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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA FUERZA
ARMADA NACIONAL U.N.E.FA
NÚCLEO LARA

INTEGRACIÓN METABÓLICA

Fabianny Montoya V-29.805254


Bioquímica 02S-0313-D6 Enfermería
INTEGRACIÓN METABÓLICA

La integración metabólica se refiere a la coordinación y regulación de las distintas vías


metabólicas en un organismo. Esto implica la interconexión y comunicación entre las
diferentes rutas metabólicas para asegurar que los procesos de obtención de energía,
almacenamiento de nutrientes, síntesis de biomoléculas y eliminación de desechos se
lleven a cabo de manera eficiente y en armonía con las necesidades del organismo. La
integración metabólica es fundamental para mantener el equilibrio homeostático y
satisfacer las demandas energéticas y biocinéticas del cuerpo.
Metabolismo: El metabolismo se refiere al conjunto de procesos químicos que tienen
lugar en las células de un organismo. Estos procesos incluyen la obtención de energía a
partir de los nutrientes, la síntesis de moléculas necesarias para el funcionamiento celular,
y la eliminación de desechos metabólicos. El metabolismo se divide en dos categorías
principales: el catabolismo, que consiste en la degradación de moléculas para obtener
energía, y el anabolismo, que implica la síntesis de moléculas complejas a partir de
sustratos más simples. En resumen, el metabolismo es esencial para mantener la vida y
el funcionamiento adecuado de los organismos.
Rutas metabólicas: Las rutas metabólicas son secuencias de reacciones químicas
interconectadas que tienen lugar en el interior de las células para llevar a cabo procesos
metabólicos específicos. Estas rutas están diseñadas para realizar funciones
especializadas, como la obtención de energía, la síntesis de biomoléculas y la eliminación
de desechos. Ejemplos de rutas metabólicas incluyen la glucólisis (degradación de la
glucosa), el ciclo de Krebs (producción de energía en forma de ATP), la gluconeogénesis
(síntesis de glucosa a partir de precursores no glucídicos), la síntesis de ácidos grasos,
entre otras. Cada ruta metabólica está compuesta por una serie coordinada de reacciones
catalizadas por enzimas específicas, y su integración y regulación son fundamentales
para el funcionamiento adecuado del metabolismo celular.
Regulación del metabolismo: La regulación del metabolismo implica mecanismos de
retroalimentación positiva y negativa que permiten ajustar la actividad metabólica de
acuerdo a las necesidades del organismo. Por ejemplo, la insulina regula el metabolismo
de la glucosa al estimular la captación de glucosa por parte de las células y promover su
almacenamiento en forma de glucógeno. Del mismo modo, el glucagón aumenta los
niveles de glucosa en sangre al estimular la liberación de glucosa almacenada en forma
de glucógeno.

Además, la regulación del metabolismo implica la modulación de enzimas clave, la


expresión génica y la comunicación entre diferentes tejidos y órganos. En resumen, es un
proceso complejo y altamente coordinado que asegura que las necesidades energéticas y
metabólicas del organismo se satisfagan de manera eficiente.
Metabolismo de las proteínas: El metabolismo de las proteínas, también conocido como
el reciclaje de proteínas, es el proceso mediante el cual las células descomponen las
proteínas en aminoácidos para luego utilizar estos aminoácidos en la síntesis de nuevas
proteínas o para obtener energía. Este proceso es fundamental para mantener la
homeostasis y la función celular adecuada.
El metabolismo de las proteínas implica dos procesos principales: la degradación de
proteínas (catabolismo) y la síntesis de nuevas proteínas (anabolismo). Durante la
degradación de proteínas, las proteínas dañadas, mal plegadas o no necesarias son
marcadas para su descomposición y luego son descompuestas en aminoácidos a través
de un proceso llamado proteólisis. Estos aminoácidos pueden ser utilizados para la
síntesis de nuevas proteínas o para la producción de energía a través de rutas
metabólicas como la gluconeogénesis o la respiración celular.
La regulación del metabolismo de las proteínas es crucial para garantizar que se
mantenga un equilibrio apropiado entre la síntesis y la degradación de proteínas, lo que
es fundamental para el crecimiento, mantenimiento y reparación del tejido celular. Los
mecanismos de regulación incluyen la actividad de enzimas específicas, la señalización
intracelular y la influencia hormonal.

DIGESTIÓN DE LAS PROTEINAS

Digestión gástrica: La digestión gástrica de las proteínas es un proceso importante en el


sistema digestivo. Cuando ingerimos proteínas, estas pasan al estómago, donde son
descompuestas por el ácido clorhídrico y la enzima pepsina. El ácido clorhídrico ayuda a
desnaturalizar las proteínas, lo que significa que las desenrolla y las hace más accesibles
a la acción de la pepsina.
La pepsina es una enzima digestiva que descompone las proteínas en fragmentos más
pequeños llamados péptidos. Esta acción de descomposición es fundamental para que
las proteínas puedan ser posteriormente digeridas en el intestino delgado.
Una vez que las proteínas han sido parcialmente digeridas en el estómago, pasan al
intestino delgado, donde otras enzimas continúan el proceso de descomposición hasta
convertirlas en aminoácidos, que son absorbidos por el cuerpo.

Protolisis en el intestino: es el proceso de descomposición de proteínas en


aminoácidos. Después de haber sido parcialmente descompuestas en el estómago, las
proteínas pasan al intestino delgado, donde continúa la digestión.
En el intestino delgado, las enzimas pancreáticas, como la tripsina y la quimotripsina,
descomponen los péptidos provenientes del estómago en fragmentos aún más pequeños.
Estas enzimas cortan los péptidos en partes más pequeñas, hasta llegar al nivel de
aminoácidos individuales.
Una vez que las proteínas se han convertido completamente en aminoácidos, estos son
absorbidos por las células del revestimiento del intestino delgado y pasan a la sangre.
Desde la sangre, los aminoácidos son distribuidos por todo el cuerpo para ser utilizados
en la síntesis de nuevas proteínas, hormonas y otros compuestos biológicos.
Absorción de los aminoácidos en el intestino: Después de que los aminoácidos se han
formado a partir de la digestión de las proteínas en el intestino delgado, el proceso de
absorción comienza. La absorción de los aminoácidos tiene lugar en el intestino delgado,
específicamente en el revestimiento del intestino, donde las células especializadas
llamadas enterocitos se encargan de este proceso.
Los aminoácidos pueden ser absorbidos de dos maneras principales: algunos son
absorbidos directamente como aminoácidos individuales, mientras que otros son
absorbidos en forma de dipéptidos o tripéptidos (cadenas más cortas de aminoácidos).
Una vez dentro de los enterocitos, los aminoácidos son transportados a través de la célula
y liberados hacia la circulación sanguínea, desde donde son distribuidos por todo el
cuerpo para ser utilizados en la síntesis de proteínas y otros procesos metabólicos.
Este proceso es esencial para el mantenimiento y reparación de tejidos, así como para la
producción de hormonas y enzimas vitales para el organismo.

Eliminación de los aminoácidos en la circulación: Después de ser absorbidos en el


intestino delgado, los aminoácidos se incorporan a la circulación sanguínea y son
transportados por todo el cuerpo. Los aminoácidos circulantes son utilizados por las
células para la síntesis de proteínas, la producción de energía y otras funciones
metabólicas.
Cuando los aminoácidos no son necesarios inmediatamente, pueden ser almacenados en
forma de proteínas o utilizados como sustrato para la producción de energía. Sin
embargo, si hay un exceso de aminoácidos en el cuerpo, estos pueden ser eliminados a
través de varios procesos.
En primer lugar, el hígado desempeña un papel fundamental en el metabolismo de los
aminoácidos. Allí, los aminoácidos pueden ser utilizados para la síntesis de proteínas
hepáticas o convertidos en glucosa o lípidos para su almacenamiento o uso posterior.
Además, algunos aminoácidos pueden ser eliminados directamente del cuerpo a través
de la orina. Aquellos que no son utilizados por el organismo son metabolizados y
transformados en compuestos que son excretados por los riñones. El equilibrio adecuado
de aminoácidos en la circulación es crucial para el funcionamiento óptimo del organismo,
y su eliminación controlada es parte fundamental de este proceso.
Reacciones generales del metabolismo de los aminoácidos: El metabolismo de los
aminoácidos implica una serie de procesos que incluyen su síntesis, degradación y
transformación en diferentes compuestos que pueden ser utilizados por el organismo para
diversas funciones. A continuación, te proporcionaré una visión general de las reacciones
principales involucradas en el metabolismo de los aminoácidos:

1. Transaminación: Este proceso implica la transferencia de un grupo amino (-NH2) de un


aminoácido a un alfa-cetoácido, formando un nuevo aminoácido y un nuevo alfa-
cetoácido. Las enzimas responsables de estas reacciones se conocen como
transaminasas o aminotransferasas.
2. Desaminación: Durante la desaminación, los aminoácidos pierden su grupo amino (-
NH2) para formar alfa-cetoácidos. Este proceso es fundamental en la degradación de los
aminoácidos y su posterior utilización en la producción de energía o en la síntesis de otros
compuestos.
3. Ciclo de la urea: Los productos de desecho resultantes de la desaminación de los
aminoácidos, como el amoníaco, son convertidos en urea en el hígado a través del ciclo
de la urea. La urea es luego excretada por los riñones en forma de orina.
4. Síntesis y degradación de proteínas: Los aminoácidos también participan en la síntesis
y degradación constante de proteínas en el organismo, lo que implica tanto reacciones
anabólicas como catabólicas.
5. Decarboxilacion: En el contexto del metabolismo de los aminoácidos, la decarboxilación
es una etapa importante en la degradación de ciertos aminoácidos. Por ejemplo, en el
caso del aminoácido ácido glutámico, la decarboxilación conduce a la formación del
neurotransmisor ácido gamma-aminobutírico (GABA), el cual tiene funciones importantes
en la transmisión neuronal.
Estas son algunas de las reacciones generales clave que caracterizan el metabolismo de
los aminoácidos. Cada paso es crucial para mantener el equilibrio adecuado de estos
compuestos en el organismo y para satisfacer las necesidades metabólicas del cuerpo.

Integración Metabólica
Formación de productos nitrogenados de excreción: La formación de productos
nitrogenados de excreción es un proceso biológico en el cual los organismos vivos,
incluyendo los seres humanos, producen compuestos que contienen nitrógeno como
resultado del metabolismo de las proteínas. Estos compuestos son eliminados del cuerpo
a través de la excreción para mantener el equilibrio de nitrógeno en el organismo.
En los mamíferos, los principales productos nitrogenados de excreción son la urea, el
ácido úrico y el amoníaco. La urea es el producto más común en mamíferos terrestres, ya
que es menos tóxica que el amoníaco y menos costosa de producir que el ácido úrico. El
amoníaco es más común en organismos acuáticos, ya que puede ser fácilmente diluido
en agua.
Ciclo de la urea: El ciclo de la urea, también conocido como el ciclo de la ornitina, es un
proceso bioquímico que tiene lugar en el hígado y es fundamental para la eliminación del
amoníaco tóxico del cuerpo en forma de urea. El ciclo de la urea consta de una serie de
reacciones enzimáticas que convergen para convertir el amoníaco en urea, que es menos
tóxica y más soluble en agua.
El ciclo de la urea implica varios compuestos y enzimas, incluyendo la ornitina, el
carbamoil fosfato, la citrulina, el argininosuccinato y la arginasa, entre otros. Estas
sustancias participan en una serie de reacciones químicas coordinadas que culminan en
la formación de urea a partir del amoníaco.
El ciclo de la urea es crucial para mantener el equilibrio de nitrógeno en el organismo, ya
que permite la eliminación segura del exceso de nitrógeno en forma de urea a través de la
orina. Este proceso es especialmente importante en mamíferos terrestres, ya que les
permite deshacerse del amoníaco derivado del metabolismo de las proteínas.
Metabolismo de los carbohidratos: El metabolismo de los carbohidratos es un proceso
complejo en el que los carbohidratos consumidos a través de la dieta son descompuestos
y convertidos en formas de energía utilizables por el organismo. Este proceso se lleva a
cabo en varias etapas y en diferentes partes del cuerpo, principalmente en el intestino
delgado, el hígado, los músculos y otras células.
El metabolismo de los carbohidratos comienza con la digestión de los carbohidratos
complejos (como almidones) en azúcares simples (glucosa, fructosa, galactosa) mediante
la acción de enzimas digestivas. Una vez descompuestos, estos azúcares simples son
absorbidos por el intestino delgado y pasan al torrente sanguíneo.
La glucosa es la principal forma de azúcar que se utiliza para obtener energía. En
presencia de oxígeno, la glucosa se descompone en el interior de las células a través de
un proceso llamado respiración celular, que produce adenosín trifosfato (ATP), la forma
de energía utilizada por las células.
El exceso de glucosa se almacena en forma de glucógeno en el hígado y los músculos
para su uso futuro. Cuando hay una necesidad inmediata de energía, como durante el
ejercicio intenso o cuando el nivel de glucosa en sangre disminuye, el glucógeno se
descompone nuevamente en glucosa para proporcionar energía.
Además, en ausencia de carbohidratos disponibles, el cuerpo puede utilizar otras fuentes
para producir glucosa a través del proceso llamado gluconeogénesis.
El metabolismo de los carbohidratos es esencial para mantener niveles adecuados de
energía y glucosa en sangre, y es un componente clave del funcionamiento general del
organismo.

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