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Facultad De Humanidades

Escuela de Psicología Mención Educativa

Asignatura

Psicología Diferencial

Maestro

Teuris Antonio Peña Castro

Nombre

Danilza Espinosa Ramírez

Matricula

2015-3101527

Horario

Jueves 1 a 3:00 p.m.


CAPITULO II

TEMA: Modelos Factoriales de la Inteligencia Humana.

Binet, Alfred (1908) definió la inteligencia como la capacidad de juicio o


razonamiento, incluyendo la iniciativa, el sentido práctico y la facultad para
adaptarse a las circunstancias vitales.

Se denominan teorías factoriales a las que identifican las propiedades o


componentes de la inteligencia a través de un procedimiento matemático o
estadístico. El precursor de este tipo de planteamiento fue Spearman que,
mediante el estudio de las correlaciones entre pruebas, aisló el factor ‘g’ de
inteligencia.´

La teoría factorial permite así identificar los factores más básicos, los
intermedios y los más generales que definen la inteligencia prestando
atención a las variedades entre los individuos en la ejecución de los test.

Defender la idea de inteligencia como una aptitud general supone que se


demuestre que esta interviene de forma efectiva en una variedad de
resultados, teniendo una función integradora en el individuo y que, además,
aparezca como un factor estadístico compartido por la mayor parte de las
personas (Butcher, H. J, 1968).

Teorías Jerárquicas de Inteligencia.

Las teorías jerárquicas de la inteligencia plantean que la inteligencia está


estructurada en forma de pirámide, situándose en la base las capacidades
más específicas y en posiciones superiores las generales. A continuación se
revisaran brevemente las teorías que se consideran más relevantes:
La teoría de la Inteligencia de Spearman

Spearman, Charles Edward, 1904 estudio la inteligencia basándose en los


trabajos de Galton y se centró, sobre todo, en la relación de los procesos
básicos de discriminación de estímulos visuales, auditivos y táctiles con el
rendimiento académico.

En sus primeros experimentos encontró que existía una correlación positiva


entre dichas medidas, por lo que considero que debía existir un factor
común, general, responsable de ese rendimiento, al que llamo inteligencia
general o factor ‘G’.

Planteo que el factor general de inteligencia es fuente de conocimiento, una


actividad comprehensiva que es necesaria para realizar tareas complejas
tales como inferir reglas, predecir consecuencias, analizar elementos, etc.,
tareas no solo de tipo académico, sino también técnicas, practicas o
sociales, necesarias en la vida cotidiana.

Spearman en un intento de profundizar sobre la naturaleza del factor ‘G’,


propuso la teoría neo genética, que permite delimitar los procesos
cognitivos que están a la base de un comportamiento inteligente. Es una
teoría que pretende explicar todo el conocimiento humano; con el término
noetico se va a referir al conocimiento autoevidente y con genético a la
capacidad de generar o crear un conocimiento nuevo.

El modelo de inteligencia de Burt.

Burt, Cyril (1909, 1917), como uno de los representantes de la llamada


Escuela de Londres promovida por Spearman, comparte gran parte de la
teoría de este, pero propone lo que denomino factores de grupo. Burt
propuso que estos factores, también llamados factores primarios, van a
estar correlacionados entre sí, permitiendo extraer uno más general que
sería el factor ‘G’.
De este modo, la inteligencia se va a estructurar de acuerdo a cuatro niveles
jerárquicos: en la cúspide tendríamos la inteligencia general, común a todos
los rasgos; en un segundo nivel los factores de grupo comunes a ciertos
rasgos; en el tercer nivel los factores específicos propios de cada rasgo; y,
por último, las fuentes de error que se refieren a lo particular de cada rasgo
en el momento de su medida.

Compartía la tesis de Spearman de que la inteligencia general era una


propiedad neurológica innata, que podía ser evaluada a través de pruebas
complejas y que se heredaba de los progenitores, y afirmaba que existían
altas correlaciones entre la inteligencia de estos.

El modelo de inteligencia de Vernon.

Vernon, Philip (1950), propone la existencia de tres tipos de inteligencia: la


inteligencia A que es innata o heredada y, por tanto, no medible desde un
punto de vista comportamental; la inteligencia B que es el nivel de aptitud
que observamos en los actos que habitualmente desarrollan los individuos,
que les hace más o menos eficaces; y la inteligencia C, que sería la que
evaluamos a través de los test, es decir, aquella inteligencia a la que
accedemos a través de pruebas estructuradas y ante situaciones controladas.

En su primera formulación del modelo, Vernon sostuvo la determinación


genética de la inteligencia y, basándose en estudios sobre anormalidades
cromosómicas, también fundamento la base biológica de los dos factores
secundarios que había propuesto.

Posteriormente, publico su obra sobre inteligencia y entorno cultural en la


que, aun manteniendo que existen diferencias genéticas que explican las
diferencias individuales en inteligencia, afirmo que también van a incidir
en los mismos factores culturales que sitúan a determinadas personas en
una posición de desigualdad para la ejecución de tareas intelectuales.
La teoría de la inteligencia de Cattell.

En la teoría de Cattell, Raymond (1971) se identifican tres propiedades de


la inteligencia: 1) las capacidades, que se refieren a las potencialidades de
nuestro cerebro 2) los poderes provinciales, que consisten en
organizaciones locales para las distintas modalidades sensoriales y
motoras; y 3) las agencias, que serían aquellas habilidades necesarias para
la ejecución de distintas tareas propias de un grupo cultural.

Cattell (1971) propuso la teoría de la inversión para explicar la relación


entre la inteligencia fluida y cristalizada. Planteo que durante el desarrollo
hay una capacidad general para percibir relaciones, que está conectada con
el desarrollo neuronal asociacional total del córtex.

La capacidad cristalizada se desarrolla como resultado de aplicar la fluida a


experiencias de aprendizaje concretas. La inteligencia fluida seria la
predominante en los primeros años de vida cuando el niño aún no ha
recibido demasiada influencia cultural.

El modelo de Cattell ha sido posiblemente uno de los más ampliamente


aceptados, pues no solo considera factores biológicos y genéticos cuando
define la inteligencia fluida, sino que incorpora aspectos culturales,
motivacionales y personales cuando describe la inteligencia cristalizada.

El modelo d Cattell con las revisiones hechas por Horn, y posteriormente


Carroll, también ha tenido una amplia aceptación en el contexto escolar y la
estructura de la inteligencia de tres estratos propuesta en la última revisión
de Carroll.
Teoría de Carroll.
El trabajo de Carroll, Jhon B, se basa en un análisis de más de 400 estudios
de distintos países sobre inteligencia. Carroll, Jhon B, (1993) reanalizo
estos trabajos y agrupo las distintas capacidades cognitivas en ocho
categorías: aprehensión perceptual; tiempo de reacción y movimiento;
evaluación y decisión; emparejamiento o comparación de estímulos;
nombrar, leer o asociar; memoria episódica de lectura; razonamiento
analógico; y manipulación algorítmica.

A partir de este primer análisis aplico nuevamente un análisis factorial,


proponiendo una estructura de tres estratos: en el primer estrato estarían las
capacidad más concretas, en el segundo las amplias y en el tercero las
generales.

Teorías No- Jerárquicas de la inteligencia.


Las teorías no jerárquicas se caracterizan por entender la inteligencia como
un conjunto de aptitudes o capacidades de orden superior, que son
independientes.

El modelo de aptitudes mentales primarias de Thurstone.


Thurstone, Louis Leon (1924) define la inteligencia como la capacidad para
inhibir las respuestas instintivas. Considera que la persona inteligente es
aquella que, antes de que se produzca dicha respuestas, valora si es o no la
más óptima para su bienestar.

Dado que para resolver cualquier tarea de tipo mental tienen que ser
activadas distintas funciones mentales, se propuso averiguar que
capacidades se activaban y cuanto contribuía cada una de ellas a la solución
de la tarea.
El método empleado fue el análisis factorial múltiple en el que partía de
una estructura simple, identificando en la matriz de intercorrelaciones el
número mínimo de factores que explicarían la estructura de la inteligencia.

Este procedimiento le permitía dividir la varianza de las puntuaciones de un


test en componentes separados, que representarían la contribución de cada
uno de los factores de ejecución en el test, pudiendo asignar una puntuación
a la persona en cada uno de esos factores independientes.

El modelo de estructura de la inteligencia de Guilford.


Guilford, Joy Paul, (1967) desarrollo su modelo a partir del análisis de
distintos test de inteligencia que se habían aplicado dentro del contexto
escolar. En su revisión de este material, se propuso como principal objetivo
identificar las dimensiones básicas que son responsables del
funcionamiento inteligente.

Este modelo, más que explicitar cual es la estructura de la inteligencia, se


podría entender como una taxonomía de procesos cognitivos, pues
identifica, por un lado, la clase de información que se utiliza y, por otro, los
diferentes modos de operar con esa información. Espinosa, Juan (1997).

Además, el modo en que estructura la inteligencia ha supuesto un marco de


referencia teórico importante al conectar la teoría de las aptitudes con la
teoría de la resolución de problemas y el aprendizaje. Otra de las
aportaciones de Guilford ha sido la creación de pruebas específicas para
evaluar cada uno de los factores propuestos en su teoría.
Valoración de los modelos psicométricos de inteligencia.
El hecho de que los modelos psicométricos hayan empleado como principal
procedimiento de evaluación los test de inteligencia hace que traigan
asociados muchos de los inconvenientes que tienen estos tipos de medidas.

Un test nos permitirá establecer el patrón de diferencias individuales en el


conjunto de procesos empleados por los individuos que cumplimentaron el
test (SanchezCanovas y Sanchez-Lopez, 1994, pág. 207), y basar una teoría
de la inteligencia en pruebas que han elaborado los investigadores en
función de una supuesta relación con la propia inteligencia seria, como
señala Schlinger (2003), un error de rectificación.

La inteligencia es un proceso complejo en el que inciden otras variables


que van a determinar el rendimiento, desde factores motivacionales hasta
factores personales, y estas variables moduladoras pueden determinar la
correlación entre los distintos test de inteligencia.

A pesar de todos estos inconvenientes, Butcher, H. j, (1968) señala que el


análisis factorial es el único método que nos permite detectar lo común y lo
especifico de un amplio conjunto de datos, y que es un procedimiento
capaz de probar hipótesis.

Pero también se ha indicado que el análisis factorial no selecciona la


información valida y que puede ser aplicado a cualquier conjunto de datos,
por lo que para evitar resultados difíciles de encajar, debe partir de una
teoría que guie su utilización (Eysenck, Hans Jurgen, 1979-1983).

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