CARETAS

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SEMANARIO FESTIVO, LITERARIO, ARTÍSTICO V DE ACTUALIDADES

BUENOS AIRES, 25 DE FEBRERO DE 1899 N." 21

m.
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LA VUELTA DEL DESCUBRIDOR

De arroyos, tierras, montes y canales

dicen que descubrió una larga lista,
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íQuíí extraño es que descubra cosas tales
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EUSTAQUIO PELLICER JOSÉ S. ALVAREZ MANUEL MAYOL

DIRECTOR DIBUJANTE
REDACTOR

BUENOS AIRES, 25 DE FEBRERO DE 1899

FALLECIMIENTO DE MR. FÉLIX FAURE

ELECCIÓN D E L NUEVO P R E S I D E N T E

T ono hombre lihre tiene dos patria s: la s u y a y

sidente francds••
Francia». P o r eso la ansiedad oprim ó el cora-
/.ón'de'todos ios hombres libres d é l a tieri-a al
esparcirse la tremenda noticia de que otro I re-
• a-c-a.b-a.b-a de
...^.,,,v...,vi,uuciiic, abriendo
inesperadamente, abriendo un terrible i n t e r r o g a n t e en
la
' - - actualidad
•- borrascosa de
del mundo.—Mordida por diversas y enemigas furias
sacudida por a r d i e n t e s „>,,„.,
•• • ••
•' ibiciones en desborde, la noble F r a n c i a , brusca-
mente privada de piloto y
quica de cien con-
trarios impulsos, po-
día correr al naufra-
gio, como la n a v e de
y i i s e s cuando sus
imprudentes comí a-
ileros perforaron el
odre que g u a r d a b a
los vientos,
P e r o la reacciím
e s p e r a d a no l a r
dó. H a b l a que con
liar, porque F r a n c i a
es necesaria .1 la ci-
vilización y no pue-
de perecer ni desan-
d a r sus l u m i n o s a s
¡ornadas. C o m o el
d i a m a n t e que con su
propio polvo se aqui-
'••'la y pule ella co
'•rige sus e r r o r e s v
orienta sus rumbos
con la fuerza virtual
de los principios r<-
publicanos — de l o s
que es en E u r o p a , en
medio á la ojeriz.i
recelosa de las cor
'es reales, c r e a d o r a
y paladín. H a b l a que
e s p e r a r qui^ triunfa-
se de su dolor, de su
inmensa inquietud,
p r e ñ a d a de peligros,
que entre el estupor
de los primeros ins-
tantes, asomaban las
lances, Y F r a n c i a
respondió á la ex
pectaiiva u n i v e r s a l ,
triunfando n e t a m e n -
te, saliendo de aque-
lla encrucijada, sin
esfuerzo visible, pe
ro en realidad ejecu-
tando un oscuro tra-
bajo de H e r c u l e s .
Una cosa a p a r e n t e
mente pequeña, u n a
nonada moral que
aqui t r a t a m o s con
modales desdeñosos,
l u í el secreto de su
victoria: esa pequefla
cosa que ha s a l v a d o
y a cuatro veces ¡\
j - caer
- en medio del camino-
-.-
la F r a n c i a en otras t a n t a s crisis como ésta, fué sim
plemente <la pureza dsl s u f r a g i o . . El pueblo elector,
seguro de que la representación que el se ha dado res
ponde ft su interés y no A otro influjo, esperó la elección
con admirable serenidad. Y la representación del pue
blo, cierta de -u elevada a u t o r i d a d y fuerte con el pres-
tigio que de ella deriva, procedió sin vacilación, con
• la amada nación, - maestr.-i supremo desiraerés, con la conciencia de su misión, casi
augusta,' uniéndose círculos y allanándose pasiones,
--. — p a r a poner sobre todas las cosas la salvación de la
odios sectarios,
asediada poi
a b a n d o n a d a A
F r la
a n rudeza
c i a a n a r - República,—la salud de la F r a n c i a !
¡Qué obra! ¡Y qué
enseñanza!
Unimos nuestroho-
menaje al que h a re-
cibido la nación fran •
cesa d e t o d o s l o s p u e -
bjos civilizados. La
apoteosis del ilustre
P r e s i d e n t e caído en
plena lucha fulmi
nado tal vez por la
íng'jnte p e s a d u m b r e
de los p r o b l e m a s que
hoy t u r b a n á la
F r a n c i a , está y a he
cha en afectuoso es
tilo por el pensa-
miento universal; y
el elogiode Mr. Lou-
bet. sobrio }• severo,
como compete al
hombre, también h a
surgido espontáneo y
•-incero, a c o m p a ñ a n
do í F r a n c i a en la
c o n f i a n z a que le
acordó al ponerlo al
frente de sus desti-
nos. Cerebro equili-
b r a d o y S'ilido, sobre
un recio organismo
adobado en la lucha,
hombre de ideas y de
o b r a s , semejante al
leñador Lincoln en
la falta de brillos y
en la a b u n d a n c i a de
e n e r g í a s este hom-
bre, que llegó al
triunfo sin buscarlo
ni rehuirlo, acaso es
el de-tinado á a p a r -
t a r con la fuei za de
su v o l u n t a d y de sus
puños, los g r a v e s
c o n f l i c t o s que hoy
obstruyen el arduo
c a m i n o d e su nación,
p a r a que la veamos
de nuevo, á la va-
liente F r a n c i a , a v a n
zando triunfante al
poi venir, enseñando
á la humanidad ator-
1 niihot m e n t a d a las r u t a s
Mr. E. I..UUUCL jjg l3 verdad excelsa
Nuevo Pi-esidentc de la República F r a n c e s a y del Derecho!
 ñ ' UAN'Do empezábamos á s o p o r t a r con resiírnación — Balbina. dame unos calzoncillos que no estén re-
» G\ '"* ¡ i m p e l i o s de Ins bicicleías. y ,1 fiimiliari- m e n d a d o s por n i n g u n a parte, porque tengo que irme al
\^__y zarnos con las lanzas y e s i i i b n s de los i r a m - Ciuh pal a presidir la a-ainblea.
^•ays y á resisiir el transito de las victorias — ; E n lalzoncillos v a s á presidirla?
p o r encima de nuestra cabeza, y á tragfar sin escrtjpulo — Ño. muier. pero si me a-aiian en la calle, como es
las b a s u i a s que l e v a m a n del suelo las b a r r e d e r a s presumible y me dejan en paños menores, no es cosa
municipales, un n u r v o pelijíro viene A hacer a r r i e s - de que me exhiba en piihlico con las p r e n d a s detei io-
j a d a la libre circul'n ion por las calles b o n a e r e n s e s , r a d a s . A c u é r d a t e de aquel d. cior amigo mío, que, des
sobre todo de noche. Nos referimos^ los asaltos íi m a n o poiado de la ropa exterior, en uno de esos atracos calle-
a r m a d a que las ci óni(.a< policiales nos csiíin refiriendo jeros, tuvo que p a s a r por la v e r g ü e n z a de p r e s e m a r s e
«sios días. Ni ^1 sitio cdntrico ni la hora t e m p r a n a , son ante el c o m i s a n o con u n a tricota llena de agujeros
y a obstáculo p a r a att n i a r contra la vida y el bolsillo y con los calcetines completamente a b ertos pbr el
del infortunado t r a n s unte, a quien le basltt llevar un talOn.
reloj, aunque sea de plata, y un traje en buen uso, Dediicese el sobresalto en que viven los mAs pnsilíl-
aunque st a de b n n , para que los c r i m í n a l e s le conside- nimes. del recelo con que miran á la gente V de la des
ren buena piesa. y le reconozcan con a p t i t u d e s de confianza que todo el mundo les inspira. No hay a h o r a
«interfecto» y le aprovechi n sin mas dilación. quien no tenga p a r a ellos alguna hechura de s a l t e a d o r
A tal extremo llevados il valor y la audacia de los 6 cuando menos de r a s p a vulgar, y il lo m e i - r nos de-
lad one^. y a tan modesto lími- tienen en la ralle p a r a decirnos:
te reducida su ambición ¿quién - ¿ S e ha fiiado usted en aquel
Ya á c o n s i d e r a r s e inmune con- S r . D. J o s é B a t l l e y O r d ó ñ e z g r u p o de jóvenes que hay en la
t r a el asalto? ' esquina?
Son y.i m u c h a s las p e r s o n a s — ¿Quiénes son?
que a t e m o r i z a d a s por la fi e- — Precisamenie es de lo que
ctiente re|-eticiOn de estos crl quiero informarme, porque me
men s en la vfa pública, se a b s - parecen muy so-pechosos. Han
tienen de sa ir' de t asa por la venido siguiéndome los pasos
noche, y las que por necesidad desde la o n a bocacalle y existe
tienen que hacerlo, adoptan pre- el a n i e c e d e n i e de q u e d o s de
cauciones que les ponjrjin a cu ellos acaban d- verme c o m p r a r
b i i r i o de cualquier s i n i e s t r a un a t a d o de cigarrillos de vcin
asechanza. te c e n i a v o s y recibir el vuelto
— P a s c u a l a , hija mía, ten va- de un billete de cinco pesos.
lor p a r a recibi la noiicia que — ¿Y teme u s e d que esa pe
voy A darte—decfa a n i e a n o c h e quena suma h a y a d e s p e r t a d o su
don MelitOn á su esposa. codicia?
- i H a b a pronto] ;por Hiosl — P o r sesenta c e n t a v o s le me-
¿Te dejó cesante Mafrnasco? tieron la otra noche A uno en el
— Todaví;i no, pero puede ocu- hipocondrio derecho más de me-
r r i r m e algo mAs (¡rave. dia c u a n a de puiSal. Pero hom-
—¡Me a l a i m a s , Melitón! ¿Qué bre, -nii ha leído us cd ,|ue a h o r a
te sucede? los ladrones han üado en la llor
- Q u e se me ha concluido el de l o m a r por a s a l t o h a s t a los
b i c a i b o n a t o y tentjo que ir á la fó-foi os?
botica antes que cierren. P a ' a susto g r a n d e el que se
—iCielos! ¿A las diez de la no- llevó la otra noche don B r u n o
che quieres lecori er ü pie cerca al c r u z a r la Plaza V i c i o i i a .
de cinco cuadias? Queriendo s o r p r e n d e r l e , un ami
— No hay mas remedio. P a s - go bromisia se le acercó por la
cuala mía. Ya sabes que sin espalila. tapándole los ojos con
bicalb- n.ito soy hombre perdi- a m b a s manos. No necesitó de
do, y mucho míVs esta noche, otra cosa don Bi uno p a r a echar-
con el abuso de tfmate en ensa- se al sui'l" de rodillas, prorrum-
lada que hice en la comida. pir en lastimeros ayes, y excla-
— iMelitón, tú q u i e r e s suici- Presidente ileí sonado oriental en ejercicio m a r con acentos de conmove-
darte! dúl Poder Ejecutivo dora a n g u s t i a : - ; H a g a lo que
quiera de mi, pero no me maie!
— ¿Crees que me asaltarán? L e d a r é todo el nikel que lle-
—Tenlo poi sejíuro. lín cuan- vo, y h a s t a la papeleta de un redingote que me tiene
to te vean con ese c h a q u e t nuevo, te toman por ren- el !\lonte Pío! Soy r a d r e de cuatro hi¡os y además sos
tista y te a t r o p e l l a n . tcniío A dos c u ñ a d a s y A un tio segundo por p.irle de
— Iré en camiseta, y con los pantalones que uso p a r a m a d r e , que está postrado en cama hace dos años de
casa. resuli.ás de una coz que le dio una muía ..„
— Te m a t a r á n p a r a quitártelos. E s a gente lo a p r o • ¡Pobre don Bruno! T o d a v í a no se ha repuesto de
Tecl a todo iNo s a ' g a s MelitOn mió! aquella impresión
— P e r o mui> r ;y si el tomate...? Incumbe al doctor Beaziey a h u y e n t a r ese p á n i c o que
— Y a le d n m i n á r e m o s de alfrún modo. ¿Te le figuras i n v a d e A los peatones, porque es un;i trisie g r a c i a que
tan desalmado como esos h o m b r e s que a s a l t a n á la m i e n t r a s el alio personal de policía se hace a c r e e d o r al
gente? público elogi" por su vestir elegante, t e n g a m o s nos-
¡Buen cólico le costo á don MelitOn el no ir á la bo- otros que a n d a r por la calle en c a m i s a ó con lodo el
tica cediendo á súplica* de su esposa! pellejo á la intemperie.
E n previsión de quedar de-nudo en medio de la calle,
h a y quien no sale de ca-a por la noche sin a s e g u r a r s e Fot. de Bixio. EUSTAQUIO P E L L I C E R .
del buen estado de su r o p a interior

¿á^
 PÁGINAS ARTÍSTICAS

En Cuaresma, por Cao

 ¡ABAJO LOS
(ESTILOS CRIOLLOS)
estar :i los díceres de algunos opositores empe-
cinados, era un reverendo clavo efeo de que
don Aristóbulo Chalaseca se hubiese trepado
A las alturas del (¡obierno local, siendo un
gaucho bárbaro, casi analfabeto y con aquel genio de
rascarrabias que por cualquier zoncera se le volaban
los patos y se ponía lo mils inconstitucional Por algo
decía la gente en Zapallones que aquel íai/a tenía una
tropilla de picazos y sabía ensillarlos £1 un dos t^or tre|[,
Pero no era esa la única tropilla de don Aristrtbulo;
porque tenía otra de empleos más O menos ail honorcín,
ya que como encargado de la situación política en vi-
gencia, desempeñaba una punta de elevados destinos,
desde cuyas altas cumbres dirigía los otros: los del ve-
cindario.
Con una portentosa ecuanimidad.... para jorobar A los
enemigos, ejercía (unciones de juez de paz, y aun daba
sus correspondientes beneficios cuando el damnificado
por sus sentencias le salla gritón y corcoveaba, causa
de la injusticia. Sin ser cabeza de familia legal, pues
sólo estaba amigado con su china, ocupaba la presiden-
cia del consejo escolar, procurando que los colegios
estuviesen regenteados por preceploras bien ; pero
bien.,,, lindas. Y como comandante militar, que tam-
bien lo era día por medio, exceptuaba del servicio de la
guardia nacional á los hijos de sus correligionarios, ya
improvisándoles cantidad >ie monstruosidades físicas,
ignoradas por la cieni;ia patológica y hasta por los
misinos interesados, ó bien declarándoles hijos de viuda
por parte de madre.
Eso sin contar con que, como el pueblito era muy
chico y aún no había caldo por allí ningún escribano
diplomado, don Aristóbulo a-^umía de yapa la jefatura
de! registro civil en perdurable interinato.
Con toda esa runfla de poderes y d:,da la afición que
le tenía al maíz, cualesquiera que fuesen los aspectos y
combinaciones culinarias de ese cereal benefactor, se
explica fácil que los murmuradores exclamasen con el
placer característico de la maledicencia desatada:
— ¡Qué hombre tremendo pa cuestión de choclos y
cargos públicos!
Hasta la presente sólo se han enumerado en esta cró-
nica los distintos puestos oficialmente ocupados por
nuestro personaje: mus, C"mo ya se ha dicho que lle-
vaba el peso de la situación y corría con todo (caías de
fierro inciusive),casi es inoficioso el añadirque también
mojaba en la municipalidad, cuyos títeres movía desde
fuera; ni hay para qué agregar que el comisario, hom-
bre de su completa confianza, le respondía en todo y
por todo,... aunque nada le preguntase.
GALICISMOS!
Antes de seguir caminando en nuestro relato, conven-
drá dejar constancia de que las faces de don Aristóbulo.
tal como han sido proj'ectadas en este papel, son sólo
expresión del rumor público y no comportan necesa-
riamente la exactitud det parecido, mistificado de in-
justo modo por la envidia de algunos angurrientos y
las ganas de cáii/e que tenían todos sus enemigos.
Parecerá una paradoja por la novedad del de-cubri-
miento, pero el caso es que el respeto á la autoridad no
pasa de ser un mérito exclusivamente reservado á las
sociedades salvajes: en cualquier pueblo regularmente
civilizado se le tiene una manía bárbara á todo el que
manda. Si el gobierno es medio flojón se le vóltia no
más; si resulta de hacha y tiza y pega duro y parejo,
se le cuerea. Y don Aristóbulo, al asumir cuatro cargos,
cargaba, quiera y nu, con la odiosidad correspondiente
á la suma de todos ellos, más la entranable ojeriza de
los candidatos a los tres destinos indebidamente acapa-
rados por el tirano.
Tirano, sí; porque Chalaseca venía A ser una especie
de Rozas... para el campo, como los matrimonios que
se anuncian en La P'-ensa.
Procediendo en justicia, fuerza será reconocer que no
lo hacia del todo mal: eso de ser analfabeto, digan us-
tedes más bien que eran puras historias; lo de nombrar
buenas mozas para las escuelas infantiles.... tnacanas
de Miguel; y aquello de las excepciones invernadas en
favor de los guardias nacionales, de juro que eran ca-
lumnias de los miiristas. De loíd mayor un Londres ó
de síitilnco en Roma, la verdad, hubiera hecho un pa
pelón, desde que no era muy laido, ni tenía el cuero
para fraques.... ni para negocio; pero en cambio le
daba lo suficiente para dominar una situación local,
robarse unos registros electorales en el partido vecino,
ó pegar una sopapeadura jefe al primer zafado que se
le empacaba de gusto ó por hacerse el que tenía pulgas.
— ¿Qué se hablan cráido aquellos maulas de Zapa
Uonesí
Sin ser un Gladstone ni pretenderlo, poseía intuicio-
nes muy felices en lo que tiene atingencia con el difícil
arte ije la gobernación: lo que llegaban las notaciones,
sabia atrincherar convenientemente las azoteas próxi
mas al atrio donde se cons ituía la mesa, construida con
madera de adictos; y mediante el aparato de fuerzas
acanton.adas en los alrededores del comicio, conseguía
ahuyentar á los partidos contrarios, que optaban pru-
deníemente por el retraimiento electoral, así que pispa-
ban tan belicosos preparativos.
Si algún estanciero se hacía el chancho rengo en
materia de secundar su política, le embromaba á cuenta
 d e cualquier t r a n q u e r a c e r r a d a c o n t r a el espíritu y la bien organizado; m i e n t r a s el progreso moral no h a l l a
letra del código r u r a l ; si el médico municipal, casi t i e r r a consistente donde hundir sus ialces los gobiernos
siempre e x t r a n j e r o pendiente de la rivdlida, no e r a locales llamados á enderezar la existencia de aquellas
liberal y dado con los amigos, en un r e p e n t e le pedia c o m a r c a s , tienen que ser instituciones de suave transi-
la r e n u n c i a y e n t r e g a b a la plaza al barbero, en otro ción e n t r e a m b a s m o d a l i d a d e s de la sociabilidad
tiempo p r a c t i c a n t e del eiiírcito con diploma de llcbó- humana.-
tomo; y si algún c o n t r a r i o se l a n z a b a al suministro de E s p o r eso que r e s u l t a a b s u r d o y monstruoso pre-
la carne sin p l e g a r s e incondici' r a í m e n t e ;l la voluntad t e n d e r a d m i n i s t r a c i o n e s de áotorcs en partidos o-ule-
del caudillo, c u a l q u i e r buen día el comisario de corra- ros donde todavía se le toma el olor al r a s t r o de la
les e n c o n t r a b a e n t r e los dcspoios v a r i o s cueros oreja- indiada No son los espíritus mejor l a b r a d o s los que
nos, con cuyo motivo se le a r m a b a al carnicero un convienen al proceso creador de n u e v a s congregacio-
proceso r e v e n t a d o r que lo volvía fulo. nes políticas, porque no saben a d a p t a r s e A las exigen-
P e n s a n d o ademils que en u n a sociedad bien consti- cias del a m b i e n t e moral y p o r q u e A m e n u d o mueren
tuida los poderes públicos deben c o n t r o l a r la ense- c o n l r a s u c e d i d o s á cuchillada*; ó balazos: lo que allí
ñanza p a r a que no se infiltre e n t r e la j u v e n t u d el v i r u s hace falta son c a r a c t e r e s enórgicos, h o m b r e s de acción
de las ideas disolventes, Chalaseca no consentía en sus y avería, v o l u n t a d e s dispuestas al tropel de la lucha,
dominios otros m a e s t r o s que los de su comunión polí- caudillos tan valientes coíiio las a r m a s , a u n q u e carez-
tica Cuando la Dirección General de E s c u e l a s e n v i a b a can de riego intelectual y no t e n g a n nociones muy pre-
á aquellos pagos un p r e c e p t o r que no fuese de su devo- cisas sobre los ideales de justicia y los compromisos
í^ión. m a n d a b a & cualquier gfíifi p i f a 1 " ^ convidase que listos t r a e n consigo a p a r e j a d o s .
al forastero con una.s copas: si líste se m a m a b a , le des- E l progreso, que es quien para A un g a u c h o al frente
tituía sobre t a b l a s por ebriedad de un territorio a r r e b a t a d o re-
consuetudinaria: pero si r e s u l t a - ciiín rt la b a r b a r i e , se e n c a r g a r á
ba de mucho a g u a n t e p a r a cues de colgarle la galleta y lo rele-
Clon de chupa lo hacia t r o m p e a r v a r á en oportunidad, c u a n d o j a
con el s e c r e t a r i o del Consejo E s - no h a g a falta: y h a r á m:is: le
colar, frisón m o r r u d o , algo cra- h a b r á pulimentado á tfl mismo,
pulln y un poco baquiano en box. suavizando poco á poco las a s p e -
l-on lo que á nuestro nobre inaes- rezas de su n a t u r a l selvático
tro le ponían overo ;\ zoquis, le • Quedamos, pues en que b i e n
a t r a c a b a n enciina un multazo de se está San P e d r o en Roma y
no te m u e v a s y p a r a que la farra don Aristóbulo Chalaseca de cau-
luese completa le c.\oneraban por dillo en Zapallones
desorden. P e r o a h o r a que recuerdo: épor
iNo, si no s a b í a n a d a don Aris- qué. cuento al caso habínmos
tóbu'o! m e n t a d o á ese insigne puestero
.Gracias á sus chicnnas y !l sus de la estancia política provin-
vivezas; á lo muy guapo que era c i a l ? . . . lAh! sí; por su h o r r o r
y a la oportunidad con que re- n a t i v o á todo lo que fuese n a b l a r
Partía inercedes fiscales y plata en gringo: que p a r a algo e r a él
" s su tirador, a r r a s t r a b a inucha más criollo que el zapallo y que-
gente y tenía g r a n opinión e n t r e r í a e x p r e s a r s e siempre en cris-
ei p a i s a n a j e . tiano.
m ? " j '"'' e m e r g e n c i a s políticas Uno de sus iniítistros, Juan-
mas descollantes, sabía llevar to cito R o u c a r t , que era secretario
nos sus elementos al pueblo, for- del juzgado y dd civil, sabía
• " ? " n o A la gente en coluitina h a c e r l e a g a r r a r unos chinos es-
m i l i t a r que le v i v a b a A rajacin- pantosos cada vez que. recor-
^ " a y comía cada asado con cue- dando la lengua de sus ma» ores,
,.?,1"P " a i l a r e p u n t a r la cotiza- intercal.nba en la conversación
ción del aceite de castor. a l g u n a s frases francesas, y siem-
mrT'i"""''^ estas esplendidas de- pre que sucedía algo de esto, don
mostraciones de su omnipoten- Aristóbulo le atajaba la p a l a b r a
cia electoral, don Aristóbulo re- h o n r a d a , diciéndole . . . p ^ r las
v e n t a b a de satisfecho por d e n t i o ; dudas:
y d e s p u d s d e d a r la consigna del —¡Qne te tiró de las p a t a s !
^aso, se r e t i r a b a a la p e n u m b r a Un buen día c a y ó p r la ofici
„„,*".'?os:ar, huvóndole A la po- na un paisano á que le d i e r a n
yuiaintacl superliua: pero p a g a b a el p.ipel p a r a e n t e r r a r al finado
, ' J " ^ t o p a r a continuar disfru- ño It'cnco, de r e c i e n t e defun-
t a n a o tan merecido prestigio. ción.
Lo qiie es talento, lo tenía el —;Y cómo es que ha muerto
hombre: bien lo a t e s t i g u a b a n sus el viejilo? p r e g u n t ó con afectuo-
Benerosas larguezas, su a s t u t a so y c a r i t a t i v o inierds el bueno
modestia y aquella habilidad pa- de C h a l a s e c a .
p'n {^"'"loiizar el espíritu criollo — ¡Quión sabe, señor! pero de
^n la^ formas de la i n d u m e n t a r i a j u r a m e n t e que lo dirá la boleta
;-iasica, con sus infaltables bolas del dolor inglés que sabí.'i visí
• ' ^ ' y o i a d a s , de taco algo com- tarlo: a c á la t r a i g o : .sírvase no
paciión; su amplia bombacha, es- más.
íiní "^ '"•"'"' medio entre el chi- Y al fijar la v i s t a en el certi-
ripa y el p a n t a l ó n : su fioiante licado que a c a b a b a de aflojarle
poncho de finísima vicuila, y su el guaso, don Aristóbulo no pudo
t n a m b e r g o r»quinlndo. lleno de r e p r i m i r la explosión de cen-u
a c o m o d a d i t a s . Limianieiilc sen- r a s que vomitó e n c a r á n d o s e con
"lo en el inquieto azulcio que al el sec!-e a r i o .
r e v o l c a r las m a n o s t i n t i n e a b a —¿Qué le p á r e s e , Juansilo? ¡Oi'é
ei lujo del platudo a p e r o : acariciándose a q u e l l a p e r a extranjero b á r b a r o ! ¡ P u e s n o d i s c muv suelto de cuerpo
y a algo m a d u r a }• e n t r e c a n a pero s i e m p i e líiarc'al y que el linndo se h a muerto áevicjcsa? ¡Qué se ha pisao
paseando la victoriosa m r a d a por entre la falange lindo el gringo!
electoral que era su apoyo y su orgullo, p a r e c í a un — No le h a g a juisio á e s a s co as, setlor; ya sabe que
héroe popular triunfante,'al otro día de una revolución es un i r l a n d é s muv duro, recién d e s e m b a r c a d o , y que
aiortunada. todavía no sabe h a b l a r como la g e n t e . P e r o descuide
iOh! ¿Y por qutí no h a b í a de ser el caudillo de Z a p a - no más. que yn lo e n m e n d a r é aquí; con poner en el
llones? ¿Por que era medio gauchote? ;Y de ahí? libro sciií'rlud
<-u.-indo despulís de u n a g r a n creciente vuelven los (Estupefacción del juez al oir l a p a l a b r e i a , c inte-
ríos ,t e n c e r r a r s e en los limites de su cauce h a b i t u a l , rrupción r e p e n t i n a p a r a oponerse e n é r g i c a m e n t e á la
"ejan en a m b a s m á r g e n e s unas fajas de algo que ni es entnienda),
, f " a ni es t i e r i a porque es b a r r o ; pues lo mismo — iOtr 1 te pego y me r e t i r o ! ;No jorobe, amigo!
ha u '" aquellos campos donde la civilización y la ¡Conque a u r a usted, p a a r r e g l a r l o v a y le mete
aun "i'i'í^ 'lan luchado inucho tiempo: las sociedades
«iilf " ' . " e forman no son p r e c i s a m e n t e poblaciones fraiisés ? ¿No te digo ? ¡Pero si este moso es
uitas ni tampoco loldeiías s:ilv:ijcs: pero en ellas loco — I
aaeien h a c e r s e muchos b a r r o s . Jlasta que la h u m - d a d SEVERMNO L O R E N T E .
del a t r a s o primit.ivo no se e v a p o r a al contacto del vivir
G e n e r a l Villegas, 10 de F e b r e r o de 1899.

/)íó¡ UJÚS J,. M„y„l

 EL INICIADOR DE NUESTROS TRAMWAYS
L AS v i d a s de F e d e r i c o Lncroze
y del T t a m w a y en Buenos
A i r e s , esii'in iniimarnt-nie li-
pada-í de la' modo, que no se
puede d a r el «adiós» al que se ha ido
sin d e s e a r n u e v o s progresos al que
queda.
«Nadie es profeta en su p a t r i a » ,
dijo Cristo y. ef d i v a m e n t e , es reírla
g e n e r a l ; pero Lacroze fué una. ex-
cepción. Criolio nacrdo en Buenos
A i r e s el ai^o 1S3S no necesitó del Ulu-
lo de euroi'eo i'i siquiera de la reco-
m e dación de haber estudiado en E u -
r o p a p a r a , á los veiniicinLO aflos de
edad concebir la idea de la pn-^ible
realización de un t r a n v í a en la C a p i -
tal F e d e r a l , y consejruir. t r a s laríja
via crucis de contrariedades. la auio-
rización g u b e r n a i i v a en 1868 y lle-
v a r l a a la prííciica en 1870. venciendo
toda clase de inconvenientes, desde
la escasez de cHpitales h a s t a 'a opo
Bíción terca y sistemada de los veci-
nos mejor conceptuados y p r o p i e t a -
rios de lo edificado en las calles de la
ciudad que habia
de r e c o r r e r la nue-
v a locomoción!
Sin m:^s capital
que 750.000 pe os
de la moneda anii
gua. producio de
sus economías co
mo c o m e r c i a n t e y
después b a n q u e r o ,
de los cuales u n a
Tipo del primer tramway que circuló en Buenos Aires
p a r t e e r a de su h e r m a n o don
Julio, se lanzrt á la (rían e m p r e -
sa, después de h a b e r vencido
la oposición sostenida ante el
P o d e r Ejecutivo por firmas na
cíona es como : A n c h u r e n a ,
Basuaidn . Estrada , Achaval,
B a r r a , Moreno. Mallo Muñiz,
L o z a n o , E z c u r r a , Letruía. E s -
calada y Terrero, y extranjeros
como L a r r o q u e , s c h m i d t , Cape-
lli. Sommer, K r a m e r G a r c í a ,
Ruiz. Marcó, Burnichón C a ñ a s .
R o v e r a n o . Bell F o u r c a d e . Pe-
rissée. Zambón! y o t r a s , propie-
t a r i o s de las c a s a s de R i v a d a -
v t a . S u i p a c h a y Tacuarf, en
1870. que creían que el t m n v í a
e r a u n a a m e n a z a pasando por
calles tan t r a n s i t a d a s en que
por fuerza debía o i i g i n a r mu-
chas desagracias.
Fué, por esto, por lo que el
G o b i e r n o , después de m a n d a r
a r c h i v a r estos memoriales, or-
denó que los coches llevaran,
de a v a n z a d a A veinte pasos mfts
6 mt-nos.A truisade heraldos, un
j i n e t e sin oira misión que la de
a d v e r t i r con toques de corneta,
en Ciida bocacalle la a p r o x i m a
ción del temible vehículo.
E n la p r i m e r a línea que se
I n a u g u r ó , recorría l i s calles de
Cantrallo. Callao y Piedad des
de E c u a d o r A T a l c a h u a n o , un
c o n v o y compuesto de dos co
ches, con b a n d e r a frnncesa el
uno é inglesa el otro, yendo
Como cuarte;ulor y t r o m n e i e r o ,
Juan Lape^rua. g u e r r e r o del Pa-
r a g u a y ; y cocheros P e d r o Pica-
reí y F r a n c i s c o López, espafíoles, y
m a y o r a l e s Hilario iíodríjíuez y Bal-
dotñero Rodiítiuez. ciioHos, uno de
los c u a l e s . Baldomcro murió en el
P a r q u e , en la revolución del 90 E s -
tos individuos, de los que mAs de uno
esiAn vivos y con salud, son los deca-
nos de esa inmensa colectivid;id a c -
tual que tantos y tan vai ¡os disgustos
ocasiona diaria n e m e á los que t r a n -
sitamos del modo m.ls primitivo ó le-
ñemos necesidad de sus servicios
Como pasaje se usaba una moneda
de metal blanco de cuatro erramos de
peso, cuyo facsímil publicamos.
Mas adelante, el 12 de Abril del
mi^mo arto 1870. se puso en servicio
el primer coche especial p a r a pasa-
jeros de la estación del Once, y fué
el capitíln del 4 « de línf-a. en la ^rue-
r r a del Paraíruay. don F r a n c i s c o Ma-
yo, el m a y o r a l ó g-uarda que lo con-
dujo quien recuerda con cierio cariño
p a t e r n a l estas fechas y hechos desde
luego m;^s dijínas de rememoración,
Federico Lacroze que no a l g u n a s de n u e s t r a s , por for-
t u n a pasadas, con-
tiendas civiles,
E n i o n c e s . con el
nuevo trí^fico se
instauró como es-
tación, en ct cen-
tro, la puerta de la
confiíeiía de Go-
det, en Canírallo,
poco más ó menos
donde hoy está la
Chocolatería .Seminario, y co-
mo ^e a u m e n l a r a n los viaieros,
en lo i dia.s fe.siivos. por la no-
vedad, como pasa hoy con los
eléciricos, venfa a c u a r t e a r y
a n u n c i a r un sej^undo convoy,
con su irompei.i y su caballo
p a r t i c u l a r , el capií.^n J a r a lam-
-^"V ^y^-y^ 0< ^^f.^r.
biín de la (fucrra del P a i a i ; u a y
y perteneciente hoy al Cuerpo
de Inválidos.
^/¿^r-^
í^í«^ /íí,¿..„^ /yzU^^ _
El aui6i;rafo del G o b e r n a d o r
don Emilio Castro, intercalado
en estas lineas, acredita la ini-
ciativa de don F e d . rico I-aoro-
ze y es un documenio hisiórico.
E - t a primera línea, q u e s e lla-
mó Ceniial muy a u m e n t a d a
y mejorada, futí vendida á la
Compañía Ang'o Arjfentina,
que modificada, n a t u r a l m e n t e ,
la explota en la a c t u a l i d a d .
En seguida el activo seflor
Lacroze, cuyo lema e r a : «el
tiempo es oro», fundú el T r a m -
way Kur.il.a v a p o r , q u e recorre
hoy mas de doscientos kilóme-
£ -?íír^.¿€ .*,' c c ^<---wj tros de t e r r e n o s de la provincia
de Buenos Aires, beneficiando
a los hacendados y c h a c a r e r o s ,
con precios de t r a n s p o r t e mas
ventajosos que los ferrocarriles.
Federico Lacroze murió vic-
tima de u n a enfermedad que no
pudo domin irle nunca, sino en
la úliima hora, en B e l g i a n o , el
16 del c o r r i e n t e .
Ko le d. seamos paz en su tum-
ba sino que sus c o m p a t r i o t a s
le visiten ft menudo y recuer-
den .su obra a la ¡uveniud inl«-
iigentc y e m p r e n d e d o r a .
 UN SARGENTO DE LA INDEPENDENCIA
EL CENTENARIO HIPÓLITO SUÁREZ

E l diputado & la L e g i s l a t u r a de Tiicumíin, don L i í a n d r o Acruiiar. h a descubierto en el p a g o de V a l d e i r a m a , í d«5

leguas de la Estación Rln Coloiado del ferrocarril Central C')rdoba, la existencia de uno de los escalos sobrevi-
vienies de n u e s t r a s luchas de la independi-ncia y del caudillaje.
H s e l ex s a r g e n t o de h ú s a r e s de L a Madrid, don Hipóliio Suárez,—conocido por el descubridor,-de 106 afios
de eda 1 que vive aún en la r a n c h a d a donde nació, s e p a r a d a del resto del mundo por dos ríos caudalosos que la
mantienen casi a i s l a J a .
Su.,rez, a pesar de su a v a n z a d a edad y de las rudas c a m p a ñ a s que ha soportado en aquellas épocas en que el sol-
dado de la patria no recibía sueldo ve-^tuario ni comida - t e n i e n d o
_^,_ que pi oveer por sí mismo A. todas sus necesidades—se c o n s e r v a
fuerte y vigoroso.
Según los datos que A su respecto hemos podido recoger, se m a n -
tuvo en servicio activo desde 181.' hasta la batalla del Pozo de
V a r g a s , en 1867, y asistió A casi iodos aquellos heroicos combates
en que L a Madrid ilustró su nomltre
F u é uno de los de Culpina y en la célebre batalla de A n g a c o , en
que Acha, atacado por Pacheco, fué aniquilado se salvó junta-
menie con el coronel A l b o r n o z - s i e n d o los únicos sobrevivientes
de la acción - debido á los empeftos de un h e r m a n o que s e r v í a en
las fuerzas federales.
E n t r e sus recuerdos se perfilan las figuras de B e l g r a n o y de San
Martin, A cuyas órdenes sirvió asistiendo no solamente A las b a t a ,
lias de Salta y de TucumAn. sino también A. la casi disolución del
ejérciio del N o r t e ; la silueta descolorida y débil de Rondeau y las
brillantes de L a v a l l e , de Paz, de Dorrcgo, de Necoohea. de A c h a .
de Roca, de L u ü o n c s , del legendario Güeines y de aquel L a Madrid
que es lodo un poema.
—Sí. seilor. exclama, me parece verlo todavía al G e n e r a l montado
en su i n s e p a r a b l e zaino, chupando caramelos y diciendo: «hijiíos,
el que tenga miedo que se vay.a».
Y al viejo se le avivan los ojos al t r a e r A su m e m o r i a aquellas
horasam.aVgas del c a m p a m e n t o , en las q u e b r a d a s de J u i u y , cuando
en las noches heladas tiritaba sobre su c.iballo d u r a n t e las l a r g a s
horas de facción como centinela perdido.
— Aquello sí que era patria, sefior, y cómo la q u e r í a m o s . P o r ella
se ptisaban h a m b r e s de días, sin sentir, y s e m a n a s sin pitar, y años
sin visitar A la familia!
Hoy el viejo v e t e r a n o ve sin a m a r g u r a la ingratitud de los con
temporáneos y contempla desde lejos sus luchas sin ideales.
— Pero vea, Suárez.... Con recuerdos no se come; h a y que t r a -
bajar.
— No le digo que no, señor Nosotros también teníamos que
comer y que pitar y que gozar la vida ¡vaya! Y sin em-
bargo, si se h a b l a b a de la p a t r i a se nos acab.aban las necesidades.
Cuando la i n d e p e n d e n c i a , señor, fuimos con el General L a Madrid
que Uios tenga en su s a n t a gloria, y alcanzamos h a s t a Potosí,
que e! G e n e r a l , de puro caballero, no quiso tomar de noche, porque
los españoles estaban durmiendo y no q u e r í a d e s p e r t a r l o s c o n t.anta
descortesía: al otro día le salió l a v : i c a t o r o - í B u e n o ! Y sabe?
Nos pasamos dos años sin que la p a t r i a nos diera ni un cigarrillo
y nadie protestó ni nadie echó un pie atr.'is. Amigo, qué e r a entu-
siasta la muchachada! Yo era s a r g e n t o de órdenes del G e n e r a l
y en las m a r c h a s mandíiba las descubiertas, lo que quiere decir que
era de confianza y sin embargo, un sin fin de veces he a n d a d o con
la chaquetilla sobre el cuero y otras t a n t a s lo h j visto al General y
a los oficiales sonándose las narices con los dedrs. porque no tenían
mAs hilachas que las del uniforme Y ve? Yo nunca he c o b r a d o
sueldos ni la patria se ha acordtido de p a g á r m e l o s y h a s t a creo, que
A pesar de h a b e r l e servido cincuenta y seis años seguidito-.ni fiL'uro
en las listas. Como p a r a listas y a p u n t e s nos tenían los enemigos!...
¿Cree que aquello era juguete? A cada minuto teníamos el cuero
empeñado Yo he visto m u c h a s co.-as. señor, y cada día veo mAs,
aunque }'a me estoy quedanvio corto de vista y h a s t a me p a r e c e que
soy un emigrado en a l g u n a otra tierra que no es la mía
— Todo cambia, amigo SuArez. H a y que t e n e r paciencia y b a -
r.ajar.... í""*?i . _ •'» .
—¿Para qué, si no h a v quién corte? Y o , amigo, p r o n t o dejaré
el naipe, que demasiado he tallado y después que me m u e r a no
quedará ni este rancho viejo que hizo mi m a d r e y yo he sabido
c o n s e r v a r . . . . Y a v e r á como el viento d e s p a r r a m a las pajas y los
adobes y se lleva los míos A c o r r e r t i e r r a s por donde el diablo per-
dió el poncho Quedará de mi. lo mismo que ha quedado de los
miles de h o m b r e s q u e penaron v sufrieron p a r a fundar esta patria...
¿Quién se a c u e r d a de tanto pobre que se desnucó baiando un cerro
p a r a llevar una orden ó A quien dejaron seco de un lanzazo ó de un
tiro en el cruce de dos caminos? Bah! Al que se moría lo
charqueab.Tn los cuervos y se acabó P e r o h a y que tener entu-
siasmo, amigo; eso hace vivir como la c a r n e y el aire, créame
Yo con eso no mAs, he vivido más del siglo v siempre he estado
comento; qué diablos! y le doy g r a c i a s A Dios V e a . U n í vez,
cuando m irchábamos á San J u a n , iba conmigo en la a v a n z a d a un
negrito rioiano. criado de los B a z á n . . . . Qué neurro que sirvió,
amigo! U n a noche estaba de escucha y se durmió p a r a siempre,
pues u n a a v a n z a d a e n e m i g a lo degollA! Bueno, amigo, a m e s de
m a r c h a r recogimos el cuerpo y p a r a medio librarlo de los pAiaros
lo pusimos e m i e un cuevon grandísimo que h a b i a en la falda del
cerro y allí lo dejamos sin ponerle ni u n a cruz de palito V a va; el negro no dejaba en la tierra sino 'os huesos,
¿guien se iba A a o r d a r de él, Anima bendita? Bueno! Como á los cuatro años, de vuelta de la campaña de
Córdoba, después de h a b e r a n d a d o por Buenos -Mres y por el demonio, venia con otros dos derrotados, faldeando
el mismo c e n o , para llegar A este pago. A fin de qtie no nos s i n t i e r a n . caminiSbamos sólo de noche y ya h a c í a
como Veinte hoias que no t o m á b a m o s ni un mate cuando derreponte se levantó un lormentón b á r b a r o que se llevé
cuesta abajo á uno de los compañeros y lo estrelló. Nosotros seguimos no m is y alcanzamos al cuevón aquel en que
dejamos al negrito v del que ya ni me acordtiba ¿Quiere creer que lo huesos del pobre nos sirvieron p a r a h a c e r
fuego esa noche y siquiera medio secarnos? V e a lo que es el destino de algunos, eh? Son útiles h a s t a
después de muertos, y otros ni cuando vivos sirven p a r a n a d a
F R A Y MOCHO.
P'ol, de H. Frítot {Tiiciinirlti) p a r a CARAS V CARKTAS.
 MIx. F E L I Z X F J P S . X J K . E : EIST E L ELÍSEO

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Í^-J <#u*íá'§A^'o'''^'''
=¿^_j^D>¿ P''^'^^^' ^''35°:-
M' AR del Plata, con sus g r a n d e s y confortables
hoteles, con su vida de eleg^anles frivolidades
y de aristocrAiicos refinamientos es sin duda
un exponentc, u n a alta expresión de n u e s t r a
c u l t u r a de n u e s i i a sociabilidad a d e l a n t a d a , que vieneA
c o m p l e í a t l e A Bue-
¡Qué distantes están aquellos tiempos sencillos de la
aldea, en que las niiías dejaban e n t r e v e r su esquiva
belleza d e t r á s de los altos y tup dos cercos de las quin-
tas de B a r r a c a s ó de Quilmes, esuiando á los apuestos
g a l a n e s , que p a s a b a n jineteando el nraceador chileno
ó el t r a n q u i l o crio-
nos A i r e s su fisono- II lo. que iban a r r a s -
mía de írran ciudad. t r a n d o por el suelo
Mar del Piala es la sus l a r g a s colas! Qué
manifestación fran- d i s i a n t e s e s t á n aque-
ca de una ' e n d e n c i a . llas fiestas, improvi-
que se desenvuelve s a d a s siempre, de
al calor del acrecen una alegría sana é
tamienio de nnesti as indiscreta, como u n a
fortunas, tendencia c a r c a j a d a , que han
que busca el desaho tenido su afoi lunado
g^o de unos días de cronista en S a n t i a g o
t r e g u a de vida anor- Calzadilla, que les
mal; los únicos días, c o n s a g r a b a su prosa
en que nadie pesa ni pintoresca!
mide, en los que na ¡Qué distantes es-
die negocia ni trafi- tán aquellos tiempos
c a . e n que falla tiem- <n que se nacía ten-
po h a s t a p a r a leer dero y el mejor elo-
diarios; dia-^ inol vi ;ÍÍO p a r a \\n joven
dables, en los que se era decirle que tenia
a b a n d o n a hábitos de buen mostra.lori
economía y se vive Los jóvenes de
r u m b o t a m e n le, ex- Playa de los pescadores ahora no nacen ten-
cediendo el pre-'U- deros, y si algún ger-
puesto, convencidos lodos de que la plata, como la vida, men a t á v i c o íes queda, consiguen esconderlo bien,
h a y que erastarla p a n que óé placeres, satisfacciones, en los días de Mar del P l a t a , cubriéndolo con u n a frivo-
[ A l l í , con el trato diario se suprimen distancias, des- lidad eleg-antey el desdén m á s i r r e p r o c h a b l e . .•\llf sólo
a p a r e c e n injustas prevenciones, se hacen muchos casa- se ven jóvenes que llevan con gallardía y desembarazo

Comprando pescado fresco La Perla del Norte

m i e n t e s , n u e s t r a s familias dejan sus desconfianzas !l uniforme de la moda y que lo mismo saben encender
l u g a r e ñ a s , su estiramienio aldeano y esas llo- íl rubor de las bellas con lisonieíos m a d r i g a l e s , como
res nacidas al abrigo apacible de n u e s t r o s h o g a r e s , sobrellevan.—sin que una emoción los t r a i c i o n e - l a s
no pierden sus puros colores ni su perfume p r i m a v e r a l , oscilaciones del colorado j ' el negro, y las sorpresas del
j u g a n d o por las m a ñ a n a s cero en las salas del Casino!
con la onda salada, pa-^ean- L a verdad es que • sta ge-
do á la larde por la R a m b l a neración tan c a l u m n i a d a ,
y de noche haciendo debido por el egoí'-mo de los que se
honor á Mr. Fo^ter en la van. h;i perdido esa virtuo
G a v o t a . P a s de P a t i n e u r s sa frugalidad de los tiempos
W a s h i n i i t o n Post y Polka p a s t o r a es; pero en cambio,
militar; no. por el contra- ha adquirido esajüic de vi-
rio, tienen como nunca, her- vrc, que estimula en nos-
moso campo p a r a su misión otros el senliinienio estético,
seductora, que llenan ale que nos hace amar la linea,
g r e m c n t e . conquistando mu- el color y la rima que saben
chos corazones, a t r a y e n d o hacer melancólicas n u e s t r a s
otros al buen camino y de tristezas y más intensas
Jando en iodos u n a emoción n u e s t r a s alegrías; que nos
dulce, consoladora como hace a m a r el placer enno-
u n a caricia, que se siente ne- blecido, que s a b e satisfacer
ce'-idad dedecirles: gracias!! las exigencias de nuestros
Mar del P l a t a señala e l c a sentidos y acariciar nues-
mino recorrido por n u e s t r a t r a s almas, dando alas al
a v a n z a d a c u l t u r a social, ensueño; que nos hace a m a r
que puede medirse, con u n a e--a c u l t u r a y ese respeto á
m i r a d a retrospectiva hacia las conveniencias sociales,
nuestro pasado de a y e r . La la a _. U^ P^dru que sabe contener nuestra»
 vista general del Bristol-Hotel, por el lado que mira al mar

impaciencia^ y g o b e r n a r n u e s t r a s pasiones; sentimiento e x a g e r a d a de unos 6 la v a n i d a d ctilpable de o t r o s . . . .

e<i¿lico, que conspira c o n t r a «el valle de lAirnmas., De que eso suceda no puede respimsahilizirse á Mar
que protesta c o m í a esas preocupaciones medioevales, del Plata, ni íi la serenidad de su cielo a/.ulado. ni A sus
que c r e y e r o n e n c o n t r a r e n los monjes de la T r a p a el p l a y a s piniorescas, ni ,1 PUS brisas saludables, ni á la
símbolo de la vida luimana! ^ , comodidad de sus lujosos h o t e l e s .
Se puede en verdad a m a r todo lo que h a c e h e r m o s a
y querida la vida, sin r e n u n c i a r por eso á las emociones jCui'inlas veces, tendido en la a r e n a de la playa, el
de la lucha, proceso de la
á las empre- ola me ha he-
sas de la ¡im- cho p e n s a r :
bición. q u e — esa ola que
dign fican y obedeciendo
explican el al empuie
pa~odei hom formidable
bre por el de l a c o r r i e n -
mundo; y este te, viene des-
sentimiento de leios, se
que nos ayu- l e v a n t a como
da A desein- una mo^^ai^a
peiíar t r a n - y cuando Ue-
quilamente íja a la p l a y a
nuestro ofi es sólo b ' a n -
c'o, tiene su ca espumal
nombre, se i C u a m a s co-
llama en pro- sas en la vi-
sa: la econo- da miradas
m í a de la vi- desde lejos,
da! son monta-
Reconozco fias como las
que he di'sus- olas y al
ciiar muchas acercarse á
voces que se nosotros no
h a n de levan son s i n o b l a n -
t a r a conii a- ca espuma: y
decir las ex- esa es Ka ley-
c e l e n c i a s pa- de la existen-
radisiaca-; de cia del hom-
Mar del P,a- b r e , acción
ta. Se me di hoy, r e c u e r -
r a quiz.lví que do efímero
en esas b a n a - m a ñ a n a , ley
lidades ele- a la que no
g a n t e s se en- Un yrupu de la . cruiiir podemos sus-
cuentran A t r a e r n o s , co-
mo no es posible d e s p r e n d e r la ola de su c o r r i e n t e y
de su espuma!
O t r a s v e c e s , en la terfasse del Bristol, al c a e r l a
t a i d e en esas h o r a s crepusculares, que proyectan som-
b r a s melancólicas en el espíritu, me h a parecido escu-

Sala die Conciertos de Bristol El comedor del Bristol

 j£¿¿¡¿ i 5 - ^ á

Playa del Bristol

c h a r los ecos leja- ~ "^ r r a l viene á la me-

nos de una g u i t a r r a
y a b s t r a í d o por el
éxtasis me he pre-
g u n t a d o ; ¿-^iserá la
t u i t a r r a de a l g ú n
antos Vega ? —
E r a sin duda el r e -
cuerdo de la p a m -
pa d i l a t a d a que
a g o n i z a y que v a
á morir, como en
la leyenda m u e r e
el proscripto
errante payador!
Y e n t r e í a n i o , lle-
g a al oido. m e l a n -
cólico y dulce, el
r u m o r del m a r que
b a t e la p l a y a y en
su eterno vaivén
borda sobre la tos-
caarabescos capri-
chosos que funden
en uno los colores
i r a r a v i l l o s o s de la
p a m p a callada y
silenciosa que se
esfuma ft lo lejos.
Y con el fresco te-
mori.a el vago re-
cuerdo de lo< r a n -
chos sol i tari os bajo
cuyos aleros des-
c a n s a n los oscuros
o b r e r o s de n u e s t r a
^'landeza y el rui-
do de las ciudades
populo-^as, donde
h i e r v e la v i d a y se
d e r r a m a á borbo-
tones, transfor-
y m a n d o el desierto
y borrando para
siempre la huella
del indio n ó m a d e
y del gaucho, su
sucesor, que y a se
perfila con líneas
de leyenda.
M. M. AVELLANEDA
Fot, de Caritaghi
y Moody para
CARAS y CARETAS
En la terraza del Bristol

TIRO Á LA PALOMA
EL GRAN PREMIO INTERNACIONAL

E N el Bristol, en sus t e r r a z a s espléndidas, en el

salón de los cotillones, en la r a m b l a , en el are-
nal, sobre las olas y bajo las olas, no se h a b l a -
b a de o t r a cosa desde h a c i a varios días. E r a el
a s u n t o capital de la v i d a v e í a n i e g a , el eje de todo el
sistema ideológico y el moiivo único de todo eiercicio
m e n t a l p a r a tos que pueden c o n v e r t i r su cerel-iro en
fuente c r e a d o r a de a g t a d a b l e s sensaciones. L a multi-
plicidad de fines de la vida se reduela A uno solo; A pre-
s a g i a r quién s e r í a e! g a n a d o r en aquel concurso de
p u n t e r í a s aliñadas Se c o m e n t a b a n las cualidades fisio-
lógicas y m o r a l e s de los t i r a d o r e s , su t e m p e r a m e n t o
nervioso y h a s t a sú posición p e c u n i a r i a , según la cual
influiría ñiAs ó menos en el pulso, al llegar
á los disparos decisivos, la influencia emo-
cionante de los 5000 pesos del pren.io. m á s
los 6C00 ¿i que a s c e n d í a el importe del r e -
mate de los a s p i r a n t e s .
De lodas p a r l e s habían llegado t i r a d o r e s
con popularidad de circulito y r e n o m b r e de
club t a r t a r i n e s c o . Se h a b l a b a del a r r i b o
de c u a t r o temibles suizos que corlaban i'i
balazos las p a t a s de las moscas, y ú mil
meti'Os de distancia le s a l t a b a n un ojo :i un
j i l g u e r o ; se lut'utaha íí un francés que hizo
prodigios aiíos ha en el Club des patnicnrs
de P a r í s ; de otro aue en Osicnde... ¡oh, en
Ostende!... No f a l l a b a quien, sntlo vocc,
feo de su Club s e m i t a r a s c o n é s . si c u a l q u i e r a de ellos
r e s u l t a b a vencedor, como lo e s p e r a b a n , con mejor opti
mismo que p u n t e r í a .
I legó la h o i a a n h e l a d a , con la misma p a u s a socromc
trica que las no deseadas. Numeroso público v e r a n i e g o
se dirigió al local del Tiro que se levanta A medio lulo
m e t r o del Bristol. sobre una alfombra de p a r d o césped,
frente al m a r y e n t r e c u a t r o v a r i l l a s v e g e t a l e s que. si
Dios quiere V la t i e r r a las fecunda, puede que sean úr
boles algún día del p r ó x i m o siglo, t.1 edificio esiA hecho
con g u s t j baio l a d i r e c c i ó n del señor L a s s a l l e , g r a n afi
clonado a esté sport, habiendo levantado el p a l o m a r so-
bre el que hace v a r i o s a ñ o s c o n s i r u y ó d o n P e d r o O . L u r o .
La selecta c o n c u r r e n c i a invadió las dos
t r i b u n a s . Allí e s t a b a n todos los n o m b r e s
cui-a d i a r i a repetición en las columnas de
la vida social h a c e gemir A las p r e n s a s . En
la t r i b u n a de la d e r e c h a los tiradores, sus
amigos y a d m i r a d o r e s , los platónicos del
espectáculo y los que iban poseídos del^rf/-
piío tie multiplicar su caudal pecuniaiio
p o r medio del buen ojo de los t i r a d o r e s
preferidos. E n la t r i b u n a de la izquierda
un a d m i r a b l e g r u p o de pichones h u m a n o s
q u e competían en plumaje y cualidades
a r r u l l a n t e s con los de palomas d e s t i n a d a s
al sacrificio y a l b e r g a d a s , m i e n t r a s llegab.-i
il aciago momento, en s e n d a s J a u l a s , al

<
iba a n u n c i a n d o la segura llegada de dos X¡£; otro lado del edificio.
alemanes correligionarios religiosos de a( Más de u n a hora duró el r e m a t e de los ti-
Dreyfus, dos judíos que le p e g a b a n un ba-
lazo á u n a idea. P e r o lo que con toda segu-
ridad se sabía era que,desde la noche a n t e -
rior, cst.iban en Mar del P l a t a las p r i m e r a s
escopetas de B a r r a c a s y sus respectivos
éueños, italianos en su m a y o r í a , tiradores
motables. m a n c o m u n a d o s , según h a b l i l l a s ,
p a r a llevarse el premio, como glorioso tro- ¡^ r a d o r e s . hecho en la misma forma que el
de los caballos de c a r r e r a s . T r e i n t a e r a n
los anotados p a r a t o m a r parte en el con
curso. Después de s o r t e a r el 01 den en que
habían de t i r a r , dio comienzo la p a r t i d a . Se
Sr. J, • . Delhammo colocaron
27
p;ispasos del5 tirador,
de hojalata, palomas
p u e sen
t a so ten
.'\vanz6 r a ssemicírculo,
t a nprimero,
el t a s tramyá
 Instalaciones dol Tiro á la paloma
a l a voz de^ifyoule'' el encarfracio apretó un resorte. J
una de las cinco j a u l a s quedó desarmada, dando escape
¡\ u n a bella paloina zura, de albo piumaje, que al querer
l e v a n t a r el vuelo h a c i a el m a r recibió u n a descarga ae
perdigones v, con ellos la m u e r t e en el aire, pasando en
tránsito i n s t a n t á n e o de la vida feliz íi la eternidad in-
sondable. Cayó en el campo, ft pocos paso-i de l a t í am-
pa. U n perro pachón, símbolo de fidelidad hacia el
h o m b r e v de enemistad hacia cuanto en la naturaleza se
bulle, fué hasta la víctima, la tomó con delicadeza entre
sus gruesos labios caldos, y con paso reeocijado, estie-
mecido de gozo su cuerportgil y fino, d r a m á t i c a m e n t e
alegres sus expresivos ojos verdes, riéndose con la coia
y b a r r i e n d o el trébol con sus orejas enormes la nevo
al e n c a r g a d o de recoger los despojos de l.as inleiices
inmoladas en holocausto de aquel j u e g o a n t i a l b a r i a c i -
nesco. L a t r á g i c a escena se repitió no menos de qui-
nientas veces. L a s j a u l a s se despoblaban de «qu^i
mundo de seres tranquilos y sumisos que se bullían
e n t r e los a l a m b r e s , en t i e r n a s escenas de amor gene-
slaco y fecundo, m i e n t r a s al lado crecía el montón fle
las m u e r t a s , cerniéndose en torno de la s a n g r e ' i Z escopeta: al s o n a r el tiro con estrépito seco y v e r des-
dulce, g e n e r a d o r a del amor v la vida, band.adas cíe
moscas de v e r a n o , beodas de sa'ngre las cabezas condu-
ciendo en sus a l a s brillantemente azules, símbolos de la
l i t e r a t u r a de Zola, los miasmas de la descomposición
o r g á n i c a , infestadores de la atmósfera. .„„,i„
, Cada vez que s" p r e p a r a b a un tirador, un muirnuuo
^le voces confusas salía de la t r i b u n a . -Soy escopelii.--
«Soy p a l o m a . - .Doy cien á c u a r e n t a - - . T o m o . . Una
indicación de silencio y todo el i n u n d ó s e callaba p a r a
no a z o r a r al tirador. S a l í a el tiro, r-isRindo el aire los
perdigones, que .sorprendían con la m u e r t e A la paloma,
liescendiendo como un trapo, las patas y las alas iotas
el cuello azul caldo, agujereado el pico, l a s bláncab
pupilas c e r r a d a s sobre los a p a g a d o s ^1"''/"^f^''°^\^"¡'
hiemas d é l a t e r n u r a idílica y amable condensación de
todas las bondade.s. A l g u n a s se escapaban con ""/".'f^'";
'iro roto sacudiéndose el dolor en un vuelo nipid» >
desesperado, h a s t a que, a g o t a d a s las fuerzas, caían a n a
lejos, en el campo, luchando inútilmente p o r volveí a
l e v a n t a r el vuelo al m u n d o lib-e de los aires. E n tanto,
«1 lir.ador m i r á b a l a r e c á m a r a de su escopeta, como
echándole la culpa del e r r o r de su p u n t e r í a . L a s que
caían mal h e r i d a s dentro del radio, las u l t i m a b a ei pe-
rro, recibiendo como premio u n a caricia del t " » ' " ' ' ;
O t r a s c x h . l a b a n sus hálitos últimos entre el "lonW"
'le las m u e r t a s E n sus ojos m a n s o s , impregnados nc
mansedumbre y dolorosa tristeza, q u e d a b a crista.izaaa
su última m i r a d a de ansiedad hacia las nubes.
, H a b í a un tirador, u n o de los alemanes de q«e a n . e s
hablé, que hacía reír mucho á las muchachas p o r su
í r a r b o d e dudosa e l e g a n c i a v su m a n e r a nerviosa ne
I'.\L()M.\S
NOMBRES ,, 7 ,^^') J10|n|l2ll3|14[15
R. CHEV^LIER. ! J. M. DELHOMMt.
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V.
O.
ALEGRE
MOSENA. ..
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C.
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COLOMBO. .
Q. I.UHO.. .
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• •,
CARO
LURO
o¡o
• * o ?. QUINTANA
DE ALVEAR. ob
LASSALLE. . o •lo'
P. NEWMANN. .
Q. V E N r u R A . .
P. ALEGRE -• • O,:
A. D A V I A U D , . .
C. M U Z Z I C . . . • •o o
C. CAVROI • ••.
F. BONA o,«io
FRENCH o!o,
KELLY
E. R O B O T T I . . . : : : O'
P. O. LURO
% Muerta
Cuadro Indicador de los blancos
a p u n t a r , con movimientos inquietos y como a z o r a d o s .
Sin e m b a r g o , s u s palomas e r a n l a s q u e m á s b r e v e
m u e r t e recibían; e r a n u n a s p e r d i g o n a d a s fulminantes.
D e t r á s de este tirador, que al fin logró imponerse con su
c e r t e r a puntería, t i r a b a un francés, elegante y simpá-
tico, Mr. Delhome, vencedor en el torneo. L a p a r t i d a ,
desde la décima paloma quedó pendiente e n t r e el señor
Carlos L u r o . el tirador francés y el a l e m á n . L o s con-
t r i n c a n t e s h a l l á b a n s e baio la influencia del m á s vivo
a m o r propio, la ti/urgía del yo, que diría Paul B o u r g e t .
E l dinero apostado e r a un i n g r e d i e n i e que v i g o r i z a b a
la pasión, r e d o b l a n d o su intensidad. E l señor L u r o erró
la paloma 13, llevando m u e r t a s 12 e n t r e l a s de esta
p a r t i d a y otra o r g a n i z a d a a n t e r i o r m e n t e , á m a n e r a de
a p e r i t i v o . Quedaron, pues, el alemán y el francés, Bis-
marclc y Napoleón III, Sentimos casi todos los concu-
r r e n t e s que la Alsacia y la L o r e n a serían r e c u p e r a d a s ,
y M, Delhome se llevó todas nuestras simpatías. Y o me
acordé de mi p a d r e y me pareció q u e m e volvía todo
gabacho. L o s últimos tiros fueron e m o c i o n a n t e s en
grado s u m o . \Qui áe pulpitos! Cuando a p u n t a b a Mr.
Delhome, todos, sin r e s p i r a r , t e n í a m o s los ojos en su
cender inánime á la paloma, e r a u n a a l e n t a d a g e n e r a l ,
r e c a r g a d a de placer r e d u n d a n t e . S e a d e l a n i a b a Mr.
N e w m a n n y todos d e s e á b a m o s que e r r a r a E r a el mis-
terio de la a n t i p a t í a en su m á s a b s u r d a u n a n i m i d a d . Al
caer su paloma, sentía yo en mí lo injusto de aquel
movimiento instintivo de hostilidad, y concluía p o r
aplaudir á aquel doctor F a u s t o de la puntería, como
imponiendo un castigo á la falta de equidad de mis sen-
timientos. N u n c a como en esos instantes he compren-
dido q u e la m a e s t r a Voluntad y la insigne dómine
Conciencia, no deben soltar las disciplinas p a r a d o m a r
y encasillar el E s p í r i t u , ese potro indoméstico, d e n t r o
"de la lógica del afecto amplio y u n i v e r s a l , base de la
h e r m a n d a d futura y de la paz que sobre el h a z de l a
tierra proclamara.Lamennais.
P e r d o n e el lector este injerto de filosofía empírica
con presunción t r a s c e n d e n t e . L a acción u n i v e r s a se
compone de moléculas de actos que e n cualquier oca-
sión deben e s t u d i a r s e , incitando a l a reflexión á cuan-
tos deseen pulir su mundo interno.
Tiró Mr. N e w m a n n y e r r ó . Yo lo sentí al verle v o l v e r
a l a tribuna, silencioso, sin un ademán de disgusto, re-
signado y mostr.ando u n a altivez sencilla que á mí m e
pareció b.astante m á s digna que el g e n e r a l deseo de
verle perder la p a r t i d a .
FR.^NCISCO GRANDMONTAGNE.
Mar del P l a t a , febrero 13 de 18M.
PALOMAS
NOMBRK.S
3i4|5|6| 10 11 121314 15
S. ÜUHALDE
iso SI. • •'•
CARDO
H. DIANIN
M. T . A L V F A R . . .
H. LIVINQbTOM
GAS
|0
i«
TOLOMEI
M.NICODEMI.
:#
• ,•
O Errada
 PÁGINAS ARTÍSTICAS

En la playa, por üartor


-irí
UNA VIUDA
—Rn privación c o n t i n u a d a
nii .nmar(;o duelo me tiene,
y noy. que la cuai'esma viene,
¿de , i,<? me p i n a ? De nada:
* la c a r n e he renuneiado,
íiKl es que en esia ocasión
voy rt hacer avuno con
aosiincncia de... pescado.
UN DECLAMADOR
iLej-es de la vida e x l r a ñ a s l
P o r su bien ó por su mal
Ilev-i siempre el c a r n a v a l
la c u a r e - m a en las e n t r a ñ a s .
Dios, cuya justicia i^rnola
en el c o ñ u a M e disfruia,
da A la m a d r e disoluta
líi hija mística 6 devota,
RELIGIOSIDAD
J u a n a ha deiado i^ su a m a n t e ,
carnicero acreditado,
y la jrente la h a tildado
de coqueta y de inconstante.
Y ella dice:
—E.s que. en honor
de la c u a r e s m a , prefiero
al amor de un carnicei o,
*l amor de un pescador.
ENTRE DOS AGUAS
Un pejerrey:— Ciudadanos:
es preciso p r e v e n i m o s ;
ya empiezan ñ perseguirnos
los h u m a n o s inliuiíianos
y la muerie mrts odiosa
nns ceica en este momento.
Un pez ^raiii/e: — H»y que ir con
Un pi z c/iicí).—No hay tal cosa.
Se m u e r e sólo una vez.
¿La muerte? Cuestión de n o m b r e :
el estómatío de un h o m b r e
ó el estómaíro de un pez.
Un so//n.' —¡Huena ocasión
c a r a h a b l a r asi!
Un letiRiiario:
— A ese pez le lui desdeñado
. '^/y V'rA
"//^.
*
%
V\/^/'
m
IV
h7^
€
la pez de su corazón
y -sólo pit'nsa en la muerte,
U/i S(i/ií/ó/i:S'i fuese r k o ,
v i v i r niiei ifa.
Un pC3 chico:
—iMaldiía sea mi suerte!
Un a/ún:—Yii que, aey;ún
aliinia i¡i religión,
&' h a y un c i e l o . . .
Un tiburón:
— ¡Calla, pedazo de aiúnl
Un cangrejo (aniienclü en ira)
— ¿lil cielo? cqiiiíín duda de eso?
¿El progreso? ¡Si el progieso
e'í una a b s u r d a meiUiía!
Un calamar: C'm el ruido
inúiil que haciendo editamos,
h a s t a el peligro o l v i d a m o s
que aquí nos ha reunido.
Y ahora es necio p r e t e n d e r
discutir mAs, sf^rún ci eo,
pues a c e r c á n d o s e veo
la red que nos va A e n v o l v e r .
,\ Sólo un recurso nos queda,
un recurso a c i e d i í a d o .
por los hombres e m p l e a d o :
el de «¡Sí\lvese quien pueda!»
Ya del pánico a inei Lcd
nadan los peces ligeros
'/I y se e n c u e n i r a n pri>ioneros
e n t r e la a p r e t a d a red.
El tumulto es g e n e r a l
y a n dice un pez con voz c l a r a :
—¡Pido la p a l a b r a para
una alusión personal!
(tiento. ^-''Í/'A Mientras que un congrio a v i s a d o ,
que e s t a b a al peligro a i e n l o ,
hu3"e y dice muy contenió
viendo el rie^^go ya pasado:
— Nos ha e m b r o m a d o o t i a vez
el tal p a r l a m e n t a r i s m o ,
siempre sucede lo mismo:
«por la boca m u e r e el pez>.
LUIS GARCÍA.
Dib. d i Villalobos.
 De un c o l e g a : Dice un diario de la m a ñ a n a refiriéndose á un cri-
« Informe- de referencia oHcial hacen s a h e r que los men cometido en La P l a t a ;
ministros d e s p u é s de este asue o de v a r i o s meses, se «El c a d á v e r fué hallado A diez metros de la h a b i t a
a p r e s t a n á reasumir sus funciones con lirio, a s i d u ' d a 1 ción donde dormía».
é iniciativa, r e c u p e r a n d o en algo el ti._-mpo perdido...» i C a d á v e r e s que d u e r m e n , cielo santo!
¡ P r e c i o s a confesión ! f j li ' ínSi» A s o m b r o m is que espanto
L o í m i n i s t r o s . segtSn ves. esta noticia causa. Si se e n t e r a n
caro lector, han querido de ella a l g u n o s despiertos
p e r d e r el tiemí o y despuús negociantes, lucrar acaso quieran
c o b r a r el tiempo p e r d i d o . con -piezas a m u e b l a d a s p a r a m u e r t o s - .
EL CAMPEÓN CICLISTA HILLER
Que es b u e n a la comida de pescado, G u a r d a n d o plata, Luis dice
médicos y glotones han p r o b a d o , que reunió un c pital ;
quienes son de' a s u n t o buenos iueces ; pero e r a que se g u a r d a b a
sólo que de pedir se han olvidado la p l a t a de los demás.
=u opinión á los pt ees.
E n el R o s a r i o de S a n t a F e preocu
—c ^íe conoces, Rohustíana? pa la atención pública el a s u n t o de las
—Hijo, no caigo en la c u e n t a . cloacas; no se habla de o t r a cosa.
— P o r q u e no te da la g.ana. Y c u a l q u i e r a puede hoy h a c e r de
i Fui tu novio el año ochenta ! S h a k e s p e a r e , diciendo;
—; El año ochenta ? ¡ Quizás! —Hay algo que huele mal en el Ro-
; Y no te actierdas del mes ? sario.
—En Mayo. —Explícale míis, **.
porque en Mayo tuve t r e s .
BIBLIOGRAFÍA
Hemos recibido en e l e g a n t e lomo, las
E l g o b e r n a d o r I t u r r a s p e h a c e votos zarzuelas criollas de Kzequiel Soria,
p f i r q u e s e funden p r o n t o p a r t i d o s de que t a n t a aceptación h a n tenido e n t r e
principios. el ptiblico porteño.
; P a r i i d o s de principios!* Bien p e n s a d o , T r a e como prefacio u n a c a r t a de
pero está demostrado Marcos Z a p a t a , en que el distinguido
que A objeto de fundar los aludidos d r a m a t u r g o hace justicia á los méritos
se precisan principios de partidos. del autor
T a m b i é n hemos recibido un ejemplar
del libro « Z o l a . - Naturalismo y deca-
—Mira si tengo talento ^ , dentismo» de E u g e n i o Troisi, que ha
que he publicado u n a obra G a n a d o r de IH c a r r e r a de seis sido editado en Córdoba v que es d i g n a
y se han vendido ejemplares^ días que termi nó el 20 del actual producción del distinguido escritor ita
á c u a t r o pesos... la a r r o b a . ' en San F r a n c SCO de California, liano.

Ramón.- Buenos Aire».— No h a g a s m á s
sonetos, Ra'r)ón ¡que tienes madre!
C. R,-Buenos Aires.—Es más conocido
que la ruda
T. T. Ri. - Buenos Aire».—Mala viclo-
yja le atropelle, como a uno que yo
conozco.
Batatín.—Buenos Aires.—roí-/><?£as y
¿•spesíJS no son c o n s o n a n t e s m á s que
p a r a los andaluces.
Berlotdo.—Buenos Aires.—Esas cosas
debe usted decírselas á ella de pa
labra.
B. R.—Bueno» Aires.—No consiste en
tener afición sino a p t i t u d e s , Y A
usted le faltan en absoluto, dicho i-ca
sin ánimo de llamarle inepto.
Ciruela. —Bueno» Aires.—
C o n t e m p l a n d o un m e l o n a r
exclamé con C a m p o a m o r :
—Ni son lüíi'is lo que e»tíiii,
til eslán lodos los qtie son.
Musaraña. — Concorilia. — rQue supri-
m a m o s lo que no nos guste? P u e s
queda suprimido el .articulo.
Luis. —Tucumán. —No reouto t a n t a
desjjracia el olvido en que le tiene su
novia, como el que lo diga usted en
un a r t i c u l o lan malo.
M. R. G.-Quilme».—,'I'iene usted c a s a
introductora de ripiós!-
Agamenón, Montevideo.—Jurarla ha
ber leído eso en un a l m a n a q u e de
pared.
Te émaco. - Montevideo —Estarían co
mo de molde en el a b a n i c o de u n a
niña.
Un principiante.—Rosario.-Ya se v e
que lo es usted. Y de los m á s lerdos.
N. Q. R.-SaltoCR. O.).—
P e n s a b a h a b e r l e dicho
que e r a mediana;
pero y a que me pongo,
diré que es mala.

E l premio señalado á 1H solución del acertijo fisonómico ¿De quién es esta oreja? ha c o r r e s p o n d i d o al n ú m e r o 4
en que leí mina el a g r a c i a d o con el premio m a y o r en el sorteo de la lotería de c a r i d a d efectuado el m a r t e s .
E n la lista de las p e r s o n a s que e n v i a r o n la solución, lleva el n ú m e r o 4 el señor J u a n L i n a r e s , quien se servirA
p a s a r por n u e s t r a administración p a r a ser inscripto con los subscriptores de s e m e s t r e .
 LA CASA DEVOTO, BALBIANl Y C *
Es digno de hacerse resaltar el
triunfo logrado en la Exposición
Nacional por la importante casa
Devoto, Balbiani y C", con los pro
ductos que presentó y per los que
obtuvo ti-es medallas de oro como
recompensa moral y material de
esa vasta casa de consignaciones,
porque representa el único ejemplo
habido en ese torneo
Hay que reconocerla merecida,
por la bondad y especial prepara
ciOncon que fueron presentadas sus
variadas 6 importantes colecciones
de lanas, frutos y oleaginosos, según
consta del catálogo oficial, y justa-
mente orgullosos pueden sentirse
los señores Devoto, Balbiani y C.*,
del legitimo éxito alcanzado.
La casa de consignaciones que
gira con ese rubro, y de la que es Sr. Tomás
Jefe principal el Sr Tomás Devoto,
fué fundada en 1891, y en los ocho años fructíferos de
vida activa que lleva, son innumerables los triunfos que
ha logrado, y á juzgar por el movimiento actual de sus
negocios, es indudable que ha debido acrecentar de una
manera extraordinaria sn potencia económica y comer-
tros fabriles de la Europa y tenien-
do en cuenta los adelantos de las
industrias y el gran desarrollo que
adquirían nuestros negocios con el
viejo continente, supieron estable-
cer desde su iniciación, un servicio
telegráfico que les tiene en comu-
nicación constante con sus repre-
sentantes propios en el exterior,
permitiéndoles realizar vastas ope
raciones y ofrecer á sus comitentes
garantías plenas de que sus intere-
ses son tratados con el conocimiento
y dedicación de que pueden ser
susceptibles.
Los señores Torróme Sons y C.°
de Londres, los señores Huffmann
y C.» de Amberes y el señor L.
F. Dufourcq de Nueva York, han
sido activos é inteligentes facto-
Devoto
res que han contribuido á estimular
el progreso de esa casa, aportando
el concurso decidido de sus conocimientos y su labor.
Contando, pues, con elementos de información de
primer orden, la fundación de un órgano propio, que
satisficiera las necesidades de su clientela, para infor-
marle de la siiuacii'm del mercado, se imponía, y ooni-

Llegada de una tropa á la Casilla de los Carrales.

cial, que viene á colocarla así entre las primeras en su prendiéndolo así, fundaron la «Revista Semanal Devoto,
género, no sólo de este país, sino también de Sud América. •TBalbiani y C."», que bien pronto alcanzó merecida repu-
Dotada de capitales cuantiosos y de inteligentes é , Jtación por el acierto de las opiniones en ella vertidas,
idóneos factores de administración en sus respectivos V'" la exactitud de sus informaciones y la importancia de
departamentos, bajóla sus noticias telegráfi-
dirección inteligente cas del exterior. Más
de dos ilustrados y an- larde y en el deseo de
tiguos comerciantes de tener constante y dia-
nuestro país, como lo riamente informados á
son los señores Tomás sus favorecedores, no
Devoto y José Balbia- vacilaron, ante el im-
ni, era lógico esperar pulso que habían toma-
un resultado tan sa- do sus transacciones,
tisfactorio. El trabajo en crear un « Diario
perseverante, la com- informativo », que es
petencia, la lionradea hoy la base fundamen-
acrisolada y sus gran tal de las operaciones
des capitales, son los de sus comitentes, que
meiores títulos que in- lo aprecian debida-
vocan ante sus nume- mente. Ambas publi-
rosos favorecedores. caciones, redactadas
Hay que reconocer con la competencia que
también y con justicia, es notoria, adquirie-
que esta respetable ca- ron muy en breve, la
sa, comprendiendo la acogida de la prensa
Verdadera convenien- nacional, y asi no fue
cia que existe en estar extraño ver á nues-
en constante contacto tros principales perió-
con los mercados y cen- Escrltorlo dicos inspirarse con

Depbslto de lanas
frecuencia en las opiniones é informaciones contenidas
en la «Revista Devoto, Balbiani y C », sobre la si-
tuación de los productos agro-pecuarios de la Repú-
blica.
Cuando el gran Museo de Filadelfia llamaba á su
exposición á los industriales y comerciantes de uno y
otro hemisferio, la casa Devoto, Balbiani y C* no tre-
pidó un instante en acreditar un representante de ella,
que defendiera de hecho, en el centro de la misma aso
elación, los intereses argentinos recientemente lesio-
nados & la sazón, por
la arbitraria aplica-
ción de los derechos
prohibitivos á nuestro
principal producto de
exportación, la lana,—
hábil y maliciosamente
cercenado por el céle-
bre Bill Dingley.
La ruda defensa que
hizo allí de los dere-
chos argentinos y su
eficaz propaganda en
favor de este país, si
bien no fueron de re-
sultados inmediatos,
trajeron, no obstante,
sus frutos con el andar
del tiempo, — Los de
rechos dobles, punito-
rios, fueron reducidos
Depiílto de cueros
á su verdadera expre-
sión, es decir, á la par de los que pagaba el similar
australiano. La propaganda mencionada provocó una
afluencia considerable de negocios con nuestro país,
de la que fué beneficiada grandemente la casa citada.
Asi vemos hoy debidamente implantada la exportación
de pieles de nutria para las firmas más fuertes del
mundo en su ramo, como ser La John B. Stetson Com-
pany Limited de Filadelfia y la de los señores Jonás
y Naumburg de Nueva York, fábricas ístas que
adquirían antes este producto en las plazas
europeas.
Siempre que la ocasión se ha presentado par.i
demostrar el poder productor de nuestro país,
los señores Devoto, Balbiani y C.*, han sido los
primeros en concurrir á demostrarlo de una ma-
nera evidente, por sus propios medios y con sus
loables esfuerzos. La exposición de Chicago
ofrecía al trabajo y & la inteligencia una nueva
oportunidad para hacer conocer nuestro pafsi
y he allí la casa Devoto, Balbiani y C triun-
fando nuevamente en esa fiesta del trabajo,
entre todos los competidores del orbe; — su va-
riada é inmejorable colección de lanas y cerea-
les merecieron dos medallas que le fueron justa-
mente acordadas.
Esta tendencia patriótica de hacer conocer
las fuerzas vitales de nuestro país son dignas
del mayor encomio, porque entrañan un ideal
más grande que el que inspira el mero móvil
comercial: — demuestra el cariño verdadero que
profesan á esta tierra.
Dentro, como fuera del país, hemos podido
ver esa actitud elevada de la casa Devoto, Bal-
biani y C , y asi se ha podido apreciar el desin
teresado y eficiente concurso prestado á la
Sala de Comercio del Once de Septiembre, al
brindarle muestras de las lanas, pieles, cereales
y oleaginosos que recibían, á fin de que esa digna
institución pudiera presentarse á la altura de
su misión.
Los 50.000.000 de kilos de lana, 15.000.000 de
kilos de cueros lanares, 500.000 cueros vacunos, 1.500.000
bolsas de trigo, 2.500.000 bolsas de maiz, 350.000 bolsas de
lino, 150 000 animales vacunos (entre el los de exportación),
400.000 animales lañaros (id. id.), 40.000 bolsas de yerba,
100.000 bolsas de azúcar, é infinidad de muchos otros
cereales, forrajes, frutos y productos del país en gene-
ral, que no reseñamos por su mucha extensión, son el
mejor testimonio que podemos exhibir para demostrar
la transcendental importancia de esta casa que honra al
país que la hospeda.
Pueden, pues, feli-
citarse los señores De-
voto, Balbiani y C",
del brillante éxito al-
canzado en la Expo-
sición Nacional y de
haber hecho triunfar
una vez más la célebre
máxima: Labor omnia
vincit.
Los señores Devo-
to, Balbiani y C son
verdaderamente para
el país un factor efi-
ciente de progreso,
pues sus iniciativas,
como se ve por la re-
seña que hemos hecho
Je sus operaciones, no
se limitan ya á los
estrechos límites de la
región, sino que, ex-
tendiendo con espíritu verdaderamente emprendedor,
su campo de acción, como los grandes centros comer-
ciales, que tienen su asiento en las más florecientes ciu-
dades del viejo continente y de la América del Norte,
toman el mundo como teatro de su actividad, sin deter-
minación de fronteras.
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(EXCEPTO EL DOMINGO)

Baños turcorromanos. De inmersión. Minóralos y al-j Tratarii¡('Tito.s RCfjiiros v i-ílpido,'^ de i,-i Bleno-
calinos. Aromáticos. De afrecho y almidón. Du- rrea, (g-oia niiliíai),'blenorragia, estrecheces,
Jah " " * * ' ' • ' * ' y ' " e c e s a s . Lluvias. Pileta. : catarros ;I;.IK1O.S V crónií'os de la vejiga. s(-
aoonaduras. Masaje. Pedicuro. Electricidad. Aire | filis, reumatismo, gota, ol)esidad. asma. Iironqui-
comprimido. Cámara de intialaciones, etc. , tis. afecciones de la piel.
 GARAS T CARETAS

¡NO MAS CUERNOS! BARATTI H"

INTRODUCTORES DE MU
CON EL V PASAMANERÍA

Deseofnador oniínieo de Jobn CANGALLO

único ABENTE
EN EL

RIO DE LA PLATA

RIVADAVU1324

-=T="

Usándolo una vez, tan solo una,

se le quitan los cuernos á la luna. Son de tales condiciones
¡Ya no hay cuerno que aguante! los muebles que hace esta casa
Todos desaparecen al instante. . que el más frágil de ellos pasa
por veinte generaciones.

RONÓGI^APOS -t #
t Y Gl^AHÓPOKOS
J. R. GUPPY Y C.^

336

CALLE FLORIDA
336

Al músico, al orador, Si yo faera el Poder Eje"eutivo,

al cantante y al actor ó tuviese con él mucha influencia,
se oyen con este aparato, había de eximir de todo impuesto
{Qué espectáculo hay mejor,
ni de precio más barato? á, la casa que importa esta ginebra.

Número suelto: 20 centavos