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Ingeniería Industrial

Isocianato de Metilo
Química II

Giovany Antony Lipe Caso


Semestre: III

Año: 2018

“El alumno declara haber realizado el presente trabajo de


acuerdo a las normas de la Universidad Católica San Pablo”

___________________
FIRMA
EL ISOCIANATO DE METILO

1. Conceptos y definiciones.

El isocianato de metilo MIC, es un producto intermedio que se usa en la

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fabricación de determinados insecticidas. Es un producto altamente tóxico y muy
reactivo que polimeriza en presencia de determinados reactivos como hierro o
cloruros.
Es un compuesto orgánico con fórmula molecular C2H3NO. Su principal uso industrial es
la fabricación de pesticidas. Debido a un error humano (se ignoró la inversión en equipos
de mantenimiento) se produjo el desastre de Bhopal, en el que murieron entre 8.000 y
25.000 personas

2. Formulas químicas, desarrolladas con las cuales se identifica el producto .

COCl2 + CH3NH2 -- -- -- -- >CH3NHCOCl + HCl + calor


Pirólisis para la obtención del MIC
CH3NHCOCl -- -- -- -- > CH3NCO + HCl
Separación por destilación del MIC

3. Proceso de fabricación del producto.

El isocianato de metilo es normalmente sintetizado a partir de la reacción


de monometilamina y fosgeno. Para una producción a gran escala, es conveniente
combinar los reactivos a altas temperaturas en fase gaseosa. Una mezcla de metil
isocianato y dos moles de ácido clorhídrico, forman cloruro de N-metilcarbamiol (MCC),
esta mezcla es condensada, dejando un mol de ácido clorhídrico como gas.

El isocianato de metilo se obtiene por tratamiento de el MCC con una amina terciaria, como
dimetilanilina o con piridina. También se puede obtener por separación utilizando algunas
técnicas de destilación.

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4. Usos y aplicaciones.

El principal uso del MIC es como intermediario en la producción de documentación


toxicológica para el establecimiento del límite de exposición profesional del isocianato de
metilo pesticidas de carbamato. También se ha usado en la producción de polímeros
(Hrhyhorczuk et al., 1992). La rotura fotolítica del N-metilditiocarbamato libera algo de MIC,
lo cual puede ocurrir en el momento de la aplicación de los pesticidas (Geddes et al.,
1995). El MIC se encuentra en el humo de tabaco: el contenido medido en la corriente
principal varía entre 1,5 y 5 μg por cigarrillo (IARC, 1986). El MIC también ha sido
identificado en emisiones por el calentamiento de núcleos de arena y lana mineral, debido
a la rotura o transformación química de los ligantes de resina de carbamida (Karlsson et
al.,1998, Lija et al, 1999). Mediciones de la exposición hechas en fundiciones indican que
el MIC aparece principalmente cuando los núcleos de las cajas calientes son usados en el
enfriamiento de los moldes (Lilja et al., 2000). El MIC aparece en las mezclas de
isocianatos creadas por la rotura térmica de lacas de poliuretano con base HDI
(hexametilen diisocianato) o TDI (toluen diisocianato) durante las operaciones de
soldadura, corte y pulido en los talleres de reparación de coches (Antonsson et al., 2000,
Skarping et al., 2001). En un estudio de isocianatos en industrias del poliuretano en
Suecia, fueron encontrados niveles de MIC en torno a 3 ppb (moldeado), 0,2 ppb (laminado
a la llama) y 0,04 ppb (laminado por UV) (Sennbro et al., 2004)

5. Impacto sobre la salud de las personas.

Datos humanos Un estudio realizado en una industria productora y usuaria de MIC


presenta un análisis de datos de la función pulmonar en registros médicos de empleados
en un periodo de 10 años (los datos no se aportan) (Avashia et al., 1996). Los empleados
fueron divididos por sus supervisores en cuatro categorías basadas en la estimación de
sus exposiciones a MIC: ninguna (n=123), baja (n=103), moderada (n=138) y alta (n=67).
Los registros también aportaban información sobre tabaquismo. Unas 800 mediciones de
MIC (no se explica el método usado) fueron realizadas en el periodo de 1977 a 1990. En
1977 más del 80% de las mediciones superaron el valor 0,02 ppm, mientras que sólo una
de las 33 mediciones hechas en 1990 superó este nivel. Los grupos fueron comparados
usando los valores de función pulmonar del reconocimiento médico más reciente y
tomando en consideración el hábito de fumar. No se pudo discernir ningún efecto del MIC

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sobre la función pulmonar, no fue visto ningún efecto al comparar la exploración inicial de
los trabajadores con su exploración más reciente. Sin embargo, estas conclusiones se
deben considerar con precaución, pues los individuos pueden desarrollar los problemas de
salud una vez que se den de baja en la empresa y también porque hay un amplio margen
para el error en la clasificación de los grupos de exposición. Los informes médicos también
contenían información de las exposiciones debidas a los derrames y fugas. Los autores no
dieron el número de estos casos, pero informaron que los síntomas más comunes fueron la
irritación de ojos y piel, y en algunos pocos casos problemas respiratorios. No se vieron
efectos claros sobre la función pulmonar en estos casos. Cuatro voluntarios fueron
expuestos a MIC brevemente (de 1 a 5 minutos, no se dieron los tiempos exactos)
(Kimmerle y Eben, 1964) (Tabla 1). No se detectó ningún efecto en exposiciones de 0,4
ppm, pero niveles de 2 ppm causaron irritación de ojos (notable lagrimeo) y de membranas
mucosas en nariz y garganta, aunque no se percibiera olor. A 4 ppm los síntomas de
irritación fueron más pronunciados y a 21 ppm fueron insoportables. En un estudio de
atmósfera controlada desarrollado por el Mellon Institute (1970), ninguno de los 8
voluntarios expuestos 1 minuto a 1,75 ppm de MIC percibió el olor, 3 refirieron irritación de
garganta y nariz, 7 aumentaron el flujo lagrimal y los 8 expuestos experimentaron irritación
de ojos. Todos estos efectos desaparecieron a los 10 minutos de concluir la exposición,
excepto una mujer que refirió “tener algo en su ojo” durante 45 minutos. Cuando 6 de los
sujetos fueron expuestos 10 minutos a 0,5 ppm de MIC, tres de ellos experimentaron
irritación de ojos pasados 1-2 min., cinco de ellos pasados 3-5 min., y todos ellos después
de 10 min. El lagrimeo apareció poco después, mientras que la irritación de garganta fue
bastante menos evidente. Sólo un sujeto percibió olor. En un estudio de isocianatos en
fundiciones en Suecia, la exposición media a MIC fue de 0,0049 mg/m3 (0,002 ppm, media
geométrica, en 298 muestras personales de trabajadores a turno completo), mientras que
el nivel de la sustancia relacionada ácido isociánico (ICA) fue 0,024 mg/m3 y el
formaldehído fue 0,12 mg/m3 (en 64 muestras). El límite sueco de exposición permitida
para isocianatos (0,01 ppm) fue superado en un 18 y en un 80% de muestras de MIC y de
ICA, respectivamente. Un número significativamente mayor de trabajadores refirieron
“ataques de tos sin frío” (un 36% de 64 trabajadores expuestos frente a un 16% de los 134
trabajadores control no-expuestos) y picor y ojos llorosos (un 44% frente a un 25%). Los
trabajadores expuestos tuvieron una ligera pero significativa discapacidad de la función
pulmonar (reducción FEV1) anterior al turno, así como una discapacidad más pronunciada
durante el turno, comparado con los controles. El cambio en la función pulmonar no fue

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significativamente correlacionado con las tareas o los niveles de exposición (Löfstedt et al.,
2003). En vista de la falta de correlación exposición-efecto así como las múltiples
exposiciones químicas, este estudio no es útil como punto de partida para establecer un
valor límite para el MIC. Hay varios estudios que proporcionan información acerca del
desastre de Bophal en 1984. Unas 200.000 personas sufrieron una exposición aguda a
altas concentraciones de MIC (> 27 ppm), así como a otras sustancias incluyendo fosgeno,
metilamina y ácido cianhídrico (Mehta et al., 1990). Sin embargo, hay algunas dudas a la
hora de atribuir los efectos observados al MIC. Debido a las condiciones de exposición, y a
que los efectos en los pulmones pueden producir efectos secundarios en otros órganos,
mucha de la información toxicológica de aquel desastre tiene poco valor para establecer un
valor límite. No obstante, a continuación, se presenta una breve revisión de alguno de los
estudios. Se estima que unas 2.000 personas murieron durante las primeras horas del
desastre de Bophal. La causa de la muerte fue la necrosis alveolar combinada con
ulceraciones en la mucosa bronquial y edemas pulmonares (Weill, 1988). En un estudio,
379 supervivientes fueron divididos en ocho grupos según el grado de exposición,
estimado tanto por el número de muertes (humanas y animales) ocurridas en el entorno de
sus viviendas así como por la hipotética propagación de la nube tóxica. Había 119
controles con perfiles socioeconómicos similares. El número de muertos fue estimado en
1.850 en un área que suponía el 70% del área total contaminada por el gas. El síntoma
más comúnmente referido en el cuestionario dado a los supervivientes fue escozor de ojos
seguido de tos, lagrimeo persistente y nauseas. La persistencia de los síntomas oculares
no mostró correlación con la proporción de muertos en las proximidades, pero los registros
de la tos sí mostraron una cierta correlación. Se observó enrojecimiento y lesiones
superficiales en la córnea y la conjuntiva en exámenes oculares (Andersson et al., 1988b).
Como las aminas pueden causar daño ocular (Järvinen et al., 1999), en este caso la
relevancia del MIC no se pudo asegurar con certeza. Kamat et al. (1992) siguieron a 113
pacientes que se habían derivado a especialistas de medicina pulmonar y clínicas
psiquiátricas por persistencia de los síntomas respiratorios en los tres meses siguientes al
desastre. Los pacientes fueron seguidos durante 3, 6, 12, 18 y 24 meses, usando un
cuestionario estandarizado, exámenes físicos, radiografías de pulmón, espirometría, etc. El
informe es difícil de interpretar, pero parece que el estado de un paciente se clasifica en
base al número y la severidad de los síntomas respiratorios: ligero para 30 pacientes,
moderado para 57 y severo para 26. Los síntomas respiratorios habían retrocedido algo en
los 3, 6 y 12 primeros meses, pero volvieron a incrementarse a los 18 y a los 24 meses. La

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dificultad respiratoria con el ejercicio físico fue lo más persistente. Aumentaron síntomas
neurológicos como debilidad muscular y dificultad para recordar. La proporción de
pacientes con depresión había aumentado a los 6 meses, y la proporción con ansiedad a
los 12 meses. Otros síntomas, como la irritabilidad y la dificultad de concentración
mostraron tendencias descendentes. Sólo entre el 2 y el 4% de las radiografías
pulmonares se consideraron completamente normales. El resto mostraron cambios en el
tejido pulmonar intersticial y en el saco pleural. Los tests de función pulmonar revelaron
posibles reducciones en la función pulmonar, especialmente de tipo restrictivo. El anterior
estudio, junto con otro previo, también presentó un análisis de anticuerpos en muestras de
suero de 99 casos (Karol y Kamat, 1988, Kamat et al., 1992). Las muestras iniciales se
tomaron pocos meses después del desastre. Se encontraron anticuerpos específicos de
MIC en 11 sujetos: IgM en 7, IgG en 6 e IgE en 4. Los títulos de anticuerpos de alguno de
los sujetos fueron seguidos hasta un año después del desastre. El incremento en los
anticuerpos fue pequeño, y en la mayoría de las muestras posteriores fue negativo. Los
pequeños incrementos de la IgE sólo fueron vistos en las primeras muestras. Los datos
sobre los anticuerpos son difíciles de valorar, debido a que la documentación es pobre y
los artículos contienen inconsistencias. Otro grupo de investigación realizó exámenes
similares de la función pulmonar en víctimas de Bhopal entre uno y siete años después del
desastre (Vijayan y Sankaran, 1996). Se estudió un grupo de 60 personas de las cuales se
consideró que 6 habían tenido baja exposición (ligera irritación de ojos y vías respiratorias
el día del desastre), 13 exposición moderada (síntomas respiratorios, irritación de ojos que
no requirió hospitalización) y 41 exposición elevada (síntomas oculares y respiratorios
suficientemente severos como para requerir hospitalización y/o muerte de un miembro
familiar como resultado de la exposición). También hubo un grupo control de no expuestos.
Los síntomas más comúnmente referidos fueron dificultad respiratoria durante el ejercicio
físico y tos. Las muestras de lavado bronquial tomadas de uno a siete años después del
desastre mostraron elevación del recuento de células totales, macrófagos y linfocitos en el
grupo de exposición elevada, estadísticamente significativo cuando se compara con el
grupo de baja exposición y con el grupo control. El daño permanente en las vías
respiratorias fue registrado en un estudio de seguimiento hecho 10 años después del
desastre (Cullinan et al., 1997). Los cuestionarios fueron distribuidos a 454 personas
elegidas en base a su residencia dentro de radios de 2, 4, 6, 8 o 10 kilómetros desde la
planta. El grupo control comprendió personas con el mismo perfil socioeconómico que
vivían en un área fuera de la ciudad. De la cohorte, se escogió un 20% al azar para tests

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de espirometría. Este grupo contenía a 74 personas. La aparición de síntomas respiratorios
específicos – formación de moco, tos, crepitación – podría relacionarse claramente con los
niveles de exposición que podían derivarse de la distancia de las casas de las víctimas al
lugar del desastre (de 2 a más de 10 km). Los síntomas prevalecieron igualmente en
hombres y mujeres, siendo más común entre personas con edad inferior a 35 años (valor
medio para todo el grupo) y entre fumadores más que entre no fumadores. La misma
tendencia se pudo discernir en los resultados de los tests de función pulmonar, los cuales
mostraron ligeras reducciones obstructivas en la función pulmonar que aumentaban con la
proximidad a la planta. Esta tendencia se hacía un poco más clara cuando los hábitos de
fumar y los factores socioeconómicos se incluían en los cálculos. En un estudio de
seguimiento de los efectos oculares, no se detectaron casos de ceguera o de discapacidad
visual dos meses después del suceso (Andersson et al., 1985). De un total de 131 casos
examinados, seis tuvieron cicatrices en la córnea, tres tuvieron edema corneal y uno
manifestó enrojecimiento ocular constante. Después de tres años, se examinaron 463
individuos, 99 de los cuales eran controles. Comparados con los controles, las víctimas del
desastre de Bhopal tenían con mayor frecuencia irritación de ojos, infección de párpados,
cataratas, tracoma y pérdida de agudeza visual, lo cual aumentaba con el incremento de
exposición (Andersson et al., 1990b). Un año después del desastre se hizo un estudio de la
función cognitiva con un grupo de 52 víctimas (Misra et al., 1997). Fueron agrupadas en
tres clases de exposición según los síntomas y la distancia a la planta. Comparando con
los controles, en el grupo menos expuesto se observaron valores de rendimiento normales,
mientras que en los otros dos grupos los valores se desviaron significativamente para el
“aprendizaje asociado” y la habilidad motora. En el grupo de mayor exposición hubo
también valores muy bajos en el Estándar de matrices progresivas (SPM), un test que mide
la habilidad de pensamiento lógico. En otro estudio de víctimas de Bhopal también se
pudieron ver indicaciones clínicas de daño neurológico central, periférico y vestibular, así
como problemas en la memoria de corta duración. Mediante entrevistas, detectaron más
síntomas psicológicos como fatiga, dolores de cabeza, dificultad de concentración e
irritabilidad. Los síntomas no siempre se incrementaban con la exposición. Las
estimaciones de la exposición pueden ser cuestionadas en ambos estudios sobre los
efectos para el sistema nervioso central, y en el último artículo citado hay una discusión
sobre la dificultad tener en cuenta los factores socioeconómicos a la hora de cuantificar los
resultados. Los autores también sugieren que la persistencia de las depresiones puede ser
un factor que contribuya en los otros síntomas.

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6. Como afecta este compuesto al medio ambiente.

Absorción, biotransformación y excreción La exposición masiva a MIC fue una de las


consecuencias del desastre de Bhopal, en India en 1984, cuando unas 27 toneladas de
MIC se dispersaron en un área poblacional alrededor de una planta de Unión Carbide. No
existen mediciones de aire precisas, pero posteriormente se estimó que se podrían haber
alcanzado concentraciones de MIC entre 0,12 y 85 ppm. En las siguientes valoraciones, se
debatió si los daños fueron consecuencia indirecta de una reducción de la función
respiratoria o consecuencia directa de una inhalación por las vías respiratorias y
distribución a otros órganos (Bucher, 1987). La cuestión surge del hecho de que el MIC sea
un potente irritante: está postulado que esto puede inhibir el aporte respiratorio normal y la
distribución sistémica. Después de Bophal experimentos en animales con MIC marcado
radiactivamente sirvieron para aclarar este punto. Se expuso a ratones a la inhalación de
concentraciones de 14C-MIC de 0,5; 5 o 15 ppm de 1 a 6 horas, y se estudió tanto la
absorción como la distribución (Ferguson et al., 1988). Al cabo de unos pocos minutos la
radiactividad apareció en la sangre, pero no mostró un aumentó con la concentración. Esto
fue atribuido a que una mayor irritación de las dosis altas provocó la formación de moco en
las vías respiratorias, lo cual pudo afectar a la tasa respiratoria y, por lo tanto, inhibir la
inhalación y la absorción en la sangre. La radiactividad más alta en sangre en relación con
la concentración de aire fue medida después de una exposición de 0,5 ppm. La
radiactividad en sangre cayó gradualmente después de la exposición y prácticamente
desapareció después de tres días. La radiactividad cayó más rápidamente en orina que en
la bilis. En los ratones machos los niveles más altos de radiactividad después de dos horas
fueron encontrados en los pulmones, el esternón, el tracto digestivo, bazo y riñones y
después de 24 horas en sangre y pulmones. En las ratas hembras, los niveles más altos
de radiactividad después de dos horas fueron en los pulmones, fetos, bazo, útero y
riñones, y después de 24 horas en pulmones, bazo y fetos (Ferguson et al., 1988). La
absorción efectiva y la distribución se deben probablemente a la unión in vivo del MIC con
las proteínas de los tejidos, el plasma sanguíneo y las membranas de los eritrocitos. Las
uniones proteicas han sido experimentalmente verificadas en ratones después de la
administración por vía inhalatoria e intraperitoneal de 14C MIC (Bhattacharya et al., 1996,
1988). Sax (1984) menciona, sin entrar en detalle, que el MIC es absorbido por la piel. No
se han encontrado otros datos sobre la absorción dérmica. Los valores LD50 en animales

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de experimentación son considerablemente inferiores por la vía oral que por la vía Se ha
observado que el MIC causa la carbamoilación de la N-terminal valina en la hemoglobina
de la sangre de ratas y conejos, tanto in vivo como in vitro (Ramachandran et al., 1988), y
la 3- metil-5-isopropil hidantoina (MIH), el producto de la transformación cíclica del MIC y la
valina, puede ser entonces identificado en sangre. La MIH también ha sido identificada en
la sangre de víctimas de Bhopal (Srimachari y Chandra, 1997). El S-(Nmethylcarbamoil)
glutation, otro reactivo de conjugación, ha sido identificado en bilis de ratas a las que se
suministró MIC vía catéter en la vena portal (Pearson et al., 1990). En otro experimento, el
glutatión conjugado en la forma S-(N-metilcarbamoil)-Nacetilcisteina fue identificado en
orina de ratas a las que suministró MIC intraperitoneal (Slatter et al., 1991). El MIC
reacciona fuertemente con agua, formando metilamina, la cual reacciona hasta dimetilurea
(Worthy, 1985). Es bastante probable que algo de MIC también se transforme in vivo en
metilamina. Sin embargo, no se encontraron estudios en los que la metilamina o la dimetil
urea fueran medidas en sangre o en orina. Datos humanos Un estudio realizado en una
industria productora y usuaria de MIC presenta un análisis de datos de la función pulmonar
en registros médicos de empleados en un periodo de 10 años (los datos no se aportan)
(Avashia et al., 1996). Los empleados fueron divididos por sus supervisores en cuatro
categorías basadas en la estimación de sus exposiciones a MIC: ninguna (n=123), baja
(n=103), moderada (n=138) y alta (n=67). Los registros también aportaban información
sobre tabaquismo. Unas 800 mediciones de MIC (no se explica el método usado) fueron
realizadas en el periodo de 1977 a 1990. En 1977 más del 80% de las mediciones
superaron el valor 0,02 ppm, mientras que sólo una de las 33 mediciones hechas en 1990
superó este nivel. Los grupos fueron comparados usando los valores de función pulmonar
del reconocimiento médico más reciente y tomando en consideración el hábito de fumar.
No se pudo discernir ningún efecto del MIC sobre la función pulmonar, no fue visto ningún
efecto al comparar la exploración inicial de los trabajadores con su exploración más
reciente. Sin embargo, estas conclusiones se deben considerar con precaución, pues los
individuos pueden desarrollar los problemas de salud una vez que se den de baja en la
empresa y también porque hay un amplio margen para el error en la clasificación de los
grupos de exposición. Los informes médicos también contenían información de las
exposiciones debidas a los derrames y fugas. Los autores no dieron el número de estos
casos, pero informaron que los síntomas más comunes fueron la irritación de ojos y piel, y
en algunos pocos casos problemas respiratorios. No se vieron efectos claros sobre la
función pulmonar en estos casos. Cuatro voluntarios fueron expuestos a MIC brevemente

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(de 1 a 5 minutos, no se dieron los tiempos exactos) (Kimmerle y Eben, 1964) (Tabla 1). No
se detectó ningún efecto en exposiciones de 0,4 ppm, pero niveles de 2 ppm causaron
irritación de ojos (notable lagrimeo) y de membranas mucosas en nariz y garganta, aunque
no se percibiera olor. A 4 ppm los síntomas de irritación fueron más pronunciados y a 21
ppm fueron insoportables. En un estudio de atmósfera controlada desarrollado por el
Mellon Institute (1970), ninguno de los 8 voluntarios expuestos 1 minuto a 1,75 ppm de
MIC percibió el olor, 3 refirieron irritación de garganta y nariz, 7 aumentaron el flujo lagrimal
y los 8 expuestos experimentaron irritación de ojos. Todos estos efectos desaparecieron a
los 10 minutos de concluir la exposición, excepto una mujer que refirió “tener algo en su
ojo” durante 45 minutos. Cuando 6 de los sujetos fueron expuestos 10 minutos a 0,5 ppm
de MIC, tres de ellos experimentaron irritación de ojos pasados 1-2 min., cinco de ellos
pasados 3-5 min., y todos ellos después de 10 min. El lagrimeo apareció poco después,
mientras que la irritación de garganta fue bastante menos evidente. Sólo un sujeto percibió
olor. En un estudio de isocianatos en fundiciones en Suecia, la exposición media a MIC fue
de 0,0049 mg/m3 (0,002 ppm, media geométrica, en 298 muestras personales de
trabajadores a turno completo), mientras que el nivel de la sustancia relacionada ácido
isociánico (ICA) fue 0,024 mg/m3 y el formaldehído fue 0,12 mg/m3 (en 64 muestras). El
límite sueco de exposición permitida para isocianatos (0,01 ppm) fue superado en un 18 y
en un 80% de muestras de MIC y de ICA, respectivamente. Un número significativamente
mayor de trabajadores refirieron “ataques de tos sin frío” (un 36% de 64 trabajadores
expuestos frente a un 16% de los 134 trabajadores control no-expuestos) y picor y ojos
llorosos (un 44% frente a un 25%). Los trabajadores expuestos tuvieron una ligera pero
significativa discapacidad de la función pulmonar (reducción FEV1) anterior al turno, así
como una discapacidad más pronunciada durante el turno, comparado con los controles. El
cambio en la función pulmonar no fue significativamente correlacionado con las tareas o
los niveles de exposición (Löfstedt et al., 2003). En vista de la falta de correlación
exposición-efecto así como las múltiples exposiciones químicas, este estudio no es útil
como punto de partida para establecer un valor límite para el MIC. Hay varios estudios que
proporcionan información acerca del desastre de Bophal en 1984. Unas 200.000 personas
sufrieron una exposición aguda a altas concentraciones de MIC (> 27 ppm), así como a
otras sustancias incluyendo fosgeno, metilamina y ácido cianhídrico (Mehta et al., 1990).
Sin embargo, hay algunas dudas a la hora de atribuir los efectos observados al MIC.
Debido a las condiciones de exposición, y a que los efectos en los pulmones pueden
producir efectos secundarios en otros órganos, mucha de la información toxicológica de

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aquel desastre tiene poco valor para establecer un valor límite. No obstante, a continuación
se presenta una breve revisión de alguno de los estudios. Se estima que unas 2.000
personas murieron durante las primeras horas del desastre de Bophal. La causa de la
muerte fue la necrosis alveolar combinada con ulceraciones en la mucosa bronquial y
edemas pulmonares (Weill, 1988). En un estudio, 379 supervivientes fueron divididos en
ocho grupos según el grado de exposición, estimado tanto por el número de muertes
(humanas y animales) ocurridas en el entorno de sus viviendas así como por la hipotética
propagación de la nube tóxica. Había 119 controles con perfiles socioeconómicos
similares. El número de muertos fue estimado en 1.850 en un área que suponía el 70% del
área total contaminada por el gas. El síntoma más comúnmente referido en el cuestionario
dado a los supervivientes fue escozor de ojos seguido de tos, lagrimeo persistente y
nauseas. La persistencia de los síntomas oculares no mostró correlación con la proporción
de muertos en las proximidades, pero los registros de la tos sí mostraron una cierta
correlación. Se observó enrojecimiento y lesiones superficiales en la córnea y la conjuntiva
en exámenes oculares (Andersson et al., 1988b). Como las aminas pueden causar daño
ocular (Järvinen et al., 1999), en este caso la relevancia del MIC no se pudo asegurar con
certeza. Kamat et al. (1992) siguieron a 113 pacientes que se habían derivado a
especialistas de medicina pulmonar y clínicas psiquiátricas por persistencia de los
síntomas respiratorios en los tres meses siguientes al desastre. Los pacientes fueron
seguidos durante 3, 6, 12, 18 y 24 meses, usando un cuestionario estandarizado,
exámenes físicos, radiografías de pulmón, espirometría, etc. El informe es difícil de
interpretar, pero parece que el estado de un paciente se clasifica en base al número y la
severidad de los síntomas respiratorios: ligero para 30 pacientes, moderado para 57 y
severo para 26. Los síntomas respiratorios habían retrocedido algo en los 3, 6 y 12
primeros meses, pero volvieron a incrementarse a los 18 y a los 24 meses. La dificultad
respiratoria con el ejercicio físico fue lo más persistente. Aumentaron síntomas
neurológicos como debilidad muscular y dificultad para recordar. La proporción de
pacientes con depresión había aumentado a los 6 meses, y la proporción con ansiedad a
los 12 meses. Otros síntomas, como la irritabilidad y la dificultad de concentración
mostraron tendencias descendentes. Sólo entre el 2 y el 4% de las radiografías
pulmonares se consideraron completamente normales. El resto mostraron cambios en el
tejido pulmonar intersticial y en el saco pleural. Los tests de función pulmonar revelaron
posibles reducciones en la función pulmonar, especialmente de tipo restrictivo. El anterior
estudio, junto con otro previo, también presentó un análisis de anticuerpos en muestras de

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suero de 99 casos (Karol y Kamat, 1988, Kamat et al., 1992). Las muestras iniciales se
tomaron pocos meses después del desastre. Se encontraron anticuerpos específicos de
MIC en 11 sujetos: IgM en 7, IgG en 6 e IgE en 4. Los títulos de anticuerpos de alguno de
los sujetos fueron seguidos hasta un año después del desastre. El incremento en los
anticuerpos fue pequeño, y en la mayoría de las muestras posteriores fue negativo. Los
pequeños incrementos de la IgE sólo fueron vistos en las primeras muestras. Los datos
sobre los anticuerpos son difíciles de valorar, debido a que la documentación es pobre y
los artículos contienen inconsistencias. Otro grupo de investigación realizó exámenes
similares de la función pulmonar en víctimas de Bhopal entre uno y siete años después del
desastre (Vijayan y Sankaran, 1996). Se estudió un grupo de 60 personas de las cuales se
consideró que 6 habían tenido baja exposición (ligera irritación de ojos y vías respiratorias
el día del desastre), 13 exposición moderada (síntomas respiratorios, irritación de ojos que
no requirió hospitalización) y 41 exposición elevada (síntomas oculares y respiratorios
suficientemente severos como para requerir hospitalización y/o muerte de un miembro
familiar como resultado de la exposición). También hubo un grupo control de no expuestos.
Los síntomas más comúnmente referidos fueron dificultad respiratoria durante el ejercicio
físico y tos. Las muestras de lavado bronquial tomadas de uno a siete años después del
desastre mostraron elevación del recuento de células totales, macrófagos y linfocitos en el
grupo de exposición elevada, estadísticamente significativo cuando se compara con el
grupo de baja exposición y con el grupo control. El daño permanente en las vías
respiratorias fue registrado en un estudio de seguimiento hecho 10 años después del
desastre (Cullinan et al., 1997). Los cuestionarios fueron distribuidos a 454 personas
elegidas en base a su residencia dentro de radios de 2, 4, 6, 8 o 10 kilómetros desde la
planta. El grupo control comprendió personas con el mismo perfil socioeconómico que
vivían en un área fuera de la ciudad. De la cohorte, se escogió un 20% al azar para tests
de espirometría. Este grupo contenía a 74 personas. La aparición de síntomas respiratorios
específicos – formación de moco, tos, crepitación – podría relacionarse claramente con los
niveles de exposición que podían derivarse de la distancia de las casas de las víctimas al
lugar del desastre (de 2 a más de 10 km). Los síntomas prevalecieron igualmente en
hombres y mujeres, siendo más común entre personas con edad inferior a 35 años (valor
medio para todo el grupo) y entre fumadores más que entre no fumadores. La misma
tendencia se pudo discernir en los resultados de los tests de función pulmonar, los cuales
mostraron ligeras reducciones obstructivas en la función pulmonar que aumentaban con la
proximidad a la planta. Esta tendencia se hacía un poco más clara cuando los hábitos de

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 11


fumar y los factores socioeconómicos se incluían en los cálculos. En un estudio de
seguimiento de los efectos oculares, no se detectaron casos de ceguera o de discapacidad
visual dos meses después del suceso (Andersson et al., 1985). De un total de 131 casos
examinados, seis tuvieron cicatrices en la córnea, tres tuvieron edema corneal y uno
manifestó enrojecimiento ocular constante. Después de tres años, se examinaron 463
individuos, 99 de los cuales eran controles. Comparados con los controles, las víctimas del
desastre de Bhopal tenían con mayor frecuencia irritación de ojos, infección de párpados,
cataratas, tracoma y pérdida de agudeza visual, lo cual aumentaba con el incremento de
exposición (Andersson et al., 1990b). Un año después del desastre se hizo un estudio de la
función cognitiva con un grupo de 52 víctimas (Misra et al., 1997). Fueron agrupadas en
tres clases de exposición según los síntomas y la distancia a la planta. Comparando con
los controles, en el grupo menos expuesto se observaron valores de rendimiento normales,
mientras que en los otros dos grupos los valores se desviaron significativamente para el
“aprendizaje asociado” y la habilidad motora. En el grupo de mayor exposición hubo
también valores muy bajos en el Estándar de matrices progresivas (SPM), un test que mide
la habilidad de pensamiento lógico. En otro estudio de víctimas de Bhopal también se
pudieron ver indicaciones clínicas de daño neurológico central, periférico y vestibular, así
como problemas en la memoria de corta duración. Mediante entrevistas, detectaron más
síntomas psicológicos como fatiga, dolores de cabeza, dificultad de concentración e
irritabilidad. Los síntomas no siempre se incrementaban con la exposición. Las
estimaciones de la exposición pueden ser cuestionadas en ambos estudios sobre los
efectos para el sistema nervioso central, y en el último artículo citado hay una discusión
sobre la dificultad tener en cuenta los factores socioeconómicos a la hora de cuantificar los
resultados. Los autores también sugieren que la persistencia de las depresiones puede ser
un factor que contribuya en los otros síntomas

7. Detallar los datos más importantes de su MSDS.

Efectos potenciales sobre la salud.


Contacto con los Ojos: Puede producir una irritación moderada en los ojos. Puede
producir una ligera lesión transitoria (temporal) de la córnea. Contacto con la piel: Un
contacto prolongado puede irritar la piel con enrojecimiento local. Puede manchar la piel.
Absorción por la Piel: No es probable que un contacto prolongado con la piel provoque
una absorción en cantidades perjudiciales.

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 12


Sensibilización de la piel: El contacto con la piel puede producir una reacción alérgica
cutánea. Estudios en animales han mostrado que el contacto cutáneo juega un papel en la
sensibilización respiratoria.
Inhalación: A temperatura ambiente, los vapores son mínimos debido a la baja volatilidad.
Sin embargo, ciertas operaciones pueden producir concentraciones de vapor o niebla
suficientes para causar irritación respiratoria y otros efectos adversos. Tales operaciones
incluyen las de calentamiento del material, su pulverización, y en las que se dispersa
mecánicamente, como embidonado, descarga o bombeo. Una exposición excesiva puede
irritar el tracto respiratorio superior (nariz y garganta) y los pulmones. Puede provocar un
edema pulmonar (líquido en los pulmones). Los efectos pueden retrasarse. Una función
pulmonar disminuida se ha asociado a una sobre exposición a isocianatos.
Sensibilización respiratoria: Puede causar sensibilización respiratoria en personas
sensibles. Concentraciones de MDI por debajo de los límites de exposición pueden causar
reacciones alérgicas respiratorias en personas ya sensibilizadas. Los síntomas asmáticos
pueden incluir tos, dificultad respiratoria y sensación de tirantez en el pecho. Los efectos
pueden retrasarse. Ocasionalmente, la dificultad respiratoria puede amenazar la vida.
Ingestión: La toxicidad por ingestión es baja. La ingesta accidental de pequeñas cantidades
durante las operaciones normales de mantenimiento no debería causar lesiones; sin
embargo, la ingesta de grandes cantidades puede causarlas. Las observaciones sobre
animales incluyen: Irritación gastrointestinal.
Efectos de Exposición Prolongada: Se ha observado lesión tisular en el tracto
respiratorio superior y en los pulmones de animales de laboratorio al someterlos a
exposiciones excesivas repetidas de aerosoles de MDI/MDI polimérico.
Información sobre el cáncer: Se han observado tumores de pulmones en animales de
laboratorio expuestos durante su vida a gotitas respirables de aerosoles de MDI/MDI
polimérico (6 mg/m3). Los tumores se produjeron a la par que irritación respiratoria y
lesiones pulmonares. Las recomendaciones sobre exposición deberían proteger de estos
efectos indicados del MDI.
Defectos de Nacimiento / Efectos sobre el Desarrollo: En animales de laboratorio, el
MDI/MDI polimérico no causó defectos de nacimiento; otros efectos fetales solo ocurrieron
a dosis altas que fueron tóxicas para la madre.
Procedimientos para primeros auxilios
Contacto con los Ojos: Lavar inmediatamente los ojos con agua; quitar las lentes de
contacto, si existen, después de los primeros 5 minutos y seguir lavando los ojos durante

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 13


otros 15 minutos como mínimo. Obtener atención médica inmediata, preferiblemente de un
oftalmólogo. Nombre del producto: VORACOR* CE 101 ISOCIANATO Fecha: 07.05.2009
Página 3 de 10 Contacto con la piel: Retirar el material inmediatamente de la piel lavando
con jabón y agua abundante. Quitar la ropa y el calzado contaminado mientras se lava.
Solicitar atención médica si persiste la irritación. Lavar la ropa antes de volver a utilizarla.
Un estudio de descontaminación de la piel contaminada con MDI ha demostrado que la
limpieza inmediata a la exposición es importante, y que un limpiador a base de poliglicol o
aceite de maíz puede ser mas efectivo que el agua y jabón. Deseche los artículos que no
pueden descontaminarse, incluyendo los artículos de piel tales como zapatos, cinturones y
correas de reloj.
Inhalación: Trasladar a la persona al aire libre. Si no respira, practique la respiración
artificial. Si se aplica la respiración boca-boca, use protección tipo socorrista (mascarilla de
bolsillo, etc.). Si respira con dificultad, suministrar oxígeno por personal cualificado. Avisar
a un médico o trasladar a un Centro Hospitalario.
Ingestión: En caso de ingestión, acuda a un médico. Nunca debe inducir al paciente al
vómito a no ser que el personal médico indique lo contrario.
Advertencia médica: Mantener un grado adecuado de ventilación y oxigenación del
paciente. Puede causar síntomas similares al asma (vías respiratorias sensibles). Los
broncodilatadores, expectorantes, antitusígenos y corticosteróides pueden servir de alivio.
Puede provocar sensibilización respiratoria o síntomas de asma. Ayudaran los
broncodilatadores, expectorantes y antitusivos. Tratar el bronco espasmo con inhalación de
bronco dilatador beta 2 o con corticosteroides administrados por vía oral o parenteral. Los
síntomas respiratorios, incluido el edema pulmonar, pueden aparecer tardíamente. Las
personas que hayan estado sometidas a una exposición significativa se someterán a
observación durante 24-48 horas para detectar signos de disfunción respiratoria. Si es
sensibilizado a los diisocianatos, consulte su médico y infórmele sobre las otras
substancias irritantes respiratorias o sensibilizantes que ha encontrado en su puesto de
trabajo. El tratamiento de la exposición se dirigirá al control de los síntomas y a las
condiciones clínicas del paciente.
Condiciones Médicas Agravadas por Exposición: Una exposición excesiva puede
agravar el asma y otros desórdenes respiratorios preexistentes (ej. enfisema, bronquitis,
síndrome de disfunción de vías respiratorias sensibles).
Protección individual de emergencia: Los socorristas deberían prestar atención a su
propia protección y usar las protecciones individuales recomendadas (guantes resistentes

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 14


a productos químicos, protección contra las salpicaduras) Consulte la Sección 8 para
equipamiento específico de protección personal en caso de que existiera una posibilidad
de exposición.
Medidas de lucha contra incendios
Medios de Extinción: Niebla o agua pulverizada/atomizada. Extintores de polvo químico.
Extintores de anhídrido carbónico. Espuma. No utilizar agua a chorro directamente. Puede
extender el fuego. El uso de las espumas resistentes al alcohol (tipo ATC) es preferible. Se
pueden utilizar las espumas de usos generales sintéticas (incluyendo AFFF) o espumas
proteicas comunes, pero serán mucho menos eficaces.
Procedimientos de lucha contra incendios: Mantener a las personas alejadas.
Circunscribir el fuego e impedir el acceso innecesario. Permanecer a contraviento.
Mantenerse lejos de áreas bajas donde los gases (humos) se puedan acumular. Aunque no
se recomienda el uso del agua, ésta puede usarse en modo de niebla y en grandes
cantidades mientras no se dispongan de otros medios de extinción. No usar un chorro de
agua. El fuego puede extenderse. Combata el fuego desde un lugar protegido o desde una
distancia segura. Considere el uso de mangueras o monitores con control remoto. Evacuar
inmediatamente del área a todo el personal si suena la válvula del dispositivo de seguridad
o si nota un cambio de color en el contenedor. Mueva el contenedor del área de incendio si
esta maniobra no comporta peligro alguno. Usar agua pulverizada para enfriar los
contenedores expuestos al fuego y la zona afectada por el mismo, hasta que el incendio se
haya extinguido. Contener la expansión del agua de la extinción si es posible. Puede
causar un daño medioambiental si no se contiene. Consulte las secciones de la SDS: ¨
Medidas en caso de fugas accidentales ¨ y ¨ Información Ecológica ¨.
Equipo de Protección Especial para Bomberos: Utilice un equipo de respiración
autónomo de presión positiva y ropa protectora contra incendios (incluye un casco contra
incendios, chaquetón, pantalones, botas y guantes). Evitar el contacto con el producto
durante las operaciones de lucha contra incendios. Si es previsible que haya contacto,
equiparse con vestido de bombero totalmente resistente a los productos químicos y con
equipo de respiración autónomo. Si no se dispone de Nombre del producto: VORACOR*
CE 101 ISOCIANATO Fecha: 07.05.2009 Página 4 de 10 equipo de bombero, equiparse
con vestimenta totalmente resistente a los productos químicos y equipo de respiración
autónomo y combatir el fuego desde un lugar remoto. Para la utilización de un equipo
protector en la fase de limpieza posterior al incendio o sin incendio consulte las secciones
correspondientes en esta Ficha de Datos de Seguridad (SDS).

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 15


Riesgos no usuales de Fuego y Explosión: El producto reacciona con agua. La reacción
puede producir calor y/o gases. Esta reacción puede ser violenta. El contenedor se puede
romper por la producción de gas en una situación de incendio. Puede ocurrir una
generación de vapor violenta o erupción por aplicación directa de chorro de agua a líquidos
calientes. Al ser incinerado, el producto desprenderá humo denso.
Productos de combustión peligrosos: Durante un incendio, el humo puede contener el
material original junto a productos de la combustión de composición variada que pueden
ser tóxicos y/o irritantes. Los productos de la combustión pueden incluir, pero no
exclusivamente: Óxidos de nitrógeno. Isocianatos. Ácido cianhídrico. Monóxido de
carbono. Dióxido de carbono (CO2).
Medidas en caso de derrames o fugas accidentales
Pasos que deben tomarse si el material es liberado o derramado: Confinar el material
derramado si es posible. Absorber con materiales tales como: Vermiculita. Barro. Arena.
Arcilla. No usar materiales absorbentes como: Polvo de cemento (Nota: puede generar
calor). Recoger en contenedores apropiados y debidamente etiquetados. No colocar en
contenedores herméticamente cerrados. Los contenedores adecuados son: Bidones
metálicos. Bidones de plástico. Embalajes de cartón revestidos con un saco plástico Lavar
el lugar del derrame con grandes cantidades de agua. Intentar neutralizar mediante la
adición de una solución descontaminante adecuada: Preparado 1: carbonato sódico 5-
10%; detergente líquido 0.2-2% y agua hasta el 100%, o Preparado 2: solución de
amoníaco concentrado 3-8%; detergente líquido 0.2-2% y agua hasta el 100%. En el caso
de que se use el Preparado 2, debe procurarse una buena ventilación para prevenir la
exposición al vapor de amoníaco. Contacte Dow para asistencia de limpieza. Ver Sección
13, Consideraciones relativas a la eliminación, para información adicional.
Eliminación de las Fuentes de Ignición: Manténgase lejos de las fuentes de ignición.
Control del Polvo: No aplicable.
Precauciones individuales: Aislar el área. Mantener al personal lejos de áreas bajas.
Mantenerse a contraviento del derrame. Ventilar el área de pérdida o derrame. Mantener
fuera del área al personal no necesario y sin protección. Si se dispone de espuma, usarla
para apagar o suprimir. Manipulación, para medidas de precaución adicionales. Usar el
equipo de seguridad apropiado. Para información adicional, , Controles de exposición/
protección individual.
Protección del medio ambiente: Evitar la entrada en suelo, zanjas, alcantarillas, cursos
de agua y/o aguas subterráneas. Información ecológica.

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 16


Manipulación y almacenamiento
Manipulación
Manejo General: Evite el contacto con los ojos, la piel y la ropa. Evite respirar el vapor.
Lávese cuidadosamente después de manejarlo. Usar con ventilación adecuada. Mantenga
cerrado el contenedor. Evitar el contacto prolongado o repetido con la piel. Los derrames
de estos productos orgánicos sobre materiales de aislamientos fibrosos y calientes pueden
dar lugar a una disminución de las temperaturas de autoignición y posible combustión
espontánea. Ver sección 8, Controles de exposición/protección individual. Los productos a
base de diisocianatos, tales como MDI y TDI, deberían siempre ser usados en áreas bien
ventiladas con un sistema de extracción local adecuado para asegurar que no se
sobrepasan los Límites de Exposición Ocupacionales (LEO) para los productos antes
indicados. Se recomienda que se compruebe la concentración ambiental de diisocianato en
intervalos regulares. Dado que los polioles se manipulan conjuntamente con los
diisocianatos, es necesario que exista una identificación adecuada de estas dos familias de
productos con el fin de evitar una mezcla no deseada de los mismos que daría lugar a una
polimerización no controlada. Nombre del producto: VORACOR* CE 101 ISOCIANATO
Fecha: 07.05.2009
Otras Precauciones: Los derrames de estos productos orgánicos sobre materiales de
aislamientos fibrosos y calientes pueden dar lugar a una disminución de las temperaturas
de auto ignición y posible combustión espontánea.
Almacenamiento
Consérvese en lugar seco. Proteger de la humedad atmosférica. Mantener una atmósfera
de nitrógeno. No almacenar el producto contaminado con agua para prevenir una reacción
potencialmente peligrosa. Evite la humedad. Ver Sección 10 para información más
específica. Puede obtener información adicional sobre el almacenaje de este producto
llamando a su oficina de ventas o al servicio de atención al cliente. Tiempo de validez: Use
dentro de 12 Meses Temperatura del almacenamiento: 24 - 41 °C 8.
Controles de la exposición/protección personal

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Protección Personal
Protección de ojos/cara: Utilice gafas tipo motorista (goggles). Se dispondrá de lavaojos
en el área de trabajo.
Protección Cutánea: Usar ropa protectora químicamente resistente a este material. La
selección de equipo específico como mascarilla, guantes, delantal, botas o traje completo
dependerá de la operación. Quitar la ropa contaminada inmediatamente, limpiar la zona de
piel contaminada con agua y jabón, y lavar la ropa antes de volver a utilizarla, o eliminarla
adecuadamente. Los artículos que no pueden ser descontaminados, tales como, zapatos,
cinturones y pulseras de reloj, deberían ser retirados y eliminados adecuadamente.
Protección de las manos: Usar guantes químicamente resistentes a este material.
Ejemplos de materiales de barrera preferidos para guantes incluyen: Caucho de butilo
Polietileno. Polietileno clorado. Alcohol Etil Vinilico laminado (EVAL) Ejemplos de
materiales barrera aceptables para guantes son Neopreno. Vitón. Cloruro de Polivinilo
(¨PVC¨ ó vinilo) Caucho de nitrilo/butadieno (¨nitrilo¨ o ¨NBR¨) NOTA: La selección de un
guante específico para una aplicación determinada y su duración en el lugar de trabajo
debería tener en consideración los factores relevantes del lugar de trabajo tales como, y no
limitarse a: Otros productos químicos que pudieran manejarse, requisitos físicos
(protección contra cortes/pinchazos, destreza, protección térmica), alergias potenciales al
propio material de los guantes, así como las instrucciones/ especificaciones dadas por el
suministrador de los guantes.
Protección respiratoria: Las concentraciones atmosféricas deben mantenerse por debajo
de los límites de exposición. Si las concentraciones atmosféricas pueden exceder los
límites de exposición, utilizar un respirador purificador de aire homologado con filtros para
partículas y para vapores orgánicos. En situaciones en las que las concentraciones
atmosféricas pueden exceder el nivel para el que son efectivos respiradores purificadores
de aire, utilizar respiradores con suministro de aire a presión positiva (equipo respiratorio
semiautónomo o autónomo). Para respuestas de emergencia o situaciones en que se

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 18


desconozca el nivel atmosférico, use aparatos autorizados tales como un equipo autónomo
de respiración de presión positiva o un equipo respiratorio autónomo con admisión de aire
puro. Los tipos de mascarillas respiratorias siguientes deberían ser eficaces: Cartucho para
vapor orgánico con un prefiltro de partículas. Ingestión: Practique una buena higiene
personal. No coma ó guarde comida en el área de trabajo. Lávese las manos antes de
comer ó fumar.
Medidas de Orden Técnico
Ventilación: Utilizar únicamente con una ventilación adecuada. Puede ser necesaria la
ventilación local en algunas operaciones. Disponer de ventilación local y/o general para
controlar que los niveles de vapores en el aire sean inferiores a sus límites de exposición.
Se deben diseñar sistemas de Nombre del producto: VORACOR* CE 101 ISOCIANATO
Fecha: 07.05.2009 Página 6 de 10 extracción para sacar el aire de la fuente de generación
de vapor/aerosol y si hay personas trabajando en este punto. El olor y el poder irritante de
este producto son inadecuados para avisar de una exposición excesiva.

8. Legislación del uso de este producto, en América Latina.

No enviar a ningún desagüe, ni al suelo ni a ninguna corriente de agua. Todas las prácticas
de vertido deben cumplir las Leyes y Reglamentos Federales, Estatales, Provinciales y
Locales. Los reglamentos pueden variar según la localización. El generador de los residuos
es el único responsable de la caracterización de los mismos y del cumplimiento de las
Leyes aplicables. como proveedor, no tenemos control sobre las prácticas de gestión ni los
procesos de fabricación de las partes que manejan o usan este producto. la información
presentada en este documento se refiere solamente al producto en las condiciones de
envío previstas y descritas en la sección de la hoja de seguridad: información sobre la
composición. para los productos no usados ni contaminados, las opciones preferidas
incluyen el envío a un lugar aprobado y autorizado. Reciclador. Recuperador. Incinerador u
otro medio de destrucción térmica. Para información adicional, consulte: Información sobre
manejo y almacenamiento, Sección 7 de la MSDS Información sobre estabilidad y
reactividad, Sección 10 de la MSDS Información sobre Legislación, Sección 15 de la
MSDS
REGLAMENTACIONES NACIONALES E INTERNACIONALES TRANSPORTE
TERRESTRE (US DOT): Los Reglamentos de transporte Terrestre en América Latina -

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 19


Región Sur (Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay) respetan los reglamentos del US DOT
con algunas excepciones.
TRANSPORTE TERRESTRE - AMÉRICA LATINA REGIÓN SUR
En conformidad con el reglamento de la REGIÓN SUR de América Latina, este producto
No está clasificado como peligroso según las leyes y normas de los siguientes países:
Brasil/Argentina/Paraguay/Uruguay - MERCOSUR - Acuerdo de Facilitación para el
Transporte de Mercancías Peligrosas (Brasil Ley 1797 de 25/1/1996); Argentina: Ley
22.449/1995 Dto. 779/1995 (Alineado ao Mercosur) Chile - Leyes 298 de 25/11/1994 y 198
de 28/9/2000.
CARRETERA & FERROCARRIL Empacado
NO REGULADO
CARRETERA & FERROCARRIL Granel
NO REGULADO
TRANSPORTE MARÍTIMO - IMDG NO REGULADO TRANSPORTE AÉREO -
ICAO/IATATA
NO REGULADO
Reglamentaciones Adicionales
Transporte terrestre en Brasil y MERCOSUR: En conformidad con el decreto 409/MT de
12/09/07 este producto (MDI) está desclasificado de la lista de productos peligrosos del
Decreto 204 de 20/05/97 lo cual fué revocado por Resolución 420/ANTT de 12/02/2004.
Esta información no pretende abarcar toda la información / requisitos legislativos
específicos u operacionales del producto. La información adicional sobre el sistema de
transporte puede obtenerse a través de un representante autorizado de la organización de
ventas o servicio de atención al cliente. Es responsabilidad de la organización del
transporte el cumplimiento de todas las leyes, regulaciones y normas aplicables relativas al
transporte del producto.
Enmiendas y Acta de Reautorización de 1986 Título III (Planificación de Emergencias
y Acta de Derechos de Saber de la Comunidad de 1986) Secciones 311 y 312. Peligro
Inmediato (Agudo) para la Salud Si Peligro Retardado (Crónico) para la Salud Si
Peligro de Incendio No Peligro de Reactividad No Peligro de Liberación Repentina de
la Presión No Reglamentación US sobre Control de Sustancias Tóxicas (TSCA) Todos los
componentes de este producto están en el inventario del TSCA o están exentos de los
requisitos del TSCA según 40 CFR 720.30 Se recomienda que el cliente verifique en el
lugar donde se usa este producto si el mismo se encuentra específicamente reglamentado

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 20


para su aplicación en consumo humano o aplicaciones veterinarias, como aditivo en
productos comestibles o farmacéuticos o de envasado, productos sanitarios y cosméticos,
o aún como agente controlado reconocido como precursor en la fabricación de drogas,
armas químicas y municiones.

9. Conclusiones, observaciones y recomendaciones.


 El isocianato de metilo es muy peligroso pues ello se demostró el desastre de
Bhopal debido a un error humano en el que murieron entre 8 mil y 25 mil personas
 Debemos de saber las consecuencias de una sustancia toxica, los riegos de la
manipulación y debe analizarse la posibilidad de accidentes que pueda haber para
no sufrir consecuencias desastrosas.
 Ante posibles desastres en empresas informales o con bajos recursos, los gobiernos
locales junto con la industria deben de llevar adecuado apoyo financiero a las
comunidades locales para que puedan proporcionar médico y otros servicios
necesarios para reducir la morbilidad, mortalidad y pérdida de material, en el caso
de los accidentes de trabajo
 Al usar esta sustancia debemos de tener plan de emergencia adecuado, pues ahí la
necesidad de que la gente conozca los riesgos y las actuaciones de emergencia .

Inhalación: Trasladar al afectado al aire libre. Si se producen efectos, consultar a un


médico. Contacto con la piel: Lavar la piel con agua abundante.
Contacto con los Ojos: Lavar los ojos cuidadosamente con agua durante algunos minutos.
Quitar los lentes de contacto después de los 1-2 minutos iniciales y seguir lavando unos
minutos más. Si se observan efectos, consultar a un médico, preferiblemente un
oftalmólogo. Ingestión: En caso de ingestión, acuda a un médico. Nunca debe inducir al
paciente al vómito a no ser que el personal médico indique lo contrario.
Principales síntomas y efectos, agudos y retardados Además de la información disponible
en el (anterior) apartado de Descripción de medidas de primeros auxilios y la Indicación de
atención médica inmediata y tratamiento especial requerido (a continuación), no se
esperan síntomas y efectos adicionales.
Indicación de toda atención médica y de los tratamientos especiales que deban
dispensarse inmediatamente No hay antídoto específico. El tratamiento de la exposición se
dirigirá al control de los síntomas y a las condiciones clínicas del paciente.

Recomendaciones con respecto a la MSDS


Aparte del desastre de Bhopal y de la información sobre el hecho de que el MIC está
químicamente relacionado con sustancias estudiadas en mayor profundidad, como el

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 21


toluen diisocianato, y que es una sustancia extremadamente tóxica, la literatura en la que
basar un efecto crítico o una relación dosisrespuesta es escasa. No existen estudios de
confianza que hayan encontrado una relación entre la exposición laboral a MIC y sus
efectos sobre la salud. Hay dos estudios sobre la relación dosis-respuesta en humanos,
pero éstos consideran exposiciones con una duración de tan sólo unos pocos minutos. Los
resultados de los estudios con animales sugieren curvas dosisefecto y dosis-respuesta con
pendiente elevada. La irritación de las vías respiratorias superiores e inferiores ha sido
descrita en estudios con ratas, ratones y cobayas después de exposiciones a 1,3 – 2,9
ppm de MIC de corta duración (0,5 – 1,5 h). Se detecta un daño pulmonar permanente en
los niveles de exposición ligeramente superiores (3 – 3,1 ppm, 6h/ d, 4-8 d). En un estudio
no se advirtieron efectos en ratas expuestas a 0,6 ppm de MIC (6 h/d, 8 d), mientras que el
estudio NTP con ratones detectó daños inespecíficos en el epitelio respiratorio
acompañados por depresión de la médula ósea a 1 ppm y fibrosis bronquial pronunciada a
3 ppm (6 h/d, 4 d). En los niveles un tanto superiores hay un incremento pronunciado de la
mortalidad, con valores de LC50 para 6 horas de 5 a 12 ppm en diferentes especies
animales. Se ha descrito irritación de los ojos y las membranas mucosas en humanos
después de exposiciones a MIC de corta duración. En un estudio se expuso a MIC a
personas voluntarias de 1 a 5 minutos. A 0,4 ppm no se detectó irritación, pero la irritación
de ojos y de membranas mucosas se incrementó marcadamente de 2 a 4 ppm, y fue
inaceptable a 21 ppm. En otro estudio, la irritación ocular apareció después de 1-2 min. y el
lagrimeo después de 3-5 min a 0,5 ppm de MIC. Los datos disponibles no son suficientes
para determinar para el MIC un VLAED®. En vista de las exposiciones de corta duración
(sólo unos minutos) y del poco número de sujetos incluidos en los estudios experimentales
en humanos y los graves efectos detectados en animales, en exposiciones agudas a MIC
para niveles de exposición un tanto superiores, se propone un VLA-EC® de 0,02 ppm,
equivalente a 20 ppb. Se debe indicar que a este nivel no se detecta ningún olor. A
diferencia de los diisocianatos, no hay datos convincentes que muestren que el MIC es un
sensibilizante respiratorio o dérmico. No se ha estudiado el asma resultante de la
exposición a MIC. Considerando que el valor LD50 en experimentación animal es 10 veces
superior para la vía dérmica que para la vía oral y el hecho de que los efectos críticos del
MIC son ejercidos en el punto de contacto (ojos, vías respiratorias), no es necesaria la
notación “vía dérmica”.

10. Bibliografía utilizada para el desarrollo del temario.

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 22


 Introducción a la Química Ambiental –Editorial Reverte
 http://www.sullairinfo.com/Downloads/Sullube_MSDS_Spanish%20(Argentina).pdf
 Bhattacharya B, Sharma S, Jaiswal D (1988) In vivo binding of [1
14C]methylisocyanate to various tissue proteins. Biochem Pharmacol 37:2489 2493.
 Karol MH, Kamat SR (1988) The antibody response to methyl isocyanate:
experimental and clinical findings. Bull Eur Physiopathol Respir 23:591 597.
 Wynckel A, Randoux C, Millart H, Desroches C, Gillery P, Canivet E, Chanard J
(2000) Kinetics of carbamylated haemoglobin in acute renal failure. Nephrol Dial
Transplant 15:1183 - 1188.
 Andersson D, Goyle S, Phillips B, Tee A, Beech L, Butler W (1988a) Effects of methyl
isocyanate on rat muscle cells in culture. Br J Ind Med 45:269 274.
 http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/FISQ/Fich
eros/0a100/nspn0004.pdf
 http://biblioteca.saludcapital.gov.co/img_upload/57c59a889ca266ee6533c26f970cb1
4a/Isocianato%20de%20Metilo.pdf
 https://es.wikipedia.org/wiki/Isocianato_de_metilo
 http://nj.gov/health/eoh/rtkweb/documents/fs/1270sp.pdf
 http://quimica.unmsm.edu.pe/pdf/ing%20loayza/BOLETIN_10.pdf

Docente: Alejandro Noeé Zegarra Balboa Paé gina 23

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