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MOTIVACIÓN

La motivación es un proceso psicológico fundamental que se encuentra a la base de nuestra


existencia. Se puede definir como la determinación o voluntad que impulsa a la persona a
hacer determinadas acciones o comportamientos para alcanzar un determinado objetivo. Es
decir, ésta influye de forma determinante en la puesta en marcha de conductas hacia un
determinado fin. Dependiendo de la importancia que tenga para la persona el objetivo que
desea alcanzar o las consecuencias positivas de éste, la motivación será mayor o menor. Por
ejemplo, ante la existencia de un problema psicológico como problemas de autocontrol a
mayor motivación por el proceso terapéutico, mayor probabilidad de éxito.

La motivación nos activa o nos mueve a realizar unas conductas y a no hacer otras. Es algún
tipo de proceso no directamente observable que proporciona la fuerza o la energía que activa
y mantiene un comportamiento. La motivación guarda una relación muy estrecha con el
proceso de la emoción, ambos tienen como misión de activar la conducta.

La motivación es el proceso que inicia, guía y mantiene las conductas orientadas a lograr un
objetivo o a satisfacer una necesidad. Es la fuerza que nos hace actuar y nos permite seguir
adelante incluso en las situaciones difíciles. Ir a buscar un vaso de agua cuando uno tiene sed,
estudiar durante toda la noche para aprobar el examen de conducir que tanto se desea o
entrenar duro para ser el mejor de un campeonato, son posibles gracias a ésta.

Naturaleza de la motivación

Las personas se mueven a la acción por diferentes causas, factores o necesidades. Por ejemplo,
se puede iniciar una conducta por una motivación interna o por una presión externa.

Se puede motivar a la acción, por el valor que se le otorga a una actividad, o por el contrario
debido a presiones externas. Se puede entrar en acción por un interés personal permanente o
por conseguir una recompensa Por un compromiso personal con las propias responsabilidades
o por el miedo a ser vigiladas.

Las investigaciones, han demostrado que las personas con motivación interna demuestran más
interés, entusiasmo y confianza. También, mejoran su nivel de desempeño, perseverancia, y
creatividad. Todo esto se refleja en una mayor vitalidad, autoestima, y nivel de bienestar.

Tipos de motivación

 Motivación intrínseca

La motivación intrínseca se refiere a aquellas motivaciones que provienen de una


consecuencia interna. Es decir, ésta hace referencia a la determinación que nace de un
deseo propio. Por ejemplo, aprender o adquirir conocimiento, alcanzar bienestar
personal.

La motivación intrínseca es el tipo de motivación más vinculado a una buena


productividad, ya que es ahí donde el individuo no se limita a cumplir los mínimos
necesarios para obtener la recompensa, sino que se involucra personalmente en lo
que hace y decide poner en ello gran parte de su empeño. Por ejemplo, un individuo
que asiste a los entrenamientos de su equipo de fútbol simplemente por el placer que
le supone practicar su deporte favorito.
La motivación intrínseca es aquella relacionada con la necesidad de explorar el
entorno, la curiosidad y el placer que se experimenta al realizar una actividad, sin la
necesidad de recibir una gratificación externa directa. Por ejemplo, buscar nuevos
desafíos, nuevas habilidades, poder ejercitarlas, y adquirir nuevo conocimiento.

 Motivación extrínseca
La motivación extrínseca hace referencia a la determinación que se produce por unas
consecuencias externas. Las consecuencias que se producen en el entorno son las que
generan la determinación por la tarea. El dinero a fin de mes, el reconocimiento
personal, son ejemplos de este tipo de motivación.

La motivación extrínseca es opuesta a la motivación intrínseca. La motivación


intrínseca hace referencia a la satisfacción que se experimenta por el simple hecho de
realizar una actividad. Mientras que la motivación extrínseca no genera satisfacción,
persigue un objetivo. Por ejemplo, Por un lado, una persona que inicia un régimen
alimenticio debido a que personalmente le otorga un valor que consiste en verse
mejor. Por otro lado, una persona que inicia un régimen alimenticio debido a la
presión social. En ambos casos, se inician una serie de acciones dirigidas al
cumplimiento de un objetivo específico y no al hecho de disfrutar de la acción por sí
misma. En el primer caso la motivación extrínseca está vinculada a una aceptación
personal y a un sentimiento de elección. Mientras que, en el segundo caso, está
implicada la obediencia a una presión externa.

Los eventos o las conductas se realizan por presión y no por un sentido de elección
propia, de esta forma, en la motivación extrínseca, la conducta se vuelve un medio
cuya única finalidad es la de alcanzar un objetivo determinado.

Amotivación

La amotivación se refiere a la ausencia de motivación en términos absolutos, se fundamenta


en un sentido de incompetencia para lidiar con los desafíos vitales. El funcionamiento de la
persona es errático y no intencionado, notándose la creencia de que los resultados son
independientes del comportamiento.

Ocurre cuando se ha frustrado la satisfacción de todas las necesidades, de este modo, los
eventos son interpretados como amotivantes. Las personas motivadas no regulan su
comportamiento ya que:

• Experimentan una sensación de falta de propósitos.


• No perciben posibilidades de cambiar el curso de los eventos.
• No valoran la actividad positivamente.
• No se sienten competentes al desarrollarla.
• No esperan cierto resultado deseado.

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