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La teoría tradicional de Horkheimer y su análisis de los casos de Emile Durkheim

y Max Weber

Como se explicaba en la anterior sesión, la percepción que Max Horkheimer tiene de la


ciencia, en realidad es una percepción incompleta y sesgada. Los conceptos científicos
de la física clásica se corresponden con la mecánica clásica descrita por Sir Isaac
Newton, la cual a partir de esquemas lógicos deductivos e inductivos generan la
formación de hipótesis que han de ser contrastadas por la experimentación. Sin
embargo, ya se ha mencionado que la ciencia del año en el que escribía Max
Horkheimer ya había puesto fuertemente en tela de juicio que este esquema fuera
absoluto para la realidad. Hoy sabemos que la ciencia ha tenido cambios radicales en
cuanto a la percepción del funcionamiento de la realidad. Ha sido la física y la
matemática la que ha puesto en jaque el fundamento de modelos que se consideraban
universales, no obstante que fueran estas mismas disciplinas las que le daban
fundamento en un inicio.

En este punto cabe preguntarse ¿Es “la misma” física matemática la que fundamentaba
en el pasado y la que cuestionó ese fundamento? Nos aventuramos a responder que
no es así, pues resulta que la ciencia, por su carácter “reformador” sufre una especie
de “evolución”. Aquí cabe mencionar la física de la relatividad, la física cuántica y la
termodinámica como grandes ejes que dirigen las “preguntas” y no las “respuestas” del
funcionamiento de nuestro universo. Por ejemplo, Horkheimer afirma “La deducción, tal
como es usual en matemáticas, se supone aplicable a la totalidad de la ciencia”. Hoy
sabemos que en las matemáticas más avanzadas existen teoremas que al ser
extendidos por medio de la deducción a niveles “muy altos” éstos llegan a
contradecirse a sí mismos; ante esto hay quienes piensan que el lenguaje matemático
es incapaz de describir el funcionamiento de la realidad y por eso se contradice, otros
en cambio piensan que es la misma naturaleza de la realidad la que se contradice a sí
misma. Para esto no existe certeza, pero se deja claro que el funcionamiento de los
modelos hipotético-deductivos no es como Horkheimer lo percibe.

Esto se le escapa a Horkheimer, dejando corto su análisis respecto de lo que entiende


por “teorías” y “leyes” de la ciencia natural. Horkheimer parte de esta percepción del
“modelo de la ciencia natural” para explicar cómo las ciencias sociales han imitado este
modelo y de esa forma equipara las teorías de la ciencia natural con las teorías de la
ciencia social. Ya hemos explicado cómo desde un inicio existe un sesgo importante en
lo que considera “Teoría tradicional”, el siguiente problema es que define a la “Teoría
crítica” a partir de una explicación negativa de la Teoría tradicional, es decir, que
primero define La teoría tradicional para distanciarse de ella negativamente y de esa
forma decir “qué es la Teoría crítica”. Después se abundará más en este segundo
problema, pero antes se debe analizar como traslada la teoría de la ciencia natural a la
teoría de la ciencia social a partir de dos grandes exponentes: Emile Durkheim y Max
Weber.

Explorando a Durkheim, se refiere a “Las reglas del método sociológico”. En la parte


referida, Durkheim explica que el proceso de inducción se puede abreviar, es decir, que
el científico social no necesita (ni puede) hacer un compendio de datos exhaustivo que
permita clasificar cada hecho y encontrar relaciones lógicas entre ellos por medio de la
inducción y así llegar a la formulación de “leyes”, sino que basta con seleccionar
cuidadosamente observaciones que servirán como puntos de apoyo para hacer
comparaciones por medio del método “histórico comparativo, genético”. A través de
estas comparaciones se puede hacer un análisis que conduciría a una teoría que sería
“tradicional” pero ¿cómo?.

En este método histórico-comparativo genético se busca encadenar lógicamente por


medio de la inducción una serie de hechos sociales de carácter histórico entre los que
existe un funcionamiento equiparable, es decir, se busca que un hecho observado en
un contexto histórico específico pueda ser encontrado en otro contexto histórico
especifico, pero distinto del primero. Para Emile Durkheim los fenómenos sociales
pertenecen a un tipo de hechos especial, que se puede presentar en épocas y
geografías distintas (por tanto en tipos de sociedades distintas). Para ejemplificar esto,
se puede hablar del fenómeno del suicidio, que se puede encontrar en todas las
sociedades, no importando que la “genética” de dichas sociedades sea distinta. Algo
similar a lo que ocurre entre organismos de distintas especies, que pueden presentar
las mismas características celulares, aun sin estar emparentadas directamente.
El modelo hipotético-deductivo se deja ver en Emile Durkheim, ya que al analizar
distintas sociedades se parte de la hipótesis, dicha hipótesis dictará la forma en la que
se deberá comparar y de esta comparación surgirá una deducción de la relación o
funcionamiento de los elementos comparados. Si los elementos comparados son
coherentes con la hipótesis, entonces podrán aportar a la misma, si no lo son, entonces
se asume que existe un error de observación o que algunos de los objetos comparados
son de otra naturaleza, pertenecen a otros temas, hipótesis o teorías.

Para Horkheimer este método no dista de las funciones que tienen en las ciencias
naturales para el sistema teórico ideal, puesto que estas observaciones se orientan en
la formación de hipótesis que han de ser enmarcadas en el mismo esquema lógico
hipotético-deductivo. Horkheimer señala que cuando el científico se encuentra con un
caso especifico que no “cuadra” con el sistema de hipótesis y leyes formuladas, debe
optar por dos explicaciones: O se ha observado mal o la observación corresponde a
otro estado de las cosas. De esta forma, para Horkheimer, el conocimiento generado
termina encajando en el mismo modelo teórico ideal.

En el caso de Weber, Horkheimer se aproxima a la “Teoría de la posibilidad objetiva”


que intenta responder a la pregunta “¿En ausencia de ciertas decisiones voluntarias de
determinados personajes históricos, las guerras que ellos desencadenaron se hubiesen
producido de todos modos más tarde o más temprano?”. Horkheimer es consciente de
que en este caso tampoco es necesaria una revisión inductiva de hechos de forma
exhaustiva, sino que se trata de poner de relieve ciertos sucesos singulares que
resulten determinantes.

En esta teoría se establecen causalidades históricas, es decir, que un hecho se


convierte en la causa de un efecto determinado y que este efecto determinado
corresponde exclusivamente a esa causa histórica, de forma que sin la causa no puede
existir el efecto. En la interpretación de Horkheimer se establece que un conjunto de
hechos encadenados lógicamente por medio de la inducción, pueden dar origen (ser
causa) de un efecto específico y que de alterar (quitar, poner o cambiar) alguno de los
hechos que forman parte de esa cadena haría que el efecto cambiase también, siendo
distinto del primero.
El modelo hipotético deductivo en este caso se devela, pues de la misma manera que
en el caso anterior, los hechos observados que se encadenan lógicamente obedecen a
la coherencia que tengan con respecto a la hipótesis, es decir, si alguno de los hechos
observados no refleja coherencia con el modelo hipotético, entonces no puede formar
parte de la cadena que se une por deducción. Aquí también entonces ese caso
particular que no cuadra con la hipótesis se debe tratar de un caso mal observado o en
todo caso es “el eslabón de una cadena diferente a la que se trata en esta hipótesis”.
Lo que se induce lógicamente tiene que dar forma a la hipótesis que de ser confirmada
una y otra vez se convertiría en una ley. Así mismo lo que se observa deductivamente
deberá ser coherente con el modelo ideal.

Para Horkheimer, este esquema teórico también corresponde con el modelo lógico
hipotético-deductivo de las ciencias sociales que están imitando el modelo teórico de
las ciencias naturales, es decir, obedece también a la “Teoría tradicional”.

Para Horkheimer, este modelo tradicional no hace más que reproducir las condiciones
de las cuales ha surgido, por lo tanto, es incapaz de generar una crítica y afirma que
cuando se asume que esta teoría es autónoma y no subordinada a sus condiciones
precedentes, de modo ahistórico, se convierte en una categoría reificada e ideológica.

La ciencia y su desarrollo es precedida por ciertas condiciones socio-históricas, las


cuales le darán cierta forma. Si bien por un lado la ciencia está limitada por las
condiciones técnicas y tecnológicas en las que se encuentra la humanidad en un
momento histórico determinado, estos desarrollos están subordinados a su vez a las
condiciones sociales e históricas en las que se encuentran las sociedades que las
desarrollan, sería impensable por ejemplo, que un científico del siglo XVIII pensara
seriamente en un proyecto para colonizar la luna, pues sus condiciones técnicas, pero
sobre todo sociales, no le motivarían a tomar un proyecto de esas características, a
diferencia de los científicos de nuestro siglo que se lo han tomado bastante enserio. Lo
mismo ha ocurrido por ejemplo con los griegos, que han desarrollado el teorema de
Pitágoras pero nunca lo aplicaron a la transformación del mundo, pues sus condiciones
sociales lo impedían, no obstante tuvieran los medios técnicos para lograrlo.
Para Horkheimer la ciencia de su tiempo, incluida la ciencia social surgía de las
condiciones permitidas y propiciadas por el capitalismo, de tal manera que se
encontraban subordinadas al mismo y difícilmente hacían algo distinto a reproducir las
condiciones que le precedían, para lograr conservar su estatus. Insistimos en que esta
forma de ver a la teoría, específicamente a la llamada “teoría tradicional” involucra por
tanto que esta fuera incapaz de criticar su origen y resultados, pues se encontraría
“cerrada sobre sí misma”. Ante esto, para Horkheimer es vital la creación y desarrollo
de un tipo distinto de teoría, que sería la “Teoría crítica”.

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