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Utilidad de la lógica formal en la

investigación científica
El objetivo de la investigación científica es explicar lo que sucede a nuestro alrededor a partir de
la aplicación de un método. Esta necesidad de buscar explicaciones a lo que acaece en el mundo
generalmente surge a partir de un problema que el científico encuentra, para la solución de este
éste tiene que comenzar por sugerir posibles respuestas a tales problemas, esas respuestas son
conocidas como hipótesis y se expresan o formulan mediante proposiciones; a su vez, el
científico se auxilia de otras proposiciones para fundamentar o apoyar sus hipótesis. Cuando
unimos la hipótesis (que en lógica denominaremos conclusión) y las razones que se aducen para
defenderla o apoyarla (que en lógica denominaremos premisas) estamos frente a la presencia de
un argumento. Así, pues, el científico observa los fenómenos que quiere explicar y, con base en
ello, establece relaciones entre los datos observados, que desembocarán en la elaboración de
argumentos, los cuales le facilitarán la labor de corroborar o desechar sus hipótesis.

Las hipótesis sirven para orientar la búsqueda de la solución a los problemas. Determinar cuál
hipótesis constituye una respuesta correcta o plausible para solucionar un problema es para lo
que la lógica resulta de gran utilidad en la investigación científica, ya que permite ver si las
relaciones que el científico establece entre los conceptos involucrados en las hipótesis son
relevantes y si las relaciones que entre las proposiciones (entre la hipótesis y las razones que la
apoyan) son adecuadas inferencial mente, es decir, si a partir de ciertas premisas se deducen
ciertas conclusiones, pues la lógica permite valorar qué razones explican mejor los hechos que
otras, qué razones fundamentan mejor una hipótesis que otras.

En última instancia y de modo general, podemos decir que la lógica es útil para la investigación
científica porque esta última requiere de la formulación de argumentos, ya sea para explicar los
fenómenos, refutar hipótesis o para corroborarlas.

Quizá esto suene un tanto abstracto, pues apenas estás iniciando tu curso de lógica, así que
intentaré explicarte mejor lo anterior apelando a un caso real y famoso de la ciencia para que
veas, por decirlo de alguna manera, a la lógica en acción en la resolución de un problema
científico.

Ignaz Semmelweis (1818-1865), un físico de origen húngaro, quien trabajaba en el Hospital


General de Viena como miembro del equipo médico de la primera división de maternidad de
dicho hospital, donde presenció la siguiente situación: había dos divisiones de maternidad, en la
primera un alto porcentaje de mujeres que daban a luz, contraían una enfermedad llamada
fiebre puerperal y morían, mientras que en la segunda división el porcentaje de muertes por
dicha enfermedad era significativamente menor. Semmelweis enfrentaba entonces el problema
de determinar: ¿Por qué los casos de muerte por fiebre puerperal de las parturientas eran más
altos en la primera división que en la segunda? Frente a este problema elaboró diversas hipótesis
como posibles respuestas al mismo, algunas de ellas fueron:

• a) Probablemente la causa de muerte entre las parturientas por fiebre puerperal en la


primera división es el hacinamiento.
• b) Probablemente la causa de la muerte de las parturientas en la primera división es la
posición en que están acostadas (de espaldas).
• c) Probablemente la causa de la muerte de las parturientas es una epidemia.

Algunas de estas hipótesis fueron refutadas a partir de advertir que lo que se afirmaba en ellas
no correspondía con lo observado en la realidad, por ejemplo: en la segunda división las mujeres
morían menos a pesar de que había un número superior de mujeres que en la primera división, de
ahí Semmelweis concluyó que el hacinamiento no podía ser la causa de la muerte de las
parturientas de la primera división, pues si así fuera, morirían más mujeres en la segunda división
donde había hacinamiento, es decir, un número mayor de mujeres.

La segunda hipótesis la refutó Semmelweis observando que, al solicitar a las mujeres de la


primera división que se acostaran de lado como lo hacían las mujeres de la segunda división que
morían menos, las mujeres de la primera división seguían muriendo, de ahí infirió que la posición
en que se acostaban las parturientas de esta última división no era la causa de su muerte.

La tercera hipótesis la refutó razonando que, si la epidemia fuera la causa de la muerte de las
parturientas de la primera división, no sólo las atacaría a ellas, sino también a las de la segunda
división y aún más a toda la población de Viena, pero esto último no ocurría, por lo cual concluyó
que esta hipótesis también era falsa.

Finalmente llegó a la respuesta o hipótesis más plausible al observar que un colega suyo,
Kolletschka, recibió una herida en el dedo con el escalpelo de un estudiante (instrumento con el
que este último había realizado una autopsia y que tenía materia cadavérica), muriendo después
de una agonía durante la cual mostró los mismos síntomas de las parturientas que morían en la
primera división por fiebre puerperal, así Semmelweis concluyó que la causa de muerte de las
parturientas de la primera división por fiebre puerperal era por el contacto con materia
cadavérica o infecciosa.

Como puedes observar, con base en el relato anterior, Semmelweis elaboró argumentos que le
permitieron evaluar sus hipótesis, con lo cual refutó la mayoría de ellas y logró encontrar la
respuesta más plausible al problema que se le presentaba.

Conclusiones

Nuestras acciones se basan en creencias, así si queremos realizar acciones buenas o correctas, es decir que
no nos lleven al fracaso o la infelicidad, tenemos que saber evaluar dichas creencias para saber si son guías
seguras para nuestra acción o, en caso contrario, desecharlas o cambiarlas por creencias mejor
argumentadas o fundamentadas que nos lleven a los fines que deseamos y no nos alejen de ellos.

La lógica ayuda a pensar con claridad, orden, profundidad y coherencia, a hilvanar ideas y elaborar
pensamientos racionales. En la búsqueda de la verdad, un pensamiento claro muestra de forma sencilla la
realidad a la que se refiere, en tanto que un pensamiento borroso no representa la realidad que pretende
expresar.

"La lógica nutre nuestra mente como las vitaminas y el ejercicio nutren nuestro cuerpo. […] La lógica no es
solamente una teoría abstracta y enrarecida, sino también una ciencia aplicable que arroja técnicas útiles
para la vida diaria.
[...] Estudiar lógica es como tomar vitaminas para la mente. El ejercicio intelectual requiere entrenamiento
y planificación, requiere que sepamos qué herramientas están disponibles, cuál es nuestro estado actual,
cuántas vitaminas y ejercicios necesitamos y para qué. […] El objetivo es tomar control de nuestra vida
intelectual, para disfrutarla más intensa y plenamente. La pereza y la mala alimentación intelectual pueden
ser muy sabrosas a corto plazo pero son malas apuestas para vivir confortable y provechosamente a largo
plazo. El estudio bien dirigido de la lógica nos dará mayores posibilidades de ser felices mientras que la falta
de entrenamiento o el mal entrenamiento pueden incluso estropear nuestros talentos naturales."

Raymundo Morado

Además, un pensamiento claro y ordenado es básico para tener éxito en la investigación científica. La lógica
es la ciencia que provee a las demás ciencias con un instrumento fundamental: el método para alcanzar la
verdad, el orden, el sistema y la posibilidad de demostrar la validez, tanto del conocimiento como de la
realidad.
"No hay nada más necesario para el hombre de ciencia que la historia de ésta y la lógica de la investigación…
[ya que es] la forma de descubrir los errores, el uso de hipótesis y de la imaginación, el modo de someter a
contraste"

Lord Acton*

*Destacado historiador, escritor y político inglés de la época victoriana cuyo tema principal es la historia de
la libertad.

Un día en la vida de Juliana

Son las 6 de la mañana, suena el despertador, Juliana lo apaga y vuelve a cerrar los ojos, media hora
después despierta nuevamente y advierte que es tarde:

Juliana: ¡No puede ser, ya es tardísimo! Si no me apuro, no alcanzaré el autobús para llegar a la escuela a
tiempo.

Juliana rápidamente se viste, se lava los dientes, guarda en su mochila los libros y cuadernos que encuentra
a la mano. A punto de salir mira por la ventana y toma su paraguas.

Juliana: Está nublado... seguro lloverá hoy.

Juliana echa un rápido vistazo a su bolsa y grita:

Juliana: ¿Mamá dónde están mis llaves?

Mamá: No sé... ¿Dónde las dejaste?

Juliana: Pues las dejé aquí en la mesa y no están.

Mamá: Si tú no sabes dónde están, menos yo...

Juliana: ¡Seguro tú las tomaste por equivocación mamá, acuérdate por favor, ya se me hizo tarde!

Mamá: ¡Te digo que yo no tomé nada! –grita.

Juliana: Pero aquí sólo vivimos tú y yo, si yo no las tomé... entonces sólo queda que tú las hayas tomado
¿no? A menos que aquí vivan fantasmas... ¡Ya me voy, ya es tardísimo, espero estés por la tarde cuando
llegue para que me abras la puerta!

Juliana corre lo más rápido que puede, sin embargo, con enojo advierte que el autobús escolar se ha ido,
pues tiene que esperar media hora para abordar el siguiente. Pasado ese tiempo, el autobús llega y ella lo
aborda.

En el autobús el conductor lleva encendido el noticiero, en él escucha que hoy en día los jóvenes mexicanos
tienen pocas expectativas de encontrar un trabajo bien remunerado. Juliana suspira con un aire de
desaliento y descontento al tiempo que mira por la ventana y piensa: "Y entonces... ¿para qué estudiar tanto
si no conseguiré un trabajo bien pagado?"

Juliana llega a su destino, sabe que ya no alcanzó a llegar a la primera clase y después tiene una hora libre,
así que piensa si ir a la biblioteca o ir a buscar a sus amigos al jardín, finalmente decide ir a la biblioteca,
pero en el camino se encuentra a Alejandro, uno de sus amigos:

Alejandro: Hola Juliana y ahora por qué tan tarde.


Juliana: Me quedé dormida ¿Y qué tal la clase de lógica?

Alejandro: Pues la profesora nos habló de la importancia de la lógica para nuestra vida diaria.

Juliana: ¿Y a poco sí sirve para algo?

Alejandro: Pues sí, aunque a decir verdad yo no lo sabía, pero la profesora nos habló y, yo diría que también
nos mostró, cómo nosotros diariamente utilizamos la lógica en nuestra vida, claro que sin saberlo...

Juliana: ¿A poco? ¿Por ejemplo?

Alejandro: Pues mira ... déjame pensar... ¡ah, ya sé! Veo que traes tu paraguas, ¿por qué lo traes?

Juliana: Porque vi por la ventana y observé que estaba nublado, así que supuse que lo debía traer porque
seguramente iba a llover...

Alejandro: Me acabas de dar el ejemplo perfecto. De acuerdo con lo que explicó la maestra, nosotros
construimos diariamente argumentos para tomar decisiones, para defender nuestras ideas, para criticar o
refutar las de otros...

Juliana: ¿Argumentos? ¿Y eso qué es?

Alejandro: Un argumento es un tipo de pensamiento en el cual defendemos una idea o conclusión y


ofrecemos razones para apoyarla, estas razones son conocidas técnicamente como premisas.

Juliana: Pues no entiendo qué tiene qué ver eso del argumento con mi sombrilla...

Alejandro: Es muy sencillo... tú concluiste que llovería sobre la base de que viste que el cielo estaba
nublado, es decir, pensaste: Si está nublado entonces va a llover, hoy está nublado (porque lo viste al
asomarte a tu ventana) y de ahí concluiste que iba a llover y tomaste la decisión de traer tu paraguas. Es
más, quizá no lo pensaste explícitamente, pero también el hecho de decidir traer un paraguas supone otro
argumento, por ejemplo: "Si no llevo mi paraguas me mojaré, no quiero mojarme, por lo tanto, llevaré mi
paraguas".

Juliana: Oye, pues según veo, sí me perdí demasiado de la clase y además suena interesante. Ahora
escuchándote me doy cuenta de que desde que me desperté he estado elaborando argumentos...

Alejandro: ¿Sí? ¿Como cuáles?

Juliana: Pues... Por ejemplo, le dije a mi mamá que ella había tomado mis llaves porque sólo vivimos ella y
yo en la casa. Así que, si yo no había tomado las llaves, forzosamente ella debió tomarlas, eso es lo que
sería un argumento ¿no es así?

Alejandro: De hecho, sí, pues hay una conclusión y razones que ofreces para apoyarla o defenderla...
aunque habría que ver si es un buen argumento.

Juliana: Claro que lo es...a menos que creas que existen fantasmas y ellos se llevaron mis llaves...

Alejandro: Mmmmmmm ¿Y tú gato? Si no mal recuerdo tienes un gato ¿no?

Juliana: Sí, pero eso qué...

Alejandro: Pues cabría la posibilidad de que él hubiera tomado tus llaves para jugar, ¿no? Es decir, si
efectivamente sólo vivieran tú y tu mamá en casa y si es que tú estás segura de que no las guardaste, es
muy posible que fuera cierto eso de que tu mamá habría tomado las llaves, pero si pensamos que hay un
tercer factor que no habíamos contemplado, entonces ya resulta un poco dudosa o por lo menos
cuestionable tu conclusión ¿no crees?

Juliana: Sí...tienes razón, ahora que lo pienso al gato le encanta jugar con cosas pequeñas...quizá él las
tomó...

Alejandro: ¡Ya hasta elaboraste otro argumento!

Juliana: ¿Cuál?

Alejandro: El gato juega con cosas pequeñas, mis llaves son pequeñas, así que concluyes que el gato pudo
haber tomado las llaves.

Juliana: Oye, pues sí es verdad eso de que usamos la lógica en nuestra vida cotidiana y ¿de qué más
hablaron en la clase? Ya hasta me interesó...

Alejandro: Pues la profesora también nos habló de que la lógica es útil para lograr la coherencia entre
nuestras ideas.

Juliana: ¿Coherencia? ¿Y eso qué es?

Alejandro: Pues es que haya una relación lógica entre lo que concluimos y las razones en que nos apoyamos.

En eso irrumpe otro compañero (Pedro)...

Pedro: ¡Qué tal! ¿Qué cuentan?

Juliana: Pues aquí hablamos de la clase de lógica

Pedro: ¡Ah!....pues hablando de la clase de lógica estoy muy enojado, entregué todas las tareas y reprobé el
examen, ¿no es eso algo ilógico?

Alejandro: Pues depende...

Pedro: ¿Depende de qué...?

Alejandro: Pues depende de si realmente entregaste todas las tareas. Además, tendríamos que preguntarnos
si esas tareas que entregaste las hiciste a conciencia y comprendiste perfectamente lo que hacías o sólo las
copiaste. Si hiciste lo primero, es decir, si las elaboraste a conciencia y comprendiste perfectamente lo que
hacías, tienes toda la razón...sí es totalmente ilógico que hayas reprobado, pero si hiciste lo segundo, es
decir, copiar las tareas, ya no es tan ilógico y, conociéndote... pues yo diría que más bien fue lógico que
hayas reprobado el examen...

Pedro: Mmmm, ya mejor ni les cuento más...en lugar de que me apoyen...

Alejandro: Pues es que tu argumento no es muy bueno que digamos...

Pedro: ¿Y a poco tú sabes cómo reconocer buenos argumentos?

Alejandro: Pues la lógica es útil en nuestra vida diaria porque se ocupa precisamente de establecer criterios
para distinguir los buenos argumentos de los malos...

Pedro: ¿Criterios? ¿Como cuáles?


Alejandro: La lógica formal se ocupa de criterios como el de la validez. En cambio, la lógica informal se
ocupa de criterios tales como: la corrección, la suficiencia, la verdad, la relevancia y la solidez. Por
ejemplo, en tu argumento tendríamos que ver si es verdad que entregaste todas las tareas, evaluar si ese es
un dato relevante para aprobar el examen, si es suficiente para aprobar el examen, etc...

Pedro: Bueno, mejor ya me voy a estudiar y hacer mis tareas a conciencia para no reprobar el siguiente
examen...

Pedro se retira y Alejandro y Juliana continúan conversando:

Juliana: Ahora, escuchándote me doy cuenta de que la lógica nos enseña a pensar.

Alejandro: No exactamente. La profesora más bien dijo que la lógica no nos enseña a pensar, pues nosotros
ya pensamos, sino que nos enseña a pensar correctamente, o sea a dar coherencia y... ¡ya no me acuerdo!
déjame reviso en mi cuaderno qué más dijo... ¡Ah, sí, aquí está!... La lógica nos ayudará a dar coherencia,
orden, claridad, elegancia, precisión y profundidad a nuestras ideas y con ello podremos expresarlas con
mayor claridad tanto a nosotros mismos como a los demás... -Alejandro cierra su cuaderno- ¡ah! y algo
también fundamental para lo que sirve pensar correctamente es para tomar buenas decisiones.

Juliana: No me acaba de quedar clara la relación entre tomar buenas decisiones y la lógica...

Alejandro: Pues el traer paraguas es una decisión que tomaste con base en la lógica, es decir, formulando
un argumento, muy probablemente no de manera explícita. No sólo en ese tipo de decisiones nos ayuda la
lógica, también en aquellas de carácter más existencial o vital...

Juliana: ¿Cómo?

Alejandro: Por lo que entendí, la manera en cómo vivimos tiene que ver con nuestro sistema de creencias,
las cuales son ideas, opiniones o más técnicamente –como diría la maestra- proposiciones; esas creencias son
las que guían nuestras acciones, por lo que si aspiramos a tener una vida recta o feliz, tendríamos que
evaluar si dichas creencias son verdaderas y, con ello, sabríamos si son guías seguras de nuestra acción; en
caso contrario, tendríamos que desecharlas y cambiarlas por ideas mejor fundamentadas o argumentadas,
ya que si son creencias falsas en lugar de acercarnos a nuestros fines vitales, nos alejarían de ellos,
conduciéndonos al fracaso o a una vida mala.

Juliana: Pues gracias por la lección de lógica que me disté hoy, aprendí mucho, aunque no estuve presente,
pero la próxima clase sí llegaré temprano.

Alejandro: Sí...si quieres aprender lógica tienes que llegar temprano a la clase, por lo que si no llegas
temprano a la clase... ¡eso demostrará que no quieres aprender lógica! ¿no?

Juliana: Sí, definitivamente está muy claro tu argumento...

Ambos estudiantes ríen y se dirigen a su siguiente clase.

Conclusiones

Nuestras acciones se basan en creencias, así si queremos realizar acciones buenas o correctas, es decir que
no nos lleven al fracaso o la infelicidad, tenemos que saber evaluar dichas creencias para saber si son guías
seguras para nuestra acción o, en caso contrario, desecharlas o cambiarlas por creencias mejor
argumentadas o fundamentadas que nos lleven a los fines que deseamos y no nos alejen de ellos.

La lógica ayuda a pensar con claridad, orden, profundidad y coherencia, a hilvanar ideas y elaborar
pensamientos racionales. En la búsqueda de la verdad, un pensamiento claro muestra de forma sencilla la
realidad a la que se refiere, en tanto que un pensamiento borroso no representa la realidad que pretende
expresar.
"La lógica nutre nuestra mente como las vitaminas y el ejercicio nutren nuestro cuerpo. […] La lógica no es
solamente una teoría abstracta y enrarecida, sino también una ciencia aplicable que arroja técnicas útiles
para la vida diaria.
[...] Estudiar lógica es como tomar vitaminas para la mente. El ejercicio intelectual requiere entrenamiento
y planificación, requiere que sepamos qué herramientas están disponibles, cuál es nuestro estado actual,
cuántas vitaminas y ejercicios necesitamos y para qué. […] El objetivo es tomar control de nuestra vida
intelectual, para disfrutarla más intensa y plenamente. La pereza y la mala alimentación intelectual pueden
ser muy sabrosas a corto plazo pero son malas apuestas para vivir confortable y provechosamente a largo
plazo. El estudio bien dirigido de la lógica nos dará mayores posibilidades de ser felices mientras que la falta
de entrenamiento o el mal entrenamiento pueden incluso estropear nuestros talentos naturales."

Raymundo Morado

Además, un pensamiento claro y ordenado es básico para tener éxito en la investigación científica. La lógica
es la ciencia que provee a las demás ciencias con un instrumento fundamental: el método para alcanzar la
verdad, el orden, el sistema y la posibilidad de demostrar la validez, tanto del conocimiento como de la
realidad.

"No hay nada más necesario para el hombre de ciencia que la historia de ésta y la lógica de la investigación…
[ya que es] la forma de descubrir los errores, el uso de hipótesis y de la imaginación, el modo de someter a
contraste"

Lord Acton*

*Destacado historiador, escritor y político inglés de la época victoriana cuyo tema principal es la historia de
la libertad.

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