Está en la página 1de 54

PUNCION SECA

PARA EL DOLOR MUSCULOESQUELETICO Y


MIOFASCIAL

Lic. Griselda Carolina Tejeda


1
2

EL TEJIDO CONECTIVO: UN SISTEMA DE COMUNICACIÓN

El tejido conectivo es el protagonista de esta exposición, que pretende subrayar su


versatilidad como tejido elástico, flexible y a la vez resistente, capaz de mutar y transformar
su aspecto de acuerdo con la localización y la función que desempeña en cada lugar,
pudiendo presentarse fluído – el sanguíneo –, laxo – mucoso, reticular, adiposo,
mesenquimal – o denso y resistente – cartilaginoso y óseo –.
Interrelaciona el resto de los tejidos, estructuras y órganos, permitiendo con su flexibilidad
la movilidad que éstos requieren, y proporciona así mismo sostén y fijación al ocupar los
espacios entre ellos.
Consta de células inmersas en una matriz extracelular que consiste en una red de fibras
colágenas y elásticas bañadas en una sustancia fundamental rica en macromoléculas –
proteoglucanos y glucosaminoglucanos. La función de esta sustancia es facilitar el paso de
oxígeno y nutrientes desde los capilares hasta células y de productos de desecho del
metabolismo en sentido contrario. Puesto que todos los intercambios de sustancias se
producen a su través, se le puede considerar como el propio medio interno del organismo.
Es el tejido en el que se inicia la reacción inflamatoria. Sus macrófagos y células plasmáticas
crean una barrera de defensa y protección y sus mastocitos contienen mediadores químicos
de las respuestas inflamatoria e inmunológica.
Representa un importante reservorio y un vehículo de transporte de moléculas de agua,
minerales y otros principios inmediatos, disponibles para su inmediata utilización según las
necesidades celulares de cada momento.
Pero no es sólo una estructura de cohesión y reservorio, sino también, como su nombre
indica, una red conectiva o conductiva: una red de comunicación que conecta los tejidos
entre sí y un vehículo de transmisión que conduce y genera energía, entendiendo por
energía el flujo y la mutación de partículas y ondas que componen las señales o impulsos de
actividad en todas las formas que se conocen: impulsos mecánicos, químicos, térmicos,
acústicos, magnéticos, electromagnéticos e incluso eléctricos, fluyen a través de la sustancia
fundamental para conectar cada una de las regiones del organismo con el resto.
Son señales que comunican entre sí a todas las células, a todas las regiones, desde las más
visibles hasta las microscópicas – los orgánulos intracelulares –transmitiendo una
información capaz de alterar la nutrición de los tejidos circundantes y, por tanto, su
estructura, su forma y sus propiedades.
La aplicación de técnicas sobre el tejido conectivo – medicina manual, quiropráctica,
osteopatía, acupuntura, la propia palpación –, y también las perturbaciones del medio
externo, son capaces de provocar mutaciones energéticas que generan y transmiten
impulsos o señales: mecánicas, térmicas, químicas, electromagnéticas, iónicas y eléctricas.

LA PATOLOGÍA COMO TRASTORNO EN LA TRANSMISIÓN

Los desequilibrios y distorsiones producidos a nivel miofascial por la sobrecarga


prolongada y reiterada, el mantenimiento de malas posturas, a menudo inducido por stress,
los traumatismos y, por extensión, cualquier patología, son capaces de provocar un
desplazamiento del centro de gravedad del organismo y una pérdida de la simetría
funcional y estructural, con hipertonía de ciertos grupos musculares frente a la falta de tono
de los opuestos y manifestaciones clínicas como dolor, tensión muscular, contracturas,
tendinitis/osis, debilidad muscular, hiporreflexia, etc.
La asimetría produce alteraciones en la conductividad tisular y en las relaciones entre los
sistemas orgánicos, pudiendo afectar no sólo al aparato locomotor, sino al resto de los
sistemas.

Toda patología supone una alteración de las diferencias de potencial biológico que precede
a la aparición de manifestaciones clínicas. Estas alteraciones provocan variaciones en los
mecanismos de polarización de las membranas celulares y en la tensión superficial del
plasma, determinada por su nivel de cargas negativas, que impiden la autoaglutinación
celular.
3

La pérdida de electrones favorece la oxidación celular, que es el fundamento del


envejecimiento celular, la patología orgánica y la pérdida de vitalidad. Los cancerígenos se
caracterizan, entre otras propiedades, por su gran afinidad por los electrones.

EL SINDROME DE DOLOR MIOFASCIAL Y LOS PUNTOS GATILLOS


MIOFASCIALES.

El síndrome del dolor miofascial se define, como síntomas sensoriales, motores y


autonómicos ocasionados por los puntos gatillos miofasciales. También se define como
síndrome del dolor regional originado en cualquiera de las partes blandas. La
musculatura voluntaria (esquelética) constituye el mayor órgano del cuerpo humano y
representa casi el 50% del peso corporal. Aun así los puntos gatillos (PG) y los
músculos reciben poca atención como una de las grandes fuentes de dolor. Los tejidos
musculares contráctiles constituyen la principal causa de los desgastes de las actividad
de la vida diaria. Los puntos gatillos miofasciales pueden definirse desde el aspecto
clínico como: zona hiperirritable en un músculo esquelético que se asocia con un nódulo
palpable hipersensible, que se localiza en una banda tensa. La zona dolorosa a la
compresión puede dar lugar a dolor referido característico, hipersensibilidad a la presión
referida, disfunción motora y fenómenos autonómicos. También puede definirse de
forma etiológica de la siguiente manera: grupo de los eléctricamente activos, cada uno
de los cuales se encuentra asociado con un nodo de contracción y con una placa motora
terminal disfuncional en el músculo esquelético.

Travell y Simons clasifican los puntos gatillo:

 Punto gatillo miofascial activo: punto gatillo que da clínica de dolor. Es siempre
doloroso a la presión, impide la elongación completa del músculo, lo debilita,
manifiesta dolor reconocido por el paciente cuando es comprimido directamente,
ocasiona una respuesta de espasmo local de las fibras musculares cuando es estimulado
de forma adecuada y, al ser comprimido, dentro del límite de tolerancia del paciente,
produce fenómenos motores referidos y, frecuentemente, fenómenos autonómicos,
generalmente en su zona de dolor referido, y ocasiona hipersensibilidad a la presión en
la zona de referencia.

Punto gatillo miofascial central: punto gatillo que está asociado con placas motoras
disfuncionales y localizado cerca del centro de las fibras musculares.
Punto gatillo miofascial insercional: punto gatillo en la unión miotendinosa y/o en la
inserción ósea del músculo que identifica la entesopatía ocasionada por la persistente tensión
característica de la banda tensa producida por un punto gatillo central.
Punto gatillo miofascial primario: punto gatillo central aparentemente activado de manera
directa y por sobrecarga aguda o crónica, o por sobreuso repetitivo del músculo en el que se
desarrolla, sin ser ocasionado por la actividad de un punto gatillo en otro músculo.
Punto gatillo miofascial satélite (anteriormente denominados secundarios): punto gatillo
central inducido neurogénica o mecánicamente por la actividad de un punto gatillo central.
Punto gatillo miofascial clave: punto gatillo responsable de la activación de uno o más
puntos gatillos satélites. Clínicamente se identifica un punto gatillo clave cuando la inactivación
de este también inactiva el punto gatillo satélite.
4

Punto gatillo miofascial asociado: punto gatillo en un músculo, que existe a la vez que otro
punto gatillo en otro músculo.

Etiopatogenia.
Actualmente, la teoría más aceptada sobre la causa de los puntos gatillos miofasciales (PGM)
es la conocida como hipótesis integrada o de la crisis energética, descrita preliminarmente por
Simons en 1996 y más recientemente ampliada y actualizada por Gerwin RD. La hipótesis
integrada está apoyada en descubrimientos electromiográficos, microanalíticos, histológicos y
de pruebas de imagen (resonancia magnética). La hipótesis no está totalmente corroborada
pero esta es la más aceptada. Esta hipótesis nos dice que los PGM constituyen una patología
neuromuscular que se inicia por una disfunción presináptica de la placa motora, la cual es
producida por un exceso de liberación de acetilcolina (ACh) en la hendidura sináptica, que
causa una contractura muy localizada de los sarcómeros que se encuentran más cercanos a la
placa motora. Esta contractura causa un aumento de tensión de la fibra muscular afectada y
además produce una hipoxia debida a la compresión de los vasos sanguíneos que genera un
sufrimiento tisular que da lugar a la liberación y acumulación de sustancias sensibilizantes,
responsables de la hiperalgesia del PGM y de un déficit de la acetilcolinestarasa, bien por la
acción directa de alguna de estas sustancias, o bien por la comprobada acidez del pH de los
PGM activos.

El déficit de acetilcolinesterasa supondría una disfunción sináptica que se uniría al problema


presináptico de la excesiva liberación de ACh y a algún posible conflicto postsináptico
relacionado con la cantidad o con la sensibilidad de los receptores de la ACh, todo lo cual
cerraría el círculo y explicaría la capacidad del PGM de auto perpetuarse, al existir mecanismos
que podrían continuar el problema, aún en el caso de que la disfunción presináptica inicial se
resolviera.
5

Prevalencia.
Los puntos gatillo miofasciales (PG) representan un capitulo doloroso en la vida de casi todo el
mundo en un momento u otro35. Los PG latentes, que a menudo provocan disfunción motora
(rigidez y restricción de la amplitud de movilidad) sin dolor, son mucho más frecuentes que los
PG activos, los cuales además producen dolor.

Factores de perpetuació n y predisponentes:

Tratar el síndrome del dolor miofascial y no corregir los diversos factores de perpetuación dará
lugar a que los puntos gatillos rápidamente se reactiven convirtiéndose en una enfermedad
crónica. Estos mismos factores de perpetuación pueden ser factores predisponentes a tener el
síndrome del dolor miofascial, dado que su presencia provoca que los músculos sean más
proclives a la activación de los PG.
Los factores de perpetuación y predisponentes de los puntos gatillos miofasciales y del
síndrome del dolor miofascial se pueden clasificar, según Travell y Simons, de la siguiente
manera:
ESTRÉS MECÁNICO:

 Trastornos estructurales: una escoliosis compensatoria, mantenida por el esfuerzo


muscular continuado, constituye un fuerte factor de perpetuación de los PG. También
una dismetría en los miembros inferiores constituye un factor determinante en la
perpetuación de los PG. La corrección de esta resulta fundamental para inactivar de
forma prolongada los PG de los músculos sobrecargados por la diferencia de longitud.
Los PG de los músculos de la cadera y el torso causan dolor de espalda. Numerosos
estudios correlacionan la presencia de una dismetría del miembro inferior con el dolor
de espalda, el cual se suele aliviar corrigiendo la desigualdad con un alza.
 Tensiones posturales: un movimiento repetitivo puede sobrecargar un músculo y
producir en este un PG. Una postura defectuosa o un mobiliario inadaptado también
pueden provocar PG por tensiones posturales.

 Constricción de los músculos: los PG se perpetuán por la presión constrictora


prolongada ejercida sobre un músculo, como un sujetador demasiado apretado o la
presión de la correa de un bolso en el hombro.
DESARREGLOS NUTRICIONALES:

 Tiamina (vitamina B1): al intervenir en el metabolismo oxidativo de la glucosa y para la


ruta glicolítica anaeróbica como coenzima de la transcetolasa, resulta esencial para la
normal producción de energía de la célula. Por lo tanto, una deficiencia de tiamina
puede producir una crisis energética que forma parte de la patofisiología de los PG, y
además la tiamina también es esencial para el funcionamiento normal de los nervios,
por lo que su deficiencia puede producir una neuropatía que dé lugar a PG.

 Piridoxina (vitamina B6): la piridoxina interviene en el metabolismo energético y en la


función nerviosa. También es crucial para la síntesis y/o metabolismo de casi todos los
neurotransmisores.

 Cobalanamina (vitamina B12) y ácido fólico: la falta de estas vitaminas reduce la


producción de células sanguíneas las cuales llevan oxígeno al músculo. En el estudio de
6

Casanueva, sobre síndrome del dolor miofascial (SDM) crónico y la fibromialgia se vio
que el 16% de 57 sujetos con SDM crónico tenían bajas estos cofactores enzimáticos,
mientras que el 43% con fibromialgia también presentaros bajos los niveles.

 Ácido ascórbico (vitamina C): esta vitamina evita parte del dolor y de la rigidez
postejercicio, corrige la fragilidad capilar asociada al ácido ascórbico e interacciona con
otras vitaminas que intervienen en el músculo. Sin vitamina C que proporcione el
colágeno suficiente para una buena pared vascular, el paciente presenta fragilidad
capilar lo que hace que se produzcan hematomas con más facilidad.

 Minerales y oligoelementos: algunos minerales como el hierro, el calcio y el potasio


son necesarios para el funcionamiento muscular normal. La deficiencia de estos tiende
a incrementar la irritabilidad de los PG miofasciales.
DESARREGLOS METABOLICOS Y ENDOCRINOS:
 Hipometabolismo: pacientes con niveles de las hormonas tiroideas por debajo de lo
normal experimentan una mejoría en el SDM con una suplementación tiroidea.
 Hipoglucemia: la hipoglucemia agrava la actividad de los PG miofasciales y reduce o
acorta la respuesta al tratamiento miofascial especifico. Las crisis hipoglucémicas
recurrentes perpetuán los PG miofasciales.
 Diátesis gotosa: por razones desconocidas aun, los PG se agravan en pacientes con
hiperuricemia o con gota. Estos pacientes son propensos a los PG, y cuando se
encuentran hiperuricémicos responden mal al tratamiento miofascial.
FACTORES PSICOLOGICOS:
 Desesperanza: aquellos pacientes que creen que su dolor es intratable, como un
reumatismo. La consecuencia es que evitan todos los movimientos dolorosos, incluidos
aquellos que estirarían sus músculos y les ayudaría a recuperar su función.
 Depresión: puede ser en parte producida por el mismo dolor de manera que cuando
mayores son la duración y la intensidad del dolor, mayor tendera a ser la depresión
 Ansiedad y tensión: los niveles altos de ansiedad pueden expresar en forma de tensión
muscular. Esto provoca que numerosos músculos tengan una contracción mantenida,
lo cual provoca sobrecarga y perpetua los PG.
 Síndrome del "tipo duro": son aquellas personas que ignoran el dolor. Este paciente se
carga en exceso, sin atender al dolor, lo que provoca una sobrecarga muscular.
INFECCIONES E INFESTACIONES CRÓNICAS.
 Enfermedad viral: La actividad de los PG y el dolor muscular en general tienden
aumentar durante cualquier enfermedad viral sistémica. Además puede durar varias
semanas después de la enfermedad.
 Infección bacteriana: la absorción de los productos tóxicos de bacterias favorece el
desarrollo de puntos gatillo cuando se suma un estrés mecánico menor.
 Infestaciones: la tenia del pescado, la giardasis y/o la amebiasis son las tres
infestaciones con posibilidades de perpetuar los síntomas del dolor miofascial.
OTROS FACTORES:

 Rinitis alérgica: Pacientes con rinitis alérgica a los cuales se les controlan los síntomas
de la alergia se ha visto que la respuesta del músculo al tratamiento de los PG mejora.
7

 Trastornos del sueño: la alteración o la interrupción del sueño se produce con mayor
frecuencia en los pacientes con síndrome del dolor miofascial severo.

 Pinzamiento nervioso: Pinzamiento nervioso: estudios recientes comprobaron que


pacientes con radiculopatía debida a lesiones discales antes de la cirugía y cuatro
semanas después de esta, pueden tener una tendencia a la presencia de PG activos en
músculos de la extremidad afectada correspondientes al nivel de afectación radicular.
Los PG fueron inactivados por la cirugía.
RESUMIENDO…

Podemos definir el Síndrome de Dolor Miofascial (SDM) como un trastorno no


inflamatorio que se manifiesta por dolor localizado, rigidez y cuya característica
primordial es la presencia de puntos gatillo (PG).
El sistema muscular comprende más de 650 músculos y se puede considerar el
órgano más grande del cuerpo humano pues representa aproximadamente entre el
40% del peso corporal de un individuo. Por tanto, si “cualquiera” de los músculos del
cuerpo humano puede producir Síndrome de Dolor Miofascial, la importancia del
conocimiento sobre las patologías que afectan al mismo se hace imprescindible. La
NOMINA ANATOMICA (NA)* reportó en la Convención de Verna una lista de 200
pares de músculos, un total de 400 músculos en los que se puede producir Síndrome
de Dolor Miofascial que irradie dolor y produzca disfunción motora, generalmente a
una localización distante del músculo causante (punto gatillo).
Existen varias teorías acerca de los posibles mecanismos fisiopatológicos
involucrados en este tipo de dolor. La teoría mas aceptada explica que estos dolores
se deben a la exagerada actividad neurológica de los llamados “puntos gatillo”
(trigger points). Estos puntos gatillo se desarrollan en diferentes tejidos (músculo,
fascia, periostio), en respuesta a una sobrecarga mecánica sostenida combinada con
la presencia de factores metabólicos e histológicos complejos. La otra teoría menos
conocida asocia el dolor crónico musculoesquelético con el desarrollo de neuropatía
radicular y/o periférica secundaria a una discopatía.
El dolor miofascial (DM) tiene tres componentes:
_ Una banda palpable en el músculo afectado.
_ Un punto gatillo.
_ Un dolor referido característico.
El dolor no necesariamente es secundario a lesión, puede persistir cuando coexisten:
_ Nocicepción constante.
_ Factores Psíquicos (depresión, etc).
_ Funcionamiento anormal del sistema nervioso.
En el Dolor Miofascial Neuropático (DMN) existen también factores estructurales
como acortamiento muscular, degradación, debilitamiento de colágeno y cambios
tróficos. Además se produce hipersensibilización periférica producida por alteración
de las conductancias iónicas en las terminaciones periféricas y por liberación de
8

citoquinas y factores de crecimiento que contribuyen a la mayor sensibilidad de los


nociceptores.
Se presenta en ambos sexos y a cualquier edad aunque es más frecuente en mujeres
entre los 30 y 55 años que realizan trabajos sedentarios y poca actividad física. El
dolor miofascial por (PG) puede llegar a ser de mucha intensa. Habitualmente no
compromete funciones vitales. En cambio sí, suele constituir un grave compromiso
para la calidad de vida. Frecuentemente es causa de alteraciones generales en el
equilibrio psicológico y en el estado de ánimo.

Punción seca

La técnica de Punción Seca (PS) o “dry needling” se define como la técnica invasiva por la cual
se introduce una aguja de acupuntura en el cuerpo sin introducir sustancia alguna. Al no
emplear ningún agente químico, se considera que este estímulo mecánico constituye un
agente físico que permite clasificar la técnica como fisioterapia invasiva.

Dentro de la punción seca podemos diferenciar varias técnicas según la profundidad de


aplicación:

Punción superficial o Técnica de Baldry

Consiste en introducir agujas de acupuntura en la piel y en tejido celular subcutáneo que


recubre el Punto
Gatillo Miofacial (PGM). La aguja se puede introducir con una profundidad máxima de 1cm y
mantener
puesta durante unos 15 minutos, durante los cuales se puede manipular con el fin de provocar
algún
estímulo doloroso en el paciente. Se establece una pauta de 9 sesiones a días alternos. Si tras
la 3ª sesión
el paciente no encuentra mejoría, se recomienda pasar al tratamiento con punción profunda.

Punción profunda

Se distinguen varias técnicas dentro de la punción profunda:

1- Técnica de entrada-salida rápida de Hong:

Consiste en la entrada y salida rápida al Punto Gatillo Miofascial, produciendo una Respuesta
de Espasmo
Local (REL) y evitando la aguja no esté en la fibra muscular sino en el tejido celular subcutáneo
cuando se
produce el espasmo. Esta maniobra se repite hasta que se elimina el REL. La respuesta de
espasmo
local, es una contracción involuntaria de un músculo; suele considerarse indicativa de haber
pinchado en una zona con punto gatillo, y por lo tanto, es de esperar que asegure el éxito en la
punción.
2- Técnica de estimulación intramuscular de Gunn:
9

Consiste en la punción de los músculos paravertebrales profundos de los segmentos


relacionados con las zonas de dolor del paciente y la punción de músculos periféricos en los
que se puede evidenciar acortamiento.
En la punción profunda se suele establecer una pauta de una sesión semanal durante un
máximo de 6 sesiones. Si tras la 3ª sesión el paciente no muestra ninguna mejoría se
interrumpirá el tratamiento.
Contraindicaciones de la Punción Seca
Las contraindicaciones son escasas, al igual que los peligros y las complicaciones. La mayoría
de son relativas, aunque en algunos casos puntuales, éstas pueden ser absolutas.
Contraindicaciones absolutas:
 Belonefobia (miedo insuperable a las agujas).
 Punción profunda en personas con alteraciones de la coagulación.
Contraindicaciones relativas:
 Miedo relativo a las agujas, Coagulopatías o tratamiento con anticoagulantes.
 Inmunodepresión o inmunosupresión, linfadenectomías, hipotiroidismo.
 Niños; contraindicación vinculada directamente a la primera contraindicación citada
en este apartado (miedo a las agujas).
 Punción sobre zonas de la piel que presenten algún tipo de herida o cicatriz,
enfermedades dérmicas como psoriasis o infecciónes, máculas, o tatuajes.
 Alergia a los metales (especialmente al níquel). Se pueden emplear agujas de otros
materiales (de oro o revestidas de teflón).
 Punción profunda en mujeres embarazadas, especialmente durante los primeros 3
meses del embarazo, y después de este periodo, siempre y cuando la zona a tratar
pueda afectar al feto.

La forma más común de clasificar los PGM son el PG activos y PG latentes. Un PG activo
provoca dolor, restricción de la movilidad y debilidad de forma espontánea. El PG latente no
ocasiona dolor, salvo se realice presión sobre el mismo, pero puede ocasionar limitación de
la movilidad y debilidad del músculo afectado.
Para localizar los puntos gatillo se aplicará una presión moderada sobre el punto apareciendo
un aumento de dolor local, que continuará con una sensación de entumecimiento doloroso
sobre su zona de influencia.
 Dependiendo de la agudeza de la lesión, podemos hallar tres niveles de respuesta:
 Dolor intenso que tiende a aumentar y a agravar el proceso.
 Dolor intenso durante todo el tiempo de la presión mantenida sin manifestar
disminución.
 Dolor en oleada que aumenta pero que al cabo de unos segundos decrece generando
alivio y relajación del músculo afecto.
Dependiendo de la situación que nos encontremos, debemos insistir o no en el tratamiento. En
el primer caso estará contraindicado. En el segundo nos daremos cuenta de que con la técnica
conseguiremos poco. El tercero será el más adecuado e indicado, ofreciendo buenos
resultados. (Típico de los procesos cronicos)

Dentro del tratamiento de los puntos gatillos existen numerosas técnicas entre las que se
encuentran:
10

El masaje, estiramientos, compresión isquémica, ultrasonido, electroterapia, infiltración,


láser, cyriax, entre otras técnicas que se utilizan en la práctica clínica.
Entre todas ellas, la punción seca se ha revelado como una técnica muy eficaz para inactivar
los PGM, así lo demuestran estudios realizados por autores como Lewit y Gunn, y las
experiencias clínicas que nos transmiten Simon y Travell.
Lewitt, Gumm y Dommerholt prefieren y aconsejan la punción seca frente a la infiltración.
Lewitt describió el “efecto aguja” como productor de analgesia en cuanto la aguja logre
conseguir el punto responsable de los síntomas del paciente. Se localiza el punto, se penetra
con la aguja hasta conseguir la orientación y la profundidad adecuada para desencadenar el
dolor, responsable de dicho efecto.
Cada vez se utilizan más la PS para el tratamiento de múltiples dolencias, sin necesidad de
otros
tratamientos asociados, dando buenos resultados.
Actualmente no existe evidencia que demuestre mayor efectividad de la infiltración con
sustancias frente a la punción seca que utiliza únicamente el efecto mecánico como terapia,
siempre que se obtenga una respuesta de espasmo local.

Mecanismo
El objetivo de la punción seca es “desactivar” los síntomas que el punto gatillo está generando
a ese nivel o a distancia, para conseguir así, la relajación refleja de dicho músculo. Es una
técnica levemente dolorosa en el momento y puede persistir dolor post-punción durante unas
horas. La punción no suele durar más de unos 15 minutos aproximadamente. En ocasiones se
pude realizar un tratamiento post-punción para disminuir la sensación producida por la
punción que incluye masaje de la zona y estiramientos suaves de la musculatura implicada.
La idea es tratar esta zona de contractura máxima (punto gatillo miofascial) mediante la
introducción de una aguja, normalmente de acupuntura, en ese punto gatillo. Como hemos
visto existen distintas formas de hacerlo.
Esto hace que el sistema nervioso central comience un proceso de regeneración de este
músculo dañado de forma que llegan más nutrientes, y si la punción ha sido acertada, el
músculo se relaja en su totalidad y desaparecen síntomas como el dolor local y el dolor
irradiado.

Diagnóstico
Actualmente todo fisioterapeuta debe conocer y tener conocimientos sobre el Síndrome de
Dolor Miofascial necesario para la práctica clínica actual. El entendimiento, la identificación y
sus principales características permiten ampliar los diagnósticos diferenciales y obligan a
examinar adecuadamente al paciente. Como siempre ocurre debe realizarse un minucioso
examen físico y una exhaustiva historia clínica, son los elementos básicos para llegar a un
correcto diagnóstico.
Es de interés saber que los PG gatillo coinciden con los puntos motores de mejor respuesta
eléctrica. Se detectan a la palpación como zonas hipertensas, hipersensibles al dolor,
inflamadas y fibrosadas cuando el proceso se ha cronificado.
Existen “mapas” que nos indican las zonas sobre las que se reflejan las molestias o dolor
referido. Los mapas son relativamente fiables ya que, en la práctica, el mismo punto puede
inducir su manifestación hacia una localización y otras veces para otra, aunque suelen coincidir
en la mayoría de las ocasiones.
11

Tratamiento
Los procedimientos invasivos en el ámbito de la práctica de la terapia física en todo momento
deben realizarse por personal adecuado y certificado. Entre ellos se encuentra el fisioterapeuta
el cual tiene la capacitación adecuada para realizar este tipo de tratamiento.
 Es fundamental orientar el tratamiento a resolver la causa de la neuropatía
 Es necesario tratar todos los músculos comprometidos del miotoma incluyendo los
pararraquideos
 La aguja de acupuntura también es un instrumento de diagnóstico, porque permite
conocer el estado de los músculos sean estos superficiales o profundos.
El tratamiento de estos puntos gatillo miofasciales, por un profesional cualificado y conocedor
de los patrones de dolor de cada punto, como es el Fisioterapeuta, llevará en muchos casos a
solucionar problemas crónicos para los que no se encontraba solución.
Por tanto el tratamiento con (PS) se realizara para cualquier patología que curse con dolor
miofascial tanto a nivel local como a distancia.
- Cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias.
- Lesiones musculares: contracturas, elongación muscular, etc.
- Tendinopatías.
- Artrosis: En cada articulación afectada se activan distintos PGM que desencadenan un dolor
independiente al propio daño intraarticular que puede mejorarse con la aplicación de punción
seca en dichos PGM.
- Lesiones de hombro: impigement, etc.
- Dolores de cabeza y cráneo.
El mejor resultado terapéutico comporta una disminución inmediata del dolor de más del 20%,
seguida de otra paulatina mejoría en los días siguientes al tratamiento.
En ocasiones los efectos de la PS en los PGM son inmediatos y espectaculares, pero en la
mayoría de las ocasiones se necesita tiempo y varios días tratamientos para conseguir los
resultados adecuados.
Si en dos o tres tratamientos la respuesta obtenida no es del todo satisfactoria debemos volver
a examinar al paciente y a seleccionar otra área a tratar. Si continuamos sin mejoría
paralizaríamos el tratamiento.
Las mejores zonas para usar PS son los puntos que reproduce el dolor referido, o los puntos
dolorosos paravertebrales localizados en los niveles somáticos y autonómicos más relevantes
relacionados con la zona dolorosa.
Tratamientos asociados al tratamiento de PS sobre los PGM proporcionan un beneficio
adicional en función del nivel de hiperactividad neurológica que quede aun en el área tratada.
12

MUSCULOS DE LA CABEZA Y CUELLO


13
14

MUSCULOS DE LA REGION POSTERIOR DEL CUELLO, HOMBRO, TORAX Y ESPALDA ALTA


15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31

MUSCULOS DE LA ESPALDA BAJA Y ABDOMEN


32
33
34
35
36

MUSCULOS DE LA PELVIS Y EL MIEMBRO INFERIOR


37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50

MUSCULOS ASOCIADOS A LOS PUNTOS GATILLOS


51

PUNTOS DESENCADENANTES MAS FRECUENTES


52
53

BIBLIOGRAFÍA
Mayoral O, Romay H. Fisioterapia conservadora del síndrome de dolor miofascial. Revista
Iberoamericana de Fisioterapia y Kinesiología. 2005
Mayoral O. Fisioterapia invasiva del síndrome de dolor miofascial. Fisioterapia. 2005
Mayoral O. Tratamiento fisioterápico invasivo de los puntos gatillo miofasciales. En: ONCE,
editor.
Fisioterapia en el síndrome de dolor miofascial. Madrid: ONCE; 2002.
Travell JG, Simons DG. Dolor y disfunción miofascial. El manual de los puntos gatillo. Vol. 2.
Editorial Médica Panamericana. Madrid, 2004.
Simons DG, Travell JG, y Simons LS. Dolor y disfunción miofascial. el manual de los puntos
gatillo. Vol. 1. Editorial Médica Panamericana. Madrid, 2002.
Dommerholt J, Mayoral del Moral O, Gröbli C. Trigger Point Dry Needling. The Journal of
Manual & Manipulative Therapy. 2006
Culliton PD, Current utilization of acupuncture by United States patients. Program and
abstracts of the NIH consensus development conference on acupuncture; 1997 Nov 3-5;
Bethesda. Office of the DirectorNational Institutes of Health, 1997
Travell JG, Simons DG. Myofascial pain and dysfunction, the trigger point manual, Volume 1.
Baltimore: Williams & Wilkins, 1983.
Gunn CC. The Gunn approach to the treatment of chronic pain, intramuscular stimulation for
myofascial
pain of radiculopathic origin. 2nd ed. Singapore: Churchill Livingstone, 1996.
Helms J. Acupuncture energetics: a clinical approach for physicians. Berkely: Medical
Acupuncture Publishers, 1995.
Seem M. A new American acupuncture: acupuncture osteopathy, the myofascial release of the
bobymind’ sholding patterns. First ed., 4th printing. Boulder: Blue Poppy Press, 1995.

También podría gustarte