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Universidad de los Andes

Hospital Central de San Cristóbal


Facultad de Medicina
Escuela de Medicina – Extensión Táchira
Cátedra de Obstetricia II

PUERPERIO FISIOLÓGICO

Integrantes:
 Escalante Angélica
V-23.540.926
 Escalante Ricardo
V-20.121.810
 Narváez Jhorbed
V-24.775.339
 Pérez Yessica
V-24.743.580

Docente: Dra. Olga Mora

San Cristóbal, Junio de 2019


PUERPERIO

El puerperio es el periodo de tiempo que media entre la expulsión del feto y la placenta y
el retorno del organismo femenino a las condiciones normales anteriores del embarazo.

Dura entre 6 y 8 semanas, y en él se produce una serie de cambios considerados


fisiológicos, a pesar de que en ningún otro momento de la vida femenina suceden unos cambios
catabólicos más importantes y rápidos sin que exista ninguna enfermedad. La terminación del
puerperio es imprecisa, para algunos autores, estaría marcada por el retorno de la menstruación,
pero esto está en relación con la lactancia materna.

Durante el puerperio se produce una serie de cambios involutivos del aparato genital y de
todo el organismo femenino. Al mismo tiempo, se instaura una nueva función, la lactancia
materna, y, posteriormente, reaparecen la ovulación y la menstruación. Además, debe efectuarse
la adaptación de la madre y del recién nacido a las nuevas circunstancias y al entorno familiar.

Periodos del puerperio:

Podemos dividir el puerperio en inmediato, clínico y tardío.

- Puerperio inmediato: su duración, fijada de forma arbitraria, es de 24 horas, y en el


podemos distinguir un periodo de tiempo de 2 horas tras la terminación del parto, durante
el cual el útero consigue la hemostasia definitiva. Podríamos identificar este tiempo con
el cuarto periodo del parto de Leff, en el que hay mayor riesgo para la mujer por peligro
de hemorragia; ello hace aconsejable que permanezca este tiempo en una zona de
vigilancia especial.

- Puerperio clínico: dura de 5 a 7 días y durante esta fase se producen los fenómenos
involutivos más importantes.

- Puerperio tardío: dura entre 5 y 7 semanas.

Fenómenos involutivos puerperales del aparato genital:

1. Útero:
En un primer momento el esfuerzo orgánico, está destinado a lograr la hemostasia
uterina, en el alumbramiento, se produce el desprendimiento y expulsión de la placenta y
membranas ovulares, éste se produce a nivel del límite entre decidua compacta y esponjosa;
y queda en el útero un lecho esponjoso con vasos sangrantes la capa basal del endometrio
tiene una irrigación propia que evita los procesos necrobióticos que experimentan las capas
superiores.

Para una eficaz hemostasia se ponen en juego 2 mecanismos:

 La retractilidad: fenómeno permanente y pasivo que consiste en un acortamiento


definitivo de la fibra muscular uterina.

 La contractilidad: fenómeno intermitente y activo, que consiste en el acortamiento


temporario de la fibra muscular uterina.

Ambos fenómenos en conjunto provocan la compresión y oclusión vascular que se


denominan ligaduras vivientes de Pinard. Clínicamente palpamos un útero de consistencia
dura elástica, de limites bien definidos que se denomina "Globo de seguridad de Pinard",
periódicamente adquiere una consistencia dura leñosa que provoca dolor, denominados
"Entuertos", el fondo uterino se ubica aproximadamente a nivel umbilical.

La contracción permanente del útero produce una marcada compresión de los vasos
uterinos, la consecuencia más inmediata es la disminución del aporte sanguíneo al miometrio,
causa de la rápida disminución del volumen uterino en los días siguientes al parto, a los 10
días del mismo ya no es posible palpar el útero por encima de la sínfisis del pubis.

A su vez, tras la expulsión de la placenta, y por la acción de su retracción, el útero vuelve


a ocupar su posición normal en la cavidad pelviana en el corto espacio de 6-7 semanas, de tal
forma que pasa de medir 35cm al final del embarazo a 7cm en 6 semanas más tarde.

Su peso que en el momento del parto es de 1.500 a 1.700g, al final del puerperio es de
solo 50 a 70g. En la involución uterina intervienen, además de la contracción, otra serie de
factores, como la disminución del calibre de los vasos uterinos, la disminución del tamaño de
las fibras musculares y la pérdida de líquido tras el parto.

2. Regeneración endometrial:

La epitelización de toda la superficie endometrial sucede de 7 a 10 días Durante los primeros


dos o tres días después del parto, la decidua restante forma dos capas, la capa superficial se
necrosa y se desprende en forma de loquios; la capa basal adyacente al miometrio permanece
íntegra y da origen al endometrio nuevo, el cual aparece gracias a la proliferación de los
vestigios glandulares endometriales y el estroma del tejido conjuntivo interglandular. La
regeneración endometrial es rápida, con excepción del sitio de la inserción placentaria.
3. Involución del sitio de inserción placentaria:
La involución completa del sitio de la inserción placentaria tarda hasta seis semanas,
cuando este proceso es deficiente se produce una hemorragia puerperal tardía. Justo después del
parto, el sitio de inserción placentaria es del tamaño de la mano, pero disminuye con rapidez.

Durante las primeras horas tras el parto, el sitio de inserción placentaria consta casi
siempre de numerosos vasos trombosados que son invadidos por fibroblastos para recanalizarse
posteriormente y formar vasos de menor calibre, hacia el término de la segunda semana, mide
entre 3 y 4 cm de diámetro.

Se describe como un proceso de exfoliación, que en gran parte se lleva a cabo por la
atenuación del sitio de la implantación gracias al crecimiento del tejido endometrial, por lo tanto,
la involución no transcurre por absorción in situ. La exfoliación consta tanto de extensión como
de “crecimiento a profundidad” del endometrio a partir de los bordes del sitio de inserción
placentaria, a la vez que de crecimiento de tejido endometrial desde las glándulas y el estroma
que quedan en la capa profunda de la decidua basal después de la separación placentaria la
exfoliación del sitio de inserción placentaria se debe al desprendimiento de los tejidos
superficiales infartados y necróticos seguido de un proceso de remodelación.

4. Cuello uterino: Rápidamente se produce la reconstrucción del cuello uterino. En una


semana alcanza su longitud y su consistencia normales, poco a poco se va cerrando. A los
10 días, el orificio cervical interno está cerrado, mientras que el externo permanece más o
menos entreabierto, el orificio cervical externo de una nulípara es puntiforme, mientras
que el de la mujer que ha tenido un parto vaginal se alarga en sentido transversal, como
consecuencia del traumatismo del parto.

5. Trompas de Falopio: Los cambios puerperales en las trompas son histológicos. Las
células secretoras se reducen en número y tamaño y hacia la 6º semana ya han recuperado
los cilios retornando a la estructura epitelial de la fase folicular.

6. Vagina, Vulva y periné: Al principio del puerperio, la vagina y el orificio vaginal


forman un conducto amplio con paredes uniformes que decrece en tamaño de forma
gradual, si bien rara vez alcanza las dimensiones de las nulíparas. Las arrugas reaparecen
hacia la tercera semana, pero no son tan notorias como antes. El himen está representado
por varias y pequeñas proyecciones de tejido fibroso que cicatrizan para formar las
carúnculas mirtiformes. La vagina permanece edematosa y friable, pudiéndose desgarrar
tras exploraciones no cuidadosas o si se practica el coito, la episiotomía cicatriza en una
semana.

El epitelio vaginal empieza a proliferar entre las cuatro y seis semanas, por lo general
junto con el reinicio de la producción de estrógenos ováricos. Las laceraciones o la distensión del
perineo durante el parto pueden provocar relajación del introito vaginal. Puede ser inevitable la
lesión del piso pélvico y el parto predispone al prolapso uterino, así como la incontinencia
urinaria y anal.

7. Musculatura pélvica y abdominal: La sobredistensión a que es sometida durante el


parto da lugar frecuentemente a desgarros musculares, hematomas perineales y diástasis
de rectos. La recuperación de esta última es más rápida con el ejercicio y más lenta
cuanto más cerca se encuentre del hueso pubiano. La vulva, en cuanto a su aspecto, se
recupera en pocos días, siempre que los desgarros hayan sido suturados correctamente.

Involución de los sistemas orgánicos extragenitales:

1. Cambios hemodinámicos.
- Después de que se produce la salida del feto se origina un enlentecimiento cardiaco
por lo que en condiciones normales el pulso se hace con tendencia a la bradicardia
(60-70 lpm).
- El gasto cardiaco suele mantenerse elevado durante 24 a 48 h posparto y declina
hasta parámetros pregestacionales en 10 días. Los cambios de la frecuencia
cardiaca siguen ese mismo patrón.
- La resistencia vascular periférica sigue un patrón inverso, se mantiene en los
límites menores característicos del embarazo hasta los dos días posparto y después
empieza a aumentar de modo constante hasta las cifras pregestacionales normales.
- La tensión arterial debe mantenerse en cifras normales.

2. Cambios hematológicos.
- En el puerperio se produce una disminución de la volemia, originada por la pérdida
de hasta 500 ml de sangre, lo cual se considera fisiológico. Las pérdidas
sanguíneas del parto y la reabsorción de líquidos intersticiales al espacio
intravascular ocasionan una anemia por dilución en los primeros días postparto. La
cifra media de hemoglobina es de 12 g/dL y la del hematocrito del 35%, estos
niveles son, por lo general, bien tolerados por las puérperas.
- Tras el estrés del parto, se produce una leucocitosis de hasta 20- 30.000
leucocitos/mL con predominio de granulocitos, y se acompaña de linfopenia
relativa y eosinopenia absoluta, que se normaliza a la semana.
- Debido a los procesos hemostáticos desencadenados durante el parto, desciende el
recuento plaquetario y se activan los sistemas fibrinolíticos, pero se reestablecen en
poco tiempo los principales factores de la coagulación. Hay tendencia a la
hipercoagulabilidad, con aumento de los tiempos de coagulación y de los productos
de degradación del fibrinógeno.

3. Cambios en equilibrio de líquidos y electrolitos:


- El embarazo normal se acompaña de un incremento considerable del agua corporal
total (8,5lt), de los cuales 6,5 litros corresponden al espacio extracelular. La
diuresis puerperal constituye la inversión fisiológica de este proceso, aumentando
hasta unos 2000ml en las primeras 24 horas. Esto sucede casi siempre entre el
segundo y quinto días del puerperio y coincide con la pérdida de la hipervolemia
residual del embarazo, con una pérdida de 2 litros la primera semana y de 1,5 litros
por semana las siguientes 5 semanas.
- Se producen cambios en los electrolitos plasmáticos, Al descender los niveles de
progesterona, disminuye el antagonismo con la aldosterona aumentando la
reabsorción del sodio
- Además, se presentan cambios en el equilibrio ácido-base, con tendencia a la
acidosis y cetosis en ayuno.

4. Metabolismo:
- El metabolismo basal que esta aumentado, vuelve lentamente a la normalidad.
- El balance proteico vuelve a la normalidad durante el puerperio.
- La excreción de creatinina, que se encontraba elevada a final del embarazo se
mantiene así al comienzo del puerperio. La úrea en sangre desciende, el nitrógeno
residual es normal, en el cociente albúmina/globulina, disminuye la fracción
globulina.
- El aumento de los lípidos durante el embarazo desaparece rápidamente. Al cabo de
2 días, se normaliza las cifras de ácidos grasos no esterificados, el colesterol y los
triglicéridos disminuyen rápidamente hasta alcanzar valores normales.
- El metabolismo de los hidratos de carbono se normaliza pronto. Sin embargo, al
comienzo del puerperio estará disminuida la tolerancia a la glucosa, se puede
originar un incremento de la glicemia (hiperglicemia > 6,2 mmol/mL), apareciendo
glucosuria alimentaria y lactosuria como consecuencia de la absorción de lactosa
durante la lactancia.

5. Sistema endocrino:

- Hipófisis: durante el embarazo ocurre un aumento progresivo de esta glándula por


hipertrofia fisiológica asociada con aumento del número de lactótrofos
hipofisiarios, a expensas de los tipos somatótropos. En la primera semana del
puerperio ocurre un aumento adicional en el tamaño. Sin embargo, la hipófisis
regresa rápido a su tamaño normal tanto en mujeres que lactan como en aquellas
que no lo hacen.

- ACTH, CRH y b-endorfinas disminuyen con rapidez luego del parto y regresan a
valores normales luego en 24 horas.

- Ovarios: los niveles de estrógenos, progesterona, FSH y LH disminuyen tras el


parto y durante la lactancia materna se mantienen estos valores, ya que la PRL
inhibe la secreción de GnRH. Con el destete, se reestablece la función ovárica y la
ovulación puede aparecer entre 1 y 3 meses después. En mujeres con una buena
nutrición y que han amamantado durante un largo período de tiempo, menos del
20% ha ovulado para el 6º mes post parto. Gran parte de la variabilidad en la
reanudación de la menstruación y la ovulación que se observa en las mujeres que
lactan quizá se deba a diferencias individuales en el estímulo del chupeteo y al
destete parcial (uso de fórmulas suplementarias), esto enfatiza el hecho que la
lactancia no es una forma confiable de control natal.

- Tiroides: concentración plasmática de tiroxina es más alta en el momento del parto


y en las primeras 12 horas posteriores. La reducción postparto de los estrógenos
conduce a la disminución de los niveles circulantes de globina fijadora de tiroxina y
a una reducción gradual de la fijación de hormonas tiroideas en el suero. Las
concentraciones séricas de TSH no son muy diferentes en el puerperio respecto a
aquellas del estado gestante o no gestante. El hipotiroidismo o hipertiroidismo
puede reaparecer en caso de enfermedad autoinmune de la tiroides.

- Glándulas suprarrenales: los valores de cortisol anteriores al trabajo de parto se


recuperan en el primer día del puerperio, pero no se llega a niveles normales no
gestantes de cortisol y de 17-hidroxicorticosteroide sino hasta el final de la primera
semana de puerperio.

6. Sistema respiratorio.

- Se reestablece la respiración toraco-abdominal, aumenta la capacidad pulmonar


total ocasionado por reducción de la presión intraabdominal y por la desaparición
de la acción progesterónica sobre el diafragma.

- Desaparece la tendencia a la alcalosis respiratoria, con descenso de 5 a 10mmHg en


la presión de CO2.

7. Sistema digestivo.

- El estómago, el intestino delgado y el intestino grueso vuelven a ocupar sus lugares


normales y disminuye la secreción de pepsina.

- Se produce una rápida distensión intestinal tras la reducción del volumen uterino
que sumado a la disminución de la motilidad intestinal favorece el estreñimiento y
la aparición de espasmos cólicos por excitación del sistema parasimpático. La
deambulación y la alimentación temprana pueden ayudar a prevenir este problema.
La administración de leche de magnesia (15 a 20 ml) por vía oral en la noche por lo
general estimula la evacuación por la mañana, de no ocurrir la evacuación otra
alternativa rápida sería la estimulación rectal mediante supositorios rectales de
glicerina o la aplicación de un enema, posteriormente se puede ayudar la actividad
intestinal con una dieta rica en fibra y/o laxantes hidrofílicos.
- Es frecuente que las hemorroides formadas durante el embarazo aumenten y se
hagan dolorosas. Generalmente su manejo es conservador mediante la aplicación de
supositorios, baños de asiento con agua fría y medidas generales para evitar el
estreñimiento (dieta rica en fibra, abundantes líquidos orales, deambulación y
laxantes).

- La función hepática se recupera hacia la 23ª semana después del parto.

- Para la dieta no hay restricciones:


 En caso de parto, la cual se puede iniciar en cualquier momento siempre y
cuando no haya complicaciones.
 En caso de cesárea la actividad peristáltica suele ser normal a las 12 horas
del posquirúrgico pudiéndose iniciar con líquidos a tolerancia.

8. Sistema urinario.

- En las primeras horas el tono vesical se encuentra disminuido por la hiperdistensión


del parto y los efectos de la anestesia epidural, con tendencia a la formación de
globo vesical, posteriormente va aumentando tanto el tono ureteral como el vesical,
pero las lesiones perineales y de la vagina producidas por el parto pueden producir
dificultades urinarias, con disuria y retención de orina.

- Las lesiones periuretrales y los frecuentes sondajes vesicales durante el parto


predisponen a la disuria y la cistitis.

- La filtración glomerular permanece aumentada durante los primeros días,


alcanzándose diuresis de 3.000 cc/día, recuperando su valor normal hacia la 6ta
semana post parto.

- Los uréteres y las pelvis renales dilatadas se restablecen en un lapso de dos a ocho
semanas después del parto. Por lo tanto, las infecciones urinarias durante esta etapa
constituyen una inquietud de consideración, puesto que la orina residual y la
bacteriuria en una vejiga traumatizada, combinadas con la dilatación de las pelvis
renales y los uréteres, conducen a la infección.
- Después del parto debe vigilarse el vaciamiento vesical, si la paciente no presenta
diuresis espontánea dentro de las primeras 6 horas posparto debemos sospechar de
retención urinaria, en casi de haber establecido el diagnóstico de retención es
necesario evacuar la vejiga mediante la colocación de sonda, la cual debe ser
permanente hasta que los factores causales se resuelvan.

9. Piel y mucosas. Las estrías cutáneas rojo-azuladas adquieren tonalidad nacarada. Las
petequias faciales y las hemorragias capilares y subconjuntivales por los esfuerzos durante
el parto desaparecen en pocos días. Las zonas de hiperpigmentación (areolas, línea alba,
cloasma gravídico) palidecen lentamente. Las pacientes suelen presentar hiperhidrosis
durante la primera semana.
10. Psiquismo: la puérpera presenta un estado de euforia y relajación muy evidente, tras los
esfuerzos realizados. Sin embargo, hay mujeres que acusan una tendencia a la tristeza y a
la depresión sin que existan motivos para ello. Esto puede ser manifiesto entre el 4º a 5º día
del parto.

Clínica del puerperio

- Estado general: La fatiga es habitual durante algunas horas e incluso días después, sin
embargo se procede al levantamiento precoz, lo que permite conseguir una recuperación más
rápida de la puérpera. Esta simple medida ha conseguido disminuir las cifras de trombosis
venosa puerperal y mejora la función vesical e intestinal. Durante la primera deambulación debe
estar presente un acompañante para ayudar a evitar lesiones si la paciente padeciera un sincope.
- Peso: Después del parto, el peso materno se reduce aproximadamente en 8kg debido a:

1. Salida del feto, placenta, líquido amniótico, membranas ovulares y la hemorragia


normal
2. Eliminación urinaria del líquido procedente del espacio extracelular acumulado durante
el embarazo.
3. Involución de los segmentos de órganos: útero, hígado y corazón.

- Pulso: Después que se produce la salida del feto se origina un enlentecimiento cardiaco, por lo
que en condiciones normales el pulso se hace bradicardico (60/70 latidos/min). Este fenomeno
que se considera normal es debido a una reaccion del organismo. Por tanto, ante una paciente que
presente taquicardia, se considerara como un elemento patológico y nos obligará a pensar en
aquellas entidades que lo puedan provocar como son: infeccion, anemia y enfermedad cardiaca.

- Temperatura: Inmediatamente después del parto la mujer sufre un escalofrío más o menos
intenso cuyo origen no está claro, pero que se atribuye a la pérdida de calor como consecuencia
del esfuerzo muscular y la expulsión del feto y sus anejos. Después del parto y hasta pasado 96
horas (4to día) debe producirse un incremento de la temperatura de carácter fisiológico hasta 1ºC
que no debe sobrepasar los 38ºC en ausencia de infección, este fenómeno está dado por dos
razones:
1. El paso al torrente sanguíneo de pequeñas cantidades (mínimas) de vérmix caseosa,
fragmentos microscópicos de membranas o mínima cantidad de líquido amniótico,
que se traslada a través del lecho placentario hasta el torrente sanguíneo.

2. Debido a la presencia de toxinas que son emitidas por gérmenes que se encuentran en
el útero y que durante su involución pasan a la sangre.

Este fenómeno fisiológico del aumento de la temperatura 1ºC no influye ni modifica el


estado general de la paciente ni el pulso. Solo cuando es intenso deja de ser fisiológico, y
constituye un fenómeno grave (patológico) que se denomina sapremia puerperal.
- Entuertos: La disminución del tamaño uterino se acompaña durante los 2-3 primeros días de
contracciones uterinas dolorosas denominadas entuertos. En la primípara, el útero tiende a
mantenerse en contracción tónica después del parto. Sin embargo, en la multípara suele
contraerse de manera vigorosa a determinados intervalos, que son similares pero casi siempre
más leves que los consecutivos a las contracciones del trabajo de parto. Estos dolores son
más intensos conforme aumenta la paridad y se intensifican cuando el recién nacido succiona
el seno materno, tal vez por la liberación de oxitocina. Por lo general disminuyen y pierden
intensidad hacia el tercer día. La palpación uterina debe dar sensación de firmeza, por el
estado constante de contracción tónica que mantienen sus fibras musculares lisas.

- Loquios: Al principio del puerperio, el desprendimiento del tejido decidual origina


secreciones vaginales en cantidad variable, más abundantes al inicio (hasta 50-100 g/día los
primeros 4-5 días) y progresivamente van disminuyendo y adquiriendo un aspecto exudativo
blanco-amarillento. Su fuerte olor, sin llegar a ser maloliente, es muy característico, persisten
unas 2 semanas, constan de eritrocitos, decidua desprendida, células epiteliales y bacterias.
Durante los primeros días después del parto, la sangre los tiñe de color rojo y se conocen
como lochia rubra o loquios rojos. Sin embargo, después de tres o cuatro días los loquios
palidecen lochia serosa o loquios serosos y después del décimo día, por una mezcla de
leucocitos y reducción de los líquidos, los loquios adquieren una coloración blancuzca o
amarillenta lochia alba o loquios amarillos. Poco a poco disminuyendo hasta desaparecer al
término del puerperio.

- Dolor:

 El dolor abdominal puede aparecer en el puerperio normal como consecuencia de los


entuertos, de cierta distensión abdominal por la acumulación de gases o de la
cicatrización. A veces dolores de características mecánicas en hemiabdomen superior o
hemotórax inferior pueden deberse a malas posturas facilitadas por la anestesia, zonas de
apoyo durante la cesárea o a maniobras realizadas durante el parto. Es recomendable
pautar la analgesia cada 6-8 horas, vía oral o en supositorios, usando analgésicos del
primer escalón de la OMS: paracetamol, ibuprofeno, metamizol. Los entuertos pueden
responder a espasmolíticos.

 La cefalea puede aparecer por diversas causas. El dolor de características migrañosas


aparece muy frecuentemente (20%) en la primera semana del puerperio, sobre todo en las
pacientes con antecedentes de migraña, inducido por los cambios vasculares. El dolor tras
punción dural también es de tipo migrañoso y aumenta característicamente al
incorporarse. El dolor intenso de características tensionales debe considerarse como
posiblemente patológico (preeclampsia, trombosis del seno venoso, apoplejía hipofisaria)
y conviene consultar con el especialista en neurología.

Exploración

 Mamas: debe vigilarse la aparición de grietas, ingurgitaciones mamarias, nódulos o signos


de inflamación. Se incidirá en estos aspectos en el siguiente apartado.
 Útero: se comprobará su altura y tono.

 Loquios: se comprobará su aspecto y olor, acercando nuestro guante a la nariz después del
tacto vaginal. Si se sospecha de involución uterina, acompañada o no de loquios
malolientes, se debe descartar la retención de componentes ovulares y la presencia de
endometritis si hay fiebre. También se debe descartar si se ha realizado una extracción
manual de placenta y si ésta ha salido desgarrada o incompleta. En todos estos casos se
debe realizar una ecografía.

 Episiotomía: No es realizada de forma sistemática pero si se practicó se buscará la


presencia de dehiscencias, signos de infección y hematomas. Ante la existencia de un gran
hematoma perineal a tensión se debe realizar un tacto vaginal y rectal para comprobar el
nivel de extensión. Pequeños hematomas evolucionan favorablemente con hielo local (2-3
aplicaciones/día durante 10 minutos y siempre dentro de una bolsa para evitar abrasiones)
y antinflamatorios. Si se extiende en profundidad o aumenta rápidamente, se debe actuar
con rapidez, procediendo a realizar una revisión en quirófano. Si existe infección, también
se debe proceder a un desbridamiento en quirófano.

 Tacto vaginal: realizar siempre al menos antes del alta, de forma cuidadosa, para descartar
la presencia de hematomas en vagina o compresas olvidadas.

 Extremidades inferiores: descartar síndromes varicosos o signos de trombosis venosa


profunda que obligan a iniciar anticoagulación.

CUIDADOS EN EL PUERPERIO

El puerperio clínico es un periodo con gran número de particularidades, donde


complicaciones serias pueden quedar enmascaradas por hechos fisiológicos del postparto. Por
ello, se debe distinguir bien entre los límites del puerperio normal y los signos y/o síntomas que
deben causar alerta. El principal peligro es descuidar la visita médica diaria a las puérperas, sin
prestar el esfuerzo necesario a prevenir los problemas o solucionarlos desde su inicio. Por otra
parte, si el puerperio evoluciona normalmente, se debe buscar siempre que la mujer se recupere
tan rápido como le sea posible. Es muy importante fomentar medidas como la deambulación, la
dieta normal, el tratamiento profiláctico del dolor, la retirada de vías innecesarias o el alta precoz
siempre que se den las condiciones adecuadas.

Control del estado general, las constantes y el sangrado:

Durante las dos primeras horas del puerperio inmediato, es importante controlar al menos
en tres ocasiones la tensión arterial, pulso, temperatura, sangrado, involución uterina y diuresis,
así como dar inicio a la lactancia materna cuando sea posible. Cuando se realice la visita médica,
en primer lugar se debe hacer un repaso de la historia clínica, prestando atención especialmente
en los antecedentes personales y obstétricos, las complicaciones de la gestación actual, el
partograma, el puerperio inmediato, la fecha y el tipo de parto, si han existido desgarros, atonías,
fiebre, retención de membranas, el estado del recién nacido y si se ha iniciado la lactancia
materna. No se debe olvidar comprobar si se ha administrado la inmunoglobulina anti-D en los
casos en que esté indicado. A continuación se debe evaluar el estado general de la puérpera, que
debe tener un nivel normal de conciencia y no debe encontrarse postrada por dolor o fiebre. Se
debe prestar atención a su coloración, estado de hidratación y estado de ánimo.

Control del Ritmo intestinal y miccional:

El llenado vesical después del parto es variable. En la mayor parte de los hospitales se
administran líquidos intravenosos durante el trabajo de parto y durante una hora después del
parto. Después de la expulsión de la placenta se administra también oxitocina a dosis que posee
un efecto antidiurético. Como resultado de los líquidos y la suspensión repentina del efecto
antidiurético de la oxitocina a menudo se produce un llenado vesical rápido. Además, tanto la
sensibilidad vesical como su capacidad para vaciarla espontáneamente se encuentran reducidas
por la anestesia. Por lo tanto no es sorprendente observar retención urinaria con distensión
vesical excesiva constituya una complicación frecuente del puerperio temprano. Para evitar la
distención excesiva es necesario mantener a la mujer bajo observación después del parto para
cerciorarse de que la vejiga no se llena de manera excesiva y que con cada micción se vacía
correctamente. Si la mujer no orina en las primeras 4 horas después del parto es probable que no
consiga hacerlo. En caso de distención vesical excesiva se coloca una sonda a permanencia hasta
que se resuelva los problemas causales. Incluso en ausencia de una causa evidente conviene dejar
la sonda cuando menos 24 horas o hasta que la vejiga se vacié por completo, permitiendo la
recuperación del tono y la sensibilidad vesical.

Al extraer la sonda se deberá comprobar que la paciente orina correctamente. Si no lo


logra después de las 4 horas se debe colocar sonda nuevamente y el volumen urinario se mide.
Cuando son más de 200ml de orina significa que la vejiga no funciona de manera adecuada. La
sonda se deja a permanencia durante 1 día más. Si se obtienen menos de 200ml de orina la sonda
se extrae y la vejiga se vigila. Con respecto a la evacuación intestinal, se tendrá en cuenta si se
administró un enema de limpieza previo al parto y, en caso afirmativo, no es de esperar la
evacuación espontánea antes del segundo día del posparto. A partir de aquel momento, en el caso
de que sea necesario, puede favorecerse la evacuación mediante el uso de laxantes locales
(microenemas o supositorios de glicerina) preferentemente a laxantes orales. Se recomendará la
ingesta de una dieta rica en fibra y se procurará una buena hidratación y movilización precoz.

Dentro de las principales medidas terapéuticas a tomar en cuenta durante el puerperio


destacan:
 Deambulación: La deambulación temprana constituye una práctica puerperal aceptada. Dos
de las ventajas numerosas de la deambulación temprana son menos complicaciones vesicales
y menos estreñimiento y ayuda en la prevención de trombosis venosa puerperal y embolias
pulmonares. En los últimos años ha disminuido la frecuencia de trombosis venosa profunda y
embolias pulmonares como complicación del embarazo y el puerperio.

 Valoración de la dieta y suplementación: La dieta para la mujer lactante es una dieta


completa, rica en fibra con mayor contenido calórico y proteico. La suplementación
vitamínica dependerá del grado de nutrición de la puérpera, teniendo especial cuidado que la
aportación de yodo alcance los mínimos que recomienda la OMS (200 µg/día).

 Higiene general:
- Ducha diaria.
- Es importante instruir a la mujer a que limpie la vulva de la porción anterior a la posterior
(de la vulva hacia el ano). La colocación de una bolsa fría en el perineo reduce el edema
y el dolor durante las primeras horas después de la episiotomía.
- Evitar las relaciones sexuales durante el periodo de cicatrización y sangrado ya que
pueden ser traumáticas.

 Valoración del estado emocional: Hasta el 80% de las puérperas experimentan el llamado
“baby blues”, que se resuelve espontáneamente, pero la depresión postparto afecta al 10-20%
de las puérperas y requiere tratamiento. La depresión posparto es probable que sea producto
de diferentes factores:

1. El decaimiento emocional posterior a la excitación y los temores que la mayoría de


mujeres perciben durante el embarazo y el parto.
2. Las molestias del puerperio inmediato
3. La fatiga por falta de sueño durante el trabajo de parto y el puerperio.
4. La angustia sobre su capacidad para atender al recién nacido una vez que abandona el
hospital.
5. El temor de ser menos atractiva

 Vacunación: Las mujeres que no son inmunes a la rubéola o al sarampión son candidatos
excelentes para recibir la vacuna combinada de sarampión, parotiditis, rubeola antes del alta
del hospital. Ante un Rh negativo materno, Rh positivo del neonato y test de Coombs
negativo para el factor D, se deben administrar 300 μg de inmunoglobulina anti-D IM a la
madre en las primeras 72 horas del puerperio.

Aspectos especiales del puerperio tras cesárea:


Las gestantes, después del parto, permanecerán aproximadamente una hora en la sala de
partos. Durante este período se realizará el siguiente control:

1. Control de constantes vitales cada 15-30 minutos.

2. Control del tono uterino cada 15 minutos.

3. Valoración de la pérdida hemática.

4. En caso de anestesia epidural, valoración de la recuperación de la sensibilidad y


movilidad de las extremidades inferiores, además de estabilidad hemodinámica.

5. En los casos de cesárea el control se prolongará durante 2 horas. Se controlará: nivel de


consciencia, constantes hemodinámicas, ventilatorias, oxigenación (monitorización
continua de saturación O2), temperatura y dolor postoperatorio.

6. Siempre que sea posible, el recién nacido permanecerá con la madre, promoviendo el
método “piel con piel” y la lactancia precoz, antes de que la madre abandone la sala de
partos.

7. La madre recibirá por parte del personal de hospitalización soporte para conseguir una
lactancia efectiva (posturas, frecuencia) e información y asesoramiento ante los
problemas más frecuentes del puerperio y los motivos de alarma (fiebre, dolor, sangrado,
loquios malolientes, tristeza profunda, dolor en extremidades)

8. La duración de la estancia en el hospital dependerá de las necesidades individuales de la


madre y de su bebé, pero generalmente es de 48 horas si el parto es vaginal, y 3-4 días si
el parto es mediante cesárea. Existe también la posibilidad de acogida al programa de
alta precoz a las 24 horas en caso de parto vaginal y de acuerdo con el servicio de
neonatología.

Cuidados de la herida:

Antes y después de cualquier manipulación, debemos lavarnos las manos. El apósito


estéril se levantará definitivamente en 24 horas. Si se han dejado drenajes, se retirarán cuando
dejen de ser productivos. Debemos vigilar la aparición de dehiscencias, supuraciones, signos de
inflamación y alergia a las grapas. En pacientes obesas aconsejaremos procurar evitar la
maceración de la zona de cicatriz.

Se realizarán curas habituales con clorhexidina. Si aparecen pequeños seromas podemos


retirar uno o dos puntos para facilitar su drenaje y poner un apósito hidrocoloide estéril para
ayudar a la cicatrización por segunda intención de zonas exudativas. Si se sospecha infección,
tomaremos muestras para cultivo de los exudados. Podemos retirar la mitad de los puntos o
grapas de forma alterna antes del alta y el resto a los 7-10 días.

ALTA HOSPITALARIA:

1. Exploración de la madre previa al alta hospitalaria: Antes de que la puérpera


abandone el hospital tiene que realizarse una exploración en la cual se comprobará la
correcta involución uterina, la correcta cicatrización del perineo y de la vagina, la
normalidad de los loquios y el correcto estado de las mamas y del estado general de la
puérpera. El resultado de la exploración se registrará convenientemente en la historia
clínica y se rellenará también el carnet de la embarazada y el carnet de salud infantil.

2. Alta precoz (entre las 24 y las 48 horas después del parto): En los casos en que el
embarazo y el parto no han tenido ninguna complicación, puede darse el alta precoz,
siempre haciendo una esmerada valoración del estado físico y emocional de la madre, así
como de factores psicosociales que requieren un control más grande: madres
drogodependientes, antecedentes de maltrato infantil o negligencia, historia de violencia
familiar, particularmente durante el embarazo actual, enfermedad mental del padre o la
madre, madres adolescentes, inexistencia de domicilio, etc.

3. Alta hiperprecoz (menos de 24 horas después del parto): Siempre de tipo voluntario.
Tiene que seguirse los mismos criterios que en el grupo anterior. Sin embargo, es
necesario en este caso un examen pediátrico del recién nacido, dentro de las primeras 48
horas después del alta.

RECOMENDACIONES GENERALES:

 Información a la mujer en el momento del alta puerperal: Antes del alta, se darán las
recomendaciones pertinentes para los cuidados domiciliarios maternos y del recién
nacido. Durante la estancia hospitalaria se debe hacer lo posible por informar a la
paciente y a su pareja sobre la planificación familiar. Cuando la mujer no amamanta la
menstruación se restablece en un periodo de seis a ocho semanas. Sin embargo es difícil
asignar una fecha específica para el primer periodo menstrual después del parto. Unas
cuantas mujeres sangran intermitentemente, empezando poco después del parto.

 Instruir en técnicas anticonceptivas en la mujer con actividad sexual: La ovulación es


mucho menos frecuente en las mujeres que alimentan al seno materno a su hijo. De
hecho, la menstruación no reaparece durante la lactancia en algunas, pero existen grandes
variaciones. En la mujer lactante, la primera menstruación puede presentarse desde el
segundo hasta el decimoctavo mes después del parto
En aquellas zonas en que estén funcionando los programas de atención puerperal
domiciliaria, se pondrá en contacto a la puérpera con su centro de asistencia primaria para que se
lleve a cabo la supervisión al domicilio de la puérpera

LACTANCIA MATERNA

La leche materna es la principal fuente de nutrición para la mayor parte de los recién
nacidos. La OMS destaca los beneficios de la lactancia materna para la salud del niño. La leche
materna es el alimento más completo para el recién nacido, puesto que contiene sustancias
específicas que potencian su valor energético y nutritivo. Entre dichas sustancias están la
lactoferrina, y algunas enzimas, vitaminas y oligoelementos. Recientemente se han identificado
también algunas hormonas y sustancias, como los factores de crecimiento epidérmico y neural,
con efecto sobre el crecimiento del niño. Se han comprobado las propiedades antiinfecciosas de
la leche materna, que incluso pueden potenciarse al proporcionar a la madre determinadas
vacunas. También se ha demostrado que la leche materna tiene propiedades antialérgicas.

Otra de las ventajas de la lactancia materna señalada por la OMS es el efecto que tiene
sobre el espaciamiento de los embarazos, sobre todo en países en desarrollo, debido al efecto
anticonceptivo de la lactancia. Una consecuencia del espaciamiento de los embarazos es la
disminución de las cifras de morbilidad y mortalidad infantil.

Beneficios de la lactancia natural para la salud del niño. (Según la FIGO):


 Nutrición adecuada
 Protección anti infecciosa
 Protección antialérgica
 Espaciamiento de los partos
 Vínculo psicológico madre-hijo

Fisiología de la lactancia:

 Mamogénesis: es el proceso de crecimiento y desarrollo mamario. Durante la infancia, la


mama no recibe estímulo hormonal. Entre la pubertad y el final del embarazo se completa el
proceso de mamogénesis. Antes del embarazo, actúan los estrógenos (estradiol: E2) y la
progesterona (P) estimulando la proliferación del tejido glandular y los conductos mamarios.
Durante el embarazo, su acción aumenta ya que se sintetizan mayores cantidades desde la
placenta: los E2 actúan preferentemente sobre el tejido ductal y la P sobre los alvéolos.
También aumenta la PRL, que promueve la diferenciación alveolar hacia epitelio secretor.
Sin embargo, la síntesis láctea está inhibida por los altos niveles de E2 y P, que aunque
estimulan la síntesis de PRL, antagonizan su acción secretora a nivel mamario. Otras
hormonas reguladoras secundarias en esta etapa son los esteroides suprarrenales, la GH, la
insulina y el hPL.

 Lactogénesis y lactopoyesis: es el proceso destinado a la producción láctea. La PRL es la


hormona fundamental en esta etapa. Tras el parto, una vez que cede la acción de E2 y P
placentarios, los altos niveles circulantes de PRL actúan a nivel de las células epiteliales
alveolares, estimulando la síntesis de los componentes lácteos. La “subida de la leche” se
produce entre el 2º y 5º día postparto y su volumen aumenta desde <100ml hasta 600ml/dia.

Tanto las mujeres que dan lactancia como las que no amamantan a sus hijos presentan
una disminución gradual de los niveles basales de prolactina durante las 3 ó 4 semanas siguientes
al parto, aunque se mantienen en una cantidad superior a la habitual del embarazo. Los niveles
elevados de prolactina presentes inmediatamente después del parto retornan a los valores previos
al embarazo hacia la 4ta semana del puerperio. Sin embargo, se observa una oleada en la
producción y liberación de prolactina cuando el lactante inicia la succión, si bien su intensidad
disminuye a medida que transcurre el tiempo desde el momento del parto. La respuesta de la
prolactina a la succión sirve para mantener la lactancia. A su vez es muy probable que la
prolactina en el hipotálamo la secreción de GnRH, lo que explica la amenorrea que generalmente
acompaña a la lactancia. La prolactina se segrega en el lóbulo anterior de la hipófisis y su acción
es controlada por un neurotransmisor hipotalámico, conocido de antiguo como factor inhibidor
de la prolactina (PIF), actualmente identificado con la dopamina. Desde la propia mama se
establece un feedback (retroacción) sobre el hipotálamo, donde el sistema tubero-infundibular
dopaminérgico segrega dopamina, que se vierte al sistema porta para inhibir la liberación (y
también la síntesis) de prolactina por la hipófisis anterior.
La galactopoyesis consiste en la producción ininterrumpida de leche durante la lactancia.
Al principio responde a los niveles relativamente elevados de prolactinemia durante el puerperio,
y después al hecho de que al poner el niño al pecho se provoca de forma refleja una brusca
subida de la liberación de prolactina hipofisiaria. La comprobación de que la succión del pecho
por el lactante incrementa los niveles de TSH (hormona tiroestimulante) sugiere que la TRH
(hormona liberadora de TSH) puede desempeñar un papel en la liberación de la prolactina.
La leche es segregada en el interior de la luz del alvéolo por acción de la prolactina, con
la colaboración de hormonas tiroideas y suprarrenales. Estas hormonas, in vitro, provocan la
formación de un ARNm específico para la síntesis de caseína. La progesterona, por el contrario,
inhibe este fenómeno en un grado que depende de la dosis. Los estrógenos, si se administran
inmediatamente después del parto, pueden inhibir transitoriamente la lactancia.
La prolactina se une de forma específica a la membrana de las células alveolares y parece
que se produce una translocación en el interior de la membrana sin sobrepasarla. Desde aquí
provocaría la concentración enzimática necesaria para la actividad secretora del citoplasma. La
prolactina produce un aumento de la biosíntesis y secreción de α-lactoalbúmina, grasas lácteas y
lactosa. En realidad, la secreción de la leche requiere varias horas. Las proteínas lácteas se
sintetizan en los ribosomas del retículo endoplásmico y, a continuación, son transportadas hasta
el aparato de Golgi, donde se concentran dentro de vacuolas que posteriormente se desprenden,
se trasladan y se funden con la membrana plasmática, para verter su contenido en la luz alveolar.
La síntesis de lactosa requiere dos proteínas, la galactosil-transferasa y la a-
lactoalbúmina, que interactúan con la uridín-fosfofalactosa y la glucosa para formar un complejo
que se disocia antes de que se secrete el producto. La grasa llega al tejido mamario a partir de
quilomicrones séricos de origen digestivo y de lipoproteínas endógenas de baja densidad. El agua
es el principal componente de la leche materna y su cantidad parece estar regulada por la lactosa,
principal compuesto activo desde el punto de vista osmótico de la leche.

 Eyección láctea: la eyección láctea ocurre como resultado de la presión negativa generada
por la succión. La succión además estimula la liberación de oxitocina por medio de un reflejo
nervioso que actúa sobre la hipófisis posterior. La oxitocina actúa por vía hemática sobre las
células mioepiteliales, tanto de los alvéolos como de los conductos galactóforos, lo que
provoca el vaciamiento alveolar y la salida de la leche. La liberación de oxitocina puede
obedecer al estímulo táctil en el momento de la succión, pero también a un estímulo psíquico
(presencia del niño, llanto, etc.). En realidad se requiere muy poca fuerza de succión por
parte del lactante para el amamantamiento. Para la secreción continua de la leche, que
sustituye a la expelida, debe disponerse de prolactina en cantidad suficiente.

Composición de la leche materna: El calostro contiene proteínas, carbohidratos, lípidos,


vitaminas y minerales, además de factores inmunitarios como anticuerpos IgA, químicos y
celulares. La leche de transición, que se produce en la segunda o tercera semana después del
parto, difiere del calostro por tener mayor concentración de lípidos, lactosa y vitaminas
hidrosolubles, así como más calorías y el contenido de inmunoglobulinas y proteínas totales es
menor. La composición de la leche en ambas mamas es similar, cuya producción es de 700 a
1100 ml en 24 horas. Durante el inicio de la lactancia en el parto pretérmino, la leche tiene una
mayor concentración de proteínas, nitrógeno no proteico, sodio, cloro, grasas y mayor contenido
calórico adecuada para el prematuro.

Adiestramiento de la madre para la lactancia: La madre debe aprender a amamantar a su


hijo, se debe iniciar la lactancia antes de que hayan pasado 24 horas del parto, hoy en día se
recomienda que comience inmediatamente después del parto, en beneficio de la secreción láctea
y también para la relación psicológica madre-hijo, se le debe explicar a la madre que el aumento
en la secreción sin embargo no ocurrirá hasta el tercer día del puerperio, pero el calostro es útil al
lactante por sus propiedades energéticas y desintoxicantes. El recién nacido normal debe ser
colocado al pecho materno cada 3 ó 4 horas (o a demanda) durante tres minutos por mama,
tiempo que se irá incrementando un minuto cada día hasta un máximo de 7 minutos por mama,
pero siempre administrando leche de ambas mamas. Hay que evitar la ingurgitación mamaria que
se produce (sobre todo al comienzo de la subida de la leche) si el niño no vacía bien el pecho, se
debe exprimir la mama manualmente o con sacaleches, incluso puede recurrirse a la
administración de oxitocina nebulizada (10 UI en suero salino) antes de iniciar la puesta al pecho
del niño. La higiene de los pechos no requiere medidas especiales. Es suficiente con mantener las
areolas y pezones limpios utilizando un algodón y agua hervida o sueros antes y después de las
tomas.

Técnica de lactancia materna:

1. Posición de la madre: la que le resulte más cómoda, evitando aquellas que puedan
dañar su espalda (con la espalda doblada o sin apoyar).

2. Posición del niño: frente a la madre, se le acerca al pecho sujetado por la espalda y la
cabeza, manteniéndolo cómodo y evitándole giros.

3. Pinzar el pecho con el segundo y tercer dedo en forma de tijera para que el niño
acceda al pezón sin que su nariz quede ocluida.

4. Introducir tanto el pezón como gran parte de la areola, con los labios evertidos.

5. Comprobar que se produce succión (mejillas hinchadas) y no una aspiración (mejillas


hundidas).

6. 6. Retirar al niño introduciendo un dedo entre la boca y la areola, para deshacer el


efecto ventosa.

Medicación y lactancia:

Casi todos los medicamentos se encuentran en la leche materna en concentraciones


inferiores al 1% de los valores hallados en la circulación materna, y el paso al lactante depende
de su peso molecular, la cantidad de fármaco ligado a proteínas, el pH, la hidrosolubilidad y
liposolubilidad. Durante el puerperio más del 50% de las mujeres toman medicamentos:
analgésicos, laxantes, hierro y antibióticos. Estos medicamentos deben administrarse bajo control
médico ya que pueden modificar la cantidad o calidad de la leche o pueden ser nocivos para el
recién nacido. Según la OMS los siguientes medicamentos están contraindicados durante la
lactancia: Antibióticos (sulfamidas, eritromicina, tetraciclinas, cloranfenicol, metronidazol),
hormonas y antihormonas, antidepresivos, anticonvulsivantes, antihistamínicos, analgésicos en
dosis altas, diuréticos, quimioterápicos anticancerosos.
Todos los medicamentos pasan a la leche si están presentes en la circulación materna, si
no están completamente ionizados y cuentan con fracción ionizada no liposoluble; lo importante
es saber la cantidad que pasa y la cantidad que ingiere el recién nacido para evaluar eventual
toxicidad en el niño y la posible influencia del medicamento en la lactogénesis y lactopoyesis. El
paso del medicamento a la leche se hace por difusión y una pequeña parte por transporte activo.
El fármaco en sangre pasa al espacio perialveolar y de allí pasa la membrana basal del alveolo
llegando a la luz de éste donde la hiperemia característica de la puérpera y la mayor
permeabilidad de la membrana principalmente en la fase de secreción de calostro favorecen el
paso del fármaco de la leche a la sangre.

Supresión de la lactancia:

La lactancia puede estar contraindicada por afecciones maternas como agalactia, pezón
invertido u otras enfermedades de la mama; por enfermedades del recién nacido como labio
leporino o paladar hendido que impiden la succión; o en caso de enfermedades maternas
potencialmente transmisibles al neonato. La supresión se logra interrumpiendo su mecanismo de
producción en la mama, la hipófisis o el hipotálamo. El método más sencillo consiste en suprimir
el estímulo de la secreción láctea, suprimiendo la succión, disminuyendo así el reflejo de
vaciamiento de la leche y reduciendo la estimulación sobre la prolactina que mantiene el ciclo,
sin embargo se produce ingurgitación mamaria que puede ser muy dolorosa, por lo que puede
emplearse el vendaje de ambas mamas o el uso de sujetadores ajustados, lo cual solo es eficaz si
se hace de manera precoz. La supresión también puede lograrse utilizando esteroides sexuales
como estrógenos naturales y sintéticos solos o combinados con andrógenos, incluso sustancias de
acción antiestrogénica como clomifeno y tamoxifeno, también inhiben la lactancia, sin embargo
las dosis altas a utilizar de estrógenos como supresores de lactancia pueden presumir un riesgo
importante de trombosis venosa y aumentar el riesgo de cáncer de mama. Los fármacos
actualmente más empleados son los agonistas de la dopamina (bromocriptina, lisurida,
cabergolina) que incluso son los utilizados en el tratamiento de hiperprolactinemias patológicas,
sin embargo su uso como supresores de lactancia no está aprobado por la FDA.

La bromocriptina es un agonista específico de la producción de dopamina con acción


prolongada. Se han propuesto dosis de 2,5mg 2 veces al dia por 14 días para inhibir la lactancia.

Anticoncepción durante la lactancia:

La lactancia tiene cierto poder anticonceptivo. La succión y la descarga refleja de


prolactina reducen la GnRH a cifras anovulatorias pero es un efecto transitorio. El 40% de las
mujeres lactantes recuperan la función menstrual al cuarto mes. El control de la fertilidad durante
la lactancia es muy importante para la planificación familiar por lo que debe elegirse el
anticonceptivo y el momento de iniciarlo el cual es variable según el tipo de población. Los
anticonceptivos a base de progestágenos (“mini píldoras”, Medroxiprogesterona de depósito o
implantes de progestágenos) no modifican la calidad ni reducen la leche. Los anticonceptivos a
base de estrógenos y progestágenos tienen probabilidad de reducir la cantidad de leche materna,
pero pueden ser igualmente utilizados en mujeres que lactan.

Lactancia materna y SIDA:

La posibilidad de la transmisión del VIH a través de la leche materna existe, ya que se ha


comprobado la presencia del virus en la misma sin embargo según la OMS su contribución a la
transmisión es de poca importancia, por ello se aconseja a pesar de todo la lactancia materna,
sobre todo en los países en desarrollo con dificultad de obtener una alimentación alternativa. No
obstante el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta en EEUU recomienda que una mujer
con VIH + no debe amamantar.

BIBLIOGRAFÍA
1. Usandizaga & De La Fuente. Obstetricia y ginecología. Editorial MARBÁN. Volumen 1.
Madrid, España. 2012

2. Schwarcz R., Duverges C. Fescina R. Obstetricia. Edición 6º. Editorial Ateneo. Buenos Aires
2005.

3. Bajo Arenas JM, Melchor Marcos JC., Mercé LT., Fundamentos de Obstetricia. Sociedad
Española de Ginecología y obstetricia. 2da Edición. Editorial Panamericana. México 2013.

4. J. Guadalupe Panduro, José Orozco Muñiz. Obstetricia. 3era Edición. Editorial Solución
impresa. Guatemala 2012.

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