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FABRICACIÓN
MATERIALES REPARACIÓN
Todas las fases previas del ciclo constructivo van a repercutir en las posibles patologías que
pueden aparecer en la Fase de Mantenimiento, que se extiende a toda la vida útil de la Obra.
La durabilidad de los elementos estructurales, construidos con productos de acero, está sobre
todo ligada a los posibles fenómenos de corrosión que puedan desencadenarse y a los medios
de protección y actuaciones de conservación que se establezcan.
Conviene por último señalar que las calidades, que se han ido utilizando a lo largo de la historia
de la construcción en acero (Fundamentalmente interesan siglos XIX y XX), han sido muy
variables. Obviamente se ha evolucionado hacia calidades mejores, pero existen aún en
servicio obras con aceros antiguos que hay que adaptar o conservar. Se debe conocer a fondo
las características de este tipo de aceros para que las reparaciones, o bien las remodelaciones,
sean compatibles y respetuosas con la obra.
Inspección Rutinaria: Su objetivo es detectar, lo antes posible, los fallos aparentes que
podrían originar gastos importantes de mantenimiento o reparación, si no son corregidos a
tiempo. Se traducen en una vigilancia casi continua y frecuente del puente.
Inspección Principal: Son inspecciones más profundas y detalladas que las anteriores e
implican la observación minuciosa de todos los elementos. Son fundamentalmente,
inspecciones visuales sin utilización de aparatos especiales. Se realizan por personal
especializado bajo la supervisión de un ingeniero y son siempre objeto de un informe escrito,
con ayuda de Fichas-tipo, para dejar constancia del estado del puente.
a) Cimentación
b) Subestructura
c) Superestructura
d) Equipamientos
La tipología estructural vendrá definida por dos circunstancias básicas: la propia tipología de
sus elementos resistentes principales y la posición del tablero respecto a éstos.
Estructuralmente los elementos principales podrán ser vigas, cajones metálicos (uno o varios),
arcos, pórticos y mixtos acero-hormigón.
Los elementos resistentes principales, cuando son múltiples, llevan siempre algún tipo de
arrostramiento que permita su acoplamiento, sujeción y funcionamiento conjunto ante
determinados tipos de acciones como viento, empujes transversales, solicitación térmica, etc.
Como puede verse en las Figuras, los ordinarios son:
Suele tratarse habitualmente de perfiles laminados. En las uniones a los elementos principales
y en los cruces deben llevar acartelamientos.
En cuanto a la colocación del tablero, las posiciones más normales para cada uno de los casos
mencionados son: tablero superior y tablero inferior (ver esquemas en Figuras), aunque
también pueda hallarse el tablero intermedio y el suspendido mediante péndolas.
Un tablero de puente de carretera será en general (Figuras), conforme con alguna de estas dos
disposiciones.
I) Emparrillado de traviesas y largueros metálicos sobre los que se superpondrá un soporte del
pavimento (losetas hormigón, viguetas, elementos cerámicos o placas cerámicas nervadas).
En el primer caso deberán recogerse las observaciones sobre los componentes metálicos del
emparrillado en los apartados reservados en las Ficha-tipo para traviesas y largueros. Se
indicarán las tipologías de ambos, los estados de las uniones con otros elementos (principales
y arriostramientos) y entre ellos. En el apartado dedicado en la Ficha-tipo al tablero se incluirán
las características y estado de conservación de los elementos superpuestos al emparrillado
para soporte del pavimento. También se cumplimentará este apartado cuando el tablero sea
del segundo tipo citado.
Es muy frecuente, sobre todo en puentes antiguos, encontrarse con una serie de detalles
constructivos incorrectos. Así por ejemplo, en el caso de puentes de sección transversal en U
con tablero inferior y vigas trianguladas sin arriostramiento superior (a veces por no permitirlo el
gálibo), no se encuentran las necesarias cartelas de rigidez que debería tener, para dotar al
cordón superior de suficiente rigidez transversal. Aunque el problema no es tan vital como en el
caso de puentes de ferrocarril, si pueden provocarse ciclos de trabajo tensional incorrecto para
las sobrecargas de uso más pesadas (ver Figura).
En la Figura adjunta se indican las zonas de defectos más frecuentes para vigas de alma llena.
Conviene reseñar si existe carrera de dilatación suficiente en los extremos.
La Ficha-tipo reserva, por su importancia, un apartado especial a las uniones en las vigas o
elementos resistentes principales. Los casos ordinarios son las uniones mediante costuras
roblonadas o mediante soldadura (las primeras en caso de estructuras más antiguas). A
menudo en puentes reforzados se puede hallar la combinación de los dos tipos de unión, cosa
que no es nada aconsejable por producirse un trabajo tensional a veces imprevisible.
Hay que observar las deformaciones anormales del propio elemento. Si son deformaciones
permanentes se anotará si se produjeron faltas en la alineación y geometría del elemento,
torsiones, alabeos, etc.
● Daños del Material. Aparte de defectos originales que pudiera tener el material, que no serán
fáciles de determinar salvo que sean superficiales, lo más interesante es lo que respecta a la
corrosión o ataque superficial de los elementos metálicos. Sin duda la corrosión es el factor que
más contribuye al deterioro e inutilización para el Servicio de un tramo.
Los óxidos provocados por la corrosión ocupan volúmenes superiores al del metal original, lo
cual determina un efecto de acuñamiento que ocasiona abombamientos y rotura de uniones.
En los espacios mínimos que hay entre distintas platabandas se introducen por efecto de la
tensión superficial del agua, laminillas de espesor micrométrico que provocan auténticas pilas
electroquímicas.
limpieza concienzuda de los óxidos superficiales y la pintura vieja, esto hace de dudosa
eficacia el mantenimiento siendo a veces incluso contraproducente.
Se registrarán las disminuciones de espesor en las chapas corroídas.
Hay zonas donde se suele localizar la corrosión más; tal es el caso de las alas inferiores en sus
superficies horizontales cara arriba. En periodos de lluvias se acumulan charcos que
permanecen varios días; mayor es el efecto de retención con suciedades y tierra que se
mantienen húmedas durante tiempos superiores. En los elementos tipo o tipo cajón a veces no
se prevén los desagües u orificios de evacuación necesarios.
Puede encontrarse, en ciertos casos, ausencia de algunas componentes por pérdida o rotura.
También puede hallarse zonas agrietadas o con mermas de sección. Se mencionarán los
posibles elementos deformados o agrietados que se observen. La fisuración suele producirse
en zonas donde existen variaciones o concentraciones de tensión importantes.
En soldaduras y proximidades pueden localizarse a veces fisuras y fracturas frágiles por fatiga.
La fatiga es otra de las causas que pueden inducir una fisuración progresiva en algunos
elementos. Se produce por acumulación de ciclos de variación de tensiones. Las zonas
preferentes de desarrollo son las variaciones bruscas de sección, ángulos agudos sin
redondeo, arranque de cordones de soldadura, etc.
La corrosión tiene una serie de causas motivantes, en algunos casos compleja, Cuando
aparecen daño es difícil de corregir pero hay que intentar atajarlo lo antes posible. El grave
problema es que su aparición puede ser interna, no manifestándose exteriormente hasta estar
relativamente avanzado. En elementos de hormigón pretensado se añade la circunstancia
desfavorable de la tensión en la armadura activa, lo que lo reviste de mayor gravedad.
En la armadura del Tablero la corrosión aparece con distintas formas e intensidades y depende
de varios factores como pueden ser: Falta de compacidad del hormigón de recubrimiento, débil
espesor y carbonatación del miso, atmósfera agresiva, etc.
El Hierro Forjado se utilizó de forma exclusiva hasta el año 1.500. En España hay tradición de
buenos forjadores desde la invasión árabe. Muchas de las verjas de catedrales medievales se
conservan hoy día en perfecto estado. La soldadura mediante forja es un procedimiento
habitual desde los primeros tiempos.
La Fundición se generaliza a mediados del siglo XVI. Ya en el siglo XV aparece el alto horno.
En 1564 se construyen los primeros hornos con insuflación de aire, en Shifnal (Inglaterra),
iniciándose la fabricación industrial de la fundición. A partir de 1713 la fundición se ve
impulsada en Inglaterra con A. Darby que comienza a utilizar el coque, sustituyendo al carbón
vegetal, en la fabricación del hierro fundido.
Uno de los primeros usos estructurales de la fundición fue en las cadenas de un puente
colgante de 22 m de luz sobre el río Tees (Inglaterra) hacia 1741.
El puente de Coalbrookdale (1777-1779), sobre el río Severn en Shropshire (Inglaterra)
diseñado por A. Darby, nieto del fundidor, es considerado el primer puente de hierro. La
estructura es un arco de 30 m de luz y los nervios de fundición se fabricaron en la factoría de J.
Wilkinson, moldeando los semiarcos de 21 m de longitud.
Ya en el puente arco de St. Louis (1868-1874) construido por J.B. Eads se utiliza una elevada
proporción de acero, además del hierro pudelado. Aparece el primer acero aleado, propuesto
por Mushet y patentado en 1868, es el acero tungsteno para herramientas.
La fabricación inicial del acero no tenía la calidad alcanzada posteriormente. Se registraron
algunos fracasos y las leyes de Industria y Comercio inglesas prohibieron su empleo en
puentes hasta 1877.
En 1882 Hadfield descubre las propiedades del acero al manganeso.
El puente cantilever Firth of Forth (1883-1890) se construye con acero afinado en solera
Siemens-Martin después de realizar una abundante experimentación sobre el material.
Durante el primer tercio del siglo XX se inicia la fusión del acero en horno eléctrico y se realizan
avances e innovaciones en la fabricación del acero, como la adición de elementos de aleación
y tratamientos térmicos. En 1915 se aplican los primeros tratamientos térmicos de templado y
revenido al acero para estructuras.
En el tristemente célebre puente de Quebec se emplean aceros de buena calidad. En el puente
cantilever de Queensboro (1901-1909) se adopta por vez primera el acero al níquel, en
elementos sometidos a tracción y a cortante. En el puente de Florianápolis (1920-1926) se
utiliza acero templado y revenido.
En el puente cantilever del estrecho de Carquinez (1922-1927) se emplea acero al silicio.
Los aceros al silicio se habían empleado a finales del XIX, en la preparación de palastros para
acorazados y pantallas de cañones.
En el puente arco de Bayonne de O.H. Ammann (1928-1931) sobre el Kill van Kul en New
Jersey se utiliza por vez primera el acero al manganeso en puentes.
El puente cantilever de la bahía de S. Francisco (1933-1936) emplea acero al níquel y acero al
silicio.
La soldadura de llama comienza a emplearse a fines del siglo XIX. En 1885 se había iniciado la
soldadura al arco con electrodos de carbono y en 1889 aparecen las patentes N.G. Slavianoff
(Rusia) y C. Coffin (USA) de los electrodos metálicos de aportación. En 1912 Strohmenger
patenta (USA) el electrodo revestido.
En la Primera Guerra de 1914 la soldadura es muy utilizada como medio de unión. En 1916 la
soldadura oxiacetilénica es una técnica implantada y progresa la soldadura al arco.
En 1932 se introduce el flux. En 1935 el arco sumergido. En1939 la TIG. Con la introducción
masiva, en la década de 1930, de la soldadura al arco en astilleros, aparecen numerosos
fracasos.
Las aleaciones del hierro, con pequeñas proporciones de carbono, determinan unas nuevas
propiedades físico-mecánicas y microestructurales, que mejoran notablemente sus
aplicaciones tecnológicas. Se trata de los aceros y las fundiciones.
A medida que aumenta el porcentaje de carbono, se aprecia un incremento del límite elástico,
resistencia y dureza del acero, mientras que disminuyen ductilidad (alargamiento y estricción) y
resiliencia. Por ello, en la tecnología industrial, se suelen clasificar con la nomenclatura
siguiente:
Temperatura (ºC)
Líquido Líquido
+ +
Austenita Cementita
1150
Austenita
Austenita Ledeburita
+ +
F +A A+C
720
final del eutéctico trasformado es una distribución uniforme característica de cristales oscuros
de ferrita dispuestos, de modo regular, sobre un fondo claro de cementita.
Las fundiciones hipoeutécticas corresponden a contenidos en carbono entre 2,06% y 4,3%. Las
dos fases iniciales son austenita saturada, que va solidificando, hasta dejar un resto de
ledeburita. La microestructura final se forma por separación de la cementita secundaria, de la
austenita y la ledeburita. Ya a temperatura ambiente, la fundición hipoeutéctica queda
constituida por cementita secundaria, cementita primaria y perlita.
El carbono puede llegar a aglutinarse, en determinadas circunstancias, formando Grafito. En
las fundiciones hipoeutécticas no suele formarse grafito, salvo que el enfriamiento sea muy
lento. Para contenidos en carbono inferiores al 2% no se forma grafito, por lento que sea el
enfriamiento. Sin embargo, un calentamiento prolongado durante horas, entre 900 y 1000 ºC,
puede llegar a precipitar grafito en forma de nódulos (carbono de recocido).
El contenido elevado de silicio favorece muy claramente la formación de grafito.
En los aceros, además del hierro y carbono, aparecen otros elementos, algunos con
propiedades favorables, pero otros indeseables y que deben ser controlados. Entre los
elementos secundarios, con carácter de impurezas, destacan el azufre y el fósforo.
En los aceros de armaduras activas para pretensado, el contenido en azufre debe ser inferior al
0.025%.
El Fósforo (P) tiene igualmente el carácter de impureza. El fósforo se difunde con dificultad en
la red metálica, debido a su elevado diámetro atómico. Cuando se difunde en la ferrita tiende a
fragilizarla, circunstancia que a veces es útil favoreciendo la mecanización. Se localiza también
en los bordes de grano.
Los antiguos hierros pudelados tenían altos contenidos en fósforo. Pueden ser soldables
utilizando electrodos básicos.
El acero preoxidado “Corten” llega a contenidos en fósforo del 0,15%.
En los aceros de armaduras activas para pretensado, el contenido en fósforo debe ser inferior
al 0.02%.
El Manganeso (Mn) es el cuarto elemento secundario. Sirve como controlador del azufre
mediante el mecanismo de formación de (SMn). Aumenta considerablemente la dureza y
resistencia al desgaste de los aceros (carriles, rodamientos, etc.), que alcanza su máximo
hacia el 12 % de manganeso.
Es también fuertemente reductor y por tanto tiene una misión desoxidante, añadiéndose a la
colada en forma de ferromanganeso. Es gammágeno, es decir, favorece la conversión a la fase
alotrópica de Fe-γ y retiene la presencia de austenita. Tal es el caso de los aceros austeníticos
(12 % Mn) y aceros Hadfield (12 -14 % Mn y 1.5 % C). Los aceros Hadfield ofrecen elevadas
prestaciones de resistencia y alargamiento (se someten a un enfriamiento rápido desde los
1000 ºC).
El manganeso favorece las operaciones de temple, pudiéndose llegar casi al 2% de adición, sin
perder la capacidad de soldabilidad. En fundiciones, el manganeso dificulta la formación de
grafito.
En las armaduras activas de pretensado, el manganeso oscila en el intervalo del 0.50% a
0.90%. Por debajo del 0.50% la presencia de sulfuros de hierro indeformables induciría daños
durante el proceso de trefilado, mientras que por encima del 0.90% pueden producirse
estructuras frágiles.
Además de los elementos secundarios se pueden presentar otros metales en pequeñas
proporciones. Si estas proporciones aumentan de forma significativa, se sale del campo de los
aceros al carbono, habituales en la construcción, entrando en el campo de los aceros para
herramientas o de los aceros aleados.
El Aluminio (Al) se suele añadir durante la fabricación, junto con el silicio, para favorecer la
desgasificación de la colada y evitar la formación de burbujas. El aluminio actúa como fijador
de nitrógeno. Los aceros calmados FF contienen elementos fijadores de nitrógeno, en cantidad
suficiente (por ejemplo, un contenido mínimo en aluminio del 0.020%) para fijar el nitrógeno
libre.
El Vanadio (V) mejora notablemente la calidad del acero para pequeñas proporciones,
aumentando su límite elástico, resistencia y ductilidad. Tiene propiedades desoxidantes.
En aceros de pretensado se suelen añadir pequeñas proporciones de vanadio
El Cromo (Cr) es un elemento alfágeno y forma óxidos de cromo. Aumenta el límite elástico, la
resistencia y la dureza, sin reducir la ductilidad. Disminuye la resiliencia.
El cromo es el elemento fundamental de los aceros inoxidables.
En aceros de pretensado se suelen añadir pequeñas proporciones de cromo.
De entre los aceros aleados, tienen cada vez mayor aplicación los aceros inoxidables.
Los Aceros Inoxidables, según la norma UNE-EN 10088-1:2015, deben tener un contenido en
cromo de al menos el 10.5 % y un contenido máximo en carbono del 1.2 %.
El cromo se combina con el carbono formando carburos de cromo. El cromo no combinado con
el carbono determina su resistencia frente a la corrosión.
40 0 % Ferrita
5 % Ferrita
30 10 % Ferrita
AAuusstteenniittaa
20 % Ferrita
20 40 % Ferrita
AA++M
M 80 % Ferrita
10 100 % Ferrita
M
Maarrtteennssííttaa 0 1
M++FF
AA++M
FFeerrrriittaa
0 Eq. Cromo (%)
20 30 40
Diagrama de Schaeffler
Eq. Ni = % Ni + 30 ( % C ) + 30 ( % N ) + 0.5 ( % Mn )
La norma UNE-EN 10088:2015 establece una división de los aceros inoxidables en los grupos
siguientes:
• Inoxidables Ferríticos
• Inoxidables Martensíticos y Endurecidos por precipitación
• Inoxidables Austeníticos
• Inoxidables Austeno-Ferríticos
Los Aceros Inoxidables Ferríticos deben limitar su contenido en carbono, a un máximo del
0.08 %, incluyendo proporciones elevadas de cromo (Cr), entre el 10.5 % y el 30 %, como
TEMA Nº 6 PATOLOGÍA DE PUENTES METÁLICOS
Francisco J. Sáinz de Cueto Torres 15
CURSO DE EXPLOTACIÓN Y CONSERVACION DE CARRETERAS
MODULO Nº 8 OBRAS DE FÁBRICA.
elemento principal de aleación. Dado el carácter fuertemente alfágeno del cromo presentan una
estructura ferrítica. Se utilizan en menaje, industria química, recipientes, barras, etc. Son
aceros perfectamente soldables.
Los Aceros Inoxidables Martensíticos tienen un contenido en carbono superior a los ferríticos
(0,08 a 1%). Su resistencia mecánica se incrementa notablemente con el temple, aunque debe
realizarse un posterior revenido para eliminar su fragilidad. El elemento esencial de aleación es
igualmente el cromo (Cr), en proporciones del 11.5 % al 19 %. La microestructura es
martensítica y sus propiedades de dureza y resistencia al desgaste propician su utilización en
cuchillería, rodamientos, lámina de envoltorio, etc.
Partiendo de la estructura martensítica, puede realizarse un tratamiento térmico final de
endurecimiento por precipitación de compuestos ínter metálicos, que aumentan sensiblemente
su resistencia a la corrosión.
Los Aceros Inoxidables Austeníticos son los de mayor interés en ingeniería. El contenido en
carbono debe ser inferior al 0.03 %. Además de proporciones elevadas de Cr, del 16 al 28 %,
incluyen Ni en cuantías del 6 al 32 %. Dado el carácter fuertemente gammágeno del níquel,
presenta una estructura típicamente austenítica. La estabilidad de la austenita puede
incrementarse con la presencia de otros compuestos gammagenos como el carbono,
manganeso, nitrógeno, cobre, etc.
Níquel (%)
20
AAuusstteennííttiiccooss
15
10
EEnndduurreecciibblleess AAuusstteennooffeerrrriittiiccooss
M
Maarrtteennssííttiiccooss FFeerrrriittiiccooss
Cromo (%)
0
10 15 20 25 30
Los aceros austeníticos de muy bajo contenido en carbono (> 0.030 %) evitan la corrosión
intergranular, al no formarse carburos de cromo, ya que el carbono existente se mantiene en
forma de solución sólida.
Los aceros austeníticos con adición de molibdeno mejoran su resistencia a la corrosión por
cloruros (ambiente marino). En cambio, tiene un efecto desfavorable frente al ácido nítrico y los
vapores nitrosos.
Los aceros austeníticos estabilizados son los que evitan la precipitación de carburos de cromo,
por tratamiento térmico o soldadura, mediante adición de Titanio (Ti) o Niobio (Nb).
Los aceros superausteníticos incluyen altos contenidos de cromo y molibdeno. El contenido en
nitrógeno suele ser elevado. Ofrecen una buena resistencia a la corrosión en ambientes
agresivos.
En general, todos los aceros austeníticos son muy tenaces (alta resistencia y ductilidad). Su
resistencia mecánica no puede aumentarse mediante temple, u otro tratamiento térmico. En
cambio, puede favorecerse por adición de nitrógeno, o deformación mecánica en frío. También
poseen una notable resiliencia, incluso a bajas temperaturas.
Además del hierro, el carbono, los elementos secundarios y metales, aparecen otros elementos
y compuestos, en el acero, en forma de impurezas o Inclusiones. Los más importantes son los
Sulfuros de Hierro (SFe) y Manganeso (SMn), los Óxidos de Manganeso (MnO), de Hierro o
Wüstita (FeO), los Carburos dobles de Hierro y otro metal (Tungsteno, Molibdeno, Cromo,
Vanadio), la Sílice (SiO2) y la Alúmina (Al2O3). Los Silicatos de Calcio y Magnesio y los Nitruros
de Hierro, Titanio y Circonio.
Los distintos tipos de inclusiones suelen responder a formas características (globulares,
alargadas, etc.), lo que permite su cuantificación mediante técnicas digitales de imagen.
Algunos gases pueden difundirse por la red cristalina como el Nitrógeno e Hidrógeno. Este
último puede producir problemas de fragilización.
Tipo
Grado S235 S275 S355
JR S235 JR S275 JR S355 JR
J0 S235 J0 S275 J0 S355 J0
J2 S235 J2 S275 J2 S355 J2
K2 ---- --- S355 K2
Se admiten los estados de desoxidación FN (no se admiten los efervescentes en los grados JR
y J0) y FF (aceros calmados en el caso de los grados J2 y K2).
Todos los tipos y grados de acero de esta Tabla son, generalmente, aptos para el soldeo por
todos los procedimientos. La soldabilidad es creciente desde el grado JR al K2.
Los aceros laminados en caliente tendrán un carbono equivalente CEV, basado en el análisis
de colada, que cumplirá las especificaciones:(en función del tipo de acero y espesor nominal de
producto) de la Tabla siguiente:
Los aceros laminados en caliente tendrán un límite elástico mínimo y una resistencia a tracción
comprendida entre los límites especificados (en función del tipo de acero y espesor nominal de
producto) de la Tabla siguiente:
Los aceros laminados en caliente tendrán la resiliencia mínima (en función del grado de acero,
temperatura y espesor nominal de producto) de la Tabla siguiente:
Tipo
Grado S275 S355 S420 S460
N S275 N S355 N S420 N S460 N
NL S 275 NL S355 NL S420 NL S460 NL
Los aceros normalizados de grano fino tendrán un fósforo y azufre, basado en el análisis de
producto, que cumplirá las especificaciones de la Tabla siguiente:
Los aceros normalizados de grano fino tendrán un límite elástico mínimo y una resistencia a
tracción comprendida entre los límites especificados (en función del tipo de acero y espesor
nominal de producto) de la Tabla siguiente:
En los aceros normalizados de grano fino, la resiliencia puede ensayarse sobre probetas
mecanizadas en dirección longitudinal y transversal.
Tipo
Grado S275 S355 S420 S460
M S275 M S355 M S420 M S460 M
ML S 275 ML S355 ML S420 ML S460 ML
Los aceros laminados termomecánicamente de grano fino tendrán un fósforo y azufre, basado
en el análisis de producto, que cumplirá las especificaciones de la Tabla siguiente:
Los aceros laminados termomecánicamente de grano fino tendrán un límite elástico mínimo y
una resistencia a tracción comprendida entre los límites especificados (en función del tipo de
acero y espesor nominal de producto) de la Tabla siguiente:
Tipo
Grado S235 S355
J0 S235 J0W S355 J0W
J2 S235 J2W S355 J2W
K2 --- S355 K2W
Los aceros autopatinables son soldables, pero su soldabilidad no es ilimitada para los
diferentes procesos de soldadura. El PPTP debe recoger las características específicas del
proceso y la información que debe facilitar el suministrador a la Dirección de Obra. Debe
eliminarse la pátina al menos a 20mm de los bordes de la unión.
====================
Los aceros de alto límite elástico, en la condición de templado y revenido, contemplada por la
Instrucción EAE:
• UNE-EN 10025-6:2007+A1:2009 “Productos laminados en caliente de aceros para estructuras.
Parte 6: Condiciones técnicas de suministro de los productos planos de aceros estructurales de
alto límite elástico en la condición de templado y revenido
Tipo
Grado S460
Q S460 Q
QL S460 QL
QL1 S460 QL1
Los aceros templados y revenidos, de alto límite elástico, tendrán un fósforo y azufre, basado
en el análisis de producto, que cumplirá las especificaciones de la Tabla siguiente:
Los aceros templados y revenidos, de alto límite elástico, tendrán un límite elástico mínimo y
una resistencia a tracción comprendida entre los límites especificados:
Los aceros templados y revenidos, de alto límite elástico, tendrán la resiliencia mínima (en
función del grado de acero, dirección de probeta y temperatura) de la Tabla siguiente:
Estricción (%)
Grado
Mínimo media de 3 ensayos Mínimo individual de ensayo
Z15 15 10
Z25 25 15
Z35 35 25
====================
Respecto a la superestructura del puente, lo más habitual es que esté ejecutada, o reformada
con posterioridad, mediante elementos de hormigón armado. Los aceros que vamos a
encontrar en las inspecciones, en plataforma y aceras, pueden ser armaduras de ferralla
ejecutada con barras de acero para el refuerzo del hormigón y especialmente frecuentes son
las mallas electrosoldadas.
Según la Instrucción de Hormigón Estructural EHE-08, se define por malla electrosoldada “la
armadura formada por la disposición de barras corrugadas o alambres corrugados,
longitudinales y transversales, de diámetro nominal igual o diferente, que se cruzan entre sí
perpendicularmente y cuyos puntos de contacto están unidos mediante soldadura eléctrica,
realizada en un proceso de producción en serie en instalación industrial ajena a la obra, que
sea conforme con lo establecido en UNE-EN 10.080:2006”.
Se emplean con ventaja en los elementos superficiales de forjados, muros, losas, zapatas, etc.
Tiene muchas ventajas: son de fácil y rápida puesta en obra, se pueden evitar los posibles
errores de colocación durante la ejecución, contando con un buen anclaje al existir una
armadura transversal.
Se definen los diferentes tipos de mallas electrosoldadas, en función del acero con el que están
fabricadas, según se recoge en la Tabla siguiente:
Las mallas pueden ser a su vez: estándar, cuando es fabricada conforme a requisitos definidos
en la norma UNE-EN 10.080:2006 (AENOR 2006) y especiales, cuando no es estándar sino
que ha sido fabricada conforme a unos requisitos especificados por el usuario.
Las normas que definen las características y establecen los métodos de ensayo de cada tipo
de mallas electrosoldadas, han sido revisadas muy recientemente: