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LA MOTIVACIÓN

LA MOTIVACIÓN
INTRODUCCIÓN

La motivación es lo que explica por qué las personas o los animales inician, continúan
o terminan un cierto comportamiento en un momento determinado. Los estados
motivacionales se entienden comúnmente como fuerzas que actúan dentro del agente
y que crean una disposición para participar en un comportamiento dirigido a un objetivo.
A menudo se sostiene que los diferentes estados mentales compiten entre sí y que solo
el estado más fuerte determina el comportamiento.1 Esto significa que podemos estar
motivados para hacer algo sin hacerlo realmente. El estado mental paradigmático que
proporciona motivación es el deseo. Pero puede que varios otros estados, como
las creencias sobre lo que se debe hacer o las intenciones, también proporcionan
motivación.

Se han propuesto varias teorías opuestas sobre el contenido de los estados


motivacionales. Se conocen como teorías de contenido y pretenden describir qué
objetivos motivan a las personas normalmente o siempre. La jerarquía de
necesidades de Abraham Maslow y la teoría ERG, por ejemplo, postulan que los seres
humanos tienen ciertas necesidades, que son responsables de la motivación. Algunas
de estas necesidades, como la de comida y agua, son más básicas que otras, como la
de respeto por parte de los demás. Según este punto de vista, las necesidades
superiores solo pueden proporcionar motivación una vez que se han satisfecho las
necesidades inferiores.2 Las teorías conductistas tratan de explicar el comportamiento
solamente en términos de la relación entre la situación y el comportamiento externo y
observable, sin referencia explícita a los estados mentales conscientes.
¿Qué es la motivación?
Generalmente, al hablar de motivación nos referimos a las fuerzas internas o externas
que actúan sobre un individuo para disparar, dirigir o sostener una conducta. En
términos técnicos, muchos autores la definen como “la raíz dinámica del
comportamiento”, lo cual quiere decir que toda forma de conducta nace en algún tipo
de motivo.
Dicho en términos más sencillos, la motivación es la energía psíquica que nos
empuja a emprender o sostener una acción o una conducta. Su desaparición acarrea
necesariamente el abandono de lo que se hace. Por eso, es mucho más difícil
alcanzar objetivos cuando se carece de motivación.
La motivación la que nos permite crear hábitos, intentar cosas nuevas, sostener el
esfuerzo en alguna tarea que consideremos gratificante o productiva, e incluso es
necesaria para satisfacer determinadas necesidades fundamentales.
Por otro lado, se puede distinguir entre:

 Motivación positiva. Invita a la acción para obtener un beneficio.


 Motivación negativa. Se realizan acciones para evitar una posible
consecuencia negativa.

TEORÍAS DE LA MOTIVACIÓN

El estudio de la motivación comprende diversas perspectivas y


aproximaciones, desde las distintas ramas y áreas del saber psicológico.
A grandes rasgos, podemos identificar cuatro distintas teorías en torno al
tema:

 Teoría del contenido. Propone la comprensión de la motivación en base


a su vínculo con las necesidades humanas, tal y como las comprendía
Maslow en su famosa pirámide, en la que representaba la jerarquía de
las necesidades humanas. Así, según este abordaje de la motivación,
detrás de ella se halla siempre algún tipo de necesidad insatisfecha.
 Teoría del incentivo. Esta aproximación supone la motivación como el
fruto de un estímulo o incentivo, material o de otra naturaleza, que
incide sobre la conducta de manera positiva (incitando a la acción) o
negativa (inhibiendo la acción). Dichos incentivos se denominan
reforzadores, y sus efectos serán, respectivamente, refuerzos positivos
(ofrecen la posibilidad de una recompensa) o negativos (ofrecen la
posibilidad de un castigo).
 Teoría de la reducción de pulsiones. Esta teoría parte de la consideración
de que los seres humanos tenemos pulsiones básicas fundamentales
(hambre, sed, etc.) que, conforme pasa el tiempo, cobran fuerza y motivación si se
encuentran insatisfechos, y del mismo modo al satisfacerse pierden fuerza, o sea,
se reducen.
 Teoría de la disonancia cognitiva. No es exactamente una teoría sobre la
motivación, pero se puede aplicar a la misma. Establece que los individuos intentan
activamente disminuir su sensación de disonancia subjetiva respecto al mundo que
los rodea, a sus propios deseos o sentimientos, y a los demás. Es decir, las personas
tienen un impulso motivacional que las lleva a emprender acciones para subsanar
de manera directa o indirecta otras dolencias y percepciones.

IMPORTANCIA DE LA MOTIVACIÓN

La psicología se interesa enormemente en la motivación. Por un lado, es la fuente


de energía para completar las tareas que nos hemos propuesto. Por otro lado, es un
factor que influye en otras variables emocionales y psíquicas como el estrés,
la autoestima, la concentración, entre otras.

Pero en el ámbito cotidiano, la posibilidad de mantenerse motivado es fundamental para


desempeñar muchas de las tareas que, de una manera u otra, nos suponen algún tipo
de esfuerzo o de postergación del placer. Es tan simple como que, sin motivación, la
acción se hace difícil, lenta o insostenible en el tiempo.

Ejemplos de motivación

La motivación juega un rol importante en nuestras vidas cotidianas. Cuando nos


proponemos emprender un hábito nuevo o abandonar uno que ya no deseamos, nuestro
éxito o fracaso en gran medida dependerá de qué tan motivados estemos.

Por ejemplo, una persona que se disponga a dejar de fumar, podrá hacerlo con
mayor o menor facilidad dependiendo de las motivaciones internas y externas que
posea.

Sus motivaciones pueden ser diversas. Por ejemplo, puede sentirse motivado por
presiones sociales. O porque el médico le advirtió que posee una enfermedad que el
cigarrillo agravaría. Otra motivación sería que su pareja le impuso un ultimátum.
Dependiendo de los valores del individuo, le resultará más o menos motivante cada
escenario.

MOTIVACIÓN INTRÍNSECA Y EXTRÍNSECA

Se reconocen generalmente dos tipos de motivación: la intrínseca y la extrínseca,


dependiendo de si provienen de adentro o de afuera del individuo, respectivamente.

 Motivación intrínseca. Se trata de la motivación que nace dentro del


propio individuo, es decir, en los propios deseos de satisfacción de
necesidades, autorrealización y/o determinación personal,
independientemente de la validación o recompensa externa que pueda
acarrear la conducta. Por lo general es el tipo de motivación más
valioso y productivo, ya que genera altos márgenes de compromiso de
parte del sujeto.
 Motivación extrínseca. A diferencia de la anterior, esta motivación tiene
sus raíces fuera del individuo, es decir, en la expectativa de recibir
una recompensa (material o no) que surge como subproducto de la
acción o la conducta motivada. Este tipo de motivación es más débil
que la intrínseca, ya que no proviene del compromiso interior del
individuo, sino de la expectativa de un beneficio futuro.

MOTIVACIÓN PERSONAL
La motivación personal es el término común que damos a la energía interiorizada de la
que disponemos para emprender cambios y sostener decisiones. Es nuestra carga de
motivación interior enfocada específicamente hacia lo que consideramos nuestros éxitos
o nuestros valores.

Una persona con mucha motivación personal requiere de poca ayuda para enfilarse
hacia lo que quiere o para sostener un hábito que desea. Por el contrario, una con poca
motivación personal fluctúa en su deseo, es inconstante y a menudo necesita que otros
la conduzcan y la entusiasmen con aquello que, paradójicamente, desea para sí misma.

Motivación laboral

La motivación de los empleados aumenta su productividad.

La motivación laboral no tiene que ver directamente con la motivación


como la hemos entendido hasta aquí. En realidad, se refiere a las
condiciones emocionales y psíquicas que un trabajo les brinda a sus
empleados para sostener sus tasas de productividad y de compromiso lo
suficientemente elevadas a lo largo del tiempo.
Los trabajadores altamente motivados rinden más y entregan más que lo
mínimo estrictamente necesario. Generalmente esto se debe a que gozan
de las condiciones necesarias para asumir el trabajo como algo más
profundo, personal e importante, que simplemente una actividad que se
desempeña para obtener a cambio una remuneración económica
o salario.

La motivación puede ser intrínseca, si la actividad se desea porque es intrínsecamente


interesante o agradable, o extrínseca, si el objetivo del agente es una recompensa externa
distinta de la actividad en sí.34 Se ha argumentado que la motivación intrínseca tiene
resultados más beneficiosos que la motivación extrínseca.4 Los estados motivacionales
también pueden clasificarse según si el agente es plenamente consciente de por qué actúa
como lo hace o no, lo que se conoce como motivación consciente e inconsciente. La
motivación está estrechamente relacionada con la racionalidad práctica. Una idea central en
este campo es que debemos estar motivados para realizar una acción si creemos que
debemos realizarla. No cumplir con este requisito resulta en casos de irracionalidad,
conocidos como akrasia o debilidad de la voluntad, en los que hay una discrepancia entre
nuestras creencias sobre lo que debemos hacer y nuestras acciones.

La investigación sobre la motivación se ha empleado en varios campos. En el campo de los


negocios, una cuestión central se refiere a la motivación laboral, por ejemplo, qué medidas
un empleador puede utilizar para garantizar que sus empleados estén motivados. La
motivación también es de particular interés para los psicólogos de la educación debido a su
papel crucial en el aprendizaje de los estudiantes. En este ámbito, se ha prestado atención
especial a los efectos de la motivación intrínseca y extrínseca.

MOTIVACIÓN Y ESTADOS MENTALES

La motivación es lo que explica por qué las personas o los animales inician, continúan
o terminan un cierto comportamiento en un momento determinado. Los conductistas han
tratado de dar tales explicaciones únicamente en términos de la relación entre la
situación y el comportamiento externo observable. Pero la misma entidad a menudo se
comporta de manera diferente a pesar de estar en la misma situación que antes. Esto
sugiere que la explicación necesita hacer referencia a estados internos de la entidad
que median el vínculo entre estímulo y respuesta. Entre estos estados internos, los
psicólogos y filósofos están más interesados en los estados mentales. El estado mental
paradigmático que proporciona motivación es el deseo. Pero se ha argumentado que
varios otros estados, como las creencias sobre lo que uno debe hacer o las intenciones,
también pueden proporcionar motivación.

Una distinción importante es entre estados que proporcionan motivación siempre


cuando están presentes, a veces denominados "actitudes esencialmente constitutivas
de motivación" (essentially motivation-constituting attitudes), mientras que otros estados
proporcionan motivación supeditada a ciertas circunstancias u otros estados.Se ha
argumentado que un deseo de realizar una acción, un llamado deseo de acción (action-
desire), siempre proporciona motivación. Este es el caso incluso si el agente decide no
realizar la acción porque hay otros problemas más urgentes. Una creencia instrumental
sobre cómo alcanzar un objetivo determinado, por otro lado, proporciona motivación
supeditada a que el agente actualmente tenga ese objetivo en ese momento. Podemos
desear muchas cosas además de acciones, como que nuestro equipo de fútbol favorito
gane su próximo partido o que se establezca la paz mundial. Si estos deseos
proporcionan motivación depende, entre otras cosas, de si el agente tiene la capacidad
de contribuir a su realización. Mientras que algunos teóricos aceptan la idea de que el
deseo es esencial para la motivación, otros han argumentado que podemos actuar
incluso sin deseos.En cambio, la motivación puede basarse, por ejemplo, en la
deliberación racional. Desde este punto de vista, ir a una endodoncia dolorosa está
motivado en la mayoría de los casos por la deliberación y no por el deseo de hacerlo.19
Por lo tanto, puede ser que el deseo no es esencial para la motivación.18 Pero los
opositores de la tesis de que hay motivación sin deseos pueden rechazar el análisis de
tales ejemplos. En cambio, pueden argumentar que ir a la endodoncia es deseado en
algún sentido, aunque también hay un deseo muy vívido presente en contra de hacerlo.

Otra distinción importante es entre deseos ocurrentes y parados (occurrent and standing
desires). Los deseos ocurrentes son conscientes o de otra manera causalmente activos,
en contraste con los deseos parados, que existen en algún lugar en el fondo de la mente.
Si Dhanvi está ocupada convenciendo a su amiga de ir de excursión este fin de semana,
por ejemplo, entonces su deseo de ir de excursión está ocurrente. Pero muchos de sus
otros deseos, como vender su viejo coche o hablar con su jefe sobre una promoción,
son meramente parados durante esta conversación. Solo los deseos ocurrentes pueden
actuar como fuentes de motivación. Pero no todos los deseos ocurrentes son
conscientes. Esto deja abierta la posibilidad de motivación inconsciente.

FUERZA DE DESEO Y ACCIÓN

Algunos teóricos, a menudo de tradición humeana, niegan que estados distintos de los
deseos puedan motivarnos. Cuando tal punto de vista se combina con la idea de que
los deseos vienen en grados, puede conducir naturalmente a la tesis de que siempre
seguimos nuestro deseo más fuerte. Esta teoría puede ser modificada de la manera en
que siempre seguimos el curso de acción con la mayor fuerza neta de motivación. Esto
explica los casos en los que varios deseos más débiles recomiendan el mismo curso de
acción y juntos superan al deseo más fuerte. Se han planteado varios tipos de
objeciones contra esta tesis. Algunos basan sus argumentos en la suposición de que
tenemos libre albedrío, lo que significa que depende del agente lo que hacemos. Desde
esta posición, es natural rechazar un punto de vista que permita que el comportamiento
esté determinado por los deseos y no por el agente. Otros señalan contraejemplos,
como cuando el agente actúa por un sentido del deber a pesar de que tiene un deseo
mucho más fuerte de hacer otra cosa. Una línea de argumentación sostiene que hay
una diferencia importante entre la motivación basada en un deseo y una intención de
actuar: una intención implica algún tipo de compromiso o identificación con el curso de
acción previsto. Esto ocurre por parte del agente y no está presente en los deseos
regulares. Este enfoque puede combinarse con la opinión de que los deseos contribuyen
de alguna manera a la formación de intenciones basadas en su fuerza. Se ha
argumentado que esta distinción es importante para la diferencia entre la agencia
humana y el comportamiento animal. Según este punto de vista, los animales siguen
automáticamente su deseo más fuerte, mientras que los agentes humanos actúan de
acuerdo con su intención, que puede coincidir o no con su deseo más fuerte.

TEORÍAS DEL INCENTIVO: MOTIVACIÓN INTRÍNSECA Y EXTRÍNSECA

La motivación puede dividirse en dos teorías diferentes conocidas como motivación


intrínseca (interna) o motivación extrínseca (externa). La primera viene del
entendimiento personal del mundo y no depende de ningún incentivo externo ya que no
necesita ningún tipo de reforzamiento ya que son motivadas por sí mismas desde la
persona y la segunda depende de incentivos externos, y se enfoca principalmente en
ayudar a la realización de una tarea como un medio para alcanzar un fin.27
Algunos factores extrínsecos pueden ser:
 El dinero
 El tiempo de trabajo
 Viajes
 Coches
 Cenas
 Bienes materiales
 Las opiniones ajenas
Todos estos factores pueden incrementarse o disminuirse en el espacio alrededor del
individuo; sin embargo, los factores intrínsecos dependen del significado que le dé la
persona a lo que hace. Si bien es cierto, los llamados factores extrínsecos también
dependen de esta interpretación de la persona, éstos pueden cambiarse radicalmente
de forma muy rápida, mientras que los intrínsecos requieren de un trabajo de asimilación
más adecuado a la mente del individuo. Los factores intrínsecos tratan de los deseos de
las personas de hacer cosas por el hecho de considerarlas importantes o interesantes.

Existen tres factores intrínsecos importantes.

Autonomía: el impulso que dirige nuestras vidas, libertad para tener control sobre lo que
hacemos.

 Maestría: el deseo de ser mejor en algo que realmente importa.


 Propósito: la intención de hacer lo que hacemos por servicio a algo más grande que
nosotros mismos.

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