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Caputt sucedaneum

Definición: El caput succedaneum o simplemente “caput” se define como una inflamación difusa
(no tiene márgenes definidos) del cuero cabelludo del bebé ocasionado por la presión del útero o
pared vaginal durante un parto con presentación cefálica (cuando el niño viene presentando primero
la cabeza).

El caput succedaneum afecta generalmente a la parte de la cabeza que inicia la salida durante el
parto, aunque también se puede presentar en cualquier parte del cuero cabelludo y se palpa como
una masa suave y esponjosa. El edema cruza las líneas de sutura de los huesos del cráneo y puede
involucrar un área amplia o puede ser algo pequeño como del tamaño de un huevo. Usualmente
aparece dentro de las primeras 24 horas de nacimiento.

Etiología: Son pocas las mujeres que describen la experiencia del parto como algo fácil y rápido.
Sin embargo, hay algunos partos que son especialmente difíciles y duros y estos pueden ser causa
de un conjunto de problemas de salud tanto para la madre como para el bebé que va a nacer.
Es más probable que un caput succedaneum se forme durante un parto difícil o prolongado.
Esto es especialmente cierto después de que las membranas se han roto removiendo así el efecto
amortiguador y protector del saco amniótico. Es por eso que se afirma que, mientras más duren las
membranas intactas antes del parto, menores serán las posibilidades de que se forme un caput
succedaneum.

Cuadro clínico (signos y síntomas): Tras el nacimiento, la cabeza del niño presenta una
deformación evidente, pero esta empieza a disminuir inmediatamente y por lo general ha
desaparecido al cabo de unos cuantos días.
 Inflamación blanda y abultada del cuero cabelludo del recién nacido.
 La inflamación puede o no ir acompañada de algún tipo de magulladuras
 Se ve con más frecuencia en la parte de la cabeza que se presenta primero en el parto.
 Sin embargo y dado que afecta al cuero cabelludo, la inflamación puede extenderse más allá
de la línea media de la cabeza.
 Puede estar asociada con un amoldamiento aumentado de la cabeza, es decir, el contorno de
la cabeza se altera (más adelante esto se corrige solo).

Diagnostico: El examen físico confirma si la inflamación es un caput succedaneum. Al presionar el


médico firmemente con un dedo la zona inflamada es la forma más sencilla para detectar el edema
característico del caput.
No se requiere de ningún otro examen. Al suspender la presión, se observa claramente un
hundimiento.
Tratamiento: No se requiere de ningún tratamiento y nada más debemos observar al bebé puesto
que el caput succedaneum sana de manera espontánea en unos pocos días. Si el contorno de la
cabecita del bebé ha cambiado, en unos días recuperará su aspecto normal. El bebé puede estar
irritable (lo que es entendible) y quizás requiera algún analgésico para el dolor de cabeza. Es
recomendable moverlo lo mínimo posible en los primeros días.

Complicaciones: El caput succedaneum es generalmente benigno. Sin embargo, en algunas


ocasiones puede ocurrir:

 Alopecia: debido a la presión en el cuero cabelludo, algunos de los tejidos circundantes


pueden morir y causar pérdida del cabello. En la mayoría de los casos el cabello vuelve a
crecer normalmente, aunque en otros, la pérdida del cabello puede ser permanente.
 Ictericia: en algunas ocasiones se presentan moretones que pueden ser causa de que se
acumule bilirrubina en la sangre y esto causa el color amarillo de la piel del bebé.

Cefalohematoma

Definición: Lesión presente en el cuero cabelludo de recién nacidos. Es una acumulación de sangre
resultado de una hemorragia subperióstica (hemorragia que se presenta debajo de la capa más
externa de los huesos del cráneo) y que puede ser diferenciada fácilmente del caput
succedaum porque no sobrepasa los límites de las suturas (líneas de unión de huesos del cráneo) y
porque tiene bordes palpables muy bien definidos.
El cefalohematoma es muy característico ya que se limita a los márgenes definidos por los huesos
del cráneo. Por este motivo suelen ser lesiones muy localizadas y en la mayoría de los casos
unilaterales, es decir, solo se ven en un lado de la cabeza del recién nacido. En muchas ocasiones
pueden no ser evidentes al nacimiento y sí serlo a las veinticuatro o cuarenta y ocho horas de vida.
Es blando y fluctuante. La causa puede ser la presión ejercida por el útero y las paredes vaginales en
la cabeza del bebé o –más probable- por el uso de fórceps o ventosas para ayudar en el parto.
Generalmente no hay magulladuras, la piel que recubre el cefalohematoma está sana. La masa no se
observa en el primer día de vida, más bien aparece horas después del parto o hasta el segundo día de
vida.
Puede tomar varias semanas o hasta meses para desaparecer.

Etiología: La causa de un cefalohematoma es la rotura de los vasos sanguíneos que cruzan el


periostio debido a la presión sobre la cabeza del feto durante el parto.
Durante el proceso del nacimiento, la presión en el cráneo o el uso de fórceps o un extractor de
vacío rompe estos capilares y produce una acumulación de líquido serosanguíneo o sangriento.
Los factores que aumentan la presión sobre la cabeza fetal y el riesgo de que el neonato desarrolle
un cefalhematoma incluyen:
 Larga labor.
 Prolongada segunda etapa del parto.
 Macrosomia.
 Contracciones uterinas débiles o ineficaces.
 Presentación fetal anormal.
 Entrega asistida por instrumentos con fórceps o extractor de vacío.
 Gestaciones múltiples.
Estos factores contribuyen al impacto traumático del proceso de parto en la cabeza fetal.

Cuadro clínico (signos y síntomas): El signo más obvio de un cefalohematoma es un área


elevada y suave en la cabeza del recién nacido. Un bulto firme, agrandado, unilateral o bilateral, en
la parte superior de uno o más huesos debajo del cuero cabelludo caracteriza a un cefalohematoma.
El área elevada no puede ser transiluminada, y la piel que la recubre generalmente no está
decolorada o lesionada. Las suturas craneales definen los límites del cefalohematoma.

Diagnostico: No existe una prueba diagnóstica para un cefalohematoma. El diagnóstico se basa


en la protuberancia característica en la cabeza del recién nacido.

Sin embargo, algunos proveedores pueden solicitar pruebas adicionales, como radiografías,
tomografías computarizadas o ecografías para evaluar posibles fracturas del cráneo u otros
problemas debajo del cráneo, que podrían afectar el cerebro del recién nacido.

Pruebas adicionales están especialmente justificadas si existen cambios en el comportamiento del


recién nacido u otros problemas, como respiratorios, cardiovasculares o neurológicos.

Tratamiento: Si el médico sospecha que hay fractura de cráneo, es probable que quiera confirmar
este dato mediante una radiografía o algún otro estudio.
Si el bebé tiene ictericia leve, no es necesario ningún tratamiento, pero si es severa, es probable que
necesite fototerapia (tratamiento con luz especial).
Muchos de los bebés con caput succedaneum o con cefalohematoma tienen un cráneo de apariencia
puntiaguda u ovalada.
Esto es normal y puede tardar varias semanas en quitarse. No es necesario ningún tratamiento.

Complicaciones: Ocasionalmente puede haber complicaciones:


 Puede haber fractura de cráneo.
 Si la acumulación de sangre es grande, el bebé puede presentar anemia.
 Un cefalohematoma grande, puede ser causa de ictericia en el recién nacido. Esto es la
coloración amarillenta de la piel que se causa porque hay un exceso de bilirrubina en la
sangre provocada por la reabsorción de la sangre contenida en la masa.
 Son raras las complicaciones más serias, como el sangrado dentro del cerebro provocado
por la fractura del cráneo.
 Ocasionalmente, se forman depósitos de calcio en el área del cefalohematoma. Esto puede
dejar formaciones duras que permanecen varios meses.
Septicemia neonatal

Definición: La septicemia neonatal es una infección bacteriana en la sangre, síndrome clínico


secundario a la presencia de agentes microbianos y sus productos biológicos, en la sangre y
distintos líquidos corporales, los cuales dan lugar a una serie de alteraciones bioquímicas en
diversos tejidos. La SN es uno de los problemas más frecuentes y de mayor gravedad en el neonato,
en particular en el pretérmino. Se halla en bebés durante el primer mes de vida. Este problema se
clasifica en dos tipos principales: de tipo neonatal y niños mayores (se presenta luego de que el
pequeño ha cumplido tres meses de nacido).

Etiología: La causa se relaciona con la exposición del bebé a bacterias.


Por la edad de presentación se divide en:
• Temprana: se desarrolla durante el embarazo, ya sea mediante la placenta o del pasaje a
través de la vía del parto. Algunos autores consideran como temprana a la que se presenta en las
primeras 72 h de vida, aunque la mayoría catalogan como tal a la que ocurre dentro de la primera
semana,
• Tardía: proviene del medio ambiente hospitalario, domiciliario o de la comunidad (entorno
donde se cuida al bebé) y sucede después de los primeros siete días de vida.
• La septicemia nosocomial. Son causadas por gérmenes ubicados en los servicios de
Neonatología (especialmente en las UCIN) y por tanto los factores de riesgo que favorecen su
aparición como la sobreutilización de antibióticos y la insuficiencia de personal sanitario que haga
difícil seguir los protocolos de limpieza.
Los recién nacidos tienen más posibilidades de desarrollar septicemia cuando la madre ha tenido
complicaciones durante el embarazo y el parto que aumentan la probabilidad de contraer
infecciones.

Cuadro clínico (signos y síntomas): En la mayoría de los casos, los síntomas se presentan dentro
de las 24 horas después de nacer.
Los signos de alarma identificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son los
siguientes: convulsiones, rechazo al alimento, dificultad respiratoria, hipoactividad (Conducta
caracterizada por un déficit de actividad), polipnea (aumento de la frecuencia respiratoria).

• Descenso o inestabilidad de la temperatura.


• Succión débil.
• Palidez, piel marmórea (áreas de vasos sanguíneos constreñidos alternadas con áreas de
vasos dilatados que le dan a la piel una apariencia marmórea roja y blanca) o ictericia (coloración
amarilla de la piel y los ojos).
• Latidos cardíacos anormalmente lentos o rápidos. Bradicardia (descenso de la frecuencia
cardíaca). Taquicardia.
• Niveles altos o bajos de azúcar en sangre sin motivos aparentes.
• Náuseas y vómitos.

• Si el bebé tiene el pañal seco durante al menos doce horas, es otra señal de gravedad, pues
indica deshidratación y esfuerzo del cuerpo por retener líquido. Esto se relaciona a una baja de la
tensión arterial y un menor flujo hacia los riñones.
Si el bebé presenta cualquiera de estos signos y síntomas no necesariamente quiere decir que el
bebé tenga septicemia neonatal ya que pueden ser causados por otras condiciones de salud.

Diagnóstico: El diagnóstico oportuno es determinante para disminuir el riesgo de complicaciones,


secuelas y muerte.
• Exámenes y cultivos de sangre: Una prueba de cultivo de bacterias puede detectar bacterias
perjudiciales dentro o sobre el cuerpo que pueden estar causando enfermedades.
• Punción lumbar (también llamada punción espinal): Se trata de una aguja especial que se
coloca en la parte baja de la espalda, en el interior del conducto espinal. Se trata del área que rodea
a la médula espinal. De esta forma se puede medir la presión que existe en el conducto espinal y en
el cerebro. Se puede extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo (LCF) y enviar a
examinar para determinar si existe una infección o algún otro problema. El líquido cefalorraquídeo
es el líquido que baña al cerebro y a la médula espinal del niño.
• Cultivos de orina: Ésta puede obtenerse con un catéter o, en ocasiones, por medio de una
punción suprapúbica, la inserción de una aguja en la vejiga a través del bajo vientre.

• Cultivos de fluidos obtenidos de tubos y catéteres insertados en el bebé.


• Radiografía: Son pruebas de diagnóstico que utilizan rayos de energía electromagnética
invisibles para generar imágenes de tejidos internos, huesos y órganos en una placa radiográfica.

Tratamiento: El tratamiento depende de la gravedad de la afección. Un bebé que aparentemente


está bien puede controlarse sin antibióticos. Los recién nacidos que se sospecha que tienen
septicemia son hospitalizados por un mínimo de dos días para esperar los resultados de los cultivos.
El médico determinará el tratamiento específico, según lo siguiente:

• La edad de su bebé, su estado de salud general e historia clínica.

• Magnitud de la enfermedad.
• Tolerancia del bebé a medicamentos específicos, procedimientos o terapias.
• Opinión o preferencia de los padres.
Las opciones de tratamiento incluyen:
Antibióticos.

• En sepsis neonatal temprana el tratamiento debe iniciarse con ampicilina y un


aminoglucósido, en ocasiones especiales se puede sustituir el aminoglucósido por cefotaxima, sobre
todo si existe la sospecha de neuro infección.
• En recién nacidos con sepsis tardía adquirida en la comunidad, es posible utilizar el mismo
esquema, sin embargo, en sepsis nosocomial, el tratamiento debe estar orientado a combatir los
microorganismos presentes en cada institución; se puede utilizar vancomicina en sospecha de sepsis
nosocomial, pero si los cultivos se reportan negativos en 48 horas, esta se debe suspender.
• En los pacientes en que se presente falla del tratamiento inicial, se deberá ampliar el
esquema antimicrobiano, así como la toma de cultivos de control. Las dosis varían de acuerdo a la
edad cronológica y de gestación del neonato.
Líquidos por vía intravenosa: Es posible que el bebé necesite recibir líquidos, glucosa y electrólitos
por vía intravenosa (IV).
Oxigeno: Es posible que el bebé necesite recibir oxígeno o asistencia con la ventilación
(respiración).
Es indispensable realizar la corrección del equilibrio ácido base y proporcionar apoyo calórico y
nutricional ya sea por vía enteral o parenteral según sea el cas

Complicaciones: Una de las complicaciones más graves de la sepsis es la infección de las


membranas que rodean el encéfalo (meningitis). Los recién nacidos con meningitis pueden
presentar letargia extrema, coma, convulsiones o protrusión de la zona blanda situada entre los
huesos del cráneo (fontanela) y pueden morir si no reciben tratamiento rápidamente.

Labio leporino

Definición: El labio leporino se caracteriza por una fisura o abertura en el labio superior y es
resultado de una falta de unión en las estructuras embónales. Ocurre entre la semana 4 a 12 de
gestación. En muchos casos parece obedecer a predisposición hereditaria. Esta alteración es más
frecuente en los varones que en las niñas y puede ocurrir en uno o ambos lados del labio. La
extensión del defecto varía de ligera hasta grave. Este trastorno algunas veces se acompaña de
paladar hendido. Es una anomalía congénita común.
La tipología característica de esta malformación es amplia y existen diversos estudios que la
clasifican de maneras diferentes.
Hay diferentes tipos que pueden afectar también la nariz y el paladar. Los principales tipos son:
• Unilateral (afecta un solo lado de la cara)
• Bilateral (afecta ambos lados) Dentro de estas categorías, hay 3 subtipos:
• Incompleto (los dos lados del labio están parcialmente fusionados)
• Completo (los lados del labio no se conectan en absoluto)
• Bilateral (los 2 lados pueden resultar afectados de manera diferente, 1 lado está completo y el otro
está incompleto)
Etiología: No se conoce con exactitud la etiología de esta malformación. Pero la literatura expresa
que la etiología del labio y paladar hendido es multifactorial, estas alteraciones se producen por dos
razones, por un lado, tenemos el componente genético y por el otro, la parte ambiental.

 Genética: en este componente encontramos subdivisiones de acuerdo con el tipo de


herencia que confluyen en la fisura labio-palatina. Hay dos tipos de herencia:
o En la herencia de un solo gen, aparece un rasgo como resultado de un solo gen que
tiene uno de los padres.
o En la herencia multifactorial, aparece un rasgo como resultado de varios factores
genéticos y no genéticos
 Ambiental: de igual forma se subdividen de acuerdo con el tipo de agresión a la cual una
paciente gestante puede estar expuesta, estas pueden ser agresiones físicas, químicas y
biológicas. Dentro de los agentes ambientales más comunes durante el primer trimestre se
encuentran: plaguicidas, herbicidas, alcohol, fungicidas, tabaco, antidengue, antidepresivos,
uso excesivo de antibióticos y antieméticos, así como la deficiencia de vitamina A, vitamina
B2 y ácido fólico.
Algunos estudios han empezado a demostrar la asociación entre desnutrición materna y la presencia
de recién nacidos con labio leporino.

Cuadro clínico (signos y síntomas): Por lo general, una separación (hendidura) en el labio o en el
paladar se identifica de inmediato al momento del nacimiento. El labio leporino puede manifestarse
de la siguiente manera:

 Una separación en el labio y en la parte superior de la boca que afecta uno o ambos lados
del rostro.
 Una separación en el labio que puede presentarse solo como una pequeña hendidura o que
puede extenderse desde el labio a través de la encía superior.
 Una separación en la parte superior de la boca que no afecta la apariencia del rostro.

Diagnóstico: La mayoría de los casos de labio leporino se descubren inmediatamente después del
nacimiento y no requieren pruebas especiales para su diagnóstico, sin embargo, se puede
diagnosticar durante el embarazo.

 Ecografía: El labio leporino puede detectarse por medio de una ecografía alrededor de la
semana 13 de embarazo. A medida que el feto continúa su desarrollo, puede resultar más
fácil diagnosticar de forma precisa el labio leporino.

Tratamiento: El tratamiento inicial comienza con una corrección quirúrgica. La cirugía mejora la
succión, y en gran medida la apariencia. La cirugía puede llevarse a cabo en cualquier momento
después del nacimiento si la salud del lactante es buena y no existe problema infeccioso.
Antes de la realización de la cirugía de realiza un examen físico completo, pruebas sanguíneas y
posiblemente se toman fotografías. Cualquier signo de infección, como gripe, se informa a la
enfermera.
Para alimentar al bebé antes y después de la cirugía se utiliza una jeringa asepto con perilla de
goma, pues debe evitarse el movimiento de succión para disminuir la tensión en la línea de sutura.
Complicaciones: Los niños con labio leporino, se enfrentan a diversas dificultades según el tipo y
la gravedad de la hendidura.

 Dificultad para alimentarse: Una de las preocupaciones más inmediatas después del
nacimiento es la alimentación. Si bien la mayoría de los bebés con labio leporino pueden
alimentarse por lactancia materna, existen problemas de succión por parte del bebé.
 Problemas en los dientes: Si la hendidura se extiende a lo largo de la encía superior, podría
afectar el desarrollo de los dientes.
 Dificultades con el habla: Como el paladar se usa para articular los sonidos, la hendidura
del paladar puede afectar el desarrollo normal del habla. El habla puede sonar demasiado
nasal.
 Desafíos de enfrentar una enfermedad. Los niños con hendiduras suelen sufrir problemas
sociales, emocionales y de comportamiento debido a las diferencias en el aspecto y el estrés
que genera la atención médica intensiva.

Bibliografía:

 https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/cleft-palate/diagnosis-
treatment/drc-20370990
 https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/cleft-palate/symptoms-
causes/syc-20370985
 Labio y paladar hendido. Conceptos actuales. Artículo de Revisión.
http://www.medigraphic.org.mx/ Cleft lip and palate. Current concepts Joaquín Palmero
Picazo,* María Fernanda Rodríguez Gallegos
 Cleft lip and palate. Current concepts Joaquín Palmero Picazo,* María Fernanda Rodríguez
Gallegos.
 Manual de recursos para labio leporino y paladar hendido. Children’s healthcare of Atlanta
 Labio leporino y paladar hendido GUÍA PARA FAMILIAS. Boston children´s hospital. Until
every child id well. Plastic and oral surgery

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