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Fisiopatología
Los adenocarcinomas gástricos pueden clasificarse por el aspecto macroscópico:
Diagnóstico: una biopsia es la única manera segura para que el médico determine si
un área determinada del cuerpo tiene cáncer, el médico toma una pequeña muestra
de tejido para analizarla en un laboratorio.
Factores de riesgo
Género: El cáncer de estómago es más frecuente en los hombres que en las mujeres.
Linfoma de estómago: las personas que han padecido cierto tipo de linfoma de estómago
conocido como linfoma de tejido linfático asociado con la mucosa (MALT) tienen un
riesgo aumentado de padecer adenocarcinoma del estómago.
Tabaquismo: la tasa de cáncer de estómago es alrededor del doble para los fumadores.
Sobrepeso u obesidad: es una posible causa de cánceres del cardias (la parte superior del
estómago más cercana al esófago), aunque no es contundente.
Cirugía estomacal previa: son más propensos a originarse en las personas a las que se les ha
extraído parte del estómago para tratar enfermedades no cancerosas como las úlceras.
Anemia perniciosa: las personas que no tienen suficiente factor intrínseco pueden tener una
deficiencia de vitamina B12, lo que afecta la capacidad del organismo de producir nuevos
glóbulos rojos y puede también causar otros problemas.
Ciertas ocupaciones: Los trabajadores en las industrias de carbón, metal y hule (goma)
parecen estar a un mayor riesgo de padecer cáncer de estómago.
Inmunodeficiencia variable común (CVID): Las personas con CVID tienen un riesgo
aumentado de cáncer de estómago. El sistema inmunitario de una persona con CVID no
puede producir suficientes anticuerpos en respuesta a los gérmenes. Las personas con
CVID sufren de infecciones frecuentemente, así como de otros problemas, incluyendo
gastritis atrófica y anemia perniciosa. También tienen más probabilidad de padecer linfoma
gástrico y cáncer de estómago.
Tratamiento
Cirugía para el cáncer de estómago.
Quimioterapia para el cáncer de estómago.
Terapia dirigida contra el cáncer de estómago.
Inmunoterapia para el cáncer estómago.
Radioterapia para el cáncer de estómago.
Lección Apendicitis
Apendicitis agudas. Hernias
es una condición médica en la cual el apéndice, un pequeño órgano con forma de tubo que
se encuentra en el intestino grueso, se inflama, debido a una obstrucción en su interior,
generalmente causada por la acumulación de materia fecal, pólipos o incluso por un cuerpo
extraño.
Los síntomas : Dolor abdominal intenso y constante en la parte inferior derecha del
abdomen, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y fiebre. Si no se trata rápidamente, el
apéndice inflamado puede romperse y liberar bacterias en la cavidad abdominal, lo que
puede llevar a una infección grave conocida como peritonitis.
El tratamiento: es la cirugía de emergencia para extirpar el apéndice inflamado, en un
procedimiento llamado apendicectomía, realizado mediante cirugía abierta o mediante
cirugía laparoscópica, dependiendo de la gravedad del caso.
Hernia: Es la protrusión de un órgano o tejido a través de una abertura o debilidad en la
pared muscular que normalmente lo contiene.
Causas: debilidad en los músculos o tejidos de la pared abdominal, esfuerzo físico
excesivo, embarazo, obesidad y envejecimiento.
Síntomas: dependiendo de su ubicación, pero generalmente incluyen una protuberancia
visible o palpable en el área afectada, dolor o molestias, sensación de pesadez y malestar.
El tratamiento: implica cirugía para reparar la abertura o debilidad en la pared muscular y
devolver el órgano o tejido protruido a su lugar correcto. La cirugía puede realizarse
mediante técnicas tradicionales de cirugía abierta o mediante técnicas menos invasivas
como la cirugía laparoscópica.
Cuidados de Enfermería
Cuidados de enfermería para la apendicitis aguda y las hernias:
Evaluación y monitorización: La enfermera realizará una evaluación completa
del paciente, incluyendo la revisión de los antecedentes médicos, la toma de
signos vitales (temperatura, pulso, presión arterial) y la monitorización
continua de estos parámetros.
Control del dolor: La enfermera administrará analgésicos según las
indicaciones médicas para aliviar el dolor del paciente.
Manejo de la incisión quirúrgica: En el caso de la apendicitis aguda o las
hernias que requieren cirugía, la enfermera realizará curas y mantendrá una
higiene adecuada de las incisiones quirúrgicas para prevenir infecciones..
Movilización y actividad física: Durante el período de recuperación, la
enfermera asistirá al paciente en su movilización y actividad física según las
indicaciones médicas.
Administración de medicamentos: Además de los analgésicos para controlar
el dolor, la enfermera también puede administrar antibióticos para prevenir
infecciones, medicamentos para el control de las náuseas o para promover la
cicatrización.
Educación y asesoramiento: La enfermera proporcionará educación al
paciente y a sus familiares sobre los cuidados posteriores, incluyendo las
restricciones de actividad, la alimentación adecuada, la higiene personal y las
señales de advertencia de complicaciones.
Seguimiento y atención continua: La enfermera realizará un seguimiento
regular del paciente durante su estancia en el hospital, evaluando su progreso,
revisando los resultados de los exámenes médicos y asegurándose de que se
sigan todas las indicaciones médicas.
Fisiopatología
Apendicitis aguda:
Es una condición en la cual el apéndice, un pequeño órgano en forma de dedo ubicado en el
intestino grueso, se inflama. La causa es la obstrucción del apéndice, generalmente debido a
la acumulación de material fecal, como heces endurecidas o cuerpos extraños impidiendo
que el contenido intestinal fluya normalmente y crea un ambiente propicio para el
crecimiento bacteriano.
Estas bacterias comienzan a multiplicarse y causan una inflamacion en el apéndice provoca
un estrechamiento de los vasos sanguíneos que suministran sangre al apéndice, lo que
reduce el flujo sanguíneo y la oxigenación del tejido.
El aumento de presión dentro del apéndice causa dolor abdominal intenso y continuo en el
lado derecho del abdomen, su ruptura puede resultar en la liberación de contenido infectado
en la cavidad abdominal, lo que puede provocar una infección grave llamada peritonitis.
Hernias:
Se dan cuando hay un debilitamiento o una abertura en la pared muscular o tejidos que
mantienen los órganos en su lugar, esto permite que los órganos o tejidos internos
sobresalgan a través de esa abertura y formen una protuberancia visible o palpable.
Existen diferentes tipos de hernias, incluyendo las hernias inguinales, umbilicales,
incisionales y hiatales, se desarrollan debido a una combinación de factores, como
debilidad congénita de los tejidos, lesiones, cirugías previas, levantamiento de objetos
pesados o esfuerzo físico excesivo.
Si una hernia está atrapada, puede haber una compresión del flujo sanguíneo hacia los
tejidos herniados. Esto puede llevar a la estrangulación de los tejidos, lo que resulta en una
disminución del suministro de oxígeno y nutrientes. La estrangulación puede ser una
emergencia médica y requiere atención inmediata para prevenir daños permanentes a los
tejidos afectados.
Diagnóstico
El diagnóstico de la apendicitis aguda y las hernias implica un enfoque clínico completo
que incluye la historia clínica, el examen físico y las pruebas diagnósticas.
Para la apendicitis aguda, el médico recopilará información sobre los síntomas del paciente,
como dolor abdominal en el lado derecho, náuseas, vómitos, fiebre y pérdida de apetito. Se
prestará especial atención a la localización y la intensidad del dolor, ya que el dolor en la
parte inferior derecha del abdomen.
Durante el examen físico, el médico realizará una palpación cuidadosa del abdomen para
identificar áreas de sensibilidad o rigidez. También puede realizar pruebas específicas,
como la prueba de rebote o la prueba de Rovsing, que consisten en aplicar presión en áreas
específicas para evaluar la respuesta del paciente. Además, se observará si hay signos de
peritonitis, como rigidez abdominal generalizada y sensibilidad extrema.
Para confirmar el diagnóstico los análisis de sangre pueden mostrar un aumento en los
niveles de glóbulos blancos, que indica una respuesta inflamatoria. Se pueden realizar
pruebas de imagen, como una ecografía abdominal o una tomografía computarizada (TC),
para visualizar el apéndice inflamado y evaluar su estado.
En cuanto a las hernias, el médico recopilará información sobre los síntomas del paciente,
como la presencia de una protuberancia en el área afectada, dolor o malestar, y cualquier
actividad o esfuerzo físico que pueda haber desencadenado los síntomas. Se prestará
atención a la ubicación y el tamaño de la protuberancia, así como a cualquier cambio en su
apariencia o sensibilidad.
Durante el examen físico, el médico realizará una inspección y palpación cuidadosas de la
zona afectada para detectar la presencia de una hernia. Se pueden realizar maniobras
específicas, como la maniobra de Valsalva, en la que se le pide al paciente que exhale con
fuerza mientras el médico palpa la zona, para evaluar si la hernia es reducible o no
reducible (atrapada).
Factores de riesgo. Citar y describir
Factores de riesgo para la apendicitis aguda:
Edad: Aunque la apendicitis puede ocurrir a cualquier edad, es más común en
personas entre los 10 y 30 años.
Sexo: Los hombres tienen un ligero mayor riesgo de desarrollar apendicitis
que las mujeres.
Historia familiar: Tener antecedentes familiares de apendicitis puede
aumentar el riesgo.
Obstrucción del apéndice: La obstrucción del apéndice es uno de los
principales desencadenantes de la apendicitis. Esto puede ocurrir debido a
fecalitos (materia fecal endurecida), cálculos biliares, tumores, inflamación
intestinal u otros objetos extraños que bloquean el apéndice y provocan su
inflamación.
Infecciones gastrointestinales: Las infecciones virales o bacterianas del tracto
gastrointestinal, como la gastroenteritis, pueden aumentar el riesgo de
desarrollar apendicitis. Estas infecciones pueden causar inflamación en el
revestimiento del apéndice y provocar su obstrucción.
Factores de riesgo para las hernias:
Edad: El riesgo de desarrollar hernias aumenta con la edad, ya que los tejidos
se debilitan con el tiempo. Las hernias son más comunes en adultos mayores.
Sexo: Algunos tipos de hernias son más comunes en hombres, como las
hernias inguinales y las hernias umbilicales.
Historia familiar: Tener antecedentes familiares de hernias puede aumentar el
riesgo de desarrollar una hernia.
Obesidad: El exceso de peso y la obesidad pueden ejercer presión adicional
sobre los tejidos y aumentar el riesgo de hernias.
Embarazo: Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de desarrollar
hernias, especialmente hernias inguinales, debido al estiramiento de los
músculos abdominales durante el embarazo.
Tratamiento
Tratamiento de la apendicitis aguda:
Apendicectomía: la extirpación quirúrgica del apéndice inflamado. Puede
realizarse a través de cirugía abierta o laparoscópica, dependiendo de la
gravedad y las circunstancias individuales.
Antibióticos: se puede intentar un tratamiento conservador con antibióticos
para controlar la infección y reducir la inflamación
Cuidados postoperatorios: analgésicos para controlar el dolor, antibióticos si
es necesario, y atención para prevenir infecciones o complicaciones.
Tratamiento de las hernias:
Reparación quirúrgica: reparación quirúrgica cerrar la abertura o debilidad en
la pared abdominal y fortalecer los tejidos debilitados, mediante cirugía
abierta o laparoscópica, dependiendo del tipo y tamaño de la hernia.
Malla herniaria: se utiliza una malla herniaria durante la reparación
quirúrgica, actúa como un refuerzo para fortalecer la pared abdominal y
reducir el riesgo de recurrencia de la hernia.
Cuidados postoperatorios: el uso de analgésicos para controlar el dolor,
restricciones en la actividad física durante un período de tiempo determinado,
y atención para prevenir infecciones o complicaciones.
Prevención/ recomendaciones para la población
Para prevenir la apendicitis aguda y las hernias, se pueden seguir las siguientes
recomendaciones:
Prevención de la apendicitis aguda:
Mantener una buena higiene personal: Lavarse las manos regularmente con
agua y jabón puede ayudar a prevenir infecciones que puedan contribuir al
desarrollo de la apendicitis.
Consumir una dieta equilibrada: Una alimentación rica en fibra y baja en
grasas puede ayudar a prevenir el estreñimiento, que a su vez puede reducir el
riesgo de obstrucción del apéndice.
Mantener una buena salud intestinal: Consumir probióticos y alimentos
fermentados puede promover un equilibrio saludable de las bacterias
intestinales, lo que puede ayudar a prevenir infecciones y la inflamación del
apéndice.
Evitar lesiones abdominales: Tomar precauciones para evitar golpes o lesiones
en el abdomen puede reducir el riesgo de inflamación del apéndice.
Prevención de las hernias:
Mantener un peso saludable: El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el
riesgo de desarrollar hernias. Mantener un peso adecuado a través de una
alimentación balanceada y ejercicio regular puede ayudar a prevenirlas.
Evitar el esfuerzo excesivo: Levantar objetos pesados o realizar actividades
que requieran un esfuerzo abdominal intenso pueden aumentar el riesgo de
desarrollar hernias. Es importante utilizar técnicas adecuadas de
levantamiento y evitar cargar más peso del necesario.
Fortalecer los músculos abdominales: Realizar ejercicios para fortalecer los
músculos abdominales puede ayudar a mantener una pared abdominal fuerte y
reducir el riesgo de hernias.
Evitar el estreñimiento: El estreñimiento crónico puede aumentar la presión en
la zona abdominal y contribuir al desarrollo de hernias. Consumir una dieta
rica en fibra, beber suficiente agua y mantener hábitos intestinales regulares
puede ayudar a prevenir el estreñimiento.