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PUERPERIO

El puerperio se define como el período que se extiende desde el nacimiento del feto y la
expulsión de la placenta y sus membranas, hasta la regresión total de las modificaciones
inducidas por la gestación. Los órganos genitales sufren un proceso de regresión al estado
normal aunque no igual al que existía antes del parto.
Tras el parto, se desarrollan simultáneamente multitud de cambios fisiológicos en la mujer
con dos finalidades principales: retornar gradualmente al estado pregravídico y establecer la
lactancia.
El puerperio puede dividir cronológicamente en:
Según SEGO:
 Puerperio inmediato: primeras 24 horas postparto.
 Puerperio clínico: desde el final del puerperio inmediato hasta el alta hospitalaria.
 Puerperio tardío: desde el final del puerperio clínico hasta la primera menstruación.
Según Aller-Juan Obstetricia Moderna:
 Inmediato: 24 horas posparto
 Mediato: Desde el final del puerperio inmediato hasta los próximos 7 días
 Tardío: Desde el final del puerperio mediato hasta los 40 días

Puerperio Sano
Cambios locales
 Involución uterina: Tras la expulsión placentaria, el útero se contrae rápidamente
como mecanismo hemostático para comprimir los vasos miometriales y se sitúa a nivel
de la cicatriz umbilical. Pasa de un peso aproximado a 1000g inmediatamente después
del parto, a la semana 500g, 300g a los 15 días y 100g al mes. Después del parto y al
comienzo de la segunda semana desciende hacia la pelvis verdadera y no se puede
palpar por encima de la sínfisis del pubis. Esta disminución del tamaño uterino se
acompaña durante los 2-3 primeros días de contracciones uterinas dolorosas
denominadas entuertos, con dolores tipo cólico en hipogastrio, más frecuente en
multíparas, como consecuencia de las contracciones espasmódicas del útero para evitar
el sangrado y facilitar la expulsión de restos hemáticos en su cavidad.
La palpación uterina debe dar sensación de firmeza, por el estado constante de
contracción tónica que mantienen sus fibras musculares lisas.
 Involución cervical: Tras el parto, el cuello permanece fácilmente permeable a 2 dedos
durante los primeros días, lo que ayuda a la evacuación de los loquios. Progresivamente
recupera sus características de forma imperfecta, formándose desde el orificio cervical
interno hacia el externo. Y al final de la primera semana escasamente permite el paso de
un dedo.
 Regeneración endometrial: La decidua basal permanece adherida a la cavidad uterina,
adyacente al miometrio, y a partir de ella se forma el nuevo endometrio, el cual estará
completo a partir de la tercera semana. La decidua hace referencia al recubrimiento
uterino, es decir, al endometrio durante el embarazo. Cuando se produce una gestación,
el tejido endometrial aumenta de grosor y se vasculariza, favoreciendo la implantación
embrionaria y, por tanto, que el embarazo sea evolutivo. Esta capa participa en el
intercambio de gases, nutrientes y productos de desecho entre la madre y el feto, aunque
también sirve de barrera protectora. Da origen a la porción materna de la placenta. Lo
que ocurre en la regeneración es parecido a lo que ocurre en la menstruación, al salir el
producto que estaba siendo protegido por la decidua, la capa superficial se destruye.
 Loquios: La separación placentaria y de las membranas se realiza en la capa esponjosa
de la decidua, de tal manera que la decidua basal y la esponjosa permanecen adheridas
al útero. Esta última se necrosa y se expulsa constituyendo lo llamado “loquios”, que en
los primeros tres días son sanguinolentos (loquio rubra), adquiere un aspecto más pálido
en el día 4 o 9 (loquio seroso) y un aspecto más lechoso entre el día 10 y 14 (loquio
alba).
Persisten unas 2 semanas., si dura más puede indicar una retención de porciones
placentarias o involución incompleta del sitio placentario.
 Musculatura pélvica y abdominal: La sobre distensión a que es sometida durante el
parto da lugar frecuentemente a desgarros musculares, hematomas perineales y diástasis
de rectos. La recuperación de esta última es más rápida con el ejercicio y más lenta
cuanto más cerca se encuentre del hueso pubiano.
Exploración por sistemas
 Mamas: debe vigilarse la aparición de grietas, ingurgitaciones mamarias, nódulos o
signos de inflamación.
 Útero: se comprobará su altura y tono.
 Loquios: se comprobará su aspecto y olor, acercando nuestro guante a la nariz después
del tacto vaginal. Si se sospecha subinvolución uterina, acompañada o no de loquios
malolientes, se debe descartar la retención de componentes ovulares y la presencia de
endometritis si hay fiebre. También se debe descartar si se ha realizado una extracción
manual de placenta y si ésta ha salido desgarrada o incompleta.
 Episiotomía: No es realizada de forma sistemática pero si se practicó se buscará la
presencia de dehiscencias, signos de infección y hematomas. Es suficiente lavar la zona
con agua y jabón, manteniéndola siempre seca. Se advertirá de que los puntos se
reabsorben en 10 días.
Ante la existencia de un gran hematoma perineal a tensión se debe realizar un tacto vaginal
y rectal para comprobar el nivel de extensión. Si se extiende en profundidad o aumenta
rápidamente, se debe actuar con rapidez, procediendo a realizar una revisión en quirófano.
Si existe infección, también se debe proceder a un desbridamiento en quirófano.

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