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UNIVERSIDAD SALESIANA DEBOLIVIA. PSICOMOTRICIDAD A – B.

UNIVERSIDAD SALESIANA DE BOLIVIA.

PSICOMOTRICIDAD SALUD, EDUCACION Y DEPORTE.

EQUILIBRIO EN EL ADULTO MAYOR.


INTEGRANTES;

DOCENTE; LIC. CARMINIA SEVILLANO.

MATERIA; PSICOMOTRICIDAD (GERONTOPSICOMOTRICIDAD) A – B.

1. INTRODUCCION

El envejecimiento es un proceso de retrogénesis progresiva existe una serie de


disminuciones físicas, psíquicas, sociales y biológicamente existe un desgaste
progresivo anatómico y fisiológico que se traduce en una pérdida de
funcionalidad y envejecer implicará una dependencia tanto económica como
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social, lo que hará valorar este hecho biológico de manera negativa. El


contenido de equilibrio es una habilidad imprescindible para la vida diaria, que
requiere la compleja integración de información sensorial con respecto a la
posición del cuerpo en relación con el entorno y la capacidad de generar
respuestas motoras apropiadas para controlar el movimiento del cuerpo.
Depende de las contribuciones de la visión, el sistema vestibular, la
propiocepción y la fuerza muscular. La inestabilidad en el adulto mayor resulta
del daño en los sistemas sensoriales, motores y en el procesamiento central.
Estas alteraciones pueden ser resultado de una patología específica que afecte
a un componente en particular o el resultado de la perdida funcional general y
progresiva relacionada a la edad.

2. OBJETIVO GENERAL.

Promover factores de protección y hábitos saludables en el adulto mayor que


los protegen de aquellos factores de riesgos que originan una vejez prematura.

3. OBJETIVO ESPECIFICO.
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Evaluar el equilibrio en el adulto mayor, obteniendo el marco teórico en un


inicio, para la evaluación del mismo.

Dar a conocer los métodos de evaluación del ítem “equilibrio” de la batería de


Vitor Da Fonseca realizando adaptaciones para la tercera edad.

Planificar estrategias para intervenir adecuadamente el estado funcional en el


adulto mayor.

4. JUSTIFICACION.

El motivo de este trabajo es para dar a conocer la importancia del equilibrio en


el adulto mayor ya que es una habilidad imprescindible para la vida diaria, que
requiere la compleja integración de información sensorial con respecto a la
posición del cuerpo en relación con el entorno y la capacidad de generar
respuestas motoras apropiadas para controlar el movimiento del cuerpo esto a
la vez dependiendo de las contribuciones de la visión, el sistema vestibular, la
propiocepción y la fuerza muscular. Teniendo presente el marco teórico sobre
el envejecimientos que es progresivo por lo cual ocurre un retrogénesis en
varios aspectos; físicas, psíquicas y sociales. Biológicamente existe un
desgaste progresivo anatómico y fisiológico que a nivel práctico se traduce en
una pérdida de funcionalidad.
Y realizar mediante la observación evaluaciones sobre el equilibrio con
determinadas baterías que serán adaptadas al adulto mayor.
5. MARCO TEORICO.
5.1. EQUILIBRIO.
5.2. DEFINICION.

El equilibrio es una condición básica de la organización psicomotora ya que


implica una multiplicidad de ajustes posturales antigravitatorios, que dan
soporte a cualquier respuesta motriz. El equilibrio reúne un conjunto de
aptitudes estáticas y dinámicas, abarcando el control postural y el desarrollo de
las adquisiciones de locomoción.

El equilibrio es un paso esencial del desarrollo psiconeurologico del niño, luego


un paso clave para todas las acciones coordinadas e intencionadas que en el
fondo son los apoyos de los procesos humanos de aprendizajes.
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5.3. SISTEMA VESTIBULAR.

El sistema vestibular está diseñado para obtener información sobre la postura y


el movimiento para lo cual es capaz de medir la aceleración lineal y angular de
la cabeza a través de un dispositivo formado por cinco órganos sensoriales
presentes en el oído interno (laberinto membranoso o vestibular). Aunque las
acciones de los órganos vestibulares se puedan separar conceptual y
experimentalmente, los movimientos reales del ser humano producen un patrón
complejo de excitación e inhibición en los diversos órganos receptores en
ambos lados del cuerpo, que es interpretado adecuadamente por el cerebro, de
tal manera que cualquier pequeña alteración en el sistema vestibular provoca
importantes desorientaciones y/o vértigos. La información relativa a la
aceleración de la cabeza es trasmitida por el nervio vestibular principalmente a
los núcleos vestibulares del bulbo raquídeo desde donde se proyecta a los
núcleos ventroposterior y ventrolateral del tálamo que a su vez lo hace en las
dos áreas corticales 2 y 3 de la corteza somatosensitiva primaria, la cual es la
responsable de generar una medida subjetiva de automovimiento y de
percepción del mundo externo. La información vestibular se trasmite directa e
indirectamente (por conexión con los núcleos vestibulares) al cerebelo, donde
converge en la región del mismo conocida funcionalmente como
vestibulocerebelo. Las distintas conexiones entre los núcleos vestibulares y los
diferentes centros son responsables de la puesta en marcha de una serie de
reflejos o reacciones que el cuerpo utiliza para compensar los movimientos de
la cabeza y del cuerpo. Estos reflejos son los reflejos vestibulooculares, que
mantienen fijos los ojos cuando se mueve la cabeza, y los reflejos
vestibuloespinales, que permiten al sistema motor esquelético compensar el
movimiento de la cabeza.
5.4. EL EQUILIBRIO - POSTURAL.

La regulación de la postura con respecto a la gravedad es importante para


mantener el equilibrio postural, que puede definirse como aquel estado en el
que todas las fuerzas que actúan sobre el cuerpo están equilibradas de tal
forma que el cuerpo mantiene la posición deseada (equilibrio estático) o es
capaz de avanzar según un movimiento deseado sin perder el equilibrio
(equilibrio dinámico), es decir, la suma de las fuerzas ejercidas y de sus
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momentos es cero. La forma en que el sistema nervioso regula el aparato


locomotor para asegurar el control postural de la bipedestación exige la
producción y coordinación de un conjunto de fuerzas que permiten controlar la
posición del cuerpo en el espacio (Shumway 1995) y que son la alineación del
cuerpo, el tono muscular y el tono postural. El tono muscular es la fuerza con
que el músculo resiste al estiramiento y es necesario para evitar el colapso en
respuesta al estiramiento producido por la gravedad. El tono postural, en
cambio, es la actividad tónica que tienen los llamados músculos gravitatorios
(tríceps sural, tibial anterior, glúteo medio, tensor de la fascia lata, psoas iliaco,
paravertebrales) con el objetivo de mantener el cuerpo en una posición vertical
durante la bipedestación (Basmajiam 1985). Para el mantenimiento del
equilibrio es necesario que la proyección al suelo del centro de gravedad
(Borelli 1679, Horack 1994) se mantenga en el interior de la superficie de apoyo
(base de sustentación), que en el caso de la postura bípeda es el polígono en
el que se incluyen los pies (Thomas 1940, Frank 1990). Bases
Neurofisiológiacas del Equilibrio Control Postural Las estrategias posturales
utilizadas para conseguir una posición estable frente a la gravedad dependen
de la especie. El ser humano utiliza estrategias, de tal manera que bloquea las
rodillas en extensión para mantener el equilibrio estático, y flexiona las
extremidades inferiores como preparación para un movimiento intencionado,
como cuando se inicia la carrera. Cada especie presenta una postura
determinada que viene establecida genéticamente, y cuyo mantenimiento y
adaptación al entorno se fundamentan en la existencia del tono postural y de
una cadena de reflejos que nacen en receptores localizados en los diferentes
segmentos corporales. El control postural, cuyo objetivo final es mantener el
equilibrio osteomuscular, para permitir la utilización libre de las extremidades
superiores y de la atención, dispone de distintas tácticas para mantener la
estabilidad, las cuales están en función del tipo de aferencias disponibles
(Guidetti 1989), las condiciones externas o ambientales y la edad de los sujetos
(Nasher 1985 - 1981). para mantener el equilibrio durante los distintos
movimientos del tronco o de las extremidades, es necesario que el movimiento
voluntario vaya precedido de un movimiento contrario y anticipado que traslade
la proyección al suelo del centro de gravedad dentro de la nueva base de
sustentación que pretende utilizar (Babinski 1899, Horack 1994). Esto es por
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ejemplo, cuando pasamos de un apoyo con ambos pies al único apoyo de un


solo pie, se produce una considerable reducción de la base de sustentación, de
tal manera que el lugar donde se proyecta el centro de gravedad durante el
apoyo bipodal queda fuera de Bases Neurofisiológiacas del Equilibrio Control
Postural la nueva base de sustentación, por lo que es necesario un conjunto de
respuestas interactivas que aseguren el traslado del centro de gravedad de una
base de sustentación a otra, las cuales incluyen movimientos articulares a
distintos niveles junto a una acción anticipadora, con una gran capacidad de
adaptación y que varía según la demanda funcional.
La orden central para un movimiento voluntario de una parte del cuerpo se
asocia con una orden simultánea de acción anticipadora (Gufinkel 1968,
Roland 1980) y aunque los elementos básicos del control postural son innatos,
es posible modificarlos de manera considerable mediante el aprendizaje. Si
bien, los ajustes ante las alteraciones no esperadas dependen de la
retroacción. Algunos de estos ajustes pueden ser relativamente rápidos y
sencillos, pero por lo general son el producto de complejas reacciones motoras
que se aprenden y se liberan como un todo. La magnitud y el tiempo de esos
ajustes están relacionados con el contexto y con el movimiento realizado
(Cordo 1982, Horak 1984, Toussaint 1998). La organización central del control
del equilibrio se basa en cuatro elementos:
 Valor de referencia estabilizado; Es aquel lugar de proyección al suelo
del centro de gravedad en condiciones estáticas.
 Señales detectoras de error: aquella información aferente proveniente
del sistema laberíntico, visual, propioceptivo y cutáneo respecto a los
desequilibrios.
 Esquema corporal postural; Es aquel que informa sobre la orientación
del cuerpo con respecto a la vertical gravitaría (receptores vestibulares,
graviceptores somáticos) sobre la posición de los segmentos corporales
unos respecto a otros (aferencias de los huesos musculares) y sobre sus
propiedades dinámicas (sobre todo de las condiciones de apoyo).
 Reacciones posturales: Son aquellas que mantienen la posición de
referencia y que se organizan a partir de los mensajes de error mediante
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dos tipos de bucles, uno continúo ante los cambios lentos de posición, y
otro discontinuo.
5.5. EQUILIBRIO EN EL ADULTO MAYOR.

El envejecimiento es definido como el proceso de retrogénesis progresiva


asociada a la vida. Envejecer supone una progresiva adaptación a una serie de
disminuciones Físicas, Psíquicas y Sociales. Biológicamente existe un
desgaste progresivo anatómico y fisiológico que a nivel práctico se traduce en
una pérdida de funcionalidad. Si no existe una atención socio-sanitaria correcta
y oportuna, el proceso de envejecer implicará una dependencia tanto
económica como social, lo que hará valorar este hecho biológico de manera
negativa.
El contenido de equilibrio es una habilidad imprescindible para la vida diaria,
que requiere la compleja integración de información sensorial con respecto a la
posición del cuerpo en relación con el entorno y la capacidad de generar
respuestas motoras apropiadas para controlar el movimiento del cuerpo.
Depende de las contribuciones de la visión, el sistema vestibular, la
propiocepción y la fuerza muscular. La inestabilidad en el adulto mayor resulta
del daño en los sistemas sensoriales, motores y en el procesamiento central.
Estas alteraciones pueden ser resultado de una patología específica que afecte
a un componente en particular o el resultado de la perdida funcional general y
progresiva relacionada a la edad. Más allá de la causa, cuando un componente
de los sistemas sensorial, motor o del procesamiento central es deficiente, hay
una mayor dependencia en los componentes restantes, haciendo del
mantenimiento del equilibrio un desafío. Vértigo y mareos son síntomas
presentes frecuentemente en la población adulto mayor.
La evaluación del trastorno del equilibrio en los pacientes geriátricos son con
frecuencia debido a la variedad de síntomas que presentan, la falta de
hallazgos específicos en el examen físico o en los test diagnósticos y la
cantidad de causas probables.
Los mareos se interpretan frecuentemente como un “síndrome geriátrico” en la
atención medica primaria, por lo cual no se derivan ni se identifican las causas
tratables.

5.6. ALTERACIONES DE LOS RECEPTORES SENSORIALES.


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5.6.1. RECEPTORES VESTIBULARES


Hay evidencia de perdida de función vestibular con la edad. Según se pudo
observar en disecciones de temporales cadavéricos, las células ciliadas en la
cresta ampular, la macula utricular y sacular disminuyen hasta un 40% con la
edad. En los adultos mayores las células ciliadas tipo I de la cresta ampular se
pierden más rápidamente que las de las maculas. Esta reducción es
generalmente simétrica en ambos laberintos, a diferencia de la patología
vestibular, que genera una perdida asimétrica en las poblaciones celulares. La
disminución de la población celular en los receptores del equilibrio genera
alteración de la información de los canales semicirculares ante movimientos
cefálicos, con disminución en la ganancia del reflejo vestíbulo ocular,
inestabilidad de la imagen en la retina y sacadas correctivas, lo que se traduce
clínicamente en mareos, inestabilidad y mayor chance de caídas. Los cambios
en los receptores vestibulares no solo consisten en disminución de las células
ciliadas.
5.6.2. SISTEMA SOMATOSENSORIAL.
La función somato sensorial normal es imprescindible para la marcha, así como
para que los reflejos propioceptivos controlen la postura erecta. El compromiso
tanto funcional como estructural del sistema somato sensorial asociado al
envejecimiento, genera inestabilidad postural y en la marcha. Las personas
mayores son altamente dependientes de los inputs somato sensoriales para
mantener el control postural, aun las personas sanas.
Al envejecer se pierden receptores de Meissner y de Pacinian, lo que genera
una disminución de los umbrales de percepción de vibración y tacto. La
información táctil, especialmente la de la planta de los pies, provee información
sensorial adicional acerca de la distribución de la fuerza durante las actividades
con carga de peso, ayudando en el control del balance en la posición de pie.
Se ha demostrad una disminución de la sensibilidad táctil plantar en adultos
mayores, asociada a alteraciones en la posturografía.
5.6.3. FUERZA MUSCULAR.
La fuerza muscular se mantiene en niveles óptimos hasta la sexta década de la
vida. A los 80 años se ha perdido el 50% de la fuerza. La capacidad disminuida
para generar fuerza rápidamente limita la habilidad de responder
inmediatamente a una pérdida del equilibrio aumentando las posibilidades de
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caída. El enlentecimiento del tiempo de reacción relacionado a la edad es más


significativo durante tareas cognitivas demandantes y movimientos complejos.
5.6.4. ALTERACIONES DE LA POSTURA Y MARCHA.
El envejecimiento normal se asocia con una disminución en la habilidad para
mantener la estabilidad postural durante la bipedestación y para responder ante
perturbaciones no esperadas. En los adultos mayores hay cambios en el
equilibrio que indican una menor redundancia en sus sistemas de control. Esta
declinación se correlaciona con funciones sensorio motoras específicas, como
disminución de la fuerza muscular de miembros inferiores, sensibilidad
periférica, agudeza visual y tiempo de reacción. Al evaluar una población añosa
sana, se ven alteraciones en los patrones de control postural estáticos y
dinámicos. Se evidencia una mayor amplitud y velocidad de oscilación del
centro de presión corporal durante la bipedestación estática, situación que se
asocia a una mayor inestabilidad y riesgo de caídas. También se observan
alteraciones en situaciones que implican mantener la estabilidad durante el
movimiento, como es la marcha. Los pasos son más cortos y se amplía la base
de sustentación, la cadencia es más lenta, se incrementa el intervalo de doble
apoyo en el suelo, hay disminución de la fuerza de miembros inferiores y del
movimiento de balanceo del tronco y de los brazos, ausencia del despegue de
talón con insuficiente despegue digital, además que el patrón de activación
muscular frente a una alteración postural es diferente al de la población joven.
La marcha del anciano sin patología específica es similar a una marcha con
cautela o restringida, como cuando se camina en una superficie resbalosa.
Esto sugiere una incapacidad de utilizar adecuadamente la información
sensorial. Los adultos mayores tienen dificultades a la hora de esquivar
obstáculos girando, dando un paso al costado o parando el movimiento,
también tienen dificultad para desarrollar estrategias proactivas y/o reactivas
para evitar el obstáculo. Ante un tropiezo tienen menor capacidad de
recuperación que los jóvenes. Esto se debe en parte a que al desplazarse el
centro de masa corporal hacia los límites de estabilidad, se debe dar un paso
para aumentar la base de sustentación. Esta acción voluntaria de dar un paso
se ve significativamente alterada en el adulto mayor, tanto en el largo del paso
como a la velocidad con que se realiza, indicando un retraso en la toma de la
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decisión. Todos estos factores tienden a comprometer su estabilidad, y


aumentar el riesgo de caídas.
6. ANALISIS.
7. CONCLUSIONES.
8. RECOMENDACIONES.
9. BIBLIOGRAFIA.
10. ANEXOS.

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