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^

LTíIVERSIDAD
IfiCA GARCILASO DE LA VEGA
INSTITUTO DE ITíYESTIGACIOPi
FACULTAD DE DE^ECHm'-QEriCIAS POLmCAS

HOMICIDIO PARA
FACILITAR
U OCULTAR
OTRO DELITO

CARLOS ALBERTO BRÍCELO P.


ABREVIATURAS

A.J. Anales Judiciales. ... - -


ArL, Arts. Articulo, Artículos.
CC Código CiviL
C. P. Código Penal.
C P . P. Código de Procedimientos Penales.
D.L. Decreto Ley.
Inc., lncs. Inciso. Incisos.
PL de J. P. Revista de Jurisprudencia Peruana.
T. P. Titulo Preliminar.
HOMICIDIO PARA FACILITAR
U OCULTAR OTRO DELITO

Por.
Carlos Alberto Bríceño F.
Profesor de Derecho Penal de ¡a
Universidad Inca Oarcilaso de la Vega

Lima • Perú
1994
HOMICIDIO PARA FACILITAR ü
OCULTAR OTRO DELITO "

-'•'"• ARTICULO 108% b e . 2 del Código Penal:


"Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
^tihee-años, el que mala a otro concurriendo cualquiera de las
circunstancias siguientes: „. Para facilitar u ocultar otro
delito'.

COMENTARIO

El bien jurídico penalmente tutelado en este injusto penal


no es otro que la vida humana. En efecto, se protege el derecho
a la vida de la persona humana.
Estas modalidades de homicidios calificados (delitos de
intención) requieren además del aspecto objcdvo del tipo (suje-
tos, conducta típica, resultado, relación de causalidad e imputa-
ción objetiva, etc.) del tipo subjetivo; esto es, del dolo que es el
conocimiento y la voluntad de la realización del tipo objetivo^),
así como de los otros elementos subjetivos distintos del dolo
(tendencia interna trascendente).

a. FACILITAR OTRO DELITO

El hechor extingue la vida de un hombre con c! propósito


de facilitar otro hecho tipificado como delito. Puede afirmarse,
pues, que se trata de un delito mutilado de dos actos. El sujeto
activo quiere producir, después de la realización del tipo, un
resultado ubicado más allá del tipo objetivo CJ. Así, por ejemplo,
matar para robar o para practicar con una mujer el acto sexual.
Se comprende, por supuesto, que el sujeto mata a una persona
humana como medio de facilitación de otro delito.

En este hecho punible de tendencia interna trascendente,


adviene con acierto el Maestro ROY FREYRE, aparece el
hechor causando ia muerte de una persona (delito-medio) con el
objeto de hacer viable otro hecho delictuoso que puede ser de
naturaleza idéntica al precedente, o distinta (delito-fin). La
magnitud del delito-fin es indiferente para la subsunción de esta
modalidad en la figura de asesinato. En este aspecto, el codifi-
cador ha procedido acertadamente al no establecer distinciones

di BAGGALuro. n«. n ic
12) JE5CHECK. ¡9S¡. Kp.J.V? ,-
relacionadas con la mayor o menor gravedad del delito proyec-
tado para ejecutarse con posterioridad al homicidio. Sin embar-
go -sigue ROY- menester es tener en cuenta las observaciones
que hace IRURETA GOYENAenei sentido de que cuando más
leve sea,el delito-Fin, cuando menor fuere su importancia,
entonces más grave resultará el homicidio en razón a la califica-
da inclinación delictuosa que se pone así en relieve q).
.-: ~:&p*-S.l',L<t.'»->£.'L-'--:- -Vtrs. '
Ahora bien, enseña ALJMENA que al lado de este homi-
cidio está el que se perpetra para procurarse una ventaja, la cual
no es, por sí misma, delito, como cuando se maía con el fin de
suceder a alguien en un cargo ambicionado, o para casarse coa
la viuda del occiso. Agrega el Prof. de la Universidad de Ñapóles
que estas dos clases de homicidio, presentan cierta diferencia,
ya que en una de ellas son delitos tanto el objeto como el medio,
mientras en la otra es delictuoso solamente el medio w. _*%

La Sala Penal de la Corte Suprema ha interpretado co-


rrectamente esta modalidad de asesinato. Así, cuando se comete
el delito de homicidio para robar el dinero que conducía la
víctima, es de aplicación la pena de internamicnto (cfr. ArL
108° del nuevo Código Penal), teniéndose en cuenta que dicho
delito se perpetró para facilitar otro. No es el caso del homici-
dio por lucro, que es el que se realiza por precio recibido y
obedeciendo el mandato de tercera persona; ni tampoco, no
obstante la forma y circunstancias del hecho, del perpetrado
con gran crueldad o con ensañamiento porque este es el que se

(3) " R O Y F R E Y K E I9S6.ps. I-a y U2. Cfr. IRURETA COYENA.S úciiio de homicidio.
VoL II Mofutvidco. I92S. p. 2£1. ,
(-1) AXIMENA. 1975. p. ¡71

.0-
comete aumentando deliberadamente el padecimiento de ia
víctima (5). Del mismo modo, ia Corte Suprema en la Ejecutoría
Suprema del 12 de mayo de 1961, condenó por homicidio
calificado (delito mutilado de dos actos) a los acusados que
actuaron previo concierto y con la determinación común de
practicar el acto de violación con cualquier mujer, escogiendo al
efecto la noche y un lugar desolado, y para consumar sus propó-
sitos delictuosos victimaron al esposo de la agraviada que trató
de impedir el atentado.csa)

Claro está que la consumación se presenta cuando se


produce el resultado típicots) , no es menester el otro acto.

.;^/jmUSPRUbENCIA: : . '

L- Sentcncia.-
Exp. N". 2521/71- Procede de Jaén. "-": -~";
Chiclayo, 8 de marzo de 1974. >
Vista la presente causa en juicio oral y audiencia pública de la fecha;
discutidas y votadas las cuestiones de hecho y la pena, para lo que se ha tenido
a la vista las conclusiones presentadas por el señor Fiscal y el abogado defensor.
las que en pliego aparte corren agregadas a los autos y CONSIDERANDO:
Que de lo actuado aparece acreditado que el acusado Aníbal Antonio Ncyra
Morcío o Ncyra Huamán, trabajó en los sembríos de los agraviados, situados
en el lugar denominado Los Potreros de la Provincia de Jaén, percibiendo
jornal, alimentación-y alojamiento, en la misma casa en la que vivían los
agraviados Francisco Campos Gonzücs y Juan Pardo Gonzilcs, con fecha
anterior al mes de mano de 1972, según su propia instructiva de fs. 75 y
declaración ene! acto oral; que en el mes de marzo con fecha 22 de! año de 1972
el acusado Ncyra Morcto en compañía del menor Francisco Cocllo Sánchez
llegaron al domicilio de los agraviados solicitando trabajo, donde se quedaron

(5) Ej. 18 Jcociubrc ]Q-i4.- R. üe los T. I<"5. p. 9. en ESHNO. I9S8. p. IS6. V.


(ía) R. ócl.P. 1961.p. ICZJ.-RJut.iidP. 1961.p. ÍZi.-k.}. ¡961. p. i 16.cn ESPINO. I9S8.
p. I8X. XXV1I1.
(6) Vid. VILLAVlCTNCiO. ¡Wl, p. .y
alojados en ¡a misma casa en que vivían los agraviados, oportunidad en que .
se pusieron de acuerdo para dar muerte a los agraviados y apropiarse del
dinero y especies de valor que estos tenían, caníormc se desprende de la
instructiva de fs. 75 y confrontación de fs. 78, que el día 25 de marzo de! año
72 el acusado después de tomar desayuno en compañía de los agraviados y
el menor Cocllo Sánchez, aprovechando de que el agraviado Juan Paido
Conzálcs se dirigió al campo armado de una escopeta para dar caza a un
zorro, cogió un hacha y con la parte posterior de ésta, en forma sorpresiva,
golpeó la cabeza al agraviado Francisco Campos Gonzálcs, derribándolo al
suelo, donde el menor Cocllo Sánchez ic propinó dos golpes con un cabo de
hacha; instructiva de fs.75, que efectuado este primer delito, el menor Cocllo" '
Sánchez salió de la casa en busca del agraviado Juan Pardo Gonzálcs, que-
dándose en el domicilio c! acusado NcyraMorcto, circunstancias en que se
hizo presente el agraviado Juan Pardo Gonzálcs, de regreso del campo. -
siendo atacado sorpresivamente por el acusado Ncyra Morcto quien lo
golpeó con un palo en la cabeza causándole la muerte, instructiva de fs. 75
y confrontación de fs. 78; que después de dar muerte a ¡os^agraviados, .
procedieron a rebuscar en la casa, rompiendo una maleta que contenía soles
de plata, y objetos del mismo metal, apoderándose también de otras especies
como tocadiscos, una carabina y ropa, instructiva de fs. 75, confrontación
de fs. 78. documento de fs. 55 y fs. 72; que c! acusado en compañía del
menor Cocllo se dirigieron al luga/de su residencia denominado Lalaquis,
y por el camino se repartieron los objetos productos del robo, en partes
iguales los que fueron encontrados en su poder y recuperados por la policía
" según documentos de fs. 55 y 72; que los agraviados fallecieron ca forma
instantánea como consecuencia de la agresión de que fueron objeto de pane
del acusado quien les causó traumatismo encéfalo craneanos, con tritura-
ción de los huesos del cráneo, según pericia de fs. 14S y 146 ratificadas a
fs. 150 y partidas de defunción de fs. 46 y 47; que el móvil del delito fue
el robo, conforme aparece de la declaración del menor Cocllo Sánchez de
fs. 65 y diligencia de confrontación de Es. 78, es decir que el acusado mató
para robar, que c! acusado en el acto oral da una versión distinta _dc los
hechos, especialmente en lo referente a las circunstancias y motivos que
dieron lugar al delito, variando su dicho contenido en ¡as diligencias de la
instrucción, al afirmar, sin prueba alguna, de que dio muerte al agraviado
Francisco Campos Gonzálcs al discutir con éste cuando le cobraba c! pago
de su trabajo que ¡a adeudaba, y cuando éste trató de agredido, negando así
•mismo haber planeado la muene de los agraviados para robarles, y que por
las mismas circunstancuas fue que dio muerte a! otro agraviado Juan Pardo
Gonzálcs; que tal versión, sólo constituye un medio óc defensa- para

-11-
aminorar la responsabilidad, dicho en c! acto oral pero que no desvirtúa el
mérito de lo actuado, cspcciaimcntc las circunstancias de haberse cncontado
la casa en desorden por la menor Lita del Carmen Gonzáles quien depone a
fs. 34, lo que evidencia que el acusado no conocía el lugar en que se guardaban
ios objetos materia del robo, dedicándose a buscarlos rompiendo la maleta y
dejando en completo desorden el domicilio de los agraviados; que los objetos -V
robados han consistido en soles de phta de nueve y cinco decimos, cien de ~h
cincuenta soles de nueve decimos, trescientos soles de cinco decimos, seis
cucharas de plata, ropa, un tocadiscos marca Philips, una escopeta, conforme
a la conclusión de fs. 12 vía. y actas de fs. 55 y 72; que el acusado es un *•
agente primario analfabeto sin antecedentes penales ni judiciales; por estas
consideraciones administrando justicia en nombre de b Nación y estando a lo
dispuesto en los artículos 10, 11.31,50.51.76,82, 100 y 152 del CP. mo-
dificado por los Decretos Leyes Nos. 1296S, 19910 y los arts. 285 y 2S3 del
CP.P., CONDENARON: al acusado Aníbal Antonio Ncyra Morcto o Ncyra
Huamán como autor del delito de homicidio calificado en agravio de Francis-
co Campos Gonzáles y Juan Pardo Gonzáles a la pena de INTERNAMIEN-
TO absolutamente indeterminado más allá de un mínimum de 25 años, que
_cumplirá en la_Colqnia_PcnaJ del Sepa, con trabajo obligatorio y aislamiento
celular continuo, durante el primer año, y que computada desde el 25 de mayo ~H
de 1972, vencerá en su mínimum el 24 de mayo de 1997; más inhabilitación -
absoluta e interdicción civil durante su cumplimiento y la inhabilitación pos- -_:
tenor que se cstablezta al concedérsele la libertad; fijaron en 30,000 soles el
monto de la reparación civil que el condenado abonará a favor de cada uno de
los agraviados; MANDARON se insriba la sentencia en el Registro Central
de Condenas, se expidan los boletines y testimonios de ley y se archive el
proceso definitivamente en Secretaria, con aviso de quienes corresponda.-
CASTRO MASlAS.r DOÍC BUENDIA.- SILVA VALLEJOS.- Se publicó
conforme a ley. "':

Resolución Suprema
. Exp. 92/74.- Procede de Lambaycque. • 1
Lima, 28 de mayo de ¡974.
Vistos; por sus fundamentos: declararon NO HABER NULIDAD en
la sentencia recurrida de fs. 176, su fecha 8 de marzo último, que condena a
Aníbal Antonio Ncyra Morcto o Ncyra Huamán. por el delito de homicidio
calificado, en agravio de Francisco Campos Gon/iics y Juan Pardo Gonzáles.
A ¡a pena dt intcmamicnto no menor de 25 años, ¡A que con descuento óc la
carcelería sufrida vencerá el extremo mínimo el 24 de mayo de 1997; con ¡as
accesorias de inhabilitación absoluta c ¡ntcrdicc;¿n c¡v¡! Jurante la condcr.a.
y la postenor inhabilitación que se establezca al concedérsele lalibcnad, y
fija en 30,000 soles la reparación civil que abonará el condenado a
favor de los herederos legales de cada uno de los occisos; con lo demás que
contiene; y los devolvieron.- LA HOZ TIRADO.- ROJAS ESPINOZA.-
SAMANEZ CONCHA.- GUTIÉRREZ SALAZAR.- POLACK ROME-
RO.- Se pubiicd conforme a lcy-iJrauslo Víale Solazar.- Secretario General
(R. de J.P., 1974, ps. 1365 - 1368).

IL-Dictamen Fiscal -. -.: .

Exp. 588 / 57.- Procede de Cajamarca.


S c ñ o n -- - - - •- - . —;- ••
El Tribunal Correccional de Cajamarca, por sentencia de fs. 2S3, .
ha condenado a Santos Tocas Huamán, como autor de los delitos de
homicidio y robo en agravio de Herminio Vásqucz Palma y de Francisco
Vásqucz Atalaya, a la pena de iníeraamicnio, per tiempo absolutamente
indeterminado, no menor de 25 años, tes accesorios de ley, multa de una
cantidad equivalente a 30 días de su renta, y a! pago de 2.000 soles oro y
de 1.000 soles oro, en concepto de reparación civü\ en favor de los
herederos legales de cada una de las víctimas, respectivamente. S senten-
ciado, ha interpuesto recurso de nulidad.

Lo actuado en la instrucción y en el juicio oral, ha permitido


establecer, en forma indubitable, que el acusado Santos Tocas Huamán,
aprovechando su condición de servidor de Herminio Vásqucz Palma, en la
noche del día 8 de cncrode 1949, en unión de Pedro Mundaca Montera
(ya sentenciado), penetraron en la casa del citado Vásqucz Palma, quien
residía sólo en compañía de su menor hijo de 9 años de cdad.xrancisco
Vásqucz Atalaya, en ci lugar denominado "Suropata", en ¡a hacienda
Llaucán, comprensión del distrito de Bambamarca, Provincia de Hualca-
yoc y, para facilitar sus propósitos de robo, decidieron dar muerte a padre
e hijo, quienes dormían en la referida casa, donde también tenían un tambo
en que vendían artículos de primera necesidad c instrumentos de
labranza. Cometido el asesinato de ios Vásqucz, los asaltantes robx'on c!
dinero, en efectivo que existía en el tambo, así cerno cortes de icia y
artículos para labranza, de todo lo que se distribuyeron propordonaimentc.
Al ser descubiertos los cadáveres de izs \tciimas, se inició la carrespen-
diente investigación, habiéndose recibido un anónimo por el cual se pudo
enterar la autoridad que Jos autores de tan horrendo crimen eran los mencio-
nados sujetos, imputación que fue confirmada cuando al hacerse un registro
en la casa de cada uno de los asesinos se encontraron parte de los objetos ro-
bados y el acusado Santos Tocas Huamán se dio a la fuga, permaneciendo
oculto hasta el día 24 de febrero último en que fue capturado. Este acusado,
al declarar en el acto oral, ha confesado su delito y ha explicado en la forma
y circunstancias en que lo cometió, en unión de Mundaca Montcza, aducien-
do, sin embargo en su favor, el hecho de haber sido llevado al lugar del
crimen en estado de embriaguez y con el objeto de rezar el rosario, pero
admite haber intervenido en el delito y de haber recibido su participación en
el botín del robo. El hecho de la muerte de las dos víctimas, ha sido
legaímente acreditada con el mérito de la perica de fs. 69, ratificada a su
vuelta y con c! mérito de las partidas de defunción de fs. 20 y 21, que corren
en el cuaderno letra "B".- La sentencia ejecutoriada que corre a fs. 220 fue
confirmada par la Ejecutoría Suprema que corre copiada a fs. 227, las de-
claraciones de Hcrmila Lozano Carranza, fs, 25, de David Vásqucz Palma,
prestada en la audiencia y las demás pruebas de cargo que han sido
relacionadas por el tribunal yjúzgades, establecen en forma que no admite
duda, a la .efectividad del delito cometido y la responsabilidad penal de sus
autores.

En consecuencia, habiéndose acreditado la culpabilidad del acusado


Santos Tocas Huamáni'cn los graves hechos que se le imputan, este Ministerio
es de parecer que, el Correccional de Cajamarca, en atención a la forma y cir-
cunstancias en que se cometieron los asesinatos, ha precedido con acierto al
imponer al responsable Tocas Huamán. la pena y la reparación civil, señala-
das en la sentencia de fs. 2S3.

NO HAY NULIDAD, pues, en la sentencia recurrida.

Urna, 25 de setiembre de 1957

Vciardc Alvares

-14-
Resolución Suprema

Lima, 23 de octubre de 1957

Vistos; de conformidad con el dictamen del Señor Fiscal: declara-


ron NO HABER NULIDAD en la sentencia recurrida de fs. 283, su fecha
16 de agosto de! presente año, que condena a Santos Tocas Huamán por"
delitos de homicidio y robo en agravio de Herminio Vásqucz Palma y José
Félix Francisco Vásqucz Atalaya, a la pena de intcmamicnto no menor de
25 años, que empezara a contarse el 24 de febrero del año en curso, con las
accesorias de inhabilitación absoluta e interdicción civil durante la
condena c inhabilitación posterior que se establezca al concedérsele liber-
tad; y fija en 2,000 soles y en 1,000 soles la reparación civil en favor de ios
herederos legales de Herminio Vásqucz Palma y José Félix Francisco Vás-
qucz Atalaya, respectivamente; con lo dzmis que contiene; y ¡os devolvie- .
ron.- B USTAMANTE CISNEROS.- TELLO VELEZL- PONCE- VALDE-
RRAMA.- ESPARZA.- Se publicó.- Walter Oniz Acha.- Sccrcario (R. de
. J J \ , 1958, ps. 690-692). '

b. OCULTAR OTRO DELITO

Aquí el agente mata, no para ocultar una falta o contra-


vención, sino para ocultar un delito. No cabe duda de que se
trata de un hecho punible ce resultado "recortado" (tendencia
interna trascendente). Haremos notar, a este respecto, que el
agente lleva a cabo la conducta, según su plan de acción, para _.
ia persecución de un resultado ulterior ¡7), el mismo que se pro-
ducirá por sí sólo is); cabe subrayar que no es necesario .
realizar un segundo acto, ni por el hechor, ni por otro m.

.(7) . SO«T ello. ZAFFARONU9C p. 35S. *> —


íS) JE5CHECK. 1981.l„p. -437.
(9) Vi<J. SANCINETTL 1991. p. 320.

-!>
Desde luego, lo que se trata de ocultar no es otra cosa que
un hecho tentado o un injusto consumado, v. gr., extinguir la vida
del testigo. Ahora bien, el "otro delito" puede ser doloso,
culposo o pretcrintencional. Haremos indicación de que no es
menester que se de una sucesión cronológica entre el injusto a
ocultar y el homicidio no). Asimismo, puede tratarse del oculta-
micnto de un delito perpetrado por un tercero, sin que sea de
" necesidad su vinculación como coautor o partícipe (in.

La Sala Penaldc la Corte Suprema ha resuelto que debe


considerarse como asesinato (tendencia interna trascendente), la
conducta del autor del delito de homicidio de una criatura de
tierna edad, perpetrado para evitar se descubriese que había rap-
tado a dicho menor con el fin de violarlo. Se consideró que no
existía ninguna circunstancia atenuante del homicidio calificado,
así como la personalidad del delincuente, revelada per su vida
anterior y posterior al hecho juzgado, autor de diversos delitos
y proclive a atentar contra menores de edad a quienes, para sa-
tisfacer sus depravados instintos, amenazaba con arma cortante,
es decir, sujeto responsable, de excepcional peligrosidad y de
conducta delictiva inmodificable, que exige la más severa repre-
sión (i2). La Sala Penal de la Corle Suprema en otra Ejecutoría
Suprema condenó por homicidio calificado (delito de intención)
al autor de doble homicidio perpetrado en agravio de su medio
hermano y su cuñada, el de ésta para ocultar el primer homicidio,
siendo el agente de personalidad psicopática, imputable, que
goza de lucidez completa mostrando rasgos de agresividad,

(10) HURTADO. l9S2.p.M; cfr. VILLAVlCENClO. 1991. p. 45 y 46.


(¡1) HURTADO. 1982. p fil. VILLAVICENCIO. 1991. p. 46
i¡:i Ej 9 j c diciembre üc !°'>7 . ,\.J :<>57. p. í 12.- R Je J.P. 19JS. p. 90. en ESi'INO.
i'íSS.ps. 1S7 y !SS. XXII.
teniendo como atenuante su condición de delincuente primario,
su relativo estado de embriaguez y escasa cultura ci2a).

Finalmente, SANCINt'l'il Afirma que la tendencia sub-


jetiva trascendente, o excedente, no necesita str exitosa al fin
y al cabo, para que el delito quede consumado. Luego", desde el
punto de vista de la afectación "real" del objeto de bien
jurídico, el delito toma, por ello, la estructura de una tentativa
acabada," en la que se deja de lado la relevancia del resultado
efectivo último, bastando, para la consumación, la parte obje-
tiva ya realizada (13).—'---.— — . .

JURISPRUDENCIA:

L --• Dictamen Fiscal

' - Señor:: "*•--. - *• '

H Cuarto Tribunal Correccional de la Corte Superior de Lima, por


sentencia de fe. 216, con el voto singular de uno de sus integrantes, que
corre a fs. 226 vta., ha condenado a Guillermo Lavalle Vásquez, (a)'
Tichuzo", como autor de los delitos de homicidio» rapto y tentativa contra
el honor sexual, en agravio del niño A.CH„ a la pena de inlcmamiento por
tiempo absolutamente indeterminado, no menor de 25 años, con sus
respectivas accesorias legales; y al pago de SJ. 50,000.00 en concepto de
reparación civil a favor de los herederos legales de 2a víctima. El Fiscal ha
interpuesto recurso de nulidad.

Las pruebas actuadas en la instrucción y las que se han realizado en


el acto de la audiencia, han permitido establecerlos hechos siguientes; Que.
entre las seis y seis y medra de la tarde del día 31 de agosto de 1963, el
acusado Guillermo Lavalle Vásquez. conocido en el ambiente del hampa

(rii)Ej. 5 de enero Je !%ó.- R. Je J.P. I%6. p. 396. en ESPINO. !°SS.p. IS9. XX'XV.
(13) SANCINEm,!99!.p.3r:
con el alias de "Pichuzo", después de haber ingerido algunas copas de licor,
sin llenar a embriagarse y sólo para tomar.mayor valor en sus actos contrarios
a ¡a ley, como era su costumbre, y luego de haber practicado algunas raterías
a las que se dedicaba diariamente se dirigió por c] Terminal Pesquero del
Mercado Mayorista de esta Capital, en donde advirtió la presencia de un niño
de corla edad que resultó ser c¡ infortunado menor A. CH. C el mismo que,
inocentemente jugaba un tanto alejado de su hermano R. CH., sólo algunos
años mayor que el y sin la protección de otra persona de consideración que
pudiera prestarle auxilio inmediato, decidió raptarlo, impulsado por sus
protervos instintos, con el ánimo de violarlo contra natura, para satisfacer su
perverso apetito scxuaL Tomó al niño de la mano, infundiéndole temor con
su expresión salvaje y lo condujo hacia una construcción que existe en la
Prolongación del Jirón Francia, en las inmediaciones del citado mercado,
pero dándose cuenta que podía ser descubierto por el guardián de la obra,
opto por llevar a su víctima a otro lugar y así, recorriendo por la Avenida
Aviación llegó a la cuadra I la., donde está la urbanización "Apolo" en la que
existía un edificio en construcción, y que el criminal ya conocía sus compar-
timientos inlcriorcsy cargado condujo a la infortunada criatura hasta la pieza
destinada al baño de ia casa en que pretendió consumar su execrable delito
de violación contra natura y como el inocente agraviado para defenderse de
tan abominable vejamen empezara a llorar a gritos, dicho acusado en su
propósito de acallarlo para no ser descubierto, extrajo de su bolsillo una
chaveta, con b cual, poniéndola a la altura del cuello, obligó al menor a que
se silenciara y como no le obedeciera, lomándolo de la cabeza, haciéndole
girar, apoyado sobre sus muslos, le cercenó c! cráneo, separándolo del cuerpo
y cuando advirtió que sólo se había quedado con la cabeza en la mano, la
arrojó sobre el suelo y luego fugó de dicho lugar con dirección al llamado
"Callejón de los Chinos" donde está su guarida, en cuyo trayecto arrojó la
chaveta, sin precisar el punto donde ¡O hizo, y en el que, ai tropezarse se
produjo algunas lesiones. Con el ánimo de ocultar su gravísimo delito y burlar
a las autoridades, al llegar a la llamada "Cabana de Bcltrán" o "Cabana de los
Huarapcros" que se halla en el citado callejón, se cambió de ropas, arrojando
las que se encontraban manchadas de sangre al lecho de la cabana y sin sentir
ci menor remordimiento por el salvaje acto que había consumado, se dirigió
a! cinc Alameda, donde especió ia película "El diabio nunca duerme".
Después de hacer tiempo ingresó nuevamente al cinc para especiar la misma
película en función de noche, habiéndose retirado antes que ésta terminara. Se
encaminó a su guanea denominada "Choza de las Calabazas", que se halla en
c! mismo Callejón de los Chinos, en donde encontró, pasada ya la media
noche, a sus congéneres Santiago Valdivia (a) "Capitán Sin Barcu" y Jorge
Huamán (a) "E! Pavo", con quienes se dedicó a beber licor y masticar coca.
Esta reunión de fascincrosos que viven ai margen de ia icy duró hasta
las cinco de ia madrugada, más o menos, en que se retiraron para ir junios
a la "Cabana de los Huarapcros" o "Cabana de Bcltrán" en que continuaron
bebiendo licor y masticando coca, hasta las primeras horas de la mañana,
' en que se sumó a! grupo el hampón Manuel Aquino La Rosa (a) "Gallina-
zo", quien proporcionó dinero para beber más licor y masticar mayor
cantidad de coca, lo que consumieron hasta las 9 del día en que llego la
Policía con el padre de ¡a víctima, L CH. y c! hijo de éste R. CH., quien de
inmediato señaló ai acusado como el autor del rapto de su hermanito. A.
QL El imputado y sus amigos fueron conducidos a la Comisaría donde
Guillermo Lavalle Vásqucz (a) "Pichuzo" fue sometido a severo interrop-
torio y ante el cargo concluyeme del menor R. CiL, terminó por confesar
su delito, con lujo de detalles, " " ~ -' - - —

Esta misma versión que, en forma susetnta se ha expuesto, fue


proporcionada por dicho acusado ante el Juzgado de Instrucción al rendir
su instructiva, como al declarar en la audiencia, ha confesado ser autor de
los hechos, con naturalidad y precisión, como consta del acá de fs. 18 y la
ampliatoria de fs. 40. El nombrado acusado, tanto al rendir su instructiva
como al declarar en la audiencia, ha confesado ser autor de los graves
hechos que se le atribuyen, con la diferencia que en la primera admite haber
realizado las infracciones instruidas, con plena conciencia de sus actos y,
sin sentir el menor arrepentimiento y en c! acto oral, en actitud definida-
mente exculpaioria. manifesta que ejecutó los hechos delictuosos influen-
ciado por el licor ingerido.

Sin embargo, esta nueva versión se encuentra desvirtuada por el


mérito de la proporcionada por el mismo, al prestar su manifestación
policial, al rendir su instructiva y al efectuar la reconstrucción del crimen.
Las pruebas de cargo que acreditan su responsabilidad penal en los hechos
incriminados están constituidas por las ya glosadas; por las conclusiones
del parte policial de !s. 45, rati Picado a fs. 144, por la pericia psiquiátrica
de fs. 147, ratificada a fs. 159, que establece su imputabilidad; por ¡os
análislis biológicos de fs. SO y S2, ratificados a fs, 131 y 130, así como c!
de fs. 79, ratificado a fs. ¡63; por ci protocolo de autopsia de fs. 133, rati-
ficado a fs. 168; por la partida de nacimiento de fs. 110, que acredita que
cLniño A. CH., al tiempo de ser víctima del delito instruido, sólo tenía
tres años de edad; por el mérito de la partida de defunción de fs. II; por c!
diagrama imaginario Jcl arma, con que se cometió el homicidio que corre

.10.
a fs. 6, 84 y 97; por el plano de fs. 96; fotografías de fs. 86-95; por las
declaraciones del menor R. CH., a fs. 104, del padre de la victima, I. CH.,
a fs. 100, de E.C., madre de! occiso, a fs. J06; por la pericia medica de fs.
142, ratificada a fs. 143; por la inspección ocular de fs. 2. Contribuyen a
establecer la personalidad delictiva de! acusado, su nutrido récorá de ante-
cedentes carcelarios y penales, que aparece de los prontuarios de fs. 161 y
162 y boletín de condenas de fs. 116.

De la suscinta exposición efectuada, se desprende con claridad que


los gravísimos hechos delictuosos cometidos por Guiflcnno Lavallc Vás-
quez (a) "Pichuzo" y que son materia del proceso, revisten un alto grado
de criminalidad en su autor y que, por la conducta observada por este antes
y después del crimen investigado, sitúan al acusado como un sujeto de
---• perversos sentimientos y de extrema peligrosidad para la conviccncia
social. Pues el horrendo delito cometido por el criminal Lavallc Vásqucz,
quien para cometerlo como en ¡os otros que ha cometido anteriormente, se
preparó bebiendo algunas copas de licor, sin llegar a embriagarse; esto es,
que se preparo para cometer mejor los actos delictuosos que se proponía; lo
ubica como un sujeto imperdonable y, frente a este comportamiento de un
delincuente de alta peligrosidad para la comunidad jurídicamente organiza-
da, d Poder Judicial no puede mantenerse en un plano de injustificada to-
lerancia para dejar de reprimir estos actos abominables con la máxima
sanción punitiva que la ley señala. Y, con sobrada razón, ios execrables
actos criminosos que son materia de la investigación judicial practicada, han
comprometido vivamente c! interés de la opinión pública que a la expecta-
tiva, espera sin lugar a dudas, de los Jueces, la aplicación de una medida
represiva legalmcntc cjcmplarizadora. Y la justicia penal peruana, respon-
diendo a sus altos fines, en salvaguarda de los supremos bienes de la
sociedad que vivimos, no puede menos que, acogiéndose a los instrumen-
tos señalados, tanto por nuestra Constitución del Estado, como por las
leyes punitivas que nos rigen, aplicar la máxima sanción represiva a que
se ha hecho acreedor, el caso sometido a juzgamiento. Por consiguiente,
sometido a juzgamiento. Por consiguiente, ante hechos de la naturaleza y
gravedad como los que son materia de autos, que por su orientación
desquiciante y perversa pretender socavar ¡a estructura jurídica de! país,
poniendo en grave peligro a nuestra sociedad civilizada, en concepto del
suscrito y al margen de toda discusión doctrinaria sobre la mejor o peor
*
sustentación de los fundamentos de las doctrinas penaics imperantes en el
Peni, el Juez está en ¡a obligación de aplicar las disposiciones que ¡ai leyes
vigentes establecen; pues así lo ordena el Art. XXI del T.P. de! C.C., en
concordancia con el Art. 220 de ¡a Constitución dc¡ Estado. Y en nuestras
leyes penaics, sustentadas por nuestra Cana Magna, c! caso materia del
juzgamiento por las especiales circunstancias y calificativas agravantes en
que- ha sido producido, está sancionado con pena de muerte y así debe
sancionarse por el Poder Judicial; pues de la abrumadora prueba de cargo
que obra en el expediente se desprende, en forma que no admite duda, que
el acusado Guillermo Lavallc Vásqucz (a) "Pichuzo", en pleno dominio de
sus facultades mentales y adviniendo las consecuencias de su monstruoso
acto, raptó al niño A. CH. para cometer rcpudiablcs actos contra natura y
para ocultar este delito, ante los gritos de su inocente víctima, lo mató sin
compasión y con extrema ferocidad.

De consiguiente, el caso materia de este proceso, encuadra suficien-


temente dentro de las más rigurosas disposiciones de nuestras leyes puni-
tivas; siendo de perfecta aplicación lo previsto por los Arts. 229 y 152
del C Penal, con sus modificatorias establecidas por las Leyes N \
12341, Inc. 4 y 10976, en concordancia con el Art. 54 de la Constitución
del Estada

Por las razones expuestas, este Ministerio es de parecer que se


declare HABER NULIDAD en la sentencia recurrida, en cuanto impone al
acusado Guillermo Lavallc Vásqucz (a) "Pichuzo" como autor responsable
de ios delitos de homicidio, rapto y tentativa contra el honor sexual, en
agravio del menor A. CH-, la pena de intcrnamicnto por tiempo absoluta-
mente indefinido no menor de 25 años, con sus accesorias legales; y
reformándola en esta parte, se condene a dicho acusado a la pena de muerte,
mediante los procedimientos establecidos por la ley; y, que NO HAY
NULIDAD en lo dcmá5 que dicha sentencia contiene. Si el Tribunal
Supremo no fuere de distinto parecer se ha de servir declarar en el sentido
de este dictamen.

_-=:--- • Urna, 22 de scticrñprc ác 1966

Medina Piñón
Resolución Suprema

Lima, 8 de octubre de 1966

Vistos; de conformidad con el dictamen dci señor Fiscal y conside-


rando, además: que ¡as pruebas actuadas en la instrucción y en el juicio oral
de ¡as que se hace un examen crítico en la sentencia del Tribunal Correc-
cional, producen convicción plena de la responsabilidad del acusado Gui-
llermo Lavalle Vásqucz (a) "Pichuzo", como autor de los delitos de rapto
y homicidio perpetrados en la persona del menor A. CH„ los que ejecutó el
31 de agosto e 1963; que el nombrado Lavalle Vásqucz, por ¡a gran
crueldad en que llevó a cabo los hechos materia del juzgamiento ha puesto
de maníricii"crsú""cxtrcma"pcIigrosidad por lo que deber ser sentenciado de
conformidad con lo dispuesto en el Art. 152 de! CP.; modificado por ¡a Ley
N*. 10976: declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia recurrida
de fs. 216, su fecha 13 de enero del presente año, en cuanto declara a
Guillermo Lavalle Vásqucz (a) "Pichuzo", autor de los delitos de raptoy ho-
micidio en la persona del menor A.CH.; declararon HABER NULIDAD en
la parte que lo condena a la pena de internamicnto por tiempo absolutamen-
te indeterminado no menor de 25 años con las accesorias de ley; reformán-
dola en este extrema: lo condenaron a la pena de muerte debiendo ejecu-
tarse materialmente b indicada pena, con arreglo a lo dispuesto por la Ley
N \ 10976, declararon NO HABER NULIDAD en lo demás que contiene;
y los devolvieron.- LENGUA .- VALDEZ TUDELA.- CARRANZA.-
VASQUEZ de VELASCO.- PALACIOS.-
Sc publicó conforme a ley.- Lizantíro Tudcla Valdcrrama. Secreta-
ria .

El Secretario General de la Corte Suprema certifica que los funda-


mentos del voto del señor vocal doctor Carranza Oliveros son los siguien-
tes: que la pluralidad de las infracciones punibles cometidas por el acusado,
la forma y circunstancias de su realización y la calidad de !os valores
violados son de tal naturaleza que no admiten atenuante alguno por haber
conmovido en forma tal a la sociedad afectándola en sus bases mismas,
razón por la cual los llamados a aplicar la ley no pueden permanecer
insensibles a los más elementales sentimientos del buen vivir, que por otra
pane, nu se puede argüir !a causa fútil o inadecuada para c! efecto de cn-
mcndarla "viendo la desventura de un enfermo" ya que los actos anteriores ...-_,
y posteriores al hecho criminoso, la forma por demás cruel en que se
practicó c! delito y además la conducta observada por Lavallc Vásqucz'
antes y después de su comisión, ponen de manifiesto que se traía de un
delincuente sumamente peligroso, de absoluta inadaptabilidad a la convj- .
UIM,... •-» vencía social y de ninguna posibilidad de regeneración; que en antes está ..- í*
probado que Lavallc Vásqucz llevó al menor A.CH. con el propósito de
hacerlo víctima de un acto sexual propio de sus instintos perversos y de su
condición de homosexual activo y pasivo y que, al ver frustradasu intención
debido a los gritos que el menor profería desde que Lavallc Vásqucz lo
llevara a un lugar obscuro y abandonado, como es una construcción alejada
del radio urbano, surgió en su siquis la determinación consciente y volun-
taria de eliminarlo con la chaveta que llevaba al cinto, para lo que actuó en
forma brutal y definitiva sin tener el menor sentimiento de piedad que ¡os
niños saben inspirar en lodo momento, aún en los elementos más deprava-
dos; que en este sentido el homicidio lo cometió para ocultar otros delitos
ían repudiablcs y graves como son el de rapto y tcníaüva de violación; qua
no puede aducirse en descargo el estado de ligera embriaguez del agente en _.
el momento de la realización del delito ya que esta no se encuentra probada
y aún suponiéndola, sin admitirla, constituiría un agravante por el dicho del . ~*sf^i
mismo acusado quien ha manifestado que, para cometer sus fechorías
.-• tomaba licor para "darse valor"; que tampoco puede invocarse su falta de
cultura, porque comobucn'criollo'qucha pasado la mayor pane de su vida
en medios propios del hampa, se daba perfecta cuenta de los actos que
2. constituían infracciones punibles; que las Ejecutorias Supremas de que se
ha venido haciendo mérito y en las que se ha tratado de insinuar cquipari-
dad en el caso de autos, se refieren a eventos en los que cabía csablcccr la
causa fútil c inadecuada, porque la reacción del agente criminoso surgiría
de impromtu. sin relación de causa alguna, que no sólo lo explicaría sino
que además no tendría vinculación con un acto volitivo, menos por supuesto
- deliberado, eventos les cuales tal vez podrían considerarse como la "des- •
ventura de un enfermo", porque en ellos ante el menor estímulo de
contrariedad surgiría la bestia, pero no en el de autos en que el acusado ha
actuado por móviles repudiablcs, que al verse frustrados por actos ajenos a
su determinación criminosa motivaron que Lavallc Vásqucz eliminara bru-
talmente aquello que constituía para él un obstáculo, cometiendo en esta
forma tres delitos: el de rapto, tentativa contra el honor sexual y homicidio.
por lo que es de perfecta aplicación anic la concurrencia de delitos, io
previsto en los Arts. 108. 152 y 229 del C.P., que ante hechos de esla na-
turaleza, como consecuencia lógica, ¡a única pena aplicable a Guillermo
Lavallc Vásqucz es la de muerte, como un medio de defensa de la sociedad
en previsión de delitos como c! presente que rompen su equilibrio y alentan
contra cl más preciado de sus valores cual es la vida de las personas que la
integran.- Lizandro Tudela Valdcrrama.

H Secretario General de la Corte Suprema que suscribe cali fia que


los fundamentos del voto del señor vocal doctor Vásqucz de Vclasco son los
siguientes: que el caso subjudicc es un crimen horrendo que ha provocado
la indignación pública, la degollación despiadada de una criatura indefensa
de tres años cuatro meses de edad raptada por el autor del delito y
sacrificada por este conscientemente porque su llanto desesperado frustró
su propósito de ultrajarlo scxualmcntc y lo expuso a ser descubierto; que los
delitos de esa naturaleza y gravedad están sancionados con la pena de
muerte por la ky 10976, que ha modificado el artículo 152 del Código
Peral; y que los jueces tienen cl deber indeclinable de aplicar la ley vigente.

Se publicó conforme a ley.- Uzandro Tudcia Vaiderraina.

Causa N". 933/65.- 2da. Sala ( A J , 1966, p. 195-20!)

II.- Resolución Suprema

Exp. N". 789Í7Q.- Procede de Cajamarca. .;


Lima, I de setiembre de 1970

Vistos; por sus fundamentos pertinentes; y CONSIDERANDO: que


los hechos materia del proceso revisten suma gravedad; que la coartada
presentada por cl acusado Ubilbcrto Vásqucz Bautista no sólo no ha sido
probada, sino que por cl contrario ha sido contradicha: a) con las declara-
ciones de Julián Bautista Medina (fs. 20 y 29} v de Santos Dionisio Saavc-
dra (fs. 109 y 115), quienes vieron a aquél c! día y hora de los sucesos en
c! lunar en que ocurrieren; b) con las testimoniales Je Albino Bautista (fs.

1 1
31 vta.) y Wenceslao Mendoza (fs. 32), el primero de los cuales vio al
inculpado en otro lugar, pero en día distinto al de I05 hechos y, el segundo
en hora diferente; c) con las declaraciones de los testigos de coartada, Luis
Torres (fs. 52 vta.), Manuel Aivarcz (fs. 52 vta.), Adriano Vallcjos (fs. 53)
y Felipe Chupillón (fs. 53 vta.) quienes manifiestan su extrañeza por la cita
que, de ellos, hizo el acusado; d) con la testimonial de Cclinda Chuque (fj.
47 vta.) que contradice clara y terminantemente la aseveración de su
conviviente, el acusado Vásqucz Bautista, de haber cohabitado con el en la
oportunidad y en la circunstancia que este ha manifestado; que los hechos
se hallan suficientemente probados: a) con la declaración del testigo San-
tos Dionisio Saavcdra, quien vio a Vásqucz Bautista en el momento en que
cogió del brazo a la menor de once años de edad F.CHL, introduciéndola en
un pequeño matorral y escuchó la voz angustiada de aquella que griiaba:
"papá, papá, papá" por tres veces; b) con el peritaje de análisis biológico de
fs. 199, que establece que las manchas halladas en el pantalón son de sangre
humana y no de cerdo como afirmó Vásqucz Bautista; qisc esa prueba
directa complementada con los indicios y las demás pruebas actuadas,
llevan al convencimiento dé que la menor F.CH fue brutalmente ultrajada,
pues se han consultado destrozos en el orificio externo de la vuiva,
equimosis en los labios vulvarcs y desgarradura del himen; que Vásqucz
Bautista, autor del ultraje, procedió a asfixiarla, según 'conclusión a que
llega el dictamen pericial y protocolo de autopsia de fs.9, que establece
como causa de la muerte, asfixia por ahorcamiento; que Vásqucz Bautista
trato, en esta forma, de ocultar el delito de violación que acababa de come-
ter, demostrando con ello y con sus antecedentes, clara peligrosidad, al
haber ultrajado primero y dado muerte después a una-inocente c infortunada
menor que ayudaba a sus padres en las labores del campo, alternando con
sus estudios primarios; que, además, como aparece de autos, el acusado
muestra inclinación a esta clase de atcnulor, que, por lodo lo considerado,
c! caso se halia contemplado en c! artículo 152 del CP., modificado por el
D i - N*. 10976; que la condición de campesino que ostenta Vásqucz
Bautista no representa una circunstancia atenuante y no existe otra que
podría hacer disminuir la sanción que, conforme a ley, le corresponde; de
conformidad con la facultad conferida en c! artículo 300 del C.P.P: decla-
raron NO HABER NULIDAD en la sentencia recurrida de fs. 246. su fecha
13 de julio de! año en curso, cn.cuanlo declara a Ubilbcrto Vásqucz Bauusia
auior üc¡ Jcüto Je homicidio en acravio de F.CH.; declararon HABER
NULIDAD en ¡a parte que lo condena a la pena de imernamicnto absoluta-
mente indeterminada, con un mínimum de 25 años y !c impone ¡a obligación
de abonar la suma de 10 mil soles oro, por concepto de reparación civil a favor
de los herederos legales de ¡a víctima; modificándola en estos extremos le
impusieron ¡a pena de muerte y la obligación de pagar a los herederos de la
menor agraviada la suma de 20 mil soles oro, que se hará efectiva en los bienes
del condenado; debiendo comunicarse esta resolución ai Ministerio del
Interior para ios fines consiguientes.- TORRES MALPICA- CUENTA
ORMACHEA.- GARCÍA SALAZAR- BALLON-LANDA- BUSTAMAN-
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