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UNIVERSIDAD CATOLICA ANDRES BELLO

ESPECIALIZACION EN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLOGICAS

SEGUNDO TRIMESTRE ENERO-ABRIL

JURISPRUDENCIA PENAL

VALIDEZ DE LOS ACTOS PROCESALES

Vanesa Colmenarez Cordova

Homicidio con error en el golpe (Aberratio Ictus).

Sent. 041 22 febrero 2007 Eladio Ramón Aponte Aponte

En esta causa, el Tribunal de Juicio estimó comprobados los elementos del tipo penal de homicidio
intencional simple y la consecuente responsabilidad del acusado, al quedar acreditado que la muerte
de XY se produjo cuando aquél, accionó un arma de fuego y disparó en contra de Eduardo, (quien
antes había lanzado una botella, en contra del grupo de personas que venían de jugar béisbol, en el
cual se encontraba el acusado), y una de las balas impactó a la víctima (Yaneska Díaz Meza)
produciéndole la muerte.

Ahora bien, la “Aberratio Ictus” o “desviación de la trayectoria o del golpe es la disparidad entre el
plan del autor y el resultado; así tenemos la aberratio ictus con error en la persona y la aberratio con
error en el golpe.

En cuanto al error en el golpe o aberratio ictus, tenemos dos posturas: para algunos, (caso del
Defensor que interpuso el recurso de casación), existe concurso entre un homicidio culposo y una
tentativa de homicidio (aunque algunos consideran que existe homicidio frustrado). Según la teoría de
la concreción, el dolo presupone su concreción a un determinado objeto; si a consecuencia de la
desviación se alcanza otro objeto en él, entonces falta el dolo en relación con éste. Solo puede
apreciarse por tanto una tentativa de homicidio respecto a Eduardo y además en su caso un homicidio
imprudente respecto de Yaneska Díaz Meza ya que no tuvo intención de matarla.
Para otros, el error en el golpe se califica como un solo delito, el cual es el criterio asumido por la
Casación Penal en la presente causa. Se conoce como la teoría de la equivalencia, la cual parte de que
el dolo sólo ha de abarcar el resultado típico en los elementos determinantes de su especie: EL
imputado a querido matar a una persona Eduardo y ha matado realmente a una persona Yaneska Díaz
Meza. La desviación del curso causal no tiene influencia en el dolo, debido a la equivalencia típica de
los objetos, de modo que se puede apreciar un homicidio consumado.

Como se aprecia, no han faltado autores que han señalado que en la hipótesis de la aberratio ictus se
dan dos imputaciones: una por delito intentado y otra por el hecho efectivamente realizado a título de
culpa. Al respecto, debe aclararse que tratándose de un solo hecho y siendo el mal producido uno solo
y esencialmente igual al que quería producirse y al realizado, no cabe sino una sola imputación. Otra
hipótesis distinta será la de la denominada aberratio delicti. Cuando el mal es distinto, como lo
expresa Etcheberry, 1998: 231,232, y se perpetra un delito diferente, por ejemplo, se quiere cometer
un delito de daños y se ocasionan una lesiones personales, sí tiene cabida la aplicación de las reglas
del concurso entre tentativas de lo querido y delito culposo por lo que respecta al hecho producido, si
este último hecho acepta la forma de comisión culposa, (Arteaga Sánchez, 1996: 203).

MÁXIMA: En el presente caso, se configura lo que se denomina en doctrina “una aberratio ictus o
error en golpe”, que se suscita cuando el sujeto activo dirige la acción hacia una persona determinada,
pero ésta recae en una distinta. Motivó esta causa, la intención del acusado de matar al ciudadano
Eduardo Quintero y no a la ciudadana Yaneska Díaz Meza, quien falleció como consecuencia de tal
acción. El referido error en el golpe no afecta de modo alguno la intencionalidad del acto cometido
por el acusado, el cual debió subsumirse, como se dijo antes, en el tipo penal de Homicidio
Intencional con error en la persona.

MÁXIMA: Ciertamente, el supuesto antes indicado, no exime de responsabilidad penal al sujeto


activo, pero si incide sobre la aplicación de la dosimetría penal, ya que en los casos donde se presente
el supuesto antes referido, el juez tiene el deber de omitir las circunstancias agravantes existentes y
aplicar las circunstancias atenuantes si las hubiere, tal como lo establece el artículo 68 del Código
Penal venezolano.

A mi juicio, de los hechos acreditados por el tribunal de juicio, se desprende claramente que hubo
“error en la persona”, es decir, cuando el imputado acciona el arma de fuego contra la persona que
respondía al nombre de Eduardo con el fin de matarla, sin embargo yerra el tiro y mata a otra. En esta
situación el autor del disparo no logro el fin que se propuso, pero se ha producido un resultado
equivalente, es decir a fin de cuentas si mató a una persona quien respondía al nombre de Yaneska del
Valle Díaz Meza. y no error en el golpe como lo indicó la Sala Penal. A mayor abundamiento, habrá
error en el golpe, cuando hay error en el curso causal al dirigir la acción; ejemplo, le disparo a “B” y
al hacerlo, se interpone “C” en el medio, quien casualmente iba pasando por el lugar.

Cuando hablamos sobre la existencia de Aberratio ictus, debemos tener claro que en realidad no existe
ningún error, debido a que el sujeto activo no confunde a su víctima, todos los procesos que acomete
tales como apuntar el arma, posicionarse adecuadamente para realizar el disparo, etc., no se tratan de
una falsa apreciación de la realidad en la mente del sujeto, sino que es producto de un hecho externo,
algo que se produjo fuera de la actividad realizada por el agente. Por lo tanto no se trata de una
apreciación errónea de la realidad por parte del sujeto activo; es un proceso causal externo que de
ninguna manera afecta el conocimiento del autor.

Homicidio intencional y Homicidio tentado, en lugar de Homicidio Preterintencional y Lesiones


leves. Sent. 096 25 marzo 2014 Héctor Manuel Coronado Flores

La Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Trujillo, integrada por los jueces
BENITO QUIÑÓNEZ ANDRADE (ponente), RAFAELA GONZÁLEZ CARDOZO y RICHARD
PEPE VILLEGAS, en fecha 5 de junio de 2013, realizó los siguientes pronunciamientos: 1) Declaró
parcialmente con lugar el recurso de apelación propuesto por la defensa contra la sentencia dictada
por el Juzgado Cuarto de Juicio del mismo Circuito Judicial, que condenó al acusado HÉCTOR
ANDRÉS RODRÍGUEZ LOZADA, venezolano y con cédula de identidad N°14.310.482, a la pena de
catorce (14) años y seis (6) meses de prisión, por la comisión de los delitos de HOMICIDIO
INTENCIONAL, previsto en el artículo 405 del Código Penal, en perjuicio de quien en vida
respondiera al nombre de Jean Carlos Materano Torres y HOMICIDIO INTENCIONAL EN GRADO
DE TENTATIVA, tipificado en la misma disposición, en relación con los artículos 80 y 82 eiusdem,
en perjuicio del ciudadano José Gregorio Alvarado Materano; 2) Modificó el fallo apelado,
condenando al acusado a cumplir la pena de siete (7) años, dos (2) meses y siete (7) días de prisión,
por la comisión de los delitos de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL y LESIONES LEVES,
previstos en los artículos 410 y 416 del Código Penal.

HOMICIDIO INTENCIONAL:

Es denominado así porque uno de sus elementos fundamentales es el dolo o la intención.

Las variantes entre las diferentes especies de delito van a estar definidas por ciertos aspectos que
tienen que ver con la estructura de los tipos penales: pueden existir modificaciones en el sujeto activo,
sujeto pasivo, medios de comisión o modificaciones en cuanto al elemento intencional. Por ejemplo,
sabemos que cuando nos referimos al delito tipo o base en el homicidio, éste está constituido por el
homicidio simple o llamado también homicidio intencional, en el que necesariamente debe existir
dolo o intención de matar.

Está establecido normativamente en el Art. 405 del C. P. «El que intencionalmente haya dado muerte
a una persona será penado con presidio de doce a dieciocho años». Este artículo (405 C.P) tiene su
basamento jurídico en el Art. 43 de la CRBV «El derecho a la vida es inviolable. (…)». Este derecho
a la vida es el bien jurídico tutelado; es decir, el objeto jurídico.

Dentro de la estructura del Art. 405 C.P. (homicidio simple o intencional) existe un verbo que indica
la acción: «matar», homicidio significa quitarle la vida o la existencia a una persona por cualquier
medio.

En el homicidio simple necesariamente tiene que existir intención, dolo. También deben existir:

Sujeto Activo, que es una persona natural, física, cualquiera (no puede ser una persona jurídica),
imputable: «El que» inicio Art. 405 C.P. El artículo no discrimina (Hombre o mujer; blanco o negro,
grande o pequeño, etc).

En la relación criminal no puede decirse que un sujeto activo puede ser una persona jurídica, porque
nuestra legislación no lo acepta; y solamente lo permite, a manera de excepción en los delitos
ambientales.

El sujeto activo recalcamos es una persona física, humana, natural cualquiera (indiferente).

Sujeto Pasivo:Cualquier persona natural, física, humana: el requisito indispensable es que dicha
persona esté viva.

El Objeto jurídico: En el delito de homicidio es la vida, como bien jurídico tutelado por la norma.

El Objeto Material: Es la misma persona que dejó de existir, debido a que sobre ella es quien recae
la acción.

Los delitos de homicidio son delitos de resultado: La muerte de una persona: Para que se configure en
materia de culpabilidad debe existir una relación de causalidad entre la acción del sujeto activo y el
resultado.

El Art. 405 C.P. establece una sanción: «12 a 18 años» Esta pena aumentará dependiendo de las
circunstancias existentes que califiquen o agraven el delito de homicidio. Recordemos que el delito de
homicidio admite tanto el delito de homicidio en grado de tentativa como en grado de frustración, es
decir, formas inacabadas. Siempre debe existir dolo, intención, lo que se conoce como «animus
necandi«.
EL HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL

En el delito de homicidio preterintencional, la persona sólo tiene la intención de lesionar, pero el


resultado es la muerte de la persona. Por ejemplo; una persona le da un golpe a otra, pero esta se cae y
pega la cabeza contra el filo de la acera y muere. Más allá de la intención. Art. 410 C.P.

Elementos del Homicidio Preterintencional


 El animus nocendi del sujeto activo es la intención delesionar al sujeto pasivo;
 El resultado efectivo va más allá de la intención del agente porque el resultado en vez de ser una
lesión es la muerte, es decir, el resultado excede de la intención delsujeto activo;
 La lesión que el sujeto activo infiere al sujeto pasivo debe ser objetivamente fatal y suficiente para
matar aunque no exista la intención.

Requisitos y Condiciones para que tengalugar un Homicidio Preterintencional


• Que la muerte tenga origen en una acción dirigida únicamente a lesionar.
• Se necesita que el sujeto activo o autor obrase con un medio razonable que no debíaocasionar la
muerte.
• El requisito para la figura es un dolo de lesión y un resultado de muerte, es decir más allá de la
intención.
• Requiere que haya obrado con un dolo que excluya la muerte de...

La diferencia del homicidio preterintencional con las diversas modalidades del homicidio intencional
(simple, calificado y agravado): La intención en el homicidio preterintencional es lesionar pero el
resultado va más allá y se produce la muerte de la persona; mientras que en el homicidio intencional
la intención es matar y así lo hace el sujeto activo.

Lesión: Daño a la integridad física de una persona.

El Art. 46° CRBV, establece la integridad física y psíquica de las personas como un derecho
fundamental.
El Código Penal por su parte sanciona aquellos hechos que atenten contra la integridad física de las
personas.

Art. 413° Código Penal. «El que sin intención de matar, pero si de causarle daño, haya causado a
alguna persona un sufrimiento físico, un perjuicio a la salud o una perturbación en las facultades
intelectuales, será castigado con prisión de tres a doce meses».
Este artículo define lo que son las lesiones: constituidas por un sufrimiento físico o psíquico que
ocasione perjuicio a la salud o una perturbación mental.

El delito de lesiones es aquel donde la persona sin intención de matar ocasiona un daño físico o
psíquico con perjuicio a la salud de otro.

El sujeto pasivo referido en el artículo (delito tipo) es cualquier persona que reciba la lesión. Mientras
que el sujeto activo, será cualquier persona que infrinja el daño físico o psíquico al sujeto pasivo.

El Objeto Jurídico será la integridad física que está tutelada por la CRBV. Siempre el objeto jurídico
contiene el bien jurídico tutelado por la Constitución o por la Ley; que puede ser un derecho
individual fundamental inherente a la persona, al ser humano o. un derecho colectivo, difuso de las
personas como serían, por ejemplo, los delitos ambientales, porque en este caso, se tutelan los
derechos colectivos de la comunidad, es decir derechos intangibles, ya que no se puede determinar
que cantidad le corresponde a cada quien.

Objeto Material: Será la persona a la que le han infringido la lesión. Lesión que puede ser un golpe,
una contusión, una excoriación, etc.

Medios de comisión: Es la forma, por violencia (física, moral o psicológica), por acción o por
omisión, en forma directa o indirecta, por quemaduras, etc; como se va a ocasionar la lesión al sujeto
pasivo.

¿Como se prueban las lesiones, con qué instrumentos se va a determinar cuál es la gravedad de
la lesión infringida a una persona?

En primer lugar es muy obvio que se tendrá la intención (dolo) de un sujeto activo que comete el
delito de lesionar a un sujeto pasivo, por lo cual tendremos un resultado; pero para determinar la
gravedad de la lesión lo haremos con la experticia forense que se denomina o se llama examen medico
legal, que es fundamental para determinar el delito de lesiones. En dicho examen médico legal, el
medico forense señala los días de curación o convalecencia, además describe las características de la
lesión, lo que determinará la calificación jurídica de la misma, lo cual nos permitirá ubicarla como
lesión menos grave, grave, gravísima, leve o levísima, es decir esta es la forma de calificar esta
especie de delito.

Para concluir, el delito de homicidio consiste en la acción de matar a otra persona. Se trata de un
delito contra la vida humana en el que el bien jurídico protegido es la vida humana independiente.

Desde mi punto de vista la decisión de la sala es acertada de acuerdo a la clasificación de homicidio


intencional y homicidio tentado, y no el homicidio preterintencional y lesiones leves, consagrados en
los artículos 410 y 416 del código penal venezolano. El imputado tenía la intención de matar y la
misma se puede comprobar atreves del arma que utilizo en este caso un arma blanca de aproximada
mente de 12 a 13cm de longitud además de la ubicación de las heridas las cuales están establecidas en
el informe médico legal. También es importante acotar que las lesiones leves son aquellas que solo
necesitarían atención medica por menos de 10 días, es decir que se puedan curar en 1o días

Drogas. Tráfico de mayor y menor cuantía

Sent. 1859 18 diciembre 2014 Juan José Mendoza (Sala Constitucional)

MAXIMA: “...Se considera como tráfico de menor cuantía de drogas, semillas, resinas y plantas los
supuestos atenuados del tráfico previstos en los artículos 149, segundo aparte, y 151, primer aparte, de
la Ley Orgánica de Drogas, los demás tipos penales contemplados en los artículos señalados
conformaran el tráfico ilícito de mayor cuantía de drogas, semillas, resinas y plantas...”

MÁXIMA: “… No es posible dar el mismo trato a todos los casos, en razón de que no todos los
supuestos de los delitos que corresponden a esta sensible materia son iguales, ni el daño social -
consecuencias sociales- que ellos generan es de igual naturaleza. Sin embargo, existen situaciones
cuyas consecuencias jurídicas y sociales son de mayor magnitud que otras, y es allí en donde el
legislador por medio de la normativa vigente impone un orden para evitar que iguales conductas se
realicen de nuevo…”

MAXIMA: “... el hecho de que los delitos de tráfico de mayor cuantía de drogas, de semillas, resinas
y plantas tengan asignadas penas mayores se fundamenta en una razón objetiva: la magnitud de sus
consecuencias jurídicas y sociales, en virtud de lo cual a los condenados se les pospone la posibilidad
de obtener las fórmulas para el cumplimiento de la pena, solo para cuando el recluso haya cumplido
las tres cuartas (3/4) partes de la misma, conforme lo previsto en el ordenamiento jurídico, toda vez
que existe primacía de los derechos e intereses colectivos sobre los individuales, como consecuencia
de la proclamación en la Constitución, de un Estado como social y democrático de Derecho...”

MÁXIMA: “...Para preservar los principios que informan el proceso constitucional y la prevalencia
del orden jurisdiccional, en razón de las distintas interpretaciones que los jueces y juezas de la
República han dado al criterio de esta Sala conforme al cual “el delito de tráfico de estupefacientes,
(…) debe considerarse por su connotación y por el especial trato que le otorga el artículo 271
constitucional, como un delito de lesa humanidad” (Vid. sentencia n.° 1712, del 12 de septiembre de
2001), adecuar dicho criterio atendiendo el carácter judicial de la ejecución de la pena, el principio de
proporcionalidad y los derechos a la igualdad ante la ley y a la no discriminación, y sobre la base de la
distinción establecida en la reforma del Código Orgánico Procesal de 2012 (Vid. artículos 38, 43, 374,
375, 430, parágrafo único, y 488), entre tráfico de drogas de mayor y menor cuantía, lo cual permita
que se le conceda a los imputados y penados de esta última categoría de delito, fórmulas alternativas a
la prosecución del proceso y a la ejecución de la pena, y, de esta manera, permitir que el Estado
cumpla con las estrategias de transversalidad humanista que apuntan hacia una reinserción social,
razón por la cual queda entendido que las fórmulas señaladas no constituyen beneficios procesales ni
conllevan a la impunidad...”

MÁXIMA: “...A raíz de ello, la Sala fundamentada en el principio de proporcionalidad y el derecho a


la igualdad ante la ley, y teniendo como norte que en materia de drogas cada caso debe ser analizado
individualmente, citó el criterio establecido en la sentencia número 376 de la Sala de Casación Penal
de este Tribunal Supremo de Justicia, del 30 de julio de 2002, mediante el cual se desarrolla la tesis
relativa a la diferenciación judicial entre las personas que operan con grandes cantidades de drogas y
quienes lo hacen con cantidades mínimas, pues su daño, tanto a sí mismo como a la sociedad, no es de
igual entidad...”

MÁXIMA: “...El principio de proporcionalidad, el cual indica que la gravedad de la pena o de las
medidas de seguridad debe hallarse en relación con la gravedad del hecho cometido o la peligrosidad
del sujeto, respectivamente. (MIR PUIG, Santiago, Introducción a las Bases del Derecho Penal,
Buenos Aires, Argentina, 2003, p. 141). Para establecer que una pena es proporcional al delito
cometido, hay que ver dicha sanción a la luz de los requisitos de: 1) necesidad, 2) adecuación al fin
propuesto y; 3) proporcionalidad en sentido estricto. (CORREA DE CARVALHO, José Theodoro. El
Delito de Tráfico de Drogas y el Principio de Proporcionalidad).
En primer lugar, verificar la necesidad de la pena, es decir, la añoranza de protección del bien jurídico
tutelado.
Seguidamente, debemos identificar la adecuación al fin propuesto, consistente en la idoneidad de la
pena impuesta para cumplir con los fines que la justifican.
Y por último, la proporcionalidad en sentido estricto, establecida por primera vez en la Declaración de
los derechos y de los deberes del hombre y del ciudadano, de 1795, en los siguientes términos: “la
Ley no debe señalar sino las penas estrictamente necesarias y proporcionales al delito”.
MÁXIMA: “...La Sala estableció, con carácter vinculante, “la posibilidad de conceder a los imputados
y penados por el delito de tráfico de drogas de menor cuantía, fórmulas alternativas a la prosecución
del proceso y a la ejecución de la pena…”.

MÁXIMA: Beneficios Procesales. “queda entendido que las fórmulas señaladas no constituyen
beneficios procesales ni conllevan a la impunidad”. No obstante, la sala cita una Máxima insertada en
la SSC-TSJ 875 del 26/06/2012 que refiere a los que la Sala denomina Beneficios Procesales y
Postprocesales: “…precisa la Sala distinguir entre los beneficios que pueden ser dictados dentro de las
tres primeras fase del proceso penal –investigativa, preliminar y de juicio- llamados procesales, y
aquellos que pueden ser dictados en la fase de ejecución, llamados postprocesales, entendiéndose por
los primeros todos aquellos que, aun cuando son restrictivos a la libertad, se consideran como menos
gravosos a la privación de libertad, y que al otorgarse mejoran, considerablemente, la condición actual
del procesado objeto de esta medida, encontrándose dentro de éstos las medidas cautelares que
sustituyen a las de privación de libertad, y por los segundos, aquéllos que se dictan en la fase de
ejecución, una vez que, sometido el encartado a un juicio previo, ha emanado del mismo una
sentencia condenatoria definitivamente firme, encontrándose dentro de aquéllos la suspensión
condicional de la pena, las fórmulas alternativas de cumplimiento de pena, entre otras, entendiéndose
que operan como beneficio, toda vez, que mejoran la situación del penado…”

En Venezuela los delitos de drogas son considerados como delitos de lesa humanidad, es así que a la
luz de la Carta Fundamental, lo que se consideraba como un impedimento para la obtención de la
suspensión de la ejecución de la pena en el caso de los condenados por delitos de droga, lo que lleva a
una violación al principio constitucional relativo al Estado Social de Derecho y de Justicia (art. 2
constitucional), así como a los derechos a una tutela judicial efectiva (art. 26 eiusdem), a la igualdad
de las personas (art. 21 ibidem), a la progresividad de los derechos (art. 19 eisudem) y en mayor
grado, al derecho de rehabilitación y reinserción en la sociedad de las personas condenadas (art. 272
ibidem), así como contrario a la doctrina sostenida por esta Máxima Intérprete de la Constitución, por
cuanto cercena, sin fundamento alguno, el derecho a la suspensión de la ejecución de la pena, lo que
genera un gravamen irreparable para quienes se encuentren condenados por delitos de droga.

En virtud de lo expuesto, la decisión de la sala es considerada correcta desde mi punto de vista ya que
como la m isma establece no todos los delitos son iguales o se realizan en las mismas circunstancias o
condiciones, y por tal motivo no se pueden castigar a los responsables de dichos delitos de la misma
forma.

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