Son varios los interrogantes los que aún persisten por cuenta de las revelaciones del
excontroller de la Concesionara Ruta del Sol, Jorge Enrique Pizano, sobre las múltiples
irregularidades cometidas por Odebrecht que no fueron escuchadas. Aunque varios de los
implicados ya han dado las respectivas explicaciones, aún faltan cabos por atar como, por
ejemplo, el papel que jugó PriceWaterhouseCoopers (PWC), firma auditora de la
concesionaria. El Espectador conoció el interrogatorio hecho por la Corte Suprema de
Justicia a Carlos Emilio Moreno, socio del grupo auditor, en el que explica cómo fue el
trabajo de esta compañía en Odebrecht.
Son varios los interrogantes los que aún persisten por cuenta de las revelaciones
del excontroller de la Concesionara Ruta del Sol, Jorge Enrique Pizano, sobre las
múltiples irregularidades cometidas por Odebrecht que no fueron escuchadas.
Aunque varios de los implicados ya han dado las respectivas explicaciones, aún
faltan cabos por atar como, por ejemplo, el papel que jugó
PriceWaterhouseCoopers (PWC), firma auditora de la concesionaria. El
Espectador conoció el interrogatorio hecho por la Corte Suprema de Justicia
a Carlos Emilio Moreno, socio del grupo auditor, en el que explica cómo fue
el trabajo de esta compañía en Odebrecht.
El 27 de abril de 2017, investigadores de la Corte Suprema llegaron a las
instalaciones de la firma PriceWaterhouseCoopers, ubicada en el norte de
Bogotá. Su objetivo era obtener información relacionada con los informes de
revisoría fiscal y auditoría efectuados a los contratos de la Ruta del Sol II, el
otrosí n.° 6 y el contrato con Navelena. Quien atendió la diligencia judicial fue
Carlos Emilio Moreno Sánchez, socio de la firma, en compañía de su grupo de
trabajo. De entrada, Moreno Sánchez explicó a los investigadores que tras el
escándalo mediático que había generado la investigación de corrupción Lava
Jato en Brasil se dio un nuevo enfoque a las revisiones practicadas en
Odebrecht para el año 2015.
Inmediatamente los investigadores le preguntaron a Moreno si en ese proceso de
nueva revisión encontraron irregularidades o situaciones que les llamaran la
atención sobre el proceso de auditoría, especialmente en cuanto a pagos
irregulares o sospechosos a terceros en Colombia. El socio de PWC contó que el
trabajo hecho en la multinacional Odebrecht se dividió “en dos frentes”: la
auditoría de 2015 y la de 2016. Sobre la revisión hecha en 2015, Moreno
describió que fue necesario hacer varios ajustes de enfoque a las auditorías que
ya se venían practicando, por lo que se contrató a Juan Colina Pimienta como
socio de revisión de calidad para desempeñar esta tarea.
También se inició una búsqueda de pagos realizados por Odebrecht en Colombia
y se solicitó a PriceWaterhouseCoopers Brasil informar sobre posibles sobornos
encontrados en nuestro país, documentación que fue enviada por correo
electrónico en seis folios. Con estos datos PWC Colombia determinó que, como
resultado del proceso de auditoría en el año 2015, no se observó la existencia de
pagos de sobornos registrados en la contabilidad. Pero las cosas no paraban ahí.
A finales de 2016, el empresario Marcelo Odebrecht confesó en Estados
Unidos el pago de sobornos en diferentes países, entre ellos Colombia, en
donde informó que se habrían pagado cerca de US$11,5 millones en
sobornos.
Al ver la magnitud de lo confesado por Odebrecht, PWC envió comunicaciones a
las diversas administraciones de la multinacional para que revelaran más detalles
de lo reportado en Estados Unidos, según contó Moreno a la Corte.
Adicionalmente, esta firma auditora comenzó una revisión en retrospectiva desde
el año 2008 hasta ese entonces sobre pagos que se presumían podían ser ilegales,
cuyos resultados no se hicieron esperar. Inmediatamente detectadas las
irregularidades, PWC informó lo sucedido a la Superintendencia de
Sociedades mediante comunicaciones del 14 y 28 de marzo del 2017.
“Cabe mencionar que esta información no ha sido entregada aún por las
administraciones del grupo Odebrecht en Colombia”, dijo Carlos Moreno a los
investigadores de la Corte. Por tal razón, los revisores fiscales de PWC no
pudieron elaborar su concepto en 2016 “en razón a que el proceso de auditoría
no ha sido emitido, por no haber recibido información importante para el
proceso”, explicó el socio de PriceWaterhouseCoopers. Algunos de los hallazgos
encontrados por PWC en esa oportunidad fue el pago de $928 millones al
excongresista Otto Bula y el pago de $3.000 millones a la empresa Desinpro S.A.
relacionado con el préstamo hecho a Navelena, hallazgos que fueron entregados a
la Corte en 73 folios.
Otros de los documentos a los cuales tuvo acceso este diario fueron las
comunicaciones que precisamente PWC entregó a la Superintendencia de
Sociedades en 2017. El primer llamado se emitió el 14 de marzo de ese año a la
coordinadora del grupo de soborno trasnacional e investigaciones especiales, Ena
Lucía Sanz. Allí se señala que, gracias a las revisiones hechas por la firma
auditora desde 2008, se identificaron varios costos y gastos a terceros que
llamaron su atención, asegurando que ya se había pedido ayuda a las
administradoras de la multinacional sobre información que les permitiera
continuar con la investigación. En esa comunicación, PWC reportó 93 pagos
irregulares hechos entre 2009 y 2015.
En esa misma fecha, PWC envió una carta al gerente administrativo y
financiero de la Concesionaria Ruta del Sol S.A.S., Marco Antonio Gloria
Azevedo, en donde le pedía información relacionada con las evaluaciones
realizadas por Odebrecht para la contratación de terceros, los contratos de
las partes y los detalles de los pagos realizados a ese tercero desde 2008, entre
otros. Pero las alertas no cesaron allí. El 28 de marzo de ese año, nuevamente la
compañía auditora envió una carta a la Supersociedades en donde se informaba
nuevos hallazgos de costos y gastos a terceros adicionales a los ya informados.
Entre los documentos adjuntados por PWC a la entidad de vigilancia hay un
listado con 89 empresas, entre las que se encuentran Profesionales de Bolsa,
Desinpro, Gestora de Proyectos de Ingeniería e Infraestructura, Consultores
Unidos y Presoam, ya detectadas y reportadas en el pasado por Jorge Pizano.
Asimismo, se adjuntan comunicaciones enviadas a los Consorcios Navelena y
Canoas en donde se solicita más información del pago a terceros y una
nueva carta al gerente administrativo y financiero de la Concesionaria Ruta
del Sol, Marco Antonio Gloria, insistiendo en obtener información de estos
pagos para continuar con el proceso de auditoría.
Sin embargo, según la firma auditora, esta información jamás fue
suministrada, lo que hizo que en septiembre de 2017 PWC renunciara a
seguir con las auditorías de la multinacional, argumentando incumplimiento
en las obligaciones que estaban contempladas en el contrato. Por otra parte,
en noviembre de ese mismo año, la Superintendencia de Sociedades abrió
investigación contra la firma PriceWaterhouseCoopers por no haber culminado
con su proceso de auditoría de la compañía Odebrecht en 2016. El
Espectador intentó obtener respuesta de PWC sobre el caso en particular, pero la
firma de abstuvo de pronunciarse al respecto.
Estas auditorías se suman al huracán desatado en las últimas semanas por cuenta
de los hallazgos hechos por el excontroller de la Ruta del Sol, Jorge Enrique
Pizano, organizó toda la información que obtuvo desde su cargo para
demostrar las irregularidades que estaba cometiendo Odebrecht. Algunas de
las conversaciones grabadas por el ingeniero y publicadas por este diario y otros
medios demuestran cómo desde 2013 el excontroller empezó a encender las
alarmas de lo que estaba pasando con la multinacional brasileña.
La investigación
En el caso Construcción y Corrupción se dio a conocer que la estructura criminal liderada por el
entonces Ministro de Comunicaciones, Alejandro Jorge Sinibaldi Aparicio, gestionaba cobros ilegales
a cambio de realizar los desembolsos a las entidades contratistas. Estos cobros, según se ha
documentado en la investigación, consistían en porcentajes que iban desde el 5 al 15%. Una de las
entidades que tenía contratos con el Ministerio de Comunicaciones era la constructora Norberto
Odebrecht S.A.
El caso Construcción y Corrupción reflejó los primeros indicios de entidades vinculadas con Alejandro
Sinibaldi Aparicio que actuaron en contubernio con la entidad Norberto Odebrecht. Tal como
demuestran las investigaciones en la región latinoamericana, esta firma realizó prácticas ilícitas por
medio del pago de sobornos en los contratos en los que participó.
Para ello Odebrecht, desde su departamento de operaciones estructuradas, abrió una serie de
cuentas bancarias en distintos países a título de empresas offshore, en apariencia no vinculadas con
ella, con el fin de ocultar el origen ilícito de los montos cuando esos importes llegaran a los
destinatarios finales.
Asistencia legal
En una investigación difundida el 21 de diciembre de 2016 por el Departamento de Justicia de los
Estados Unidos, se vinculó a la constructora brasileña con la entrega de sobornos a funcionarios
públicos de 12 países, incluido Guatemala. Las investigaciones de la justicia brasileña condujeron a
la ubicación de cuentas bancarias en el extranjero, las cuales utilizaba el Grupo Odebrecht con el fin
de realizar los pagos ilícitos relacionados con los contratos firmados.
El MP recibió datos sobre personas y empresas relacionadas con las actividades de la empresa
Odebrecht S.A. en Guatemala, los cuales indicaban el contubernio de directivos de la empresa con
el Ministro Alejandro Jorge Sinibaldi Aparicio y colaboradores. La información procedente de Brasil
recibió un tratamiento de corroboración y seguimiento por parte del MP y la CICIG y permitió ampliar
las líneas de investigación.
Los pagos para Sinibaldi se harían por medio del Meinl Bank de Antigua y Barbuda, y Sinibaldi indicó
a los directivos de Odebrecht que los pagos se harían por medio de Juan Arturo Jegerlehner.
La investigación identificó que entidades fuera de plaza (offshore) se utilizaron para realizar contratos
por supuestos servicios que nunca fueron prestados, intentando así ocultar el origen ilícito de la
recepción del dinero. Se abrieron cuentas en el extranjero con el fin de transferir los montos ilícitos,
enmascarados en los contratos simulados. Se determinó que los beneficiarios de las cuentas
eran personas vinculadas a Sinibaldi Aparicio, Manuel Antonio Baldizón Méndez y Carlos
Arturo Batres Gil. Del análisis de los documentos financieros surge que Batres Gil recibió
$4,900,000.00, producto del pago de sobornos.
En febrero de 2013, Alejandro Sinibaldi realizó una reunión en su casa y presentó a un directivo de
Odebrecht con Manuel Baldizón. Sinibaldi le indicó al directivo de Odebrecht que debía
depositar a Manuel Baldizón la cantidad de 3 millones de dólares, provenientes de los
sobornos pactados. En enero de 2014 Manuel Baldizón delegó al abogado Diego Chacón Yurrita
para que se encargara de abrir las cuentas y se coordinara con los brasileños para las transferencias.
Manuel Baldizón en coordinación con Alejandro Sinibaldi y en concierto con los directivos de
Odebrecht, recibió en total US$1,360,000.00 de los 3 millones pactados en concepto de
comisiones ilícitas.
1. Reparar el daño. La entidad se comprometió a reparar el daño por medio del pago de
US17.900.900 (el mismo monto que fue dado en sobornos) al Estado de Guatemala de
acuerdo a los siguientes criterios:
2. Liberar el contrato, renunciando al inicio de acciones legales por su parte. Junto a ello
la Constructora Odebrecht se comprometió a liberar el contrato de construcción referido, con
el fin de que las entidades responsables (Procuraduría General de la Nación y el Ministerio
de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda) puedan licitar y concluir las obras,
renunciando a iniciar acciones legales por cobro de daños y perjuicios así como con todo lo
relacionado a este contrato.
Las capturas
Luego de 11 allanamientos el pasado sábado 20 de enero (10 en Guatemala y 1 en Quiché), se
capturaron a Jorge Eduardo Antillón Klüssmann y Diego Chacón Yurrita, sindicados de los delitos
de asociación ilícita y lavado de dinero u otros activos. Mientras que Manuel Antonio Baldizón
Méndez fue detenido por autoridades de Estados Unidos.
Se encuentran prófugos Carlos Arturo Batres Gil y Alejandro Sinibaldi, a quien se ampliará la orden
de detención, y serán citadas a declarar otras cuatro personas.
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