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PRINCIPIOS EN EL DERECHO PENAL

PRINCIPIO DE LEGALIDAD.- “Nullum Crimen, nullum poena sine praevia lege”, es


decir que el delito y la pena deben estar determinados por una ley previa.

PRINCIPIO DE HUMANIDAD.- Todas las relaciones que el derecho penal tipifica, se


han de reglar sobre la base de una vinculación recíproca, de una comprensión
humanitaria y social sobre la persona del delincuente; su proyección la encontramos en
la ejecución de las penas privativas de libertad.

PRINCIPIO DE CULPABILIDAD.- Es otra limitación importante derivada de la


concepción de Estado Democrático de Derecho. Es la exigencia de que la pena debe
basarse en la comprobación de que la conducta delictiva que originó dicha pena debe ser
reprochable a su autor, parte de la certeza jurídica de libertad del individuo en su
actuación y situarse en una determinación efectiva de que el hecho ciertamente
atribuible a esa persona le puede ser asimismo responsabilizado en la medida en que ha
actuado libremente de manera antijurídica cuando podía haberlo hecho de otro modo.
La culpabilidad como concepto general ha de ocupar un triple espacio en el derecho
penal:

1) Como límite al jus puniendi estatal.- Vale decir como garantía de la persona
frente al intervencionismo del Estado.

2) Como base o fundamento de la pena.- Vale decir como requisito de la


determinación del quantum de la misma.

3) Como elemento de la noción de delito.

En sentido lato, significa la posibilidad de imputar a una persona un delito, sea de orden
penal o de orden civil. En sentido estricto, representa el hecho de haber incurrido en
culpa determinante de responsabilidad civil o de responsabilidad penal.
CONSECUENCIAS DEL PRINCIPIO DE CULPABILIDAD:

No hay pena sin culpabilidad: Esto significa que la aplicación de una pena va ha estar
condicionada a la existencia de dolo o culpa, a la capacidad de comportarse de acuerdo
a la norma punitiva y de no haber actuado conforme a una causa de no exigibilidad
“nulla poena sine culpa”. Si la pena exige culpabilidad, no siempre la culpabilidad
supone en todos los casos la imposición de una pena.

La pena no puede sobrepasar la medida de la culpabilidad.- Significa que la medición de


la pena ha de producirse dentro del marco máximo de la culpabilidad mas nunca podrá
rebasarlo.

PRINCIPIO DE PELIGROSIDAD.- Se vincula a la aplicación de medidas de seguridad


y define la peligrosidad “como un complejo de condiciones objetivas y subjetivas, bajo
las cuales es probable que un individuo cometa un hecho socialmente dañoso”, se
manifiesta como un pronóstico o juicio de probabilidades, referido al comportamiento
futuro del individuo, en razón a ello ha de existir una peligrosidad criminal y una
peligrosidad social.

La primera que consiste en la probabilidad de que un individuo cometa un delito o siga


una senda delincuencial, se divide en peligrosidad criminal predelictual y posdelictual;
la peligrosidad criminal predelictual fue una institución utilizada por el régimen
nacifascista de Hitler y al ser altamente cuestionada ha sido prácticamente eliminada de
las legislaciones modernas, por el contrario la peligrosidad criminal postdelictual
subsiste en algunas legislaciones tal el caso de la Española.

La peligrosidad social, es la probabilidad de que un sujeto realice actos levemente


perturbadores de la vida comunitaria, diríamos actos asociales que no constituyen
propiamente delitos, son actos generalmente cometidos por los marginados, los
pitilleros, adictos, alcohólicos etc.
PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD.- Indica que la gravedad de la pena debe
corresponder a la gravedad del hecho o la peligrosidad del sujeto, la proporcionalidad,
no impide que la pena este sometida al principio de necesidad pudiendo en esos casos
atenuarse o renunciarse a ella.

PRINCIPIO DE NECESIDAD.- Es una exigencia adicional a la culpabilidad, la pena


adecuada a la culpabilidad, tendrá que ser además “necesaria” para responder a las
exigencias de la prevención especial y general. Este principio tiene que ser concebido en
términos reales, no se trata de sustituir al principio de culpabilidad a favor de la
necesidad de la pena, sino de añadir en el momento de fundamentar la pena y de
delimitar el derecho de punir, este a aquel vale decir el principio de necesidad al de
culpabilidad. Ambos principios se complementan pero también se limitan, ese equilibrio
es imprescindible.

Este principio va operar desde una doble dimensión, desde la conminación penal
abstracta y desde la imposición concreta de la pena.

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