neurogénesis

Neurogénesis adulta. En la parte


superior de la figura se muestran
nuevas células en la circunvolución
dentada del hipocampo —los
cuerpos celulares de las neuronas
están teñidos en azul, los
neurogliocitos maduros lo están en
verde y las nuevas células en rojo—
. En la parte inferior se muestran las
nuevas células de la parte superior
con más amplificación, lo que hace
evidente que las nuevas células han
absorbido tanto el tinte azul como el
rojo y son, por lo tanto, nuevas
neuronas (Pinel, 2007).

Nota: recuperado de Pinel, 2007.

Efecto de unos cuantos días de privación monocular temprana en la estructura de los axones
que proyectan desde el núcleo geniculado lateral a la capa IV de la corteza visual primaria.
Los axones que transmiten información desde el ojo con privación sensitiva presentaron una
ramificación bastante menor (Pinel, 2007).

El cerebro se ve modificado por factores genéticos (desarrollo), nivel de actividad neural


(principio de Hebb) y periodos críticos del desarrollo (Pinel, 2007).

Los efectos de la plasticidad cerebral están estrechamente vinculados con el aprendizaje y


la memoria; especialmente los fenómenos plásticos de la potenciación a largo plazo y
depresión a largo plazo (Purves et al., 2008).

2.6 Trastornos relacionados con el aprendizaje y la memoria

Los trastornos relacionados con la memoria y aprendizaje se clasifican en distintas


categorías y dependen de muchas etiologías.
Uno de los trastornos con mayor énfasis es el Trastorno específico del aprendizaje (TEA) ,
que se caracteriza por presentarse de manera más frecuente en hombres que en mujeres, se
detecta por lo regular en la etapa escolar cuando existe la posibilidad de que el menor
interactúe con sus pares (Yáñez, 2016).

A continuación, se colocan algunas características del TEA (Yáñez, 2016):

Figura 16: TEA

Nota: Características para el diagnóstico del TEA. Adaptado de Yáñez, 2016

Figura 17: Dominios y Subdominios del TEA

Nota: Recuperado de Yáñez, 2016.

La incidencia de los trastornos de aprendizaje va de 2% a 30% y se ha asociado con baja


autoestima y déficit en habilidades sociales. La investigación ha demostrado un alto grado de
asociación entre el ambiente familiar y el rendimiento escolar, por ejemplo, algunos estudios
sugieren que el bajo rendimiento escolar se asocia con limitación intelectual, el recibir poca
atención y apoyo paterno, con el consumo de alcohol y la violencia familiar. Ello enfatiza la
importancia de la función del padre y de la madre en proveer un ambiente que favorezca el
desarrollo y crecimiento de sus hijos (Acuña et al., 2004).

En cuanto a los trastornos de memoria pueden ser originados por numerosas circunstancias.
Los síndromes amnésicos puros permanentes obedecen a lesiones del hipocampo o del
parahipocampo de origen metabólico (síndrome de Korsakoff, encefalitis límbica), vascular,
infeccioso (encefalitis herpética) o, más raramente, neurodegenerativa. Los trastornos
cognitivos más globales derivan, en su mayoría, de un síndrome demencial (Mahieux, 2008).

A continuación, se coloca un cuadro que describe los principales trastornos de la memoria y


algunas características clínicas que se pueden contemplar, algunas de ellas derivan en
síntomas relacionados con la violencia o agitación (Mayorga, 2017).

Figura 18: Trastornos de memoria

Nota: Recuperado de Mayorga, 2017.


Unidad 3: Neurobiología de la conducta

Esta unidad tiene el objetivo de identificar el proceso neurobiológico de la conducta humana


retomando el tema de motivación desde una perspectiva biológica, también, se contempla a
la neurobiología del sueño y los trastornos relacionados al sueño-vigilia, a fin de llegar a un
entendimiento del componente biológico de la motivación y el funcionamiento de los ritmos y
relojes biológicos humanos.
3.1 Neurobiología de la conducta motivada
La motivación es causa de que realicemos determinados comportamientos, por lo tanto, la
raíz latina de la palabra motivación, se refiere a “moverse”, de modo que el estudio de la
motivación es el estudio de la acción, es decir, de aquello que contribuya para que realicemos
ciertos comportamientos (Mestre, Palmero, 2004).
Reeve (2001) señala que la motivación se refiere al proceso psicológico que trata de explicar
las causas de la conducta y sus variaciones, desde que inicia hasta que finaliza, en este
proceso actúan fuerzas que provienen del interior del individuo (estímulos internos) y de
factores ambientales (estímulos externos); con ello se proponen factores que motivan la
conducta como se muestra la Tabla 1.
Tabla 2. Factores que motivan a la conducta

Factores que motivan la conducta

Necesidades Cogniciones Emociones

Todas aquellas necesidades Eventos mentales en forma de Ocurren como resultado de un


fisiológicas para el expectativas, hace referencia a estímulo externo que es
mantenimiento de la vida y la pensamientos y creencias que interpretado por el organismo y
supervivencia, es decir, tienen la finalidad de alcanzar surge la activación
aquellas acciones que que metas y objetivos
derivan de una necesidad y se
concretan en satisfacción por ejemplo: corren un
maratón, titulares de la
por ejemplo: hambre, sueño, licenciatura, etc.
sed, sexualidad, etc.
Nota: Recuperado y modificado de Peña y Catoño (2017).

Respecto a las fases o mecanismos que caracterizan a la motivación se encuentra la


anticipación; actividad y dirección; realización y retroalimentación (feedback) y por último los
resultados, hay que resaltar que este proceso no es lineal, es cíclico y como se verá durante
toda la unidad cada uno de ellos puede estar regulado por factores neurobiológicos, a
continuación, en la Figura 1 se observa la representación esquemática de las fases o
mecanismos que caracterizan a la motivación.
Figura 19. Fases o mecanismos que caracterizan a la motivación

Activación y dirección
Anticipación
El motivo activado legitima la
Inicia la influencia del motivo conducta que le sigue para
sobre la conducta alcanzar la satisfacción del
motivo

Fases o mecanismos de conducta motivada

Resultado Realización y feedback


La persona vive la
consecuencia de la El individuo realiza las
satisfacción de su motivo. Si conductas que lo aproximan
el motivo no se satisface, la a su meta. Recibe
conducta puede persistir retroalimentación del éxito o
hasta alcanzar el motivo fracaso de sus conductas

Nota: Recuperado y modificado de Peña y Catoño (2017).

3.1.1 Comunicación neurobiológica


El sistema de recompensa es el responsable de la sensación subjetiva de placer, es decir,
este sistema tiene el objetivo de conseguir que el individuo quiera repetir una serie de
comportamientos gracias a la sensación placentera que recibimos al realizar ciertas acciones,
por ejemplo, comer alimentos deliciosos, mantener relaciones sexuales, jugar videojuegos, ir
de compras, hacer deportes extremos, o consumir una sustancia ilícita altamente adictiva.
Asimismo, el sistema de recompensa también influye sobre la memoria y el aprendizaje,
porque, el individuo recuerda y repite las acciones que le generan placer, y evita aquellas que
le producen una sensación desagradable (Mantero, 2018).
De esta manera, el sistema de recompensa está formado por un conjunto de estructuras del
encéfalo, por lo tanto, no se encuentra ubicado en una única zona, sino que está formado por
un conjunto de estructuras situadas en diferentes partes del cerebro e interconectadas entre
sí. Las dos estructuras más importantes son el Área Ventral Tegmental y el Núcleo
Accumbens, pero, también, participan otras áreas como el hipotálamo, el hipocampo, la
amígdala, la corteza prefrontal, el pálido ventral y la glándula pituitaria (Mantero, 2018). En la
figura 2 se observa las dos estructuras más importantes del sistema de recompensa.
Figura 20. Estructuras más importantes del sistema de recompensa

Nota: Recuperado y modificado de Roso et al. (2009).


Respecto al Área Ventral Tegmental (VTA) en ella se alberga una población heterogénea de
neuronas que contienen múltiples neurotransmisores, entre ellos la dopamina, por lo tanto, el
Sistema dopaminérgico del área ventral tegmental ha sido implicado en la estimulación
psicomotora, aprendizaje, memoria y comportamiento dirigido a objetivos, mientras que en
otras áreas, como es el sistema límbico las neuronas dopaminérgicas tienen un papel
decisivo en la activación en los estados emocionales (Mantero, 2018).
Las vías dopaminérgicas con mayor contribución en la motivación en el Área Ventral
Tegmental son la mesolímbicas y mesocorticales que comunican al núcleo accumbens, al
estriado y a la corteza frontal, tres estructuras muy importantes para que se dé la motivación
(Centro de Integración Juvenil, 2016). Lo anterior se puede observar en la figura 3.
Figura 21. Vías dopaminérgicas

Nota: Recuperado y modificado de Pngwing (22 de abril del 2022)


Mientras que el Núcleo Accumbens está especialmente involucrado en la integración de la
motivación y activación de la acción motora, es decir, el principal papel neurobiológico que
tiene el Núcleo accumbens es transferir información motivacional relevante para que se
codifiquen actos motores (Mantero, 2018).
Otro ejemplo que está relacionado con la motivación es la estimulación eléctrica, por ejemplo,
la estimulación eléctrica que se puede presentar en el hipotálamo puede actuar como refuerzo
o recompensa de la conducta independientemente de la presencia o ausencia de necesidad,
debido a que la estimulación eléctrica del cerebro actúa como recompensa porque 1) provoca
un estado instintivo y 2) recluta sistemas neuronales que habitualmente se activan por
estímulos reforzadores (Kandel, 2000).
Otros autores como Bentosela y Mustaca (2003) postulan que la corteza orbitofrontal está
involucrada en el procesamiento motivacional del estímulo y en el procesamiento emocional,
por sus conexiones con el sistema límbico a través de la amígdala (basal y lateral), el
subículum y la corteza entorrinal y perirrinal. Por otro lado, la corteza orbitofrontal tiene
conexiones con el hipotálamo y la sustancia gris periacueductal por la cual modula un
conjunto de funciones fisiológicas que dependen del control autonómico que se produce como
reacción emocional frente a los estímulos.
Comunicación neurobiológica en personas que ejercen violencia
Ortega y Alcázar (2016) indican que las estructuras del Sistema Nervioso que están
involucradas en la violencia son:

● Amígdala: Se ha demostrado que la amígdala dorsal presenta un papel de control y


la amígdala ventral uno de activación; dada su conexión con la corteza orbito-frontal
que tiene que evaluar e integrar los estímulos que recibe de las áreas corticales
sensoriales de asociación y de la propia amígdala. Dicha activación se pondría de
manifiesto en los sujetos agresivos por falta de evaluación e integración de la
información procedente desde la corteza prefrontal. Estudios que se han realizado con
Tomografía de Emisión de Positrones (TEP) y Resonancia Magnética Funcional
(RMf), muestran la amígdala de asesinos, esquizofrénicos, epilépticos, etc.
encontraron una asimetría anormal en la actividad de la amígdala, mostrando la
amígdala izquierda una actividad reducida y la derecha una actividad aumentada.
● Hipotálamo: Un ejemplo de control hipotalámico de la agresión es el hamartoma
hipotalámico (con el nombre de hamartoma se conoce a un grupo de neuronas, glía o
manojos de fibras nerviosas que perdieron su camino en el momento de la migración
celular embrionaria, ubicándose en estructuras donde normalmente no deberían
estar). Pacientes que desarrollan esta malformación muestran un incremento de la
agresión y cuando se retira el hamartoma se abole la agresividad. Esto ha demostrado
que las funciones hipotalámicas están estrechamente ligadas con la agresión en
humanos.
3.1.2 Señales químicas
indica que la comunicación entre células puede establecerse a través de diversas
modalidades (Rodríguez, 2003), por ejemplo:
● Autocrina: cuando la célula receptora es del mismo tipo que la emisora
● Paracrina: si son células diferentes
● Yuxtacrina si la molécula señal no se separa de la célula emisora
● Endocrina: la comunicación puede darse aún cuando se encuentren a distancias
considerables y está mediada por hormonas
Por lo tanto, Rodríguez (2003) indica que la gran mayoría de la comunicación celular funciona
y se coordina por medio del sistema nervioso y hormonal, los cuales operan básicamente por
medio de mensajes químicos que pueden ser:
● neurotransmisores:
la neurotransmisión, que es una conducción química a través de células nerviosas se
puede dividir en tres tipos de comunicación:
○ La secreción neuroendocrina o neurosecreción, en la cual una célula formada
a partir de tejido nervioso secreta su mensaje al torrente sanguíneo.
○ La acción comunicativa que se produce entre células cercanas recibe el
nombre de paracrina.
○ Por último, tenemos la comunicación autocrina, en la que el mensaje químico
actúa sobre las mismas células que lo sintetizan
● Hormonas: Una hormona es una sustancia química liberada por una glándula
endocrina y transportada a través del torrente sanguíneo a otro tejido conocido como
“tejido blanco” en donde actúa para regular las funciones de éste, es decir, En la
comunicación endocrina u hormonal, las células de las glándulas de secreción interna
vierten sus mensajeros (hormonas) al torrente circulatorio, y así éstas viajan por todo
el organismo, interactuando con algunas células que son receptoras para determinado
mensajero, dichas células son conocidas como “células blanco”. Lo anterior nos indica
que el mensajero es selectivo, es decir, va dirigido únicamente a algunas células que
pueden “escucharlo”.
Las señales químicas que actúan en nuestro cerebro, permiten indicarles a las neuronas
cuando activarse o inhibirse. En general, las señales químicas de esta activación o inhibición
neuronal están dada por los neurotransmisores, sin embargo, antes de liberar los
neurotransmisores en las hendiduras sinápticas, existen compuestos químicos que pueden
actuar como señalizadores para comenzar o parar la neurotransmisión, mediante su
transformación por reacciones químicas. Otro ejemplo de señales químicas es la síntesis de
la noradrenalina, el cual, su compuesto inicial también es la Tirosina, sin embargo, esta
síntesis se lleva a cabo en las glándulas suprarrenales (Rodríguez, 2003)
La importancia de conocer a los precursores de los neurotransmisores es que muchos de
ellos se obtienen de los alimentos. Cuando existe una alteración en las señales químicas,
una recomendación es revisar la alimentación del paciente en cuestión; se ha demostrado
que personas con desnutrición pueden presentar alteraciones en el crecimiento cerebral y
en la síntesis de neurotransmisores (Garófalo et al., 2009).
3.1.3 Sistemas hormonales
Wong y Álvarez (2013) indican que las hormonas son compuestos químicos producidos en
diferentes estructuras del sistema nervioso y del sistema endócrino. En la neurofisiología, las
hormonas pueden tener efectos organizadores o activadores:
● El efecto organizador se refiere a la capacidad de las hormonas de influir en la
citoarquitectura y estructura del cerebro de manera permanente durante el desarrollo,
desde el período fetal hasta el final de la adolescencia, aunque algunos estudios
sugieren que este efecto se mantiene más allá del período de la pubertad; por ejemplo,
para el dimorfismo sexual (los órganos sexuales de ambos sexos). Otro efecto
organizador es por parte de las hormonas tiroideas, que son esenciales para el
desarrollo de la neurona durante los últimos meses de la vida fetal y el primer año de
vida. De producirse una carencia, se compromete la estructura y funciones de la red
neuronal, y sobreviene un tipo de retraso mental llamado cretinismo.
● El efecto activador se relaciona con la activación de células diana para facilitar
conductas en contextos específicos. Se trata de influencias transitorias, puntuales,
determinadas por la concentración de las hormonas en cada instante. Las hormonas
tiroideas, además de la función organizadora ya descrita, ejercen una importante
función activadora a lo largo de la vida del humano. Dos trastornos extremos de la
glándula tiroides son el hipertiroidismo y el hipotiroidismo.
Con la edad, el sistema endocrino va perdiendo la capacidad de frenar la liberación de
corticoides después que ha pasado la reacción de estrés. Considerando que la
degeneración de las neuronas del hipocampo deteriora los procesos cognitivos en el
envejecimiento, la secreción crónica de hormonas de estrés puede provocar daños en el
hipocampo, déficit de atención y memoria (Wong y Álvarez, 2013).
En la Figura 4 se puede observar al Sistema Endocrino y las hormonas más comunes que
podemos encontrar.
Figura 22. Sistema Endocrino y las hormonas más comunes.

Nota: Imagen Recuperada de la Universidad de Guanajuato (2018).

Mientras que en la tabla 2 se puede apreciar los diferentes órganos que componen el
Sistema Endocrino y su funcionalidad en el cuerpo humano.
Tabla 3. Órganos que componen el Sistema Endocrino y su funcionalidad en el cuerpo
humano.

Sistema endocrino Función

paratiroides Alojadas en la glándula tiroides se encuentran las paratiroides, cuatro órganos minúsculos que controlan y
equilibran los niveles de calcio y fosfato en el cuerpo, lo que a su vez influye en los niveles de excitabilidad

Glándula tiroides Regula el estado de alerta y de energía, el peso corporal

Una tiroides demasiado activa produce diversos síntomas: excesiva excitabilidad, insomnio, menor lapso de
atención, agitación, y decisiones precipitadas, así como menor concentración y dificultades para centrarse en
una tarea

Muy poca tiroxina lleva al otro extremo: el deseo constante de dormir y sentirse cansado después de hacerlo

Glándula pineal La glándula pineal, del tamaño de un guisante, se localiza en la mitad del encéfalo. Secreta la hormona
melatonina que ayuda a regular los ciclos de sueño-vigilia.

Páncreas controla el nivel de azúcar en la sangre, secreta dos hormonas reguladoras: insulina y glucagón. Esas dos
hormonas trabajan en oposición para mantener un balance apropiado del nivel de azúcar en la sangre. La
producción insuficiente de insulina produce diabetes mellitus, un trastorno crónico caracterizado por un exceso
de azúcar en la sangre y en la orina; la secreción excesiva de insulina da lugar a la fatiga crónica o
hipoglucemia, una condición en la que hay muy poca azúcar en la sangre

Hipófisis se localiza en la parte inferior del encéfalo, está conectada con el hipotálamo. La hipófisis produce el mayor
número de hormonas diferentes y por tanto tiene la gama más amplia de efectos sobre las funciones del
cuerpo. La hipófisis influye en la presión sanguínea, la sed, las contracciones del útero durante el parto, la
producción de leche, la conducta e interés sexual, el crecimiento del cuerpo, la cantidad de agua en las células
corporales, entre otras funciones. A menudo se le llama la “glándula maestra” debido a su importante papel
en la regulación de otras glándulas endocrinas.

Gónadas Las gónadas (los testículos en los varones y los ovarios en las mujeres) secretan hormonas que
tradicionalmente han sido clasificadas como masculinas (los andrógenos) y femeninas (los estrógenos).
Ambos sexos producen los dos tipos de hormonas, pero los andrógenos predominan en los varones mientras
que los estrógenos predominan en las mujeres. Esas hormonas desempeñan varias funciones importantes en
la organización del desarrollo humano.

Nota: información recuperada de Mestre y Palmero (2004).

3.1.4 Comunicación a través de neurotransmisores


Las neuronas se comunican entre sí a través de un sistema rápido, preciso y sumamente
sofisticado que requiere energía e interacciones químicas, formando redes de comunicación
que transmiten señales por zonas definidas del sistema nervioso puede ser de manera
eléctrica o química, esta última sucede cuando no hay continuidad física entre ellas mediante
los neurotransmisores (Rodríguez, 2003)
por lo tanto, un neurotransmisor es una sustancia química o biomolécula, llamado también
mensajero químico, cuya principal función es la transmisión de información de una neurona
a otra atravesando el espacio sináptico que separa dos neuronas consecutivas, afectándola
de forma específica (Carlson, 2008)
De esta manera la transferencia de información entre neuronas se da en sitio sináptico en
este lugar se liberan sustancias químicas o mensajeros químicos (neurotransmisores) que
pueden excitar o inhibir a la neurona. En las condiciones de reposo, el neurotransmisor se
encuentra almacenado en vesículas del botón sináptico de la neurona (específicamente en
los axones) que libera el contenido al exterior en respuesta a la estimulación. Cuando se
libera el mensajero químico y se une a los receptores se ponen en marcha para inhibir o
recapturar en las bombas en la terminal (específicamente en el botón dendrítico). En la figura
5 se puede observar de manera gráfica dicho proceso (Rodríguez, 2003)
Figura 23. Neurocomunicación

Nota: su acción inicia al ser liberado en la extremidad de una neurona (axón), mientras se
desarrolla la propagación del influjo nervioso, fijándose en los puntos precisos de la
membrana de la neurona siguiente (dendritas).

Carlson, (2008) refiere que para ser considerado un neurotransmisor debe cumplir con los
siguientes criterios:
● Se sintetiza en la neurona.
● Está presente en la neurona presináptica.
● Se libera en cantidad suficiente para producir un efecto postsináptico.
● Produce el mismo efecto si se libera de forma natural (endógena) o si se aplica como
fármaco (exógena).
En condiciones de reposo, se encuentra almacenado en vesículas en el botón sináptico.
Por lo tanto, existen muchos tipos de neurotransmisores y generalmente se agrupan en tres
grandes categorías, en la Tabla 3 podemos observar al grupo que pertenece el nombre del
neurotransmisor y sus funciones
Tabla 4. Clasificación de los neurotransmisores por categoría o grupo

Grupo
Nombre Funciones

Ácido Gamma Aminobutírico


Funciones inhibidoras
(GABA)

Glutamato Funciones excitadoras


Aminoácidos

Contracción muscular. Regulación de la función cardiaca. Motilidad


Acetilcolina gastrointestinal. Regulación de secreciones glandulares

Control motor. Participa en los procesos de motivación y en diferentes


Dopamina
procesos cognitivos

Noradrenalina
Atención, estado de alerta y vigilancia, regulación del hambre y
saciedad. Aumento de la frecuencia cardiaca y regulación de la tensión
Monoaminas arterial. Procesos relacionados con el aprendizaje
Adrenalina

Regulación de la función cardiovascular y gastrointestinal. Agregación


Serotonina plaquetaria. Procesos cognoscitivos. Percepción sensorial. Regulación
de la temperatura y del dolo

Endorfinas

Modulación del dolor y del comportamiento afectivo. Funciones


Péptidos Encefalinas
neuroendocrinas y regulación del sistema nervioso autónomo

Dinorfinas

Nota: información recuperada del Centro de Integración Juvenil (2016).

El comportamiento agresivo y los neurotransmisores


El comportamiento agresivo está relacionado con diversos sistemas de neurotransmisores.
Entre ellos, el sistema dopaminérgico y el serotoninérgico, que se encargan de modular las
respuestas al medio ambiente y, por tanto, se relaciona profundamente con la agresividad
(Castillo et al., 2014)
● Dopamina y agresividad: Se ha determinado que la alteración genética de los
receptores de dopamina está implicada en la respuesta de agresividad. La función de
estos receptores trae consecuencias metabólicas que repercuten en el aumento de
calcio intracelular. Estas concentraciones de calcio provocan una hiperactividad de las
neuronas dopaminérgicas, las cuales desempeñan un papel importante en la
conducta agresiva.
● Serotonina y agresividad: La conducta agresiva manifestada por los pacientes
correspondía a alteraciones de la enzima monoamino-oxidasa A (MAO-A); dicha
ineficiencia de la enzima era consecuencia de una mutación puntual. Estudios
postmortem de sujetos con antecedentes de conducta suicida, violenta y
autoagresiva, revelan alteraciones de los receptores pre-sinápticos y post-sinápticos
de la corteza prefrontal y ventromedial, asociadas a una falla en la expresión
enzimática implicadas en la síntesis y el metabolismo de la serotonina, como
consecuencia de alteraciones genéticas, que inclusive afectan también a las propias
neuronas serotoninérgicas. Todo lo anterior conlleva a la hiperactividad del sistema
límbico y la alteración de los umbrales de excitación neuronal, consecuencia de
mutaciones puntuales del gen MAO-A.
En la figura 6 se puede observar de manera esquemática la vías dopaminérgicas y las vías
serotoninérgicas
Figura 24. Ruta de la comunicación por neurotransmisores, dopamina y serotonina.

Nota: Recuperado de Gratacós (s/f)

3.2 Neurobiología del ciclo sueño vigilia


El estudio de la conducta humana debe incluir el sueño, debido a que un ser humano pasa
una tercera parte de su vida durmiendo, es en este sentido que cobra importancia su estudio.
Cuando un organismo duerme se presentan algunas características principales, como: la
actividad somática es reducida, la excitabilidad ante la gran cantidad de estímulos disminuye,
los organismos pueden despertarse con un estímulo sensorial fuerte, y en el caso de los
humanos, el estado de alerta disminuye y se es incapaz de recordar lo que sucede mientras
se duerme.
3.2.1 Ciclo Sueño-vigilia
En el mundo en el que vivimos las 24 horas del día oscilan entre horas de luz y oscuridad,
esto ha hecho que la mayoría de seres vivos se hayan adaptado a los cambios del entorno
desarrollando así los ciclos circadianos. De esta manera, la mayoría de especies presentan
un ciclo circadiano regular de sueño-vigilia. Este ciclo depende de las necesidades de cada
especie, por ejemplo, los animales nocturnos como las ratas, usan el día para dormir y por la
noche permanecen despiertos, mientras que los seres humanos ocupan el día para satisfacer
sus necesidades y la noche para dormir.
Los ritmos circadianos son sincronizadores, lo cual quiere decir que son marcadores de
tiempo, cuando hablamos del sueño-vigilia es evidente notar que se encuentra marcado por
el ciclo de luz-oscuridad, para ello se requiere también que nuestro sistema perciba los
cambios de luz en el ambiente, lo cual puede lograrse gracias a los axones que se encuentran
en el tracto retinohipotalámico que se proyecta hacia el núcleo supraquiasmático (NSC) del
hipotálamo anterior, que es donde se encuentra el control circadiano de las funciones
homeostáticas.

Figura 25: Ciclos circadianos

Nota: Recuperado de National Institute of General Medical Sciences (2021)

3.2.2 Sistemas de regulación


Existen dos áreas del encéfalo involucradas en la regulación del sueño: el hipotálamo
posterior y el hipotálamo anterior, se piensa que la región anterior del hipotálamo y el
prosencéfalo basal adyacente inducen al sueño, y que la región del hipotálamo posterior y el
mesencéfalo adyacente inducen a la vigilia.
Figura 26: Región anterior y posterior del hipotálamo

Nota: Recuperado de Pinel (2007)

El sueño REM se encuentra regulado por una serie de núcleos dispersos por toda la formación
reticular. Algunos autores han sugerido que un nivel alto de actividad en la formación reticular
produce vigilia, mientras que un bajo nivel produce sueño (Pinel, 2007). Esta propuesta ha
sido tan aceptada que se ha considerado a la formación reticular como el sistema reticular
activador, aun cuando mantener la vigilia sólo es una de las funciones de los muchos núcleos
que incluye.
3.2.3 Caracterización del sueño. Fases, ondas y aspectos neurobiológicos
Tabla 5: Fases del sueño

Fases del Sueño Características

Sueño estadio I Es una transición entre el sueño y la vigilia, por


lo que consiste en una actividad EEG de fondo
de bajo voltaje y alta frecuencia, propia de la
vigilia activa.

Sueño estadio II Durante esta fase la actividad EEG es irregular,


disminuyendo la frecuencia en sus ondas y
aumentando su amplitud, incluyendo periodos
de actividad theta (husos del sueño).

Sueño estadio III Esta fase se define por la presencia ocasional


de ondas delta, por lo que también es conocida
como sueño de ondas lentas

Sueño estadio IV En la somnolencia la frecuencia de la actividad


EEG, mientras que la amplitud de las ondas
corticales aumenta. Una vez que las personas
llegan a esta fase de sueño permanecen un
tiempo y comienzan a retroceder a la fase 1.

Sueño con movimientos oculares Durante esta fase se presentan movimientos


rápidos (REM) oculares rápidos, existe pérdida del tono
muscular axial, el EEG presenta una baja
amplitud y una alta frecuencia, similar al estado
de vigilia. La actividad cerebral en aumenta en
varias estructuras y se aumenta la actividad del
sistema neurovegetativo.

Nota: Información recuperada de Carlson (2006)

3.2.4 Caracterización de la vigilia. Características y aspectos neurobiológicos.


Entre aquellos estudios realizados con el propósito de comprender cómo se genera y
mantiene el estado de vigilia, es de destacar el experimento de Moruzzi y Magoun (1949)
quienes describieron el sistema reticular ascendente como una de las bases anatómicas de
los mecanismos de alerta y del despertar. Sin embargo, este descubrimiento resultó parcial
en el sentido de que únicamente abarcaba la activación talamocortical, dejando de lado los
cambios motores, autonómicos y de tipo endocrinos, que son considerados componentes
descendentes de la reacción de despertar. De esta manera, la formación reticular (FR) es
también responsable de modificar de forma directa e indirecta la actividad de motoneuronas
y neuronas autonómicas preganglionares (Toterolo & Vanini, 2010).
Cabe señalar, sin embargo, que el estado de vigilia es variable, es decir, que no es lo mismo
un estado de alerta provocado por un estímulo nociceptivo, que aquél que es acompañado
por una intensa actividad motora, o el caso del estado de vigilia en reposo, ya que la actividad
relativa de los distintos componentes del sistema activador varía de acuerdo con el tipo o
nivel de vigilia. Esto ha sido demostrado a través de estudios experimentales en los que se
ha empleado la proteína Fos como índice de activación neuronal, encontrando que las
neuronas hipocretinérgicas se activan en la vigilia acompañada de actividad motora, pero
dejan de hacerlo durante una vigilia tranquila o con una actividad motora forzada.

Por otra parte, se ha relacionado al sistema serotoninérgico con la vigilia que es acompañada
por actividad motora estereotipada y de tipo automática, a diferencia de las neuronas
noradrenérgicas del locus coreolus que resultan críticas en el aumento de la vigilancia ante
estímulos novedosos (Op.cit.).

3.2.5 Trastornos relacionados al ciclo sueño-vigilia


Figura 27: Trastornos del sueño
Unidad 4: Neurobiología de la Conducta Sexual

4. Neurobiología de la conducta sexual

En general, la sexualidad puede subdividirse en tres categorías: sexo cromosómico, sexo


fenotípico e identificación de género.

Tabla 6: Definiciones de sexo y género

Concepto Definición

Sexo cromosómico Se refiere específicamente a los cromosomas


sexuales de un individuo. La mayoría de los
seres humanos tienen dos cromosomas X o un
cromosoma X y uno Y; XX es una mujer
genotípica y XY es un hombre genotípico.

Sexo fenotípico Se refiere al sexo de un individuo determinado


por sus genitales internos y externos, la
expresión de los caracteres sexuales
secundarios y su comportamiento. En los casos
prototípicos durante el desarrollo el genotipo XX
conduce a un individuo con ovarios, oviductos,
útero, cuello uterino, clítoris, labios genitales, y
vagina; esto es, una hembra fenotípica. El
genotipo XY conduce a una persona con
testiculos, epidídimo, conducto deferente,
vesículas seminales, pene y escroto, un macho
fenotípico.

Identidad de género La identificación de género u orientación sexual


implica la autovaloración en el contexto social o
cultural de la percepción personal subjetiva del
propio sexo y orientación sexual (Purves, 2016).

4.1.1 Señales neurobiológicas y neuroquímicas de la sexualidad humana

El funcionamiento sexual humano es resultado de factores biológicos, psicológicos y sociales,


o sea, interacción del ser humano con su ambiente. El sistema nervioso es el sistema de
percepción, pensamiento y control del organismo.

Los estímulos que llegan desde estas fuentes convergen en la médula sacra y, en el hombre,
dan como resultado, primero, la erección principalmente una función parasimpática, y luego
la eyaculación, una función simpática del sistema nervioso. Hay reflejos que, gracias al
dominio de la corteza cerebral, pueden ser sometidos a control voluntario. La micción, la
defecación, la eyaculación y el orgasmo se hallan sometidos a un cierto nivel de inhibición y
de facilitación voluntarios. En cambio, hay otras funciones que suelen permanecer
involuntarias, como por ejemplo la erección, la lubricación vaginal, la vasocongestión de los
órganos sexuales, el abombamiento de la vagina, la erección de los pezones, así como otros
reflejos no sexuales, como la dilatación pupilar, el ritmo cardíaco, la secreción gástrica y la
presión arterial.

Figura 28: Neurobiología de la sexualidad humana

4.1.2 Respuesta sexual humana

La erección es el primer efecto de la estimulación sexual masculina, y el grado de erección


es proporcional al grado de estimulación, tanto psíquica como física. La erección es causada
por impulsos simpáticos que se dirigen desde la porción sacra de la médula espinal a través
de los nervios erectores hacia el pene. Estos impulsos parasimpáticos dilatan las arterias del
pene, permitiendo de esta forma la acumulación de sangre arterial bajo alta presión en el
tejido eréctil del pene.

Durante la estimulación sexual, los impulsos parasimpáticos, además de promover la


erección, provocan la secreción de moco por las glándulas uretrales y las glándulas
bulbouretrales. Este moco fluye a través de la uretra durante el coito, colaborando en su
lubricación. La emisión y eyaculación son la culminación del acto sexual masculino.

Ahora bien, para provocar una respuesta sexual en la mujer, dependerá tanto de factores
psicológicos como físicos adecuados en los órganos sexuales. El deseo sexual va cambiando
durante el mes, lo cual está relacionado con los cambios hormonales propios del ciclo
menstrual, alcanza un pico alrededor de la ovulación, lo cual muy probablemente se debe al
incremento de los niveles de estrógenos periovulatorios, aunque no es la única manera en
que el deseo sexual se presente de forma incrementada, pues también dependerá de
estímulos ambientales que favorezcan o inhiban el deseo sexual incluso en la etapa
preovulatoria.
Figura 29: Respuesta sexual

4.1.3 Ciclo reproductivo humano

Podemos entender el ciclo reproductivo como un proceso biológico donde los seres vivos
pueden multiplicarse y así perpetuarse siguiendo sus características de especie y crear
nueva descendencia. El ser humano reproduce sus células de forma asexual y para
perpetuarse la reproducción sexual (Spencer, 2005, citado en Amante, 2019).

Figura 30: Ciclo del óvulo

Nota: Recuperado de Yucaan (24 de julio 2020)

4.1.4 Neurobiología de la conducta materna y filial

Se ha demostrado a través de estudios de resonancia magnética que existen cambios sobre


la plasticidad cerebral funcional materna, donde se crean nuevos circuitos relacionados a
aprendizajes que mantienen las relaciones materno-filiales y se relacionan con el parto, los
métodos de alimentación, especialmente la lactancia y el cambio hormonal, que suscita una
especial sensibilidad parental de protección al hijo. Inclusive se ha documentado que existen
cambios en la neurogénesis adulta asociadas al periparto que influyen en las conductas
postparto, así como en el rol de cuidado al bebé nacido, produciendo cambios favorables en
el estado de ánimo de la madre.

Los cambios postnatales son impresionantes desde la perspectiva neurológica y se deben en


gran parte a los niveles de oxitocina, impactando en el cerebro materno.

Figura 31. Efectos neurales en las madres

4.1.5 Diferencia entre sexualidad y género

El proceso de sexuación de una persona no depende de la edad cronológica, sino de la


posibilidad de sortear los diferentes obstáculos ambientales que se le van presentando en el
transcurso de su historia vital. Así se reconocen distintos momentos en su evolución
psicosexual. Se describen: una etapa autofílica (obtener placer consigo mismo), una etapa
isofílica (identificación placentera con el mismo sexo) y una etapa heterofílica (placer puesto
en el otro sexo).

El desarrollo de la personalidad sexual se establece por un guión personal, es decir, la


motivación interna que acompaña históricamente al individuo a través de la cual obtiene su
orientación sexual, que es la capacidad de sentir atracción erótica por objetos sexuales.

La identidad de género está directamente ligada al dimorfismo cerebral. Este permite y facilita
el aprendizaje de los roles sexuales propuestos por la cultura de acuerdo a la mayor o menor
consonancia con el dimorfismo genético sexual; por lo tanto, se aprende a ser varón o mujer
por las imágenes codificadas como correspondientes a la identidad de género (masculinidad
o feminidad) que el individuo internaliza psicológicamente. La formación de la identidad de
género es post- natal.
Figura 32: Sexualidad

Figura 33 Sexo y Género


4.1.6 Trastornos relacionados a la sexualidad humana

El DSM IV a las Disfunciones Sexuales como “las alteraciones en el deseo sexual, así como
cambios en la psicofisiología que caracterizan el ciclo de respuesta sexual y que causan
disturbios y dificultades interpersonales” (APA, 1994).

Trastornos del deseo sexual


● En las mujeres, estos pueden ser con causa orgánica identificable, en donde el factor
hormonal juega un papel muy importante en la función sexual femenina siendo los
estrógenos los encargados de mediar la respuesta sexual a través del sistema
nervioso central y periférico. Éstos afectan los umbrales de sensibilidad vibratoria y de
sensibilidad a la presión además de ejercer una función en pro de la vasodilatación ya
que regulan la síntesis de óxido nítrico. El factor emocional explica en forma muy
importante la disminución del deseo sexual.
● En el hombre pueden identificarse también los problemas con causa orgánica
identificable, como el hipogonadismo masculino; o con ausencia de patología
orgánica, que en este caso las causas se homologan a las causas en la mujer.

Trastornos de la excitación
● En las mujeres los problemas que mayormente se presentan, teniendo una causa
orgánica identificable, es la falla de lubricación vaginal. Cuando se presentan
problemas en ausencia de patología orgánica, podemos mencionar diversos factores
psicológicos como ansiedad en torno al compañero sexual o al acto sexual mismo,
culpa consciente o inconsciente derivada de una formación equívoca en relación a la
sexualidad, o algún grado de temor a ser dañada.
● En el hombre, la manifestación más frecuente en la fase de excitación sexual es la
Disfunción Eréctil, que se define como “el trastorno caracterizado por la incapacidad
para lograr y mantener una erección suficiente que permita un coito satisfactorio”.
Pueden tener un origen orgánico que se debe a enfermedades vasculares que
disminuyen el flujo sanguíneo peneano o alteraciones neurológicas que impiden la
erección. En ausencia de patología orgánica la disfunción eréctil también puede ser el
resultado de factores psicológicos y aún de tipo cultural.

Trastornos del orgasmo o disorgasmia


● Los trastornos del orgasmo o disorgasmia, en la mujer se define como orgasmo
inhibido, y consiste en la ausencia recurrente o persistente del orgasmo después de
una fase de excitación normal. El origen puede ser vascular (que impide la
vasocongestión genital), neural u hormonal, resultado de cirugías, trauma o fármacos
como los antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina. Existen múltiples
factores psicológicos que pueden dar lugar a trastornos del orgasmo, los que pueden
ser educativos o situacionales.
● En el hombre, la disfunción eyaculatoria se manifiesta como eyaculación precoz,
eyaculación retardada o eyaculación retrograda. La Eyaculación precoz se define
como una eyaculación persistente o recurrente con una mínima estimulación sexual.
Es frecuentemente por factores predisponentes como cuadros ansiosos con respecto
al desempeño sexual, temor inconsciente a la vagina o condicionamiento cultural.
Trastornos sexuales por dolor
● En la mujer existen dos tipos de trastornos sexuales que causan dolor: la dispareunia
y el vaginismo. Dispareunia es la presencia de dolor genital persistente o recidivante
durante el coito. El vaginismo, es la contracción involuntaria de los músculos
perivaginales que impide la penetración.
● En el hombre, puede llegar a presentarse dispareunia con frecuencia más baja.
Existen patologías que pueden causar dolor coital como el herpes genital, prostatitis,
enfermedad de Peyronnie (placas escleróticas que originan curvatura peneana).

También pueden llegar a presentarse trastornos o discapacidades que se clasifican en dos:

Tipo Directo
El primero es el tipo Directo, este ocurre cuando el cerebro, médula espinal o nervios que
transmiten información a los órganos sexuales pélvicos están afectados, o también, cuando
se ha producido daño directo a las estructuras de los órganos sexuales pélvicos (gónadas,
vasos sanguíneos, etc).
Tipo Indirecto
El segundo es de tipo Indirecto, aquí pueden incluirse todas las complicaciones o efectos
colaterales de personas que padecen de alguna discapacidad:
● Dolor, si es severo y persistente.
● Temor al daño físico o al desempeño
● Baja autoestima
● Disminución del control corporal voluntario.
● Actitudes de la familia y la pareja
● Efectos por medicamentos.

Para trabajar en la Reinscripción del Placer de las personas con algún trastorno o
discapacidad, debe considerarse lo siguiente:
● Un pene erecto no hace sólida una relación, como tampoco una vagina húmeda.
● La incontinencia urinaria no significa incompetencia sexual.
● La ausencia de sensaciones no significa ausencia de sentimientos.
● La imposibilidad de moverse no representa imposibilidad de sentir placer.
● La presencia de deformidades no significa ausencia de deseo.
● La dificultad para realizar el coito no significa incapacidad para disfrutar la sexualidad.
● La pérdida de la función de los órganos sexuales pélvicos no es la pérdida de la
sexualidad.

4.2 Neurobiología de la violencia

La violencia, según la Organización Mundial de la Salud, es: “El uso intencional de la fuerza
o el poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o
comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños
psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”. (Calzada, 2007).
La violencia de género es la fuerza que implica diferentes posiciones jerárquicas.

En relaciones donde se ejerce violencia de género y hay menores de edad involucrados,


existen tipos de exposición a la violencia de género para estos menores:
● Intervención: Los menores intentan proteger a la víctima y detener la agresión.
● Victimización: El menor es objeto de violencia física o psicológica durante la agresión
a la madre.
● Participación: El menor es obligado a participar de la agresión hacía su madre
● Ser testigo u observador visual: Los menores están visualizando de manera directa la
agresión hacía su madre.
● Ser testigo oyente: El menor escucha la agresión, pero no la ve.
● Observación de consecuencias inmediatas a la agresión: El menor ve las secuelas de
la agresión en su madre.
● Experimentar las secuelas de la agresión hacía la madre: El menor vive la
sintomatología de la madre a consecuencia de la violencia de género vivida por ésta.
● Escuchar sobre lo sucedido: El menor oye conversaciones entre adultos acerca de la
violencia de género que sufre su madre.
● Exposición inconsciente: Los menores ignoran los acontecimientos porque la agresión
sucedió cuando ellos no estaban.

Neurobiológicamente, la agresividad es regulada por la amígdala, y el hipotálamo interviene


a través del control que ejerce sobre la hipófisis; también juega un papel relevante la corteza
prefrontal que está ligada a la reflexión. En la corteza prefrontal se encuentran las ideas,
pensamientos y sentimientos, los cuales no son instintivos, sino que se adquieren a lo largo
de la historia personal. Según cómo se configuren, el individuo potenciará o inhibirá las
emociones; se puede ser violento si en el sistema precedido por la amígdala, en interconexión
con la corteza prefrontal, existe una perturbación de origen biológico.

Figura 34: Ubicación de estructuras del cerebro

Figura de la ubicación de la amígdala, hipotálamo, corteza prefrontal, que participan en la


neurobiología de la violencia. (Pereira 2009)
4.2.1 Psicopatía de la violencia
La psicopatía es un trastorno antisocial de la personalidad que hace que el sujeto que la
padece carezca de arrepentimiento y de culpabilidad y responsabilidad de sus acciones, entre
otros aspectos.
El cerebro de un psicópata presenta alteraciones en el lóbulo frontal cerebral, donde anidan
sentimientos de empatía y la afectividad que sentimos por nuestro entorno. En el cerebro
psicopático, esto no ocurre, sus neuronas no conectan bien entre sí y son incapaces de sentir
estos sentimientos o emociones, y necesitan una mayor estimulación conductual
Algunos tipos de violencia ejercida desde la psicopatía violenta se representan así:

Figura 35: Psicopatías y sus características

Tipos de psicopatías características de una persona violenta en razón de género.


(Recuperado y modificado de Becerra 2019).

4.2.2 Bases psicobiológicas y neurofisiológicas de la violencia


4.2.2.1 Sistemas dentro del cerebro que son afectados en una persona violenta
Existen 4 sistemas que participan en la regulación de la conducta agresiva violenta:

Figura 36: Sistemas participantes en la conducta violenta

Nota: Sistemas que participan en la conducta de un cerebro violento. (Recuperado y Modificado de:
Badillo, et al. 2020)
La noradrenalina es una hormona y neurotransmisor del sistema simpático. Su rol periférico
es clave para la expresión del comportamiento agresivo, desde la movilización de glucosa a
la vasoconstricción y la respuesta cardíaca.
La dopamina, se ha determinado que la alteración genética de los receptores de dopamina
está implicada en la respuesta de agresividad.
Las neuronas serotoninérgicas centrales, se consideran que está íntimamente relacionadas
con la agresividad, la impulsividad e intentos de suicidio. Su papel en la impulsividad se
cree es debido a lesiones en las vías serotoninérgicas que tiene como resultado
incapacidad o disminución para reprimir este tipo de conductas.

4.2.2.2 Sistemas afectados en una persona víctima de violencia

El trastorno más común que puede encontrarse dentro de las personas que sufren violencia,
es el estrés postraumático (TEPT); el cual se caracteriza por la reexperimentación del
trauma, comportamiento de evitación, alteraciones cognitivas y del estado del ánimo, así
como por un incremento del arousal, que se manifiesta con irritación, hipervigilancia,
sobresalto, alteraciones del sueño y pobre concentración.

Figura 37: Sistemas afectados en personas víctimas de violencia

Nota: Figura de áreas cerebrales afectadas en una persona víctima de violencia.


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