CULTURA

El término cultura abarca una amplia variedad de elementos como las tradiciones,

principios, convicciones y actitudes compartidas por una comunidad. Incluye las funciones

familiares, ceremonias, formas de comunicación, manifestación de emociones, relaciones

sociales y conductas adquiridas. La cultura implica igualmente un estilo de existencia

compartido que abarca pautas sociales, directrices, convicciones y principios que se

trasladan de una generación a otra. A pesar de que los grupos culturales a veces tienen

orígenes étnicos y lingüísticos similares, estos no son los aspectos que determinan la

identidad cultural. Se ha planteado que la cultura proviene de "un conjunto en constante

evolución de valores sociales, patrones de pensamiento, normas de conducta, perspectivas

del mundo y convicciones que empleamos para generar estructura y sentido en nuestra

existencia".

La cultura tiene un impacto en las prácticas cotidianas y se muestra a través de ellas. La

cultura es un origen fundamental de valores, mentalidad, expresión y confianza personal (la

convicción de tener control y responsabilidad sobre la propia vida), concepción del tiempo

(si se considera el tiempo en bloques amplios como horas y días en lugar de enfocarse en

minutos y segundos de manera precisa) y percepciones del espacio individual. La cultura

contiene símbolos que representan diversos aspectos de la existencia, como hitos relevantes,

conexiones personales, jerarquías y logros, identidad de grupo y el sentido de la vida y la

muerte. La cultura transmite un conjunto de ideales sobre la forma en que las relaciones

sociales deben estructurarse y cómo opera el mundo.

En la siguiente tabla se presentan diferentes definiciones de cultura. El objetivo de ofrecer

estas definiciones es incitar a que revisemos y debatamos las distintas interpretaciones de

este término como base para investigaciones futuras.

El ser humano logra alcanzar su máximo potencial creativo y disfrutar de un pleno

desarrollo cultural a través del desarrollo cultural, utilizándolo tanto en su propio beneficio

como en el del pueblo. La acción social es fomentada por el desarrollo cultural que se basa

en la cultura como principio clave para el progreso. Esto tiene como objetivo ayudar en la

educación y crecimiento de la población, fortalecer la cohesión social, mejorar la

gobernabilidad y favorecer la integración cultural en la región. La equidad y el estímulo de

la participación y la creatividad se ponen en práctica considerando al ser humano como el

foco principal y beneficiario.

La investigadora Yudlema Rodríguez de Cuba ha realizado una valiosa contribución al

análisis sistemático del enfoque temático de desarrollo, desarrollo social y desarrollo

cultural en las investigaciones de los estudiantes de la Maestría en Desarrollo Social de la

Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

Si bien se han hecho muchos análisis teóricos sobre la relación entre cultura y desarrollo,

hay una falta de atención hacia el concepto de "desarrollo cultural". Este concepto comenzó

a ser aceptado a medida que las ideas de desarrollo y economía perdían fuerza debido a los

resultados insatisfactorios dentro del ámbito social y cultural.

La categoría desarrollo cultural se refiere a un procedimiento en el cual un estado, o

cualquier entidad territorial como un municipio, comunidad o barrio, busca aumentar la

participación de la población en la vida cultural y fomentar la creatividad de todos los

ciudadanos. Asimismo, establece su identidad y variedad al adaptarse a las circunstancias

históricas particulares de su entorno y a una visión de lo que está por venir.

Autores como Theotonio Dos Santos, en su texto "Relaciones e interrelaciones entre

desarrollo cultural y científico", no logra escapar de la perspectiva económica del

desarrollo como modelo de cambio para los países subdesarrollados y dependientes.

Cuando se trata del progreso cultural, se expone una única perspectiva del fenómeno: el

enfoque de cultura impuesto por la visión de crecimiento económico para lograr el

desarrollo en los países de América Latina.

Cuando se considera el desarrollo desde una perspectiva cultural, es importante tener en

cuenta las situaciones, creencias y metas de la mayoría de las personas en las comunidades

donde se llevarán a cabo los procesos de desarrollo. Por lo tanto, resulta necesario proponer

un modelo que se ajuste a estas realidades. Hay elementos realmente importantes en el

desarrollo cultural que son clave para el cambio social. Estos elementos involucran la

participación como elemento esencial para crear, preservar, difundir y percibir los valores

culturales.

Cuando se habla de progreso cultural se engloba el saber que los individuos generan con el

propósito de hacer realidad este progreso, cuyos componentes están conectados, ya que es

posible tener diferentes tipos de avances sociales, pero cada uno debe incorporar y contener

la cultura, ya que solamente al entrelazar la cultura y el conocimiento se puede alcanzar un

nivel ideal de desarrollo.

La cultura tiene que ser vista como como un proceso de mejora y crecimiento colectivo, en

el que todos tengan la oportunidad de participar. Es la forma en que vivimos y nos

relacionamos con los demás, así como la integración de los valores que nos transmiten

nuestras generaciones anteriores. También incluye los niveles de tolerancia hacia personas

de diferentes géneros y razas, así como las creencias que tenemos sobre el mundo y sobre

nosotros mismos. Todo esto se expresa a través del arte y de la forma en que lo

interpretamos. Desde esta visión, es fundamental colocar la cultura como un aspecto central

en el desarrollo de los países.

Se puede entender un referente cultural como los componentes del entorno y la percepción

social que identifican a una población, ciudad, país, grupo o sociedad específica. Estos

elementos son característicos, distintivos y permiten dar a conocer a estos lugares o grupos

por su singularidad.

Podemos mencionar un ícono representativo de una nación, localidad o urbe; de una danza,

un idioma, un tipo de comida o bebida, cualquier elemento que lo haga único en

comparación a otros lugares. Aquello que se perciba como destacado y un patrón a emular,

mediante el cual nos comportamos y realizamos acciones. De esta manera, las referencias

culturales representan, en el lenguaje, la perspectiva de una cultura sobre el mundo. Hacen

referencia a aspectos relacionados con la cultura, el modo de vida, las tradiciones, la

política, la comida, el arte, entre otros.