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UNIVERSIDAD LAICA ELOY ALFARO DE MANABI


FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
ESCUELA DE MEDICINA

MATERIA

Cirugía Pediátrica

ESTUDIANTES

María José Mendoza Carrillo


Jeffry Alexander Muñoz Coyago
María Daniela Padilla Ruperti
Génesis Cheyenne Reynoso Montenegro

DOCENTE

Dr. Walther Zhukov Paz Y Miño Intriago

CURSO

Noveno “C”

FECHA

Manta, 01 de Octubre del 2019


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ABDOMEN AGUDO QUIRÚRGICO EN NIÑOS


Introducción
El dolor abdominal es una de las quejas más frecuentes en la población pediátrica y
representa una consulta frecuente en los servicios de urgencias.
La mayoría de las causas de este síntoma son derivadas de patologías leves y auto
limitadas, como la constipación, la gastroenteritis, o síndromes virales; sin embargo, hay
un grupo de pacientes que sí pueden presentar una patología quirúrgica grave, que
necesita atención e intervención oportuna (manejos invasivos quirúrgicos o
intervenciones médicas como la instauración de antibioticoterapia).
Es por esto que para los médicos tratantes, se convierte en un reto la identificación de los
pacientes con condiciones que amenazan potencialmente la vida. En estudios
observacionales se ha encontrado que, alrededor del 22% de los niños atendidos en
urgencias por dolor abdominal, tienen diagnósticos que requieren algún tipo de
intervención (cirugías o tratamiento con antibióticos), alrededor del 9% necesitan
procedimientos quirúrgicos y 1% tienen patologías que amenazan gravemente la vida

Definición
Se conoce como abdomen agudo al proceso patológico caracterizado por dolor abdominal
como principal síntoma, de inicio reciente, carácter progresivo, con repercusión sistémica
y que requiere de un rápido diagnóstico y tratamiento. Puede estar asociado con otras
manifestaciones como cambios en el hábito intestinal: diarrea, constipación y vómitos.
En los niños en especial se presentan algunas situaciones que hacen más complejo su
enfoque diagnóstico, entre las que se encuentran: la especificidad de ciertas entidades
quirúrgicas según la edad del niño, la dificultad de estos pacientes para describir y
caracterizar el dolor, la aprehensión de estos frente al examinador, y la ansiedad por la
enfermedad.
CUANTO TIEMPO ABDOMEN AGUDO
Clasificación
El abdomen agudo puede clasificarse según su etiología en: obstructivo (obstrucciones
congénitas o adquiridas), inflamatorio (apendicitis aguda, diverticulitis, etc), traumático
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(trauma cerrado o penetrante), vascular (poco frecuente en la edad pediátrica, en el cual


se encuentran patologías como la isquemia mesentérica o las complicaciones secundarias
al aneurisma de aorta abdominal) o misceláneo (corresponde a una combinación de los
anteriores).
Se puede además clasificar según su origen en: verdadero, cuando la patología que causa
el dolor es de origen intraabdominal, y falso cuando el padecimiento abdominal es
manifestación de una patología extra abdominal (por ejemplo, neumonías basales,
migraña abdominal, torsión testicular, entre otros).
También se puede clasificar según su tratamiento en quirúrgico y no quirúrgico.

Etiología

En el AA se pueden reconocer múltiples causas, cuya importancia, por frecuencia y


severidad son muy desiguales.
A lo anterior hay que añadir que la edad, va a ser además, un factor determinante para
diferenciar patologías.

1. Recién nacidos
A esta edad las causas más comunes van a estar en relación con malformaciones del
aparato digestivo o con problemas extradigestivos. Más raramente la causa será de
carácter médico.
1.1. Origen digestivo
– Malrotación y vólvulo intestinal.
– Atresia o bandas duodenales,
– bandas congénitas o bridas.
– Atresia yeyuno-ileal.
– Íleo o tapón meconial.
– Enfermedad de Hirschprung.
– Colon izquierdo
– hipoplásico.
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– Obstrucción funcional. Adinamia congénita.


– Ectopia-Atresia anal. Duplicaciones intestinales.
1.2. Origen extradigestivo
– Onfalocele.
– Extrofia vesical.
– Hernia diafragmática.
En los siguientes grupos de edad las frecuencias de aparición las podemos dividir en:
comunes, poco frecuentes e infrecuentes.
2. Lactantes menores de 2 años
2.1. Comunes
– Cólicos del lactante (< 3 meses).
– Gastroenteritis aguda.
– Síndromes virales.
2.2. Poco frecuentes
– Traumatismos (descartar siempre maltrato).
– Invaginación.
– Anomalías intestinales.
– Hernias inguinales.
– Anemia de células falciformes.
2.3. Infrecuentes
– Apendicitis. Vólvulo.
– Alergia o intolerancia a la leche de vaca.
– Tumores.
– Intoxicaciones.
– Deficiencia de disacaridasas.
3. Edad preescolar (entre 2 y 5 años)
3.1. Comunes
– Gastroenteritis aguda.
– Infección urinaria.
– Traumatismos.
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– Apendicitis.
– Neumonía y asma.
– Anemia de células falciformes.
– Infecciones virales.
– Estreñimiento.
3.2. Poco frecuentes
– Divertículo de Meckel.
– Púrpura de Schönlein-Henoch.
– Fibrosis quística.
– Invaginación.
– Síndrome nefrótico.
3.3. Infrecuentes
– Hernia incarcerada.
– Neoplasias.
– Síndrome hemolítico-urémico.
– Fiebre reumática.
– Hepatitis.
– Enfermedad inflamatoria intestinal.
– Quiste de colédoco.
– Anemia hemolítica.
– Diabetes mellitus.
– Porfirias

Fisiopatología
El tipo de dolor abdominal agudo puede ser, en función de su origen, abdominal o
extraabdominal.
Abdominal: el que se origina en cualquier segmento del tubo digestivo, en cualquier
víscera sólida o estructura abdominal (hígado, bazo, páncreas, vesícula o mesenterio), del
sistema genitourinario, de la columna vertebral, de la piel o estructuras blandas de la
pared abdominal.
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Extraabdominal: cuyo origen puede situarse fuera del abdomen, como puede ser el tórax,
estructuras ORL o bien neuropsicológico.
Fisiopatológicamente, el dolor abdominal agudo puede ser de tres tipos: dolor visceral,
dolor somático o peritoneal y dolor referido.
El dolor visceral tiene su origen en los receptores situados en las vísceras huecas o
sólidas abdominales, en las serosas que las recubren o en el peritoneo visceral. Es un
dolor de transmisión lenta y se hace a través de las fibras C de las vías aferentes
vegetativas. Se percibe con poca precisión, está mal localizado y es difuso. Frente a este
dolor, el paciente tiende a doblarse sobre sí mismo para calmarlo, cambia frecuentemente
de postura y muestra inquietud. La intensidad suele ser variable y se asocia con
frecuencia a manifestaciones vagales.
El dolor somático o peritoneal tiene su origen en los receptores del peritoneo parietal, piel
y músculos, y es conducido por las fibras aferentes de tipo A de los nervios espinales, que
son fibras de transmisión rápida. Se trata de un dolor que se localiza bien, punzante, muy
intenso y que provoca una quietud absoluta, originando una clara posición antiálgica, la
cual se intenta mantener de una forma permanente.
El dolor referido es el que tiene su origen en regiones alejadas de donde se manifiesta. Se
trata de un dolor de proyección cerebral, cuyo origen puede ser tanto visceral como
somático.

Enfoque inicial INCLUIR EXAMEN FISICO Y EXPLICARLO BIEN


Lo primero que debe tenerse en cuenta en la valoración del dolor abdominal
en niños es identificar las condiciones que amenazan la vida del paciente y que
requieren intervenciones emergentes.
La anamnesis permite identificar factores que puedan explicar la causa del dolor
abdominal, como el antecedente de trauma, anemia de células falciformes,
cetoacidosis diabética, entre otros. Se debe recordar que la edad es fundamental
para el enfoque diagnóstico. De igual forma, es de gran importancia tratar de definir la
localización del dolor, la irradiación, el tiempo de evolución, la presencia de
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síntomas asociados (en especial, fiebre, vómito y sus características, diarrea, síntomas
urinarios o respiratorios).
El interrogatorio para definir el dolor y los síntomas asociados en niños muy pequeños
puede ser muy complejo, y es por eso que en este tipo de pacientes son los padres
quienes describen e intuyen que el niño tiene dolor abdominal, por
comportamientos como la irritabilidad constante, flexión de las piernas, o permanencia
en la misma posición (dolor parietal); o por el contrario, porque está muy inquieto
(dolor visceral); o por los cambios en el hábito intestinal. Es aproximadamente después
de los 5 años cuando los niños pueden caracterizar mejor el dolor abdominal.
El examen físico se debe iniciar por una valoración de la apariencia del niño, su estado de
hidratación y de perfusión (los pacientes con perforación intestinal o peritonitis,
enterocolitis necrosante, invaginación intestinal, trauma o vólvulo se caracterizan
por su pobre perfusión). Así también, es importante describir la presencia
de palidez mucocutánea, cianosis o ictericia (patologías hepáticas, de las vías
biliares, hemólisis).
Los signos vitales son fundamentales para determinar el estado hemodinámico del
niño, por lo cual nunca deben faltar en el examen físico.
Examen abdominal: en la inspección se debe definir si hay distensión abdominal
(enterocolitis, íleo, obstrucción intestinal), cambios en la coloración de la
pared abdominal (enterocolitis necrosante, peritonitis), masas abdominales,
circulación colateral o signos de trauma.
En la auscultación es importante determinar el patrón de ruidos intestinales,
disminuido o ausente en la fase avanzada de la obstrucción intestinal y en el íleo, o
aumentado en las gastroenteritis o en la fase inicial de la obstrucción intestinal.
En la percusión tenemos en cuenta datos importantes como la pérdida
de la matidez hepática en el neumoperitoneo, y también puede ser usada para definir
puntos dolorosos. Por su parte, la palpación es fundamental para evaluar si hay defensa
de la pared abdominal, si hay dolor y su localización, para evaluar signos de
irritación peritoneal o la presencia de masas, megalias o de hernias.
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La palpación abdominal debe empezarse por un sitio diferente al de mayor dolor.


Además, no se recomienda de rutina realizar tacto rectal en la valoración del
dolor abdominal en niños, a no ser que su patología lo haga necesario (enterocolitis
por enfermedad Hirschsprung, impactación fecal)
Finalmente, los hallazgos extra abdominales son importantes en el niño con dolor
abdominal, ya que hay patologías que causan falso abdomen agudo. Entre las más
frecuentes están la faringitis, la neumonía, la pericarditis, las pielonefritis, la
torsión testicular, entre otros; por esto la importancia de un examen físico completo.

Causas frecuentes de abdomen agudo en el neonato


Es importante recordar que la primera causa de abdomen agudo en el neonato es la
obstructiva, siendo la más frecuente dentro de esta las atresias. La presentación clínica es
similar en todos estos pacientes, incluyendo: vómito, distensión abdominal, ausencia de
meconio en las primeras 24 horas de vida o expulsión de un material grisáceo en lugar de
meconio.

Atresias Intestinales
Falla en la canalización del intestino en el periodo embrionario (duodeno). Accidente
vascular fetal (yeyunoileal). Su causa es obstructiva.

Clínica
Vómito, distensión abdominal, ausencia de meconio
Diagnostico
En la radiografía de abdomen se observan niveles hidroaéreos localizados dependiendo
del sitio de obstrucción (En el duodeno se puede notar una imagen de doble burbuja).

Tratamiento
Se debe estabilizar al paciente, LEV (líquidos endovenosos), antibióticos, sonda
orogástrica y corrección quirúrgica.
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Malrotación intestinal y Bandas de LADD


Alteración en la rotación y fijación del intestino durante la vida embrionaria. Su causa es
obstructiva.

Clínica
Puede presentarse en neonatos como una obstrucción intestinal completa con o sin
vólvulos o en edades posteriores con obstrucción y vólvulo crónicos.
Diagnostico
Radiografía de abdomen puede mostrar la obstrucción y signos de vólvulo. Tránsito
intestinal muestra la ubicación intestinal y sitios de obstrucción por bandas peritoneales.
Tratamiento
Estabilización: LEV(líquidos endovenosos),, antibióticos, sonda orogástrica y corrección
quirúrgica

Iléon meconial
Tapón obstructivo de meconio en el íleon terminal Su causa es obstructiva.
Clínica
Vómito, distensión abdominal, ausencia de meconio o expulsión de un material grisáceo
en vez de meconio.
Diagnostico
Radiografía de abdomen: pequeñas burbujas de aire como pompas de jabón (Signo de
Neuhauser).Colon por enema.
Tratamiento
Enemas con N- acetil-cisteína o diatriazoato de meglumina para diluir el tapón, en caso
de no respuesta requieren manejo quirúrgico.
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Enfermedad de HIRSCHSPRUNG
(Megacolon aganglionar): Trastorno en la migración cefalocaudal de las células
mioentéricas de los plexos nerviosos en la capa muscular del colon. Su causa es
obstructivo - inflamatorio

Clínica
Se puede presentar como un cuadro severo de obstrucción y sepsis (megacolon tóxico) o
como un cuadro de constipación con retardo en la expulsión de meconio dependiendo
ésto del segmento comprometido: ultracorto, corto, largo, total.
Diagnostico
En neonatos el colon por enema no muestra de rutina la zona de transición. Biopsia rectal
(confirma el diagnóstico).
Tratamiento
Manejo quirúrgico previa estabilización: LEV(líquidos endovenosos),, suspender la vía
oral, dejar sonda orogástrica abierta e iniciar antibioticoterapia

Malformaciones anorectales
Estas patologías por lo general son de causa obstructiva
Clínica
Neonato con cuadro obstructivo en casos de ano imperforado. Cuando existe fístula,
inicialmente puede no presentarse obstrucción, pero se puede evidenciar la malformación
al examen físico o por las manifestaciones de la fístula a la vía urinaria o a la vagina.
Diagnostico
Diagnóstico Clínico. La radiografía invertida (invertograma) o ecografía perineal es útil
en los niños con ano imperforado, sin fístula visible en el periné.
Tratamiento
Manejo quirúrgico, LEV(líquidos endovenosos),, suspender la vía oral, dejar sonda
orogástrica abierta
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Enterocolitis necrosante
Primera causa de abdomen agudo inflamatorio en el neonato.(inflamatorio)

Clínica
Compromiso del estado general, palidez, taquicardia, distensión abdominal, vómito
bilioso, deposición con sangre y diarrea. Cuando la enfermedad avanza se presenta
inestabilidad hemodinámica, letargo y choque séptico

Diagnostico
Radiografía de abdomen: distensión de asas, edema de pared intestinal, neumatosis
intestinal, neumoperitoneo. Ecografía abdominal: colecciones, aire o líquido libre.

Tratamiento
Observación, LEV, NVO, antibióticos, sonda gástrica abierta. Nutrición parenteral.En
casos de perforación, deterioro clínico o falla en la respuesta al tratamiento médico, el
manejo es quirúrgico

Causas de abdomen agudo en el lactante


El principal tipo de abdomen agudo quirúrgico en el lactante sigue siendo el obstructivo
congénito, pero ya no es completo sino parcial. Empieza a tomar un papel importante el
abdomen agudo inflamatorio y el obstructivo adquirido.

Hernia inguinal
Es la protrusión de un órgano o tejido a través del conducto peritoneo-vaginal permeable.
Y su etiología es obstructiva
Clínica
Masa inguinal no reductible, dolorosa (incarcerada) o con signos inflamatorios escrotales
y sepsis (estrangulada)
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Diagnostico
Se basa en la clínica del paciente.

Tratamiento
Hernia incarcerada: reducción manual bajo sedación y cirugía en 24 a 48 horas después
de la reducción. Si es estrangulada manejo quirúrgico sin intentar reducción.

Invaginación intestinal
Es la introducción de un asa intestinal sobre sí misma. Y su etiología es obstructiva.
Clínica
Vómito, dolor abdominal tipo cólico con episodios de letargo entre el ataque de dolor a
intervalo de 10 a 15 minutos, distensión abdominal, sudoración, palidez y deposiciones
muco-sanguinolentas acompañadas o no de vómitos
Diagnostico ´
Exploración física: vacío en fid, masa palpable alargada en hipocondrio derecho. En
tacto rectal dedil manchado de sangre, prolapso. Ecografía abdominal (imagen de
diana).colon por enema (imagen de copa invertida).
Tratamiento
En menos de 24 horas de evolución y sin peritonitis se realiza reducción con presión
neumática o enema hidrostático. En diagnóstico tardío o perforación intestinal el
tratamiento es quirúrgico.

Enfermedad de HIRSCHSPRUNG (Obstructivo)


Se produce una obstrucción funcional con dilatación progresiva del intestino desde la
zona de transición hasta la sana.
Es la segunda causa de obstrucción digestiva neonatal y su incidencia es de 1/5000 recién
nacidos vivos. Afecta más a los varones, en proporción 4:1. Alrededor del 5% tienen
familiares afectos.
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Los recién nacidos pueden presentar un síndrome obstructivo con riesgo de colitis, sepsis
y perforación por lo que el diagnóstico tiene que ser precoz para realizar el tratamiento.
La etiología es desconocida, aunque se considera multifactorial

Clínica
Inicialmente gran distensión abdominal y ausencia o retraso en la expulsión espontánea
del meconio en las primeras 24 horas de vida, posteriormente rechazo del alimento y
vómitos biliosos que evolucionan a fecaloideos. La enterocolitis fulminante o megacolon
tóxico, cuadro séptico acompañado de diarrea explosiva sanguinolenta y enorme
distensión abdominal, pre o postoperatoria, es la complicación más temida y tiene una
mortalidad del 50%.
Diagnóstico
La radiografía simple de abdomen demuestra gran dilatación de asas intestinales y
ausencia de aire en recto. Son puntos importantes del diagnóstico el enema con contraste
y la manometría rectoanal, y esencial la biopsia rectal que lo confirma al no encontrarse
células ganglionares, con hipertrofia de troncos nerviosos e incremento
inmunohistoquímico de acetilcolinesterasa.
Tratamiento
Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento siempre es quirúrgico. El objetivo final
es resecar el segmento afecto, llevando el intestino con células ganglionares hasta el ano
preservando la continencia. Por ello es muy importante preparar el colon para la cirugía,
vaciándolo de heces mediante irrigaciones de suero salino y maniobras de dilatación anal.

Apendicitis aguda (Inflamatorio)


La apendicitis aguda es la urgencia abdominal quirúrgica de mayor frecuencia en la
infancia. Su incidencia máxima se sitúa entre los 6 y 12 años de edad, siendo excepcional
en menores de 2 años. s. En el grupo de 1 a 4 años, existe un mayor riesgo de evolución y
perforación, pudiendo llegar este riesgo hasta el 75% para dicho grupo etario.
Clínica
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La clínica se caracteriza por un cuadro de dolor, inicialmente, periumbilical o epigástrico,


con posterior emigración hacia fosa ilíaca derecha. Inicialmente, el dolor de tipo visceral,
manifestándose como un dolor sordo y urente; posteriormente, al evolucionar el proceso
inflamatorio y haber participación del peritoneo, se pone en marcha el reflejo
peritoneocutáneo de Morley y el dolor se localiza con más precisión, en fosa ilíaca
derecha. El dolor puede aparecer, también, en otras localizaciones, como: hipogastrio,
pelvis o en ingle, si el apéndice tiene localización retrocecal. En otras ocasiones, el dolor
puede estar situado en fosa ilíaca izquierda, como ocurre en pacientes donde su apéndice,
debido a su particular desarrollo embriológico, aparece en dicha localización. El dolor
empeora con los movimientos e incluso con la tos. Pueden aparecer otros síntomas,
como: náuseas, vómitos, estreñimiento, diarrea, febrícula o fiebre y anorexia.
Diagnóstico
El diagnóstico es eminentemente clínico; si bien, en el hemograma suele existir
leucocitosis con neutrofilia y en la radiografía de abdomen, que aunque puede ser normal,
también puede aparecer, ocasionalmente: signos de efecto masa, obliteración de la
imagen del psoas, escoliosis antiálgica, asa centinela, aire extraintestinal o presencia de
apendicolito. La ecografía puede ser de gran utilidad, visualizándose la imagen de
absceso. La TAC puede ser de ayuda diagnóstica en casos seleccionados
Tratamiento
El tratamiento de la apendicitis aguda es quirúrgico, teniendo en los últimos años, un
aumento del uso de cirugía laparoscópica. Si existe perforación, será necesaria también,
la administración de antibióticos. Una perforación de apéndice puede dar, como daño
colateral, una futura infertilidad femenina

Causas de abdomen agudo en el niño mayor


El principal abdomen agudo en esta edad es el inflamatorio, seguido por el traumático y
el obstructivo. Se presentan en la tabla a continuación las etiologías más frecuentes.
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Apendicitis aguda (Inflamatorio)


Generalmente el niño llega con poca demora, con el cuadro poco evolucionado, por lo
que en muchos casos será necesario unas horas de observación para que la clínica sea
más concluyente.

Epidemiología
Es más frecuente en niños (♂/♀ ≈ 3:2), países subdesarrollados, raza blanca y verano.
Clínica
– Dolor: es lo primero que aparece. Al principio es de carácter visceral epigástrico o
periumbilical y posteriormente somático localizado en el punto de McBurney. Si
el apéndice es de localización retrocecal el dolor se localiza en flanco derecho o
espalda y si es pélvico puede aparecer dolor testicular, polaquiuria y disuria.
Destacar que en niños es frecuente la asociación de apendicitis con síntomas
urinarios.
– Anorexia.
– Náuseas y vómitos.
– Tenesmo, sensación de ocupación rectal y pequeño volumen de heces.
– Febrícula, aunque en niños es más frecuente que puedan tener fiebre alta.
Exploración física
– Rubor facial.
– Postura antiálgica.
– Evitar movimientos bruscos.
– Peristalsis disminuida o abolida.
– Hiperestesia cutánea (T10-L1).
– En niños es más frecuente la perforación y, por tanto, los signos de
peritonismo:
o Blumberg positivo.
o Psoas positivo (si es retrocecal).
o Obturador positivo (si es pelviana)
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Exploraciones complementarias
– Análisis de laboratorio: leucocitosis con neutrofilia y PCR elevada.
– Radiografía (Rx) simple de abdomen: ausencia de aire en cuadrante
inferior derecho, asa centinela, niveles hidroaéreos en FID, líquido libre,
borramiento de la línea del psoas, escoliosis lumbar de concavidad
derecha, fecalito o apendicolito.
– Ecografía y tomografía axial computarizada (TAC) abdominal: con estas
dos técnicas existe mucha controversia.
Tratamiento
– Analgesia: también controvertida. Parece que en niños en edad escolar el
tratamiento precoz con analgésicos narcóticos no modifica la capacidad
para establecer un diagnóstico exacto y ofrecer la adecuada intervención
quirúrgica y tampoco aumenta la incidencia de una intervención
quirúrgica en situaciones no patológicas, ofreciendo el beneficio de
disminuir la percepción del dolor por parte del niño.
– Antibioterapia de amplio espectro:
o Apendicitis flemonosa: 48 horas.
o Apendicitis gangrenada: 5 días.
o Masa apendicular (frecuente en niños < 5 años con apendicitis
perforada): antibioterapia intravenosa y demorar cirugía 4-8
semanas.

Obstrucción por bridas (Obstructivo)


La incidencia exacta de la obstrucción intestinal en niños es desconocida
Clínica
La presentación clínica generalmente corresponde a pacientes con vómito, dolor
abdominal, distensión abdominal, ausencia de flatos y deposición. Quienes pueden
ingresar con diferentes grados de deshidratación o respuesta inflamatoria.
Desafortunadamente algunos signos clínicos pueden variar, por ejemplo en las
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obstrucciones altas puede existir ausencia de distensión abdominal y en obstrucciones


parciales puede haber paso de flatos y deposición
Diagnóstico
Clínico.
Radiografía de abdomen: se observan niveles hidroaéreos.

Tratamiento
Observación, suspensión de la vía oral, Líquidos endovenosos, sonda nasogástrica
abierta.
En caso de no mejoría, cirugía en 24 - 48 horas.

Obstrucción por áscaris (Obstructivo)


Ascaris lumbricoides es el agente etiológico de la ascariasis, la ascaridiasis produce del 5
al 35% de las obstrucciones intestinales en regiones endémicas. Esta obstrucción
usualmente es parcial, cuando es prolongada, se pude convertir en completa. La
obstrucción intestinal por A. lumbricoides es de carácter mecánico debida a una gran
cantidad de helmintos que adoptan la forma de U ejerciendo presión sobre la pared
intestinal
Clínica
Dentro de los hallazgos físicos en la obstrucción intestinal se encuentra distensión
abdominal, aumento del peristaltismo, vómitos y una masa característica a nivel de
cuadrante superior derecho. La obstrucción complicada se caracteriza por la presencia de
fiebre, aspecto tóxico, y signos físicos de peritonitis, considerándose esta última como
extremadamente rara, pero de riesgo vital.
Diagnóstico
Clínico.
Las radiografías abdominales muestran niveles hidroaéreos y múltiples imágenes lineales
de A. lumbricoides en las asas intestinales dilatadas. En el ultrasonido abdominal se
puede demostrar un asa dilatada, con pared engrosada y una masa de parásitos
(helmintomas) que se describen como una masa ecogénica compleja de aire intestinal,
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helmintos y materia fecal, con morfología de cabeza de medusa en el eje longitudinal y


de roseta en el corte transaxia.
Tratamiento
Observación, suspensión de la vía oral, LEV, sonda nasogástrica abierta y administración
de piperazina (30- 40mg/k x 3 dosis). En caso de no mejoría, cirugía.

Absceso hepático (inflamatorio)


El AH se clasifica en piógeno (AHP) y amebiano (AHA), siendo éste último más
frecuente y considerado problema de salud pública en países en vía de desarrollo, por lo
cual se revisará más ampliamente
Se produce una colección purulenta intrahepática que puede progresar a la ruptura en:
peritoneo, pleura, bronquio, pulmón, pericardio.
Clínica
La triada fiebre, dolor abdominal y hepatalgia junto con imagenología y algunos
paraclínicos hacen la sospecha de AH, puede presentarse ictericia.
Diagnóstico
Ecografía hepatobiliar.
El diagnóstico debe confirmarse por un aspirado percutáneo del material purulento
guiado por ultrasonido o TAC, que hacen más fácil la localización y tamaño del absceso.
Tratamiento
Administración de antibióticos para E. histolytica (metronidazol) y para Gram negativos.
En >5cms o con riesgo de ruptura: drenaje percutáneo.

Colecistitis (Inflamatorio)
La litiasis biliar se define como la formación y/o presencia de cálculos en la luz de la vía
biliar intra o extrahepática . Es rara en niños. La litiasis biliar puede aparecer a cualquier
edad, incluso desde la vida fetal. En los primeros años de vida no hay diferencias en
cuanto al sexo.
Clínica
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 Síntomas biliares: cólico biliar e ictericia. El cólico biliar es un dolor de inicio


súbito localizado en el hipocondrio derecho y epigastrio que se puede irradiar a la
escápula y hombro derechos. A veces se acompaña de vómitos. Se produce
porque los cálculos obstruyen el conducto cístico o el conducto biliar común.
 Síntomas inespecíficos:
o Dolor abdominal inespecífico: es difícil saber si es realmente un síntoma
de litiasis.
o Múltiples síntomas dispépticos (flatulencia, plenitud posprandial,
intolerancia grasa) han sido atribuidos incorrectamente a los cálculos.
 Litiasis asintomática: en un elevado porcentaje de pacientes se llega al
diagnóstico como hallazgo casual o al hacer un estudio ecográfico en aquellos que
tienen factores de riesgo.
Diagnóstico
Ecografía hepatobiliar
Tratamiento
Estabilización, antibioticoterapia. Quirúrgico. En caso de ser secundaria a litiasis se debe
estudiar al niño en búsqueda de anemia hemolítica hereditaria (falciforme o
esferocitosis), nefropatía crónica, fiebre tifoidea, parasitosis intestinal, resección de íleon
terminal y anormalidades de la vía biliar.

Pancreatitis aguda (Inflamatorio)


Afortunadamente, se trata de una patología poco frecuente en niños. Entre la etiología
conocida más frecuente, se encuentra la traumática, así como por tóxicos o fármacos.
Es la inflamación del tejido pancreático y peripancreático, por obstrucción del conducto,
parásitos, trauma, infecciones virales, medicamentos, hiperparatiroidismo e
hipercalcemia, hereditaria o de causa desconocida
Clínica
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La clínica destacable consiste en: dolor abdominal, vómitos y fiebre. Aparece dolor
epigástrico que aumenta tras la ingesta y que se puede irradiar a espalda. La forma más
aguda y grave es la pancreatitis hemorrágica, siendo ésta rara en niños.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza por la clínica y se confirma mediante la determinación de
amilasa y/o lipasa. El niño puede adoptar una postura antiálgica, con caderas y rodillas
flexionadas. El abdomen suele estar distendido, con ausencia de movimientos
peristálticos y presenta exploración dolorosa, en ocasiones, con palpación de una masa.
La radiografía de tórax y abdomen pueden dar hallazgos inespecíficos. La ecografía
abdominal y la TAC son de gran utilidad, tanto en el diagnóstico como en el seguimiento.
Tratamiento
Manejo médico con LEV, suspensión de la vía oral, corrección de trastornos
hidroelectrolíticos y ácido-básicos, nutrición enteral temprana por sonda naso yeyunal o
nutrición parenteral total, y analgésicos para el manejo del dolor.
Manejo quirúrgico en casos de abscesos o necrosis infectada.

Bibliografía

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la Universidad Industrial de Santander Memorias XI Congreso Nacional Médicas
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