Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EL ABANDONO DE LA
TIERRA EN ESPAÑA
LA POBLACIÓN Y EL 6RANDE Y PEQUEÑO RIEGO
POR
«PERFECTUS» TRAVESERA, 22
BARCELONA
El abandono de la tierra en España
E L A B A N D O N O DE LA
T I E R R A EN E S P A Ñ A
LA POBLACIÓN Y EL GRANDE Y PEQUEÑO RIEGO
POR
«PERFECTOS» TRAVESERA, 22
BARCELONA
1 9 2 7
INTRODUCCIÓN
PROPOSICIONES FUNDAMENTALES
LA EMIGRACIÓN AL EXTRANJERO
LA EMIGRACIÓN TRASOCEÁNICA
LA MISERIA EN E L CAMPO
¿Basta ésto? ¿Tiene el pais con solo hacer sacrificios para pro-
porcionar el agua, suficiente capacidad y medios para utilizar el riego?
Problemas son los de la transformación de s e c a n o en rega-
dío, para que llenen su misión económica y social muy complicados
y hondos, pero hay que abordarlos resueltamente en España sin for-
jarse ilusiones, pero sin pesimismos procurando no perder de vista la
realidad. Financieramente es un hecho reconocido, que la construcción
de los canales y grandes empresas de riego por múltiples causas, han
sido en España un mal negocio, y necesitan y asi se les otorga, el
favor y el auxilio del Estado, pues como afirmaba Jovellanos en su
Informe agrario, recomiendan el auxilio, su necesidad y dificultad pues
por regla general el riego solo se puede lograr en España por su
estructura geográfica, realizando grandes y muy costosas obras. Con
gran previsión Jovellanos aconsejaba asegurar su utilidad y que
siendo imposible hacerlas todas de una vez, se emprendan orde-
nadamente, y como tampoco todas son igualmente necesarias, en
nada puede brillar tanto la sabia economía de un gobierno como
en el orden que debe preferir unas y posponer o t r a s . . . . Y esta
advertencia es tanto más preciosa, cuando más expuesta se halla su
observancia al influjo de la inoportunidad de los que piden y de la
predilección de los que acuerdan tales obras.
En el problema del riego, sobre todo del gran riego, hay que
advertir que su éxito depende no solo de que exista el agua, sino que
requiere como necesario, complemento de otros factores. En varias
ponencias de los Congresos de riegos se puso de relieve; que del con-
junto de factores que concurren en el regadío el que cuantativamente
representa una porción relativa menor en el orden económico, es el
agua para el riego. ¡Cuántas a g u a s han permanecido sin aprovechar
para el riego en E s p a ñ a después de realizadas costosas obras hidráu-
licas! Ejemplo, el Canal de Castilla que se construyó para el riego,
y solo se utilizó para la navegación y para servir de motor a algunos
batanes y fábricas de harinas.
En el Congreso de riegos celebrado en Valencia, se citó el
caso del canal de Qevora (Estremadura) construido h a c e m á s de
treinta años, sin embargo no exceden de dos o tres los agricultores que
utilizan sus aguas. El mismo canal de Aragón y Cataluña ha tardado
muchos años, para llegar a ser beneficioso y lo utilicen centenares de
pequeños labradores. El pantano del Guadalmellato, el del Guadalca-
cin, y las obras de riego del Guadalquivir serán un f r a c a s o , sino no
complementan los trabajos técnicos de ingeniería con los de coloni-
zación, orientados en el sentido de subdividir todas esas zonas en
lotes de tres o cuatro hectáreas, instalando en ellas numerosas fami-
lias para transformar el cultivo. (Ponencia del Sr. Gómez González).
SOBRE COLONIZACIÓN
COLONIZAR ES POBLAR
INTERIOR EN ESPAÑA
INTERIOR Y REPOBLACIÓN
rrolle una labor agrosocial que dé por fruto la mejor, mas completa,
y rápida transformación de las tierras que han de ser regadas.
El Ministerio de Trabajo estima con razón, que se necesitan
estudios previos para servir de base a un plan integral de colonización
agrícola.
El Ministerio de Trabajo encarga a un personal técnico adscri-
to al servicio de la Colonización interior, que haga el estudio de las
cuencas hidrológicas y que su resultado se exprese en documentadas
memorias. Las conclusiones reforzadas en c a s o oportuno — a ñ a d e —
con nuevos asesoramíentos técnicos, servirán de norma, de orienta-
ción a las medidas de gobierno que deban adaptarse y a la práctica
de su ejecución y para servir de base a un plan integral de coloniza-
ción agrícola.
La Junta Central de Colonización y repoblación, desea saber
previamente las características generales de las catorce cuencas hi-
drológicas de E s p a ñ a ; los medios para obtener el agua dedicada al
riego; el empleo de los riegos en c a d a c o m a r c a ; cuales son las
nuevas obras hidráulicas; cuales las nuevas zonas regables y las
obras públicas y mejoras que exigen; cual es el estado actual de la
propiedad rústica en las nuevas zonas regables y que formas jurídi-
cas deben recomendarse para la adopción de los planes agronómicos
que sea y se crean precedentes. La propia Junta quiere que se haga
un estudio sobre la población cultivadora de las nuevas zonas rega-
bles. Quiere que se haga un cálculo aproximado del número de culti-
vadores y obreros del c a m p o necesarios en cada zona regable para
verificar su transformación de explotar tanto los nuevos regadíos
como las industrias que se derivan de sus producciones agrícolas. Co-
nocer las características de instrucción, aptitudes y moralidad de la ac-
tual población rural. Conocer también la suficiencia e insuficiencia de
dicha población para satisfacer las necesidades de la explotación de
los nuevos regadíos. Así como los medios para suplir la deficiencia si
la hubiere.
La propia Junta Central de Colonización española, desea sa-
ber que estímulos y alicientes deben darse para la explotación de los
nuevos regadíos con relación a la población cultivadora; la construc-
ción de viviendas para la población agraria; servicios públicos y pri-
— 34 —
bles, que sumadas a las 4 3 0 . 0 0 0 que hoy riegan, siquiera no todas del
modo regulado, seguro y abundante que sería de desear, dan un c o n -
junto compacto de 1.300.000 hectáreas que es tanto como la que hoy
se riega en toda España.
La orientación del decreto del ministerio de Fomento es bue-
na. Realmente y es mi constante tema, no deben ser funciones exclu-
sivas del Estado la ejecución y desarrollo de las obras que afectan a
la economía nacional. Es preciso que su labor v a y a a c o m p a ñ a d a de
una cooperación ciudadana en conbinación con los organismos, enti-
dades e individuos interesados para que pueda irse al rendimiento
debido y alcanzar el grado de eficacia necesario lo mismo en su con-
junto que en sus partes.
Con razón dice el Sr. ministro de Fomento, que cuando vi-
bra en el corazón de los pueblos el ansia de su regeneración y pro-
greso; cuando surgen sin cesar manifestaciones potentes de sus inicia-
tivas, de su conciencia, de la realidad y de su anhelo de vivir y crecer,
la función del Estado se define con toda claridad y precisión; debe
ser impulsora, de orientación, y al mismo tiempo coercitiva, de con-
centración y armonía.
Como afirma el Sr. Ministro de Fomento; el aprovechamiento
intenso, máximo, de los recursos hidráulicos, de las cuencas de nues-
tros grandes rios exije un proceso riguroso, metódico, ordenado, que
hasta ahora no se ha seguido. El agua que puede arrasar los torrentes
de nuestras más fértiles vegas, llega en épocas de escasez, a faltar para
satisfacer las necesidades más apremiantes de buena parte de nuestro
territorio y produce el efecto de no poder sustentar más que una
población escasísima con los productos de una agricultura en general
rudimentaria.
Se impone para el aprovechamiento la regularización, que
tiene sus dificultades que hay que vencer pues afecta a los intereses
más variados e importantes. Han de atenderse junto a la obra de repo-
blación, las obras hidroléctricas, las de transporte.
Los hechos demuestran que las obras de riego se han reali-
zado en España sin orden ni concierto, y algunas que han resultado
inútiles, han sido como lo del famoso pintor de Orbaneja, a lo que
saliera. Ha existido un período de vacilaciones y buenos propósitos»
— 37 —
DE TRABAJO
D E OBREROS AL CAMPO
O PARA DIRIGIRSE A É L
más de 6.000 norias de tipo antiguo. Las muchas que se han estableci-
do recientemente, y unos 8 0 0 aprovechamientos de tipo moderno, ex-
traen cuando funcionan 2 4 . 0 0 0 litros por segundo cuyo caudal equiva-
le a un rio de aforo de 10 metros cúbicos por segundo.
Bien que no existe una clara definición de lo que se entiende
por pequeño riego, a mi juicio todos comprendemos su carácter y al-
c a n c e en general, comparando el aprovechamiento de las aguas y cul-
tivos de las grandes zonas de riego, procedentes de canales, panta-
nos y grandes embalses, por lo común de carácter general con el pe-
ño regadío que tiene destacado un carácter local, y en la mayor parte
de las v e c e s de uso individual, aun que s e a por aguas superficiales, o
Jo que es mas corriente por aguas subterráneas o subálveas.
Como se ha indicado existen las c o m a r c a s típicas del peque-
ño riego aunque rieguen muy numerosas tierras c o m o en Valencia, y
Gastellón, y que han creado una inmensa riqueza, y en Cataluña apa-
rece como una maravilla a fuerza de trabajo en muchos puntos.
El Campo de Tarragona, también ofrece un prodigioso ejem-
plo de la importancia que el pequeño riego tiene en la vida rural de
una c o m a r c a . El ingeniero señor Mallada, que tanto ensalzó los pri-
mores y el valor de aquel dilatado Campo, dice: «Se deben, no sólo a
la bondad de su clima, sino a la especial cultura e infatigable laborio-
sidad de sus habitantes, quienes aprecian como es debido la influen-
cia del agua en la vegetación y, sin disponer de corrientes constantes,
perforan pozos y abren galerías donde quiera que sospechan la pre-
sencia del más insignificante manantial, la recogen en albercas y la
conducen en canalitas con mucho acierto arregladas. Saben que bajo
una costra de estéril y compacto traventino hay lechos arcillosos o
arcillosabulosos que pueden procurarles excelente tierra de labor, y
a p e n a s hay pulgada de terreno que no haya sido abierta a fuerza de
pólvora y trabajo, para convertir los en otro tiempo yermos eriales, en
productivas posesiones.»
Corresponde a Cataluña una buena parte de esta total exten-
sión de terreno, dedicado al cultivo intensivo. Pueden calcularse en
unas 3 0 0 . 0 0 0 las hectáreas de terreno mejor o peor regadas. El esfuer-
zo catalán se ha distinguido m á s en el pequeño riego que en el gran-
de, entendiendo por pequeño riego el que se realiza mediante ace-
— 46 -
DE LA SEQUÍA
RIQUEZA PERDIDA
LA REINTEGRACIÓN
L A REINTEGRACIÓN AL CAMPO