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¿Cuántas veces hemos dudado en poner o no una tilde ortográfica en una palabra
compuesta? ¿Cuántas veces leemos palabras compuestas sin saber muy bien si están o
no bien acentuadas? Valgan estos ejemplos de Leonardo Gómez Torrego (tomados de
su Gramática didáctica del español) para saber lo que debemos hacer.
Palabras compuestas sin guion: cuando nos encontramos ante una palabra compuesta
de dos o más lexemas, que se escriben sin guion, solo lleva tilde, si lo necesita según
las reglas generales de acentuación, el último componente. A saber:
CITA BIBLIOGRAFICA:
https://cvc.cervantes.es/lengua/alhabla/museo_horrores/
museo_021.htm
DISCURSOS LITERARIOS Y DISCURSOS NO LITERARIOS
La distinción entre discurso literario y no literario, a pesar de tener gran validez, es
de difícil manejo. Con ella no se pretende establecer una diferencia entre lo que es
literatura y lo que no lo es, sino establecer unas mínimas y convencionales reglas del
juego, carentes de dogmatismo, ya que es imposible ocultar que ciertas estructuras y
fenómenos que puedan caracterizar a un texto literario puedan aparecer
perfectamente en otro no literario. Con esta distinción se busca demostrar que el
discurso no literario ofrece un tipo de codificación y descodificación más sencillo o,
mejor, menos complejo, que uno literario. Con el análisis de estas diferencias se
justifican en parte, además, las razones del autor de este trabajo al centrar el
interés en los discursos propios de los textos no literarios.
Utilización
Una diferencia entre estos dos discursos es la utilización especial del lenguaje. El no
literario es ante todo un instrumento de comunicación, mientras que el otro es un
instrumento de expresión de vivencias y en este sentido es gratuito porque,
descartando los intereses editoriales, nadie le pide ni espera que un escritor escriba
lo que escribe, como tampoco le sugiere cómo debe hacerlo. El literato sabe que con su
obra no va a cambiar el mundo, a lo máximo que aspira es a expresar una vivencia
subjetiva. En cambio, el autor del no literario se propone objetivos más precisos; con
su pluma puede ayudar a construir o a destruir un mundo. Su discurso tiene una
intención diferente que es la de comunicar; por eso, no es gratuito que su discurso
esté sometido a reglas definidas. En el discurso no literario, el lenguaje se convierte
en una simple herramienta, mientras que en el literario el lenguaje es mucho más que
eso.
Referente
Un discurso literario no puede juzgarse del mismo modo que uno no literario por su
adecuación y su fidelidad a una realidad ajena a sí mismo. En el segundo, el contexto
de situación es preciso, definido, está lo suficientemente ubicado para que en lo
posible haya una sola interpretación adecuada del mensaje. En cambio en el primero el
contexto situacional se presenta vago, ambiguo... porque es el lenguaje el que recrea la
situación, generando ambigüedad en el mensaje literario con tantas referencias
situacionales como lectores tenga la obra. A este respecto es muy significativa la
apreciación de Barthes (1981:56):
...las ambigüedades del lenguaje práctico en nada son comparables con las del lenguaje
literario. Las primeras pueden, en efecto, deducir-se por la situación en que aparecen:
algo fuera de la frase más ambigua, un contexto, un gesto, un recuerdo nos dicen cómo
hay que comprenderla, si queremos utilizar prácticamente la información que está
encargada de transmitimos: la contingencia es lo que da claridad al sentido.
Nada semejante con la obra: la obra es para nosotros sin contingencia, y ello es quizá
lo que mejor la define: la obra no está rodeada, designada, protegida, dirigida por
ninguna situación, ninguna vida práctica está allí para decimos el sentido que hay que
darle; siempre tiene algo de “citacional”: la ambigüedad en ella es pura: por prolija que
sea, posee algo de la concisión pítica, palabras conformes a un primer código (la Pitía
no divagaba) y sin embargo abierta a muchos sentidos, porque estaban pronunciadas
fuera de toda situación —salvo la situación misma de la ambigüedad: la obra está
siempre en situación profética. Sin duda agregando mi situación a la lectura que hago
de una obra puedo reducir su ambigüedad (lo que sucede por lo común), pero esta
situación cambiante, compone la obra, y no da con ella: la obra no puede protestar
contra el sentido que le presto, desde el momento en que yo mismo me someto a las
sujeciones del código simbólico que la funda, es decir, desde el momento en que acepto
inscribir mi lectura en el espacio de los símbolos; pero tampoco puede
autentificar .ese sentido, porque el código segundo de la obra es limitativo, no
prescriptivo: traza volúmenes de sentido, no de lineas; funda ambigüedades, no un
sentido.
Estructura
El discurso literario es mucho más complejo que el no literario. Tiene cualidades
especiales que lo hacen más difícil de elaborar; por ejemplo, una gran cantidad de
elementos vetados en el no literario son recursos válidos en el literario; a la capacidad
de este último de apartarse de normas establecidas para el primero, se le denomina
carácter desviante. Así, mientras el discurso filosófico es desviante frente al
científico u otro, el literario se presenta como el más desviante de todos. No
obstante, este discurso no es privativo de la literatura, pues aunque lo fuera, habría
que excluir escritores tradicionalmente considerados como literatos; entre ellos,
Bolívar, autor de discursos y proclamas; Pascal, pensador; Téllez, autor de prosas;
Vargas Vila, ensayista, y otros.
El discurso literario es entonces la ocasión en que el lenguaje se pone a prueba en toda
su capacidad. En la lengua existe una gran cantidad de estructuras, palabras y
significaciones que afloran en el discurso literario, el cual no es arbitrario en la
medida en que sí lo es el no literario.
CITA BIBLIOGRAFICA:
https://prezi.com/2yffd2cpei-y/discursos-literarios-
no-literarios/
EL LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO
El lenguaje cinematográfico está formado por la unión de IMÁGENES y SONIDO.
Uno de los elementos más relevantes de este lenguaje del cine es el PLANO. En el cine
de antaño siempre se usaba el mismo plano para rodar una escena desde diferentes
ángulos, pero, más adelante, descubrieron que acercando y alejando los planos y
alternándolos con cierta lógica, se podían conseguir efectos que antes era una tarea
casi imposible de realizar.
Componentes:
El sonido
La banda sonora de un film está compuesta, esencialmente, con cuatro grandes tipos
de sonidos: La palabra, la "voz en off", la música, la palabra presente en las letras de
los musicales, los ruidos.
El tono y el color
El grado de luz que un objeto absorbe o rechaza dará como resultado, en la imagen,
unos valores de tono que irán desde el blanco al negro, pasando por una serie de
grises. Toda la gama de tonos posibles constituye la escala de tonos. El color sirve
para centrar la atención, favorecer el ritmo en la narración y en el montaje, y
expresar con más fuerza ciertos momentos. Existen varios formas de trabajar el
color en ele cine: el color pictórico, el color simbólico, el color psicológico, el color y la
perspectiva.
El montaje
Es la ordenación narrativa y rítmica de los
elementos objetivos del relato. Es una instancia
en que las filmaciónes aisladas, comienzan a
ensamblar una sola historia.
La escala o Filmación
El cine tiene características e imagen propia,
diferente de las de las artes plásticas e incluso
las fotográficas, porque la imagen fílmica no acaba en sí misma, exige el paso de una
imagen a otra; está en movimiento. La imagen cinematográfica no es una mera
reproducción de la realidad, sino una interpretación y reelaboración de ésta. Ello hace
que cada director, al crear sus imágenes, consiga expresar una misma idea de una
forma diferente a la de otro. En las filmaciones se utilizan diversas técnicas que se
relacionan con la forma de disponer las cámaras y hacer la toma.
Guión
Es un esquema que ordena el relato de una historia.
CITA BIBLIOGRAFICA:
www.ite.educacion.es/formacion/materiales/24/cd/
m1_2/index.html
CITA BLIBLIOGRAFICA:
https://www.scribd.com/doc/52356159/Procesos-de-
adquisicion-de-la-Lectura
Oralidad y escritura
El lenguaje puede ser utilizado de forma oral o escrita. Las diferencias en los rasgos
que adopta el lenguaje en cada uno de ellos es tan importante que hace que hablemos
de registros diferentes: uno oral y otro escrito; que nos refiramos a códigos
lingüísticos distintos: uno oral y otro escrito.
Titubeos: sonidos que manifiestan dudas en la elección de las palabras a decir, como
“eh…”
Repeticiones innecesarias
Frases inconclusas
Falta de concordancia
En la oralidad se utiliza una variedad de lengua a la que llamamos coloquial (haz clic en
el enlace para obtener más información).
Cuando afirmamos que un texto usa un registro oral, no necesariamente debe ser un
texto dicho o escuchado. Si, por ejemplo, escribimos un texto conversacional (vuelvo a
aclarar: lo escribimos, no lo decimos) usaremos un registro oral, escribiendo de la
misma forma en la que hablamos, ya que buscamos recrear un diálogo. Sin embargo, si
escribimos textos expositivos, argumentativos, narrativos, usaremos el registro
escrito (a no ser que incluyamos algún tipo de diálogo, fragmento en el cual podemos
usar un registro oral) y será un error escribir de la misma forma en la que hablamos.
Por otro lado, cuando afirmamos que un texto usa un registro escrito, no
necesariamente debe ser un texto escrito y leído. Si debemos, oralmente, proferir
textos expositivos o argumentativos (pensemos en los discursos de los políticos),
aunque lo hablemos, deberemos hacerlo de una forma organizada y planificada como si
lo hubiéramos escrito. En general esto es lo que se hace: se escribe el discurso, se
estudia, de forma tal de que al decirlo en público, aunque se esté usando un código
lingüístico oral, el texto use un registro escrito, ya que tiene las características de la
escritura.
CITA BIBLIOGRAFICA:
http://www.a43d.com.uy/jenny/oralidad-y-escritura/
SOCIEDAD MEDIEVAL:
Entre los siglos IX y X, Europa occidental se vio sacudida por los ataques de pueblos
normandos, sarracenos, húngaros y eslavos. Las nuevas invasiones eran
fundamentalmente expediciones y saqueo. Ocasionaron inestabilidad y temor durante
largo tiempo.
Los Vikingos
Los Vikingos y luego los normandos, provenientes de Escandinavia, fueron los primeros
en invadir el Imperio carolingio. Cuando comenzó el desplazamiento invasor de los
nórdicos, Carlomagno ordenó defender las costas construyendo torres vigías. A su
muerte, la situación empeoró, puesto que los vikingos establecieron asentamientos y
más tarde formaron el Ducado de Normandía al norte de Francia.
Los húngaros
Los húngaros eran un pueblo de jinetes nómadas emparentado con los hunos.[cita
requerida] Atacaron violentamente las fronteras del Este del Imperio germánico,
luego de haberse establecido en Panonia en el 896, siendo guiados por el Gran Príncipe
Árpad. En 915 robaron y quemaron varias ciudades del Imperio germánico como Fulda
y Bremen. Llevarían a cabo aventuramientos en la península ibérica, la itálica y en el
Oeste de Francia. Le harían pagar un impuesto casi por una década al emperador
germánico Enrique I el Pajarero, el cual les propinaría una derrota en el 933 cerca de
Merseburg. Los húngaros serían nuevamente derrotados en 955 en la batalla de
Lechfeld por Otón I el Grande. En el 973, Otón I volvería a vencer a los húngaros en
Quedlinburg y en esa oportunidad firmaría la paz con el príncipe Géza de Hungría, el
cual permitiría la llegada de misioneros cristianos y bautizaría a su hijo Vajk, bajo el
nombre de Esteban. Esteban sería el primer rey húngaro en el 1000 y conduciría un
estricto proceso de cristianización durante todo su reinado.
Los sarracenos
Los sarracenos eran piratas musulmanes que desde la península ibérica y el norte de
África, atacaron las costas de Francia e Italia. Sus expediciones llegaron hasta Roma.
Aunque su principal objetivo era obtener botín, se instalaron en Sicilia.
Los eslavos
Desde la región comprendida entre los ríos Elba y Dniéper, los eslavos se expandieron
y ocuparon, parcialmente, todo el Este de Europa.
Una rama de los eslavos atravesó el territorio de la actual Rusia. Allí se unieron con
los normandos procedentes de Suecia y fundaron la Rus de Kiev, considerado el primer
Estado ruso, desde donde establecieron relaciones comerciales con Bizancio y el
Islam.
https://es.wikipedia.org/wiki/Alta_Edad_Media
En esta etapa de la Edad Media uno de los hechos más destacados lo constituyó el
ideal religioso de defensa de los Santos Lugares (donde había vivido Cristo)
conquistados por los musulmanes, lo que se vio reflejado en la realización de una de las
mayores empresas de la cristiandad medieval: las cruzadas. Ellas sirvieron para
aumentar los límites del poder europeo, desarrollar el comercio mediterráneo y aliviar
la presión musulmana sobre el imperio bizantino.
La primera cruzada tuvo lugar en el siglo XI por autorización del Papa Urbano II y
culminó con la conquista de Jerusalén por los expedicionarios. Más tarde, en los siglos
XII y XIII, se llevaron a cabo nuevas cruzadas, que dieron como resultado la
fundación de efímeros reinos cristianos en el cercano oriente, que terminaron en
poder de los turcos otomanos.
En el siglo XII las monarquías europeas empezaron a imponer su autoridad sobre los
señores feudales, para lo cual se aliaron con la burguesía de las ciudades.
Durante la segunda mitad del siglo XII, el emperador alemán Federico I Barbarroja
impuso su poder sobre el papado de Roma; pero a finales del siglo el Papa Inocencio
III logró imponer el poder de la iglesia sobre todos los reinos cristianos.
A lo largo del siglo XIV tuvo lugar una profunda crisis económica, social y espiritual,
detonada por factores como el aumento demográfico, las revueltas campesinas contra
los señores, la guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, la gran epidemia de
la peste, y la división de la Iglesia católica conocida como Gran Cisma, cuando había
simultáneamente dos o tres papas rivales.
Las cruzadas
Constantinopla.
• Tercera cruzada: fue provocada por la toma de Jerusalén por el sultán egipcio
Saladino.
• Cuarta cruzada: fue organizada por los señores franceses y venecianos, dando como
resultado la toma de Constantinopla, la destrucción del imperio griego y la creación de
un imperio latino que duró casi medio siglo.
• Quinta cruzada: dirigida por el señor francés Juan de Brienne y el rey de Hungría.
No dio ningún resultado.
• Séptima cruzada: tenía por objetivo Egipto, centro de un poderoso estado musulmán,
pero los cruzados fueron sorprendidos por una crecida del Nilo, diezmados por una
epidemia y atacados por los musulmanes, por lo que debieron rendirse.
• Octava cruzada: también llamada cruzada de Túnez, terminó con la muerte de Luis
de Francia (más tarde San Luis), víctima de la peste.
El feudalismo
El régimen feudal
El elemento principal de este régimen fue el beneficio o feudo, que, como dijimos, era
la entrega de tierras por parte de los reyes y señores a cambio de la fidelidad y
prestación militar y personal del vasallo. Este contrato se suscribía durante la
realización de un acto de gran solemnidad, que se dividía en tres etapas:
2. Fe, que consistía en un juramento de fidelidad. El vasallo colocaba sus manos sobre
las Sagradas Escrituras o alguna reliquia.
3. Investidura, donde el señor investía al vasallo del feudo y le entregaba algún objeto
que simbolizaba la tierra, como por ejemplo una rama o un terrón.
Además de tierras, con el tiempo también fueron entregados en feudo toda clase de
funciones y derechos públicos, por lo que el poder efectivo del señor feudal era
bastante limitado, ya que solo ejercía autoridad sobre sus dominios y los vasallos
inmediatos.
La sociedad en el feudalismo
La Edad Media fue una época donde la sociedad se caracterizó por la gran desigualdad
de clases. Solamente había un grupo reducido de personas que eran libres; el resto se
encontraba sometido y no podía abandonar la tierra donde había nacido, sistema que
se conoció como servidumbre.
Las clases sociales eran tres: la nobleza, el clero y la población campesina. El primer
grupo o nobleza lo constituía el rey, el señor y sus vasallos. Estaba constituida en su
mayoría por personas de origen franco o germánico.
Dentro de la clase campesina existía un tipo de siervos que podían mudarse, contraer
matrimonio y transmitir los bienes a sus hijos según su propia voluntad. Eran los
denominados campesinos libres, personas que a pesar de las ventajas que tenían, de
todas maneras debían respetar ciertas obligaciones, como el servicio militar, pago de
impuestos en dinero o especies y el cumplimiento del signo de servicio, que consistía en
cortar los prados del señor, acarrearle el vino y limpiar los fosos de su castillo.
También era frecuente que no pudieran cosechar, vender o comprar sus productos sin
la autorización del señor, y que se les prohibiera moler su trigo, estrujar la uva o
cocer pan en un horno que no fuera del señor.
La vida urbana
Entre los siglos XIII y XIV se produjo un aumento considerable de actividad, que dio
como resultado un mayor aprovechamiento de la industria y el comercio.
El comercio era desempeñado por los traficantes, cuyo oficio era el más peligroso de
todos, ya que con frecuencia eran víctimas de bandoleros que robaban a mano armada
las mercaderías y apresaban al comerciante para cobrar por su rescate. A esto se
sumaba el pago de derechos que debían pagar por sus productos durante el trayecto,
los que no eran pocos si se consideraba el cobro de entrada, de salida, en cada señorío,
en cada ciudad y en cada puente.
Como consecuencia de la forma como se edificaban las casas —una sobre otra— y la
falta de higiene, las poblaciones se encontraban siempre expuestas a los incendios y la
propagación de enfermedades. Así, no era poco frecuente que cuando una vivienda se
incendiaba, el fuego se extendiera por el barrio entero.
Cuando la peste o los incendios azotaban las poblaciones, las víctimas se contaban por
millares. En el año 1418, entre los meses de septiembre y diciembre, una terrible
epidemia se dejó caer sobre París, falleciendo más de cien mil personas. Sin embargo,
a partir del siglo XIII la urbanización de las poblaciones empezó a mejorar, y en
Francia Felipe Augusto hizo cercar los cementerios, empedrar las calles y edificar
fuentes para distribuir el agua de manantial proveniente de colinas cercanas. Poco a
poco las casas de madera fueron sustituidas por casas de piedra, con lo que también
comenzó a introducirse el lujo en castillos y poblaciones.
El rol de la Iglesia
En la Edad Media los países cristianos se encontraban divididos en diócesis, cada una
de ellas dirigida por un obispo.
Los obispos, sacerdotes y párrocos vivían entre los fieles, y se les denominaba
seculares o seglares porque pertenecían a la sociedad. Junto a este clero secular
existía otro, cuyos miembros se sometían a un estilo de vida con estrictas reglas que
limitaban toda su existencia. Eran los llamados regulares o monjes, quienes habitaban
los monasterios o abadías, y cuya agrupación se conocía como orden. La de los
benedictinos era la más antigua, y la regla de su fundador —San Benito— sirvió de
modelo a los demás fundadores de órdenes.
Manuscrito
Este manuscrito del siglo XIV conservado en la Biblioteca del Arsenal, París, muestra
algunas escenas de la vida estudiantil medieval.
Todos los libros y textos que se conservan de la literatura latina proceden de los
manuscritos copiados por los regulares, así como también las crónicas que nos cuentan
sobre cómo era la vida en la Edad Media.
La iglesia y la enseñanza
Enseñanza
Las escuelas estaban abiertas a todo el mundo y gracias a ello fue que personas de
muy baja condición económica pudieron educarse y aprender materias como gramática,
retórica, teología, dialéctica, aritmética, astronomía y música.
A finales del siglo XII surgieron las universidades, como consecuencia de la evolución
de las principales escuelas catedralicias. Las primeras universidades nacidas fueron
las de París, Bolonia, Montpellier y Salerno, centros que desde su origen se
especializaron en una determinada materia. París en teología, Bolonia en derecho y las
dos últimas en medicina.
La caballería
Ceremonia
Sin duda uno de los personajes que más nos recuerdan la Edad Media son los
caballeros. Esta condición nació hacia el siglo XII, cuando la Iglesia intervino tratando
de moderar el salvajismo de los señores, lo que dio origen a la ceremonia de entrega
de armas que investían al joven como caballero, con el carácter moral y religioso que le
faltaba.
El futuro caballero debía realizar una serie de rituales previos, como el ayuno, oración
en la iglesia durante una noche, la ceremonia de vigilia de armas, la confesión y la
comunión.
CITA BLIBLIOGRAFICA:
https://www.salonhogar.net/Salones/Historia/4-6/
Alta_Edad_Media/Baja_Edad_Media.htm