Está en la página 1de 20

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS DE LA SALUD

LICENCIATURA EN PODOLOGÍA

Alumno(a): Corona Aguirre Ariadna Janette


Código: 217456911
Profesor(a): Delgado Plascencia Alejandra
En los riñones, se filtra un líquido parecido al plasma a través de los capilares
glomerulares hacia los túbulos renales (filtración glomerular). A medida que este
filtrado glomerular pasa por los túbulos, se reduce su volumen y se modifica su
composición por el fenómeno de reabsorción tubular (extracción de agua y
solutos del líquido tubular) y secreción tubular (secreción de solutos hacia el
líquido tubular) para formar la orina que entra en la pelvis renal.

Esto se logra a través de muchos


mecanismos reguladores homeostáticos
cuya función es modificar la cantidad de
agua y solutos presentes en la orina.
Desde la pelvis renal, la orina pasa hacia
la vejiga y es expulsada hacia el exterior
mediante la micción.
Concentraciones urinarias y plasmáticas típicas de
algunas sustancias fisiológicamente importantes

Sustancia Orina (U) Plasma (P) Cociente U/P

Glucosa (mg/100 ml) 0 100 0

Na+ (meq/L) 90 140 0.6

Urea (mg/100 ml) 900 15 60

Creatinina (mg/100 ml) 150 1 150


Anatomía
funcional
Cada túbulo renal individual y su
glomérulo constituyen una unidad
(nefrona). El tamaño de los riñones
entre las diferentes especies es
variable, lo mismo que el número de
nefronas que contiene. Cada riñón
humano tiene aproximadamente 1.3
millones de nefronas.
Arteriola
eferente

Arteriola
aferente

Arteria
interlobulillar

Glomérulo
yuxtamedular
Las arteriolas aferentes son ramas cortas y rectas de las
arterias interlobulillares. Cada una se divide en
múltiples ramas capilares para formar el penacho de
vasos que se encuentra en el glomérulo. Los capilares
experimentan coalescencia para formar la arteriola
Vena eferente, la cual, a su vez, se divide en capilares que
interlobulillar

Arteria riegan los túbulos (capilares peritubulares) antes de


interlobulillar
drenar hacia las venas interlobulillares.
Glándula
suprarrenal

Riñón

Cisterna
del quilo

Los riñones tienen un riego


linfático abundante que drena Uréter

a través del conducto torácico


hacia la circulación venosa en
el tórax.
La cápsula renal es delgada pero firme.
Si el riñón se vuelve edematoso, la
cápsula limita el edema y aumenta la
presión del tejido (presión intersticial
renal). Esto disminuye la tasa de
filtración glomerular y al parecer
intensifica y prolonga la anuria en la
insuficiencia renal aguda.
Los nervios renales pasan adyacentes a los vasos sanguíneos
renales conforme entran en el riñón; contienen muchas fibras
eferentes simpáticas posganglionares y algunas fibras
aferentes. Asimismo, parece haber una inervación colinérgica a
través del nervio vago, pero es dudosa su función. La
inervación preganglionar simpática se deriva sobre todo de los
segmentos dorsal inferior y lumbar alto de la médula espinal,
y los cuerpos celulares de las neuronas posganglionares se
encuentran en la cadena del ganglio simpático, en el ganglio
mesentérico superior y a lo largo de la arteria renal. Las fibras
simpáticas se distribuyen principalmente en las arteriolas
aferente y eferente, los túbulos proximal y distal, así como las
células yuxtaglomerulares
Circulación
renal
En un adulto en reposo, los riñones
reciben 1.2 a 1.3 L de sangre por
minuto, o un poco menos del 25% del
gasto cardiaco. El flujo sanguíneo renal
puede medirse mediante flujómetros
electromagnéticos o de otro tipo o se
determina al aplicar el principio de
Fick al riñón.
Cuando la media de la presión arterial periférica tiene cifras de 100 mmHg, la
presión en los capilares glomerulares corresponde a 45 mmHg,
aproximadamente. La presión desciende a través del glomérulo sólo 1 a 3 mmHg,
pero surge un decremento adicional en la arteriola eferente, de manera que la
presión en los capilares peritubulares es igual a cerca de 8 mmHg. La presión en
la vena renal tiene valores de cerca de 4 mmHg. Los gradientes de presión son
similares en los monos “ardilla” y probablemente en los seres humanos, con una
presión en los capilares glomerulares que corresponde a casi 40% de la presión
arterial periférica.
La noradrenalina constriñe los vasos renales y su
máximo efecto inyectada ocurre en las arterias
interlobulillares y en las arteriolas aferentes. El
riñón necesita dopamina y produce vasodilatación
renal y natriuresis. La angiotensina II lleva a cabo
su efecto constrictor sobre las arteriolas aferente y
eferente. Las prostaglandinas aumentan el flujo
sanguíneo de la corteza renal y disminuyen el flujo
sanguíneo de la médula renal. La acetilcolina
también genera vasodilatación renal. Una dieta
rica en proteínas aumenta la presión de los
capilares glomerulares e incrementa el flujo
sanguíneo del riñón.
La estimulación de los nervios renales aumenta la secreción de renina por una acción directa de la
noradrenalina liberada en los receptores adrenérgicos β1 en las células yuxtaglomerulares

Cuando el riñón recibe un flujo sanguíneo a presiones moderadas (90 a 220 mmHg en el perro), la resistencia
vascular renal varía con la presión de manera que el flujo sanguíneo renal es relativamente constante.

La principal función de la corteza renal es la filtración de grandes volúmenes de sangre a través de los
glomérulos, de manera que no es sorprendente que el flujo sanguíneo de la corteza renal sea relativamente
considerable y que se extraiga poco oxígeno de la sangre. El flujo sanguíneo cortical asciende a casi 5 ml/g de
tejido renal por minuto (en comparación con 0.5 ml/g/min en el cerebro) y la diferencia del oxígeno de sangre
arteriovenosa en todo el riñón es de sólo 14 ml/L de sangre, en comparación con 62 ml/L para el cerebro y 114
ml/L para el corazón.
Vejiga
Bibliografía
• Barrett K.E., & Barman S.M., & Boitano S, & Brooks
H.L.(Eds.), (2016). Ganong. Fisiología médica, 25e. McGraw
Hill. https://accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?bookid
=1800&sectionid=125141799

También podría gustarte