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Contenido

ANTECEDENTES DEL AUTOR ............................................................................................ I


DEDICATORIA ................................................................................................................ II
PALABRAS DEL AUTOR .................................................................................................. III
PRÓLOGO ...................................................................................................................... V
1. VÍNCULO JURÍDICO EXISTENTE ENTRE LA AUTORIDAD Y CONTRIBUYENTE. .............. 1
2. METODOS DE INTERPRETACIÓN DE LAS LEYES FISCALES. ......................................... 4
3. PRINCIPIO DE LEGALIDAD. .................................................................................... 10
4. PRINCIPIO DE SEGURIDAD JURÍDICA Y GARANTÍAS INDIVIDUALES. ........................ 14
4.1. GARANTIA DE IRRECTROACTIVIDAD DE LA LEY. ............................................................. 15
4.2. GARANTÍAS DE MANDAMIENTO ESCRITO, AUTORIDAD COMPETENTE,
FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. ................................................................................... 18
4.3. GARANTÍA DE AUDIENCIA O DEL DEBIDO PROCESO. ................................................. 27
5. DERECHO DE PETICION Y LA NEGATIVA FICTA........................................................ 30
6. EL ARTICULO QUINTO DEL CÓDIGO FISCAL A LA LUZ DEL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y
TIPICIDAD. ................................................................................................................... 36
7. LA RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA. ............................................................. 39
8. ARGUMENTOS CONTRA MULTAS. CASOS PRACTICOS. ........................................... 50
9. AMPARO INDIRECTO CONTRA EL REQUERIMIENTO DEL CUMPLIMIENTO DE LAS
OBLIGACIONES OMITIDAS. CASO PRÁCTICO. ................................................................ 96
10. ESCRITO DE UNA RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA. .................................. 115
REFERENCIAS ............................................................................................................. 136
ANTECEDENTES DEL AUTOR

Egresado de la Escuela Profesional de Comercio y Administración con el título de


Licenciado en Contaduría.
Egresado por parte de la Universidad Insurgentes campus León, Guanajuato,
obteniendo el título de Licenciado en Derecho.
Maestro en Derecho Fiscal, título obtenido en la Universidad Humanitas, campus
Querétaro.
Abogado y contador consultor, litigante en materia fiscal y administrativa, asesor en
el ámbito fiscal, como miembro de la firma SAE, MARSADI Y ASOCIADOS, S.C.
Implementador de controles internos y estrategias fiscales.
Capacitador certificado del tema “compliance tributario”, avalado por la SEP
mediante la titulación por competencias.
Ex catedrático de la materia de Derecho Fiscal en la Universidad del Centro de
México, plantel León, Guanajuato.
Ex miembro de la Asociación de Investigación Fiscal del Estado de Guanajuato.
Miembro del Colegio de Contadores Públicos de León A.C.
Conferencista a nivel nacional en temas relacionados con la materia del derecho
fiscal.
Autor del libro, “Excel con enfoque contable y administrativo”.
Autor del libro, “Derecho Fiscal Práctico”, edición primera, segunda y tercera.
Autor del libro, “Medios de defensa contra actos de molestia y privativos de la
autoridad fiscal”.
Autor del libro, “Compliance fiscal. Guía para su implementación”.

I
DEDICATORIA

La presente obra está dedicada a todos los alumnos,


instructores y profesores de la escuela “la última defensa
H.F.” del municipio de León, Guanajuato; toda vez que, con
su ejemplo me han recordado y mostrado el camino de la
auto superación.

II
PALABRAS DEL AUTOR

Con las reformas fiscales realizadas a partir del año dos mil diecinueve para entrar
en vigor al ejercicio siguiente, en especial con la implementación de carácter
obligatorio del famoso buzón tributario, bajo el argumento que para simplificar la
comunicación entre los sujetos de la contribución era menester proporcionar medios
de contacto de manera imperativa; además, con la aprobación de cambios a
diferentes artículos de las leyes tributarias en especial al Código Fiscal de la
Federación, en concreto, en lo referente a que las notificaciones y otros actos por
parte de la autoridad serían realizadas por medio electrónico, al plasmar en dichas
reformas fiscales que la firma electrónica del funcionario competente sustituiría la
firma autógrafa; ante tal situación, se esperaba un bombardeo por parte de la
autoridad fiscal para ejercer ciertas facultades, en especial la emisión de
requerimientos y multas por incumplimientos a las disposiciones fiscales, y como
consecuencia lógica, la determinación de sanciones fiscales; toda vez que, al utilizar
ésta herramienta tecnológica, le traería una disminución considerable en sus gastos
de operación, así como un incremento en la recaudación fiscal bajo el concepto de
aprovechamientos por cobro de multas fiscales.

Bajo el contexto anterior, es que se empezó a “bombardear” a los contribuyentes


con la emisión masiva de requerimientos fiscales, solicitando que cumplieran con
las obligaciones omitidas, advirtiendo que, en caso de haber cumplido con la
presentación de dichas obligaciones, se hiciera caso omiso al requerimiento; sin
embargo, la multa vinculada al requerimiento llegaba de manera automática al
buzón tributario, dejando la carga de desvirtuar el incumplimiento al contribuyente.
Dado que los requerimientos y las multas fiscales se notifican por buzón tributario,
varios contribuyentes no tenían la precaución de revisar su buzón, por tanto, se
daban cuenta de que había un crédito fiscal en firme hasta que llegaba la autoridad
al domicilio fiscal para efectuar el cobro coactivo mediante el procedimiento
administrativo de ejecución; no es de soslayar lo siguiente, a pesar de que la
autoridad fiscal se encuentra obligada a enviar un aviso al correo electrónico
proporcionado por el contribuyente, comunicándole que tiene una notificación en su
buzón fiscal, con el objeto de que lo abra en el transcurso de tres días hábiles
después del día siguiente a cuando recibió dicho aviso en su correo electrónico;
caso contrario, se tendrá por notificado al cuarto día siguiente a su emisión; sin
embargo, no se debe perder de vista que en la práctica la mayoría de contribuyentes
realizan el trámite de “dar de alta” su buzón tributario, por medio de un contador
independiente, el cual proporciona como medio de contacto un correo electrónico

III
no institucional, trayendo como consecuencia que a través del tiempo ese correo
pueda quedar “obsoleto” o sin utilizar por olvido de la cuenta o la contraseña, entre
otras situaciones, truncando la comunicación efectiva con la autoridad y como
consecuencia, que el contribuyente afectado tenga conocimiento de su situación
fiscal ya muy tarde, cuando tiene el crédito fiscal en firme, aún más, una vez pasado
el tiempo para poder ejercer algún medio de defensa, quedando a merced y al
arbitrio de la autoridad fiscal.

Ahora bien, las multas fiscales, principalmente por el incumplimiento de no presentar


declaraciones obligatorias son de una cuantía bastante considerable, repercutiendo
en el patrimonio de los pequeños y medianos contribuyentes, así como de los
profesionista, arrendadores, entre otros con ingresos no considerables, quienes
recienten más el impacto económico, a tal grado que, una multa por varias
obligaciones les pueda generar una pérdida financiera real, además, con el
“engorroso” trámite para solicitar la condonación de multas, necesitan la ayuda de
un profesionista, resultando que al condonar solo un porcentaje del total de la multa,
más el costo por los servicios del profesional para realizar el trámite, casi le resulte
la misma cantidad a desembolsar; o bien, la afectación económica sea demasiada
en base a la capacidad contributiva del afectado; lo antes expresado, se verá en un
caso real en el presente trabajo, en el capítulo correspondiente a la “reconsideración
administrativa”, toda vez que, un contribuyente por ignorar que tenía tres multas en
firme, por no tener acceso a el correo electrónico de contacto, pues, la persona que
lo había proporcionado ya no laboraba para él, siendo que el correo no era
institucional, esto ocasionó que por desconocimiento no pudiera acceder a su buzón
tributario de manera puntual, y a través del tiempo, perdiera toda posibilidad de
impugnar las multas, originándose un crédito fiscal por más de noventa mil pesos,
lo cual era demasiado representativo para el contribuyente.

Por otra parte, la relación que vincula al contribuyente con la autoridad debe estar
apegada a las normas jurídicas, por tanto, así como el contribuyente es sujeto de
obligaciones, también la autoridad fiscal se encuentra en igualdad de circunstancias
al efectuar cualquier acto de molestia, dicho esto, los requerimientos y las multas
emitidas por la autoridad competente se deben realizar bajo un marco de legalidad,
pues al no realizarlas en este solemne contexto, el acto administrativo carecería de
validez, ante ésta situación, es un derecho del gobernado emplear cualquier medio
de defensa para combatir la ilegalidad del acto, más aun, ahora que ya se cuentan
con diferentes medios electrónicos para poder solicitar la nulidad del acto
administrativo, como el recurso de revocación, la demanda de nulidad o el amparo,
todos en línea, permitiendo acceder a todos estos medios para resolver
controversias de manera más pronta sin tanta burocracia.

IV
PRÓLOGO

El contenido en la presente obra, encuentra su origen en la necesidad de confrontar


a la autoridad con las herramientas legales que nos proporcionan las diferentes
normas administrativas y judiciales, pues, siguiendo el principio de igualdad, donde
a la autoridad solo le está permitido realizar lo que la ley disponga con antelación al
hecho; en estas condiciones, el gobernado debe contar con la literatura idónea para
conocer un poco más de esas limitaciones a que se encuentra afecta la autoridad;
de tal manera que al comprender los alcances de la autoridad fiscal, se encuentre
en posibilidad de ejercer sus derechos humanos inherentes en los principios de
seguridad jurídica y legalidad, con el propósito de proteger su esfera legal.

Además de lo anterior, resulta imperante actualmente, echar a andar los sistemas


jurisdiccionales, con el propósito de “alzar la voz” de manera legal y pacífica, ante
la sensación por parte de la autoridad fiscal, que los contribuyentes deben
encontrase “sometidos y subordinados a su poder”, conllevando con esto, a que la
relación entre los sujetos activos y pasivos de la contribución, sea una relación de
temor y no de igualdad ante la ley; bajo esta tesitura, al ejercer de manera activa los
derechos con los que se encuentra revestido el contribuyente ante la ley,
simplemente se hace una inercia para que la autoridad fiscal se “profesionalice”, y
que cualquier acto administrativo que pretenda ejercer lo haga con las formalidades
adecuadas, para no contravenir las disposiciones fundamentales y derechos
humanos inherentes al afectado, trayendo como consecuencia que la relación
jurídica entre ambos sea de igualdad, tal y como lo dicta nuestra constitución, no de
supra y subordinación.

Por los motivos antes expuestos, el texto tiene el enfoque de ser eminentemente
práctico, solo con la teoría indispensable, por lo tanto, el autor pretende llevar de la
mano al lector para que comprenda la relación existente entre el contribuyente y la
autoridad fiscal, remitiéndonos a su fuente; de tal manera que se tengan las bases
elementales para poder ejercer los derechos con que cuenta el afectado en base al
principio pro persona, establecido en el artículo primero constitucional.

V
Además, se muestra el origen y esencia de las multas fiscales, así como su alcance
y contenido, pues en base a esto, el lector deberá identificar si las mismas fueron
emitidas acordes a los principios de legalidad y seguridad jurídica, contenidos en
los artículos catorce y dieciséis de nuestra carta magna; caso contrario, contar con
los elementos necesarios para contravenir tales multas, en base a razonamientos y
argumentos lógico-jurídicos.

Los argumentos mencionados en el párrafo anterior, se encuentran explicados en


los temas relativos a los principios de igualdad y seguridad jurídica, sin embargo, en
el tema referente a los casos prácticos, la teoría se ve inmersa o “aterrizada” en lo
real, esto es, lo abstracto se vuelve concreto, dando como resultado que el
estudioso de este libro pueda tener las herramientas adecuadas para una situación
en particular.

Por último, se presenta un caso cien por ciento práctico de un escrito de


reconsideración administrativa, cuando un contribuyente perdió la oportunidad de
emplear todos los medios de defensa disponibles para nulificar el acto
administrativo.

Se espera que la obra cumpla con las expectativas del lector y sea el inicio para
que, en base al ejercicio de sus derechos, pueda contribuir a que la autoridad se
concientice y comprenda que el contribuyente se encuentra en el proceso de
profesionalización en esta apasionante materia, por tanto, la autoridad se deberá
apegar a lo dictado en las leyes, tomando como emblema el principio de legalidad,
fuente por excelencia de la relación jurídico-tributaria entre ambos sujetos de la
contribución.

VI
1. VÍNCULO JURÍDICO EXISTENTE
ENTRE LA AUTORIDAD Y
CONTRIBUYENTE.

Para abordar éste interesante tema, resulta de suma importancia comprender


el vínculo existente entre el estado y gobernado en materia tributaria, siendo
necesario indagar el origen de dónde emana la relación entre estos dos sujetos
de la contribución; debiendo indubitablemente citar el artículo 31, en su
fracción IV de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el
cual dicta:
“Artículo 31. Son obligaciones de los mexicanos:
…………………………………………………………….………………………………………………
IV. Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación, como de los Estados,
de la Ciudad de México y del Municipio en que residan, de la manera proporcional y
equitativa que dispongan las leyes. “ (Congreso de la Unión, 1917-21)

De la disposición que antecede, se desprende de manera concreta que la fuente


de esta relación entre los dos sujetos, la encontramos dicha fracción IV, del
artículo 31 constitucional, al dictar que son obligaciones de los mexicanos
(sujeto pasivo), contribuir para el gasto público de manera proporcional y
equitativa de acuerdo a lo que dispongan las leyes (vinculo existente), este
gasto lo deberá recabar y ejercer la Federación, los Estados, la Ciudad de
México o el Municipio (sujeto activo). De lo anterior, se desprende de manera
inequívoca que la relación entre ambos sujetos es jurídica o de derecho, no de
poder; toda vez que al contener la premisa, “de acuerdo a lo que dispongan las
leyes”, hace alusión de manera innegable al principio de legalidad y por ende al
principio de seguridad jurídica; por tanto, la autoridad solo le estará permitido
hacer lo que la ley expedida antes del hecho generador le faculta, y al
gobernado hacer lo que la misma no le prohíbe; siendo dicha relación de
carácter personal, confiriendo a ambos sujetos derechos y obligaciones,

1
situándolos en este contexto, en un plano de igualdad ante la ley, nunca de
poder o subordinación, puesto que a ambos sujetos se les confieren facultades
y compromisos. Abundando un poco más en el principio de legalidad y
seguridad jurídica, contenidos en el artículo 14, en su segundo párrafo de
nuestra carta magna, se sostiene que todo acto, al implicar la privación de
propiedades o derechos, debe ser previamente seguido de un juicio, proceso o
procedimiento, realizado conforme a las leyes expedidas con anterioridad al
hecho, con la finalidad de proporcionar seguridad jurídica al sujeto pasivo de la
contribución, al garantizar un debido proceso por causa del acto de molestia
realizado por autoridad competente, el cual debe estar fundado y motivado;
ampara lo anterior, el ya mencionado artículo 14 constitucional el cual reza:

“Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna.

Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos,


sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que
se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes
expedidas con anterioridad al hecho.”

En base a lo expuesto al momento, se desprende de manera indubitable la


siguiente premisa mayor: que la relación jurídica tributaria entre el sujeto activo
y sujeto pasivo de la contribución, descansa en el principio de legalidad; luego,
nos encontramos ante una segunda premisa verdadera, al reconocer que la
autoridad fiscal, es el sujeto activo de la relación tributaria; entonces, debemos
concluir que es obligación de la autoridad fiscal apegarse al principio de
legalidad. De lo anterior, podemos obtener un segundo silogismo, basado en la
siguiente premisa positiva, la cual dicta: el principio de legalidad ordena que
todo acto de molestia efectuado por la autoridad fiscal, deberá cumplir con las
formalidades expedidas por la ley antes del hecho; la premisa menor, la
basamos en que los actos administrativos, son un acto de molestia realizado
por el sujeto activo de la contribución; por tanto, los actos administrativos
realizados por la autoridad fiscal, deben cumplir con todas las formalidades
expedidas por la ley al llevar a cabo el acto administrativo.

2
Bajo los anteriores argumentos lógico-jurídicos, se desprende de manera
inconcusa, que el sujeto activo al realizar cualquier acto administrativo, jamás
debe pasar por alto los principios de legalidad y seguridad jurídica, contenidos
en los artículos 14, segundo párrafo y 16, en su primer párrafo de nuestra carta
magna. No es de soslayar que, a pesar de ser una obligación del sujeto pasivo
contribuir para el gasto público, también es loable señalar que tiene un derecho
inherente, consistente en saber, cómo va a contribuir, cuándo deberá
contribuir, de qué manera, qué cantidad, y sobre qué base, entre otras
cuestiones; lo anterior, debe ser plasmado de manera clara y precisa en la
norma fiscal impositiva que repercuta en la esfera legal del gobernado, para no
crear incertidumbre jurídica en el contribuyente, de tal suerte que, el sujeto
activo aunque se encuentre facultado, siendo su derecho exigir y recabar dicha
contribución, siempre deberá o se encuentra obligado a actuar conforme a lo
estipulado en la norma legal, sin caer en excesos o arbitrariedades, ni mucho
menos en pretender interpretar la ley a su manera o conveniencia, que pudiera
suscitar que cayera en un desvío de poder; de tal manera que el vínculo
tributario entre ambos sujetos, siempre estará enfocado a la legalidad y
seguridad, siendo esta la razón, que en el argot fiscal a dicha relación se le
conoce como vinculo jurídico tributario. Se reitera, que con el objeto de otorgar
seguridad y certidumbre jurídica al gobernado, todo acto administrativo que
establezca cargas al particular, deberá ser lo suficientemente claro,
estableciendo de manera precisa y detallada los elementos que componen la
estructura de la contribución del acto, para con esto, estar en posibilidad de
contestar a las preguntas del quién, cómo, cuándo, dónde y en su caso, cuánto
se debe contribuir; dichos elementos, en concordancia a la doctrina en materia
fiscal son los que se citan a continuación:
a) El hecho imponible.
b) Los elementos subjetivos (sujeto activo y sujeto pasivo).
c) La base del impuesto.
d) El tipo de gravamen.
e) El periodo de imposición.

3
2.METODOS DE INTERPRETACIÓN DE
LAS LEYES FISCALES.

Del tema expuesto con antelación, se desprende que todo acto de molestia
debe contener de manera clara y precisa los elementos que componen la
estructura del acto administrativo, pues así lo dispone de manera atinada el
artículo quinto del Código Fiscal de la Federación, en armonía con el artículo
31, en su fracción IV de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, toda vez que, al dictar de manera imperativa que las cargas al
particular para ser revestidas de validez, es necesario que se encuentren
establecidas en la ley fiscal, sean proporcionales, equitativas, además de que
sean destinadas al pago del gasto público, entonces, no se puede soslayar que
es requisito indiscutible, se plasmen en el acto administrativo, los elementos
esenciales de dicha contribución, como son el sujeto, objeto, base, tasa o tarifa,
aplicando las disposiciones generales de observancia obligatoria, dictadas con
anterioridad al caso concreto de cada causante, y así el contribuyente pueda
en todo momento conocer la forma cierta de contribuir para los gastos públicos
de la Federación, del Estado o Municipio en que resida; resulta conveniente
mencionar que dichos elementos, deben ser aplicados de manera estricta, sin
embargo, en caso de dudas de interpretación, cuando alguno de los elementos
pudiera crear controversia de aplicación, entonces, dichas dudas se deberán
dilucidar acorde a los métodos permitidos por nuestro derecho fiscal, con la
finalidad de fundar lo anterior, permítasenos citar el mencionado artículo
quinto, del Código Fiscal de la Federación, el cual de manera textual establece
que:

“Artículo 5o.- Las disposiciones fiscales que establezcan cargas a los particulares
y las que señalan excepciones a las mismas, así como las que fijan las infracciones
y sanciones, son de aplicación estricta. Se considera que establecen cargas a los
particulares las normas que se refieren al sujeto, objeto, base, tasa o tarifa.

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Las otras disposiciones fiscales se interpretarán aplicando cualquier método de
interpretación jurídica. A falta de norma fiscal expresa, se aplicarán
supletoriamente las disposiciones del derecho federal común cuando su aplicación
no sea contraria a la naturaleza propia del derecho fiscal.” (Código fiscal de la
Federación, 1922)

De la norma anterior, se infiere que los elementos esenciales de las


contribuciones, deben ser de aplicación estricta, sin embargo, no debemos
confundir aplicación estricta con interpretación estricta, toda vez que, si algún
elemento de la contribución resulta confuso, como ya se mencionó, para poder
desentrañar la intención del legislador, es loable recurrir a diversos métodos de
interpretación para conocer la esencia de la norma; lo anterior, sustentado con
apoyo de la tesis 185419. 2a./J. 133/2002 de la segunda sala, novena época,
publicada en el semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, en el tomo XVI,
de diciembre de 2002, en su página 238, que al respecto dicta:

“CONTRIBUCIONES. LAS DISPOSICIONES REFERENTES A SUS ELEMENTOS


ESENCIALES, AUNQUE SON DE APLICACIÓN ESTRICTA, ADMITEN DIVERSOS
MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN PARA DESENTRAÑAR SU SENTIDO. El hecho de
que el legislador haya establecido que las disposiciones fiscales que prevén
elementos esenciales, como son sujeto, objeto, base, tasa o tarifa de una
contribución y las excepciones a ésta, son de aplicación estricta, no significa que el
intérprete no pueda acudir a los diversos métodos que permiten conocer la
verdadera intención del creador de aquellas disposiciones, cuando de su análisis
literal en virtud de las palabras utilizadas, sean técnicas o de uso común, se genere
incertidumbre sobre su significado, ya que el efecto de lo ordenado por el legislador
es obligar a aquél a que realice la aplicación estricta de la respectiva hipótesis
jurídica única y exclusivamente a las situaciones de hecho que coincidan con lo
previsto en ella, una vez desentrañado su alcance. “ (Suprema Corte de Justicia de
la Nación, 2022)

Lo ya expresado resulta comprensible, en atención a los principios de legalidad


y de seguridad jurídica, los cuales se deben aplicar, al tratar de desentrañar una
norma confusa en materia fiscal, para que la carga al gobernado al invadir su
esfera jurídica, no vaya más allá de lo permisible por la ley en cuestión, cuidando
en todo momento de no vulnerar los derechos fundamentales, para que el
sujeto pasivo pueda tener la certeza, que al aplicar los elementos esenciales
de la contribución a un caso en específico o concreto, por la realización de un

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determinado hecho punible, nunca quedará vulnerable ante los actos
realizados por el sujeto activo, asegurándole la aplicación correcta de la norma
sobre los elementos esenciales de las contribuciones al hecho concreto,
encuadrando en cada caso el hecho generador, en concordancia al contexto de
la situación jurídica manifestada, observando en todo momento que la norma
sea precisa al acto, y no sea aplicada de manera general, considerando que
debido a la diversidad de situaciones en materia contributiva se puede producir
una situación anticonstitucional. Bajo este contexto, podemos concluir que los
elementos esenciales de la contribución, deben en principio interpretarse de
manera gramatical o literal; sin embargo, al existir incertidumbre sobre la
interpretación de los elementos, entonces, es permisible acudir a los diversos
métodos de interpretación para conocer la verdadera intención del legislador,
y una vez fijado el significado de la norma, aplicar los elementos de manera
estricta al caso concreto; la siguiente tesis nos ilustrará con lo comentado en
relación a los elementos de la contribución, sosteniendo que al ser de aplicación
estricta no impide la interpretación por los diversos métodos de la ciencia
jurídica, con el único fin de no aplicar la analogía al caso en concreto.
Jurisprudencia de marzo de 2006, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su gaceta, novena época, tomo XXIII, registro 175569, página 270,
tesis 2a./J. 26/2006.

” INTERPRETACIÓN DE LAS NORMAS FISCALES QUE ESTABLECEN LOS


ELEMENTOS ESENCIALES DE LOS TRIBUTOS. SU ALCANCE EN RELACIÓN CON LOS
PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DE LEGALIDAD TRIBUTARIA Y SEGURIDAD
JURÍDICA. Si bien es verdad que el juzgador, al momento de definir los elementos
esenciales del tributo, debe partir del texto literal de la norma, como exigencia
lógica de su aplicación al caso concreto, ello no implica que le esté prohibido acudir
a los diversos métodos de interpretación reconocidos por la ciencia jurídica. Esto
es así, ya que los principios de legalidad tributaria y de seguridad jurídica, y las
disposiciones legales que establecen fórmulas dirigidas a condicionar la aplicación
e interpretación de las normas tributarias, deben entenderse únicamente en el
sentido de impedir aplicaciones analógicas en relación con los elementos
esenciales de los tributos.”

De una congruente interpretación de la tesis anterior, en lo referente al sujeto,


objeto, base, tasa o tarifa, cuando no se encuentren claros estos elementos

6
esenciales, y con el objetivo de no vulnerar los principios de legalidad o
seguridad jurídica del gobernado, se debe desentrañar, esclarecer o revelar el
sentido de la norma, atendiendo a la esencia de lo que quiso plasmar el
legislador o al sentido lingüístico, lógico u objetivo de las palabras, a fin de
entender el completo y auténtico sentido de la disposición por aplicar, lo cual
puede lograrse a través de diferentes métodos para interpretar la norma,
cuando así lo exija o resulte jurídicamente conveniente; de manera que si no
fuera suficiente la sola interpretación literal, habría que acudir a los diferentes
métodos de interpretación hasta desentrañar el verdadero y auténtico sentido
de la norma; en este contexto, tomando en consideración la tesis aislada en
materia administrativa, VIII.2o.48 A, página 573; novena época; tomo IX, de
abril de 1999; así como la tesis en materia de amparo número XVIII/2007, del
diecisiete de abril de 2007, podemos señalar que los métodos de interpretación
jurídica aceptados o más comunes dentro de la hermenéutica legal fiscal son el
literal o gramatical, lógico, histórico, sistemático, teleológico, analógico y causal
los cuales describiremos a continuación de manera breve.

a) Método literal o gramatical. El proceso interpretativo comienza con el


análisis textual de la norma, dándole una importancia primordial a ella,
el intérprete ha de empezar por obtener el significado verbal que resulta
de ellas, según su natural conexión de acuerdo a las reglas gramaticales.
Este método de interpretación se utiliza cuando la norma jurídica es
clara, precisa y emplea términos que solo tienen un solo significado.

b) Método lógico. Utiliza las reglas de la lógica para desentrañar el


verdadero significado de la norma, dando preferencia al argumento
como herramienta principal para relacionar las normas, mediante el
método deductivo, a través de aplicación de silogismos para desentrañar
una verdad, en base a premisas concretas.

c) Método histórico. Se acude al contexto en que fue creada dicha norma,


atendiendo a las razones, circunstancias o motivos que dieron origen a

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su creación, analizando la exposición de motivos que tuvo el legislador
para crear dicha norma.

d) Método sistemático o de interpretación armónica. Lo explica el Tribunal


Federal de Justicia Administrativa en su tesis VI-TASR-VI-4, de enero de
2010, argumentando que es la utilización conjunta de varios métodos de
interpretación, evitando siempre realizar un análisis interpretativo
fragmentario, aislado y parcializado del texto de la norma, con el fin de
prevenir el fraude a la ley o el abuso del derecho, absteniéndose de
interpretaciones letristas que mediante una serie de actos jurídicos
evadan el objetivo de la ley, así como su sentido.
e) Método teleológico o causal. Muy parecido al método histórico, sin
embargo, al desentrañar el fin o causa de la misma o su razón de ser, al
buscar en su espíritu la finalidad por la cual la norma fue incorporada al
ordenamiento jurídico, bajo un contexto natural de cuando se originó,
entonces, se aplica a la situación concreta actual, al amparo del principio
pro homine o en favor de la persona, contenido en el artículo primero
constitucional.
f) Método analógico. Consiste en aplicar a una situación concreta no
prevista en la ley, una norma jurídica aplicable a una situación similar,
prevista en la ley, sin embargo, este método en materia fiscal estaría
violando el principio de legalidad y certeza jurídica, toda vez que todo
acto que invada la esfera jurídica del gobernado, debe estar previamente
establecido legalmente, en otras palabras, la autoridad solo está
facultada a realizar lo que la ley le permite y no hacer extensiva un
disposición por su simple semejanza, lo anterior queda sustentado con la
tesis jurisprudencial, 2a./J. 27/2006, de la 2a. sala; tomo XXIII, de marzo
del 2006; en su página 270, donde estipula que las disposición en
derecho tributario que establezcan cargas a los particulares, las que
señalen excepciones a las mismas, así como las que fijan infracciones y
sanciones, se debe de prohibir la aplicación analógica de las referidas
normas, sin impedir que el juzgador utilice los distintos métodos de

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interpretación jurídica al momento en que deba definir su alcance; lo
anterior para evitar actos arbitrarios por parte de la autoridad en
perjuicio del particular.

Concluimos diciendo que el método de interpretación, requisito


indispensable para darle dinamismo jurídico al derecho fiscal, deberá ser el
adecuado en base a la naturaleza de la norma, evitando alterar la esencia de
esta, utilizando el intelecto para establecer su alcance o sentido; dicha
interpretación en caso de controversia, queda reservada a los diferentes
tribunales facultados para definir el criterio a seguir, dando nacimiento a las
diferentes resoluciones de los tribunales jurisdiccionales, plasmados en tesis
y jurisprudencias; lo anterior siguiendo el mismo principio de legalidad y
seguridad jurídica contenido en el artículo 14 de nuestra carta magna, al
sostener que todo acto, juicio, proceso o procedimiento debe realizarse
conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho, debiéndose
interpretar estás de acuerdo al caso en concreto y no por analogía,
debiéndose interpretar la misma de acuerdo a la letra o a los diferentes
métodos de interpretación jurídica y no por analogía, sin embargo, en caso
de controversia se puede acudir a resolver el caso acudiendo a los principios
generales del derecho; fundamentando lo anterior en el ya mencionado
artículo constitucional en su tercer párrafo, el cual reza:

“Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna.
Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos,
sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que
se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes
expedidas con anterioridad al hecho.

En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía, y
aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley
exactamente aplicable al delito de que se trata.

En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra
o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta se fundará en los principios
generales del derecho.”

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3.PRINCIPIO DE LEGALIDAD.

Como ya se expuso en el tema anterior, sin ánimo de ser reiterativos, diremos


que el vínculo jurídico de la relación tributaria, descansa principalmente sobre
el principio de legalidad, por tanto, todo acto administrativo que cause
molestias al particular debe tener como referente una ley que la regule, puesto
que sin este requisito esencial e indispensable el acto no puede ser válido; en
otras palabras, no debe haber tributo al no existir una ley que le de origen, toda
vez que atendiendo a la última frase contenida en fracción IV, del artículo 31
constitucional, referente a contribuir para el gasto público de acuerdo a lo “que
dispongan las leyes”, entonces, se infiere de manera contundente que sin ley
no hay tributo (nullum tributum sine lege). Dicho esto, podremos deducir sin
temor a equivocarnos que el principio de legalidad, toma gran relevancia en
nuestra materia al considerarse parte esencial de nuestro sistema tributario, y
sin temor a exagerar se puede afirmar en sentido figurado, que es la espina
dorsal en donde se respalda el vínculo tributario de la relación jurídica de los
sujetos de la contribución; al establecer que este principio de legalidad,
considera a la ley como el único instrumento para la imposición de la
contribución, siendo la misma ley la fuente formal del derecho fiscal; pues la
misma ley en base al principio antes mencionado, se considera como una
norma abstracta, general, imperativa, creadora y reguladora de situaciones
jurídicas de carácter obligatorio, impersonal que se debe cumplir en función al
hecho imponible de manera tajante.

Sin embargo, no basta que el hecho generador, sus consecuencias y


obligaciones, se encuentre en la norma o ley para ser válido, toda vez que este
principio de legalidad por su naturaleza se encuentra vinculado al principio de
supremacía y preferencia de la ley al igual que al principio de reserva de ley;
esto es, para que la ley sea válida, debe estar acorde y en armonía a su
inmediata superior; pues las leyes federales no deben contravenir la
10
constitución, al ser esta jerárquicamente mayor a las leyes secundarias; por lo
tanto, debe tener preferencia nuestra constitución que a la ley fiscal en los
puntos que la contradigan al ser considerada esta última, como una ley
secundaria que emana de la primera.

Debemos comentar que acorde al principio de legalidad, es indispensable la


existencia de una ley formal donde se establezcan las contribuciones, que vaya
acorde a la exigencia del gasto público y que sean los propios gobernados a
través de sus representantes, los que determinen las cargas fiscales que deben
soportar; con el objeto de conocer con suficiente precisión el alcance de sus
obligaciones fiscales, de manera que no quede margen a la arbitrariedad por
parte de la autoridad, en este contexto, para determinar el alcance de dicho
principio de legalidad, es útil acudir al principio de reserva de ley, cuya esencia
determina si la regulación de una materia, queda reservada o acotada a una ley
emitida por el congreso, o si permite que otras fuentes formales determinadas
en una ley, puedan regular parte de la normatividad de la materia; tal y como
sucede en nuestro derecho fiscal, que necesita de normas reglamentarias o
acudir en ocasiones para su interpretación a otras fuentes del derecho fiscal,
las cuales nunca podrán contravenir la norma primaria emanada del Congreso
de la Unión, toda vez que los reglamentos, normas secundarias o auxiliares,
deben hacer una regulación subordinada y con dependencia a la ley, ya que su
existencia se debe a motivos técnicos o para el debido cumplimiento de la
finalidad recaudatoria.

Siguiendo este orden de ideas, en apego al principio de legalidad, aunque las


leyes fiscales se encuentren minuciosamente reglamentadas en su aspecto
formal por diversos preceptos que nacen con la expedición de la ley de ingresos,
en la que se determinan los impuestos que se causarán y recaudarán durante
el período, trayendo consigo como consecuencia la expedición y publicación de
las diferentes leyes que entraran en vigencia para obtener los recursos
presupuestados, estas deben contener como requisito fundamental, que los
elementos esenciales del impuesto, la forma, el contenido y alcance de la
obligación tributaria estén consignados de manera expresa en dichas leyes
decretadas, con la finalidad que no quede margen para la interpretación por
11
parte de las autoridades fiscales, ni para el cobro de impuestos imprevisibles o
a título particular; velando por la correcta aplicación del artículo 14, de nuestra
ley fundamental y el principio de generalidad, con la finalidad que el sujeto
pasivo de la relación contributiva, pueda conocer la forma cierta de contribuir
para los gastos públicos proyectados; y por otra parte, a la autoridad solo
otórgale margen para aplicar las disposiciones generales de observancia
obligatoria, dictadas con anterioridad al caso concreto de cada causante; lo
contrario, tal como lo sostiene nuestro máximo tribunal, debe considerarse
inconstitucional al decir, “la arbitrariedad en la imposición, la imprevisibilidad
en las cargas tributarias y los impuestos que no tengan un claro apoyo legal,
deben considerarse absolutamente proscritos en el régimen constitucional
mexicano, sea cual fuere el pretexto con que pretenda justificárseles”. Lo antes
dicho cobra mayor relevancia cuando de manera concreta, la Suprema Corte
de Justicia de la Nación toma postura respecto a este principio tan importante
en materia fiscal, surgiendo la tesis P./J. 106/2006, dictada por el pleno en su
novena época, publicado en el semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
mediante el tomo XXIV, de octubre de 2006, la cual manifiesta, “El principio de
legalidad tributaria contenido en el artículo 31, fracción IV, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, exige que sea el legislador, y no las
autoridades administrativas, quien establezca los elementos constitutivos de las
contribuciones, con un grado de claridad y concreción razonable, a fin de que
los gobernados tengan certeza sobre la forma en que deben atender sus
obligaciones tributarias, máxime que su cumplimiento defectuoso tiende a
generar actos de molestia y, en su caso, a la emisión de sanciones que afectan
su esfera jurídica. Por ende, la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, tratándose de la definición de alguno de los componentes del tributo,
ha declarado violatorios del principio de legalidad tributaria aquellos conceptos
confusos o indeterminables para definir los elementos de los impuestos; de ahí
que el legislador no pueda prever fórmulas que representen, prácticamente, la
indefinición absoluta de un concepto relevante para el cálculo del tributo, ya que
con ellos se dejaría abierta la posibilidad de que sean las autoridades
administrativas las que generen la configuración de los tributos y que se
produzca el deber de pagar impuestos imprevisibles, o bien que se origine el
12
cobro de impuestos a título particular o que el contribuyente promedio no tenga
la certeza de la forma en que debe contribuir al gasto público.”

Concluyendo que el principio de legalidad, lo podremos encausar diciendo que


la autoridad hacendaria o el sujeto activo no puede realizar acto alguno, si no
se encuentra establecido en la ley respectiva; dicho de otra manera, solo se
encuentra facultado para hacer lo que la ley le permita, mientras que el
contribuyente o sujeto pasivo puede realizar lo no prohibido en la ley.

13
4.PRINCIPIO DE SEGURIDAD
JURÍDICA Y GARANTÍAS
INDIVIDUALES.

El artículo primero de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, manifiesta de manera contundente que todas las personas gozarán
de los derechos humanos reconocidos en la misma constitución y en los
tratados internacionales de los que el estado mexicano sea parte, así como de
las garantías para su protección; es importante reconocer que estos derechos
humanos son inherentes a nuestra naturaleza humana, por el simple hecho de
ser personas, por lo mismo, la ley simplemente reconoce dichos derechos,
garantizando la protección de los mismos contra cualquier acto de autoridad
que vulnere algún derecho consagrado en la constitución.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación, proclama que el principio


de seguridad jurídica es la base sobre la cual descansa el sistema jurídico
mexicano, cuidando que el gobernado jamás se encuentre en una situación de
incertidumbre jurídica, por tanto, en estado de indefensión. En materia fiscal,
este principio toma tal relevancia al considerar que la ley debe ser un
instrumento que garantice al gobernado la certeza, que al invadir su esfera
jurídica no serán vulneradas sus prerrogativas constitucionales, caso de
contrario, este mismo, utilizará la misma ley como mecanismo de defensa
frente a las posibles arbitrariedades de los órganos del estado; en otras
palabras, la fuerza del principio de seguridad jurídica en materia fiscal, radica
en la certeza del derecho por su intervención ante la arbitrariedad, siendo este
principio de seguridad fuente creadora de estabilidad del ordenamiento
normativo, otorgando al contribuyente los remedios jurídicos a disposición del
mismo en caso de no cumplirse con el ordenamiento establecido, otorgando
con esto, seguridad jurídica al gobernado través de este principio para “saber
a qué atenerse”.

14
En nuestra materia fiscal, la garantía de seguridad jurídica radica en que los
gobernados tienen derechos públicos subjetivos oponibles a los actos del
estado, tratando de guardar un equilibrio, con el único fin que ante cualquier
acto de molestia, la autoridad se apegue a las normas y procedimientos
establecidos, para no ocasionar incertidumbre y un estado de indefensión en el
sujeto pasivo al invadir su esfera jurídica, evitando vulnerar los derechos del
mismo, así, estas garantías en nuestro derecho tributario se encuentran
implícitas en los artículos 14 y 16, de nuestra Carta magna, las cuales
analizaremos a continuación.

4.1. GARANTIA DE IRRECTROACTIVIDAD DE LA LEY.

En armonía con el artículo 14 de nuestra Constitución, en su oración donde


expresa que, “a ninguna Ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona
alguna”, el artículo sexto de nuestro código fiscal, al tratar de encuadrar esta
norma y subordinarse a la misma establece y aclara que:

“Las contribuciones se causan conforme se realizan las situaciones jurídicas o de


hecho, previstas en las leyes fiscales vigentes durante el lapso en que ocurran.

Dichas contribuciones se determinarán conforme a las disposiciones vigentes en el


momento de su causación, pero les serán aplicables las normas sobre
procedimiento que se expidan con posterioridad.”

Bajo esta tesitura tenemos dos situaciones concretas, la primera que las
situaciones de hecho se causaran de acuerdo a las leyes que en ese momento
estuvieron vigentes, entendiéndose que se admite la retroactividad, toda vez
que al nacer a la vida jurídica la ley, su efecto aplicativo es a futuro y el hecho
punible debe ser acorde a la ley vigente en ese espacio de tiempo; la segunda,
en situaciones de procedimiento no puede aplicar la retroactividad, esto es
comprensible por los cambios constantes en los procesos de acuerdo a las

15
necesidades cambiantes en nuestra sociedad, tales como los medios de defensa
e impugnación. Por tanto, la garantía de irretroactividad o el conflicto de las
leyes en el tiempo, se considera como el derecho del gobernado a que no se
trasladara la vigencia de una nueva norma hacia el pasado sobre situaciones
jurídicas concretas adquiridas a su favor en su perjuicio; en cuanto a las leyes
del procedimiento, como ya lo comentamos, éstas no pueden producir efectos
retroactivos dado que los actos de esa naturaleza se rigen por las disposiciones
vigentes en la época en la que se actualizan.

Es necesario ahondar en los artículos quinto y sexto del Código Fiscal de la


Federación, relativos a la aplicación estricta de las normas en materia fiscal y a
la época de causación de las contribuciones, sin embargo, la especial naturaleza
de las normas que establecen sanciones, permite considerar como excepcional
la aplicación de una norma en forma retroactiva, cuando con ello se beneficie
al particular, esto es, existen actos que tienen una realización inmediata, sin
embargo, existe un conflicto de leyes en el tiempo al haber actos que no se
concretizan en un solo momento, es entonces que se debe precisar cuáles
normas se deben aplicar, la vigente al momento de realizarse el hecho
originario o la vigente en el momento de concretarse el hecho; pues atendiendo
al texto del artículo sexto del multicitado código fiscal, diremos que se debe
aplicar la ley vigente a la realización del hecho, ya que este artículo exige la
retroactividad de la ley; sin embargo, cabe mencionar que en materia de
infracciones, se debe realizar una excepción a dicho artículo, permitiendo la
irretroactividad bajo ciertas circunstancias; para una mejor explicación,
permítanos exponer el siguiente ejemplo; cuando habiéndose realizado una
conducta infractora, durante la vigencia de una ley que establecía una sanción,
pasa el tiempo y al momento de imponerse la sanción correspondiente, se
encuentra vigente una ley que establece una infracción menor a la anterior, en
este momento para beneficio del infractor deberá aplicarse la ley vigente, no
permitiendo la retroactividad de la ley; es decir, el conflicto de leyes en el
tiempo versa en relación con sanciones fiscales determinadas por actos que no
se concretizan en un solo momento, sino que producen consecuencias en
épocas diversas, para lo anterior nos apoyaremos en la jurisprudencia 8/98, la
16
cual se localiza en la página 333, tomo VII, marzo de 1998, del semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, materia administrativa, la
cual concluye:

«MULTAS FISCALES. DEBEN APLICARSE EN FORMA RETROACTIVA LAS NORMAS


QUE RESULTEN BENÉFICAS AL PARTICULAR. Si la imposición de las sanciones
(penales o fiscales) tiene como finalidad mantener el orden público a través del
castigo que, en mayor o menor grado, impone el Estado al que incurre en una
infracción, debe considerarse que las multas fiscales tienen una naturaleza similar
a las sanciones penales y, por tanto, la aplicación en forma retroactiva de las
normas que beneficien al particular, se apega a lo dispuesto por el artículo 14
constitucional y al principio de retroactividad en materia penal aceptado por la
jurisprudencia, la ley y la doctrina, en tanto que, por tratarse de castigos que el
Estado impone, debe procurarse la mayor equidad en su imposición, en atención a
lo dispuesto por el artículo 1o. de la Carta magna.».

De la tesis anterior, se desprende que las infracciones son penas pecuniarias


que tienen lugar como reacción frente a lo antijurídico, por lo tanto, la
infracción fiscal propiamente establecida por el legislador por el
incumplimiento de las obligaciones formales, debe atender a los principios del
derecho administrativo sancionador y en la medida que resulten aplicables a las
garantías del derecho penal; en este contexto, si el artículo 22 constitucional,
prohíbe la multa excesiva, y el artículo 14 de la misma constitución establece
que a ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna, en
esa parte, la garantía de irretroactividad de la ley se deberá interpretar a que la
norma aplicable a un hecho determinado, será la que esté vigente al momento
en el cual se produce ese hecho, porque no es posible aplicar una ley posterior
a una conducta anterior a menos que la nueva disposición legal resulte benéfica
para el pasivo, en armonía con lo antes expresado, el Código Fiscal de
Federación como ley subordinada a la constitución federal, los hace suyo en su
artículo 70, párrafo quinto, el cual transcribiremos a continuación:

“Artículo 70.- La aplicación de las multas, por infracciones a las disposiciones


fiscales, se hará independientemente de que se exija el pago de las contribuciones
respectivas y sus demás accesorios, así como de las penas que impongan las
autoridades judiciales cuando se incurra en responsabilidad penal.
……………………………………………………………………………………………………………

17
Cuando la multa aplicable a una misma conducta infraccionada, sea modificada
posteriormente mediante reforma al precepto legal que la contenga, las
autoridades fiscales aplicarán la multa que resulte menor entre la existente en el
momento en que se cometió la infracción y la multa vigente en el momento de su
imposición. “

Resumiendo, la garantía de irretroactividad de la ley, consiste en que la


irretroactividad está prohibida constitucionalmente cuando se pretende aplicar
en perjuicio del gobernado, pero cuando esa aplicación retroactiva se realiza
con el fin de beneficiar al sujeto se ha considerado que es posible aplicar
retroactivamente la norma anterior, claro, a excepción de las normas
procesales.

4.2. GARANTÍAS DE MANDAMIENTO ESCRITO,


AUTORIDAD COMPETENTE, FUNDAMENTACIÓN Y
MOTIVACIÓN.

En el artículo 16 de nuestra carta magna, en su párrafo dieciseisavo, faculta a


las autoridades administrativas y fiscales a efectuar actos de molestia contra el
contribuyente, toda vez que dispone, “La autoridad administrativa podrá
practicar visitas domiciliarias únicamente para cerciorarse de que se han
cumplido los reglamentos sanitarios y de policía; y exigir la exhibición de los
libros y papeles indispensables para comprobar que se han acatado las
disposiciones fiscales, sujetándose en estos casos, a las leyes respectivas y a las
formalidades prescritas para los cateos.”

Es prudente hacer notar que en todo momento el acto debe estar vinculado al
principio de legalidad, además, el artículo 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en defensa de nuestros derechos fundamentales en
su primer párrafo, garantiza al gobernado que, “Nadie puede ser molestado en
su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de

18
mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa
legal del procedimiento”; dicha garantía en materia fiscal, consiste en que el
contribuyente tenga certeza sobre su situación real ante las leyes, así como
seguridad en sus posesiones y sus demás derechos, para garantizar que ante
una intervención de la autoridad en su esfera jurídica, sepa a qué atenerse; por
otra parte, la autoridad debe sujetar sus actuaciones de molestia con
determinados requisitos y procedimientos previamente establecidos en las
leyes fiscales; de tal manera que el primer requisito que deben cumplir los actos
de molestia, es constar por escrito, cuyo propósito es otorgar certeza al sujeto
pasivo para que se pueda constatar al observar dicho documento, que el acto
proviene de autoridad competente, y que el caso concreto se adecua a la
hipótesis normativa del acto, mediante la debida fundamentación y motivación
del mismo, para tener con este escrito el afectado los elementos necesarios
para iniciar una defensa en caso de controversia. Es requisito esencial, que el
acto provenga de autoridad competente, pues como ya se comentó, este acto
de molestia debe estar supeditado al principio de legalidad, donde concluimos
que las autoridades sólo pueden hacer aquello para lo cual expresamente les
facultan las leyes. En cuanto al requisito de fundar y motivar, este debe
realizarse bajo dos vertientes, la primera, consiste en que se debe fundamentar
de manera precisa, detallada y correcta la competencia de la autoridad que
emite y ejecuta el acto administrativo; y la segunda, es requisito indispensable
para no carecer de validez el acto de molestia, que se funde y motive el mismo,
encuadrando de manera precisa el caso concreto a la hipótesis normativa
aplicable, en este tenor, se entiende por fundar, la expresión precisa del
precepto legal o norma aplicable al caso en concreto; en este contexto, motivar
es señalar con precisión las circunstancias especiales, razones particulares o
causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para su emisión;
recalcamos, es indispensable que exista adecuación entre los motivos aducidos
y las normas aplicables, cuyo objetivo principal es confirmar que al conocer el
gobernado el marco normativo en que el acto de molestia surge y las razones
de hecho consideradas para emitirlo pueda ejercer una defensa adecuada del
mismo, toda vez que, las garantías instrumentales de mandamiento escrito,
autoridad competente, fundamentación y motivación mencionadas, se
19
encuentran contenidas en un texto dentro de un ordenamiento constitucional
con fuerza vinculante respecto del resto de las normas jurídicas; con lo anterior,
se hace posible que los gobernados tengan legitimación para combatir el acto
en caso de no realizarse de acuerdo a las formalidades establecidas en la norma
legal aplicable, teniendo con esto, un derecho a la seguridad jurídica para
asegurar su respeto, únicamente con invocar su inobservancia, sancionando las
autoridades jurisdiccionales esa actuación arbitraria por parte de la autoridad
mediante la anulación del acto.
En cuanto al mandamiento por escrito, es indispensable estar firmado por la
autoridad competente que lo emite, pues desde el punto de vista legal es la
firma lo que da autenticidad al mismo, así como no podría darse curso a una
demanda carente de firma, de la misma manera no puede darse validez alguna
a un oficio o resolución sin firma, aunque según su texto, se diga proveniente
de alguna autoridad competente; lo anterior aplica también para notificar un
crédito fiscal, el cual debe estar firmado de manera autógrafa por la autoridad
que tuvo competencia para fincar el crédito, pues sería incorrecto pensar que
la firma del notificador pudiera suplir la firma de la autoridad competente de
quien debió emanar el acto de molestia, ya que esto violaría el artículo 16
constitucional en comento, toda vez que el notificador no es considerado
autoridad competente para fincar créditos, pues su función es de notificarlos.
Lo anterior en apoyo con la tesis, 188221. VI.1o.P.20 K. de los Tribunales
Colegiados de Circuito, novena época, del semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, tomo XIV, de diciembre de 2001, en su página 1730.
“FIRMA, FALTA DE, EN UN MANDAMIENTO ESCRITO DE AUTORIDAD COMPETENTE.
CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN AL ARTÍCULO 16 CONSTITUCIONAL. De acuerdo con lo
que dispone el artículo 16 de la Constitución Federal, nadie puede ser molestado en
su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento
escrito de autoridad competente que funde y motive la causa legal del
procedimiento, en donde dicho mandamiento escrito, para acreditar que proviene
de autoridad competente, deberá estar firmado por quien esté facultado para ello,
por ser la firma el signo gráfico con que se valida la intervención de las personas
en cualquier acto jurídico y, por ende, con la cual se autentifica dicho mandamiento;
por lo que en caso de que tal escrito, aun encontrándose fundado y motivado, no
esté firmado por la autoridad competente, será violatorio de garantías.”

20
Sin embargo, el legislador en las modificaciones al Código Fiscal de la
Federación vigentes a partir del ejercicio 2020, para por inadvertida esta
garantía constitucional en un afán recaudatorio, al modificar el artículo 38 del
código en comento, al permitir el uso de la firma electrónica en cualquier
documento que emitan los funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público y del Servicio de Administración Tributaria en ejercicio de sus
atribuciones, y no quede limitado sólo a las resoluciones administrativas que
deban notificarse; siendo esto una completa violación a la seguridad jurídica del
gobernado, pues no le otorga certeza si fue el funcionario competente quien
ordeno el acto de molestia, al plasmar la firma electrónica o lo delegó de
manera indebida a algún subordinado al conferirle el instrumento digital para
que plasmara la misma, minimizando de manera incorrecta que el signo grafico
es quien autentifica cualquier mandamiento.

“Artículo 38. …

I. a IV. …

V. Ostentar la firma del funcionario competente. En el caso de resoluciones


administrativas que consten en documentos digitales, deberán contener la firma
electrónica avanzada del funcionario competente, la que tendrá el mismo valor que
la firma autógrafa.

VI. Señalar el nombre o nombres de las personas a las que vaya dirigido. Cuando se
ignore el nombre de la persona a la que va dirigido, se señalarán los datos
suficientes que permitan su identificación.

Adicionalmente, los funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y


del Servicio de Administración Tributaria, podrán utilizar su firma electrónica
avanzada en cualquier documento que emitan en ejercicio de sus atribuciones,
además de las resoluciones administrativas que se deban notificar, siendo aplicable
para tal efecto lo dispuesto en los párrafos segundo a sexto del presente artículo.”

De igual manera, al no existir mandamiento escrito de autoridad competente,


debe estimarse que se trata de un vicio de origen que atañe a una violación
directa del artículo 16 constitucional mencionado, toda vez que carecen de
eficacia jurídica, porque la autoridad que los emitió es inexistente desde el
punto de vista legal, violando el artículo constitucional antes aludido, al no

21
existir mandamiento escrito de autoridad competente. Ahora bien, siguiendo
el tema de la competencia de la autoridad, todo acto emitido por la misma,
necesariamente debe expedirlo por quien se encuentre facultado, siendo
requisito esencial y primordial que se expresen las normas que le otorgan el
carácter con que se suscribe y ostenta su competencia, así como el acuerdo o
decreto que otorgue tal legitimación, permitiendo examinar si su actuación se
encuentra o no dentro del ámbito competencial respectivo, con el único fin de
no dejar en estado de indefensión al contribuyente, para que en su caso, pueda
encontrarse en aptitud de alegar, además de la ilegalidad del acto, la del
sustento en que se funde la autoridad para emitirlo, pues bien, puede
acontecer que su actuación no se adecúe exactamente a la norma, acuerdo o
decreto que invoque o que éstos se hallen en contradicción con la ley
fundamental o la secundaria; en congruencia con lo anterior, para considerar
que se cumple con la garantía de la fundamentación facultativa, es necesario
que se precise exhaustivamente la competencia por razón de materia, grado,
territorio o cuantía, con base en la ley, reglamento, decreto o acuerdo que le
otorgue tal atribución, citando de manera concreta el apartado, fracción, inciso
o sub inciso y en caso de que el ordenamiento legal no los contenga, si se trata
de una norma compleja, habrá de transcribirse la parte correspondiente con la
única finalidad de especificar con claridad, certeza y precisión las facultades que
le corresponden, pues al no realizar lo anterior, sería el gobernado quien
tendría la carga de averiguar en el compendio de normas legales, si en verdad
la autoridad responsable cuenta con la competencia por grado, materia,
territorio o cuantía, para actuar en la forma como lo hace, concluyendo los
tribunales que lo anterior, dejaría en estado de indefensión al afectado, pues
ignoraría cuál de todas las normas legales que integran el texto normativo, es
la que se refiere específicamente a la facultad del órgano del que emana para
delegar por razón de materia, grado y territorio; al respecto existe un criterio
de lo que se debe considerar como norma compleja dictado por Tribunales
Colegiados de Circuito con el registro 159997; del libro XI, de agosto de 2012,
tomo 2; tesis: I.7o.A. J/65 (9a.); página 1244, el cual dicta, “una norma compleja
es aquella que incluye diversos elementos competenciales o establece una
pluralidad de competencias o facultades que constituyan aspectos
22
independientes unos de otros, de manera que para estimarse correcta la
fundamentación de un acto de autoridad que se apoye en un precepto de tal
naturaleza es necesaria la cita precisa del apartado, fracción, inciso o subinciso
que otorgue la atribución ejercida o, si no los contiene, la transcripción del texto
correspondiente. Por tanto, la naturaleza de una norma compleja depende de
la pluralidad de hipótesis que la componen, porque el particular no tiene la
certeza a cuál de ellas se refiere el acto que le perjudica.”
Aunado a lo anterior, como ya se comentó en líneas anteriores, la garantía de
fundamentar se presenta en dos vertientes, la primera consistente en la
fundamentación de la competencia por parte de la autoridad, y la segunda, en
la fundamentación del acto mismo emitido; teniendo como sustento lo
anterior, la jurisprudencia emitida por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito, quien sostiene que: “En materia administrativa, específicamente, para
poder considerar un acto autoritario como correctamente fundado, es necesario
que en él se citen: a).- Los cuerpos legales y preceptos que se estén aplicando al
caso concreto, es decir, los supuestos normativos en que se encuadra la
conducta del gobernado para que esté obligado al pago, que serán señalados
con toda exactitud, precisándose los incisos, subincisos, fracciones y preceptos
aplicables, y b).- Los cuerpos legales, y preceptos que otorgan competencia o
facultades a las autoridades para emitir el acto en agravio del gobernado.” Es
necesario insistir que la fundamentación de la competencia al ser una parte
esencial del principio de certidumbre o certeza jurídica, su estudio es
obligatorio de oficio por parte de los Tribunales Federales Administrativos, toda
vez que se considera de orden público, ya que atentaría contra el principio de
legalidad y certeza jurídica su no estudio, pudiendo vulnerar las garantías del
gobernado, contraviniendo el artículo 51, antepenúltimo párrafo de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo:
“ARTÍCULO 51.- Se declarará que una resolución administrativa es ilegal cuando se
demuestre alguna de las siguientes causales:
…………………………………………………………………………………………
El Tribunal podrá hacer valer de oficio, por ser de orden público, la incompetencia
de la autoridad para dictar la resolución impugnada o para ordenar o tramitar el
procedimiento del que derive y la ausencia total de fundamentación o motivación en
dicha resolución. “ (Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, s.f.)

23
En atención al artículo anterior, las Salas del Tribunal Federal de Justicia
Administrativa están obligadas a estudiar preferentemente la competencia de
la autoridad demandada en el juicio contencioso administrativo, con base a las
siguientes reglas:
a) Los conceptos de impugnación se deberán analizarse en un orden apropiado,
comenzando por los que conlleven la obtención de los mayores beneficios para
el contribuyente.
b) Cuando el actor en los agravios no haya planteado la falta de competencia
de la autoridad, la sala fiscal deba pronunciarse oficiosamente al respecto,
siempre que en ese aspecto existan planteamientos que pudieran resultar
fundados.
Entonces, si en la demanda no existen agravios en los que se exponga la
incompetencia y la sala fiscal no se pronuncia oficiosamente al respecto, deberá
entenderse que, tácitamente con su silencio estima es competente la autoridad
demandada para emitir el acto controvertido, pues si efectivamente fuere
incompetente, entonces así lo habría declarado de oficio y de manera expresa
el juzgador, por lo que se podrá considerarse constitucionalmente válida; caso
contrario, el afectado puede recurrir al amparo directo, debido a esto, los
Tribunales Colegiados deben verificar que las decisiones expresas o tácitas en
materia de incompetencia efectivamente sean correctas.
Por otra parte, pero siguiendo este mismo tema en lo que respecta a la garantía
de fundar y motivar el acto, entendiéndose por fundamentar como la
obligación por parte de la autoridad para citar los preceptos legales en que
apoye la determinación de su accionar, y por motivar, que exprese de manera
precisa las circunstancias especiales, razones particulares, causas inmediatas o
los razonamientos lógicos y jurídicos del por qué consideró que el caso concreto
se ajusta a la hipótesis normativa; lo anterior, con el simple objetivo que el
afectado, conozca en detalle las circunstancias y condiciones que fueron
determinantes para la emisión del acto por parte de la autoridad, debiendo
exponer esta última de manera lógica los hechos relevantes y las normas que

24
habiliten el acto, así como un argumento mínimo pero suficiente, sin caer en la
motivación pro forma para estar en condiciones de poder cuestionar y en su
caso controvertir la decisión, permitiendo una autentica defensa del
contribuyente al invadir la esfera jurídica, protegiendo las garantías
establecidas en los artículos 14 y 16 de nuestra carta magna; sosteniendo todo
lo expresado al momento en apego con la tesis 1011560268 de la Primera Sala
de septiembre del 2011, tomo I en materia constitucional, cuyo encabezado se
denomina, “de Derechos Fundamentales Primera Parte” emitida por Suprema
Corte de Justicia de la Nación.
“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JURISDICCIONALES,
DEBEN ANALIZARSE A LA LUZ DE LOS ARTÍCULOS 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, RESPECTIVAMENTE. Entre las
diversas garantías contenidas en el segundo párrafo del artículo 14 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sustento de la garantía de
audiencia, está la relativa al respeto de las formalidades esenciales del
procedimiento, también conocida como de debido proceso legal, la cual se refiere
al cumplimiento de las condiciones fundamentales que deben satisfacerse en el
procedimiento jurisdiccional que concluye con el dictado de una resolución que
dirime las cuestiones debatidas. Esta garantía obliga al juzgador a decidir las
controversias sometidas a su conocimiento, considerando todos y cada uno de los
argumentos aducidos en la demanda, en su contestación, así como las demás
pretensiones deducidas oportunamente en el pleito, de tal forma que se condene o
absuelva al demandado, resolviendo sobre todos los puntos litigiosos materia del
debate. Sin embargo, esta determinación del juzgador no debe desvincularse de lo
dispuesto por el primer párrafo del artículo 16 constitucional, que impone a las
autoridades la obligación de fundar y motivar debidamente los actos que emitan,
esto es, que se expresen las razones de derecho y los motivos de hecho
considerados para su dictado, los cuales deberán ser reales, ciertos e investidos de
la fuerza legal suficiente para provocar el acto de autoridad. Ahora bien, como a las
garantías individuales previstas en la Carta magna les son aplicables las
consideraciones sobre la supremacía constitucional en términos de su artículo 133,
es indudable que las resoluciones que emitan deben cumplir con las garantías de
debido proceso legal y de legalidad contenidas en los artículos 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Así, la fundamentación y
motivación de una resolución jurisdiccional se encuentra en el análisis exhaustivo
de los puntos que integran la litis, es decir, en el estudio de las acciones y
excepciones del debate, apoyándose en el o los preceptos jurídicos que permiten
expedirla y que establezcan la hipótesis que genere su emisión, así como en la
exposición concreta de las circunstancias especiales, razones particulares o
causas inmediatas tomadas en consideración para la emisión del acto, siendo
necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas
aplicables al caso.”

25
Adecuando la tesis anterior, con la oración emanada del artículo 16
constitucional que reza, “nadie puede ser molestado en su persona, propiedades
o derechos sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad competente que
funde y motive la causa legal del procedimiento”, así como lo plasmado en el
artículo 14 en su primer párrafo de la misma constitución federal, el cual dicta
que “Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o
derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente
establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho”,
concluiremos de manera indubitable, que se obliga a todas las autoridades para
apegar su actuar a los procedimientos establecidos con anterioridad al hecho
imponible en la ley respectiva, debiendo expresar de manera obligatoria las
normas que facultan la emisión de sus actos, además de los preceptos que de
ella sirvan de apoyo al mandamiento relativo, constar por escrito y otros
requisitos mínimos que otorguen seguridad al molestado; esta garantía se
encuentra bien acogida, y estipulada de manera tajante en el Código Fiscal de
la Federación, en el artículo 38, en su primer párrafo; el cual se cita de manera
textual.
“Artículo 38.- Los actos administrativos que se deban notificar deberán tener, por
lo menos, los siguientes requisitos:

I.Constar por escrito en documento impreso o digital.


Tratándose de actos administrativos que consten en documentos digitales y deban
ser notificados personalmente o por medio del buzón tributario, deberán
transmitirse codificados a los destinatarios.
II.Señalar la autoridad que lo emite.
III.Señalar lugar y fecha de emisión.
IV.Estar fundado, motivado y expresar la resolución, objeto o propósito de que se trate.
V. Ostentar la firma del funcionario competente. En el caso de resoluciones
administrativas que consten en documentos digitales, deberán contener la firma
electrónica avanzada del funcionario competente, la que tendrá el mismo valor que
la firma autógrafa.
VI. Señalar el nombre o nombres de las personas a las que vaya dirigido. Cuando se
ignore el nombre de la persona a la que va dirigido, se señalarán los datos suficientes
que permitan su identificación.”

26
4.3. GARANTÍA DE AUDIENCIA O DEL DEBIDO PROCESO.

Se encuentra reconocida por el artículo 14 de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos, en su segundo párrafo que dicta,” Nadie podrá ser
privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino
mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que
se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las
Leyes expedidas con anterioridad al hecho”. De lo anterior se infiere que la
solemnidad del acto implica el derecho del gobernado para comparecer ante
la autoridad y oponerse a los actos que afecten su esfera jurídica, mediante la
aplicación de las defensas legales a través de un juicio en el que se observen las
formalidades esenciales del procedimiento, constituidas de acuerdo con la
teoría del proceso por el emplazamiento para contestar la demanda, un período
para ofrecer y rendir pruebas, un plazo para presentar alegatos a efecto de
obtener una sentencia que declare el derecho en controversia, todo lo cual
puede ser satisfecho por conducto del debido proceso que exige esta garantía
individual.
La eficacia de esta garantía radica en el hecho de constituir un derecho de los
gobernados frente a las autoridades administrativas, judiciales y legislativas,
toda vez que esta garantía es la encargada de garantizar que la autoridad
competente dé a conocer los procedimientos de las leyes para que el particular
pueda ser escuchado y pueda ejercer su defensa de los actos que afecten sus
derechos; caso contrario, se dejaría al arbitrio de la autoridad la resolución,
violando el principio de la supremacía constitucional y sería contrario a la
intención del constituyente, que por medio de esa garantía limitó la actividad
del estado en cualquiera de sus formas; así, mediante un procedimiento entre
las autoridades administrativas se debe de otorgar al contribuyente la
oportunidad de ejercer su defensa, ofreciendo un mínimo de garantías que le
aseguren que rindiendo las pruebas convenientes y formulando los alegatos
que crea pertinentes, por medio de una serie de requisitos técnicos pueda

27
obtener una resolución legal y justa; con el objeto de fundamentar lo anterior
se transcribe la jurisprudencia en materia constitucional contenida en la
tesis 1a./J. 11/2014 (10a.), del libro 3, de febrero de 2014, en su tomo I, página
396, que a la letra dice:
“DERECHO AL DEBIDO PROCESO. SU CONTENIDO.

Dentro de las garantías del debido proceso existe un "núcleo duro", que debe
observarse inexcusablemente en todo procedimiento jurisdiccional, y otro de
garantías que son aplicables en los procesos que impliquen un ejercicio de la
potestad punitiva del Estado. Así, en cuanto al "núcleo duro", las garantías del
debido proceso que aplican a cualquier procedimiento de naturaleza jurisdiccional
son las que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha identificado como
formalidades esenciales del procedimiento, cuyo conjunto integra la "garantía de
audiencia", las cuales permiten que los gobernados ejerzan sus defensas antes de
que las autoridades modifiquen su esfera jurídica definitivamente. Al respecto, el
Tribunal en Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la
jurisprudencia P./J. 47/95, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo II, diciembre de 1995, página 133, de rubro:
"FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN
UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO.", sostuvo que
las formalidades esenciales del procedimiento son: (i) la notificación del inicio del
procedimiento; (ii) la oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que se
finque la defensa; (iii) la oportunidad de alegar; y, (iv) una resolución que dirima las
cuestiones debatidas y cuya impugnación ha sido considerada por esta Primera Sala
como parte de esta formalidad. Ahora bien, el otro núcleo es identificado
comúnmente con el elenco de garantías mínimo que debe tener toda persona cuya
esfera jurídica pretenda modificarse mediante la actividad punitiva del Estado, como
ocurre, por ejemplo, con el derecho penal, migratorio, fiscal o administrativo, en
donde se exigirá que se hagan compatibles las garantías con la materia específica
del asunto. Por tanto, dentro de esta categoría de garantías del debido proceso, se
identifican dos especies: la primera, que corresponde a todas las personas
independientemente de su condición, nacionalidad, género, edad, etcétera, dentro
de las que están, por ejemplo, el derecho a contar con un abogado, a no declarar
contra sí mismo o a conocer la causa del procedimiento sancionatorio; y la segunda,
que es la combinación del elenco mínimo de garantías con el derecho de igualdad
ante la ley, y que protege a aquellas personas que pueden encontrarse en una
situación de desventaja frente al ordenamiento jurídico, por pertenecer a algún
grupo vulnerable, por ejemplo, el derecho a la notificación y asistencia consular, el
derecho a contar con un traductor o intérprete, el derecho de las niñas y los niños
a que su detención sea notificada a quienes ejerzan su patria potestad y tutela, entre
otras de igual naturaleza.”

28
Por último, es indispensable comentar siguiendo el principio del debido
proceso, que es el Poder Judicial Federal a través del juicio de amparo el
facultado para examinar si el procedimiento seguido por las autoridades se
ajusta a la ley aplicable y tener la seguridad que se otorgó al interesado la
oportunidad de ser oído y poder defenderse, para de esa manera determinar la
constitucionalidad del acto en controversia, en apego con el artículo 14 de
nuestra Carta magna.

29
5. DERECHO DE PETICION Y LA
NEGATIVA FICTA.

La garantía de seguridad jurídica respecto del derecho de petición, se encuentra


consagrado en el artículo octavo de nuestra ley suprema, al pretender que
mediante un marco legal y de respeto las peticiones del gobernado sean
atendidas por la autoridad competente de modo expeditivo con miras a
desvanecer la incertidumbre jurídica, exponiendo al solicitante las razones y
fundamentos de la respuesta a su solicitud y con base a su respuesta
proporcionar los elementos necesarios para una posible defensa del
contribuyente, siendo requisito indispensable responder de manera
congruente y lógica a lo pedido sin dejar al gobernado sin acuerdo alguno.
Ahora bien, en nuestro derecho fiscal en el artículo 37 del Código Fiscal de la
Federación, encontramos la famosa figura jurídica denominada como “negativa
ficta”, la cual se origina cuando “las instancias o peticiones que se formulen a
las autoridades fiscales deberán ser resueltas en un plazo de tres meses;
transcurrido dicho plazo sin que se notifique la resolución, el interesado podrá
considerar que la autoridad resolvió negativamente e interponer los medios de
defensa en cualquier tiempo posterior a dicho plazo, mientras no se dicte la
resolución, o bien, esperar a que ésta se dicte”; de la oración anterior,
aparentemente refleja una clara contradicción con el artículo octavo
constitucional, pues deja al peticionario en un total estado de incertidumbre al
no saber a qué atenerse, puesto que no se ofrece argumento alguno de la
negación, lo que a todas luces es violatoria al principio de seguridad jurídica por
la incertidumbre que genera el acto, vulnerando la garantía al derecho de
petición en comento, contraviniendo además las garantías de motivación y
fundamentación consagrada en el artículo 16 constitucional; sin embargo, los
tribunales consideran que la falta de contestación de manera expresa a una
petición en el ámbito fiscal se debe considerar como una resolución negativa
por ficción de ley; dicho de otra manera, existe contestación tácita en sentido

30
negativo, sin violentar al artículo octavo en comento; es pertinente aclarar que,
no toda petición o solicitud que se eleve a una autoridad fiscal y que ésta no
conteste transcurrido del término establecido constituye una negativa ficta,
puesto que para configurar ésta figura, es necesario que se refiera y encuadre
en alguno de los supuestos que establece el artículo 3 de la Ley Orgánica del
Tribunal Federal de Justicia Administrativa, toda vez que, la fracción XV de este
mismo artículo lo establece de manera textual al determinar lo siguiente:

“Artículo 3. El Tribunal conocerá de los juicios que se promuevan contra las


resoluciones definitivas, actos administrativos y procedimientos que se indican a
continuación:

………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

XV. Las que se configuren por negativa ficta en las materias señaladas en este
artículo, por el transcurso del plazo que señalen el Código Fiscal de la Federación,
la Ley Federal de Procedimiento Administrativo o las disposiciones aplicables o, en
su defecto, en el plazo de tres meses, así como las que nieguen la expedición de la
constancia de haberse configurado la resolución positiva ficta, cuando ésta se
encuentre prevista por la ley que rija a dichas materias.

No será aplicable lo dispuesto en el párrafo anterior en todos aquellos casos en los


que se pudiere afectar el derecho de un tercero, reconocido en un registro o
anotación ante autoridad administrativa;”

En otras palabras, el escrito petitorio que no guarde relación con alguna de las
hipótesis de este artículo tercero de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de
Justicia Administrativa, aun cuando la autoridad demandada omita darle
respuesta después de los tres meses, en modo alguno constituye una
resolución negativa ficta, sino que provoca que se infrinja el derecho de
petición, cuyo conocimiento es competencia exclusiva de los tribunales del
Poder Judicial de la Federación, por lo que procedería una demanda de amparo.
(203008. VI.4o.2 A. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo III, marzo de 1996, Pág.
975).

Bajo el argumento anterior, una vez transcurrido el plazo de tres meses sin
respuesta por parte de la autoridad, en los supuestos que marca el artículo 3

31
de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (), los
particulares podrán impugnar la negativa ficta ante el Tribunal Federal de
Justicia Administrativa, donde el magistrado instructor emplazará a las
autoridades demandadas para que den contestación a la misma, por lógica, el
silencio administrativo ocasiona que se desconozcan los motivos y
fundamentos de la autoridad, por lo que esta, debe expresar los motivos y
fundamentos en que se apoya la negativa, siendo a partir de ese momento que
el particular conoce dichos fundamentos, en base a ellos, el actor podrá con
certeza combatir jurídicamente la resolución que le fue desfavorable a sus
intereses mediante la ampliación de la demanda. Se precisa que la autoridad al
contestar la demanda sólo podrá exponer las razones que justifiquen su
resolución solo en lo concerniente con el fondo del asunto, sin fundar en
situaciones procesales que impidan el estudio del fondo como serían la falta de
personalidad o la extemporaneidad del recurso, así como de la instancia, pues
así lo indican los tribunales en la tesis, 2a./J. 166/2006, ”al igual que el particular
pierde el derecho, por su negligencia, para que se resuelva el fondo del asunto
(cuando no promueve debidamente), también precluye el de la autoridad para
desechar la instancia o el recurso por esas u otras situaciones procesales que no
sustentó en el plazo legal.” Dicho de otro modo, con el objetivo de no continuar
afectando la esfera jurídica del contribuyente con el silencio por parte de la
autoridad, al no expresar en su contestación de demanda los fundamentos y
motivos de la negativa ficta, imposibilita el derecho del actor de ampliar su
demanda y se avalaría que la autoridad continúe con su incumplimiento,
afectando las garantías de seguridad jurídica del gobernado, tal criterio lo acoge
de manera atinada la Sala Regional Hidalgo- México bajo la tesis V-TASR-XII-II-
234, la cual dispone:

“NEGATIVA FICTA.- PROCEDE DECLARAR SU NULIDAD CON BASE EN LOS


AGRAVIOS DEL RECURSO NO RESUELTO SI AL CONTESTAR LA DEMANDA LA
AUTORIDAD OMITE PROPORCIONAR LOS MOTIVOS Y FUNDAMENTOS DE FONDO EN
QUE SE APOYA LA MISMA.- De conformidad con lo dispuesto en el artículo 215 del
Código Fiscal de la Federación, cuando se demanda la nulidad de una resolución
negativa ficta porque la autoridad no resolvió dentro del plazo legal un recurso
administrativo, la autoridad tiene el deber jurídico de proporcionar los motivos y
fundamentos de fondo de la controversia en que se apoya dicha resolución al
momento de contestar la demanda; sin embargo, en caso de que la autoridad omita

32
cumplir con tal obligación, es claro que contraviene el artículo antes mencionado y,
por ende, debe declarase la nulidad de la negativa ficta impugnada, así como de la
resolución originalmente recurrida conforme al artículo 238, fracción IV del Código
Fiscal de la Federación por haberse dejado de aplicar las disposiciones debidas. Lo
anterior, sin perjuicio de que la parte actora haya sido omisa en formular su
ampliación de demanda, ya que al no haberse proporcionado en la contestación de
demanda los motivos y fundamentos de fondo que sustenten la resolución negativa
ficta, no existe materia de impugnación sobre la cual pudiese recaer la ampliación
de demanda, y, por lo tanto, procede declarar la nulidad de la resolución negativa
ficta así como de la recurrida, a partir de los argumentos invocados en el recurso
no resuelto y no desvirtuados en el juicio natural por las autoridades enjuiciadas.”

Resulta interesante mencionar el criterio a que arribó la segunda sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver el amparo directo en revisión
1898/2018, el cinco de diciembre de dos mil dieciocho en torno al alcance del
artículo 8° constitucional, en relación con el artículo 37 del Código Fiscal de la
Federación que versa sobre la negativa ficta, para poder comprender dicho
criterio resulta indispensable traer a colación el artículo 8 constitucional el cual
dicta que:

“Artículo 8o. Los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del


derecho de petición, siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y
respetuosa; pero en materia política sólo podrán hacer uso de ese derecho los
ciudadanos de la República.

A toda petición deberá recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya


dirigido, la cual tiene obligación de hacerlo conocer en breve término al
peticionario.”

Al escudriñar la normatividad anterior, se debe analizar primeramente, el


alcance del derecho de petición, considerando que tal derecho solo se limita a
que la autoridad competente reciba la petición y de curso a su trámite de
manera pronta, fundamentando y motivando su respuesta siempre y cuando
se encuentra facultada para resolver lo planteado, sin que ello implique la
obligación de responder favorablemente a los intereses del peticionario; en tal
sentido, si la petición no versa sobre alguno de los supuestos establecidos en el
artículo 3 de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, nos

33
encontramos ante un derecho petición genérico previsto en el artículo 8o.
constitucional, por tanto, el silencio administrativo violenta una disposición
constitucional, la cual debe ser combatida mediante el amparo indirecto.

Por otra parte, se dice que la negativa ficta prevista en el artículo 37 del Código
Fiscal de la Federación, es el presupuesto procesal necesario para considerar la
existencia de un acto administrativo, previo a que éste pueda ser revisado por
la misma autoridad que lo emitió o en otra instancia y cuyo análisis no se limita
a solicitar una determinada respuesta de la autoridad a un cuestionamiento del
gobernado, sino que constituye un supuesto para la procedencia de los
recursos administrativos o jurisdiccionales para impugnar la legalidad de los
actos de autoridad con el fin de obtener su nulidad o modificación, en este
sentido, el silencio administrativo de la autoridad competente deviene en una
contestación en sentido contrario a la petición del solicitante, configurándose
la figura de la negativa ficta, la cual puede ser recurrida a través de los medios
de defensa procedentes.

Aunado a lo anterior, la negativa ficta, se encuentra condicionada a que la


sustancia de lo pedido se vincule con el ejercicio de facultades discrecionales
con que la autoridad cuente, pues no podría obligarse a la autoridad fiscal a
realizar acciones fuera de su competencia con el argumento de hacer valido el
ejercicio del derecho de petición, de acuerdo al criterio de la misma segunda
sala de nuestro máximo tribunal, plasmado en la tesis de jurisprudencia
65/2017 (10a.), aprobada en sesión privada del veinticuatro de mayo de dos mil
diecisiete, de rubro y texto siguientes:
“JUICIO DE NULIDAD. ES IMPROCEDENTE CONTRA LA OMISIÓN DE LA AUTORIDAD
FISCAL DE RESOLVER LA SOLICITUD DE CERTIFICAR Y RECTIFICAR
DECLARACIONES TRIBUTARIAS. El artículo 37 del Código Fiscal de la Federación
prevé un derecho de los particulares íntimamente vinculado con el de petición
reconocido en el diverso 8o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; sin embargo, para que se actualice la resolución negativa ficta que
regula es necesario que: a) el particular haya formulado una instancia o petición a
alguna autoridad fiscal o administrativa; b) el ente incitado haya omitido resolverla
por más de 3 meses; c) la ley señale como consecuencia de ese silencio la

34
actualización de una respuesta ficta y que esa institución sea acorde con la
sustancia de lo pedido y con la finalidad práctica para la que se instituyó y reconoció;
y, d) el interesado la impugne a través de los medios de defensa que considere
procedentes. Sobre esas bases, la omisión de la autoridad fiscal de resolver la
solicitud de certificación y rectificación de declaraciones tributarias no origina una
resolución negativa ficta impugnable ante el Tribunal Federal de Justicia
Administrativa, porque la sustancia de lo pedido se vincula con el ejercicio de
facultades discrecionales, de modo que no puede obligarse al ente hacendario a
realizarlas so pretexto del ejercicio del derecho de petición. Sin que la prerrogativa
para solicitar ese tipo de certificaciones y rectificaciones pueda derivar de los
artículos 2o., fracción I y 8o. de la Ley Federal de los Derechos del Contribuyente,
pues sólo reconocen el derecho del contribuyente a ser informado y asistido por los
entes hacendarios en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias, así como el
deber de las autoridades de mantener oficinas en diversos lugares del territorio
nacional para orientarlos y auxiliarlos”.

35
6. EL ARTICULO QUINTO DEL CÓDIGO
FISCAL A LA LUZ DEL PRINCIPIO DE
LEGALIDAD Y TIPICIDAD.

Las multas o sanciones fiscales encuentran su origen en el artículo segundo,


último párrafo del multicitado Código Fiscal de la Federación, al dictar que estas
se deben considerar como accesorios de las contribuciones participando de la
naturaleza de estas, tal y como se muestra enseguida.
“Artículo 2o.- Las contribuciones se clasifican en impuestos, aportaciones de
seguridad social, contribuciones de mejoras y derechos, las que se definen de la
siguiente manera:

……………………………………………………………………………………………………………

Los recargos, las sanciones, los gastos de ejecución y la indemnización a que se


refiere el séptimo párrafo del Artículo 21 de este Código son accesorios de las
contribuciones y participan de la naturaleza de éstas. Siempre que en este Código
se haga referencia únicamente a contribuciones no se entenderán incluidos los
accesorios, con excepción de lo dispuesto en el Artículo 1o.”

Sin embargo, al analizar los diferentes conceptos de las contribuciones, las


multas no encajan en la definición de impuestos, ni de derechos, mucho menos
en las contribuciones de seguridad social, por tanto, su clasificación la
encontramos en el concepto de aprovechamientos, soportando lo anterior se
cita de manera textual el artículo tercero del mismo Código Fiscal de la
Federación:
“Artículo 3o.- Son aprovechamientos los ingresos que percibe el Estado por
funciones de derecho público distintos de las contribuciones, de los ingresos
derivados de financiamientos y de los que obtengan los organismos
descentralizados y las empresas de participación estatal.

Los recargos, las sanciones, los gastos de ejecución y la indemnización a que se


refiere el séptimo párrafo del Artículo 21 de este Código, que se apliquen en relación
con aprovechamientos, son accesorios de éstos y participan de su naturaleza.

36
Los aprovechamientos por concepto de multas impuestas por infracciones a las
disposiciones legales o reglamentarias que no sean de carácter fiscal, podrán ser
destinados a cubrir los gastos de operación e inversión de las dependencias
encargadas de aplicar o vigilar el cumplimiento de las disposiciones cuya infracción
dio lugar a la imposición de la multa, cuando dicho destino específico así lo
establezcan las disposiciones jurídicas aplicables.

Son productos las contraprestaciones por los servicios que preste el Estado en sus
funciones de derecho privado, así como por el uso, aprovechamiento o enajenación
de bienes del dominio privado.”

Resulta evidente de lo citado hasta el momento, dado que las multas


administrativas se clasifican como aprovechamientos, las mismas deben ser de
aplicación estricta, al establecer cargas a los particulares y tan solo por el hecho
de denominarse infracciones o sanciones, en concordancia con lo estipulado en
al artículo 5 del Código Fiscal de la Federación; es decir, si alguna ley establece
una pena de multa para alguna infracción está estableciendo con ello un
aprovechamiento, lo cual implica de manera inminente que en la infracción se
señalen con precisión los elementos que componen el acto administrativo, tal
como se demuestra plasmando la norma citada en su primer párrafo:
“Artículo 5o.- Las disposiciones fiscales que establezcan cargas a los particulares
y las que señalan excepciones a las mismas, así como las que fijan las infracciones
y sanciones, son de aplicación estricta. Se considera que establecen cargas a los
particulares las normas que se refieren al sujeto, objeto, base, tasa o tarifa. “

Dicho esto, entonces se concluye de manera inevitable que la sanción se


encuentra sujeta al principio de aplicación estricta ya entes mencionado, el cual
señala que “no hay sanción sin ley”; por tanto, para aplicar una sanción, la
conducta realizada por el contribuyente (motivo) debe encajar exactamente en
la hipótesis normativa (fundamento), sin que sea lícito aplicar ésta por analogía
ni por mayoría de razón; en otras palabras, los elementos esenciales de la
contribución consistentes en la conducta que dio origen a la sanción, la forma,
contenido y alcance de la infracción, se encuentren de manera clara
consignados en la ley, de tal manera que no quede margen para la arbitrariedad
de las autoridades encargadas de su aplicación, lo anterior con sustento en la
tesis emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del

37
Primer Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, volumen
86, Sexta Parte, página 59, que señala: “MULTAS. TIPICIDAD DE LA INFRACCION.
En este preciso momento, resulta indispensable mencionar de nueva cuenta
que el artículo 14, en su párrafo tercero de nuestra constitución federal, prevé
la garantía de legalidad, la cual lleva implícita el principio de tipicidad, el cual
sostiene que ningún órgano del estado puede realizar actos que no estén
previstos y autorizados por disposición anterior al hecho punible, (nulla poena
sine lege); aún más, al aplicar el principio legalidad en relación a la garantía de
fundar y motivar de manera precisa el acto administrativo, la conducta
debe encuadrar exactamente en las hipótesis normativas previamente
establecidas antes de haber cometido la fracción para cumplir con el requisito
de la adecuada fundamentación y motivación que debe estar envestido el acto
fiscal emitido, así como del correcto y legal proceso que debe seguir la
autoridad competente al emitir las sanciones pretendidas; principios que deben
ser considerados en todo momento por el sujeto activo al invadir la esfera
protegida del gobernado con el propósito de otorgar certidumbre jurídica al
mismo de manera personal, de acuerdo al caso en concreto; principios
implícitos en los artículos 1, párrafo primero, segundo y tercero, 14, párrafo
segundo y 16 párrafo primero de nuestra Constitución Política de los estados
Unidos Mexicanos.

38
7. LA RECONSIDERACIÓN
ADMINISTRATIVA.

La reconsideración administrativa no se considera un recurso de defensa fiscal,


sin embargo, se debe de tomar como un medio alternativo ante la autoridad
competente, para que revise su resolución final de manera discrecional en
contra del crédito fiscal determinado, dicho esto, no debemos perder de vista
que en caso de existir una resolución administrativa no favorable al
contribuyente y este no hubiere interpuesto algún medio de defensa y se
encuentre fuera del plazo para su interposición, puede recurrir a la
reconsideración por parte de la autoridad, su fundamento se encuentra en el
artículo 36 del Código Fiscal de la Federación en su tercer párrafo, el cual dicta:

“Las autoridades fiscales podrán, discrecionalmente, revisar las resoluciones


administrativas de carácter individual no favorables a un particular emitidas por
sus subordinados jerárquicamente y, en el supuesto de que se demuestre
fehacientemente que las mismas se hubieran emitido en contravención a las
disposiciones fiscales, podrán, por una sola vez, modificarlas o revocarlas en
beneficio del contribuyente, siempre y cuando los contribuyentes no hubieren
interpuesto medios de defensa y hubieren transcurrido los plazos para
presentarlos, y sin que haya prescrito el crédito fiscal.”

Como se puede advertir, un contribuyente en esta situación donde ya vencieron


los plazos estipulados para interponer los medios de defensa correspondientes
y con un crédito fiscal firme a su cargo, se encuentra desprotegido aun cuando
dicho crédito contravenga las disposiciones fiscales, simplemente por el hecho
que el contribuyente por desconocimiento o cualquier otra razón no interpuso

39
algún medio de defensa en tiempo y forma; sin embargo, atendiendo a lo
dispuesto en este artículo no todo se encuentra perdido; pues por medio de
este recurso de petición, a través de un escrito libre el contribuyente puede
solicitar la reconsideración a la autoridad fiscal correspondiente, para que se
revoque o modifique el crédito fiscal. Dicho escrito libre solo debe contener los
requisitos dictados por el artículo 18 del Código Fiscal de la Federación, donde
se hagan valer los argumentos que demuestren que la resolución se emitió en
contravención a las disposiciones fiscales.

Ahora bien, se advierte de nueva cuenta que la reconsideración administrativa


no constituye un recurso de revocación ni una instancia jurisdiccional, se debe
considerar como un mecanismo excepcional de autocontrol de la legalidad de
los actos administrativos, lo que es congruente con la intención al crear este
mecanismo, que es de proveer un procedimiento a través del cual las
autoridades fiscales, revisen sus propios actos para modificarlos o revocarlos
cuando los contribuyentes estén imposibilitados para hacer valer algún medio
de defensa legal en contra de aquellos actos que les fueron desfavorables, pero
que notoriamente sean ilegales; con esto, el contribuyente amplía su
oportunidad de defensa al permitir una oportunidad adicional de carácter
discrecional si no estuvieron en posibilidad de acceder en su momento ante los
órganos jurisdiccionales, al acudir a la autoridad administrativa a que efectúe
un análisis de la resolución y en caso de demostrar que es contraria a derecho,
se modifique o revoque en beneficio del contribuyente, siempre y cuando no
haya prescrito el crédito fiscal.

Se debe aclarar que aun y cuando el cuarto párrafo del artículo en revisión,
señala que este mecanismo no constituirá instancia y las resoluciones que dicte
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al respecto, no podrán ser
impugnadas por los contribuyentes, sin embargo, la resolución que recaiga a
dicha reconsideración podrá ser combatida a través del juicio de amparo,
entendiéndose este, por su naturaleza como un remedio constitucional
extraordinario, que procede contra actos que causen perjuicio y no puedan ser
reparados por la vía común. Por lo tanto, si bien, el citado artículo 36 impide la
40
impugnación por la determinación efectuada en la reconsideración
administrativa, ello no puede ser regulador del juicio de garantías, toda vez que,
el juicio de amparo está previsto en los artículos 103 y 107 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, y siguiendo el principio de jerarquía,
este no puede estar supeditado a una ley secundaria; siguiendo este orden de
ideas, si la autoridad fiscal no acepta la admisión de este recurso o
admitiéndose la resolución no es favorable al contribuyente, esta misma
autoridad se encuentra obligada fundar y motivar su accionar, siendo en este
momento, cuando el afectado puede recurrir al juicio de amparo en caso de
considerarlo pertinente y que su defensa verse sobre la nula o indebida
fundamentación o motivación, para dar sustento a lo anterior nos permitimos
transcribir la siguiente tesis:

“2007203. II.3o.A.183 A (10a.). Tribunales Colegiados de Circuito. Décima Época.


Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 9, Agosto de 2014, Pág. 1929

RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 36 DEL CÓDIGO


FISCAL DE LA FEDERACIÓN. AUNQUE NO CONSTITUYA UNA INSTANCIA EN FAVOR
DE LOS PARTICULARES, SU EJERCICIO SEA DISCRECIONAL Y LA RESOLUCIÓN QUE
SE EMITA NO PUEDA CONTROVERTIRSE POR MEDIOS ORDINARIOS, UNA VEZ
DETERMINADO SU EJERCICIO, LA RESOLUCIÓN QUE SE DICTE DEBERÁ ESTAR
DEBIDAMENTE FUNDADA Y MOTIVADA, PUES, DE LO CONTRARIO, EN CASO DE
IMPUGNACIÓN EN AMPARO, DEBERÁ CONCEDERSE LA PROTECCIÓN
CONSTITUCIONAL PARA EL EFECTO DE QUE SE DICTE UNA NUEVA QUE CUMPLA
CON DICHO REQUISITO. De los dos últimos párrafos del artículo 36 del Código Fiscal
de la Federación, se advierte que las autoridades fiscales podrán,
discrecionalmente, revisar las resoluciones administrativas de carácter individual
desfavorables a un particular emitidas por sus subordinados y, en el supuesto de
que se hubieran emitido en contravención a las disposiciones fiscales, podrán, por
una sola vez, modificarlas o revocarlas en beneficio del contribuyente, pero siempre
que éstos: a) no hubieren interpuesto medios de defensa; b) hubieren dejado
transcurrir los plazos para presentarlos; y, c) no haya prescrito el crédito fiscal. A
todo ello debe sumarse que, conforme a dicho fundamento, esta reconsideración no
constituirá una instancia a la que tengan derecho los particulares y, además, las
resoluciones que con motivo de su ejercicio se dicten no podrán ser controvertidas
por los contribuyentes. No obstante, en la jurisprudencia 2a./J. 61/2006, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIII,
mayo de 2006, página 325, de rubro: "RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 36, TERCERO Y CUARTO PÁRRAFOS, DEL CÓDIGO
FISCAL DE LA FEDERACIÓN, VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ENERO DE 1996. EN
CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE LE RECAE PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO,

41
INDEPENDIENTEMENTE DEL RESULTADO EN CUANTO AL FONDO.", la Segunda Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que la prohibición de
impugnación a que se refiere la parte final del citado numeral no comprende al
amparo como medio extraordinario de defensa, razón por la cual, la resolución que
recaiga al ejercicio de dicha reconsideración puede ser impugnable en la vía
indirecta, independientemente del resultado en cuanto al fondo. Sobre las bases
anteriores, si la autoridad administrativa determina ejercer dicha facultad para
revisar resoluciones de sus subordinados y, como resultado, emite resolución
escrita que no está debidamente fundada ni motivada, la cual es materia de
impugnación en amparo indirecto, debe concederse la protección constitucional
para el efecto de que dicha autoridad emita una nueva resolución de fondo que se
ajuste a la regularidad constitucional; lo anterior, porque si la autoridad ya decidió
ejercer la referida facultad discrecional -tanto así que ya emitió una resolución de
fondo al respecto- entonces, al igual que todo acto de autoridad, éste sólo podrá
considerarse constitucionalmente válido si se emite por escrito con una
fundamentación y motivación adecuadas al caso, lo que significa que la resolución
de reconsideración no escapa al control constitucional de su legalidad y seguridad
jurídica, ni puede ser cualquiera la fundamentación y motivación que le sirva de
sustento, máxime que las facultades discrecionales, para ser constitucionalmente
válidas y razonables, no deben ser caprichosas ni arbitrarias.”

En base a lo anterior, podemos deducir que la resolución emitida debe estar


sujeta a los requisitos de fundamentación, motivación, congruencia y
exhaustividad exigidos por el artículo 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, de tal manera que su incumplimiento da la pauta
para tramitar el juicio de amparo indirecto al ser una violación de garantías, en
razón como ya lo comentamos, que el juicio de amparo no es un medio de
defensa ordinario sino un medio de control constitucional y de acuerdo a su
naturaleza tiene el carácter de extraordinario, por lo que procede únicamente
respecto de aquellos actos contra los cuales la ley secundaria no concede
recurso alguno, por virtud del cual puedan repararse los perjuicios que dichos
actos ocasionan al particular. Ahora bien, bajo la premisa que la seguridad
jurídica amparada en nuestra constitución, se exige que para poner en marcha
el procedimiento administrativo de ejecución debe existir un crédito exigible,
también lo es, que si existe la solicitud de reconsideración administrativa
aunque ésta no constituye un medio de impugnación en estricto sentido, sí
representa un derecho a favor del gobernado, impidiendo la ejecución de la
resolución puesta a consideración mientras no se resuelva la petición, esto es,

42
se bebe suspender el procedimiento coactivo o procedimiento administrativo
de ejecución.

“RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA PREVISTA POR EL ARTÍCULO 36 DEL CÓDIGO


FISCAL DE LA FEDERACIÓN. IMPIDE EJECUCIÓN.- La determinación de un crédito
alcanza firmeza cuando el contribuyente no la haya impugnado o porque habiéndolo
hecho, se haya confirmado la resolución del fisco y entonces puede ser legalmente
exigido mediante el procedimiento administrativo de ejecución a que se refiere el
artículo 145 del Código Fiscal de la Federación. Esto es, la seguridad jurídica
postulada por nuestra Constitución exige que para poner en marcha el
procedimiento administrativo de ejecución debe existir un crédito exigible, teniendo
este carácter el que no puede variar por haber sido consentido o porque las
autoridades han determinado su legalidad una vez puesta a su consideración. Ahora
bien, el artículo 36, en sus tercero y cuarto párrafos sustancialmente prevé que las
autoridades fiscales podrán, discrecionalmente, revisar las resoluciones
administrativas de carácter individual no favorables a un particular emitidas por su
subordinado jerárquicamente y podrán, por una sola vez modificarlas o revocarlas
en beneficio del contribuyente, por lo que si existe la solicitud de revisión
administrativa, aunque ésta no constituye un medio de impugnación en estricto
sentido, sí representa un derecho constituido a favor del gobernado y, por ello,
impide la ejecución de la resolución puesta a consideración mientras no se
resuelva, esto es, en tanto tenga la expectativa de que la resolución en su contra se
revoque o modifique, no es dado a la autoridad continuar con el procedimiento
coactivo respecto de la garantía que exige un crédito firme.

Novena Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario


Judicial de la Federación y su Gaceta XVII, Junio de 2003, Página: 1057, Tesis:
I.9o.A.70 A, Tesis Aislada, Materia(s): Administrativa. Registro Nº 184031”

Es necesario traer a contexto el criterio emitido por la Segunda Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a la reconsideración
administrativa, criterio muy novedoso al determinar que de la interpretación
teleológica, sistemática y funcional del artículo 36 del Código Fiscal de la
Federación, se concluye que la reconsideración administrativa no admite el
ofrecimiento y el desahogo de medios de prueba, por tanto, la ilegalidad del
acto a reconsiderar sólo puede demostrarse a través de argumentos o
razonamientos lógico jurídicos, al contemplar el tercer párrafo del artículo 36
del Código Fiscal de la Federación la frase "demuestre fehacientemente", se
debe concluir que el afectado debe formular argumentos o razonamientos
encaminados a evidenciar que el acto fiscal se emitió en contravención de las

43
disposiciones fiscales que le resultan aplicables, mas no a que pueda ofrecer y
valorar algún tipo de medio de prueba, toda vez que estas se encuentran en el
expediente administrativo del cual emana el acto fiscal; se sustenta lo
mencionado en este párrafo con la siguiente tesis jurisprudencial, publicada el
viernes 25 de junio de 2021, en el Semanario Judicial de la Federación bajo la
tesis 2a./J. 32/2021 (10a.), de rubro: “RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 36 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN. AL
TRATARSE DE UN MEDIO DE DEFENSA EXTRAORDINARIO, EL PARTICULAR NO
PUEDE OFRECER NINGÚN MEDIO DE PRUEBA, YA QUE LA DEMOSTRACIÓN
FEHACIENTE DE LA ILEGALIDAD DEL ACTO RESPECTO DEL CUAL SE SOLICITA, SE
HACE EXCLUSIVAMENTE MEDIANTE ARGUMENTOS O RAZONAMIENTOS.”
Siguiendo nuestro orden de ideas, argumentaremos que la reconsideración
administrativa nace con el objeto que las autoridades fiscales puedan modificar
o revocar por una sola vez las resoluciones administrativas que emitan sus
subordinados jerárquicos, que sean desfavorables a los intereses de los
particulares a los que “notoriamente les asista la razón”, y que por algún motivo
hubieran perdido su derecho a impugnar tales determinaciones a través de los
medios ordinarios de defensa, siempre que no haya prescrito el crédito fiscal;
de tal manera que la reconsideración administrativa, al no constituir un recurso
o medio ordinario de defensa, y por tanto su resolución que se emita “no
constituye instancia”, además, “no podrá ser impugnada por los contribuyentes
mediante un recurso ordinario de defensa”, en apego al cuarto párrafo, del
artículo 36 del código en comento; sin embargo, como ya se mencionó
anteriormente, el juicio de amparo no es considerado un recurso ordinario sino
un medio extraordinario de defensa conforme a su esencia y naturaleza, que
procede únicamente respecto de aquellos actos en contra de los cuales la ley
secundaria no concede recurso alguno, con un objetivo claro, consistente en la
posibilidad de reparar los perjuicios que los actos de la autoridad ocasionen al
particular; lo anterior tiene su razón de ser, en que el juicio de amparo se creó
con la finalidad de mantener el orden constitucional, tal y como se desprende
de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y la misma Ley de Amparo; con el objeto de sustentar lo anterior, se

44
transcribe el criterio jurisprudencial 2a./J. 61/2006, sustentado por la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuya publicación fue realizada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, en su Novena Época,
tomo XXIII, de mayo de 2006, página 325, cuyo contenido se analizó de nueva
cuenta en la contradicción de tesis número 383/2019, correspondiente a la
sesión de trece de noviembre de dos mil diecinueve, que al rubro reza:
“RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 36, TERCERO Y
CUARTO PÁRRAFOS, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, VIGENTE A PARTIR
DEL 1o. DE ENERO DE 1996. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE LE RECAE
PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO, INDEPENDIENTEMENTE DEL RESULTADO EN
CUANTO AL FONDO.- La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
ha sostenido que el ejercicio de las facultades conferidas a las autoridades
hacendarias para revisar y, en su caso, modificar o revocar por una única vez las
resoluciones administrativas que emitan sus inferiores jerárquicos que sean
desfavorables a los intereses de los particulares, que se prevé en el artículo 36,
tercero y cuarto párrafos, del Código Fiscal de la Federación vigente a partir del 1o.
de enero de 1996, no constituye un recurso ni una instancia jurisdiccional a través
del cual puedan combatirse tales determinaciones, en la medida en que la
reconsideración administrativa se instituyó como un mecanismo excepcional de
autocontrol de la legalidad de los actos administrativos en materia fiscal, que tiene
como fin otorgar un trato justo a los contribuyentes que notoriamente les asista la
razón y que hubieran perdido toda posibilidad de controvertirlos, siempre que el
crédito no haya prescrito, lo que justifica el que estas resoluciones no puedan ser
controvertidas a través de algún medio ordinario de defensa. Ahora bien, la
resolución que recaiga a dicha reconsideración está sujeta a los requisitos de
fundamentación, motivación, congruencia y exhaustividad exigidos por la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que su incumplimiento
puede combatirse en amparo indirecto en términos de la fracción II del artículo 114
de la ley de la materia, si se estima que aquélla es violatoria de garantías. Lo
anterior porque el juicio de amparo no es un medio de defensa ordinario, sino un
medio de control constitucional que conforme a su naturaleza tiene el carácter de
extraordinario, como se desprende de los artículos 103 y 107 constitucionales que
lo regulan, por lo que procede únicamente respecto de aquellos actos contra los
cuales la ley secundaria no concede recurso alguno, por virtud del cual puedan
repararse los perjuicios que dichos actos ocasionan al particular. “

Así como también es aplicable al caso en concreto la siguiente tesis con número
VI.3o.A.254 A, del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Sexto Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
tomo XXII, de noviembre de 2005, página 921, que al rubro dice:

45
“RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 36 DEL CÓDIGO
FISCAL DE LA FEDERACIÓN. LA RESOLUCIÓN QUE EN ELLA SE EMITE PUEDE
IMPUGNARSE MEDIANTE EL JUICIO DE AMPARO. La resolución contra la cual se
pide la reconsideración, no es atacable por los medios ordinarios, en términos del
artículo 36 del Código Fiscal de la Federación, que establece que las autoridades
podrán revisar las resoluciones administrativas de carácter individual no
favorables al particular, en el supuesto de que se demuestre fehacientemente que
se emitieron en contravención a las disposiciones fiscales, siempre y cuando no se
hubieren interpuesto medios de defensa y hayan transcurrido los plazos para
presentarlos, resolución que no constituirá instancia y, por tanto, los contribuyentes
no estarán en aptitud legal de impugnarla; sin embargo, la resolución que recaiga a
dicha reconsideración podrá ser combatida a través del juicio de amparo, cuenta
habida que éste no es un recurso o medio de defensa ordinario, sino que es un
remedio constitucional extraordinario, conforme a su esencia y naturaleza, que sólo
procede contra actos respecto de los cuales la ley no concede alguno por virtud del
cual puedan repararse, en la vía común, los perjuicios que dichos actos causen,
pues de estimar lo contrario, el amparo se entenderá como un recurso más, con
notoria violación del espíritu jurídico que informó su creación, pues no se tuvo ese
propósito, sino el de crear una institución de carácter extraordinario para el
mantenimiento del orden constitucional; y si bien el citado artículo 36 impide la
impugnación de la determinación pronunciada en la reconsideración administrativa,
ello no puede ser regulador del juicio de garantías, toda vez que el juicio de amparo,
está previsto en los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y en su ley reglamentaria.”

No es óbice mencionar que el artículo 36 en su último párrafo del Código Fiscal


de la Federación, establece que las resoluciones recaídas a la reconsideración
administrativa no podrán ser impugnadas por los contribuyentes, sin embargo,
dichas resoluciones no incluyen al juicio de garantías, puesto que el mencionado
Código Fiscal de la Federación no puede regular al juicio de amparo, toda vez que
la regulación de éste, se encuentra contenida en los artículos 103 y 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y su Ley reglamentaria.
Apoya lo antes mencionado, la jurisprudencia por contradicción de tesis, 2a./J.
97/2004, sustentada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, visible en la página 52, tomo XXII, Materia Administrativa, registro
176651, septiembre de 2005.

“RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA. SU DESECHAMIENTO NO ES IMPUGNABLE


A TRAVÉS DEL JUICIO DE NULIDAD ANTE EL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA
FISCAL Y ADMINISTRATIVA. De conformidad con los párrafos tercero y cuarto del
artículo 36 del Código Fiscal de la Federación, el ejercicio de las facultades
conferidas a las autoridades hacendarias para revisar y, en su caso, modificar o

46
revocar, por una sola vez, las resoluciones administrativas emitidas por sus
inferiores jerárquicos que sean desfavorables a los intereses de los particulares,
no constituye un recurso o medio de defensa con que éstos cuenten para impugnar
tales determinaciones, lo cual encuentra su justificación en el hecho de que la
reconsideración administrativa se instituyó como un mecanismo excepcional de
autocontrol de la legalidad de los actos administrativos en materia fiscal, que tiene
por objeto otorgar un trato más justo a los contribuyentes a los que notoriamente
les asista la razón y que no pueden acudir a medio ordinario de defensa alguno por
haber perdido su derecho a hacerlo, siempre que el crédito fiscal no haya prescrito.
Por tanto, el desechamiento de una solicitud de reconsideración administrativa no
es impugnable ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa a través
del juicio de nulidad, ya que el artículo 202, fracción XIV, del citado código tributario,
establece expresamente que el referido juicio no procede en los casos en que la
improcedencia resulte de alguna disposición de dicho ordenamiento legal.”

Ahora bien, en las siguientes líneas dilucidaremos si la negativa ficta acaecida


a una reconsideración administrativa, se pude impugnar vía juicio de nulidad o
ampara directo, toda vez que, ante la falta de respuesta a la reconsideración
administrativa realizada por el afectado sin que la autoridad se pronuncie al
respecto, deja en un total estado de incertidumbre e indefensión al gobernado,
puesto que, con su silencio violenta los principios de legalidad, seguridad
jurídica y audiencia, previstos en los artículos 14 y 16 de nuestra Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; ante tal supuesto sala a luz el
siguiente criterio emitido por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Cuarto Circuito, el cual se cita textualmente.

“Tesis: IV.1o.A.84 A (10a.)


Semanario Judicial de la Federación
Tribunales Colegiados de Circuito
Publicación: viernes 04 de mayo de 2018 10:09 h
Tesis Aislada (Administrativa)

RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 36,


PÁRRAFO TERCERO, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN. LA NEGATIVA
FICTA CONFIGURADA ANTE LA FALTA DE RESPUESTA A LA PETICIÓN
RELATIVA, CONSTITUYE UNA RESOLUCIÓN DEFINITIVA CONTRA LA QUE
PROCEDE EL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO FEDERAL.
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis
aislada 2a. X/2003, publicada en la Novena Época del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo XVII, febrero de 2003, página 336, de rubro:
“TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA.

47
‘RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS DEFINITIVAS’. ALCANCE DEL CONCEPTO
A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 11, PRIMER PÁRRAFO, DE LA LEY ORGÁNICA
DE DICHO TRIBUNAL.”, al interpretar el alcance del artículo 11, fracción IV, de
la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa
abrogada, precisó que las resoluciones definitivas no sólo eran aquellas que
no admitan recurso o, admitiéndolo, sea optativo, sino que también debe
considerarse la naturaleza jurídica de la resolución, sea ésta expresa o ficta,
la cual debe constituir el producto final o la voluntad definitiva de la
administración pública, como última resolución dictada para poner fin a un
procedimiento, y como manifestación aislada que no requiere de un
procedimiento que le anteceda para poder reflejar la última voluntad oficial.
Por tanto, contra la negativa ficta configurada ante la falta de respuesta a la
petición de la reconsideración administrativa que prevé el artículo 36, párrafo
tercero, del Código Fiscal de la Federación, conforme al artículo 3, fracción V,
de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, vigente a
partir del 19 de julio de 2016, procede el juicio contencioso administrativo, en
observancia al derecho fundamental de acceso a la justicia, previsto en el
artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que
al tener un origen meramente fiscal, es viable que por dicha vía sea reclamada
la abstención en que incurre la autoridad tributaria en la solicitud del
contribuyente pues, de otra manera, se le dejaría en completo estado de
indefensión y su petición jamás tendría un pronunciamiento positivo o
negativo, lo que de suyo resulta violatorio de los derechos fundamentales de
legalidad, seguridad jurídica y audiencia, previstos en los artículos 14 y 16 de
la Carta Magna.”

Debido a la tesis anterior, surge una posible contradicción de tesis, por lo cual
la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, José Fernando Franco
González Salas, Yasmín Esquivel Mossa (ponente) y Presidente Javier Laynez
Potisek, al resolver la posible CONTRADICCIÓN DE TESIS 383/2019; suscitada
entre el criterio sustentado por el TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
ADMINISTRATIVA DEL SEGUNDO CIRCUITO y el PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO
EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO CIRCUITO, en la sesión de trece de
noviembre de dos mil diecinueve; determinaron que el criterio que debe
prevalecer de acuerdo a dicha Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, es el publicado en la novena época, registro 175015, tesis 2a./J.
61/2006, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXIII, con
fecha de mayo de 2006; visible en su página 325, bajo el rubro:
48
“RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 36, TERCERO Y
CUARTO PÁRRAFOS, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, VIGENTE A PARTIR
DEL 1o. DE ENERO DE 1996. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE LE RECAE
PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO, INDEPENDIENTEMENTE DEL RESULTADO EN
CUANTO AL FONDO”. Puesto que, tal y como lo citan al resolver la posible
contradicción de tesis 383/2019 (), la Segunda Sala de nuestro máximo tribunal:

“La reconsideración administrativa es un mecanismo excepcional de


autocontrol de legalidad, pero no es un recurso o medio de defensa ordinario.
Por tanto, el desechamiento de la solicitud de reconsideración administrativa no
es impugnable en juicio contencioso administrativo. En otras palabras, contra la
negativa ficta que recae a la solicitud de reconsideración administrativa
(equivalente a un desechamiento en términos de la contradicción de tesis
36/2006) no procede juicio contencioso administrativo”. Además, argumentan
que, “Procede amparo indirecto contra la resolución de una reconsideración
administrativa, independientemente del resultado en cuanto al fondo. Lo
anterior, ya que esta resolución está sujeta a los requisitos de fundamentación,
motivación, congruencia y exhaustividad; aunado a que el amparo es un medio
de control constitucional y no un recurso ordinario”.

Bajo el contexto anterior, ante tales argumentos y criterio, resulta procedente


sin lugar a dudas 8888883neplrubbuscar la protección y el amparo de la justicia,
por medio del amparo indirecto.

49
8. ARGUMENTOS CONTRA MULTAS.
CASOS PRACTICOS.

En éste apartado, pondremos en práctica todo lo expresado a lo largo de los


capítulos anteriores, demostrando que la mayoría de las multas impuestas por
las autoridades fiscales son a todas luces violatorias de los derechos humanos
y de las garantías del debido proceso, seguridad jurídica y legalidad, contenidos
en los artículos 14 párrafo segundo, cuarto y 16, párrafo primero de nuestra
constitución, ya que carece del requisito indispensable de la adecuada
fundamentación y motivación del acto reclamado, además de ir en contra del
principio “pro homine”, implícito en los artículos 8, 9, 25 y 29 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en vinculación con el artículo 1º, párrafos
primero, segundo y tercero de nuestra Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; aunado a que la autoridad fiscal, por lo regular realiza una
inexacta aplicación e interpretación de los artículos 41, fracción I, 81, fracción
I, 82, fracción I, así como del artículo 75, primer párrafo y fracción V, 75, tercer
párrafo del Código Fiscal de la Federación, aún más, pasa por alto lo establecido
en el artículo 38, fracción IV, del mismo ordenamiento, configurándose la
hipótesis normativa de que los actos se emitieron contraviniendo dichas
normas fiscales, tal y como se irá demostrando a lo largo de este numeral.

No es de soslayar que en nuestro sistema positivo del derecho fiscal, como ya


se desarrolló en el tema correspondiente a la garantía de la fundamentación y
motivación, existe un criterio aceptado en el ámbito del mismo, donde es bien
sabido que técnicamente el requisito de fundamentación y motivación se
manifiesta en dos vertientes; la primera en que toda autoridad administrativa
debe fundar y motivar su competencia material, territorial y por grado; y la
segunda en la expresión precisa del precepto legal aplicable al caso
(fundamentación) y el señalamiento exacto de las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración
50
para la emisión del acto respectivo (motivación), además, de que exista
adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en
el caso concreto se configuren las hipótesis normativas. En tal razón tenemos
el siguiente hecho concreto (se omiten los datos del contribuyente):

Como se puede observar, se finca una multa, la cual es precedida por un


requerimiento de obligaciones omitidas, el cual se notificó el 17 de marzo del
2021, aun y cuando se presente la declaración solicitada, lleva consigo la
aplicación de la multa correspondiente, por no haber efectuado de manera
espontánea la obligación a que se encuentra afecto, ya que la presentación fue
a requerimiento o solicitud de la autoridad fiscal; sin embargo, así como el
sujeto pasivo de la contribución, tiene ciertas obligaciones, también, se
encuentra envestido de ciertos derechos; además, no debemos perder de vista
que el vínculo jurídico entre los sujetos de la contribución, se encuentra
supeditado al principio de legalidad, en tal efecto, la autoridad debe seguir un
procedimiento de manera solemne para revestir el acto administrativo de la

51
legalidad adecuada, para que tal acto no sea carente de validez; por tal razón,
diremos que dicha sanción, tiene la siguiente causal de improcedencia:

a).- la motivación del caso concreto manifestado en las multas no se adecua a la


hipótesis normativa expresada, lo anterior es así, ya que de la simple lectura del
contenido de la multa, se puede comprobar que va en sentido contrario a los
principios de legalidad y seguridad jurídica; pues a todas luces se observa como
la autoridad al tratar de encuadrar las causales por la imposición de una multa
por cada obligación omitida, con la fundamentación respectiva, lo hacen de
manera incorrecta e imprecisa, dando como resultado que el acto se encuentra
viciado, al carecer de la adecuada fundamentación y motivación; como
consecuencia, se debe considerar que la infracción imputada adolece de este
requisito esencial del acto y del debido proceso, ya que, por fundar ha de
entenderse la precisión de las normas de derecho positivo que sustentan el acto
autoritario; y por motivar, la narración detallada de los hechos considerados
como infractores de una norma jurídica, estableciendo circunstancias de
tiempo, modo y lugar; además, de la explicación que esclarezca porqué el acto
en cuestión se ajusta al supuesto previsto en la norma; en apoyo a lo anterior
resulta aplicable la tesis que establece lo siguiente:

“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN.- De acuerdo con el artículo 16 de la


Constitución Federal, todo acto de autoridad debe estar suficientemente
fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con
precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que también
deben señalarse, con precisión, las circunstancias especiales, razones
particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para
la emisión del acto; siendo necesario, además que exista adecuación entre los
motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se
configuren las hipótesis normativas.”
Visible en el Informe 1978, Segunda Sala, Página 7.

Además, como ya lo sustentamos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación,


proclama que el principio de seguridad jurídica, es la base sobre la cual
descansa el sistema jurídico mexicano, cuidando que el gobernado jamás se
encuentre en una situación de incertidumbre jurídica, por tanto, en estado de
indefensión. Bajo este orden de ideas, la autoridad fundamenta la causa por la
52
cual impone las multas respectivas en base al artículo 81, fracción I, del Código
Fiscal de la Federación; el cual establece que:

“Artículo 81. Son infracciones relacionadas con la obligación de pago de las


contribuciones; de presentación de declaraciones, solicitudes, documentación,
avisos, información o expedición de constancias, y del ingreso de información
a través de la página de Internet del Servicio de Administración Tributaria:

I. No presentar las declaraciones, las solicitudes, los avisos o las


constancias que exijan las disposiciones fiscales, o no hacerlo a través
de los medios electrónicos que señale la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público o presentarlos a requerimiento de las autoridades
fiscales. No cumplir los requerimientos de las autoridades fiscales
para presentar alguno de los documentos o medios electrónicos a que
se refiere esta fracción, o cumplirlos fuera de los plazos señalados en
los mismos.”

Ante el argumento anterior, la autoridad fiscal, en lo general, expresa para estos


actos en concreto, que la multa impuesta, se debe a que no se cumplió con la
obligación de presentar las declaraciones dentro del plazo de 15 días hábiles
establecidos en el primer requerimiento, tal y como se muestra a continuación:

53
Sin embargo, en la especie, el motivo expresado por la autoridad fiscal para que
el contribuyente se haga acreedor a dichas multas, fue porque la obligación
requerida y omitida generadora de la multa consistió en:
I. No enterar las retenciones mensuales de impuesto sobre la renta por
sueldos y salarios correspondientes al mes de enero del año 2021, y
II. No realizar el pago provisional mensual de ISR por actividades
empresariales. Régimen de actividades empresariales y profesionales,
por el mes de enero del año 2021.

En otras palabras, las multas impuestas se debieron a que no se enteraron las


retenciones mensuales de impuesto sobre la renta por sueldos y salarios
correspondientes al mes de enero del año 2021, además de que tampoco se
realizaron los pagos provisionales mensuales de ISR por actividades
empresariales del régimen de actividades empresariales y profesionales, por el
mes de enero del año 2021, expresando como fundamento, el artículo 81,
fracción I, del Código Fiscal de la Federación. En este momento, resulta
pertinente aclarar que la presentación de las declaraciones electrónicas es un
acto completamente distinto a el pago o entero de las retenciones efectuadas y
del pago provisional correspondiente, pues, dichas declaraciones se presentan
en el portal oficial del Servicio de Administración Tributaria, el cual general un
número de referencia para realizar el pago respectivo ante una institución
financiera autorizada, por medio de transferencia electrónica en el portal
bancario; por tanto, de acuerdo al motivo de la generación de las multas según
la autoridad emisora, fue por no realizar el pago respectivo ante la institución
financiera autorizada, después de haber sido requerido dicho pago, tal y como
en seguida se muestra:

54
Como se puede observar, el caso concreto no se configura a la hipótesis
normativa expresada, referente a la infracción y al monto de la sanción, tan es
así, que en el mismo artículo 81 del Código Fiscal de la Federación, el legislador
plasma de manera exacta en las fracciones III y IV, las infracciones relacionadas
con la obligación de pago de las contribuciones, de acuerdo a como lo señala
dicha disposición:
“Artículo 81. Son infracciones relacionadas con la obligación de pago de
las contribuciones; de presentación de declaraciones, solicitudes,
documentación, avisos, información o expedición de constancias, y del
ingreso de información a través de la página de Internet del Servicio de
Administración Tributaria:

……………………………………………….…………………………………………………………………………………

III. No pagar las contribuciones dentro del plazo que establecen las
disposiciones fiscales, cuando se trate de contribuciones que no sean
determinables por los contribuyentes, salvo cuando el pago se efectúe
espontáneamente.

IV. No efectuar en los términos de las disposiciones fiscales los pagos


provisionales de una contribución.”

Resulta evidente ante los argumentos anteriores, que la autoridad emisora del
acto de molestia, pasa inadvertido el artículo 16 constitucional en su primer
párrafo, al no apegar o encuadrar el motivo generador de la infracción al
precepto concreto que marca la ley, con el objeto de sustentar el mandamiento

55
efectuado, dejando al contribuyente en un total estado de vulnerabilidad e
incertidumbre jurídica, por no saber a qué atenerse, toda vez que deja al
gobernado en franca vulnerabilidad al no saber si los créditos fiscales se deben
por no haber presentado las declaraciones electrónicas o por no haber
realizado el pago de las mismas; ya que, para cada supuesto en concreto se
emplea una sanción económica diferente en base al artículo 82, fracción I,
inciso b), fracción III y IV del mismo Código Fiscal de la Federación, tal y como
se expresa a continuación:
“Artículo 82. A quien cometa las infracciones relacionadas con la
obligación de presentar declaraciones, solicitudes, documentación,
avisos o información; con la expedición de comprobantes fiscales
digitales por Internet o de constancias y con el ingreso de información a
través de la página de Internet del Servicio de Administración Tributaria
a que se refiere el artículo 81 de este Código, se impondrán las siguientes
multas:

I. Para la señalada en la fracción I:

…………………………………………………………………………………………………………………………………….

d) De $15,860.00 a $31,740.00, por no presentar las declaraciones en los


medios electrónicos estando obligado a ello, presentarlas fuera del plazo
o no cumplir con los requerimientos de las autoridades fiscales para
presentarlas o cumplirlos fuera de los plazos señalados en los mismos.

…………………………………………………………………………………………………………………………………….

III. De $1,560.00 a $38,700.00, tratándose de la señalada en la fracción III,


por cada requerimiento.

IV. De $19,350.00 a $38,700.00, respecto de la señalada en la fracción IV,


salvo tratándose de contribuyentes que de conformidad con la Ley del
Impuesto sobre la Renta, estén obligados a efectuar pagos provisionales
trimestrales o cuatrimestrales, supuestos en los que la multa será de
$1,930.00 a $11,600.00.”

Se desprende con lo anterior que, si el fundamento para la imposición de la


multa tiene como origen el 81, fracción I del Código Fiscal de la Federación, en
vinculación con el artículo 82, fracción I, inciso b), del mismo Código, en relación
con la declaraciones requeridas, entonces, el motivo concreto que debió ser
expresado para encuadrar la causa real con la norma exacta, por parte de la
autoridad, es que, la multa se debe a que el contribuyente no cumplió con los
56
requerimientos de las autoridades fiscales para presentar la declaración del
pago provisional mensual del impuesto sobre la renta, por realizar actividades
empresariales correspondientes al mes de enero del año 2021, y la declaración
del pago provisional mensual de retenciones del impuesto sobre la renta por
sueldos y salarios correspondientes al mes de enero del año 2021, toda vez que
fueron solicitados a requerimiento de la autoridad el 17 de marzo del 2021, tal
y como se muestra a continuación.

Resulta importante mencionar que, en el documento, la autoridad requiere al


contribuyente para el cumplimiento de sus obligaciones en un plazo de 15 días
hábiles, independientemente de la multa a que se haga acreedor.

57
Lo antes mencionado, cobra mayor sustento en armonía con el artículo 41,
fracción I del ordenamiento en mención, norma que cita la misma autoridad al
fundamentar su actuar, el cual dicta el procedimiento a seguir para la
imposición de multas cuando los contribuyentes hagan caso omiso de la
presentación de las declaraciones o lo hagan fuera de los plazos señalados en
las disposiciones fiscales, de acuerdo a lo que a continuación se transcribe:
“Artículo 41. Cuando las personas obligadas a presentar declaraciones, avisos,
reportes de información a que se refiere el artículo 28, fracción I, apartado B de
este Código y demás documentos no lo hagan dentro de los plazos señalados o
de conformidad con las disposiciones fiscales, las autoridades fiscales exigirán
la presentación del documento o la información respectiva ante las oficinas
correspondientes, procediendo de la siguiente forma:

I. Imponer la multa que corresponda en los términos de este Código y requerir


hasta en tres ocasiones la presentación de la información omitida, otorgando al
contribuyente un plazo de quince días para el cumplimiento de cada
requerimiento. Si no se atienden los requerimientos se impondrán las multas
correspondientes que, tratándose de declaraciones, será una multa por cada
obligación omitida. La autoridad, después del tercer requerimiento respecto de la
misma obligación, podrá aplicar lo dispuesto en la siguiente fracción.”

De lo anterior, se infiere que cuando las personas obligadas a presentar


declaraciones por medios electrónicos, no lo hagan dentro de los plazos
señalados, las autoridades fiscales procederán de la siguiente manera:
I. Imponer la multa correspondiente.
II. Requerir hasta en tres ocasiones la presentación de la información
omitida.
III. Si no se atienden los requerimientos se impondrán las multas
correspondientes.
IV. Después del tercer requerimiento, hacer efectivo al contribuyente o
responsable solidario la cantidad mayor de las últimas seis declaraciones,
respecto a la misma contribución, sin eximir al obligado de presentar
dicha declaración.

58
Lo antes expresado, en vinculación con el artículo 81, fracción I de mismo
Código Fiscal, se interpreta de manera armónica de manera diferente al
proceder de la autoridad fiscal; con el propósito de sostener tal argumento se
plasma de manera textual el mencionado artículo en cuestión, para seguir con
nuestro razonamiento lógico jurídico.
“Artículo 81. Son infracciones relacionadas con la obligación de pago de
las contribuciones; de presentación de declaraciones, solicitudes,
documentación, avisos, información o expedición de constancias, y del
ingreso de información a través de la página de Internet del Servicio de
Administración Tributaria:

I. No presentar las declaraciones, las solicitudes, los avisos o las


constancias que exijan las disposiciones fiscales, o no hacerlo a través
de los medios electrónicos que señale la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público o presentarlos a requerimiento de las autoridades fiscales. No
cumplir los requerimientos de las autoridades fiscales para presentar
alguno de los documentos o medios electrónicos a que se refiere esta
fracción, o cumplirlos fuera de los plazos señalados en los mismos.”

En esta tesitura, en armonía con el principio de legalidad, el cual establece que


la autoridad solo puede realizar lo que por ley se le faculte, la autoridad
competente, debió imponer una primera multa por no haber presentado el
contribuyente las declaraciones a las que se encuentre obligado, y exigir la
presentación de las mismas, en caso de que sea renuente el mismo
contribuyente, a no presentar las declaraciones en el plazo estipulado en la
norma legal (15 días), entonces el infractor se haría acreedor a una segunda
multa por motivo de no cumplir con los requerimientos de la autoridad fiscal
para presentar las declaraciones correspondientes; en base a lo anterior, y
dado que la autoridad funge como juez y parte, lo menos que se le puede exigir
es que armonice de manera correcta sus actos, fundándolos y motivándolos de
manera correcta; puesto que, si las multas impuestas fueron de distinta
naturaleza a las exigidas en los requerimientos respectivos, la adecuación del
caso concreto no se ajusta a la hipótesis normativa; toda vez que, no hubo un
requerimiento previo que sustente el incumplimiento, donde se solicitaron la
presentación del entero de las retenciones mensuales de impuesto sobre la renta
por sueldos y salarios correspondientes al mes de enero del año 2021, y el pago
59
provisional mensual de ISR por actividades empresariales del régimen de
actividades empresariales y profesionales, por el mes de enero del año 2021; por
tanto, la autoridad fiscal debió primeramente exigir la presentación del entero
de las retenciones mensuales de impuesto sobre la renta por sueldos y salarios
correspondientes al mes de enero del año 2021, y el pago provisional mensual
de ISR por actividades empresariales del régimen de actividades empresariales
y profesionales, por el mes de enero del año 2021, para después imponer la
multa que corresponda en caso que el contribuyente no haya realizado el pago
respectivo, sustentando su determinación en el artículo 81 del Código Fiscal de
la Federación, en las fracciones III o IV, así como en el artículo 82, fracción III o
IV del mismo Código Fiscal de la Federación al imponer la sanción merecida.
Ahora bien, en este caso en concreto, la autoridad emisora del acto
primeramente, requiere la presentación de las declaraciones del pago
provisional mensual de impuesto sobre la renta por realizar actividades
empresariales, y las declaraciones del pago provisional mensual de retenciones
de impuesto sobre la renta por sueldos y salarios, correspondientes al mes de
enero del ejercicio 2021, tal y como se puede observar en los documentos de
requerimiento originales, conforme a la siguiente ilustración tomada de los
requerimientos expedidos por la autoridad:

Sin embargo, la multa impuesta se debió a que no se cumplió con el pago de


retenciones mensuales por ISR por sueldos y salarios y el pago provisional
mensual de ISR por actividades empresariales régimen de actividades
empresariales y profesionales correspondientes al mes de enero del ejercicio
2021, tal y como se muestra en la caratula de la multa impuesta, para sustentar

60
lo anterior, se presentan en seguida los motivos que dieron origen a las multas
impuestas.

Bajo este orden de ideas, resulta evidente que la autoridad competente, emite
una sanción por un motivo distinto a las requeridas inicialmente siendo de
naturaleza diferente, por tanto, la hipótesis normativa expresada en el
documento correspondiente, no se adecua al hecho en concreto, puesto que el
artículo 81, en su fracción I, como ya se sustentó, se refiere a infracciones
correspondientes a la no presentación de declaraciones y el 81, en sus
fracciones III y IV del mismo Código Fiscal de la Federación, dispone de las
infracciones que corresponden a la omisión del entero de las contribuciones o
de los pagos provisionales, siendo los fundamentos diferentes expresados por
la autoridad al caso o situación concreta; por tanto, las sanciones
correspondientes establecidas en el artículo 82 del mismo código, de igual
manera son de diferente cuantía para cado acto infractor en específico. Con el
propósito de sustentar de manera más sólida el argumento expresado a lo largo
de éste apartado, se muestra el sentido de la resolución emitida por la Sala
Regional del Golfo del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, de la
61
sentencia en firme del Juicio Contencioso Administrativo en la vía sumaria del
año 2021, (Sentencias del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, 2022), de
donde surge el criterio jurisdiccional 7/2022, aprobado en la primera sesión
ordinaria del 27 de enero del 2022, por la Procuraduría de la Defensa del
Contribuyente, (Criterios emitidos por la PRODECON, 2022) por una multa de
similar naturaleza a la que afecta al quejoso, bajo el rubro:

“MULTA. ES ILEGAL LA IMPUESTA POR NO CUMPLIR CON LA PRESENTACIÓN


DE OBLIGACIONES FISCALES EXIGIDAS MEDIANTE REQUERIMIENTO, SI SE
REQUIRIERON OBLIGACIONES DE DISTINTA NATURALEZA A LAS QUE
“MOTIVARON LA SANCIÓN. El artículo 33 fracción I, inciso d), del Código Fiscal
de la Federación (CFF), dispone que las autoridades fiscales procurarán
señalar en forma precisa, en los requerimientos mediante los cuales exijan a
los contribuyentes la presentación de declaraciones, avisos y demás
documentos a que estén obligados, cuál es el documento cuya presentación
se exige. Por otra parte, el artículo 81, fracción I, del CFF dispone que, entre
otras, son infracciones relacionadas con la obligación de pago de las
contribuciones; de presentación de declaraciones, solicitudes, documentación,
avisos, información o expedición de constancias, la conducta consistente en
no cumplir los requerimientos de las autoridades fiscales para su
presentación, o bien, cumplirlos fuera de los plazos señalados en los mismos.
En el caso, la autoridad fiscal impuso tres multas al contribuyente, por no
cumplir con el entero de retenciones mensuales de Impuesto sobre la Renta
(ISR) por sueldos y salarios, el pago provisional mensual del ISR personas
morales régimen general, y el pago definitivo mensual de Impuesto al Valor
Agregado (IVA), en el plazo de 15 días hábiles, establecido en un requerimiento
de obligaciones que le fue notificado; sin embargo, en el requerimiento se hizo
referencia a la presentación de la declaración de pago provisional mensual de
retenciones del ISR por sueldos y salarios, la declaración de pago provisional
mensual del ISR de personas morales del régimen general y la declaración de
pago provisional mensual de retenciones del ISR por sueldos y salarios. Por
tal motivo, el Órgano Jurisdiccional consideró ilegales las multas, pues en el
requerimiento de obligaciones, no se le solicitó al contribuyente el entero de
retenciones de sueldos y salarios, el pago provisional del ISR y el pago
definitivo del IVA, sino la presentación de diversas declaraciones que son
obligaciones de naturaleza distinta al pago de esos impuestos, concluyendo
así que las multas se encuentran indebidamente fundadas y motivadas, ya que
se sustentan en el incumplimiento de un requerimiento en el que no se
solicitaron las obligaciones que se omitieron presentar. “

62
De lo expresado hasta el momento, y dado que las multas administrativas
deben clasificarse como ya es sabido, como aprovechamientos las mismas,
deben ser de aplicación estricta en concordancia con lo estipulado en al artículo
5 del Código Fiscal de la Federación, aplicando en el presente caso de manera
indubitable el principio “nulla poena sine lege”.
Concluyendo que con el actuar de la autoridad fiscal, deja al contribuyente en
estado de incertidumbre e indefensión al no saber a qué atenerse, por la
imposición de las multas antes descritas, al fundamentarse en una hipótesis
normativa que no es la exactamente aplicable a la conducta que le fue atribuida
al quejoso; pues es inconcuso que el artículo 81, fracción I, no puede servir como
sustento para fundamentar las multas impuestas por el NO pagó del entero de
las retenciones mensuales de impuesto sobre la renta por sueldos y salarios, ni
el pago provisional mensual de ISR por actividades empresariales del régimen de
actividades empresariales y profesionales, toda vez que tal conducta
no encuadra exactamente en las hipótesis normativas previamente
establecidas en tal fracción, aún más, dicha multa carece de razón al no haber
sido requerida con anterioridad el entero o el pago provisional, tal y como ya se
expresó en líneas anteriores. En otras palabras, al realizar el examen de las
porciones normativas bajo una interpretación literal de las hipótesis normativas
de las multas y las sanciones impuestas, no existe un nexo causal entre los
hechos infractores y las disposiciones legales que contemplan dichas multas, ya
que la conducta del contribuyente no tipifica la hipótesis legal prevista por el
dispositivo jurídico expresado. Por tal razón, mediante los argumentos hasta
ahora expresados se demuestra fehacientemente con los argumentos lógico
jurídicos, que los actos mencionados se emitieron en contravención a las
disposiciones fiscales, vulnerando los principios de legalidad, del debido proceso
y de seguridad jurídica, contenidos en los artículos 38, fracción IV, 41, fracción
I, 75 primer párrafo del Código Fiscal de la Federación, por carecer de la
adecuada fundamentación y motivación que debe estar envestido el acto fiscal
emitido, así como del correcto y legal proceso que debe seguir la autoridad
competente al emitir las sanciones pretendidas; principios que deben ser
considerados en todo momento por el sujeto activo al invadir la esfera

63
protegida del gobernado con el propósito de otorgar certidumbre jurídica al
mismo de manera personal de acuerdo al caso en concreto; principios
implícitos en los artículos 1, párrafo primero, segundo y tercero, 14, párrafo
segundo y 16 párrafo primero de nuestra Constitución Política de los estados
Unidos Mexicanos. Con el propósito de sustentar lo anterior, se transcriben los
artículos ya mencionados del multicitado Código Fiscal de la Federación.
“Artículo 38.- Los actos administrativos que se deban notificar deberán tener, por lo
menos, los siguientes requisitos:

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

IV. Estar fundado, motivado y expresar la resolución, objeto o propósito de que se


trate.”

“Artículo 41. Cuando las personas obligadas a presentar declaraciones, avisos,


reportes de información a que se refiere el artículo 28, fracción I, apartado B de este
Código y demás documentos no lo hagan dentro de los plazos señalados o de
conformidad con las disposiciones fiscales, las autoridades fiscales exigirán la
presentación del documento o la información respectiva ante las oficinas
correspondientes, procediendo de la siguiente forma:

I. Imponer la multa que corresponda en los términos de este Código y requerir hasta
en tres ocasiones la presentación de la información omitida, otorgando al
contribuyente un plazo de quince días para el cumplimiento de cada requerimiento.
Si no se atienden los requerimientos se impondrán las multas correspondientes que,
tratándose de declaraciones, será una multa por cada obligación omitida. La
autoridad, después del tercer requerimiento respecto de la misma obligación, podrá
aplicar lo dispuesto en la siguiente fracción.”

“Artículo 75.- Dentro de los límites fijados por este Código, las autoridades fiscales
al imponer multas por la comisión de las infracciones señaladas en las leyes
fiscales, incluyendo las relacionadas con las contribuciones al comercio exterior,
deberán fundar y motivar su resolución y tener en cuenta lo siguiente:”

Ahora bien, en base a lo ya expresado, para concluir con este apartado y sin
tratar de ser reiterativos, resulta necesario mencionar que un acto de molestia
se considera como una afectación a la esfera jurídica del gobernado por algún
acto de autoridad, sin embargo, el artículo 16 constitucional en su primer
párrafo, al respecto dispone que al invadir la esfera jurídica de una persona

64
debe existir un mandamiento escrito de autoridad competente que funde y
motive la causa legal del procedimiento, lo cual lleva implícita la idea de
exactitud y precisión en la cita de las normas legales que facultan a la autoridad
para emitir el acto de molestia de que se trate, dando así certeza y seguridad
jurídica al particular frente a dichos actos, por tanto, si los actos de molestia
deben estar fundados y motivados, con mayor razón lo deben estar los actos
con fines privativos que pudieran ocasionar un detrimento al patrimonio del
gobernado como lo son las sanciones, siendo eminente que tales actos deban
declararse como inválidos cuando carezcan de la adecuada fundamentación y
motivación que afecten la garantía de seguridad jurídica; tal decir se sustenta
por analogía en la Jurisprudencia 1a./J. 139/2005, de la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página 162, del Tomo XXII,
de diciembre de 2005, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, en
su novena época, registro digital, 176546, que para tal efecto dispone:
"FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JURISDICCIONALES,
DEBEN ANALIZARSE A LA LUZ DE LOS ARTÍCULOS 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, RESPECTIVAMENTE.—Entre las
diversas garantías contenidas en el segundo párrafo del artículo 14 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, sustento de la garantía de audiencia, está
la relativa al respeto de las formalidades esenciales del procedimiento, también
conocida como de debido proceso legal, la cual se refiere al cumplimiento de las
condiciones fundamentales que deben satisfacerse en el procedimiento
jurisdiccional que concluye con el dictado de una resolución que dirime las
cuestiones debatidas. Esta garantía obliga al juzgador a decidir las controversias
sometidas a su conocimiento, considerando todos y cada uno de los argumentos
aducidos en la demanda, en su contestación, así como las demás pretensiones
deducidas oportunamente en el pleito, de tal forma que se condene o absuelva al
demandado, resolviendo sobre todos los puntos litigiosos materia del debate. Sin
embargo, esta determinación del juzgador no debe desvincularse de lo dispuesto por
el primer párrafo del artículo 16 constitucional, que impone a las autoridades la
obligación de fundar y motivar debidamente los actos que emitan, esto es, que se
expresen las razones de derecho y los motivos de hecho considerados para su
dictado, los cuales deberán ser reales, ciertos e investidos de la fuerza legal
suficiente para provocar el acto de autoridad. Ahora bien, como a las garantías
individuales previstas en la Carta Magna les son aplicables las consideraciones
sobre la supremacía constitucional en términos de su artículo 133, es indudable que
las resoluciones que emitan deben cumplir con las garantías de debido proceso legal
y de legalidad contenidas en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Así, la fundamentación y motivación de una resolución
jurisdiccional se encuentra en el análisis exhaustivo de los puntos que integran la

65
litis, es decir, en el estudio de las acciones y excepciones del debate, apoyándose en
el o los preceptos jurídicos que permiten expedirla y que establezcan la hipótesis
que genere su emisión, así como en la exposición concreta de las circunstancias
especiales, razones particulares o causas inmediatas tomadas en consideración
para la emisión del acto, siendo necesario, además, que exista adecuación entre los
motivos aducidos y las normas aplicables al caso."

b). – Improcedencia al imponer las multas por la insuficiente motivación, al no


citar los preceptos legales en los que se contemplen las obligaciones cuyo
incumplimiento le atribuyen al contribuyente. En este apartado se demostrará
que las multas impuestas al actor causan un estado de inseguridad jurídica e
indefensión, al carecer del requisito indispensable de la debida fundamentación
y motivación legal previsto en los artículos 16 Constitucional, 38, fracción IV, y
75 primer párrafo del Código Fiscal de la Federación, toda vez que la autoridad
omitió invocar como parte de su fundamentación los dispositivos legales que
contemplan las obligaciones formales consistentes en la presentación de las
declaraciones cuyo incumplimiento se le atribuyen.

No debemos soslayar que la autoridad fiscal fundamenta su actuar en base a


los artículos 81, fracción I, 82, fracción I, inciso d), del ya citado Código Fiscal de
la Federación; consistente en la imposición de una serie de multas porque no
se realizó el pago de las retenciones mensuales de impuesto sobre la renta por
sueldos y salarios, ni el pago provisional mensual de ISR por actividades
empresariales. Régimen de actividades empresariales y profesionales, por los
meses de enero del año 2021, tal y como se muestra a continuación:

66
Sin embargo, con tal actuar, la autoridad emisora del acto solo se limita a citar
las normas tendientes a tipificar las infracciones impuestas, más no fundamenta
el precepto legar donde se encuentren las obligaciones cuyo incumplimiento
dio origen a las multas ahora en controversia; las cuales se encuentran
contenidas en los artículos 96, 100 y 106 de la Ley del Impuesto sobre la Renta,
(Ley del Impuesto Sobre la Renta, 2022) tal y como se muestra:

“Artículo 96. Quienes hagan pagos por los conceptos a que se refiere este
Capítulo (DE LOS INGRESOS POR SALARIOS Y EN GENERAL POR LA
PRESTACIÓN DE UN SERVICIO PERSONAL SUBORDINADO), están
obligados a efectuar retenciones y enteros mensuales que tendrán el
carácter de pagos provisionales a cuenta del impuesto anual. No se
efectuará retención a las personas que en el mes únicamente perciban un
salario mínimo general correspondiente al área geográfica del
contribuyente.”

“Artículo 100. Están obligadas al pago del impuesto establecido en esta


Sección, las personas físicas que perciban ingresos derivados de la
realización de actividades empresariales o de la prestación de servicios
profesionales.”

“Artículo 106. Los contribuyentes a que se refiere esta Sección, (DE LAS
PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES Y
PROFESIONALES), efectuarán pagos provisionales mensuales a cuenta del
impuesto del ejercicio, a más tardar el día 17 del mes inmediato posterior a
aquél al que corresponda el pago, mediante declaración que presentarán
ante las oficinas autorizadas…”
Lo remarcado entre paréntesis, no es de origen

67
No es óbice a lo anterior, precisar que la autoridad fiscal al requerir al
contribuyente para que presente las declaraciones omitidas fundamenta el
acto en base al artículo 41, párrafo primero, fracción I, del Código Fiscal de la
Federación, en relación a los artículos 96 y 106 de la Ley del Impuesto sobre la
Renta; tal y como se muestra a continuación:

Sin embargo, al afectarse de manera directa la esfera jurídica del gobernado, al


ser un acto distinto la imposición de multas al del requerimiento de
obligaciones, siguiendo la garantía de la adecuada fundamentación y
motivación del acto de molestia, así como del principio de legalidad, implícitos
en los artículos 16 Constitucional, 38, fracción IV, y 75 primer párrafo del Código
Fiscal, la autoridad se encuentra obligada de citar dentro de las multas
impugnadas, no sólo el documento que contiene el requerimiento formulado
para el cumplimiento de las declaraciones correspondientes, sino también los
artículos de las leyes especiales en las que se establece la obligación primigenia
de presentar las declaraciones mensuales respectivas, toda vez que, del
incumplimiento de estas, emanan las sanciones económicas impuestas, pues
de estimar lo contrario, es violentar las garantías individuales del gobernado al
carecer las multas de la debida fundamentación y motivación; lo anterior, tiene
sustento en la sentencia emitida en el Juicio Contencioso Administrativo en la
vía sumaria, por la Sala Regional Norte Centro I, del Tribunal Federal de Justicia
Administrativa, bajo el expediente 3858/21-04-01-4-ST, de donde se origina el

68
criterio jurisdiccional 19/2022, aprobado en la tercera sesión ordinaria de fecha
25 de marzo del año 2022, por la Procuraduría de la defensa del Contribuyente,
bajo el rubro: “MULTAS FORMALES. RESULTAN ILEGALES SI LA AUTORIDAD
OMITE CITAR LOS PRECEPTOS LEGALES EN LOS QUE SE CONTEMPLEN LAS
OBLIGACIONES CUYO INCUMPLIMIENTO LE ATRIBUYEN AL CONTRIBUYENTE, SIN
IMPORTAR QUE SE MENCIONEN EN EL REQUERIMIENTO PREVIO DE
OBLIGACIONES”.

Debido a lo antes expresado, resulta procedente declarar la nulidad lisa y llana


de las multas impuestas, al ser aplicable la siguiente tesis de carácter
jurisprudencial:
“No. Registro: 163,603
Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXXII, Octubre de 2010
Tesis: XVI.1o.A.T. J/19
Página: 2785

MULTAS DERIVADAS DE LA VERIFICACIÓN DEL CUMPLIMIENTO DE


OBLIGACIONES FISCALES DE LOS CONTRIBUYENTES. SU NULIDAD POR
VICIOS FORMALES DEBE SER LISA Y LLANA, AL HABERSE ORIGINADO
CON MOTIVO DEL EJERCICIO DE FACULTADES DISCRECIONALES DE LA
AUTORIDAD.

La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver


la contradicción de tesis 158/2005-SS, de la que derivó la jurisprudencia
2a./J. 149/2005, de rubro: "MULTAS FISCALES QUE NO CUMPLEN CON LA
FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. DEBE ATENDERSE A LA GÉNESIS DE
LA RESOLUCIÓN IMPUGNADA Y DECRETAR LA NULIDAD PREVISTA EN EL
ARTÍCULO 239, FRACCIÓN III, Y ÚLTIMO PÁRRAFO, DEL CÓDIGO FISCAL
DE LA FEDERACIÓN, POR DERIVAR AQUÉLLAS DEL EJERCICIO DE
FACULTADES DISCRECIONALES.", consultable en el Tomo XXII, diciembre
de 2005, página 366, Novena Época del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, reiteró lo considerado por el Pleno del propio
Alto Tribunal en la diversa contradicción de tesis 2/97, en el sentido de
que para determinar cuándo la sentencia de nulidad obliga a la autoridad
administrativa a dictar una nueva resolución y cuándo no debe tener tales
efectos, debe acudirse a la génesis de la resolución impugnada para
saber si se originó con motivo de un trámite o procedimiento de

69
pronunciamiento forzoso o con motivo del ejercicio de una facultad
discrecional. Así, en el primer caso, la reparación de la violación no se
colma con la simple declaración de nulidad, sino que es preciso que se
obligue a la autoridad a dictar otra para no dejar incierta la situación
jurídica del administrado. En cambio, en el segundo, si el tribunal declara
la nulidad de la resolución no puede, válidamente, obligar a la autoridad
administrativa a que dicte nueva resolución ante la discrecionalidad que
la ley le otorga para decidir si debe obrar o debe abstenerse y para
determinar cuándo y cómo debe hacerlo, pues ello perjudicaría al
administrado en vez de beneficiarlo, al obligar a la autoridad a actuar
cuando ésta pudiera abstenerse de hacerlo, pero tampoco puede impedir
que la autoridad administrativa pronuncie nueva resolución porque, con
tal efecto, le estaría coartando su poder de elección. En esa virtud, la
nulidad por vicios formales de las multas derivadas de la verificación del
cumplimiento de obligaciones fiscales de los contribuyentes, al haberse
originado con motivo del ejercicio de facultades discrecionales de la
autoridad, pues no provienen de una instancia, recurso o petición del
gobernado, es decir, de un trámite o procedimiento de pronunciamiento
forzoso, debe ser lisa y llana, como lo estatuye la fracción II del artículo
52 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo.

c). – La ilegalidad de las multas al incumplir con la garantía de la adecuada


motivación y fundamentación, al no citar los preceptos legales que prevén la
infracción y la multa en los requerimientos. El principio de legalidad toma gran
relevancia al desarrollar el presente numeral, puesto que parte del derecho
humano a la certeza y seguridad jurídica, se encuentra consagrado en los
artículos 14 y 16 de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, implícito en el llamado principio de legalidad, que consiste en que
las autoridades sólo pueden actuar cuando la ley se los permite y en la forma y
términos que ésta determine; debiendo encontrase los actos administrativos
revestidos de la debida y adecuada motivación y fundamentación, tal y como lo
dispone el artículo 16 constitucional, el cual reza que, “Nadie puede ser
molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud
de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la
causa legal del procedimiento.”; en este sentido, resulta obligatorio que todo
acto administrativo efectuado por la autoridad competente, en este caso en
concreto, al requerir al contribuyente para que presente las declaraciones de

70
las retenciones mensuales de impuesto sobre la renta por sueldos y salarios y
del pago provisional mensual de ISR por actividades empresariales. Régimen de
actividades empresariales y profesionales, por los meses de enero del año
2021; para no causar un estado de inseguridad jurídica e indefensión al
gobernado, se debe de cumplir con el requisito indispensable de la debida
fundamentación y motivación legal previsto en los artículos 16 Constitucional,
38, fracción IV, del Código Fiscal de la Federación, máxime que en dicho acto
de molestia, se le está otorgando 15 días hábiles a partir del día siguiente a su
notificación para su cumplimento, bajo el apercibimiento que
independientemente de su cumplimiento el contribuyente ya es acreedor a una
serie de multas establecidas en el Código Fiscal de la Federación; tal y como se
muestra a continuación:

En este contexto, siguiendo el principio de legalidad y seguridad jurídica,


consistente en la obligación de la autoridad fiscal de motivar y fundamentar de
manera adecuada la sanción a que se hizo acreedor el contribuyente para
otorgar seguridad jurídica al mismo, debió indicar cuál era la infracción que se
actualizaría por tal incumplimiento dando lugar a la imposición de la multa; en

71
otras palabras, en el requerimiento de obligaciones omitidas se debió señalar
con precisión la normatividad que prevé la imposición, así como de la multa
correspondiente.
Con base a lo anterior, las multas efectuadas con motivo de no realizar el pago
de las retenciones mensuales de impuesto sobre la renta por sueldos y salarios
ni el pago provisional mensual de ISR por actividades empresariales. Régimen
de actividades empresariales y profesionales, por los meses de enero del año
2021, no pueden prosperar, al ser consideradas que provienen de un acto
viciado de origen, al no especificar en los requerimientos correspondientes de
manera clara y precisa la infracción establecida en el Código Fiscal de la
Federación, además de omitir señalar el artículo, fracciones, incisos, y
subincisos en el cual se apoya su decisión, transgrediendo lo previsto en el
artículo 38, fracción IV, del Código Fiscal de la Federación, al carecer de la
debida fundamentación y motivación, la cual se debe de entender tomando
como sustento el precedente VIII-P-SS-104, contenido en la Revista del Tribunal
Federal de Justicia Administrativa en su octava época, año II, Número 12 de
fecha Julio 2017, visible en su página 44, como:
“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.- De
conformidad con el artículo 16, primer párrafo, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, todo acto de autoridad debe estar
fundado y motivado, entendiéndose por lo primero, el deber de expresar
con precisión el precepto jurídico aplicable al caso y por lo segundo,
señalarse con exactitud las circunstancias especiales, razones
particulares o causas inmediatas que la autoridad haya tenido en
consideración para la emisión del acto, siendo necesario además, que
exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables; es
decir, que en el caso concreto se configure la hipótesis normativa. Lo
anterior es así, ya que cuando el precepto en comento dispone que nadie
puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles y
propiedades, sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad
competente que funde y motive la causa legal del procedimiento, está
exigiendo a todas las autoridades que apeguen sus actos a la ley,
expresando de qué ley se trata y los preceptos de ella, que sirvan de apoyo
al mandamiento relativo. Así, en forma específica, tratándose de actos
impugnados en el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, para
poder considerar un acto autoritario como correctamente fundado y
motivado, es necesario que en él se citen: a) Los cuerpos legales y
preceptos que otorgan competencia o facultades a las autoridades para

72
emitir el acto en perjuicio de los particulares; b) Los cuerpos legales y
preceptos que se estén aplicando al caso específico; es decir, los supuestos
normativos en que se encuadra la conducta del destinatario del acto, que
serán señalados con toda exactitud, precisándose los incisos, subincisos,
fracciones y preceptos aplicables y c) Las razones, motivos o
circunstancias especiales que llevaron a la autoridad a concluir que el caso
particular encuadra en los supuestos jurídicos previstos por la norma legal
invocada como fundamento.”

Concluyendo que las multas impuestas al ser sustentadas por incumplimientos


establecidos en el requerimiento respectivo, las mismas carecen de
fundamento jurídico al realizarse bajo un apercibimiento que nunca existió,
trayendo como consecuencia la invalidez del acto administrativo al no haber
adecuación de los hechos con las multas impuestas por adolecer del requisito
indispensable de la correcta fundamentación y motivación legal prevista en el
artículo 38, fracción IV, del Código Fiscal de la Federación; el cual dicta:
“Artículo 38.- Los actos administrativos que se deban notificar deberán tener, por
lo menos, los siguientes requisitos:

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

IV. Estar fundado, motivado y expresar la resolución, objeto o propósito de que se


trate.”

Por tanto, es procedente la nulidad del acto, al contravenir lo señalado en la


fracción II del artículo 52, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo; tomando como sustento lo expresado al momento en base al
criterio realizado por la Sala Regional del Golfo, en el expediente 0385-2021-
02-C-30-01-02-02-L, lo que dio origen al criterio jurisdiccional 26/2022,
aprobado en la tercera sesión ordinaria de fecha 25 de marzo del año 2022, por
la Procuraduría de la defensa del Contribuyente, con el rubro: “MULTA. ES
ILEGAL LA IMPUESTA POR NO CUMPLIR CON LA PRESENTACIÓN DE LA
DECLARACIÓN EN EL PLAZO DE 15 DÍAS HÁBILES ESTABLECIDO EN EL
REQUERIMIENTO DE OBLIGACIONES, SI EN EL APERCIBIMIENTO NO SE
SEÑALARON CON PRECISIÓN LOS PRECEPTOS QUE PREVÉN LA INFRACCIÓN Y LA
MULTA QUE SERÍAN APLICABLES.”.

73
d). – La ilegalidad de las multas al incumplir con la garantía de la adecuada
motivación y fundamentación, al no encontrarse prevista la conducta sancionada
en el artículo 81, fracción I en relación con el artículo 82, fracción I, inciso d), del
Código fiscal de la Federación. De la simple lectura de los documentos los cuales
contienen las multas impuestas por la autoridad fiscal, se observa, que el
motivo que dio origen a dichas sanciones, fue porque no se cumplió con la
obligación de presentar las declaraciones dentro del plazo de 15 días hábiles
establecidos en los primeros requerimientos, tal y como se muestra a
continuación:

74
La autoridad fundamenta la causa por la cual impone las multas respectivas,
tomado como base el artículo 81, fracción I, del Código Fiscal de la Federación;
el cual establece que:

“Artículo 81. Son infracciones relacionadas con la obligación de pago de


las contribuciones; de presentación de declaraciones, solicitudes,
documentación, avisos, información o expedición de constancias, y del
ingreso de información a través de la página de Internet del Servicio de
Administración Tributaria:

I. No presentar las declaraciones, las solicitudes, los avisos o las


constancias que exijan las disposiciones fiscales, o no hacerlo a
través de los medios electrónicos que señale la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público o presentarlos a requerimiento de las
autoridades fiscales. No cumplir los requerimientos de las
autoridades fiscales para presentar alguno de los documentos o
medios electrónicos a que se refiere esta fracción, o cumplirlos
fuera de los plazos señalados en los mismos.”

Las conductas infractoras mencionadas en la norma anterior, realizadas por el


contribuyente deberán ser sancionadas tomando como sustento el artículo 82,
fracción I, inciso d), del mismo Código Fiscal de la Federación, el cual dicta lo
siguiente:
“Artículo 82. A quien cometa las infracciones relacionadas con la
obligación de presentar declaraciones, solicitudes, documentación,
avisos o información; con la expedición de comprobantes fiscales
digitales por Internet o de constancias y con el ingreso de información a
través de la página de Internet del Servicio de Administración Tributaria
a que se refiere el artículo 81 de este Código, se impondrán las siguientes
multas:

I. Para la señalada en la fracción I:

………………………………………………………………………………………………………………………………………..

d) De $15,860.00 a $31,740.00, por no presentar las declaraciones en los


medios electrónicos estando obligado a ello, presentarlas fuera del plazo
o no cumplir con los requerimientos de las autoridades fiscales para
presentarlas o cumplirlos fuera de los plazos señalados en los mismos.”

75
Bajo esta tesitura, se obtiene y resalta que el artículo 82, fracción I, inciso d),
antes citado, sanciona por:
I) no presentar las declaraciones en los medios electrónicos estando obligado a ello,
II) presentarlas fuera del plazo,
III) no cumplir con los requerimientos de las autoridades fiscales para presentarlas o
IV) cumplirlos fuera de los plazos señalados en los mismos;

Sin embargo, al analizar el motivo a las multas impuestas, la autoridad pretende


sancionar el “no cumplir con la presentación de la declaración en el plazo de 15
días hábiles establecido en el primer requerimiento”, lo cual resulta ambiguo e
impreciso, toda vez que, no se aclara si la sanción se debe por:
1) no cumplir con los requerimientos que la autoridad fiscal le formuló,
2) cumplirlos fuera de los plazos señalados en los requerimientos, o
3) no presentar declaraciones electrónicas estando obligado a ello.

En este preciso momento, resulta indispensable mencionar que el artículo 14,


en su párrafo tercero, de nuestra constitución Federal, prevé la garantía de
legalidad, la cual lleva implícita el principio de tipicidad, contenido en la
siguiente tesis:

76
Siguiendo este orden de ideas, se pude concluir que la autoridad fiscal al
imponer las multas ahora en puga, pasa inadvertido el principio de la adecuada
fundamentación y motivación implícitas en los artículos 16 Constitucional, 38,
fracción IV, y 75, primer párrafo del Código Fiscal de la Federación, por la
imprecisión del motivo del acto, al no existir disposición alguna que sancione
una conducta infractora por “no cumplir con la presentación de la declaración en
el plazo de 15 días hábiles establecido en el primer requerimiento”, además que
en las citadas sanciones no se encuadra de manera precisa si ésta se debe a que
no cumplio con los requerimientos que la autoridad fiscal le formuló o que
cumplio fuera de los plazos señalados en los requerimientos; por lo que, ante
tal situación es procedente declarar la ilegalidad de esas sanciones, al
actualizarse el caso concreto al supuesto establecido en el artículo 51, fracción
IV, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo. Lo anterior,
cobra gran relevancia al sustentarse en base al criterio realizado por la Octava
Sala Regional Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia Administrativa en
el Juicio Contencioso Administrativo en la vía sumaria, contenido en el
expediente 31006/21-08-1, lo que dio origen al criterio jurisdiccional 31/2022,
aprobado en la cuarta sesión ordinaria de fecha 28 de abril del año 2022, por la
Procuraduría de la defensa del Contribuyente, con el rubro: “MULTA. ES ILEGAL
LA IMPUESTA CON FUNDAMENTO EN EL ARTÍCULO 81, FRACCIÓN I, CON
RELACIÓN AL DIVERSO ARTÍCULO 82, FRACCIÓN I, INCISO D), AMBOS DEL CFF,
POR NO CUMPLIR CON LA PRESENTACIÓN DE UNA DECLARACIÓN EN EL PLAZO
DE 15 DÍAS HÁBILES ESTABLECIDO EN EL REQUERIMIENTO DE OBLIGACIONES, AL
NO ESTAR PREVISTA ESA CONDUCTA COMO SANCIONADA”.

e). – Improcedencia al imponer una multa por cada obligación omitida, además
de no fundamentar su actuar de manera debida en relación al artículo 75,
fracción VI, del Código fiscal de la Federación. En este apartado resulta
importante determinar si el artículo 82, fracción I, inciso d), del Código Fiscal de
la Federación, impone una multa por cada obligación omitida o si existe una
disposición expresa que así lo disponga, toda vez que, el sujeto activo de la
contribución de manera unilateral y autoritaria así lo pretende hacer valer,

77
pasando por alto de nueva cuenta los principios de legalidad y certeza jurídica
implícitos en nuestra Carta Magna en sus artículos 1, 14 y 16; de acuerdo a los
argumentos y razonamientos siguientes.
Es menester resaltar que dentro del principio de legalidad, viene implico el
principio de reserva de ley, donde es claro que la autoridad solo se encuentra
facultada para realizar lo que expresamente le designe la norma, sin pretender
por ningún motivo otorgarle la facultad de legislar o inventar obligaciones o
sanciones no previstas en la ley de manera arbitraria y en perjuicio del
gobernado; una vez expresado lo anterior, diremos que la autoridad determina
una conducta infractora fundamentándola en el artículo 81, fracción I, del
Código Fiscal de la Federación; el cual establece que:
“Artículo 81. Son infracciones relacionadas con la obligación de pago de
las contribuciones; de presentación de declaraciones, solicitudes,
documentación, avisos, información o expedición de constancias, y del
ingreso de información a través de la página de Internet del Servicio de
Administración Tributaria:

I. No presentar las declaraciones, las solicitudes, los avisos o las


constancias que exijan las disposiciones fiscales, o no hacerlo a través
de los medios electrónicos que señale la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público o presentarlos a requerimiento de las autoridades fiscales. No
cumplir los requerimientos de las autoridades fiscales para presentar
alguno de los documentos o medios electrónicos a que se refiere esta
fracción, o cumplirlos fuera de los plazos señalados en los mismos.”

Las cantidades o el monto de la sanción por concepto de multa, consistentes


en, $15,860.00 (quince mil ochocientos sesenta pesos 00/100 M.N.), por cada
obligación omitida, al ser vinculadas con el artículo 81, fracción I, del Código
Fiscal de la Federación, las fundamenta en el artículo 82, fracción I, inciso d),
del mismo Código Fiscal de la Federación, el cual, se transcribe de manera
íntegra y completa con la finalidad de sustentar el desarrollo de nuestro
argumento; dicho lo anterior, el mencionado artículo dicta lo siguiente:
“Artículo 82. A quien cometa las infracciones relacionadas con la
obligación de presentar declaraciones, solicitudes, documentación,
avisos o información; con la expedición de comprobantes fiscales
digitales por Internet o de constancias y con el ingreso de información a
través de la página de Internet del Servicio de Administración Tributaria

78
a que se refiere el artículo 81 de este Código, se impondrán las siguientes
multas:

I. Para la señalada en la fracción I:

a) De $1,560.00 a $19,350.00, tratándose de declaraciones, por cada una


de las obligaciones no declaradas. Si dentro de los seis meses siguientes
a la fecha en que se presentó la declaración por la cual se impuso la
multa, el contribuyente presenta declaración complementaria de aquélla,
declarando contribuciones adicionales, por dicha declaración también se
aplicará la multa a que se refiere este inciso.

b) De $1,560.00 a $38,700.00, por cada obligación a que esté afecto, al


presentar una declaración, solicitud, aviso o constancia, fuera del plazo
señalado en el requerimiento o por su incumplimiento.

c) De $14,850.00 a $29,680.00, por no presentar el aviso a que se refiere


el primer párrafo del artículo 23 de este Código.

d) De $15,860.00 a $31,740.00, por no presentar las declaraciones en los


medios electrónicos estando obligado a ello, presentarlas fuera del plazo
o no cumplir con los requerimientos de las autoridades fiscales para
presentarlas o cumplirlos fuera de los plazos señalados en los mismos.”

Siguiendo el principio de legalidad, donde establece que a la autoridad solo le


está permitido realizar lo que la ley disponga, resulta claro, que el artículo 82,
fracción I, inciso d), del Código en cuestión, de manera literal establece una
multa de $15,860.00 a $31,740.00, por no presentar las declaraciones
electrónicas fuera del plazo establecido, no cumplir con los requerimientos o
cumplirlos fuera del plazo establecido; es de resaltar que en este inciso d),
fracción I, del artículo 82, se expresa de manera plural la redacción, esto es, se
establece una multa que va desde los $15,860.00 a los $31,740.00, por no
presentar las declaraciones electrónicas, fuera del plazo establecido, no cumplir
con los requerimientos o cumplirlos fuera del plazo establecido. En otras
palabras, de la interpretación textual de dicho inciso d), se establece que se
debe sancionar el acto infractor con una multa única por todas las obligaciones
omitidas que debió presentar en determinado periodo por medios electrónicos,
o en caso de haber presentado solo algunas, la sanción deberá ser una multa
por las todas las que omitió presentar. Se observa que el objetivo del legislador,
fue sancionar la conducta infractora y no cada omisión en particular; tan es así
que de haber sido su intención, en realizar una multa por cada obligación

79
omitida, en este mismo inciso d), de la fracción y artículo en comento, lo
hubiera establecido, tal y como lo hace en los incisos a) y b), de la fracción I, del
mismo artículo 82, del Código Fiscal de la Federación, de acuerdo a una
interpretación lógica y literal; debido a lo anterior, existe inseguridad jurídica
en el gobernado al interpretar de manera literal dicho artículo 82, fracción I,
inciso d), del Código Fiscal de la Federación; puesto que se entiende que la
autoridad fiscal debe imponer solo una multa por no presentar todas las
declaraciones o presentarlas fuera del plazo establecido; sin embargo, al existir
un capítulo especial denominado “de las infracciones”, dentro del Título cuarto
del mismo Código Fiscal de la Federación, por el cual, quien legisla, expresó de
manera clara, al redactar el artículo 75, fracción VI, del mismo código; cuando
es procedente la aplicación de una sola multa o varias por cada obligación
omitida al infringir diferentes disposiciones fiscales en un acto, tal y como se
muestra en seguida:

“Artículo 75.- Dentro de los límites fijados por este Código, las autoridades
fiscales al imponer multas por la comisión de las infracciones señaladas
en las leyes fiscales, incluyendo las relacionadas con las contribuciones al
comercio exterior, deberán fundar y motivar su resolución y tener en
cuenta lo siguiente:

……………………………………………………………………………………………………………………………………………

VI. Cuando por un acto o una omisión se infrinjan diversas disposiciones


fiscales de carácter formal a las que correspondan varias multas, sólo se
aplicará la que corresponda a la infracción cuya multa sea mayor.

Asimismo, cuando por un acto o una omisión se infrinjan diversas


disposiciones fiscales que establezcan obligaciones formales y se omita
total o parcialmente el pago de contribuciones, a las que correspondan
varias multas, sólo se aplicará la que corresponda a la infracción cuya
multa sea mayor.

Tratándose de la presentación de declaraciones o avisos cuando por


diferentes contribuciones se deba presentar una misma forma oficial y se
omita hacerlo por alguna de ellas, se aplicará una multa por cada
contribución no declarada u obligación no cumplida.”

80
Como se puede observar, en el artículo 75, fracción VI, último párrafo del
Código Fiscal de la Federación, se encuentra el fundamento para la imposición
de una multa por cada obligación omitida, al pretender aplicar la sanción
establecida en el artículo 82, fracción I, inciso d), del Código Fiscal de la
Federación; no es óbice a lo anterior, que la autoridad fiscal pretende
fundamentar su actuar, al imponer una multa por cada obligación omitida
tomando como sustento el artículo 41, fracción I, del mismo ordenamiento, el
cual dicta el procedimiento general a seguir para la imposición de multas cuando
los contribuyentes presenten las declaraciones fuera de los plazos señalados en
las disposiciones fiscales o si no se atienden los requerimientos respectivos.

“Artículo 41. Cuando las personas obligadas a presentar declaraciones,


avisos, reportes de información a que se refiere el artículo 28, fracción I,
apartado B de este Código y demás documentos no lo hagan dentro de los
plazos señalados o de conformidad con las disposiciones fiscales, las
autoridades fiscales exigirán la presentación del documento o la
información respectiva ante las oficinas correspondientes, procediendo de
la siguiente forma:

I. Imponer la multa que corresponda en los términos de este Código y


requerir hasta en tres ocasiones la presentación de la información omitida,
otorgando al contribuyente un plazo de quince días para el cumplimiento
de cada requerimiento. Si no se atienden los requerimientos se impondrán
las multas correspondientes que, tratándose de declaraciones, será una
multa por cada obligación omitida. La autoridad, después del tercer
requerimiento respecto de la misma obligación, podrá aplicar lo dispuesto
en la siguiente fracción.”

Sin embargo, como ya se argumentó, dicho artículo dicta un procedimiento


general en ejercicio de sus facultades (dado que lo encontramos en el título
tercero, capítulo I, del Código Fiscal de la federación, denominado “De las
Facultades de las Autoridades Fiscales”), de cómo debe actuar la autoridad
fiscal cuando el contribuyente sea omiso de presentar fuera de plazo las
“declaraciones, avisos, reportes de información a que se refiere el artículo 28,
fracción I, apartado B de este Código y demás documentos”; no obstante que
en dicho “procedimiento general”, dicta en su fracción I, que tratándose de
requerimientos no atendidos sobre declaraciones, será una multa por cada
81
obligación omitida, pero, no es de soslayar al analizar de manera especial el
título cuarto, capítulo I, del Código Fiscal de la Federación, denominado “De las
Infracciones”, en particular el artículo 75, fracción VI, párrafo tercero, del
mismo código, el cual establece que cuando el contribuyente omita presentar
declaraciones por diferentes contribuciones en una misma forma oficial, se le
aplicará una multa por cada contribución no declarada, tal y como se muestra
a continuación:

“Artículo 75.- Dentro de los límites fijados por este Código, las autoridades
fiscales al imponer multas por la comisión de las infracciones señaladas
en las leyes fiscales, incluyendo las relacionadas con las contribuciones al
comercio exterior, deberán fundar y motivar su resolución y tener en
cuenta lo siguiente:

……………………………………………………………………………………………………………………………………………

VI. Cuando por un acto o una omisión se infrinjan diversas disposiciones


fiscales de carácter formal a las que correspondan varias multas, sólo se
aplicará la que corresponda a la infracción cuya multa sea mayor.

Asimismo, cuando por un acto o una omisión se infrinjan diversas


disposiciones fiscales que establezcan obligaciones formales y se omita
total o parcialmente el pago de contribuciones, a las que correspondan
varias multas, sólo se aplicará la que corresponda a la infracción cuya
multa sea mayor.

Tratándose de la presentación de declaraciones o avisos cuando por


diferentes contribuciones se deba presentar una misma forma oficial y se
omita hacerlo por alguna de ellas, se aplicará una multa por cada
contribución no declarada u obligación no cumplida.”

Bajo este supuesto, resulta claro que de acuerdo al principio de especialidad, el


cual dicta que la regla especial debe prevalecer sobre la general, según el
criterio sustentado por los plenos de circuito, mediante publicación en el
Semanario Judicial de la Federación, el viernes 24 de enero de 2020, en relación
a la tesis I.4o.C.220 C, registro digital: 165344, sustentada por el Cuarto Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, publicada en el Semanario

82
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, febrero de
2010, página 2788, del contenido siguiente: "ANTINOMIAS O CONFLICTOS DE
LEYES. CRITERIOS DE SOLUCIÓN”, debe imponerse la norma especial, entonces
el artículo 75, fracción VI, párrafo tercero, debe prevalecer sobre el artículo 41,
ambos del Código fiscal de la Federación para deslucir este asunto. Bajo este
contexto, al amparo de una interpretación sistemática, armónica y literal de los
artículos 75, fracción VI, tercer párrafo, 81 fracción I y 82, fracción I, del Código
Fiscal de la Federación, tenemos que, tratándose de declaraciones omitidas o
presentarlas fuera del plazo o no cumplir con los requerimientos de las
autoridades fiscales para presentarlas o cumplirlos fuera de los plazos
señalados surgen los siguientes supuestos:
a) Para el caso del inciso a) del artículo 82, debe ser una multa por cada
una de las obligaciones no declaradas.
b) Para el supuesto establecido en el inciso b) del mismo artículo 82, se
impondrá una multa por cada obligación a que esté afecto.
c) Para lo dictado en el inciso c) del artículo en mención, prevalecerá una
multa por no presentar el aviso a que se refiere el primer párrafo del
artículo 23 de este Código.
d) Y para el caso concreto recaído en el inciso d), deberá sancionarse al
contribuyente con una multa por cada declaración no presentada en
los medios electrónicos estando obligado a ello, presentarlas fuera del
plazo o no cumplir con los requerimientos de las autoridades fiscales
para presentarlas o cumplirlos fuera de los plazos señalados en los
mismos.

Siguiendo este orden de ideas, resulta contundente que la autoridad no expresa


con precisión su actuar al pretender establecer una serie de multas por cada
obligación omitida, sin fundamentar de manera precisa su accionar en la
disposición adecuada que la autorice a cobrar una multa por cada obligación
omitida, “por no presentar las declaraciones en los medios electrónicos
estando obligado a ello, presentarlas fuera del plazo o no cumplir con los
requerimientos de las autoridades fiscales para presentarlas o cumplirlos fuera

83
de los plazos señalados en los mismos”; dejando al actor, en un total estado de
incertidumbre jurídica, por no saber a qué atenerse; por tanto, la emisión de
las multas al no cumplir con el requisito de la adecuada fundamentación y
motivación, resultan ilegales, debiéndose decretar la nulidad total del acto
ahora en mención, al no expresar que disposición establece y justifica la
imposición de una multa por cada obligación omitida para este acto en
concreto, afectando el derecho humano a la seguridad jurídica, ante el
desconocimiento de que la autoridad demandada se encuentra actuando
dentro del marco legal. En base a lo anterior, al emitir las multas en
contravención a las disposiciones fiscales al no adecuar a la conducta de la
autoridad competente la normatividad en concreto que sustente su accionar,
debe devenir en la ilegalidad e invalidez del acto ahora en controversia, pues al
no expresar la norma o disposición legal en concreto que sustente los actos
administrativos puestos en reconsideración, no encontramos ante un
deficiente encuadre de las sanciones impuestas con su fundamentación,
derivando con su actuar en una inadecuada fundamentación del acto impuesto
contraviniendo el artículo 38, fracción IV del Código Fiscal de la Federación, el
cual dispone que:

“Artículo 38.- Los actos administrativos que se deban notificar deberán tener, por lo
menos, los siguientes requisitos:

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

IV. Estar fundado, motivado y expresar la resolución, objeto o propósito de que se


trate.”

Aún más, es de manifiesto que la acción ejecutada por la autoridad descrita en


este apartado fue sin el requisito formal de la debida fundamentación y
motivación exigida por el artículo 16, primer párrafo constitucional, violándose
en agravio del contribuyente el principio de legalidad y seguridad jurídica; pues
si bien, es cierto que de la lectura del documento consistente en la emisión de
la multa, se desprende que en él, se citan fundamentos que configuran los actos
infractores que impulsó a la autoridad a la elaboración de las multas por cada

84
obligación omitida, esto demuestra como ya se expresó anteriormente, que la
autoridad conoce y entiende que es su obligación dar cumplimiento al principio
de legalidad, emitiendo todo acto debidamente fundado y motivado,
entendiéndose por esto, como la adecuación lógica-jurídica del hecho real con
el o los motivos aducidos en el acto y los fundamentos puntualmente aplicables
al caso, resulta prudente traer como sustento la siguiente tesis:

“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.-


De acuerdo con el artículo 16 constitucional, todo acto de autoridad debe
estar suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero
que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso, y
por lo segundo, que también deben señalarse con precisión, las
circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que
se hayan tenido en consideración para la emisión del acto, siendo
necesario además que exista adecuación entre los motivos aducidos y las
normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configure la
hipótesis normativa. Esto es, que cuando el precepto en comento previene
que nadie puede ser molestado en su persona, propiedades o derechos
sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad competente que funde
y motive la causa legal del procedimiento, está exigiendo a todas las
autoridades que apeguen sus actos a la Ley, expresando de qué ley se
trata y los preceptos de ella que sirvan de apoyo al mandamiento relativo.
En materia administrativa, específicamente, para poder considerar un
acto autoritario como correctamente fundado, es necesario que en él se
cite: a) Los preceptos legales, y preceptos que otorgan competencia o
facultades a las autoridades para emitir el acto en agravio del gobernado.

Consultable en el Semanario Judicial de la Federación, Tribunales


Colegiados de Circuito, Octava Época, Página 43.

En ese sentido, la violación al derecho sustentado, estriba en que el acto


unilateral en cuestión se encuentra indebidamente fundamentado, siendo un
requisito imperativo de la autoridad al emitir una multa fundamentar su actuar
de manera minuciosa y correcta ya que así lo exige el Código Fiscal de la
Federación, en su artículo 75, al disponer que:

85
“Artículo 75.- Dentro de los límites fijados por este Código, las autoridades fiscales
al imponer multas por la comisión de las infracciones señaladas en las leyes
fiscales, incluyendo las relacionadas con las contribuciones al comercio exterior,
deberán fundar y motivar su resolución y tener en cuenta lo siguiente:”

Puesto que, de la simple lectura de los documentos de referencia, se desprende


que el fundamento aludido por la demandada al emitir una multa por cada
declaración omitida lo hace en referencia a una norma general, esto es, lo funda
en el artículo 41, fracción I, del mismo Código Fiscal de la Federación, el cual
dispone:
“Artículo 41. Cuando las personas obligadas a presentar declaraciones, avisos,
reportes de información a que se refiere el artículo 28, fracción I, apartado B de este
Código y demás documentos no lo hagan dentro de los plazos señalados o de
conformidad con las disposiciones fiscales, las autoridades fiscales exigirán la
presentación del documento o la información respectiva ante las oficinas
correspondientes, procediendo de la siguiente forma:

I. Imponer la multa que corresponda en los términos de este Código y requerir hasta
en tres ocasiones la presentación de la información omitida, otorgando al
contribuyente un plazo de quince días para el cumplimiento de cada requerimiento.
Si no se atienden los requerimientos se impondrán las multas correspondientes que,
tratándose de declaraciones, será una multa por cada obligación omitida. La
autoridad, después del tercer requerimiento respecto de la misma obligación, podrá
aplicar lo dispuesto en la siguiente fracción.”

Sin embargo, no cumple con la correcta y adecuada fundamentación al ser


omisa en citar el artículo de la norma específica que le permite imponer una
multa por cada declaración no presentada, la cual se encuentra contenida en el
título cuarto, capítulo I, del Código Fiscal de la Federación, denominado “De las
Infracciones”, siendo dicha norma, el artículo el 75, fracción VI, del ya citado
Código Fiscal, quien ordena que para la imposición de las multas por la comisión
de las infracciones señaladas en las disposiciones fiscales se deberá atender a lo
establecido en dicho artículo:

“Artículo 75.- Dentro de los límites fijados por este Código, las autoridades fiscales
al imponer multas por la comisión de las infracciones señaladas en las leyes

86
fiscales, incluyendo las relacionadas con las contribuciones al comercio exterior,
deberán fundar y motivar su resolución y tener en cuenta lo siguiente:

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

VI. Cuando por un acto o una omisión se infrinjan diversas disposiciones fiscales de
carácter formal a las que correspondan varias multas, sólo se aplicará la que
corresponda a la infracción cuya multa sea mayor.

Asimismo, cuando por un acto o una omisión se infrinjan diversas disposiciones


fiscales que establezcan obligaciones formales y se omita total o parcialmente el
pago de contribuciones, a las que correspondan varias multas, sólo se aplicará la
que corresponda a la infracción cuya multa sea mayor.

Tratándose de la presentación de declaraciones o avisos cuando por diferentes


contribuciones se deba presentar una misma forma oficial y se omita hacerlo por
alguna de ellas, se aplicará una multa por cada contribución no declarada u
obligación no cumplida.”

En este contexto, al contravenir las disposiciones fiscales y constitucionales por


la inadecuada fundamentación con la motivación del acto de molestia, el mismo
se debe declarar ilegal, para dejar las cosas a su estado antes de la emisión del
acto por la violación material o de fondo; sustentando lo anterior exhibimos la
siguiente tesis en la que se sustentan los Tribunales Colegiados de Circuito:

“2002800. I.5o.C.3 K (10a.). Décima Época. Semanario Judicial de la


Federación y su Gaceta. Libro XVII, Febrero de 2013, Pág. 1366.

INADECUADAS FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. ALCANCE Y EFECTOS


DEL FALLO PROTECTOR. Si al emprender el examen de los conceptos de
violación se determina que las normas que sustentaron el acto reclamado
no resultaban exactamente aplicables al caso, se está en el supuesto de
una violación material o sustantiva que actualiza una indebida
fundamentación y debe considerarse inconstitucional el acto reclamado,
ya que dicha violación incide directamente en los derechos
fundamentales establecidos en el artículo 16 de la Carta Magna. Lo mismo
sucede cuando las razones que sustentan la decisión del juzgador no
están en consonancia con los preceptos legales aplicables, ya que la
citada norma constitucional constriñe al juzgador a expresar las
circunstancias especiales y razones particulares que justifican la
aplicación del derecho; de tal suerte que si no existe adecuación entre los
motivos aducidos y las normas aplicables, entonces el acto de autoridad
carece de respaldo constitucional, lo que justifica la concesión del
amparo. Esto no significa que el Juez de amparo se sustituya en el

87
quehacer de la responsable; por el contrario, con ello cumplirá
precisamente la función que le es encomendada, al ordenar a la autoridad
que finalmente ajuste su decisión a las normas constitucionales que le
imponen el deber de fundar y motivar adecuadamente el acto privativo o
de molestia.”

No obstante, todo lo anterior, se debe considerar que las multas impuestas de


acuerdo al motivo plasmado por la autoridad fiscal, se debieron a que no se
realizó el pago de las retenciones mensuales de impuesto sobre la renta por
sueldos y salarios correspondientes al mes del año 2021, ni el pago provisional
mensual de ISR por actividades empresariales. Régimen de actividades
empresariales y profesionales, por el mes de enero del año 2021, tal y como se
muestra en seguida:

88
Por tanto, para sostener que la sanción impuesta consistente en una multa por
cada pago omitido, no puede encontrar fundamento en base al artículo 41,
fracción I del Código fiscal de la Federación, puesto que dicha norma, se refiere
de manera puntual a las declaraciones y avisos, más nunca hace alusión al pago
o entero de las contribuciones, sustentando lo anterior se cita dicha
normatividad, donde se pude apreciar lo argumentado por quien suscribe.
“Artículo 41. Cuando las personas obligadas a presentar declaraciones,
avisos, reportes de información a que se refiere el artículo 28, fracción I,
apartado B de este Código y demás documentos no lo hagan dentro de los
plazos señalados o de conformidad con las disposiciones fiscales, las
autoridades fiscales exigirán la presentación del documento o la
información respectiva ante las oficinas correspondientes, procediendo de
la siguiente forma:

I. Imponer la multa que corresponda en los términos de este Código y


requerir hasta en tres ocasiones la presentación de la información omitida,
otorgando al contribuyente un plazo de quince días para el cumplimiento
de cada requerimiento. Si no se atienden los requerimientos se impondrán
las multas correspondientes que, tratándose de declaraciones, será una
multa por cada obligación omitida. La autoridad, después del tercer
requerimiento respecto de la misma obligación, podrá aplicar lo dispuesto
en la siguiente fracción.”

Ahora bien, de la lectura e interpretación del artículo 75, del Código Fiscal de la
Federación, se llega a la conclusión que el fundamento para imponer sanciones

89
por la omisión de obligaciones formales que traiga como consecuencia el no
pago total o parcialmente de contribuciones, se encuentra en el párrafo
segundo de la fracción VI, de dicho artículo; donde ordena que la sanción
impuesta será la que resulte mayor al infringir diversas disposiciones formales
condicionada a que traiga aparejada la omisión del pago de contribuciones; tal
y como se muestra en las siguientes líneas.

“Artículo 75.- Dentro de los límites fijados por este Código, las autoridades
fiscales al imponer multas por la comisión de las infracciones señaladas
en las leyes fiscales, incluyendo las relacionadas con las contribuciones al
comercio exterior, deberán fundar y motivar su resolución y tener en
cuenta lo siguiente:
……………………………………………………………………………………………………………………………………………
VI. Cuando por un acto o una omisión se infrinjan diversas disposiciones
fiscales de carácter formal a las que correspondan varias multas, sólo se
aplicará la que corresponda a la infracción cuya multa sea mayor.

Asimismo, cuando por un acto o una omisión se infrinjan diversas


disposiciones fiscales que establezcan obligaciones formales y se omita
total o parcialmente el pago de contribuciones, a las que correspondan
varias multas, sólo se aplicará la que corresponda a la infracción cuya
multa sea mayor.

Tratándose de la presentación de declaraciones o avisos cuando por


diferentes contribuciones se deba presentar una misma forma oficial y se
omita hacerlo por alguna de ellas, se aplicará una multa por cada
contribución no declarada u obligación no cumplida.”

Entonces, al haber infringido dos disposiciones fiscales contenidas en los


artículos 96, 100 y 106 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, por no presentar
declaraciones ni pagos estando obligado a ello, tal y como se muestra en
seguida.
“Artículo 96. Quienes hagan pagos por los conceptos a que se refiere este
Capítulo (DE LOS INGRESOS POR SALARIOS Y EN GENERAL POR LA
PRESTACIÓN DE UN SERVICIO PERSONAL SUBORDINADO), están
obligados a efectuar retenciones y enteros mensuales que tendrán el
carácter de pagos provisionales a cuenta del impuesto anual. No se
efectuará retención a las personas que en el mes únicamente perciban un
salario mínimo general correspondiente al área geográfica del
contribuyente.”

90
“Artículo 100. Están obligadas al pago del impuesto establecido en esta
Sección, las personas físicas que perciban ingresos derivados de la
realización de actividades empresariales o de la prestación de servicios
profesionales.”

“Artículo 106. Los contribuyentes a que se refiere esta Sección, (DE LAS
PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES Y
PROFESIONALES), efectuarán pagos provisionales mensuales a cuenta del
impuesto del ejercicio, a más tardar el día 17 del mes inmediato posterior a
aquél al que corresponda el pago, mediante declaración que presentarán
ante las oficinas autorizadas…”
Lo remarcado entre paréntesis, no es de origen

Como se puede observar al infringir diversas disposiciones fiscales y como


consecuencia no se realizaron los pagos por las retenciones realizadas ni los
pagos del impuesto por realizar actividades empresariales y profesionales, el
contribuyente, deberá ser sujeto a una serie de multas fiscales, debiéndose
aplicar la mayor, y no a una multa por cada obligación omitida, como lo pretende
hacer valer la autoridad fiscal, de acuerdo a la interpretación armónica del
artículo 75, fracción, párrafo segundo del Código Fiscal de la Federación;
puesto que la sanción se refiere a la omisión del pago como lo refiere o motiva
la autoridad fiscal y no por la omisión de presentación de las declaraciones
requeridas.
Encontrándonos inevitablemente, que en ambos casos (si la multa fue por no
presentar las declaraciones requeridas o por no realizar los pagos
correspondientes), la autoridad no encuadra de manera correcta y precisa los
motivos que tuvo para imponer una multa por cada obligación omitida con el
fundamento concreto, tal y como se argumentó en éste numeral.

f). – Improcedencia al imponer una multa por la inadecuada motivación en


relación al fundamento. En la siguiente multa, la autoridad cita como motivo
aducido el que se presentó la declaración fuera de los plazos establecidos en
las disposiciones fiscales, tal y como se muestra:

91
De la simple lectura de los motivos para la imposición de la multa, se puede
comprobar que va en sentido contrario a los principios de legalidad y seguridad
jurídica; pues a todas luces se observa como la autoridad al tratar de encuadrar
las causales por la imposición de una multa por cada obligación omitida, con la
fundamentación respectiva, lo hacen de manera incorrecta e imprecisa dando
como resultado que el acto se encuentra viciado al carecer de la adecuada
fundamentación y motivación; puesto que al pretender vincular el acto con el
81, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, no se configura el hecho real
a la hipótesis normativa en concreto, pasando por alto el principio de tipicidad
y de legalidad, dicho esto, lo argumentamos citando la normatividad anterior.
“Artículo 81. Son infracciones relacionadas con la obligación de pago de las
contribuciones; de presentación de declaraciones, solicitudes, documentación,
avisos, información o expedición de constancias, y del ingreso de información a
través de la página de Internet del Servicio de Administración Tributaria:

I. No presentar las declaraciones, las solicitudes, los avisos o las constancias que
exijan las disposiciones fiscales, o no hacerlo a través de los medios electrónicos

92
que señale la Secretaría de Hacienda y Crédito Público o presentarlos a
requerimiento de las autoridades fiscales. No cumplir los requerimientos de las
autoridades fiscales para presentar alguno de los documentos o medios
electrónicos a que se refiere esta fracción, o cumplirlos fuera de los plazos
señalados en los mismos.”

Se infiere con lo anterior, que la conducta a sancionar será por:


a) no presentar las declaraciones, solicitudes, avisos o constancias que exijan
las disposiciones fiscales;
b) no presentarlas a través de los medios electrónicos que señale la Secretaria
de Hacienda y Crédito Público;
c) presentar las obligaciones referidas, a requerimiento de las autoridades
fiscales;
d) no cumplir los requerimientos de las autoridades fiscales para presentar
alguno de los documentos o medios electrónicos; y
e) cumplir los requerimientos de las autoridades fiscales para presentar alguno
de dichos documentos o medios electrónicos, fuera de los plazos señalados en
los mismos.
En esta tesitura y en armonía con el principio de tipicidad, el cual establece que
la autoridad solo puede realizar lo que por ley se le faculte, la autoridad
competente debió imponer una multa por las razones que indique la legislación
respectiva, dado que la autoridad funge como juez y parte lo menos que se le
puede exigir es que armonice de manera correcta sus actos, fundando y
motivando los mismos de manera correcta; puesto que, si la razón de las multas
impuestas no encuadran en la normatividad correspondiente, entonces, no
puede existir pena ni sanción; en virtud de que las conductas mencionadas con
los incisos a) y b), se actualizan cuando no se presentan las declaraciones; la
expresada en el inciso c), aplica cuando las declaraciones se presentan a
requerimiento de la autoridad, las indicadas en los incisos d) y e), surten efectos
cuando no se cumplen los requerimientos de la autoridad o su cumplimiento se
hace fuera del plazo otorgado en el requerimiento; por tanto, la conducta

93
consistente en presentar las declaraciones “fuera de los plazos establecidos en
las disposiciones fiscales” no encuadra en la norma jurídica citada por la
autoridad, siendo imperante concluir en la nulidad lisa y llana del acto
administrativo por haberse dictado en contravención de las disposiciones
aplicadas, actualizando la causal de ilegalidad prevista en el artículo 51, fracción
IV, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, en
vinculación con el numeral 52, fracción II, de la misma Ley. Se sustenta lo
anterior en base al criterio jurisdiccional 6/2022 emitido por el Comité Técnico
de Normatividad la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, que al rubro
dicta: “MULTA. ES ILEGAL LA IMPUESTA POR HABER PRESENTADO LA
DECLARACIÓN FUERA DE LOS PLAZOS ESTABLECIDOS EN LAS DISPOSICIONES
FISCALES, PUESTO QUE ESA CONDUCTA NO SE UBICA EN ALGUNO DE LOS
SUPUESTOS DE INFRACCIÓN PREVISTOS EN LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 81 DEL
CFF”.

Para concluir, diremos que una vez desarrollados los argumentos y


razonamientos expuestos en los apartados contenidos en los incisos a), b), c), d),
e) y f), referentes a diversos agravios relacionados con la indebida
fundamentación y motivación del mismo acto, a pesar de encontrarse
sustentados en diversas sentencias y en criterios jurisdiccionales emitidos por
la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, no les restan validez a tales
razonamientos jurídicos, puesto que, dichos criterios jurisdiccionales aun
cuando no son vinculantes, sí son orientadores para resolver ciertos asuntos,
tal y como lo sustenta el Vigésimo Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, en el amparo directo D.A. 591/2021, al
sostener lo siguiente:

94
95
9. AMPARO INDIRECTO CONTRA EL
REQUERIMIENTO DEL
CUMPLIMIENTO DE LAS
OBLIGACIONES OMITIDAS. CASO
PRÁCTICO.

Tal y como ya se estableció en el apartado correspondiente a la


fundamentación y motivación, donde de manera precisa se contempla que,
para cumplir el adecuado requisito de la fundamentación por parte de la
autoridad, es menester fundar el acto mismo, así como la competencia de la
autoridad para emitir y realizar dicho acto de molestia. Bajo éste entendido,
resulta indispensable que la autoridad funde su competencia material, por
grado, territorio y cuantía, con el propósito de otorgar certeza jurídica al
contribuyente de que su actuar al evadir su esfera protegida será de acuerdo a
lo que dicten las leyes, pero sobre todo, el accionar será efectuado por
autoridad con competencia por grado, materia, cuantía y que cuente facultades
para actuar en cierto espacio circunscripcional; en este contexto, la competencia
por territorio toma gran relevancia en armonía con el artículo 16 constitucional,
al disponer que todo acto de molestia deberá ser realizado por autoridad
competente que funde y motive la causa de la intromisión a la esfera jurídica
del gobernado; por tanto, debe existir una normatividad que indique en que
área del territorio nacional la autoridad debe realizar sus actos administrativos.
En tal razón, existía un acuerdo de delimitación territorial de las unidades
administrativas desconcentradas del Servicio de Administración Tributaria,
publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 17 de noviembre de 2015, () en
su artículo tercero, fracción II, en relación a al expedición de requerimientos
por parte de la autoridad; ahora bien, al vincularlo con el anexo del mismo
acuerdo mediante su artículo primero; en éste anexo se detallaba la

96
delimitación territorial de las unidades administrativas desconcentradas de
recaudación, auditoría fiscal, servicios al contribuyente y jurídica, en que
deberían actuar, otorgando seguridad jurídica al afectado.

97
Sin embargo, el 17 de octubre del 2017, en el Diario oficial de la Federación, se
publica el acuerdo por el que se abroga el “acuerdo de delimitación territorial
de las unidades administrativas desconcentradas del Servicio de Administración
Tributaria y su Anexo”, dado que el mismo ya había cumplido su objetivo, tal y
como se muestra en la siguiente línea:

Ahora bien, al abrogar dicho acuerdo, no queda de manera precisa la


circunscripción territorial en que las unidades administrativas deberán
desarrollar sus actividades, dejando al contribuyente en un total estado de
incertidumbre e indefensión; sin embargo, la autoridad fiscal sostiene que el

98
mismo acuerdo ya no tiene razón de ser al cumplir su fin, puesto que su objetivo
era facilitar la operatividad de las unidades administrativas; aún más, agrega
que el artículo 5 del Reglamento Interior del Servicio de Administración
Tributaria, publicado el 24 de agosto del 2015 en el Diario Oficial de la
Federación, cumple con la finalidad de la norma abrogada, pues en base al
tercer párrafo del mismo artículo se le faculta a la autoridad fiscal a ejercer sus
atribuciones en todo el territorio nacional, tal y como se muestra a continuación:
“Artículo 5.- Las administraciones generales y las administraciones centrales, así como las
coordinaciones, las administraciones y las subadministraciones adscritas a éstas, tendrán su
sede en la Ciudad de México y ejercerán sus atribuciones en todo el territorio nacional.
………………………………………………………………………………………………………………………
Las unidades desconcentradas a que se refiere el apartado C del artículo 2 del presente
Reglamento tendrán la sede que se establece en el artículo 6 de este ordenamiento y ejercerán
sus atribuciones en todo el territorio nacional. “

La norma anterior, al ser general crea confusión e incertidumbre jurídica en el


gobernado, pues se entiende que mediante el citado artículo quinto, en su
párrafo tercero del Reglamento Interior del Servicio de Administración
Tributaria, se les concede a las unidades administrativas desconcentradas de
las administraciones generales de recaudación ejercer sus atribuciones en todo
el territorio nacional sin limitación espacial alguna, en otras palabras, la
administración desconcentrada de recaudación de un estado, podrá requerir el
cumplimiento de obligaciones a contribuyentes de otros estados por así
disponerlo textualmente dicho ordenamiento; así por ejemplo, la
administración desconcentrada de recaudación de Nuevo León, tendrá
facultades para requerir el cumplimiento de obligaciones a un contribuyente
con domicilio fiscal en Querétaro; siendo lo anterior impráctico y contrario al
principio de seguridad jurídica, puesto que aceptar lo anterior es dejar en un
total estado de incertidumbre legal al gobernado. Ante esta situación, en aras
de lograr una adecuada distribución de las cargas de trabajo el entonces Jefe
del Servicio de Administración Tributaria, Aristóteles Núñez Sánchez, estableció
que las unidades administrativas desconcentradas ejercieran ciertas
atribuciones dentro de una delimitación territorial determinada, emitiendo

99
para este caso el ya mencionado acuerdo de delimitación territorial de las
unidades administrativas desconcentradas del Servicio de Administración
Tributaria, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 17 de noviembre
de 2015, tal y como se plasma a continuación.

100
En el anexo de dicho acuerdo, se encuentra perfectamente delimitada la zona
territorial donde las unidades administrativas desconcentradas deberán ejercer
sus atribuciones legales, otorgando con lo anterior, certeza jurídica al
gobernado al delimitar la competencia por territorio de dichas autoridades
fiscales, baste como prueba el recuadro siguiente, tomado de la primera hoja
del anexo del acuerdo de delimitación territorial de las unidades administrativas
desconcentradas del Servicio de Administración Tributaria, publicado en el
Diario Oficial de la Federación, el 17 de noviembre de 2015:

101
Ante tal situación es incorrecta la apreciación que tuvo el entonces Jefe del
Servicio de Administración Tributaria, C. Osvaldo Antonio Santín Quiroz, al
abrogar el ya mencionado acuerdo, bajo el argumento de que “el mismo
cumplió su fin, aunado al hecho de que actualmente resulta innecesario para la
operación de las administraciones desconcentradas”; lo cual resulta impreciso,
infundado y carente de validez jurídica; pues el mismo acuerdo de delimitación
territorial de las unidades administrativas desconcentradas del Servicio de
Administración Tributaria, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 17
de noviembre de 2015, era quien otorgaba certeza jurídica a los contribuyentes
al saber de manera precisa la competencia territorial donde se encontrabas
facultades a ejercer ciertas potestades tributarias; de tal suerte que al conocer
el gobernado, dicho acuerdo que les otorgaba tal atribución, al contener en el
mismo, de manera concreta el apartado, fracción, inciso o sub inciso donde se
especifican con claridad, certeza y precisión los límites territoriales que le
corresponden, sabía que se encontraba ante una autoridad revestida de
legitimidad para realizar el acto de molestia en cierta zona territorial.
Por lo expuesto al momento, es procedente de acuerdo al artículo 16, primer
párrafo de nuestra constitución, que para fundamentar y motivar de manera
concreta y exhaustiva su competencia territorial la autoridad emisora del acto
de molestia, resulta necesario preservar el acuerdo de delimitación territorial de
las unidades administrativas desconcentradas del Servicio de Administración
Tributaria, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 17 de noviembre de
2015; siendo improcedente su abrogación; en virtud de otorgar seguridad
jurídica al gobernado, por tanto, resulta viable su existencia en la vida legal
dentro de nuestro derecho fiscal positivo, en favor del principio pro homine
consagrado en nuestro artículo primero, párrafos primero, segundo y tercero
de nuestra constitución federal, al ser el mencionado acuerdo, un garante para
su protección en virtud de asegurar el derecho humano a la seguridad jurídica,
protegido ampliamente por el artículo anterior que al rubro dicta:

“Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no

102
podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta
Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,


respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado
deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los
términos que establezca la ley. “

Por lo antes argumentado, al emitir el subadministrador desconcentrado de


recaudación, adscrito a la administración desconcentrada de recaudación de
cierta zona, los requerimientos de obligaciones omitidas; debe fundamentar su
competencia citando el acuerdo el acuerdo de delimitación territorial de las
unidades administrativas desconcentradas del Servicio de Administración
Tributaria, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 17 de noviembre
de 2015; aun y cuando estuviese abrogado por cuestiones operativas e internas
de las unidades administrativas, puesto que el mismo es quien otorga confianza
y seguridad jurídica al contribuyente de que la autoridad se encuentra facultada
para ejercer sus atribuciones en cierta zona territorial, con la finalidad de
adecuarse al principio de legalidad concerniente a la adecuada y exhaustiva
fundamentación de la competencia de la autoridad emisora del acto: por lo
que, al solo mencionar en su artículo quinto del Reglamento Interior del Sistema
de Administración Tributaria, que estas unidades administrativas ejercerán sus
facultades en todo territorio nacional, violenta el principio de legalidad al no
observar de manera precisa la fundamentación sobre su competencia por
territorio, procediendo de manera inminente un juicio de amparo indirecto, por
la inconstitucionalidad del decreto antes mencionado donde se abroga el
acuerdo de delimitación territorial de las unidades administrativas
desconcentradas del Servicio de Administración Tributaria, publicado en el Diario
Oficial de la Federación, el 17 de noviembre de 2015.

103
Para ejemplificar lo anterior con un caso práctico, tomaremos el siguiente
requerimiento de obligaciones solicitado, el cual sirvió de base para la
imposición de su multa respectiva.

A pesar de que en dicho documento se señalan una serie de disposiciones, con


el fin de fundar el acto respectivo, se puede observar que la autoridad emisora
del acto, realiza una INSUFICIENTE FUNDAMENTACIÓN DE LA COMPETENCIA
TERRITORIAL POR PARTE DEL SUBADMINISTRADOR DESCONCENTRADO DE
RECAUDACIÓN, ADSCRITO A LA ADMINISTRACIÓN DESCONCENTRADA DE
RECAUDACIÓN DE QUERETARO “1”, AL EMITIR EL REQUERIMIENTO DEL
CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES OMITIDAS; toda vez que, el acto
administrativo correspondiente a la emisión del requerimientos de obligaciones
omitidas realizados por el subadministrador desconcentrado de recaudación,

104
adscrito a la administración desconcentrada de recaudación de Querétaro “1”,
resulta vinculativo con las multas que pretende hacer efectiva la autoridad,
pues de la validez del mismo se conocerá si resulta procedente la emisión de la
sanción correspondiente. Es menester resaltar que el mencionado
requerimiento, debe ser emitido acorde a lo establecido en el artículo 38, del
Código Fiscal de la Federación; esto es, el requerimiento para el cumplimiento
de las obligaciones, debe contar como mínimo con las formalidades
establecidas en el artículo en mención, en especial de encontrase debidamente
fundada la competencia de la autoridad que lo emite; toda vez que, si dicho
acto administrativo, carece de la debida fundamentación del funcionario
responsable, debe declararse la invalidez del acto administrativo.
“Artículo 38.- Los actos administrativos que se deban notificar deberán tener, por lo
menos, los siguientes requisitos:

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

IV. Estar fundado, motivado y expresar la resolución, objeto o propósito de que se


trate.”

En este orden de ideas, de resultar que los actos administrativos, referente al


requerimiento del cumplimiento de las obligaciones omitidas, fueron dictados o
emitidos contraveniendo el artículo 16, primer párrafo constitucional,
vinculado con el artículo 38, del Código Fiscal de la Federación, derivado de una
insuficiente fundamentación de la competencia por materia grado o territorio
de quien realizó dicho acto administrativo, resulta procedente decretar la
nulidad total o invalidez del acto, por ende, el resultado jurídico debe ser la
extinción del acto administrativo así como invalidar sus consecuencias, por la
nulificación del mismo; con el objeto de otorgar sustento a lo anterior
exhibimos la siguiente tesis publicada en el Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta:
“Jurisprudencia 2a./J. 99/2007, publicada en el Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXV, junio de 2007, página 287, de rubro:
"NULIDAD. LA DECRETADA POR INSUFICIENCIA EN LA FUNDAMENTACIÓN DE LA
COMPETENCIA DE LA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA, DEBE SER LISA Y LLANA.", En
congruencia con la jurisprudencia 2a./J. 52/2001 de esta Segunda Sala, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIV,

105
noviembre de 2001, página 32, con el rubro: "COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES
ADMINISTRATIVAS. LA NULIDAD DECRETADA POR NO HABERLA FUNDADO NO
PUEDE SER PARA EFECTOS, EXCEPTO EN LOS CASOS EN QUE LA RESOLUCIÓN
IMPUGNADA RECAIGA A UNA PETICIÓN, INSTANCIA O RECURSO.", se concluye que
cuando la autoridad emisora de un acto administrativo no cite con precisión el
apartado, fracción, inciso o subinciso correspondiente o, en su caso, no transcriba
el fragmento de la norma si ésta resulta compleja, que le conceda la facultad de
emitir el acto de molestia, el particular quedaría en estado de inseguridad jurídica
y de indefensión, al desconocer si aquélla tiene facultades para ello, por lo que el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa deberá declarar la nulidad lisa
y llana del acto administrativo emitido por aquélla, esto es, no la vinculará a realizar
acto alguno, por lo que su decisión no podrá tener un efecto conclusivo sobre el
acto jurídico material que lo motivó, salvo el caso de excepción previsto en la
jurisprudencia citada, consistente en que la resolución impugnada hubiese recaído
a una petición, instancia o recurso, supuesto en el cual deberá ordenarse el dictado
de una nueva en la que se subsane la insuficiente fundamentación legal.”

Lo anterior cobra gran relevancia, en razón de que al decretarse la invalidez de


los actos administrativos (requerimiento de obligaciones) en mención, la
consecuencia sería la nulidad total del acto mismo, debiéndose considerar
inexistentes sus efectos, así como sus consecuencias; bajo este contexto, se
desprende que con la nulidad de estos actos administrativos, entonces, al no
tener validez en la vida jurídica, “los requerimientos del cumplimiento de
obligaciones omitidas”, no deben existir los efectos de los actos posteriores que
se desprendan de este. Dicho esto, diremos que es obligación de la autoridad
emisora de cualquier acto administrativo, de fundar y motivar su competencia,
de acuerdo con lo que dispone el artículo 16, primer párrafo de la constitución
federal, donde establece que nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de
autoridad competente; es aquí, donde la competencia de la autoridad cobra
importancia, puesto que, al existir mandamiento escrito de autoridad no
competente, debe estimarse que se trata de un vicio de origen que atañe a una
violación directa del artículo 16, constitucional, al carecer de eficacia jurídica,
porque la autoridad que los emitió es inexistente desde el punto de vista legal,
violando el artículo constitucional antes aludido, al no existir mandamiento
escrito de autoridad competente.

106
Ahora bien, abundando un poco más en el tema, todo acto administrativo
realizado por la misma autoridad, necesariamente debe ejercerlo por quien se
encuentre facultado, siendo requisito esencial y primordial que se expresen las
normas que le otorgan el carácter con que se suscribe y ostenta su
competencia, así como el acuerdo o decreto que otorgue tal legitimación,
permitiendo examinar si su actuación se encuentra o no dentro del ámbito
competencial respectivo con el único fin de no dejar en estado de
incertidumbre al contribuyente, para que en su caso, pueda encontrarse en
aptitud de alegar además de la ilegalidad del acto, la del sustento en que se
funde la autoridad para emitirlo; en base con lo anterior, para considerar que
se cumple con la garantía de la fundamentación facultativa, es necesario que se
precise exhaustivamente la competencia por razón de materia, grado o
territorio con base en la ley, reglamento, decreto o acuerdo que le otorgue tal
atribución, citando de manera concreta el apartado, fracción, inciso o sub inciso
y en caso de que el ordenamiento legal no los contenga, a criterio de nuestro
máximo tribunal, “si se trata de una norma compleja, habrá de transcribirse la
parte correspondiente, con la única finalidad de especificar con claridad, certeza
y precisión las facultades que le corresponden”, toda vez que, al no
fundamentar de manera concreta la competencia material, por grado o
territorio, la autoridad, dejaría en estado de indefensión al afectado, al ignorar
cuál de todas las normas legales que integran el texto normativo es la que se
refiere específicamente a la facultad con que se ostenta la autoridad, para
intervenir por razón de materia, grado y territorio.

Lo hasta aquí expuesto tiene su razón de ser, ya que, el subadministrador de la


administración desconcentrada de recaudación de Querétaro “1”, con el
objetivo de fundamentar su competencia territorial, transcribe en el acto
administrativo el artículo 6, párrafo primero, apartado A, fracción XXI, inciso a),
del Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria, publicado el
24 de agosto del 2015 en el Diario Oficial de la Federación, el cual, establece el
nombre y la sede o lugar donde se ubicará dicha Administración
Desconcentrada de Recaudación; sin embargo nunca menciona donde deberán
ejercer sus facultades, tal y como se demostrará en las siguientes líneas, para

107
tal efecto, permítasenos plasmar de manera textual la antes mencionada
norma.
Artículo 6.- El nombre y sede de las unidades administrativas
desconcentradas del Servicio de Administración Tributaria será el siguiente:
A. Administraciones Desconcentradas de Servicios al Contribuyente, de
Auditoría Fiscal, Jurídicas y de Recaudación:
………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………..………………………..
XXI. Con sede en Querétaro:
a) Querétaro "1";

Ahora bien, es en la última frase del tercer párrafo, del mencionado artículo 5,
del mismo reglamento, en vinculación con el artículo 2, apartado “C”, del
mismo ordenamiento, donde de manera general, se establece el lugar en que
las Unidades Administrativas Desconcentradas, ejercerán sus atribuciones,
siendo este de manera general, en todo el territorio nacional, tal y como se
muestra a continuación:
“Artículo 5.- Las administraciones generales y las administraciones centrales,
así como las coordinaciones, las administraciones y las subadministraciones
adscritas a éstas, tendrán su sede en la Ciudad de México y ejercerán sus
atribuciones en todo el territorio nacional.
………………………………………………………………………………………………………………………
Las unidades desconcentradas a que se refiere el apartado C del artículo 2 del
presente Reglamento tendrán la sede que se establece en el artículo 6 de este
ordenamiento y ejercerán sus atribuciones en todo el territorio nacional. “

“Artículo 2.- El Servicio de Administración Tributaria, para el despacho de los


asuntos de su competencia, contará con las unidades administrativas
siguientes:
……………………………………………………………………………………………………………………………………
C. Unidades Administrativas Desconcentradas, y..”

No obstante lo anterior, es importante mencionar que al conjuntar dicho


artículo 5, con su primer y tercer párrafo del ordenamiento en comento en la
frase: “… y ejercerán sus atribuciones en todo el territorio nacional.”, no fue la
intención de quien reglamentó, que estas Administración Desconcentrada y sus
inferiores jerárquicos, en este caso la Administración Desconcentrada de

108
Recaudación y la Subadministración de la Administración Desconcentrada de
Recaudación, ejercieran sus actos de molestia hacia el gobernado, consistentes
en realizar requerimientos de información, en cualquier parte de nuestro
territorio nacional; por ejemplo, que la Subadministración de la Administración
Desconcentrada de Recaudación de Querétaro “1”, requiera a un contribuyente
con domicilio fiscal en el estado de San Luis Potosí el cumplimiento de ciertas
obligaciones; toda vez que, sería ilógico tan solo por economía administrativa;
tan es así que, el jefe del Servicio de Administración Tributaria al emitir el
acuerdo de delimitación territorial de las unidades administrativas
desconcentradas del Servicio de Administración Tributaria, publicado en el Diario
Oficial de la Federación, el 17 de noviembre de 2015 , en afán de facilitar el
cumplimiento de las obligaciones tributarias a los contribuyentes, así como
lograr una apropiada distribución de las cargas de trabajo, delimita
territorialmente las atribuciones a los administradores y a los
subadministradores adscritos a las unidades administrativas desconcentradas
de la Administración General de Recaudación, consistentes en formular
requerimiento de la presentación de las declaraciones, en términos del artículo
41, fracción I del Código Fiscal de la Federación, en vinculación con el artículo
16, primer párrafo, fracción XIV, del Reglamento Interior del Servicio de
Administración Tributaria, publicado el 24 de agosto del 2015 en el Diario Oficial
de la Federación; ya que, así lo establece en el acuerdo de delimitación territorial
de las unidades administrativas desconcentradas del Servicio de Administración
Tributaria, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 17 de noviembre de
2015, en su artículo tercero, fracción II, vinculado al anexo del mismo acuerdo
mediante su artículo primero, fracción X, los cuales se transcriben a
continuación:
“Artículo Tercero.- Se instruye a los administradores y a los
subadministradores adscritos a las unidades administrativas
desconcentradas de la Administración General de Recaudación, para que las
atribuciones que a continuación se listan, se ejerzan dentro de la delimitación
territorial a que hace referencia el Anexo del presente Acuerdo:
………………………………………………………………………………………………………………………………
II. Para los efectos de lo señalado en el artículo 18, fracción II del Reglamento
Interior del Servicio de Administración Tributaria, las establecidas en el
artículo 16, fracciones XIII, XIV y XIX salvo el normar los procedimientos de

109
notificación establecidos en el Código Fiscal de la Federación, de dicho
Reglamento, y…”

“ANEXO DEL ACUERDO DE DELIMITACIÓN TERRITORIAL DE LAS UNIDADES


ADMINISTRATIVAS DESCONCENTRADAS DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN
TRIBUTARIA
Artículo Primero.- La delimitación territorial de las unidades administrativas
desconcentradas de Recaudación, Auditoría Fiscal, Servicios al Contribuyente
y Jurídica es la siguiente:
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
XXI. Unidad Administrativa Desconcentrada de Querétaro “1”:
El Estado de Querétaro”

Es en base al anterior acuerdo, que la Administración Desconcentrada de


Recaudación de Querétaro “1” (por medio de los administradores y
subadministradores adscritos a esta), se encuentra limitada a cierto territorio
para requerir la presentación de las declaraciones, en términos del artículo 41,
fracción I del Código Fiscal de la Federación, solo en el estado de Querétaro,
siendo este su ámbito espacial de territorio para actuar y requerir declaraciones
o información omitida, en armonía con lo que estipula el artículo 18, fracción II,
en relación con el artículo 16, fracción XIV, del Reglamento Interior del Servicio
de Administración Tributaria, donde se otorga la competencia material, a los
subadministradores de la administración desconcentrada de recaudación,
consistente en la facultad de requerir al contribuyente la presentación de las
declaraciones omitidas acorde al procedimiento que establece el artículo 41,
fracción I, del Código Fiscal de la Federación, (declaraciones provisionales y
definitivas); con la finalidad de sustentar lo expresado, se transcriben los
artículos antes mencionados:

“Artículo 18.- Compete a las administraciones y subadministraciones


desconcentradas de recaudación, ejercer las atribuciones que a continuación
se señalan:
……………………………………………………………………………………………………………………………………………….
II. A las subadministraciones desconcentradas de recaudación, las señaladas
en las fracciones XIII, XIV y XIX salvo el normar los procedimientos de
notificación establecidos en el Código Fiscal de la Federación, del artículo 16
de este Reglamento, así como tramitar y resolver las solicitudes de aclaración

110
que le presenten los contribuyentes sobre problemas relacionados con la
presentación de declaraciones, pagos, imposición de multas y requerimientos
de su competencia.”

“Artículo 16.- Compete a la Administración General de Recaudación:


…………………………………………………………………………………………………………………………………………………
XIV. Requerir en términos del artículo 41, fracción I del Código Fiscal de la
Federación, la presentación de las declaraciones, avisos, información y demás
documentos, cuando los obligados no lo hagan en los plazos señalados
respecto de los asuntos a que se refiere el citado artículo y hacer efectiva una
cantidad conforme a lo previsto en la fracción II de dicho artículo, cuando
vencido el plazo para atender el tercer requerimiento éste no sea solventado;”

“Artículo 41. Cuando las personas obligadas a presentar declaraciones, avisos,


reportes de información a que se refiere el artículo 28, fracción I, apartado B
de este Código y demás documentos no lo hagan dentro de los plazos
señalados o de conformidad con las disposiciones fiscales, las autoridades
fiscales exigirán la presentación del documento o la información respectiva
ante las oficinas correspondientes, procediendo de la siguiente forma:

I. Imponer la multa que corresponda en los términos de este Código y requerir


hasta en tres ocasiones la presentación de la información omitida, otorgando
al contribuyente un plazo de quince días para el cumplimiento de cada
requerimiento. Si no se atienden los requerimientos se impondrán las multas
correspondientes que, tratándose de declaraciones, será una multa por cada
obligación omitida. La autoridad, después del tercer requerimiento respecto
de la misma obligación, podrá aplicar lo dispuesto en la siguiente fracción.”

Bajo este contexto, resulta claro que el subadministrador de la administración


desconcentrada de recaudación de Querétaro “1”, fundamenta de manera
indebida su competencia territorial estando obligado a ello, el emitir el acto
administrativo antes citado, por no señalar en su fundamento de manera
precisa, el acuerdo de delimitación territorial de las unidades administrativas
desconcentradas del Servicio de Administración Tributaria, publicado en el Diario
Oficial de la Federación, el 17 de noviembre de 2015, siendo esta, la normatividad
que le otorga las facultades para actuar en determinado espacio de nuestro
territorio nacional; contraviniendo con esto, los principios de legalidad y
seguridad jurídica hacía el gobernado, ya que, es requisito esencial señalar de
manera concreta y con precisión el precepto que los faculte a actuar dentro de
su competencia por razón de materia, grado y territorio, ya que, en armonía
111
con el principio de legalidad, la cuestión de competencia cobra tal relevancia
en materia administrativa; tan es así que, es considerada de orden público, para
con esto proporcionar la certeza y seguridad jurídica al sujeto pasivo o
gobernado, y evitar dejarlo en un completo estado de indefensión ante la
autoridad que afecte su interés jurídico, esto en congruencia con la premisa
que la autoridad solo puede hacer lo que la ley le permita y en el lugar que la
faculte; por lo tanto, para que el acto no carezca de validez, debe ser realizado
por autoridad facultada legalmente para ello, en su relativo ámbito de
competencia, tal y como lo reconoce La Suprema Corte de Justicia de la Nación
en la tesis 2a./J. 115/2005 del nueve de septiembre de dos mil cinco en su
ejecutoria en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época,
tomo XXII, con carácter de jurisprudencia administrativa:
“COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EL MANDAMIENTO
ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA A PARTICULARES DEBE
FUNDARSE EN EL PRECEPTO LEGAL QUE LES OTORGUE LA ATRIBUCIÓN
EJERCIDA, CITANDO EL APARTADO, FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO, Y EN CASO
DE QUE NO LOS CONTENGA, SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE
TRANSCRIBIRSE LA PARTE CORRESPONDIENTE.”

De lo dispuesto en la tesis de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal en Pleno de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación Número 77, mayo de 1994, página 12, con el rubro:
"COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO ESENCIAL DEL ACTO DE
AUTORIDAD.", así como de las consideraciones en las cuales se sustentó dicho
criterio, se advierte que la garantía de fundamentación consagrada en el artículo 16
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, lleva implícita la idea
de exactitud y precisión en la cita de las normas legales que facultan a la autoridad
administrativa para emitir el acto de molestia de que se trate, al atender al valor
jurídicamente protegido por la exigencia constitucional, que es la posibilidad de
otorgar certeza y seguridad jurídica al particular frente a los actos de las
autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y, por tanto, asegurar la
prerrogativa de su defensa ante un acto que no cumpla con los requisitos legales
necesarios. En congruencia con lo anterior, se concluye que es un requisito
esencial y una obligación de la autoridad fundar en el acto de molestia su
competencia, pues sólo puede hacer lo que la ley le permite, de ahí que la valídez
del acto dependerá de que haya sido realizado por la autoridad facultada
legalmente para ello dentro de su respectivo ámbito de competencia, regido
específicamente por una o varias normas que lo autoricen; por tanto, para
considerar que se cumple con la garantía de fundamentación establecida en el
artículo 16 de la Constitución Federal, es necesario que la autoridad precise
exhaustivamente su competencia por razón de materia, grado o territorio, con base
en la ley, reglamento, decreto o acuerdo que le otorgue la atribución ejercida,

112
citando en su caso el apartado, fracción, inciso o subinciso; sin embargo, en caso
de que el ordenamiento legal no los contenga, si se trata de una norma compleja,
habrá de transcribirse la parte correspondiente, con la única finalidad de
especificar con claridad, certeza y precisión las facultades que le corresponden,
pues considerar lo contrario significaría que el gobernado tiene la carga de
averiguar en el cúmulo de normas legales que señale la autoridad en el documento
que contiene el acto de molestia, si tiene competencia por grado, materia y
territorio para actuar en la forma en que lo hace, dejándolo en estado de
indefensión, pues ignoraría cuál de todas las normas legales que integran el texto
normativo es la específicamente aplicable a la actuación del órgano del que emana,
por razón de materia, grado y territorio.”

Concluyendo con lo hasta aquí expuesto, que resulta violatorio de los principios
de legalidad y certeza jurídica contenidos en los artículos 14 y 16 de nuestra
constitución, el acuerdo del 17 de octubre del 2017, publicado en el Diario oficial
de la Federación, mediante el cual se abroga el “acuerdo de delimitación
territorial de las unidades administrativas desconcentradas del Servicio de
Administración Tributaria y su Anexo” publicado en el Diario Oficial de la
Federación, el 17 de noviembre de 2015, toda vez que, es ésta la normatividad
que le otorga las facultades a la autoridad para actuar en determinado espacio
de nuestro territorio nacional, y otorga certeza jurídica al contribuyente, al saber
en qué delimitación territorial se encuentran facultados los órganos
administrativos para efectuar los actos de molestia. Toda vez que, ES DIFERENTE
LA SEDE DONDE SE ENCUENTRAN LAS AUTORIDADES FISCALES, ESTO ES, EL
ESPACIO FISICO DONDE SE ENCUENTRAN SUS OFICINAS ADMINISTRATIVAS Y
OPERACIONALES, Y OTRA EL ESPACIO DONDE DEBERÁN EJERCER SUS
FACULTADES ADMINISTRATIVAS; pues, al interpretar de manera literal la
normatividad, que faculta a las unidades administrativas desconcentradas, se
entiende que las podrán ejercer libremente en todo territorio nacional, sin
respetar circunscripción; siendo evidente que, con la emisión del acuerdo del
17 de octubre del 2017; deja al sujeto pasivo de la contribución en un estado
de incertidumbre jurídica, al no saber a qué atenerse, siendo que el acto de la
autoridad que emitió tal acuerdo, va en contra del principio de seguridad
jurídica, por tal motivo, resultaría procedente solicitar el amparo indirecto,
solicitando la protección constitucional, contra ese acuerdo emitido. Además,

113
resulta procedente declarar la invalidez del requerimiento de obligaciones no
presentadas emitidos por el subadministrador desconcentrado de recaudación
adscrito a la administración desconcentrada de recaudación de Querétaro “1”,
por la inadecuada e insuficiente fundamentación de su competencia territorial.
Dando como resultado que al encontrarse viciado el acto desde su origen el
mismo debe considerarse inexistente, por tal circunstancia, las multas que se
deriven de él dejan de tener su razón de ser al invalidar el requerimiento previo,
origen de la sanción.

114
10. ESCRITO DE UNA
RECONSIDERACIÓN
ADMINISTRATIVA.

Una vez explicado que en la reconsideración administrativa no es necesario la


aportación de pruebas, toda vez que, a criterio de nuestro máximo tribunal,
solo se requiere demostrar fehacientemente que las resoluciones
administrativas de carácter individual no favorables a los particulares, emitidas
por sus subordinados jerárquicos de la autoridad a quien va dirigido el escrito
se emitieron en contravención a las disposiciones fiscales, fundamentándolo en
razonamientos lógicos jurídicos que conlleven a la autoridad fiscal a nulificar el
acto o a modificarlo por única ocasión; enseguida, se mostrará un caso práctico,
basado en todo lo desarrollado a lo largo de la presente obra, aplicando de
manera sustancial algunos razonamientos ya vistos en el capítulo de
“ARGUMENTOS CONTRA MULTAS, CASOS PRACTICOS”, que pudieran hacerse
valer en este escrito de reconsideración, por tal motivo, el lector verá reflejado
en éste caso, de manera textual partes ya desarrolladas en los numerales
correspondientes. La reconsideración administrativa versará sobre tres multas
en firme por haber pasado el tempo para poderlas impugnar mediante algún
medio de defensa, además de que al momento ya se efectuó el procedimiento
administrativo de ejecución para hacer efectivos los créditos fiscales
correspondientes; ante tal situación, el contribuyente acude ante la autoridad
competente para que reconsidere el acto administrativo realizando el siguiente
escrito de petición.

115
Secretaría de Hacienda y Crédito Público
Servicio de Administración Tributaria
Administración General de Recaudación
Administración Desconcentrada de Recaudación de Querétaro “1”.
A quien corresponda:

Asunto: Reconsideración administrativa de los actos


contenidos en los documentos con número de control,
xxxxxxxx, yyyyyyyy, zzzzzzzzzzzzz, 1111111111111,
22222222222, 33333333333, aaaaaaaaaaaaa,
bbbbbbbbbbbbb, cccccccccccccccccc.

Querétaro, Querétaro; XXXXXXX 00 del 2022.

Quien suscribe NOMBRE DEL CONTRIBUYENTE, con registro federal de contribuyente,


PUJX999999XYZ, con domicilio fiscal el ubicado en la calle X número A, colonia abcde, Querétaro,
Querétaro, C.P. 77777 y con correo electrónico para recibir notificaciones zzzzzzzzzzzz@gmail.com;
con número de teléfono 6666778878, con actividad empresarial y profesional consistente en
¿???????????, con fundamento en los artículos octavo de nuestra Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, 18, 18-A, 33, 36, tercer párrafo del Código Fiscal de la Federación,
declaro bajo protesta de decir verdad que los hechos o circunstancias sobre los que versa esta
promoción no han sido previamente planteados ante la misma autoridad u otra distinta, o han sido
materia de medios de defensa ante autoridades administrativas o jurisdiccionales, contenidas en las
multas con el número de control, xxxxxxxxxxxxx, yyyyyyyyyyyyyyy, zzzzzzzzzzzzzzzzz, emitidas por el
administrador desconcentrado de recaudación de Querétaro “1”, por la cantidad de $31,720.00
(treinta y un mil setecientos veinte pesos 00/100 M.N.), más actualización y recargos por cada multa,
sin incluir gastos de notificación; ni de los documentos con número de control 111111111111111111,
2222222222222222 y 33333333333333333; aaaaaaaaaaaaaaa,bbbbbbbbbbbbbbbbbb y cccccccccccccc.
Además, no me encuentro en los supuestos a que se refieren las fracciones II y VIII del artículo 18-
A del Código Fiscal de la Federación.

HECHOS Y CIRCUNSTANCIAS RELACIONADOS CON LA PROMOCIÓN.

Que el pasado uno de agosto del año 2022, acudió un funcionario público de parte de la autoridad
fiscal para realizar un embargo, según los documentos que obran en poder de la autoridad emisora
del acto con número de control aaaaaaaaaaaaaaa,bbbbbbbbbbbbbbbbbb y cccccccccccccc; por no haber
garantizado o pagado el crédito fiscal de los documentos determinantes con el número de control,
xxxxxxxxxxxxx, yyyyyyyyyyyyyyy, zzzzzzzzzzzzzzzzz; toda vez que el plazo había vencido.

Ante tal circunstancia es que no me di cuenta de que me habían requerido el cumplimiento de las
obligaciones que originaron la multa, ni mucho menos que la multa o el crédito fiscal se encontraba

116
en firme, pasando el tiempo y los términos para ejercer e interponer un adecuado medio de
defensa; debido a lo anterior, que acudo ante ustedes con el objeto de que reconsideren el acto
administrativo, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 36, párrafo tercero del Código Fiscal de la
Federación, el cual establece que las autoridades fiscales podrán discrecionalmente revisar las
resoluciones administrativas de carácter individual no favorables a los particulares emitidas por sus
subordinados jerárquicos, y en caso de demostrarse fehacientemente que aquéllas se emitieron en
contravención a las disposiciones fiscales podrán, por una sola vez, modificarlas o revocarlas en
beneficio de los contribuyentes, siempre que éstos no hubieren interpuesto medios de defensa,
hubiesen transcurrido los plazos para presentarlos y no haya prescrito el crédito fiscal. Ante lo
anterior, resulta loable formular los argumentos o razonamientos encaminados a evidenciar que los
actos fiscales se emitieron en contravención de las disposiciones fiscales que le resultan aplicables,
de acuerdo a los documentos que obran en el expediente administrativo del cual emana la presente
petición; toda vez que, el crédito fiscal, consistente en las multas impuestas por no realizar el pago
provisional mensual del Impuesto Sobre la Renta, por actividades empresariales, y el entero de las
retenciones mensuales de impuesto sobre la renta por sueldos y salarios, por el periodo de enero,
febrero y marzo del 2021, es a todas luces violatorio de los derechos fundamentales y de las
garantías de seguridad jurídica y legalidad contenidas en los artículos 1, 14, 16, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, de acuerdo a los siguientes razonamientos expuestos a
continuación:

PRIMERO.- El principio de legalidad toma gran relevancia en este conflicto al considerarse parte
esencial de nuestro sistema jurídico administrativo, sin temor a exagerar, se puede decir en sentido
figurado que es la espina dorsal en donde se respalda el vínculo de la relación jurídica entre la
autoridad y el gobernado; lo anterior es de resaltarse, al establecer que este principio de legalidad
considera a la ley como el único instrumento para la imposición de obligaciones y derechos para
ambos sujetos de la relación jurídico administrativa, siendo la misma ley la fuente formal del
derecho fiscal por excelencia, pues la misma en base al principio antes mencionados se debe
considerar como una norma abstracta, general, imperativa, que crea y regula situaciones jurídicas
de carácter obligatorio e impersonal que se debe cumplir en función al hecho imponible de manera
tajante.

Ahora bien, parte del derecho humano a la certeza y seguridad jurídica, se encuentra consagrado
en los artículos 1, 14 y 16 de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, implícito
en el llamado principio de legalidad, que consiste en que las autoridades del estado sólo pueden
actuar cuando la ley se los permite y en la forma y términos que ésta determine; debiendo
encontrase los actos administrativos revestidos de la debida y adecuada motivación y
fundamentación, tal y como lo dispone el artículo 16 constitucional el cual reza; que, “Nadie puede
ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de
mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento.”; toda vez que, es de explorado derecho que todo acto de autoridad, debe satisfacer
los principios de legalidad y seguridad jurídica, consistente en fundamentar y motivar de manera
correcta su actuar, ya que, este requisito indispensable se manifiesta en dos vertientes, siendo la

117
primera, en que toda autoridad administrativa debe fundar y motivar su competencia de manera
minuciosa respecto a su competencia material, territorial y de grado; y la segunda, en la expresión
precisa del precepto legal aplicable al caso (fundamentación) y el señalamiento exacto de las
circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en
consideración para la emisión del acto respectivo (motivación), siendo requisito invaluable, que
exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables al acto.

En este orden de ideas, al hacer un analisis exahustivo de las disposiciones legales citadas por la
autoridad en la determinación de las multas con el número de control, xxxxxxxxxxxxx,
yyyyyyyyyyyyyyy, zzzzzzzzzzzzzzzzz, emitidas por el administrador desconcentrado de recaudación
de Querétaro “1”, por la cantidad de $15,860.00 (quince mil ochocientos sesenta pesos 00/100
M.N.), por cada obligación omitida, contiene los siguientes elementos que afectan la valídez del
acto.

a) La inadecuada fundamentación y motivación de las multas emitidas.

De la simple lectura del contenido de la multa, se puede comprobar que va en sentido


contrario a los principios de legalidad y seguridad jurídica; pues a todas luces se observa
como la autoridad al tratar de encuadrar las causales por la imposición de una multa por
cada obligación omitida con la fundamentación respectiva, lo hacen de manera incorrecta,
dando como resultado que el acto se encuentra viciado al carecer de la adecuada
fundamentación y motivación; como consecuencia, se debe considerar que la infracción
imputada adolece de este requisito escencial del acto y del debido proceso, ya que, por
fundar ha de entenderse la precisión de las normas de derecho positivo que sustentan el
acto autoritario; y por motivar, la narración detallada de los hechos considerados como
infractores de una norma jurídica, estableciendo circunstancias de tiempo, modo y lugar;
además, de la explicación que esclarezca por qué el acto en cuestión se ajusta al supuesto
previsto en la norma; en apoyo a lo anterior, resulta aplicable la tésis que establece lo
siguiente:

“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN.- De acuerdo con el artículo 16 de la Constitución Federal, todo


acto de autoridad debe estar suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero
que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que también
deben señalarse, con precisión, las circunstancias especiales, razones particulares o causas
inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto; siendo necesario, además
que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso
concreto se configuren las hipótesis normativas.”

Visible en el Informe 1978, Segunda Sala, Página 7.

Además, La Suprema Corte de Justicia de la Nación proclama que el principio


de seguridad jurídica, es la base sobre la cual descansa el sistema jurídico mexicano,

118
cuidando que el gobernado jamás se encuentre en una situación de
incertidumbre jurídica, por tanto, en estado de indefensión. En materia fiscal, este principio
toma tal relevancia al considerar que la ley debe ser un instrumento que garantice al
gobernado la certeza que al invadir su esfera jurídica no serán vulneradas sus prerrogativas
constitucionales, evitando arbitrariedad o prohibición del exceso, toda vez que, los
gobernados tienen derechos públicos subjetivos oponibles a los actos del estado con el
objeto de guardar un equilibrio, con el único fin, que ante cualquier acto de molestia, la
autoridad se apegue a las normas y procedimientos establecidos, para no ocasionar
incertidumbre y un estado de indefensión en el sujeto pasivo al invadir su esfera jurídica,
evitando vulnerar los derechos del mismo.

Bajo este orden de ideas, la autoridad fundamenta la causa por la cual impone las multas
respectivas en base al artículo 81, fracción I, del Código Fiscal de la Federación; el cual
establece que:
Artículo 81. Son infracciones relacionadas con la obligación de pago de las contribuciones;
de presentación de declaraciones, solicitudes, documentación, avisos, información o
expedición de constancias, y del ingreso de información a través de la página de Internet
del Servicio de Administración Tributaria:

I. No presentar las declaraciones, las solicitudes, los avisos o las constancias que exijan las
disposiciones fiscales, o no hacerlo a través de los medios electrónicos que señale la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público o presentarlos a requerimiento de las autoridades
fiscales. No cumplir los requerimientos de las autoridades fiscales para presentar alguno
de los documentos o medios electrónicos a que se refiere esta fracción, o cumplirlos fuera
de los plazos señalados en los mismos.
Lo resaltado es nuestro

Bajo el argumento anterior, autoridad fiscal, de manera general expresa para estos actos en
concreto, las multas impuestas se deben a que no se cumplio con la obligación de presentar
las declaraciones dentro del plazo de 15 días hábiles establecidos en los primeros
requerimientos con número de control 111111111111111111, 2222222222222222 y
33333333333333333, correspondientes a las multas con el número de control, xxxxxxxxxxxxx,
yyyyyyyyyyyyyyy, zzzzzzzzzzzzzzzzz, respectivamente, tal y como se muestra a continuación:

119
120
Sin embargo, en la especie, el motivo que expresa la autoridad fiscal para que el
contribuyente se haga acreedor a dichas multas es porque la obligación requerida y omitida
generadora de la multa consistió en:

i. No pagar el entero de las retenciones mensuales de impuesto sobre la renta por


sueldos y salarios correspondientes a los meses de enero, febrero y marzo del año
2021, y
ii. No realizar el pago provisional mensual de ISR por actividades empresariales.
Regimen de actividades empresariales y profesionales, por los meses de enero,
febrero y marzo del año 2021.

En este momento, resulta pertinente aclarar que la presentación de las declaraciones


electronicas es un acto completamente distinto a el pago de las retenciones efectuadas y
del pago provisional correspondiente, pues, dichas declaraciones se presentar en el portal
oficial del Sercicio de Administración Tributaria, el cual general un número de referencia
para realizar el pago respectivo ante una institución financiera autorizada por medio de
transferencia electrónica en el portal bancario; por tanto, de acuerdo al motivo de la
generación de las multas según la autoridad emisora, fue por no realizar el pago respectivo
ante la institución financiera autorizada, despues de haber sido requerido dicho pago, tal
y como en seguida se muestra:

121
122
Como se puede observar, el caso concreto no se configura a la hipótesis normativa
expresada, referente a la infracción y al monto de la sanción, tan es así, que en el mismo
artículo 81 del Código Fiscal de la Federación, el legislador plasma de manera exacta en las
fracciones III y IV, las infracciones relacionadas con la obligación de pago de las
contribuciones, de acuerdo a como lo señala dicha disposición:
Artículo 81. Son infracciones relacionadas con la obligación de pago de las
contribuciones; de presentación de declaraciones, solicitudes, documentación, avisos,
información o expedición de constancias, y del ingreso de información a través de la página
de Internet del Servicio de Administración Tributaria:

……………………………………………….…………………………………………………………………………………

III. No pagar las contribuciones dentro del plazo que establecen las disposiciones
fiscales, cuando se trate de contribuciones que no sean determinables por los
contribuyentes, salvo cuando el pago se efectúe espontáneamente.

IV. No efectuar en los términos de las disposiciones fiscales los pagos provisionales de
una contribución.

Lo resaltado no es de origen

Resulta evidente ante los argumentos anteriores, que la autoridad emisora del acto de
molestia pasa inadvertido el artículo 16 constitucional, al no apegar o encuadrar el motivo
generador de la infracción al precepto concreto que marca la ley con el objeto de sustentar
el mandamiento efectuado, dejando a quien suscribe en un total estado de vulnerabilidad
e incertidumbre jurídica, por no saber a que atenerse, toda vez que, deja al gobernado en
franca vulnerabilidad al no saber sí los creditos fiscales se deben por no haber presentado
las declaraciones electrónicas o por no haber realizado el pago de las mismas; toda vez que,

123
para cada supuesto en concreto se emplea una sanción economica diferente en base al
artículo 82, fracción I, inciso b), fracción III y IV del mismo Código Fiscal de la Federación, tal
y como se expresa a continuación:
Artículo 82. A quien cometa las infracciones relacionadas con la obligación de presentar
declaraciones, solicitudes, documentación, avisos o información; con la expedición de
comprobantes fiscales digitales por Internet o de constancias y con el ingreso de
información a través de la página de Internet del Servicio de Administración Tributaria a
que se refiere el artículo 81 de este Código, se impondrán las siguientes multas:

I. Para la señalada en la fracción I:

…………………………………………………………………………………………………………………………………….

d) De $15,860.00 a $31,740.00, por no presentar las declaraciones en los medios


electrónicos estando obligado a ello, presentarlas fuera del plazo o no cumplir con los
requerimientos de las autoridades fiscales para presentarlas o cumplirlos fuera de los
plazos señalados en los mismos.

…………………………………………………………………………………………………………………………………….

III. De $1,560.00 a $38,700.00, tratándose de la señalada en la fracción III, por cada


requerimiento.

IV. De $19,350.00 a $38,700.00, respecto de la señalada en la fracción IV, salvo


tratándose de contribuyentes que de conformidad con la Ley del Impuesto sobre la Renta,
estén obligados a efectuar pagos provisionales trimestrales o cuatrimestrales, supuestos
en los que la multa será de $1,930.00 a $11,600.00.

Se infiere con lo anterior que, si el fundamento para la imposición de la multa tiene como
origen el 81, fracción I del Código Fiscal de la Federación, en vinculación con el artículo 82,
fracción I, inciso b), del mismo código, entonces el motivo concreto que debió ser expresado
para encuadrar la causa real con la norma exacta, por parte de la autoridad, es que, la multa
se debe a que el contribuyente no cumplió con la presentación de las declaraciones del pago
provisional mensual del impuesto sobre la renta por realizar actividades empresariales
correspondientes a los meses de enero, febrero y marzo del año 2021, y las declaraciones
del pago provisional mensual de retenciones del impuesto sobre la renta por sueldos y
salarios correspondientes a los meses de enero, febrero y marzo del año 2021, a
requerimiento de la autoridad fiscal competente. Lo antes dicho, cobra mayor sustento en
armonía con el artículo 41, fracción I, del ordenamiento en mención, norma que cita la
misma autoridad al fundamentar su actuar, el cual dicta el procedimiento a seguir para la
imposición de multas cuando los contribuyentes hagan caso omiso de la presentación de
las declaraciones o lo hagan fuera de los plazos señalados en las disposiciones fiscales, de
acuerdo a lo que a continuación se transcribe:
Artículo 41. Cuando las personas obligadas a presentar declaraciones, avisos, reportes de
información a que se refiere el artículo 28, fracción I, apartado B de este Código y demás
documentos no lo hagan dentro de los plazos señalados o de conformidad con las
disposiciones fiscales, las autoridades fiscales exigirán la presentación del documento o

124
la información respectiva ante las oficinas correspondientes, procediendo de la siguiente
forma:

I. Imponer la multa que corresponda en los términos de este Código y requerir hasta en
tres ocasiones la presentación de la información omitida, otorgando al contribuyente un
plazo de quince días para el cumplimiento de cada requerimiento. Si no se atienden los
requerimientos se impondrán las multas correspondientes que, tratándose de
declaraciones, será una multa por cada obligación omitida. La autoridad, después del
tercer requerimiento respecto de la misma obligación, podrá aplicar lo dispuesto en la
siguiente fracción.

Lo resaltado y sub rayado es nuestro

De lo anterior, se infiere que, cuando las personas obligadas a presentar declaraciones por
medios electrónicos, no lo hagan dentro de los plazos señalados, las autoridades fiscales
procederán de la siguiente manera:

1. Exigirán la presentación de la declaración.


2. Imponer la multa correspondiente.
3. Requerir hasta en tres ocasiones la presentación de la información omitida.
4. Si no se atienden los requerimientos se impondrán las multas correspondientes.
5. Despues del tercer requerimiento, hacer efectivo al contribuyente o reponsable
solidario la cantidad mayor de las últimas seis declaraciones, respecto a la misma
contribución, sin eximir al obligado de presentar dicha declaración.

En esta tesitura, en armonia con el principio de legalidad, el cual establece que la autoridad
solo puede realizar lo que por ley se le faculte y dado que la misma funge como juez y parte,
lo menos que se le puede exigir es que armonice de manera correcta sus actos, fundandolos
y motivandolos de manera correcta; puesto que, si la multa se debió a que el contribuyente
no pagó el entero de las retenciones mensuales de impuesto sobre la renta por sueldos y
salarios correspondientes a los meses de enero, febrero y marzo del año 2021, ni realizó el
pago provisional mensual de ISR por actividades empresariales del regimen de actividades
empresariales y profesionales, por los meses de enero, febrero y marzo del año 2021;
entonces, tomando como base el mismo artículo 41, fracción I, del Código en comento, la
autoridad fiscal debió primeramente exigir el pago omiso, para despues imponer la multa
que corresponda en caso que el contribuyente no haya realizado el pago respectivo,
sustentando su determinación en el artículo 81 del Código Fiscal de la Federación, en las
fracciones III o IV, así como en el artículo 82, fracción III o IV del mismo Código Fiscal de la
Federación al imponer la sanción merecida.

De lo expresado hasta el momento, y dado que las multas administrativas deben clasificarse
como aprovechamientos, las mismas, deben ser de aplicación estricta en concordancia con
lo estipulado en al artículo 5 del Código Fiscal de la Federación, es decir, “si alguna ley
establece una pena de multa para alguna infracción, está estableciendo con ello un

125
aprovechamiento, y en ese aspecto, esa ley está sujeta al principio de aplicación estricta que
señala “nulla poena sine lege”, conforme al cual que se aplique una sanción a una falta, la
conducta realizada por el afectado debe encajar exactamente en la hipótesis normativa, sin
que sea lícito ampliar ésta ni por analogía, ni por mayoría de razón.” Lo anterior con
sustento de la tesis emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Primer Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, volumen 86, Sexta
Parte, página 59, que señala: “MULTAS. TIPICIDAD DE LA INFRACCION.” Concluyendo que
con el actuar de la autoridad fiscal, deja al contribuyente en estado de indefensión, al
imponer las multas antes descritas, al fundamentarse en una hipótesis normativa que no es
la exactamente aplicable a la conducta que le fue atribuida al actor; pues es inconcuso que
el artículo 81, fracción I, no puede servir como sustento para fundamentar las multas
impuestas por el no pagó del entero de las retenciones mensuales de impuesto sobre la
renta por sueldos y salarios correspondientes a los meses de enero, febrero y marzo del año
2021, ni el pago provisional mensual de ISR por actividades empresariales del regimen de
actividades empresariales y profesionales, por los meses de enero, febrero y marzo del año
mismo año, toda vez que tal conducta no encuadra exactamente en las hipótesis normativas
previamente establecidas en tal fracción, al realizar el examen de las porciones normativas
bajo una interpretación literal y como consecuencia, corren con la misma suerte las
sanciones impuestas, al no existir un nexo causal entre los hechos infractores y la disposición
legal que contempla dicha multa, ya que la conducta del contribuyente no tipifica la
hipótesis legal prevista por el dispositivo jurídico expresado. Por lo cual, mediante los
argumentos hasta ahora expresados se demuestra fehacientemente mediante los
razonamientos lógico jurídicos, que los actos mencionados se emitieron en contravención a
las disposiciones fiscales, al vulnerar los principios de legalidad y seguridad jurídica,
implícitos en los artículos 1, 14 y 16 de nuestra Constitución Política.

b) Inadecuada aplicación de las sanciones en la especie con el fundamento.

En este apartado resulta importante determinar si el artículo 82, fracción I, inciso d), impone
una multa por cada obligación omitida, toda vez que, el sujeto activo de la contribución de
manera unilateral y autoritaria así lo pretende hacer valer, pasando por alto de nueva
cuenta los principios de legalidad y certeza jurídica implicitos en nuestra Carta Magna en
sus artículos 1, 14 y 16, de acuerdo a los argumentos y razonamientos siguientes.

Es menester resaltar que dentro del principio de legalidad, viene implicto el principio de
reserva de ley, donde es claro que la autoridad solo se encuentra facultada para realizar lo
que expresamente le designe la norma sin pretender por ningún motivo otorgarle la facultad
de legislar o inventar obligaciones o sanciones no previstar en la ley, de manera arbitraria y
en perjuicio del gobernado. Una vez expresado lo anterior, diremos que, la autoridad

126
determina una conducta infractora, fundamentandola en el artículo 81, fracción I, del
Código Fiscal de la Federación; el cual establece que:
Artículo 81. Son infracciones relacionadas con la obligación de pago de las contribuciones;
de presentación de declaraciones, solicitudes, documentación, avisos, información o
expedición de constancias, y del ingreso de información a través de la página de Internet
del Servicio de Administración Tributaria:

I. No presentar las declaraciones, las solicitudes, los avisos o las constancias que exijan las
disposiciones fiscales, o no hacerlo a través de los medios electrónicos que señale la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público o presentarlos a requerimiento de las autoridades
fiscales. No cumplir los requerimientos de las autoridades fiscales para presentar alguno
de los documentos o medios electrónicos a que se refiere esta fracción, o cumplirlos fuera
de los plazos señalados en los mismos.

Las cantidades o el monto de la sanción por concepto de multa, consistentes en, 15,860.00
(quince mil ochocientos sesenta pesos 00/100 M.N.), por cada obligación omitida, al ser
vinculadas con el artículo 81, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, las fundamenta
en el artículo 82, fracción I, inciso d), del mismo Código Fiscal de la Federación, el cual, se
transcribe de manera integra y completa con la finalidad de sustentar el desarrollo de
nuestro argumento; dicho lo anterior, el mencionado artículo dicta lo siguiente:
Artículo 82. A quien cometa las infracciones relacionadas con la obligación de presentar
declaraciones, solicitudes, documentación, avisos o información; con la expedición de
comprobantes fiscales digitales por Internet o de constancias y con el ingreso de
información a través de la página de Internet del Servicio de Administración Tributaria a
que se refiere el artículo 81 de este Código, se impondrán las siguientes multas:

I. Para la señalada en la fracción I:

a) De $1,560.00 a $19,350.00, tratándose de declaraciones, por cada una de las


obligaciones no declaradas. Si dentro de los seis meses siguientes a la fecha en que se
presentó la declaración por la cual se impuso la multa, el contribuyente presenta
declaración complementaria de aquélla, declarando contribuciones adicionales, por dicha
declaración también se aplicará la multa a que se refiere este inciso.

b) De $1,560.00 a $38,700.00, por cada obligación a que esté afecto, al presentar una
declaración, solicitud, aviso o constancia, fuera del plazo señalado en el requerimiento o
por su incumplimiento.

c) De $14,850.00 a $29,680.00, por no presentar el aviso a que se refiere el primer párrafo


del artículo 23 de este Código.

d) De $15,860.00 a $31,740.00, por no presentar las declaraciones en los medios


electrónicos estando obligado a ello, presentarlas fuera del plazo o no cumplir con los
requerimientos de las autoridades fiscales para presentarlas o cumplirlos fuera de los
plazos señalados en los mismos.

*Lo resaltado es nuestro

Siguiendo el principio de legalidad, donde establece que a la autoridad solo le esta permitido
realizar lo que la ley disponga, resulta claro, que el artículo 82, fracción I, inciso d), del Código

127
en cuestión, de manera literal establece una multa de $15,860.00 a $31,740.00, por no
presentar las declaraciones electrónicas, fuera del plazo establecido, no cumplir con los
requerimientos o cumplirlos fuera del plazo establecido; es de resaltar que en este inciso d),
fracción I, del artículo 82, se expresa de manera plural la redación, esto es, se establece una
multa que va desde los $15,860.00 a los $31,740.00, por no presentar las declaraciones
electrónicas, fuera del plazo establecido, no cumplir con los requerimientos o cumplirlos
fuera del plazo establecido, en otras palabras, se debe sancionar el acto infractor con una
multa unica, por todas las obligaciones omitidas que debió presentar en determinado
periodo; o en caso de haber presentado solo algunas, la sanción deberá ser por las todas las
que omitio presentar. Se observa que el objetivo del legislador, fue sancionar la conducta
infractora y no cada omisión en particular; tan es así que, de haber sido su intención, en
realizar una multa por cada obligación omitida, en este mismo inciso d), de la fracción y
artículo en comento, lo hubiera establecido, tal y como lo hace en los incisos a) y b), misma
fracción I, del mismo artículo 82, del Código Fiscal de la Federación, de acuerdo a una
interpretación lógica y literal.

No es óbice lo anterior que la autoridad fiscal pretende fundamentar su actuar, al imponer


una multa por cada obligación omitida tomando como sustento el artículo 41, fracción I, del
mismo ordenamiento, el cual dicta el procedimiento general a seguir para la imposición de
multas cuando los contribuyentes presenten las declaraciones fuera de los plazos señalados
en las disposiciones fiscales o si no se atienden los requerimientos respectivos.

Artículo 41. Cuando las personas obligadas a presentar declaraciones, avisos, reportes de
información a que se refiere el artículo 28, fracción I, apartado B de este Código y demás
documentos no lo hagan dentro de los plazos señalados o de conformidad con las
disposiciones fiscales, las autoridades fiscales exigirán la presentación del documento o la
información respectiva ante las oficinas correspondientes, procediendo de la siguiente
forma:

I. Imponer la multa que corresponda en los términos de este Código y requerir hasta en tres
ocasiones la presentación de la información omitida, otorgando al contribuyente un plazo
de quince días para el cumplimiento de cada requerimiento. Si no se atienden los
requerimientos se impondrán las multas correspondientes que, tratándose de
declaraciones, será una multa por cada obligación omitida. La autoridad, después del
tercer requerimiento respecto de la misma obligación, podrá aplicar lo dispuesto en la
siguiente fracción.

*Lo resaltado es nuestro

Sin embargo, dicho artículo dicta un procedimiento general en ejercicio de sus facultades
(dado que lo encontramos en el título tercero, capítulo I, del Código Fiscal de la federación,
denominado “De las Facultades de las Autoridades Fiscales”), de como debe actuar la
autoridad fiscal cuando el contribuyente se omiso de presentar fuera de plazo las
“declaraciones, avisos, reportes de información a que se refiere el artículo 28, fracción I,

128
apartado B de este Código y demás documentos”; no obstante que en dicho procedimiento
en general dicta en su fracción I, que tratandose de requerimientos no atendidos sobre
declaraciones, será una multa por cada obligación omitida, no obstante, al analizar de
manera especial el título cuarto, capítulo I, del Código Fiscal de la Federación, denominado
“De las Infracciones”, en particular el artículo 82, fracción I, inciso d), ahora en controversia,
se puede observar bajo una interpretación literal que nunca sanciona al contribuyente con
la imposición de una multa por cada obligación omitida, sino que dicta se debe realizar
una multa por “no presentar las declaraciones en los medios electrónicos estando obligado
a ello, presentarlas fuera del plazo o no cumplir con los requerimientos de las autoridades
fiscales para presentarlas o cumplirlos fuera de los plazos señalados en los mismos”, bajo
este supuesto, resulta claro que de acuerdo al principio de especialidad, el cual dicta que la
regla especial debe prevalecer sobre la general según el criterio sustentado por los plenos
de circuito mediante publicación en el Semanario Judicial de la Federación, el viernes 24 de
enero de 2020, en relación a la tesis I.4o.C.220 C, registro digital: 165344, sustentada por el
Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XXXI, febrero de 2010, página
2788, del contenido siguiente: "ANTINOMIAS O CONFLICTOS DE LEYES. CRITERIOS DE
SOLUCIÓN”, debe imponerse la norma especial. Ahora bien, bajo una interpretación
sistemática, armónica y literal de los artículos 41, fracción I, 81 fracción I y 82, fracción I, del
Código Fiscal de la Federación, tratandose de declaraciones omitidas o presentarlas fuera
del plazo o no cumplir con los requerimientos de las autoridades fiscales para presentarlas
o cumplirlos fuera de los plazos señalados en los mismos se desprende lo siguiente:

a. Para el caso del inciso a) del artículo 82, debe ser una multa por cada una de las
obligaciones no declaradas.
b. Para el supuesto establecido en el inciso b) del mismo artículo 82, se impondrá una
multa por cada obligación a que esté afecto.
c. Para lo dictado en el inciso c) del artículo en mención, prevalecerá una multa por no
presentar el aviso a que se refiere el primer párrafo del artículo 23 de este Código.
d. Y para el caso concreto recaído en el inciso d), deberá sancionarse al contribuyente
con una multa, por no presentar todas las declaraciones en los medios electrónicos
estando obligado a ello, presentarlas fuera del plazo o no cumplir con los
requerimientos de las autoridades fiscales para presentarlas o cumplirlos fuera de
los plazos señalados en los mismos.

Siguiendo este orden de ideas, resulta contundente que la autoridad no expresa con
precisión su actuar al pretender establecer una serie de multas por cada obligación
omitida, sin fundamentar lo anterior, en una disposición en concreto que la autorice a
obrar del modo en que lo hace, dejando al actor, en un total estado de incertidumbre
juridica por no saber a que atenerse; por tanto, la emisión de las multas resulta ilegal,
debiendose decretar la nulidad lisa y llana del acto ahora en mención, al no expresar qué
disposición establece y justifica la imposición de una multa por cada obligación omitida,

129
afectando mi derecho humano a la seguridad jurídica, ante el desconocimiento de que la
autoridad demandada se encuentra actuando dentro del marco legal. Concluyendo, en la
ilegalidad e invalidez del acto ahora en controversia, pues al no existir tal norma o
dispocición legal, que sustente los actos administrativos ahora en reconsideración,
consistente en la imposición de una multa por cada obligación omitida, pues, asi lo
demuestra su actuar mediante un deficiente encuadre del monto de la sanción con su
fundamentación; toda vez que, donde la ley hace distinción, la autoridad se encuentra
obligada a también realizarla; por tanto, al ser fruto de un acto viciado de origen, procede
en consecuencia la invalidez de los créditos fiscales, además de los honorarios por
notificación que pretenden cobrar, así como el acto administrativo derivado del
Procedimiento Administrativo de Ejecución, notificado uno de agosto del año 2022, según
el número de los documentos de control: xxxxxxxxxxxxx, yyyyyyyyyyyyyyy, zzzzzzzzzzzzzzzzz,
consistente en el embargo precautorio en el domicilio fiscal del contribuyente, de acuerdo
al expediente que obra en su poder; en sustento a lo anterior menciono la jurisprudencia
publicada en el Semanario Judicial de la Federación 121-126, Sexta Parte, página 280,
Séptima Época, con registro número 252103, que al respecto señala:

“ACTOS VICIADOS, FRUTOS DE. Si un acto o diligencia de la autoridad está viciado y resulta
inconstitucional, todos los actos derivados de él, o que se apoyen en él, o que en alguna
forma estén condicionados por él, resultan también inconstitucionales por su origen, y los
tribunales no deben darles valor legal, ya que de hacerlo, por una parte alentarían prácticas
viciosas, cuyos frutos serían aprovechables por quienes las realizan y, por otra parte, los
tribunales se harían en alguna forma partícipes de tal conducta irregular, al otorgar a tales
actos valor legal.”

Sin tratar de ser reiterativo, con el objeto de quedar más explícita la ilegalidad del acto que
la autoridad realizo, es de manifiesto que la acción ejecutada por la autoridad, descritos en
este apartado, fue sin el requisito formal de la debida fundamentación y motivación exigida
por el artículo 16 constitucional, violándose en mí agravio el principio de legalidad y
seguridad jurídica; pues si bien, es cierto que de la lectura del documento en contienda se
desprende que en ella se citan fundamentos que configuran los actos infractores que
impulsó a la autoridad a la elaboración de las multas por cada obligación omitida, esto
demuestra, como ya se expresó anteriormente, que la autoridad conoce y entiende que es
su obligación dar cumplimiento al principio de legalidad, emitiéndolo debidamente fundado
y motivado, entendiéndose por esto último, como la adecuación lógica-jurídica del hecho
real con el o los motivos aducidos en el acto y los fundamentos puntualmente aplicables al
caso, resulta prudente traer como sustento la siguiente tesis:
“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.- De acuerdo con
el artículo 16 constitucional, todo acto de autoridad debe estar suficientemente fundado y
motivado, entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con precisión el precepto
legal aplicable al caso, y por lo segundo, que también deben señalarse con precisión, las
circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido
en consideración para la emisión del acto, siendo necesario además que exista adecuación
entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se

130
configure la hipótesis normativa. Esto es, que cuando el precepto en comento previene que
nadie puede ser molestado en su persona, propiedades o derechos sino en virtud de
mandamiento escrito de autoridad competente que funde y motive la causa legal del
procedimiento, está exigiendo a todas las autoridades que apeguen sus actos a la Ley,
expresando de qué ley se trata y los preceptos de ella que sirvan de apoyo al mandamiento
relativo. En materia administrativa, específicamente, para poder considerar un acto
autoritario como correctamente fundado, es necesario que en él se cite: a) Los preceptos
legales, y preceptos que otorgan competencia o facultades a las autoridades para emitir
el acto en agravio del gobernado. “

Consultable en el Semanario Judicial de la Federación, Tribunales Colegiados de Circuito,


Octava Época, Página 43.

En ese sentido, la violación a mi derecho estriba en que el acto unilateral en cuestión se


encuentra indebidamente encuadrado con lo fundamentado, por consecuencia, lo
establecido por la autoridad no resulta aplicable en la especie ni en la forma, toda vez que,
de la simple lectura de los documentos de referencia se desprende que el motivó aludido
por la demandada, a emitir las multas, no se justifica con alguna normatividad establecida;
debiendose declarar el acto ilegal, para dejar las cosas a su estado antes del acto, por la
violación material o de fondo; sustentando lo anterior exhibimos la siguiente tesis en la que
se sustentan los Tribunales Colegiados de Circuito:

“2002800. I.5o.C.3 K (10a.). Décima Época. Semanario Judicial de la Federación y su


Gaceta. Libro XVII, Febrero de 2013, Pág. 1366.

INADECUADAS FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. ALCANCE Y EFECTOS DEL FALLO


PROTECTOR. Si al emprender el examen de los conceptos de violación se determina que las
normas que sustentaron el acto reclamado no resultaban exactamente aplicables al caso,
se está en el supuesto de una violación material o sustantiva que actualiza una indebida
fundamentación y debe considerarse inconstitucional el acto reclamado, ya que dicha
violación incide directamente en los derechos fundamentales establecidos en el artículo 16
de la Carta Magna. Lo mismo sucede cuando las razones que sustentan la decisión del
juzgador no están en consonancia con los preceptos legales aplicables, ya que la citada
norma constitucional constriñe al juzgador a expresar las circunstancias especiales y
razones particulares que justifican la aplicación del derecho; de tal suerte que si no existe
adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, entonces el acto de
autoridad carece de respaldo constitucional, lo que justifica la concesión del amparo. Esto
no significa que el Juez de amparo se sustituya en el quehacer de la responsable; por el
contrario, con ello cumplirá precisamente la función que le es encomendada, al ordenar a
la autoridad que finalmente ajuste su decisión a las normas constitucionales que le
imponen el deber de fundar y motivar adecuadamente el acto privativo o de molestia.”

PRETENCION INTENTADA.

Una vez expuesto los argumentos o razonamientos anteriores los cuales fueron encaminados a
evidenciar que los actos fiscales se emitieron en contravención de las disposiciones fiscales que le

131
resultan aplicables a los mismos, deparando un perjuicio a quien suscribe al demostrar
fehacientemente la ilegalidad de los actos ahora en reconsideración. Por lo que, se pide de la
manera más respetuosa en atención al artículo octavo de nuestra Constitución Política en armonía
con el artículo 36, párrafo tercero, del Código Fiscal de la Federación, las siguientes
reconsideraciones:

1. Se revoque en beneficio de quien suscribe las multas impuestas por el subadministrador de


la administración desconcentrada de recaudación de Querétaro “1”, contenidas en los
números de control, xxxxxxxxxxxxx, yyyyyyyyyyyyyyy, zzzzzzzzzzzzzzzzz, en base a los
razonamientos y argumentos expuestos a lo largo de esta promoción, así como sus efectos
inmediatos por seguir la suerte principal.
2. Se dejen sin efectos los requerimientos de obligaciones omitidas con número de control
111111111111111111, 222222222222222 y 3333333333333333, correspondientes a los
periodos de enero, febrero y marzo del 2021, respectivamente; emitidos por el
subadministrador desconcentrado de recaudación, adscrito a la administración
desconcentrada de recaudación de Querétaro “1”, por resultar vinculativos con las multas
que pretende hacer efectiva la autoridad.
3. Se deje en suspención en su estado actual el acto administrativo derivado del Procedimiento
Administrativo de Ejecución, notificado uno de agosto del año 2022, según el número de los
documentos de control: aaaaaaaaaaaaa, bbbbbbbbbbbbbb, cccccccccccc, con el objeto de
que la siguiente etapa de dicho procedimiento no siga su curso, consistente en que los
bienes embargados de manera precautoria no sean valuados ni subastados hasta la
culminación de la resolución del presente recurso de consideración administrativa en
materia fiscal, fundamentando tal petición en la siguiente tesis:

“RECONSIDERACIÓN ADMINISTRATIVA PREVISTA POR EL ARTÍCULO 36 DEL


CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN. IMPIDE EJECUCIÓN.- La determinación de un
crédito alcanza firmeza cuando el contribuyente no la haya impugnado o porque
habiéndolo hecho, se haya confirmado la resolución del fisco y entonces puede
ser legalmente exigido mediante el procedimiento administrativo de ejecución a
que se refiere el artículo 145 del Código Fiscal de la Federación. Esto es, la
seguridad jurídica postulada por nuestra Constitución exige que para poner en
marcha el procedimiento administrativo de ejecución debe existir un crédito
exigible, teniendo este carácter el que no puede variar por haber sido consentido
o porque las autoridades han determinado su legalidad una vez puesta a su
consideración. Ahora bien, el artículo 36, en sus tercero y cuarto párrafos
sustancialmente prevé que las autoridades fiscales podrán, discrecionalmente,
revisar las resoluciones administrativas de carácter individual no favorables a un
particular emitidas por su subordinado jerárquicamente y podrán, por una sola
vez modificarlas o revocarlas en beneficio del contribuyente, por lo que si existe
la solicitud de revisión administrativa, aunque ésta no constituye un medio de
impugnación en estricto sentido, sí representa un derecho constituido a favor del
gobernado y, por ello, impide la ejecución de la resolución puesta a consideración
mientras no se resuelva, esto es, en tanto tenga la expectativa de que la

132
resolución en su contra se revoque o modifique, no es dado a la autoridad
continuar con el procedimiento coactivo respecto de la garantía que exige un
crédito firme.”
Novena Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta XVII, Junio de 2003, Página: 1057, Tesis:
I.9o.A.70 A, Tesis Aislada, Materia(s): Administrativa. Registro Nº 184031.

4. Tener por presentado en tiempo y forma en base a los requisitos previstos en los artículos
18, 18-A y 36 del Código Fiscal de la Federación.
5. Llegado el momento oportuno, se acojan en la reconsideración a nuestras pretensiones,
derivado de los razonamientos planteados aquí, así como del valor de los medios de prueba
que obran en poder de la autoridad emisora de los actos.

Por lo anteriormente expuesto y fundado a esta H. autoridad dependiente de la Secretaría de


Hacienda y Crédito Público, atentamente solicito, se concedan las peticiones realizadas y sin más
que agregar por el momento.

Protesto lo necesario:

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Nombre del contribuyente o su representante legal

Fin del escrito

Como podrá observar el lector, en el caso práctico anterior, el escrito de la


reconsideración administrativa, solo fue en base a razonamientos lógico-
jurídicos, que el afectado pretende hacer valer sus peticiones, al demostrar con
argumentos que la autoridad fiscal emitió los actos de molestia en
contravención a las normas fiscales; no es óbice comentar que, en dicho escrito
solo se trató el tema referente a la invalidez de las multas por no apegarse al
principio de legalidad y seguridad jurídica, principalmente por no respetar la
garantía de la correcta y exacta fundamentación y motivación de las multas
fiscales; lo anterior se realizó con la finalidad de no hacer muy extenso el escrito
en este ejemplo, pues la finalidad del autor, es mostrar la estructura y esencia
del escrito de reconsideración administrativa, en base al artículo 18 del Código
Fiscal de la Federación y de los criterios emitidos por los tribunales
jurisdiccionales; sin embargo, es menester señalar que, en la práctica se debe
133
argumentar de igual manera, todos los actos emitidos por la autoridad que
contravengan las normas fiscales aplicadas al hecho, como pueden ser en este
caso, los requerimientos y el procedimiento administrativo de ejecución; no es
de soslayar que en la actualidad, la autoridad fiscal, por conveniencia, por lo
general no da contestación a los escritos de reconsideración administrativa,
pues, la resolución que no se encuentre a favor del peticionario éste la puede
utilizar en caso de que le favorezca, en un juicio de amparo indirecto; ante tal
situación la autoridad prefiere “callar”, conllevando al surgimiento de la
negativa ficta, por ende se obtiene una contestación implícita en sentido
contrario a la petición del afectado. Es prudente mencionar que ante este
silencio de la autoridad, en base a los criterios emitidos por la segunda sala del
nuestro máximo tribunal, no contraviene el principio de seguridad jurídica
vinculado a la garantía del derecho de petición, consagrado en el artículo octavo
de nuestra carta magna, puesto que la autoridad competente en la realidad
jurídica, se encuentra contestando en sentido contrario a la petición del
contribuyente, tal y como se comentó en el aparatado denominado “ DERECHO
DE PETICIÓN Y LA NEGATIVA FICTA” de la presente obra.
ahora bien, al configurarse la negativa ficta, el afectado, deberá interponer el
juicio extraordinario de garantías, pasando del ámbito administrativo al judicial,
donde se pedirá al juzgador ordene a la autoridad señalada como responsable,
la contestación por escrito de los motivos por los que no fue favorable la
petición, en este caso del quejoso; debiendo fundamentar de manera precisa
tales motivos en su informe justificado; una vez que presente la autoridad
responsable los motivos por los cuales no fueron en sentido afirmativo a las
pretensiones del quejoso, en este momento procesal, el mismo afectado se
encontrará en situación de aducir para debatir los argumentos presentados por
la autoridad demandada; sin embargo, es preciso mencionar que si el
agraviado, considera pertinente no ampliar su demanda inicial, entonces, el
juicio de amparo indirecto se deberá resolver en base a los argumentos y
razonamientos presentados en el escrito de reconsideración administrativa y la
demanda inicial de amparo, tal y como lo ordena la Segunda Sala del Tribunal
del Poder Judicial de la Federación, al dejar intacta la libre decisión del actor a

134
la conveniencia de ejercer o no el derecho procesal de ampliar la demanda
inicial, en amparo por analogía a la Jurisprudencia Administrativa, PC.XXIII. J/1
A (11a.), con número de registro 2024455, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación, el viernes 08 de abril de 2022, bajo el rubro: “NEGATIVA FICTA
EN EL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. CUANDO NO SE AMPLÍE LA
DEMANDA DE NULIDAD, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 17, FRACCIÓN I, DE LA
LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, LA LITIS SE
INTEGRA CON LOS HECHOS Y CONCEPTOS DE ANULACIÓN DE LA DEMANDA, ASÍ
COMO DEL ANEXO CONSISTENTE EN LA SOLICITUD O PETICIÓN NO RESUELTA
EN EL TÉRMINO DE TRES MESES, FRENTE A LOS MOTIVOS Y FUNDAMENTOS
LEGALES QUE EXPRESE LA AUTORIDAD AL CONTESTAR LA DEMANDA INICIAL,
POR LO QUE NO SE ACTUALIZA LA CAUSAL DE IMPROCEDENCIA PREVISTA EN
EL ARTÍCULO 8o., FRACCIÓN X, DEL CITADO ORDENAMIENTO”.

A pesar de lo anterior, es recomendable realizar la ampliación de demanda,


puesto que por lo regular surgen hechos desconocidos por el quejoso, además
de que es el momento procesal oportuno para poder “amarrarla” y exponer
ciertas cuestiones basadas en argumentos que no lo hayan podido hacer al
momento de interponer el escrito de demanda inicial.

135
REFERENCIAS
Código fiscal de la Federación. (1922). Congreso de la Unión. Cámara de Diputados. Obtenido de
https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/CFF.pdf

Congreso de la Unión. (1917-21). Cámara de Diputados. Obtenido de


https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/CPEUM.pdf

Criterios emitidos por la PRODECON. (2022). Procuraduría de la Defensa del contribuyente.


Obtenido de https://www.prodecon.gob.mx/index.php/home/marco-normativo/criterios-
normativos-sustantivos-jurisdiccionales/criterios-jurisdiccionales

Diario Oficial de la Federación. (2022). Acuerdos y decretos del Diario Oficial de la Federación.
Obtenido de https://www.dof.gob.mx/#gsc.tab=0

Ley del Impuesto Sobre la Renta. (2022). Congreso de la Unión. Obtenido de


https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LISR.pdf

Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo. (s.f.). Congreso de la Unión, cámara de


diputados. Obtenido de
https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LFPCA_270117.pdf

Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa. (2021). Cámara de Dipuatados.
Obtenido de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LOTFJA.pdf

Sentencias del Tribunal Federal de Justicia Administrativa. (2022). Tribunal Federal de Justicia
Administrativa. Obtenido de
http://sentencias.tfjfa.gob.mx:8080/SICSEJLDOC/faces/content/public/consultasentencia.
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Suprema Corte de Justicia de la Nación. (2022). Portal web de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación. Obtenido de https://sjf2.scjn.gob.mx/busqueda-principal-tesis

136

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