La Educación en la Constitución Nacional

La Educación en la Constitución Nacional

La constitución de 1853 fue un programa que derivaba de las grandes ideas del liberalismo de la época: Era
posible transformar a la Argentina en una nación moderna y civilizada.

Original de la Constitución de 1853

En distintos pasajes y declaraciones del texto constitucional se establece el liberalismo económico y se

declara la creación de un Estado Republicano. El preámbulo consagra la necesidad del afianzamiento de la
paz interior y el articulo 14 la libertad de industria, de comercio; de expresión y de trabajo y la inviolabilidad
de la propiedad privada. Asimismo en su art. 25 se declara expresamente el fomento a la inmigración
europea.

Pero son los siguientes artículos que nos hablan de educación:

El texto constitucional de 1853, que consagró el sistema federal de gobierno, por el artículo 5º acordó a
cada provincia la facultad de dictar su propia constitución, “bajo el sistema representativo republicano, de
acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su
administración de justicia, su régimen municipal y la educación primaria”. De esta manera se reconoció el
derecho de las provincias de organizar su propio sistema educativo en el ámbito de su jurisdicción.

Pero además dice que "el gobierno nacional es garante del goce y ejercicio de las instituciones”, de manera
que podrá intervenir en su ayuda para garantizar la educación si así lo solicitaren las provincias.

Por otra parte, el citado artículo 14º reconoció el derecho de "enseñar y aprender, conforme a las leyes que
reglamentaran su ejercicio". De modo que cualquier ciudadano tiene derecho a una educación y también a
educar, o sea ser docente. Esto, en la época planteaba el problema de la libertad de enseñanza, que muchos
sectores inmigrantes defendían y sin la supervisión estatal, especialmente en los círculos obreros y
anarquistas que no eran partidarios de una educación estatal.

En el también citado artículo 25º se estableció, además, que: “El gobierno federal fomentará la inmigración
europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino
de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las
ciencias y las artes”. Disposición esta última, que permitió el ingreso de distinguidos educadores que
contribuyeron al mejoramiento de nuestra educación.
Finalmente, en el artículo 67º, inciso 16º, (hoy 75° inc. 19) se atribuyó al Congreso: “Proveer lo conducente
a la prosperidad del país, al adelanto y bienestar de todas las provincias, y al progreso de la ilustración,
dictando planes de instrucción general y universitaria [...]. Y se debe entender por instrucción general, al
nivel medio que en 1853 no estaba aún desarrollado y era apenas una extensión de la enseñanza primaria o
preparatorio para la universidad.