Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En la planificación de la cadena de suministros la figura del jefe de almacén resulta clave para
conseguir un incremento de la calidad y de la eficacia del sistema. La elección de un buen jefe
de almacén es un factor determinante ya que tiene un papel fundamental en la gestión
logística.
Contents [hide]
>> ¿Quieres formarte en Gestión de Proyectos? Infórmate aquí sobre el Máster en Project
Management de EAE Business School <<
Sin lugar a dudas, dentro de una empresa una de las figuras que más relevancia ha ido
obteniendo a lo largo del tiempo es la figura del jefe de almacén. Ésta, ha cambiado mucho en
los últimos años. Atrás quedó la época en la que el jefe de los almacenes se encargaba
únicamente de controlar el stock que había. Esto ha ido variando en pro de esta figura que ha
ido tomando más relevancia y obteniendo más responsabilidades para que el almacén sea un
punto estratégico dentro de la empresa.
El encargado del almacén ahora tiene que ser un líder, teniendo en cuenta que está en su
mano conseguir los objetivos previstos de manera eficaz y productiva. Otra de las premisas
que tiene que cumplir todo buen jefe de almacén es ser un buen gestor, para ello debe contar
con los conocimientos técnicos necesarios para optimizar los recursos.
Además, la persona que desempeñe las funciones de jefe de almacén tiene necesariamente
que ser buen comunicador y negociador para tratar con los trabajadores y con terceros que
intervengan en el proceso.
Para hacer valer la estrategia logística de la empresa tiene que conocer diferentes técnicas y
métodos de gestión del almacén para poner en práctica aquellas que generen un mayor
control de stocks y una mejora del servicio al cliente.
jefe de almacén 2
Las tareas de un jefe de almacén son muchas y muy variadas. Entre sus principales funciones
se encuentran:
El control de la circulación de los vehículos que transporten la mercancía de manera que ésta
resulte rentable y que cumpla con los criterios de seguridad.
El control sobre el mantenimiento del almacén para evitar errores y agilizar los procesos de
recepción de las mercancías y preparación de los pedidos.
Decidir sobre los recursos que se deben emplear, ya sean medios materiales o humanos.
Gestionar el almacén en su sentido más amplio, eligiendo las políticas más rentables y de
acuerdo con la estrategia de la empresa.
Para que el jefe de almacén pueda llevar a cabo todas estas tareas debe, necesariamente,
apoyarse en un buen sistema informático que le permita disponer de toda la información para
tomar las decisiones adecuadas. También debe estar al tanto de la normativa de seguridad y
salud laboral que tendrá que tener en cuenta en la gestión de casi todos los aspectos que son
de su competencia.
De esta manera se consigue que el jefe almacén esté involucrado en la toma de decisiones y
pueda formar una sinergia positiva con otros departamentos en pro de un mejor crecimiento
empresarial. Y es que, el almacén puede llegar a ser en muchas empresas el corazón de la
misma, por lo que debe bombear correctamente para que el resto de departamentos puedan
funcionar sin interrupciones.