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PONTIFICIA‌‌UNIVERSIDAD‌‌

CATÓLICA‌‌DEL‌‌PERÚ
FACULTAD DE DERECHO‌‌

Caso IIRSA SUR TRAMO 2 y 3: El uso de adendas para la


facilitación de actos de corrupción
Trabajo de investigación para obtener el grado académico de Bachiller
en Derecho presentado por:

Isabel Nicole Jiménez Dávila

‌‌Asesor(es):

Lenin William Mayorga Elías

Lima, 2021
Estado de la cuestión:

Una revisión a la ficha técnica de las IIRSA, instrumento que alberga una
descripción de los objetivos oficiales del proyecto identifica lo siguiente:

“Mejorar y rehabilitar la infraestructura vial de la Macro Región Sur del Perú que
vincula con los Estados de Acre y Rondonia del Brasil y así facilitar los flujos de
pasajeros y carga entre dichas regiones y los mercados internacionales a los que
se accede a través de la Cuenca del Pacífico, impulsando así el proceso de
integración regional. El objetivo es abaratar los costos de transporte entre las
ciudades amazónicas (Rio Branco, Porto Velho y Puerto Maldonado) y las
ciudades andinas y costeras de Arequipa, Puno y Cusco, permitiendo una salida
al Pacífico a la producción del Estado de Acre en Brasil.”(2016)

Sin embargo, a pesar de lo que fuentes oficiales puedan decir, desde la academia
el proyecto en cuestión ha venido dejando una serie de sinsabores, algunos
enfocados en investigaciones penales contra ex funcionarios y otros que traen de
la mano la ineficiente gestión pública llevada a cabo que desarrollaremos a
continuación. Por un lado, es importante señalar que en la actualidad se
encuentran abiertas dos carpetas fiscales vinculadas al caso IIRSA SUR tramo 2 y
3. Una de ellas está enfocada en los pagos ilícitos efectuados por la empresa
Odebrecht al ex-Presidente de la República, Alejandro Toledo, por
aproximadamente 20´000,000 millones de dólares a efectos de ser favorecidos en
las licitaciones de los tramos 2 y 3 del Proyecto Corredor Vial Interoceánico Perú-
Brasil. Los montos, como investiga el Ministerio Público, habrían sido abonados en
las cuentas del empresario peruano-israelí Josef Maiman. Entre los posibles
delitos que se investigan se encuentra el tráfico de influencias, la colusión y el
lavado de activos. Hasta el momento el pedido de extradición no se hace efectivo,
en ese sentido, el ex -Presidente aún se encuentra en EE.UU. mientras se lleva a
cabo un proceso de Habeas Corpus planteado por él, luego que la justicia
norteamericana haya falla en favor de la extradición. La segunda carpeta fiscal
versa en la investigación las presuntas irregularidades advertidas por la
Contraloría General en la Auditoría de Cumplimiento N°533-2016, durante la
ejecución de las obras del Proyecto Corredor Vial Interoceánico Sur, Perú Brasil
Tramo 2, relacionado a tres hechos destacados. Por un lado, las soluciones
técnicas que habrían representado un pago en exceso en favor de la constructora,
así mismo, también se identificó un acta de trato directo que habilitó el pago de un
sobrecosto valorizado en US$ 36´695,476.62 y finalmente la suscripción de la
Adenda N°05 que reconocía valoraciones de gastos por encima de los que
habilitaba el contrato de concesión. En dichos hechos se encontrarían como
investigados ex -miembros del OSITRAN y el MTC bajo el delito de negociación
incompatible que trajo como resultado un desequilibrio económico entre la
concesionaria y el Estado peruano en perjuicio de este último.
Sin embargo, las investigaciones fiscales no serían lo único que el proyecto IIRSA
SUR (más conocido como Proyecto Corredor Vial Interoceánico Sur Perú-Brasil)
trajo consigo. Sino que como se comentó previamente conllevo a una serie de
falencias en la modalidad de su gestión. Entre estos se encuentran la falta de un
adecuado estudio de pre-inversión de la cual adoleció desde sus inicios, los
posibles riesgos de corrupción tanto en la adjudicación como en la prestación de la
concesión y los posteriores costos de construcción que no superaría el análisis
costo-beneficio en la actualidad. Todo esto, desarrollado a continuación:

Para comenzar entre las principales discusiones académicas se identificó los


estudios de pre-inversión investigados por Juan Alberti y Andrés Pereyra quienes
consideraron que desde un inicio el proyecto IIRSA SUR ya había presentado
problemas al no hacerse un adecuado estudio de viabilidad, lo que dificultó el
traslado de riesgos en la etapa de estructuración. Como se puede evidenciar, en
un primer momento, se decidió exonerar al proyecto del Sistema Nacional de
Inversión Pública (SNIP) lo que conllevo a que a medida se avanzaba el proyecto
y con el escaso nivel de información con el que se contaba, la mayoria de los
riesgos fueran asumidos por el propio concedente. Esto conllevo a que se
generaran clausulas abiertas que en muchos casos significaban realizar obras
adicionales que ya se encontraban fuera del pago correspondiente o que
conllevaban a un tratamiento de mayores metrados (2020:23). Es de esta forma
que el proyecto en cuestión, contribuía a la percepción generalizada de que en
proyecto no era rentable. Tal como señalan los autores, que se haya evidenciado
este hecho, trajo de la mano que el Estado peruano tuviera que resolver la
adjudicación de sobrecostos por fuera del monto inicial (2018-29). Por su parte,
Gustavo García, ex viceministro de Transportes y Comunicaciones, identifica que
una de las peculiaridades altamente sospechosas en los contratos de concesión
referidos a cada tramo de la IIRSA Sur es que se estableció cláusulas que
permitía que los parámetros básicos de las obras y el precio final sean definidos a
lo largo de los trabajos de construcción por las empresas, en ese sentido se
convirtió en una licitación sin precio. Evidentemente, de un proyecto que había
sido estimado en 940 millones de dólares, cuando se ejecutó, se llegó a un costo
real mucho mayor, rondando los 2.000 millones de dólares, significando un desafío
sustantivo para el país. Claro está que el proyecto logró culminarse. Sin embargo,
con los acuerdos inicialmente pactados conllevo a una situación de ineficiencia
económica por lo que se hablaría que hasta en la actualidad, los costos incurridos
no hayan sido recuperados con beneficios económicos mayores.

Por su parte, desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) también ha


venido realizando trabajos de investigación en materia de gestión pública e
infraestructura y es en este marco que se presentó la nota técnica DB-TN- 2042
que entre sus principales objetivos se encuentra determinar la influencia que
alberga el uso de renegociaciones de contratos de concesión en la materialización
de actos de corrupción. Desde un inicio, dicha investigación demostró que a partir
de los casos de sobornos realizados por Odebrecht entre el 2001 y 2016 se
documentó una sorprendente correlación entre los sobornos pagados y los montos
renegociados. Lo que podría llevar a plantearnos como primera hipótesis la
función de las renegociaciones para solventar los pagos de sobornos realizados
por las concesionarias privadas (2020:18). Sin embargo, esto no fue lo único que
logró, sino que con la información recabada del Departamento de Justicia de los
Estados Unidos (DOJ), en el caso de Odebrecht, se logró demostrar que el
objetivo del soborno no era robar, sino comprar influencia y poder de negociación
en las renegociaciones de contrato conllevando a que los sobornos adquirieran la
figura del pago de un servicio, más allá de una ganancia compartida entre el
concesionario y el estado adjudicador. En ese sentido, también se reconoció que
en el caso Odebrecht, los indicadores de corrupción ilegales en las contrataciones
públicas no solo implicaban la frecuencia de sobornos para delinquir en perjuicio
de la administración pública sino como instrumento para ejercer influencia, ya sea
en la promulgación de leyes, decisiones judiciales y políticas públicas. En ese
sentido entre los focos de atención que plantea el BID para prevenir actos de
corrupción se encuentran la publicidad de toda la información referente a las
renegociaciones de contratos de infraestructura, así mismo, también se
considera importante la eliminación del aumento del poder de negociación del
estado contratante luego de la etapa de la licitación (2020:44). De esta forma
como indican los estudios de Engel , Fischer y Galetovic, se someterá las
renegociaciones a una fiscalización independiente y a la aprobación de un grupo
de expertos que no se encuentren vinculados a la administración pública. Esto con
el objetivo de adjudicar todas las obras adicionales en “licitaciones competitivas”
en donde la empresa concesionaria que origino dicha obra no pueda participar ni
como postora ni como accionista, de esta forma se reducirá la influencia que
pueda tener la administración para (2014:68). Evidentemente, las etapas de las
renegociaciones han recorrido especial trascendencias por las consecuencias que
puedan conllevar a las partes, principalmente por los riesgos en perjuicio de la
administración pública.

Sin embargo, que haya levantado sospechas en la modalidad de sus


renegociaciones no la ha privado de ser objeto de críticas en relación a la
verdadera productividad que el proyecto guarda consigo actualmente dado que
autores como Carlos R. S. Prado ha identificado al proyecto IIRSA SUR como un
“elefante blanco” en correspondencia a los altos costos de construcción y
manutención de las carreteras que de la mano de una baja utilidad publica la ha
llevado a albergar este título. Entre las características que identifica el autor se
identifica que desde un inicio Jorge Barata, en su momento representante de
Odebrecht en Perú, había expuesto sus preocupaciones sobre los valores
estimados del proyecto y que las ganancias en expectativa no alcanzaban lo
previsto inicialmente y es que efectivamente la estimación de inversiones futuras
para los tramos 2, 3 y 4 de la IIRSA Sur, conforme a documentos presentados por
OSITRAN, se estima un gasto futuro de cerca de U$ 375 millones entre los años
2019-2023. Así mismo, esta misma entidad ha identificado que los actuales flujos
vehiculares y la recaudación de los peajes de la IIRSA Sur no alcanza la mayor
parte de los valores del Pago Anual por Mantenimiento de Obras (PAMO), de tal
modo que, de acuerdo al tipo de contrato establecido entre las empresas
constructoras y el gobierno peruano, es el Estado quien debe cubrir el valor
restante (Carlos R. S. Prado 2019:220). Por otro lado, respecto de los beneficios
económicos vinculados a la contribución del proyecto con la activida productiva
identificamos que según los datos del Sistema Integrado de Información de
Comercio Exterior (SIICEX) sobre el Perú, en los últimos años, apenas el 2% de
las exportaciones peruanas hacia Brasil fueron realizadas por vía terrestre (siendo
la carretera interoceánica en Madre de Dios la única entre los dos países),
aproximadamente el 8% por vía aérea y el 90% ocurre a través de la vía marítima,
por el canal de Panamá. Por lo que resultaría erróneo afirmar que el proyecto
IIRSA SUR haya facilitado el flujo de carga entre los mercados internacionales
(Carlos R. S. Prado 2019:224). En ese sentido no se ha logrado abaratar los
costos de transporte y mucho menos facilitado la salida de producción peruana
hacia Brasil ya que como se demuestra, el canal de Panamá sigue siendo el más
utilizado.

Marco teórico:

Marco teórico:

Para dar inicio al presente marco teórico, se abordará desde una mirada
conceptual las principales instituciones jurídicas vinculadas al tema presentado
objeto de investigación:

1. Corrupción dentro de la Administración pública:

La corrupción ha sido instaurada como un fenómeno institucional y sistemático


presente en la interacción tanto de funcionarios públicos como privados.
Usualmente se la entiende como una práctica extra-legal usada por individuos o
grupos de poder para ganar influencia sobre las acciones de la burocracia;
específicamente las que consisten en la compra de favores de burócratas
responsables de formular y administrar las políticas económicas del gobierno.
Entre las principales manifestaciones entre las que se representa se encuentran el
soborno, el fraude, la colusión y la obstrucción de servicios de concesiones de
inversión o producción. En ese sentido, la corrupción no es una mera ruptura de
las relaciones políticas y de la ley sino que debe ser entendida como un fenómeno
que ha genera formas importantes de estructuras de funcionamiento por lo que
actualmente no solo ha adquirido códigos de uso y performance, sino que ha
permitido dar cuenta de las variadas tecnologías y mecanismos que utilizan para
ponerse en práctica. (Mujica, J, 2009:97).

Por otro lado, para hablar de un acto de corrupción también se requiere que exista
un beneficio para el agente o agentes involucrados en los que se llevan a cabo
intercambios que involucran transferencias patrimoniales, favores o privilegios
que eventualmente tiene consecuencias que terminan en perjuicio para el Estado
dado que los beneficios obtenidos están directamente relacionados con la
potestad o atribuciones recaídas en un cargo o función que cumple determinada
persona. Una de las formas en las que se manifiesta la penetración de la
corrupción se orienta a recurrir a prácticas deshonestas como la apropiación
indebida de recursos públicos para consolidar o aumentar el poder que se ostenta
a través de la influencia, persuasión o coerción, lo que implica la sustituir las
expectativas de los ciudadanos por los intereses del individuo mismo. En ese
sentido en la actualidad, nuestro sistema se encuentra plagado de una percepción
de corrupción institucionalizada, que genera un sistema que es tolerado de
manera implícita por un importante sector de la ciudadanía, que finalmente en
teoría, es la principal benefactora de las arcas públicas.

Usualmente este tipo de actividades de corrupción se identifican cuando el


funcionario busca la viabilidad de un proyecto de infraestructura, en ese sentido,
aquella persona que se comprometió en servicio del Estado, ahora actúa como un
agente privado en busca de intereses particulares para poder quitar obstáculos al
capital privado. Usualmente, estas figuras se presentan en los proyectos de
inversión en los que el funcionario debe demostrar su capacidad al contraer
obligaciones en beneficio del capital privado. Por ende, se comprende que la
importancia del funcionario está sometida a su poder de decisión y su influencia en
la cadena jerárquica del Estado. En ese sentido, un funcionario es requerido como
agente sólo si puede ser un intermediario efectivo para el capital.

Por su parte, el Tribunal Constitucional ha identificado que el perjuicio que genera


la corrupción generaría perjuicios para el interés público, por lo que la actuación
estatal debe realizarse de forma transparente a fin de que los funcionarios se
enfrenten a combatir los niveles de corrupción en el Estado. Específicamente,
cuando el Estado participa de un proceso de contratación pública para adjudicar a
un privado la buena pro de un proyecto de inversión, el principio de buen
funcionamiento de la Administración Pública debe ser desempeñado de forma
conjunta con otros principios que el Tribunal Constitucional, a través de su
sentencia N° 00017-2011-AI, ha señalado como implícitos de la lectura del artículo
76° de la Constitución los cuáles son la transparencia en las operaciones, la
imparcialidad, la libre competencia, el trato justo e igualitario a potenciales
proveedores; con la finalidad que las adquisiciones a obtener posean un mayor
grado de eficiencia siguiendo los principios económicos previamente
mencionados. En ese sentido, el Estado debe procurar obtener obras de forma
oportuna con la mejor oferta económica, técnica y respetando los principios
señalados (IDEHPUCP 2018:2). En ese sentido, hacer caso omiso a los principios
antes señalados albergaría la posibilidad de un margen de mayor discrecionalidad
al funcionario lo que conllevaría a un mayor riesgo a que incurra en la comisión de
actos de corrupción.

2. Las APP’s y su materialización a través de las concesiones

Por su parte las APP’s son asociaciones entre los sectores público y privado con
el objeto de entregar la prestación por parte de un operador privado de un bien o
servicio que se encuentra bajo el control del sector público. Si bien sus orígenes
son de Reino Unido, su uso se ha internacionalizado en varios países de
Latinoamérica. Por otro lado, las APP’s no son un tipo de contrato (Rebollo
Fuentes 2009). Por ello, pueden adoptar una amplia gama de posibilidades, las
cuales varían según la participación del sector privado que participa en las
obligaciones y riesgo asumido. Estas particularidades se asignan en un contrato
que permite asignar las responsabilidades, riesgos y facultades del socio público y
el socio privado. Así, según Delmon , se puede tener contratos de operación y
gerenciamiento, contratos de leasing, concesiones bajo sus diversas modalidades,
contratos de asociación, entre otros (2010). Ahora, para la determinación de los
proyectos es necesario que previamente se realice estudios que demuestren el
costo beneficio y la viabilidad técnica del proyecto. Respecto al primer punto, se
aplica el criterio de valor por dinero, consistente en que la ganancia que tiene la
sociedad con la realización del proyecto APP es mayor frente a su ejecución bajo
un esquema tradicional de obra y gestión pública (Vasallo e Izquierdo 2010). Por
lo que se trataría de obtener el mejor equilibrio económico y al mismo tiempo sea
eficiente.

Un tema que adquiere gran importancia en la configuración de las APP’s está


vinculada con la distribución de riesgos, y es que una premisa económica general
establece que se debe asignar cada riesgo a aquella parte que se encuentra en
mejor capacidad de asumirlo, evitarlo o incluso mitigarlo. Es de esta forma que se
ha establecido que una asignación óptima supone costos más bajos para el
proyecto y el mayor valor por dinero(Hovy 2005) lo cual se ha visto en los costos
del proyecto y su acceso a financiamiento en el mercado financiero o de capitales
como el que la constructora Odebrecht hizo uso para poder solventar el proyecto
IIRSA SUR cuando se le fue adjudicado.

En un trabajo realizado por De La Torre & Rudolph, destacan que la razón de ser
de las APP alberga tres funciones. Por un lado, atraer inversionistas a proyectos
no susceptibles de ser realizados en el libre mercado, por tratarse justamente de
sectores de especial interés o reserva del Estado, como los servicios públicos. Asi
mismo, transferir una parte significativa de los riesgos al sector privado y asegura
que la calidad y eficiencia del proyecto sería por lo menos igual a la que se
obtuviera si el Gobierno retuviera todos los riesgos. En ese sentido, lo relevante
para calificar un proyecto como APP no es tanto el grado de participación del
agente privado sino el hecho de que el Estado deje de retener los riesgos más
significativos. Así como dichos autores, existen otros ejemplos como Alborta,
Stevenson, & Triana, quienes en una investigación elaborada para el Banco
Interamericano de Desarrollo, sostienen que la principal característica de las APP
es la asignación y mitigación de riesgos entre las partes (2011:6). En ese sentido,
esta figura puede adoptar alguna de las amplias modalidades contractuales que
permiten que el sector privado se encargue de proveer infraestructura y servicios
públicos, en un esquema de distribución de riesgos, los cuales deben ser
preferentemente no retenidos por la Administración, sino transferidos al sector
privados, según sea el caso. En suma, existe un consenso en que la preocupación
por la óptima asignación de riesgos es consustancial a la naturaleza de las APP a
diferencia de las contrataciones tradicionales de obra pública, el Estado retiene los
riesgos de diseño y operación de la infraestructura, mientras que en la concesión
típica prima el principio de riesgo y ventura. En las APP, se produce una
transferencia del riesgo al sector privado, prevaleciendo el principio de
colaboración, según el cual la Administración no considera al contratista como un
antagonista, sino como un colaborador. (Baca & Ortega, 2013:36), de lo cual se
deriva que los riesgos se pueden distribuir.

Una forma de asignar y medir el nivel de riesgo es a través de mecanismos de


cobertura que demuestren si existen niveles de retorno o el tiempo de
recuperación de determinada inversión, según Engel, Fischer y Galeotic (1997), en
el cual el concesionario asumiría solo por aquellos riesgos que puede controlar,
mediante sus capacidades y en el menor costo que incurre en comparación de si
lo hiciera la otra parte. De este modo, la capacidad del privado de aceptar
responsabilidades está relacionada, también con la capacidad de poder
transferirlos a sus subcontratistas. En ese sentido, lo que materializan las APP´s
es que se pueda reducir tiempos y costos de transacción en las fases de
estructuración y licitación.

Enfocándonos en el tema de las IIRSA SUR, concretamente, se han identificado


los principales riesgos de proyectos en infraestructura vial (Albalate 2015):

-Riesgo de construcción por los cambios de los costos de los insumos,


modificación del diseño del proyecto y retrasos en los plazos

-Riesgo de expropiación de las vías materia de la concesión, lo que tiene un


efecto también en los plazos y costo del proyecto

-Riesgo de tráfico por errores en la predicción de la demanda, generación de


nuevas vías, congestionamiento de la vía, parque automotor, entre otros

-Riesgo de fuerza mayor por evento totalmente imprevisibles en la vía o en el


país, como desastres naturales

-Riesgo por falta de experiencia histórica cuando la actividad no tiene historia, es


decir, no se había cobrado peajes en la vía o era reducido, por lo que, existe una
respuesta del usuario al cobro del servicio que no se puede prever.

2.1 Uso de la concesión en las APP’s

Uno de los modelos más usados dentro de las APP’s es el contrato de concesión,
el cual se diferencia de la obra pública, pues es la prestación directa del servicio
público al usuario por parte de una empresa privada. Como señala
PROINVERSIÓN, el modelo usado en una concesión es “build operate transfer” en
el cual el socio privado se compromete a construir y financiar el proyecto cuyo
diseño ha sido proporcionado por el socio público así como a explotar el activo
durante el plazo pactado y devolverlo al vencimiento de dicho plazo. Entre las
características principales de las concesiones se encuentra su naturaleza
compleja, pues presenta un contenido tanto contractual como reglamentario. Así
mismo, se conforma a través de un contrato intuito persona, lo que significa que la
concesión se otorga exclusivamente a quien resultó ser adjudicatario durante el
“procedimiento de concesión” o al ente jurídico que este constituya como sociedad
de propósito exclusivo. Como tercera característica se identifica la distribución de
derechos y obligaciones para el Estado y el concesionario. También se ha
identificado cláusulas como las conocidas anti-corrupción que operan a favor del
Estado las cuáles le ofrece la facultad de resolución unilateral del concedente y
finalmente, la prohibición de transferencia de propiedad pública por lo que
únicamente se podría ceder su explotación y uso, revirtiendo los bienes al Estado
al final de la vigencia del contrato (Martin, 2013: 336).

Una característica que se ha adoptado en proyectos de infraestructura de gran


magnitud es entender a la concesión como un contrato de larga duración lo cual
ha hecho que conforme el proyecto avance se instauren modificaciones (Pérez
Hualde: 2015) esto en parte es la justificación para que los contratos de concesión
sean objeto de modificaciones a través de adendas que se prolongan hasta la
culminación del proyecto. Ahora, cómo señala Menchola & Chamorro esto también
puede responder a lo que se conoce como contratos incompletos (2005) debido a
la imprevisibilidad de la totalidad de contingencias que pueden afectar su
ejecución, sin embargo como se identificó al inicio la imprevisibilidad deberá ser
evaluada dado que existen supuestos en los que es debido a un mal estudio de
prefactibilidad e inversión lo que pueda desencadenar que a posteriori se trate de
subsanar condiciones que no se asemejan a la realidad del proyecto.

Entre algunos ejemplos de supuestos de contratos incompletos se encuentran los


siguientes:

a) La imposibilidad o, más precisamente, los elevados costos de describir en


forma detallada todas las eventuales contingencias que podrían incidir en su
desenvolvimiento.

b) Aquellas ocurrencias que son de difícil comprobación o identificación por parte


de terceros, como los tribunales.

c) Las contingencias imprevisibles.

d) La racionalidad limitada de los agentes al perfeccionar el contrato.

e) La eventual variación de los cambios de los objetivos de gobierno.

Ambas características, la larga duración y que tenga un carácter incompleto


determinan que los contratos de concesión sean principalmente modificables. Es
así que se sostiene que albergan como característica el principio de mutabilidad.
(Shimabukuro, 2015). Para nuestra legislación estas pueden ser autofinanciadas o
cofinanciadas según el Decreto Legislativo N° 1362 y su Reglamento. Sin
embargo, para fines del presente trabajo usaremos la modalidad cofinanciada en
la cual, según el artículo 31 del Reglamento del Decreto Legislativo antes
mencionado es cualquier pago que utiliza fondos públicos, total o parcialmente, a
cargo de la entidad pública titular del proyecto para cubrir las obligaciones
establecidas en el respectivo Contrato. Así mismo, como como se establece en el
Sistema Nacional de Promoción de la Inversión Privada (SNPIP), el
cofinanciamiento también incluye los recursos ordinarios, recursos provenientes
de operaciones oficiales de crédito, recursos determinados así como recursos
directamente recaudados, tales como arbitrios, tasas, contribuciones y multas. Por
ende, en las cofinanciadas se debe recurrir al empleo de fondos públicos para
efectuar pagos al concesionario o al otorgamiento de garantías por parte del
Estado. Para Martin cuando señala que una concesión cofinanciada es aquella en
la que el Estado se encarga del financiamiento o subvención parcial de las
inversiones del concesionario, cuando aquellos no puedan ser cubiertos solo con
los pagos de los usuarios, pero que por razones de interés público el Estado
decide asegurar su realización participando en el financiamiento (2013, p. 337).

Como breve resumen de lo previamente comentado, identificamos lo siguiente:

- La empresa privada construye, opera el mantenimiento de la concesión y luego


de terminado el periodo de la concesión transfiere la obra al Estado.

-El concesionario busca el financiamiento y el Estado se compromete al pago en


cuotas del costo de inversión, mantenimiento y operación, las mismas que serán
reducidas por el peaje u otros recursos conexos que el derecho de concesión
pudiese generar.

-El gobierno debe hacer pagos periódicos para amortiguar los riesgos financieros y
los costos de gestión que tiene que afrontar el concesionario mientras administra
la concesión.

Respecto a lo ultimo mencionado identificamos de los tipos de pagos regulados en


nuestro país son los siguientes:

1.El Pago Anual por Obras (PAO): que constituye la suma de dinero que el Estado
asegurará al concesionario cuyo objetivo es cubrir los costos de Construcción o
Mejoramiento y rehabilitación, según sea el caso.

2. El Pago Anual por Mantenimiento y Operación (PAMO): que constituye la suma


de dinero que el Estado asegurará al concesionario, durante el periodo de vigencia
de la Concesión cuyo objetivo es cubrir los costos de operación y mantenimiento
de la inversión en obras.

3.Adendas como instrumento usado para renegociación de contratos:

Hasta el momento se ha reconocido que las APP’s por sus propias condiciones
tiene un carácter de mutabilidad que permite que dependiendo de las
características que presente cada proyecto, se pueda modificar sus términos.
Entonces en este marco, las adendas deben ser entendidas como un instrumento

Por lo antes mencionado, se puede llegar a la conclusión que como establece


Mendiola, las adendas son un mecanismo para que el Estado y el
concesionario acuerden modificar, incluir o eliminar cláusulas del CC
primigenio, con la finalidad de mejorar las estipulaciones contractuales
(2011: 59).

, ¿qué situaciones se han identificado que puedan llevar a las partes a


renegociar contractualmente y cuáles serían sus riesgos?

. Sin embargo, también existen peligros que pueden desencadenarse de las


renegociaciones como el favorecimiento injustificado a los concesionarios (Engel,
Fischer, & Galetovic, 2014) y la probada correlación entre institucionalidad débil y
captura del Estado con la alta incidencia de renegociaciones contractuales
(Guasch, 2005). Esto traería como resultado que las renegociaciones pueden
distorsionar la concesión e incluso anular las ventajas potenciales de la APP
en su modalidad de concesión, como el hecho de evitar que se ejecuten
proyectos que son “elefantes blancos” como se narró en un inicio, o que se
generen beneficios a los concesionarios, sin que estos asuman nuevas
obligaciones de inversión o situaciones de desequilibrio económico (Engel,
Fischer, & Galetovic, 2014).

Entre las razones que explican la mayor incidencia de renegociaciones


injustificadas, es decir, aquellas que no se sustenten en la no completitud de los
contratos o en una comprensión del principio de mutabilidad alineada con el
interés público como comentaba el BID se encontraba la correlación que podía
existir entre los corrupción y el aumento de renegociación, la cual
evidentemente conllevaría a poner en duda la institucionalidad y el fin del
proyecto en cuestión.

- finalidad superar alguna contingencia no prevista en el contrato original o

-que introduzcan nuevos elementos en el contrato por razones que no


podrían justificarse desde el punto de vista de necesidad públicas

tengan por finalidad incentivar al concedente y a los concesionarios a


suscribir adendas alineadas con el interés público y, por el contrario,
disuadir las renegociaciones con otros fines.

•Marco metodológico:

El marco metodológico del presente trabajo usará el método cualitativo y deductivo


con el objetivo de analizar el desarrollo de las adendas no únicamente bajo
estándares normativos sino económicos que permitan identificar aquellas
situaciones de inequidad entre las relaciones jurídicas de Odebrecht y el Estado
peruano. En ese sentido, se tendrá como enfoque principal el empírico- analítico
sobre todo al destacar que nos encontramos frente a la ejecución de adendas
contractuales y de la mano el uso de un marco teórico que buscarán desarrollar la
estructura que presentan consigo las figuras de las Asociaciones Publico
Privadas (APP’s).

En un inicio, se empezará con un trabajo teórico-normativo que busca recopilar las


estructuras de las instituciones jurídicas que sirvieron de marco para la
realización de la concesión. Así mismo se desarrollará una recopilación de las
fuentes primarias como el marco normativo de las APP’s vigentes en ese
momento, las normas presupuestales que permitieron la materialización del
proyecto, el contrato base de las IIRSA SUR, enfocando especial interés en los
tramos 2 y 3 y finalmente las adendas. Posteriormente, se identificará aquellas
situaciones que generaron las renegociaciones de dichas adendas como
situaciones imprevisibles, mala gestión de estudios de prefactibilidad o
nuevos marcos de estudio que conllevaron a alterar los números
inicialmente acordados. Esto nos servirá para identificar las causas que llevaron
al aumento del presupuesto que inicialmente le correspondía a la concesión y
evidenciar los supuestos de mala gestión de riesgos entre las partes.

Mecanismo de acción de lasadendas:


-Utilidades teóricas alestado
-Utilidades a las partes

- identificar los principales mecanismos usados en gestión pública en la


contratación de APP’s en la prevención de actos de corrupción dentro de
estas figuras.

Tramo 2

1.4. Contrato de IIRSA SUR

1.4.1 Tramo II

1.4.2 Tramo III

A.Tramo II

Caracteristicas principales:
2.A.1 Adenda N°1 : Anticipación delos trabajos de transpirabilidad:

-Revisar comentarios de la conttaloria

2.A.2 Adenda N°2

2.A.3 Adenda N°3 : GENERARINSTRUMENTOS QUE PERMITAN EL FINANCIAMIENTO DEL


PROYECTO

-Acceso de financiamiento

-Opinión de la contraloría

-CRPAO:

APP:

PERIODO CONSTRUCTIVO: EJECUTAN UN AVANCE DE OBRA

SOLO CUANDO SE CULMINA EL AVANCE SE EMPEZABA A COBRAR: PAGO POR DISPONIBILIDAD

Financiamiento:

-due dilinge

-perfil de riesgo: demora en aprobación, variación de tipos de cambio, casos fortuitos, conflictos
sociales, etc.

-Capacidad de pago – capacidad de pago ideal

-Mayor riesgo implica mayor tasa


Caso IRSA:

El Estado baja los niveles de riesgo

Las APPS exigen que se constituya una sociedad de propósito especial. Esto permite que las
sociedades no se perjudiquen en casos de corrupción .

APPS -altamenteapalancados (90% pago por el Estado- 10% Financistas)

Financista: Analiza si el proyecto esbancable, que los flujos del proyecto son suficientes para pagar
el financiamiento.

Inversionista 10%

Finanicista 90%

Estado paga el 100%

SOBRE ADENDA

ACREEDOR PERMITIDO :

Endeudamiento garantizado permitido : Estado garantiza el pago y es permitido porque el


acreedor es aceptado por el Estado.

Hay requisitos para ser exigibles.

-ACREEDOR PERMITIDO ES AJENO AL CONTRATO

EL ACREEDOR PERMITODO VA A PRESIONAR AL CONTRATISTA PARA QUE LA OBRA SE EJECUTE.

Clausulas de intervención: puede cambiar al concesionario.

PERIODO DE OPERACIÓN Y MANTENIMINTO


Como volverlo bancable:

Adenda de bancabilidad:

-Si se busca tener seguridad sobre los flujos,

-Necesito que los eventos futuros inciertos, volverlos ciertos. Si en el plazo de concesión, no se
culmina la obra igual cobras.

Certificado por avancede obra: ledaderecho de pagode obra. Ledoy un certificado de pago
poravancede obra. Es un derecho de cobro contrael estado.

Cambian lacondiciones por un plazo,

Dan un derecho de cobro que esta sustentado en documento físico.

Cuando tienes este documento es poder venderlo.

Estructura de financiamiento: UNIVERSIDAD DEL PACIFICO

CRPAGO: lovendiasen el mercado, con ese dinero ejecutabas la obra.

Asuncion de riesgos fue menos –

Linea de crédito fuente :

PPD CAMBIADO POR CRPAO : YCAMBIAS EL CONDICOIN PORPLAZO

PROEJCT FINANCE : TODOS LOS RIESGOS

CAMBIADO POR UN NEGOCIO FINANCIERO QUE EL UNICO RIESGO DE CONTRAPARTE.

EL PEFIL DE RIESGOS A CAMBIADO

TASA DE 12%
5%

Se han llevado el 5%

2.A.4 Adenda N°4

2.A.4.1 Sobre las variaciones sobre las cantidades de obra comparando las ya ejecutadas con las
previstas inicialmente.

Proyecto referencial: Realizado por Pro Inversión

Expediente técnico: mejorado por postores

El expediente técnico es el que sustituye al proyecto referencial. En las IRSAS SEMANTURO LA


PROYECTO DE REFERENCIAL

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