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TEMA 2 (EVAU).

VARIEDADES GEOGRÁFICAS DEL ESPAÑOL


INTRODUCCIÓN
Actualmente el castellano o español cuenta con más de cuatrocientos millones de
hablantes nativos repartidos por todo el mundo y más de quinientos millones de hablantes.

Aunque todos los hablantes del español o castellano forman una misma comunidad
lingüística, no todos los hablantes hacen un uso homogéneo de la lengua. Por ello existe la
norma que establece lo que es correcto y lo que es incorrecto y facilita la comunicación entre
los hablantes del español de una misma zona. Los centros escolares, los medios de
comunicación e instituciones como la RAE son los encargados de difundir la norma culta del
español.

A las variedades de lengua que relacionan al hablante con su origen territorial se les
denomina variedades diatópicas. Son variedades geográficas o diatópicas:

- Los dialectos (sistema de signos desgajados de una lengua común, viva o desaparecida;
normalmente con una concreta limitación geográfica, pero sin una fuerte diferenciación frente
a otros de origen común).

- Las llamadas lenguas regionales y las hablas locales (peculiaridades lingüísticas de extensión
más restringida y determinadas por la superposición de hablas y por multitud de hechos
sociales).

§ 2.1 VARIEDADES GEOGRÁFICAS DEL ESPAÑOL SEPTENTRIONAL


El español de España presenta dos grandes variedades dialectales: las variedades
septentrionales o del norte y las del sur o meridionales. Las fronteras de ambas áreas no son
totalmente estables pues los fenómenos lingüísticos pueden ir variando. Esta línea imaginaria
que separa zonas en las que se producen realizaciones distintas de un mismo fenómeno
lingüístico se denomina isoglosa.

La variedad del español septentrional es, por lo general, la más conservadora desde un
punto de vista fonético. Ello se debe a que esta variedad es la que corresponde a zonas por las
que antes se comenzó a difundir el castellano; sin embargo, no es una variedad homogénea,
sino que presenta múltiples peculiaridades según las zonas.

Comprende el norte de España, con un límite que pasa por Salamanca, Ávila, Madrid, la
Alcarria hasta la Mancha. El límite es bastante impreciso, sobre todo al Sur, ya que en las
tierras manchegas son observables algunos rasgos meridionales, como, por ejemplo, la
aspiración de la –s ante consonante [ehcapar].

Algunos rasgos lingüísticos propios del español septentrional son:

- la relajación y pérdida de la –d– intervocálica y en final de sílaba, sobre todo en el


participio –ado;

- Tradicionalmente era común la distinción fonológica y/ll, a diferencia de los


dialectos meridionales, caracterizados por el yeísmo (pronunciar el dígrafo <ll> igual
que <y>). Actualmente en la mitad norte de España quedan hablantes no yeístas,
pero la distinción y/ll parece estar en proceso de desaparición.

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- la pronunciación fuerte de la –d en final de palabra, que se articula como si fuera –z
en Madrid y Castilla ([madríθ+, *berdáθ+);

- la adición (paragoge) de la –s analógica en la 2ª persona del singular del pretérito


perfecto simple (comistes);

- el empleo del infinitivo con valor de imperativo (salir en vez de salid).

- La característica morfosintáctica más típica del castellano de algunas zonas centrales


peninsulares es el leísmo y el laísmo. En los hablantes laístas los pronombres le y les
en función de objeto indirecto toman una forma femenina la, las (cógela la cartera, la
dices que venga). El fenómeno es antiguo, pero nunca ha sido considerado estándar
en español; el laísmo no ha progresado fuera del centro de la península. Distinto es el
tratamiento del leísmo, aparecido después del Medioevo, consistente en el uso de "le"
en la función de objeto directo, sobre todo cuando la referencia es a seres humanos;
por ejemplo, en masculino singular ( "le vi" por "lo vi"). Este fenómeno actualmente
es aceptado por la norma ya que está más extendido en España y se da en algunas
zonas de América. Sin embargo, en la parte central de Castilla y León también está
generalizado el leísmo de cosa, no admitido por la Academia ("Déjamele" por
"Déjamelo"). También se dan fenómenos de loísmo.

Mención aparte merecen las variedades norteñas del español donde perduraron los
DIALECTOS HISTÓRICOS: astur- leonés y navarro aragonés.

Por lo que se refiere al astur-leonés (dialecto procedente del latín vulgar hablado en el
antiguo reino de León)presenta rasgos lingüísticos arcaizantes que se
conservan de forma irregular en los territorios de Asturias, centro y oeste
de Cantabria, oeste y noreste de León, oeste de Zamora y Salamanca, y
una parte de Cáceres.
Como en todas las variedades lingüísticas las zonas límite son muy difíciles de precisar, debido
al contacto con otras lenguas de mayor arraigo cultural como el castellano, gallego y
portugués. Por ello, se suelen distinguir tres zonas:
- la occidental, con influencias gallegas como la presencia de los diptongos “ei" y "ou"
(carreira, ouro), palatización de las consonantes l>ll y n>ñ. Ejs. llobu (lobo), ñiño (niño), ñudo
(nudo).

- la oriental en las provincias de Santander, Zamora y la Extremadura leonesa, que presentan


rasgos más castellanizados como la pérdida de la f- inicial latina.

- la central, menos influenciada por las otras lenguas, que se reduce a Asturias, donde se
mantiene una mayor autenticidad en sus rasgos lingüísticos, por ejemplo: la distinción
genérica en los posesivos (sóu súa/só 'su-suyo, suya'). Esta variedad se denomina "bable".

DE MANERA GENÉRICA, EL CASTELLANO HABLADO EN LAS ZONAS DE MAYOR


PERVIVENCIA DE ESTE ANTIGUO DIALECTO LEONÉS presenta los siguientes rasgos:

- tendencia a cerrar las vocales finales (“mediu”, “les vaques”, “nochi”),


- la posición enclítica (arcaizante) de los pronombres átonos (“comprome”),

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- el uso de verbos intransitivos como transitivos (Te has quedado el paraguas en casa,
has caído el jarrón),
- el apócope de la vocal final –e en las formas verbales (ya sal la luna),
- el uso de la negación non
- empleo del diminutivo –ín, ino, ina (muchachín, pequeñina).
Por otro lado, EL ARAGONÉS (variedad de lengua procede del antiguo romance
navarro-aragonés que con la expansión del castellano redujo su ámbito y relegó su
uso) es considerado como una variante del castellano rústico, denominado también
"habla baturra".
Esta modalidad tiene zonas de transición entre el castellano y el catalán, siendo la
parte más arcaica la comprendida entre los valles de Ansó, Hecho, Lanuza, Biescas,
Sobrarbe y Ribagorza.
Las características lingüísticas más relevantes del aragonés son:
- conservación de f- inicial latina: fambre (hambre),
- diptongación de “e", "o": tiengo,
- uso de -ll- por -j-: muller (mujer),
- conserva las oclusivas sordas intervocálicas "p", “t", "k": marito, lacuna, napo,
(marido, laguna, nabo),
- rechazo de la acentuación esdrújula.

ES PROPIO DEL CASTELLANO DE LAS ZONAS PERTENECIENTES AL ANTIGUO REINO


DE ARAGÓN la entonación ascendente, el alargamiento de la vocal final, la tendencia
a pronunciar como llanas las palabras esdrújulas (medico, pajaro) y el empleo del
diminutivo –ico.
Otra variante geográfica del español septentrional es el EL CASTELLANO RIOJANO que
se considera un habla de transición. Comparte algunos rasgos con el aragonés como
la conservación de grupos latinos pl, fl. Por ejemplo: plover (llover), flama (llama) o
diptongaciones similares a las aragonesas. Por otro lado, mantiene alguna
característica del castellano medieval como la conservación de la –f inicial latina en
algunas palabras: ferrería (herrería) o la conservación de los grupos –ns, –mb: ansa
(asa), lombo (lomo) e incluso se percibe la influencia de la lengua vasca en, por
ejemplo, la alternancia del sonido c- (-z), ch-, j-, s- en términos como chúnguele,
júnguele, súnguele o zunguel (columpio).
Rasgos muy característicos de esta variedad riojana son:
- Uso de los sufijos –ete , –eta (chiquitete, boniquete…).
- Transformación del sonido "tr" en el sonido "ch": chactor.
- Uso de “li” como si fuese el pronombre de tercera persona le: li regalé un
libro.

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Para terminar, no podemos olvidar las variedades del castellano hablado en zonas
bilingües:
- la zona bilingüe gallega emplea un castellano con rasgos peculiares: uso del perfecto
simple (ayer estuve, hoy estuve), uso de –iño, -iña como diminutivos (casiña),
entonación muy modulada al hablar, cierre de vocales finales o>u, i>e.
- El castellano del territorio bilingüe vasco y su zona de influencia presenta
alteraciones en el orden de las palabras, confusión del género de los sustantivos (ya
que el eusquera no tiene distinción de género); uso del condicional en lugar del
pretérito imperfecto de subjuntivo; seseo y la entonación con fuerte tensión
articulatoria y finales ascendentes en los enunciados.
- El castellano hablado en zona bilingüe catalana se caracteriza por el timbre
impreciso de las vocales átonas, la velarización de “l”, ensordecimiento de “–d”
articulada como “–t”, seseo y el dequeísmo.

§ 2.2 VARIEDADES GEOGRÁFICAS DEL ESPAÑOL MERIDIONAL


Las variedades meridionales del español corresponden a la zona sur de la expansión
del castellano durante la Reconquista. Desde allí llegará a Canarias y a América. Son
variedades meridionales el andaluz, el canario, las variedades de transición
(extremeño y murciano) y el español de América. Estos dialectos son más
innovadores que los septentrionales y presentan una mayor evolución en su
pronunciación.
Los rasgos diferenciadores de la variante meridional son:
- La extensión del yeísmo (la "ll" se pronuncia como "y").
- Tendencia a la relajación de las sonoras intervocálicas (especialmente la -d-) que se
eliden (vulgarismo), por ej. vestío (vestido), deo (dedo).
- Relajación y aspiración de la –s cuando le sigue una consonante (cahco, “casco”;
avihpa, “avispa”) y cuando es final de sílaba. En estos casos la vocal que precede a la
aspiración suele pronunciarse abierta y cuando la aspiración desaparece por completo
su función significativa de plural es desempeñada por la abertura de la vocal, que se
alarga. En consecuencia, el timbre y la duración de las vocales son elementos
significativos, distintivos.
- Confusión esporádica de las líquidas -l y -r en posición implosiva (cuelda (cuerda),
sordao (soldado).
POR LO QUE SE REFIERE AL DIALECTO ANDALUZ (evolución del castellano llevado a
tierras andaluzas durante los siglos XIII al XVI) no es un dialecto homogéneo, ya que
presenta diferentes variedades de límites poco precisos. En general se distingue
entre andaluz oriental y occidental.

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Como características fundamentales del andaluz, además de las propias de los
dialectos meridionales, cabe citar las siguientes:
- En cuanto a su sistema vocálico hay que resaltar su riqueza de timbre que le
proporciona una entonación peculiar, con ritmo más rápido y una articulación
más relajada.
- Existen distinciones fonológicas debidas a la abertura o cierre de las vocales
por la aspiración de la /s/, por lo cual se puede distinguir en una misma
palabra el singular del plural (lā casā).
- La alternancia de seseo (igualación de los sonidos /s/, /z/ dando como
resultado una nueva /s/): senisero, sapato (cenicero, zapato) y ceceo (la
pronunciación ceceante consiste en pronunciar el fonema /z/ donde debería
ser el fonema /s/. Ej.“zacacorchos por sacacorchos”.
El seseo se extiende por una gran parte de Córdoba, sur y norte de Sevilla,
norte de Málaga y Granada, oeste de Huelva y gran parte de Jaén. La
extensión del ceceo ocupa casi todo el sur de Andalucía desde la frontera de
Portugal hasta Almería, norte de las provincias de Sevilla y Granada,
disminuyendo en Málaga.
También hay zonas donde se realiza la distinción entre /s/ y /z/ especialmente
en la zona Este y Norte Andalucía.
- Pérdida de la "d" al final de palabra o entre vocales (bondá, “bondad”).
- Fricatización de la ch; pronunciación del fonema palatal africado /ch/ como
fricativo. “Coshe por coche; mushasho por muchacho”.
- Tendencia a utilizar el plural ustedes en lugar de vosotros.
- El léxico andaluz conserva numerosos arcaísmos (afuciar, ofender) y abundan
los arabismos (aljofar, fregar; zagal), palabras de origen medieval
(escarpín,calcetín), vocablos mozárabes (cauchil, registro de agua; zurriagazo,
latigazo) y de y numerosas creaciones populares ("fuguillas", persona vivaracha
que se enfada fácilmente; jarana, fiesta; apoquinar, pagar). En general se trata
de un léxico que en el español común ha sido desplazado mientras que el
andaluz lo ha conservado en mayor proporción.
EL CANARIO presenta similitudes con el andaluz debido al predominio de los
andaluces entre los primeros conquistadores y pobladores peninsulares, que
extendieron el uso del castellano en el siglo XV.
Además, ha sido durante varios siglos zona de tránsito entre España y América, lo
que otorga a las Canarias un papel fundamental en la expansión y evolución del
castellano en Hispanoamérica. Por ello, hay similitudes entre el español de América y
el canario.
Aunque presenta rasgos similares al andaluz, el canario tiene algunas diferencias:

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- se da el seseo, pero no el ceceo;
- no aspiran la –s en final de sílaba;
- uso extendido de ustedes como forma de confianza;
- el uso exclusivo del pretérito perfecto simple (¿Te caíste, mi niño?);
- diferente entonación;
- el empleo de voces del guanche, lengua autóctona ya desaparecida, así como
americanismos (papa, guagua, baifo) y portuguesismos (bucio, caracol marino), al ser
una zona también repoblada por portugueses.
EL EXTREMEÑO Y EL MURCIANO se consideran dialectos de transición porque
comparten rasgos con el andaluz y con el castellano norteño.
EL EXTREMEÑO se habla en la Comunidad Autónoma de Extremadura y recoge
algunos rasgos del leonés debido a que la ocupación de estas tierras la realizaron
caballeros leoneses y castellanos en el siglo XIII. Los rasgos procedentes del leonés
aparecen en el noroeste de Cáceres y se van perdiendo conforme se avanza hacia el
sur, mientras que la influencia andaluza es perceptible en el sur de Badajoz. Son
rasgos leoneses el cierre de las vocales finales –e, –o en –i, –u; la pervivencia de una
aspiración como resto de la conservación de g + e, i o de la “h” procedente de la f-
inicial latina; el uso de verbos intransitivos como transitivos; y el empleo del sufijo
diminutivo –ino. Son rasgos andaluces la aspiración generalizada de –s , el yeísmo, la
confusión -l, -r y la pérdida de la -d- intervocálica.
EL MURCIANO recoge algunos rasgos del valenciano y del aragonés debido a que
estos pueblos repoblaron la región de Murcia cuando se unió al reino de Castilla en el
siglo XIII. Se habla en Murcia y parte de Alicante (Vega Baja) y Albacete. La variante
más genuina, hablada principalmente en la huerta de Murcia, recibe el nombre de
"panocho".
Según García Soriano en "Vocabulario del dialecto murciano" agrupa las diferentes
hablas locales de esta variedad en los siguientes grupos: zona Noreste (desde Jumilla
hasta municipios albacentenses como Alpera, Mahora, …) donde la castellanización es
mayor que en el resto de hablas murcianas y, en la periferia, suponen una transición al
habla manchega; zona Noroeste: municipios de Caravaca, Zehejín…, y comarca de
Hellín en la que se presenta un notable número de aragonesismos y formas arcaicas, e
incluso también de arabismos. Destaca la forma -ismo -a para el superlativo -ísimo -a;
zona central: municipios de Murcia, Cieza, Mula y Pliego… cuyos rasgos más distintivos
son la existencia de un buen notable número de vocablos de origen árabe y
aragonés, de la presencia de rasgos arcaicos, del diminutivo -ICO -ICA convertido en -
IQUIO -IQUIA; zona Sur: municipios del Campo de Cartagena en el que el rasgo más
diferenciador es el seseo; zona Sureste: municipios de Orihuela, Dolores, Elda… siendo
aquí el rasgo más peculiar una mayor cantidad de elementos lingüísticos procedentes
del valenciano, especialmente el seseo; zona Suroeste: municipios de Lorca, Totana…
con mayor tendencia a la aspiración.

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Entre sus rasgos lingüísticos característicos más generalizados destacan su
entonación, el seseo, la pérdida de la d intervocálica (*bebía por bebida, *comio por
comido…), la presencia de sonidos nasales (muncho), el empleo del sufijo diminutivo –
ico (bonico, chiquitico…) y de frecuentes aragonesismos (melsa: bazo; manifacero: que
se mete en todo) y valencianismos (baladre, alcancil), así como un léxico propio
( zuro: corazón o raspa de la mazorca del maíz después de desgranada; bajoca: judía
verde,… ) y la conservación de las consonantes sordas intervocálicas (*pescatero,
*cocote, *acachar ).

§ 2.3 EL ESPAÑOL EN EL MUNDO COMO LENGUA MATERNA, OFICIAL,


APRENDIDA… EL SEFARDÍ.
La lengua castellana o española, además de hablarse en España, es la lengua con la que
se expresan cotidianamente las personas de diversos países y culturas de cinco
continentes.
La extensión geográfica actual del español abarca los siguientes países:
-América:
a) Sur: Argentina, Paraguay, Uruguay, Ecuador, Chile, Bolivia, Venezuela, Perú y
Colombia
b) Central: Puerto Rico, Panamá, El Salvador, República Dominicana, Cuba, Costa
Rica, Honduras, México, Nicaragua y Guatemala.
c) Norte: En EEUU tiene una presencia notable con 30 millones de hablantes (en
los estados de Nueva York, Florida, Texas, Nuevo México, California, Arizona, Colorado
y Luisiana; y en las ciudades de Los Ángeles, San Francisco, Nueva York, San Antonio y
Miami).
-África:
a) Ceuta y Melilla
b) Algunas ciudades del norte de Marruecos
c) Sáhara Occidental
d) Guinea Ecuatorial
-Asia: Filipinas.
- A las áreas mencionadas hay que añadir los hablantes de las comunidades sefardíes
(dispersas por Europa, Marruecos y Oriente Próximo), y los emigrantes de la Unión
Europea o de países como Canadá, Belice y Australia que utilizan el español como
segunda lengua.

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El español es la segunda lengua mundial como lengua materna, después del chino,
con unos 483 millones de hablantes nativos. Es una lengua internacional y extensa. Se
calcula que posee alrededor de 580 millones de hablantes, según el estudio del
Instituto Cervantes en 2019 y según el informe de la Vanguardia sobre “El Español
como lengua viva”. Es lengua oficial en diecinueve países latinoamericanos, en
Guinea Ecuatorial y en el Sáhara. Es lengua cooficial en Paraguay junto al guaraní y en
Puerto Rico junto al inglés.
El español es la tercera lengua del mundo en número de hablantes después del
chino mandarín y del inglés. Se computan también unos 75 millones de personas con
competencias limitadas en español y – según el Instituto Cervantes- unos 22 millones
de estudiantes de español como lengua extranjera en 110 países; de ahí que sea la
segunda lengua extranjera más estudiada en EEUU, UE, Brasil y África. También se
considera la segunda lengua en la ciencia.
El español ocupa el segundo lugar como lengua internacional de la política, de la
economía y la cultura, después del inglés. Es la tercera lengua oficial y de trabajo en
la ONU, la UNESCO, la UE, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación), y está presente en otros organismos internacionales
relacionados con la ciencia, la tecnología, el deporte, etc.
En Internet, ocupa ya el tercer puesto como idioma más utilizado tras el inglés y el
chino.
En redes sociales como Twitter o Facebook, así como en el uso de Wikipedia, el
español es la segunda lengua usada tras el inglés, a bastante diferencia del árabe,
ruso, italiano, francés y alemán.
Por lo que se refiere a las publicaciones, es el tercer país exportador de libros y
como lengua de traducción de libros.
Diversas instituciones colaboran hoy en la conservación, la enseñanza y la difusión
del español por el mundo. Entre otras caben destacar:
- la RAE (Real Academia Española), encargada de velar por la lengua española. Ante
todo, debe preservar la unidad lingüística en todas las zonas donde se habla; por
ejemplo, se ha creado la Asociación de Academias de la Lengua Española para
colaborar con las academias de otros países. Además, se ha publicado un Diccionario
Panhispánico y una Gramática en colaboración con todas las academias
hispanohablantes.
- El Instituto Cervantes, creado en 1991, cuenta con más de 170 sedes propias y 77
centros en 44 países. Su finalidad es la promoción y la enseñanza del español y de su
cultura. Organiza cursos y actividades por todo el mundo para difundir el español.
- Otros organismos, instituciones o fundaciones como el OEI (Organización de Estados
Iberoamericanos), el EFE, Fundación Dialnet, …

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Referente al punto sobre el aprendizaje del español se calcula que unos 22 millones
de alumnos en el mundo estudian español como lengua extranjera.
En general, está aumentando la demanda del aprendizaje del español como lengua
extranjera, tanto en la educación secundaria como en la universitaria. En Europa
cuenta con más de cuatro millones de alumnos. En EEUU es la lengua que cuenta con
más alumnos superando al francés, al alemán y al italiano. No obstante, también se
ha alertado del peligro de la lengua inglesa como dominadora en Internet y en círculos
internacionales sobre todo por el efecto de la globalización y de la tecnología.
EL ESPAÑOL EN EL MUNDO
-EL ESPAÑOL DE FILIPINAS.
En este país la imposición y el prestigio del inglés, unidos a un proceso de
desvalorización de lo hispano, fueron la causa de que nuestra lengua pasase de ser
lengua oficial en la enseñanza de una minoría social.
La presencia del español se remonta al siglo XVI y se continuó con más expediciones
que hispanizaron la isla hasta que en 1935 se declaró como lengua oficial junto al
inglés. En 1987 sólo el tagalo o filipino se reconoce como lengua oficial. Hoy pervive
en muchos hispanohablantes en el vocabulario con americanismos, arcaísmos y
neologismos y también en topónimos: Santiago, Cáceres, Cuenca....
La influencia del español aparece en las lenguas indígenas en préstamos léxicos
(agwa, eskwela, alcalde ) o sufijos –ito, illo, oso como en kabiloso
(cambiante)...También pervive en el chabacano (lengua criolla) rasgos como el seseo,
la h-aspirada, el paso de f a p (Pilipinas)...

- EL JUDEO-ESPAÑOL O SEFARDÍ.
Es la modalidad de español hablado por los descendientes de los judíos españoles
que, en 1492, fueron expulsados de España por los Reyes Católicos. Actualmente,
hay comunidades sefardíes en el norte de África, en Israel, en la Península Balcánica
(Turquía, Grecia, Bulgaria, Serbia, Bosnia, Macedonia, Rumanía) y en EEUU.
El número de hablantes de judeoespañol ronda hoy los 150 000.
Por distintas razones, como la influencia de las lenguas oficiales de cada país, el
hecho de que en el judeoespañol nunca hubo una norma unificadora - lo cual propició
que siempre existiesen distintas variedades de la lengua- y que se hablaba en
territorios discontinuos y en comunidades de hablantes geográficamente muy alejadas
unas de otras, ha dado lugar a que esta lengua se encuentre en un período de
progresiva decadencia quedado reducido su uso al ámbito familiar. Hasta tal punto es
así que el judeoespañol está considerado por la UNESCO como lengua en serio peligro
de extinción.
Entre los rasgos más significativos de esta lengua podemos citar:

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- la conservación de rasgos arcaicos (sistema fonológico medieval, grupo-mb en
palomba, do por doy o esto por estoy, vide o vido por vio,etc.)
- Mantiene grafías como ç para el sonido ch (Muńço), k (Kastilyano: castellano), j no
velarizada similar a la francesa (fijo, hijo), NY ("Ñ" española). Por ejemplo: Kunyada
"Cuñada", entre otras.
El español en Nueva Guinea: De acuerdo con el Instituto Cervantes para 2006-2007,
el 13,7% de la población tiene un dominio nativo y el 74% lo habla bien. El español
ecuatoguineano está regulado por la Academia Ecuatoguineana de la Lengua
Española.
El español es oficial en Guinea Ecuatorial desde su independencia. Desde 1984,
también lo es el francés el cual le está ganando terreno al español desde entonces
como idioma de trabajo, en el que incluso se dan noticias en TV y radio, y, en general,
en habla común se está dando una asimilación entre el francés y el español llamado
«espaguifrancés».
Una característica: ausencia de la vibrante múltiple "rr" Caro=caro (carro).

§ 2.4 EL ESPAÑOL DE AMÉRICA


Llamamos español de América al uso que hacen del castellano los hablantes de
diversos países americanos o al español hablado en los distintos países americanos
que se caracteriza por la presencia de numerosas variedades geográficas, en cuya
configuración han influido factores históricos y sociales de diversa índole.
A partir de 1492, con la conquista y colonización del Nuevo Mundo, el español sale
de nuestras fronteras y se extiende por el centro y por el sur de América. Entre los
diversos factores que han determinado la formación y la evolución de esta variedad
destacan:
a) Los orígenes geográficos de los colonos, en su mayor parte andaluces y
extremeños.
b) La influencia de las lenguas indígenas y africanas.
c) Las migraciones.
d) El hecho de que la lengua que se traslada a América (español del siglo XV) no esté
definitivamente fijada.
La propagación del castellano fue una labor de siglos que llegaría a su mayor
extensión hacia el siglo XVIII, como lengua de la administración, la Iglesia y la cultura.
Al mismo tiempo ejercerían un papel importante la variedad de lenguas autóctonas
que se seguían hablando - algunas todavía se hablan -, y que presentaban un mapa
lingüístico muy complejo. En efecto, problemas de sustratos étnicos, y la imposición

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de una lengua diferente, constituyen los factores esenciales para el estudio de la
realidad lingüística de América. Un panorama tan plural podía ocasionar una
fragmentación lingüística, pero junto a esta diversidad contrasta una uniformidad
cultural sólida que se manifiesta sobre todo en las capas cultas de la sociedad.
 El español es la lengua oficial de dieciocho repúblicas: Argentina, Uruguay,
Paraguay, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá,
Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Méjico, Cuba y
República Dominicana.
Presenta cooficialidad con el inglés en Puerto Rico.
En EE.UU., en Nuevo Méjico, Arizona, Texas, California, etc. hay grandes
comunidades de hispanohablantes.
Los rasgos que distinguen el español de América se producen en todos los niveles
lingüísticos, e inciden de manera distinta según las zonas.
1. Los rasgos generales del nivel fónico son:
- El seseo; es una s predorsal, no apical como en castellano; es la pronunciación de s
por z o c.
- el yeísmo; no diferencian “ll” de "y"; de "llave" y "yate".
- La debilitación de la -s final de palabra o de sílaba. Esta aspiración de la /s/ es un
rasgo meridional de nuestra península que se realiza en la mayor parte de América
hispanohablante. En algunos lugares desaparece, con el consiguiente cambio de la
vocal (Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Panamá, costas de Colombia, Venezuela).
- La confusión /r/, /l/ finales de sílabas se da en las zonas insulares y costeras: Cuba,
Santo Domingo, Puerto Rico, Panamá, zona costera de Colombia, gran parte de
Venezuela y centro de Chile.
En el nivel morfosintáctico destacan los rasgos siguientes:
- la tendencia a construir el femenino analógico: mayordoma, tigra, etc. Así como en
el masculino en -isto: planisto, telegrafisto, etc.
- La adverbialización del adjetivo: caminaba lento, canta lindo, etc.
- Tendencia al uso de diminutivo en exceso y su proyección en el adjetivo y adverbio:
chiquitito, ahorita, todito, etc.
- El uso general del perfecto simple y la casi desaparición del perfecto compuesto
como el castellano antiguo y la tendencia actual en Galicia, Asturias, León y Canarias
(canté por he cantado).
- El uso de -n enclítica con los pronombres me, te, se, para percibir mejor el plural:
siéntensen, vuélvansen, etc.
- Sustitución de vosotros por ustedes (ustedes quieren).

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- Posposición de posesivos (el amigo mío).
- Formas con –ra del imperfecto de subjuntivo (amara por amase).
- El VOSEO es el rasgo más sobresaliente del español de América, consiste en el
empleo de la forma vos para el tratamiento familiar en lugar de "tú", "te'' y
modificación de la forma verbal (vos tenés). En muchas zonas de la América
hispanohablante se da este fenómeno gramatical que es considerado como un
vulgarismo. Las formas verbales del voseo son diferentes según las regiones, un caso
singular es el voseo de la zona rioplatense: vos cantas -tú cantas-, ustedes se toman -
vosotros os tomáis.
En el nivel léxico hemos de destacar la riqueza y variedad que ofrece el español en
América. El predominio de los arcaísmos, la constante creación de neologismos por
derivación, los extranjerismos adoptados y adaptados al sistema, enriquecen el léxico
patrimonial. Algunas palabras no significan lo mismo en Hispanoamérica que en
España, estas diferencias pueden convertirse en un elemento negativo y fraccionador,
pero es indudable que tales rasgos existen también en todo el Estado español, donde
cada región usa nombres específicos para un mismo objeto: bolillos por panecillos,
camión o guagua o el ómnibus por autobús, ruletero por taxista, pollera por falda,
bueno por dígame, concha por “coño”, tomar por beber, cuadra por calle o manzana,
etc.
- Neologismos por derivación (muchachada, rotoso)
-Extranjerismos, anglicismos (chance, chequera) y galicismos (chofer, rol)
- Arcaísmos, pollera (falda), bregar (trabajar), celemín.
-Indigenismos: canoa, barbacoa (arahuacos), caimán, loro (caribes), aguacate
(nahua)...
- Afronegrismos: Changa (insecto roedor), mango (fruta)...
- Usos léxicos especiales: apurarse (darse prisa), tomar (beber), manejar (conducir)...
Por otro lado, el bilingüismo es una realidad en América y el español convive con
otras lenguas autóctonas que en algunos lugares tienen más fuerza que en otros. Por
ejemplo, el quéchua, en Perú; el guaraní, en Paraguay; el aymara, en Perú y Bolivia; el
náhuatl y el maya, en México, etc.
Estas lenguas indígenas favorecen la diversidad lingüística. Esta fragmentación marca
las diferencias tan notables que encontramos en las distintas regiones de la América
hispana. Pero la unidad del idioma se ve reflejada, sobre todo, en el nivel culto en el
que no encontramos casi diferencias entre el español de ultramar y el peninsular. La
literatura, los medios de comunicación social, las Reales Academias de la lengua, son
los elementos de cohesión que dotan al idioma de homogeneidad. No obstante, en los
registros familiares, populares o rústicos las diferencias son muy notables, sobre todo
en el nivel léxico.

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El español puertorriqueño es la variedad de la lengua española hablada en Puerto Rico y
por millones de personas de ascendencia puertorriqueña fuera de Puerto Rico. Es una más
de las variantes locales del español caribeño.

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