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COMPLEJIDAD DE LA MEMORIA.

ALGUNOS “TIPOS DE MEMORIA Y DE AMNESIAS”

La memoria humana, al igual que el ser humano en sí, es compleja y fascinante. Es a


ella a la que mayor atención prestamos y a la que mayor esfuerzo le exigimos en
nuestras vidas ya que, nuestra vida, existe gracias a nuestra memoria. La vida está
formada por recuerdos.

Uno de las ideas más inapropiadas que debemos desterrar, es que la memoria es una
facultad única, y que su funcionamiento es mecánico. En este “microtema” no vamos a
ahondar en toda su complejidad, pero si que nos aproximaremos a ella, distinguiendo
diferentes “tipos” de memoria e ilustrándolo en un caso clínico real, el de Clive
Wearing.

Haremos algunas distinciones que este ejemplo nos ayudará a asimilar. Dentro de la
memoria en el sentido más habitual que solemos entender (la memoria a largo plazo)
cabe distinguir entre:

A) Memoria explicita o declarativa: regula los contenidos que recordamos de una


manera más consciente y directa, contenidos que traemos a la conciencia tras
un esfuerzo explicito, del que nos damos cuenta. Está regulada por una zona
del cerebro denominada hipocampo. A su vez la memoria declarativa
comprende dos tipos de memoria:

A1) Memoria episódica o autobiográfica, que recuerda los contenidos


personales dentro de un contexto: por ejemplo, el día de primera comunión o
cuando me gradué al acabar la ESO, etc.

A2) Memoria semántica: es un almacén de conocimientos acerca de los


significados de las palabras y de las relaciones entre estos significados, y
constituye una especie de diccionario mental. No va asociada a un contexto
biográfico, pero es imprescindible para la comunicación normal.

B) La memoria implícita o procedimental: está relacionada con el “saber cómo”,


es decir, rige nuestras habilidades motoras, lo que sabemos hacer. No exige un
esfuerzo consciente (toco un instrumento musical, monto en bicicleta o
conduzco sin traer cada paso a la conciencia). Esta regulada por una zona de los
ganglios basales del cerebro denominadas núcleo caudado y putamen.

Tan complejo como el tema de la memoria, es el tema de los trastornos de la memoria.


La pérdida de memoria, el más común se conoces, como sabes como amnesia. Existen
muchos tipos de amnesia, pero hoy, para entender el caso de Clive Wearing, vamos a
centrarnos en dos diferentes:

Amnesia retrógrada: es la incapacidad de recordar el pasado, antes de una lesión


cerebral o un hecho traumático -por ejemplo, un maltrato-. Sin embargo, el sujeto
puede crear nuevos recuerdos, es decir, recuerda lo que le ha ocurrido a partir de ese
punto de su biografía.
Amnesia anterógrada: no podemos crear nuevos recuerdos, lo que significa que según
vamos viviendo situaciones, no somos capaces de integrarlas dentro de nuestra
biografía, por lo que estamos condenados a vivir en un “presente continuo”, como si
nuestra vida se borrara al tiempo que la vivimos. Este tipo de amnesias suelen ser
transitorias, pero pueden convertirse en definitivas, como ocurre en algunas
demencias.
Cuando la amnesia afecta simultáneamente la fijación de eventos presentes y la
evocación de recuerdos pasados, se denomina amnesia global o retro-anterógrada.

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